CAPÍTULO XIII
¿Simples contradicciones o indicios en los testimonios
de los padres de Madeleine y sus amigos?
Estamos convencidos de que los testimonios de los padres de Madeleine y sus amigos no son correctos y de que existen grandes contradicciones entre ellos. El tema se aborda en una de las diversas reuniones del equipo de investigación. La primera idea es que estas contradicciones puedan ser el resultado del miedo de un grupo de turistas que fueron negligentes con la guarda de los hijos, confiando que estaban seguros, frente a un aparato policial y judicial que desconocen. En el fondo la idea es: casi todos son médicos con hijos de edades inferiores a los cuatro años de edad. ¿Qué sucedería con sus carreras y con sus hijos, si fuese del conocimiento público o judicial la ligereza con la que los dejaron solos en un apartamento, sin seguridad, para ir a cenar a un centenar de metros, comiendo y bebiendo bien (según los testigos, era habitual en el grupo beber ocho botellas de vino, cuatro de blanco y cuatro de tinto)? Además, sin visibilidad en la parte de atrás de los apartamentos, sobre todo en aquellos que se situaban a nivel de la calle y mucho menos en las habitaciones de los niños que estaban orientadas a la fachada del bloque de los apartamentos. Con el agravante de que la hija de uno de ellos había desaparecido. Todos se preocuparon de hacer creer que sus hijos estaban seguros y vigilados. El matrimonio Payne afirmaría que, por el hecho de que poseían intercomunicadores para oír el llanto y otros ruidos, sus hijos estaban seguros, a pesar de encontrarse en un apartamento con poca o ninguna seguridad en la puerta de entrada, una frágil puerta de madera con un sencillo sistema de cerradura. Los matrimonios Oldfield y O'Brien, a pesar de que sus apartamentos también eran bajos con una puerta principal y un balcón en la parte de atrás, consideraban que sus hijos estaban seguros porque lo habían cerrado todo con llave. El matrimonio McCann consideraba que sus hijos estaban seguros aunque el balcón de la parte de atrás estuviese cerrado pero no con llave y se pudiera entrar y salir por aquí sin ser visto. Desde el restaurante Tapas, por la noche la visibilidad es casi nula, añadiéndole dos factores: un cerramiento de plástico opaco que disminuye considerablemente la visibilidad exterior... Y el hecho de que cenaron de espaldas al apartamento.
Al contrario que Kate Healy que siempre dijo haber entrado en el apartamento por el balcón de la parte de atrás, su marido diría que entró al apartamento por la puerta principal, utilizando una llave. Sin embargo, el testigo Jeremy W., de vacaciones con la familia, sale de casa con su bebé sobre las 20h15/20h30 utilizando un cochecito para dormirlo. Recorre diversas arterias del complejo turístico. Una vez que el bebé se durmió, comenzó a hacer el camino inverso. Sobre las 21h05 se encuentra con Gerald McCann que sale del apartamento por la cancela de acceso al jardín. Conversar con él durante 3 ó 5 minutos. El detalle del acceso a los apartamentos ya no se puede despreciar, se ha convertido en una pieza clave para comprender lo que sucedió la noche del 3 de mayo.
El debate del tema dentro del equipo de investigación, es interesante:
- No queda la menor duda de que, viniendo del restaurante Tapas, la forma más rápida para acceder al interior de los apartamentos de la planta baja es por el jardín de la parte de atrás.
- No existen dudas sobre eso. Para pasar por las puertas de delante, tendrían que pasar por el parking y caminar un centenar de metros más.
- ¿Cuál es el motivo por el que Gerald dijo que entró por la puerta principal y utilizó la llave?
- Para probar que había seguridad.
- Y los amigos Matthew Oldfield, Russell O’Brien y Jane Tanner también decían que accedían a sus apartamentos por la puerta principal, la que da al parking.
- Según ellos, los balcones de las partes de atrás estaban cerradas con llave.
- Como no les ha desaparecido ningún hijo, no tienen necesidad de tener esos balcones abiertos para que los amigos les vigilen a los niños.
- No seas malo. Tal vez sea verdad.
- Matt Oldfield dijo que la primera vez que vino del Tapas para vigilar a los niños, lo hizo de oído. Se puso al lado de las ventanas de las habitaciones de los niños y no los oyó llorar.
- Esas ventanas dan al parking. Pobre hombre, la comida enfriándosele y él caminando un centenar de metros de más para acceder a esas ventanas.
- Habría sido mejor entra por la parte de atrás.
- Todavía no lo has entendido; sólo el apartamento de los McCann tenía el balcón de la parte de atrás abierto.
- Lo he entendido, no te preocupes...
- Cuando Matt fue a los apartamentos con Russell, entraron por la puerta principal, un centenar de metros más y la comida enfriándosele.
- La comida enfriándose y el vino cogiendo aire...
- Es interesante este desplazamiento. Verifica su apartamento entrando por la fachada; después sale, vuelve a hacer los cien metros de mas y entra en el apartamento de los McCann por la parte de atrás.
- Pobre. Gerald podía haberle dado la llave. Entraba por la parte de delante y salía por la parte de atrás. Ahorraba cien metros.
Además de estas incongruencias, existen otros hechos prácticos que hacen dudar de la forma de acceso a los apartamentos o incluso de la existencia de un raptor. Quien accede al bloque de apartamentos por la parte de delante, tiene una visión completa de todas las ventanas. Desde la del 5A a la del 5D, pasando por las del 5B, todas están al mismo nivel y relativamente próximas. Pensemos en Jane Tanner, que acaba de ver al supuesto raptor. Si lo vio en la calle con el niño en brazos, entonces ya no está dentro del apartamento 5A, por lo tanto de la ventana que Kate Healy dice que vio abierta, con la persiana levantada y las cortinas volando, ya se encontrada en estas condiciones. Pero Jane Tanner no se percató de estos detalles, por lo menos, nunca los refirió. Sin embargo, según los testimonios no sería la última visita de Jane a su apartamento: más tarde volvió allí para sustituir a su compañero Russell y nuevamente, no vio nada que tuviera que ver con la ventana de la habitación donde dormía Madeleine. Lo mismo que se dice sobre Jane Tanner y su falta de agudeza para no darse cuenta de que esta ventana estaba abierta, se puede decir sobre Matt Oldfield y Russell: ambos accedieron a sus apartamentos por la parte de delante; tienen todas las ventanas dentro de su campo de visión y, fíjense, no se dan cuenta de que la ventana del 5A está abierta de par en par. Como alguien diría, parte de la solución de la investigación está en esta ventana. La verdad sobre la ventana siempre contradecirá alguien del grupo.
La declaración de Kate Healy también está repleta de incongruencias. Afirma que llegó al apartamento, sintió una corriente de aire y la puerta del cuarto de los niños se golpeó. Cuando entró en la habitación, encontró que faltaban Madeleine mientras los dos gemelos dormían en la cuna. La ventana estaba totalmente abierta hacia la izquierda, la persiana levantada y las cortinas volaban. Hasta aquí no hay problema, un típico escenario de la presencia de un extraño en la casa que podría haber entrado y, supuestamente, salido por la ventana. Lo cual es, de alguna forma, corroborado por Jane Tanner cuando dice que el hombre con el niño en brazos venía de la parte del parking, que está frente a esta ventana. Prestemos atención a lo que dice que hizo a continuación: buscó a Madeleine dentro del apartamento y al no encontrarla, salió corriendo despavorida hacia el Tapas para dar la voz de alarma, mientras gritaba: “We let her down!” Hagamos un ejercicio, paremos aquí la "película":
- Antes de salir para cenar Kate Healy tenía tres hijos durmiendo en aquel cuarto.
- Cuando volvió, sobre las 22h00, la ventana del cuarto estaba en las condiciones antes descritas, según dice.
- Le falta una hija y dos duermen en las cunas.
- Después de buscar a Madeleine, sale en dirección al Tapas.
- Dejó atrás dos hijos durmiendo en las cunas, nuevamente solos.
- ¿Y deja la ventana en aquellas condiciones: abierta, con la persiana levantada, con las cortinas a capricho del viento, en una noche fría y con el raptor por los alrededores?
Consideramos que este comportamiento era muy extraño y que no se podía justificar simplemente por el pavor de Kate Healy. Una madre no reaccionaría así; lo normal sería que protegiese a los otros dos hijos no abandonándolos de nuevo. Podría haber intentado evitar desde la barandilla de la parte de atrás, alertando al marido y a los amigos que algo anormal estaba sucediendo. O utilizar el móvil y llamar al marido o a algunos de los amigos. Dejar atrás a dos hijos en aquellas condiciones es lo que no tienen mucha explicación. Además de eso, existen registros de llamadas en las operadoras que, como ya dijimos, fueron borrados de los teléfonos. Pero volvamos a la ventana. No quedan dudas de que alguien la vio abierta. La testigo Amy T. Una de las responsables de la guardería donde se quedaron Madeleine y los hermanos durante el día, se personó en el apartamento cuando se enteró de la desaparición y, sobre la ventana de la habitación, viene a decir que se encontraba parcialmente abierta, no totalmente, y con la persiana levantada. Atención que en aquel momento, ¡los gemelos todavía dormían en el cuarto!