El foco
Se dice que la persona que inventó el «Workmate» de Black & Decker ganó millones con ese invento simple y práctico. Black & Decker había concentrado su atención en sus herramientas eléctricas. El inventor se concentró en un campo diferente: el lugar para usar esas herramientas.
El foco es una parte importante de la creatividad. Más importante de lo que muchos piensan. Algunas personas creativas afirman no creer en el foco y quieren captar las ideas a medida que se les ocurren.
El foco simple
Por lo general no se le considera un instrumento creativo, pero lo es.
Creemos que la creatividad sólo se aplica a problemas graves y a dificultades que parecen no tener solución sin una salida creativa. En esos casos suele necesitarse un alto grado de destreza creativa.
Supongamos, sin embargo, que usted concentra su atención en algo en lo que nadie se ha molestado antes en pensar. En tales casos, incluso un pensamiento creativo muy pequeño puede producir resultados espectaculares. No existe competencia, estamos en territorio virgen. Hay inventores que triunfan enfrentándose a problemas realmente difíciles y encontrando la solución que todos buscaban. Pero otros eligen campos que nadie había notado y, con una pequeña mejora, producen un invento importante. La búsqueda de estos puntos de atención, inusuales e ignorados, constituye una técnica creativa. Sabemos que los detergentes concentrados tuvieron éxito porque ocupan menos espacio en los estantes y porque su manipulación es un 45 por ciento más barata. ¿Habrá alguna manera de disminuir el tamaño de los paquetes de cereales? ¿Y si encontráramos una manera sencilla de mejorar los envases?
Mientras cenamos, por ejemplo, concentramos nuestra atención en la relación entre la vajilla y los cubiertos. No hay problema que superar, dificultad de resolver ni beneficio evidente que lograr. Pero decidimos concentrarnos en el tema.
Usted está pegando el sello en una carta y decide concentrar su atención en esa operación. ¿Qué ideas nuevas puede haber allí? Tal vez la posibilidad de poner un mensaje sobre la salud o un aviso publicitario en el espacio destinado a ser cubierto por el sello. Tal vez una manera totalmente diferente de pegarla.
Uno está bebiendo en una copa. Entonces, pone el foco en el borde del recipiente. ¿Podría tener otra forma? ¿Podríamos inventar un borde desechable para aumentar la higiene?
Usted está haciendo cola en el aeropuerto y concentra su atención en la fila de personas. ¿Se podría utilizar ese tiempo para que la gente se informe o se entretenga? Quizá podríamos volver a producir películas «mudas», para pasarlas en lugares en donde no se puede añadir más ruido.
Uno se concentra en el pago de la póliza de su seguro de vida. ¿Qué ideas nuevas puede haber en esa operación?
La comida se enfría en su plato. ¿Qué se podría hacer? ¿Tal vez poner un mantel térmico? ¿Qué otras ideas se le ocurren?
Estos son ejemplos menores, pero sirven para mostrar que el «foco simple» puede aplicarse a cualquier cosa.
Uno puede concentrarse en la interacción entre personas y cosas como, por ejemplo, la acción de entrar o salir de un automóvil. Un inventor desarrolló el limpiaparabrisas de velocidad variable y ganó millones de dólares en su invento.
También es posible descomponer una operación en pasos pequeños y concentrarse en algunos de ellos. Uno lleva el coche al taller. ¿Se puede hacer algo para mejorar o acelerar ciertos pasos del servicio?
Existe un número infinito de posibles focos. Igual que en la pausa creativa, todo depende de usted. Usted decide realizar una pausa o concentrar su atención en un punto.
La pausa creativa y el foco simple no son idénticos, pero se superponen. La pausa creativa es la disposición a detenerse durante el pensamiento o la conversación, con el propósito de prestar atención creativa. El foco simple es un esfuerzo deliberado por elegir un nuevo foco de atención; en este caso, el proceso puede terminar allí. Lo común de la pausa creativa y el foco simple es la disposición para pensar en cosas que no requieren pensamiento. El pensador creativo decide si quiere detenerse o concentrarse de este modo.
Una vez elegido un enfoque simple, es posible tratarlo de diferentes maneras.
- Un simple registro mental del foco asegura la atención futura. La confección de una lista de posibles focos forma parte de la aplicación del pensamiento creativo y se expondrá en la sección llamada «Aplicación».
- Un intento preliminar de generar alternativas e ideas. Este procedimiento es una especie de verificación previa. Si surgen ideas interesantes, se puede investigar el tema más seriamente. Esta verificación previa debe durar entre tres y cinco minutos.
- Un esfuerzo serio por generar ideas en el punto elegido. Este intento debe realizarse usando las técnicas formales del pensamiento lateral.
Una vez definida el área de foco, se puede abordarla con la misma seriedad que un problema real o un área de oportunidades posibles. Nada garantiza que el esfuerzo creativo producirá resultados convenientes. Se invierte tiempo y esfuerzo que pueden no ofrecer una retribución inmediata. Es cuestión de la disposición de la persona o la organización para asignar recursos a este tipo de inversión.
Hay que señalar, además, que el «foco simple» tiene valor como ejercicio aunque no se intente desarrollar ideas dentro de esa área de foco. El mero ejercicio de escoger áreas de enfoque inusuales tiene gran valor. Este ejercicio puede convertirse en hábito aunque no se lleven a cabo acciones creativas concretas. Con el tiempo, una persona puede resultar muy eficiente para la localización de puntos focales. Una vez establecido el hábito es posible la aplicación del pensamiento creativo formal al foco elegido. De hecho, para empezar tal vez sea mejor desarrollar este hábito de elegir puntos focales como fines en sí mismos, sin la intención de generar ideas. El intento de producir ideas puede resultar decepcionante y frustrar el establecimiento del hábito.
Es mejor ser hábil en la elección del foco y tener algo de capacidad creativa que poseer una gran capacidad creativa y poca destreza para la elección del foco. Por lo tanto, conviene no olvidar la importancia del enfoque, especialmente porque el desarrollo de este hábito es relativamente fácil.
El foco específico
Hay tres grandes tipos de aplicación creativa:
- Creatividad cotidiana. Abarca las actitudes, la motivación y los hábitos de la creatividad. Aquí, la creatividad se convierte en un elemento de la capacidad de pensar. Se pueden usar los instrumentos creativos de vez en cuando. Se aplica según las necesidades. Existe la voluntad de buscar alternativas y la voluntad de buscar aún más alternativas. Uno se empeña en usar el sombrero verde y el sombrero amarillo. La pausa creativa y el proceso de foco simple forman parte de esta creatividad cotidiana.
- El foco específico. Aparece aquí un foco definido. Puede ser definido por el individuo o por el grupo que practica pensamiento creativo o puede haber sido indicado de antemano. En la sección Aplicaciones abordo estas cuestiones. Lo importante es que exista una «tarea creativa definida». Hay un foco específico. Las técnicas del pensamiento lateral se aplican seria, deliberada y formalmente, en un esfuerzo por generar nuevos conceptos e ideas nuevas.
- Este es el foco específico. Ahora necesitamos ideas nuevas.
- Algunas personas creativas poseen un alto grado de capacidad creativa pero no saben cómo utilizarla.
- Yo soy creativo. ¿En qué aplicaré mi creatividad?
- Otras personas, también creativas, piensan que un foco demasiado definido limitará su pensamiento y, por lo tanto, prefieren actuar sin foco específico, confiando en la inspiración.
En mis seminarios descubrí que muchos ejecutivos son capaces de aprender fácilmente las técnicas formales del pensamiento lateral pero les resulta problemático elegir un foco creativo. Por lo general, efectúan esa elección de un modo débil y vacilante. Pero la capacidad creativa sin foco no es poderosa. Sospecho que la dificultad estriba en que la mayoría de la gente que piensa ha sido entrenada para «reaccionar» ante dificultades y problemas. Los problemas aparecen y sólo entonces uno trata de encontrar maneras de describirlos y definirlos. Pero cuando no existe tal problema ni tampoco algo ante lo que reaccionar, tampoco hay nada que buscar.
La capacidad de elegir y definir un foco creativo es fundamental dentro de la técnica del pensamiento creativo.
Para simplificar el procedimiento del foco he reducido los «tipos» a dos:
- Tipo de foco de área general.
- Tipo de foco de propósito.
Tipo de foco de área general
Este tipo de enfoque creativo es sumamente importante, pero aún bastante desconocido. Esto se debe a que la mayoría de las personas han aprendido a pensar sólo en función de un objetivo o propósito definido. De hecho, el pensamiento se considera con frecuencia como sinónimo de «resolución de problemas». Esto significa que el pensamiento creativo tiene un alcance muy limitado. Por eso, existe una necesidad de «foco de área general» y una necesidad de destacar la utilidad de este tipo de foco.
El enfoque de área general es tan fácil y tan obvio que la mayoría de las personas no lo entienden. Este tipo de foco sirve simplemente para definir el área general dentro de la cual queremos llegar a las ideas nuevas.
- Quiero ideas nuevas en el área de los restaurantes.
- Quiero ideas nuevas en el área de los teléfonos.
- Quiero ideas nuevas en el área de la transferencia de fondos entre bancos.
El foco de área general no le pone un objetivo al pensamiento. El único propósito consiste en la generación de ideas dentro de determinado campo. Tan pronto como se incluye una meta, el foco deja de ser de área general. El área general puede ser amplia o estrecha.
- Quiero ideas en el área de la hotelería.
- Quiero ideas sobre el color de las mesillas de noche en los cuartos de hotel.
- Quiero ideas en el área de los mensajes para los huéspedes.
Hay varias razones por las que necesitamos de un «tipo de foco de área general». La primera, este tipo de enfoque nos permite pensar creativamente sobre cualquier cosa. No es preciso que exista un problema o una dificultad. No es necesario que se espere lograr algún beneficio. Simplemente, uno decide pensar creativamente en determinada área. Esto duplica el alcance del pensamiento creativo. En vez de restringirse a la resolución de problemas, el pensamiento creativo puede usarse en cualquier circunstancia.
- Necesitamos ideas para reducir el costo de los servicios de a bordo en las líneas aéreas.
- Necesitamos ideas en el área de los servicios de a bordo en las líneas aéreas.
Con el primer tipo de foco nuestro pensamiento se limita a las maneras de reducir el costo de los servicios de a bordo porque hemos determinado con anticipación el valor de esa reducción. Esta tarea es perfectamente válida para el pensamiento creativo. En el segundo caso, podemos generar algunas ideas que podrán usarse para reducir el costo de los servidos de a bordo, pero también podremos hallar algunas que incrementen el costo de los servicios de a bordo de tal manera que ese incremento resulte beneficioso. De hecho, incluso pueden surgir ideas según las cuales el servicio se convierta en una fuente de ganancias en vez de ser una fuente de gastos.
Es importante evitar que los «problemas» no se disfracen de «focos de tipo de área general».
- Necesitamos algunas ideas en el área general del absentismo laboral.
- Necesitamos algunas ideas en el área general del aumento de la eficiencia del control.
Estos dos focos son realmente focos de propósito. La palabra «absentismo» define un problema. En cuanto a la idea de aumentar la eficiencia de algo, indica un tipo de foco de mejora. Podemos tratar al absentismo como un foco de área general hasta esclarecer que el propósito del pensamiento no consiste en la reducción del absentismo ni en la superación de los problemas que causa. Es posible que una vez establecido este foco podamos desarrollar la idea de la disminución de las horas de trabajo, en contraste con la idea de «horas extras», lo que significaría una semana laboral más corta, con menor remuneración, cuando la demanda descendiera.
Ahora bien, si el foco de área general no debe incluir un objetivo, ¿cómo generaremos ideas nuevas?
- Producimos ideas en el área general consideradas útiles por derecho propio. Estas ideas ofrecen un beneficio, aunque no nos propongamos buscarlo.
- Examinamos las ideas que surgen para escoger las adecuadas para las orientaciones que nos interesan a nosotros.
- Tratamos de investigar si la idea generada puede modificarse para que sirva a determinado propósito.
El hecho de que el propósito no deba estar presente al comienzo no significa que no pueda introducirse después. Luego pensamos cuáles son las ideas que nos acercan a él.
El foco de propósito
Este es el tipo de foco con el que la mayoría de las personas están familiarizadas. ¿Cuál es el propósito de nuestro pensamiento? ¿Qué queremos lograr? ¿Cuál es nuestro objetivo? ¿Cuál es nuestro blanco? ¿A dónde queremos llegar?
Perfeccionamiento
Podemos definir el foco creativo como un intento de lograr cierto perfeccionamiento en determinada dirección.
- Queremos ideas para aumentar la rapidez de la atención al público que forma filas para pagar ante las cajas del supermercado.
- Buscamos ideas para reducir el costo de la capacitación del personal.
- Deseamos ideas para simplificar los controles en esta videograbadora.
- Queremos ideas para reducir el desperdicio de comida en el restaurante.
Si no se define la dirección de la mejora que se quiere lograr, el foco se confunde con uno de área general:
- Queremos algunas maneras de mejorar el servicio a la clientela.
En la práctica, conviene dividir este tipo de foco en tareas menores. Para cada subtarea debe haber una dirección de la mejora propuesta.
Resolución de problemas
Queremos resolver un problema o superar una dificultad. Sabemos que queremos eliminar el problema o liberamos de la dificultad.
- ¿Cómo podemos reducir las pérdidas provocadas por los pequeños robos que se producen?
- Necesitamos ideas para evitar la condensación de vapor en las paredes de los baños.
- Precisamos ideas para reducir el ruido del equipo de transmisión.
- ¿Cómo podemos abordar el problema de la violencia urbana?
Algunas de estas ideas pueden parecer «mejoras» debido a la palabra «reducir». Esto se debe a que realmente quisiéramos eliminar el problema por completo pero creemos que no será posible. También puede haber una verdadera superposición entre mejora y resolución de problema. La principal diferencia consiste en que la resolución de problemas define una dificultad, mientras que el perfeccionamiento desea lograr un cambio en una dirección general (costos, tiempo, etcétera).
Tareas
En el caso de las tareas, no se trata de eliminar un problema sino de llegar a un punto deseado.
- Quiero diseñar una nevera horizontal.
- Deseo encontrar una manera de comunicarme con 5000 instructores en diversos lugares.
- Necesitamos conseguir varios programadores informáticos altamente cualificados.
- Queremos un lema fuerte, que nos ayude a ganar las elecciones.
- Necesitamos un chocolate que no se derrita en el desierto.
También en estos ejemplos se produce una superposición con los problemas. Por ejemplo, podríamos considerar que el hecho de que el chocolate se derrita en un clima caluroso es un problema que debe superarse. En la práctica, la distinción filosófica entre los tipos de propósito no es ni absoluta ni tan importante. Con frecuencia todo dependerá de las palabras que usemos («Necesitamos superar el problema de que, sometido a las altas temperaturas del desierto, el chocolate se derrite»).
Oportunidad
Aquí se plantea un sentido de posibilidad y oportunidad. Las oportunidades pueden ser abordadas como foco de área general: «En esta área de oportunidad, necesitamos ideas de alta belleza escénica».
- ¿Cómo podemos usar este pegamento que nunca seca?
- La gente ya no puede mantener casas grandes. ¿Podemos considerarlo como una oportunidad?
- La transmisión de TV por satélite se está abaratando. ¿Qué oportunidades brinda este hecho?
- En Bulgaria hay una cosecha excelente de uvas este año.
Aunque los diferentes tipos de propósito no son compartimientos cerrados, es más conveniente expresar un tipo de propósito directamente como parte de la definición del foco creativo o la tarea. Así especificamos lo que buscamos y cuáles son nuestras intenciones.
Cuando trabajamos con un foco del tipo de propósito no debemos ser tímidos para expresar explícitamente ese propósito. Pero si creemos que eso limitaría o dirigiría nuestro pensamiento creativo, tenemos dos opciones. Podemos desplazarnos a un foco de tipo de área general. O podemos plantear definiciones alternativas del propósito y trabajar también con ellas.
- Quiero algunas ideas para resolver el problema de la sobreventa de pasajes en las líneas aéreas debido a los pasajeros que compran en el último momento.
- Quiero ideas para aumentar la velocidad con que damos curso a las reclamaciones por seguros.
- La tarea consiste en encontrar un socio en Hungría. Necesitamos algunas ideas sobre cómo lograrlo.
- Esta fibra elástica, de maravillosa calidad de elasticidad, podría ofrecer interesantes oportunidades. ¿Cuáles?
No importa si la inclusión del tipo de propósito determina que la formulación del foco sea muy formal. Por el contrario, es mejor así.
Ocasiones de los focos
Hemos examinado ya los tipos de foco; ahora podemos considerar brevemente las ocasiones para esos focos.
- Necesidad o propósito definidos. Existe un propósito o una tarea bien definidos. Esto brinda una oportunidad para el uso del pensamiento creativo. La tarea puede ser asignada o elegida libremente por un individuo o por un grupo.
- Revisión de rutina. Aquí no hay tarea ni problema específicos. Existe, sí, la intención de revisar cierto proceso o procedimiento. Este procedimiento puede dividirse en áreas de atención y en focos que sean convenientes. El pensamiento creativo se aplica a cada una de estas áreas y focos, por turno. Cualquier procedimiento existente puede tratarse de este modo. El tipo de foco puede ser tanto de área general como de propósito.
- Punto sensible a las ideas. La palabra «sensible» indica que en este punto una idea nueva produciría un efecto muy importante. Hablando de un automóvil, «manejo sensible» supone decir que un pequeño giro del volante produce un fuerte cambio en la trayectoria del vehículo. «Película fotográfica sensible» significa que responde incluso a la luz escasa. Entonces nos disponemos a buscar los puntos que responderían a un cambio de idea o concepción. Esta búsqueda constituye una operación en sí misma. Cuando hemos encontrado lo que parece ser un punto sensible a las ideas, tratamos de desarrollar nuevas. Esto difiere de la «revisión» porque en ese procedimiento no se da por sentado que una idea nueva provocará un gran cambio. Revisamos algo simplemente porque está allí. (Nota: hasta ahora me refería a este aspecto como a un «área» sensible a las ideas, pero decidí cambiar por la palabra «punto» para evitar confusión con el foco de área general.)
- Capricho. Esto se vincula a la pausa creativa y el foco simple, y también al aspecto de inversión del pensamiento creativo. De vez en cuando podemos concentrarnos en algo sin razón alguna, excepto que queramos concentrarnos en eso. En resumen: debemos ser capaces de centrar nuestra atención sobre cualquier tema cuando no existe ninguna razón para hacerlo. De este modo podremos concentrarnos en cuestiones a las que los demás no han prestado atención.
Focos múltiples
Podemos abordar un foco amplio como tal o descomponerlo en múltiples subfocos o subáreas.
- Necesitamos ideas nuevas sobre el autotransporte de pasajeros.
- Quiero descomponer esta formulación en: equipamiento, control del tráfico, horarios, mercado, problemas por una máxima demanda, capacitación de los conductores, comodidades de los vehículos, etcétera.
Al dividir un foco amplio en múltiples focos más pequeños es posible seguir las líneas generales del análisis. Pero no es necesaria respetar estrictamente las divisiones del análisis. De hecho, es mejor que los focos se superpongan considerablemente y que no estén separados por completo. La figura 2.1 muestra la diferencia entre focos separados y superpuestos. Por ejemplo, bajo el foco amplio de «servicio de autotransporte» podría haber otros como «comodidad» y «conveniencia». Evidentemente, estos focos se superponen con otros, como «comodidad de los vehículos» y «horarios». Esto no tiene la menor importancia porque bajo los diversos encabezamientos surgirán ideas diferentes.
Figura 2.1
Definiciones alternativas
Así como conviene redefinir los problemas y establecer definiciones alternativas del problema en cuestión, también es conveniente tener en cuenta las definiciones alternativas de un foco creativo.
- Queremos ideas en el área de la hotelería.
- Buscamos innovaciones en el área de la relación entre la administración del hotel y el personal.
- Queremos maneras de evaluar la calidad de la administración del hotel.
- Necesitamos ideas para lograr que la administración del hotel dependa menos de los gerentes altamente cualificados.
- Queremos ideas para implantar un infalible sistema de administración semiautomático.
- Pretendemos idear maneras de involucrar a todo el personal en la función administrativa.
- Deseamos sugerencias sobre cómo formar un equipo administrativo fuerte que trabaje en conjunto.
Todas estas definiciones se vinculan a la administración de hoteles, pero en cada caso el énfasis se centra en un punto diferente. Las definiciones no son intercambiables. Una vez confeccionada una lista de definiciones de foco alternativas, el grupo podrá elegir las que usará.
En todos los casos conviene elaborar esa lista.
Reformular el foco
Toda persona que se dedica a la enseñanza conoce la importancia de la elección cuidadosa de las palabras. Ciertos vocablos pueden impulsar el pensamiento en determinada dirección, y una redacción ligeramente diferente puede llevarlo por un camino completamente opuesto. También puede suceder que la redacción sea ambigua.
Quiero maneras de reducir el papeleo.
Este enfoque puede sugerir ideas de formas de comunicación que no utilicen papel. Sin embargo, la verdadera intención fue reducir la cantidad de procesos que requieren lectura y almacenamiento; entonces, pasar simplemente de las comunicaciones escritas a los sistemas electrónicos no reducirá la «carga de lectura».
Deseo disminuir la carga de lectura de los ejecutivos.
Supongamos que esta idea hubiera sido formulada así:
Quiero reducir las comunicaciones entre los ejecutivos.
Posiblemente hubiera cundido cierta alarma en la empresa, porque la comunicación siempre se considera muy importante.
Quizás, entonces, se podría haber expresado así:
Quiero ideas para reducir la comunicación innecesaria entre ejecutivos.
No se trata de definiciones alternativas sino de la utilización de palabras alternativas: trabajo con papel, carga de lectura, comunicación, comunicación innecesaria.
El tiempo que se dedica a elegir cuidadosamente las palabras es una buena inversión.
El problema subyacente
A veces, en mis seminarios, sugiero a los participantes que consideren el perfeccionamiento del diseño de un paraguas. Casi siempre hay en el grupo alguna persona con experiencia en creatividad. Estas se muestran reacias a perfeccionar el diseño del paraguas. Quieren, en cambio, considerar el problema subyacente: «la protección contra la lluvia». Esta iniciativa podría desembocar en un estudio de los impermeables o incluso en un nuevo diseño de ciudad, donde hubiera arcadas por todas partes y los paraguas dejaran de ser necesarios. Pero nada de eso le servirá al fabricante de paraguas que trata de mejorar el diseño.
A veces, es realmente necesario y conveniente ampliar la definición del foco y desplazarse hacia «el problema subyacente». Este hábito es muy útil.
No necesitamos taladros; sólo necesitamos agujeros.
¿Por qué necesitamos agujeros? Quizás haya formas mejores de unir dos cosas; por ejemplo, ciertos pegamentos especiales.
No obstante, a veces necesitamos concentrarnos en el punto focal que tenemos ante los ojos. No tiene sentido negarse siempre a abordar el problema inmediato a favor del análisis de cuestiones más profundas. Hay que ser capaz de hacer las dos cosas: buscar el problema subyacente, pero también ocuparse del foco tal como se presenta.
¿Cuánta información?
¿Cuánta información hay que tener junto con el foco creativo? Algunas personas exigen mucha, con la esperanza de que el análisis aplicado a un volumen considerable de información brinde una respuesta sin necesidad de apelar al pensamiento creativo.
El foco creativo mismo no debe transportar mucha información; pero resulta útil la existencia de información de apoyo disponible.
Aquí se aplican también los conceptos que expuse sobre la creatividad propia de la inocencia. Él exceso de información atasca el pensamiento creativo y nos conduce de nuevo a las ideas existentes. Casi siempre es mejor abordar el tema en un nivel de «inocencia», es decir, tratarlo en función de conceptos y principios. Cuando empiezan a surgir ideas puede ser conveniente aportar más información para considerar si los nuevos conceptos son aplicables. Puede suceder que un concepto innovador resulte inaplicable debido a la existencia de ciertas reglamentaciones. Pero es preferible correr ese riesgo que amontonar información con la esperanza de que de ella surjan ideas nuevas.