BIEN VENIDO, CAMARADA
Simon Bagley
El hecho de que los yanquis, además de chicle y coca-cola, están intentando exportar a todo el mundo una determinada mentalidad es de sobra conocido.
En este inteligente relato se lleva a cabo una abierta sátira de dicha actitud, a la que sólo cabe calificar como imperialismo ideológico, y se ofrece a la consideración de aquellos lectores que simpaticen con el imaginario «Proyecto Americano» (que en EE. UU. los habrá sin duda por millones) el contrapunto de un turbador desenlace.