INTRODUCCIÓN 

En la narrativa de Vallejo se puede notar un ascenso de niveles, comenzando desde las simples estampas, para pasar por los cuentos de diversa tipología y las novelas cortas, hasta llegar a la novela larga, siempre con la intención paciente y constante de mejorar la calidad estética de sus creaciones. Revisemos a continuación su creación narrativa, en orden cronológico.

- "ESCALAS MELOGRAFIADAS" (colección de estampas y cuentos; Lima, 1923). El título correcto, tal como lo concibió el autor, es indudablemente Escalas, a secas. Lo de melografiadas se debe a una mal interpretación hecha por algún editor: en la cubierta del libro de la edición príncipe se lee con letras grandes Escalas, cerradas por un adorno o viñeta, y sólo luego de la viñeta figura en una línea más abajo y con letras más pequeñas
Melografiadas, palabra conectada con las líneas siguientes: por / César A. Vallejo, de tal modo que debe leerse el conjunto como Escalas / melografiadas / por / César A. Vallejo. Siendo la melografía la escritura musical, equivale pues a "Escalas escritas por César Vallejo" (se sobreentiende ahora más claramente que “escritas” no puede formar parte del título). En la portada interior aparece, para desvanecer cualquier duda, solo ESCALAS. Sin embargo, en la presente antología hemos preferido usar el título de ESCALAS MELOGRAFIADAS porque la costumbre así lo ha impuesto.

Escalas se divide en dos secciones perfectamente equilibradas, tituladas Cuneiformes y Coro de vientos, con seis composiciones cada una. La primera sección agrupa estampas lírico-narrativas cercanas al lenguaje poético de su poemario Trilce; la segunda consta de relatos que se acercan más al género del cuento propiamente dicho, al que se puede llamar “psicopatológico”, con una fuerza muy dramática, como el titulado Cera, que para
muchos críticos es su más logrado cuento. Algunos de esos relatos ya se pueden calificar de vanguardistas.

Los relatos o cuentos son los siguientes:
Cuneiformes:
- Muro Noroeste
- Muro Antártico
-Muro Este
-Muro dobleancho
-Alféizar
-Muro occidental

Coro de vientos:
- Más allá de la vida y la muerte[1]
- Liberación
- Los caynas,
- El unigénito
- Mirtho
- Cera.

- "FABLA SALVAJE" (novela corta o cuento largo, de carácter psicológico). Fue publicada por Pedro Barrantes Castro en su serie “La novela peruana” publicación quincenal ilustrada (Lima, 16 de mayo de 1923). El argumento se centra en la locura
de un campesino de los Andes, Balta Espinar, quien luego de observarse en un espejo que se hace trizas ante su reflejo, es presa de una angustia espantosa. De un momento a otro se siente observado por un ser fantasmal y termina por creer que se trata
del amante de su esposa Adelaida, quien se halla embarazada.
Presa de celos, insulta y maltrata a su mujer de la manera más innoble. Abandona luego su cabaña, se sube a un risco y contempla el paisaje que parece tranquilizarle por un momento, cuando de pronto siente nuevamente la presencia del ser misterioso que le roza la espalda; voltea ansioso para descubrirlo, pero pierde el equilibrio y cae al abismo. Ese mismo día su esposa da a luz, ignorante del espantoso fin de su esposo. Este relato es cercano al género conocido como “fantástico” y nos recuerda mucho la atmósfera y personajes de los cuentos de Edgard Allan Poe.

- "HACIA EL REINO DE LOS SCIRIS" (Novela corta de tema incaico, escrita entre 1924 y 1928, y publicada en 1944). La revista limeña Nuestro Tiempo la publicó en tres entregas, en números correspondientes a enero, marzo y mayo de 1944.
Aunque se ha descubierto que en 1931 el autor publicó pasajes o avances de dicha novela en La Voz de Madrid. Mas que novela, es un proyecto de novela, que el autor planeaba ampliar.
Está ambientada en el reinado del Inca Túpac Yupanqui, quien junto a su hijo, el príncipe Huayna Cápac, aparece en escena ampliando las fronteras del imperio incaico y consolidando su grandeza. El título alude al reino legendario de los sciris, situado en el actual Ecuador, objetivo preciado de los conquistadores incas. El Inca, preocupado por el alto costo de las campañas guerreras, las suspende y se dedica a las labores de paz. Pero la ira de los dioses no se hace esperar, pues era mandato divino la conquista y la civilización de los pueblos. De modo que el Inca se ve obligado a reanudar las conquistas enviando a su hijo Huayna Cápac a la conquista del reino de los sciris.
Este relato se puede enmarcar dentro de la narrativa postmodernista, siendo equiparable con los cuencos incaicos de Abraham Valdelomar. Se le ha calificado también de “indigenista”. 
Se inspira en varios pasajes de los Comentarios Reales de los Incas del Inca Garcilaso de la Vega, aunque su intención no se centra en lo simplemente folklórico sino que contiene un implícito mensaje político-social, al igual que otros escritos del autor de fines de los años 20 y comienzos de los 30.

- "EL TUNGSTENO" (novela social o “proletaria”; Madrid, 1931). El autor, ya con una definida militancia marxista, empieza a ensayar dentro del llamado “Realismo socialista”, sin experimentos técnicos y de tono proselitista. Su intención es de denuncia social. Se trata de la única novela propiamente dicha que publicó en vida y relata de manera cruda la explotación y los abusos cometidos por la clase dominante contra los indios y peones en una mina de los Andes. Ello como consecuencia de la penetración del imperialismo yanqui, ante el cual la clase dominante nacional demuestra servilismo. El relato tuvo gran
acogida pues apareció en plena depresión económica mundial y en medio del auge de las ideologías antiimperialistas, como el comunismo, entre la clase proletaria. Es a la vez un ejemplo temprano de novela indigenista que poco después popularizaran Ciro Alegría y José María Arguedas. Este último ha confesado que su fuente de inspiración más marcada fue esta novela de Vallejo.
El relato, corto al ser comparado con otros de su género, ha gozado también de popularidad entre los escolares peruanos, tal vez por ser de esas novelas que se leen de un tirón.

- "PACO YUNQUE" (cuento realista, escrito en 1931 y publicado en la revista Apuntes del Hombre, Lima, julio 1951, año I, núm. 1). Al igual que El Tungsteno, se circunscribe en el
llamado Realismo socialista, siendo su intención de denuncia social, pero esta vez llevada al mundo infantil. Se cuenta que la editorial española para la cual trabajaba Vallejo le pidió un día un cuento infantil y así nació este relato con una fuerte carga de denuncia social. Los editores lo rechazaron por ser un relato “muy triste”. Actualmente, no existe peruano que en sus años de  escolar no haya leído el cuento, reproducido en toda antología y texto escolar publicado en el país, y con justicia, pues se trata de una pequeña obra maestra, pese a su sencillez estilística y al esquematismo de su trama.

- Otros cuentos: EL NIÑO DEL CARRIZO, VIAJE ALREDEDOR DEL PORVENIR, LOS DOS SORAS y EL VENCEDOR, escritos entre 1935 y 1936, y publicadas conjuntamente en 1967, dentro de “Novelas y cuentos completos”
(Lima, Francisco Moncloa Editores, edición supervisada por Georgette de Vallejo), aunque Los dos soras ya había sido publicado previamente en la revista Amaru (Nº 1, 1967).
Corresponde a otra etapa en la que el autor, siempre con sed de probar nuevas formas narrativas, buscaba el equilibrio entre la fantasía de “Escalas” y “Fabla salvaje”, y el llamado “Realismo socialista”. Estos cuatro cuentos exhiben una visión materialista
del mundo y una crítica social y cultural, aunque sin caer ya en la normativa que imponía el realismo socialista, del que se va alejando.

EL NIÑO DEL CARRIZO.- Muestra momentos de la vida de un niño, observado por otro durante un viaje que realizan para conseguir carrizo especial, material necesario para las andas de una procesión religiosa que se iba a realizar en el pueblo donde viven. Llevan consigo a una jauría formada por cinco perros. Los hechos observados son mínimos, pero el narrador los resalta: como cuando el niño, de nombre Miguel, toma agua de una fuente “arqueado a cuatro pies”, imitando a los perros. Su estructura se asemeja a una estampa. No hay desenlace.

VIAJE ALREDEDOR DEL PORVENIR.- El protagonista, Arturo, es administrador de una hacienda y está casado con Eva. Arturo se había casado por conveniencia, pues Eva era parienta del hacendado, don Julio, y gracias a esta unión fue ascendido de simple mayordomo a administrador general, con un sueldo más elevado. Tienen una hija, pero
el hacendado don Julio, arrogante y hostigador, quiere un varón; ofrece incluso diez mil soles de premio si la pareja logra hacer un “hijo macho”. Cabe resaltar la figura singular del hacendado, de ascendencia italiana, despótico y frío, que hablaba con dejo chino, pues había crecido al lado de los peones coolíes, que eran explotados bárbaramente en
 las plantaciones de caña. Pero la interrogante salta por si sola ¿cómo lograr un hijo varón por voluntad? La pareja se desgañita: ¿cuestión de alimentarse bien o de técnica amatoria? ¿o solo de simple suerte? Una madrugada, Arturo se levanta bruscamente del lecho y medita en lo absurdo de todo ello. Sin embargo regresa a acostarse con su esposa y una vez más “intenta” con ímpetu hacer un hijo varón. Siete meses
después nacerá una mujercita.

LOS DOS SORAS.- Juncio y Analquer son dos jóvenes soras (indígenas) que llegan a la aldea de Piquillacta, y recorren sus calles, contemplando asombrados las casas y la gente, todo lo cual es nuevo para ellos pues hasta entonces no habían salido de su tribu, circunscrita en una región muy alejada de la modernidad. Analquer es el más equilibrado y Juncio el más atolondrado. Los pobladores sienten rechazo por ellos y los llaman “salvajes”, entre otros calificativos despectivos.
Los niños, en cambio, les siguen con curiosidad. Los jóvenes soras ingresan a la Iglesia del pueblo, donde se celebraba una ceremonia religiosa; los niños les siguen. Juncio se ríe a carcajadas mientras que Analquer se limita a contemplar pasmado el ceremonial. La risa de Juncio contagia a los niños. Los feligreses se llenan de ira por lo que consideran un sacrilegio, y a la salida de la Iglesia se forma un tumulto.
Llegan los gendarmes y se llevan preso a los dos soras.

EL VENCEDOR.- Este relato recrea la pelea entre dos escolares, uno de condición humilde, llamado Juncos y otro de “buena familia”, llamado Cancio. El hecho ocurre en las afueras de un pueblo, después de clases. La narración es en primera persona, de parte de uno de los alumnos, quien va siempre acompañado de otro, llamado Leonidas. El
narrador se circunscribe a describir los gestos y acciones de ambos contrincantes; siente algo de simpatía por Cancio, a quien conoce más que a Juncos. Este parece llevar las de perder, pero reacciona y somete a su rival, a quien deja muy maltrecho. Juncos es el vencedor, pero mientras todo el grupo de alumnos retorna a la aldea, él se aparta a un
costado del camino y se sienta con la cabeza gacha. Leonidas se acerca y nota que está llorando.

Lima, marzo del 2009


NOTA :

[1] Con este cuento ganó un premio en un concurso literario realizado en Lima
en 1922.                            (VOLVER)