[1] Veamos cómo definía Nietzsche a los fundadores de los grandes imperios y de los grandes Estados: «Un rebaño de bestias de presa, una raza de dueños y de conquistadores que, con toda su organización militar, y rodo su poder de coerción, se precipita con sus terribles mandíbulas sobre una población que le sobrepasa enormemente en número, pero que ha permanecido en estado inorgánico… Este es el origen del Estado». <<
[2] Sin duda no sólo porque el hecho político dominaba al hecho económico sino también, y no sin cierta lógica, porque habían demostrado por tener iniciativas y espíritu de empresa. Pero una vez llegados a ese punto… <<
[3] La cité antique. <<
[4] Recordemos a Enrique IV abjurando el protestantismo por el que había combatido y declarando cínicamente: París bien vale una misa. <<
[5] En Histoire Générale, de Lavisse y Rambaud. <<
[6] Nombre dado a las fuerzas mongolas de ocupación en la región a que nos referimos. <<