El viajero visita la mitad del globo en 1 h, desde miniaturas persas a una instalación china, evitando derribar jarrones Ming de incalculable valor. Sus comisarios obran maravillas diplomáticas, juntando a Taiwán, China y el Tíbet, uniendo a Pakistán y la India, y reconciliando a Japón, Corea y China bajo un techo de estilo italiano. La colección de 18 000 tesoros únicos es reflejo de los 165 años de historia de la ciudad como puerta de entrada de Asia en Norteamérica.
Indispensable
Colección permanente
El objetivo de los comisarios es seguir la evolución del arte asiático de Oriente a Occidente hacia San Francisco, por rutas comerciales y de peregrinación budista. Aunque la colección china ocupa dos alas y la del sur de Asia solo una, esa saludable competencia cultural ha fomentado la reciente donación de piezas del sur de Asia.
El circuito parte de la 3ª planta con un tesoro de miniaturas y joyas indias. Un desvío por vertiginosos azulejos geométricos iraníes y sombras chinescas de Java permite descubrir ruedas de oración tibetanas. Más adelante hay una vasija de vino de bronce de 3000 años en forma de rinoceronte, con un parpadeo en el ojo, así como jades chinos. En la 2ª planta hay caligrafía, cuencos coreanos de celadón y toda una sala de ceremonia del té japonesa.
Exposiciones contemporáneas
Junto a los 6000 años de arte asiático asoman obras de artistas actuales. Las exposiciones rotativas de la planta baja priman colecciones únicas y artistas innovadores. Los actos del Artist Drawing Club que tienen lugar arriba en el Samsung Hall invitan a colaborar en el proceso de creación de un artista contemporáneo.
Arquitectura
La sutil reforma de la arquitecta italiana Gae Aulenti del edificio de la San Francisco Main Library dejó intactos el apreciado bajorrelieve de granito de su fachada, los arcos de travertino de la entrada y la majestuosa escalera de piedra. Además, añadió dos nuevos patios interiores para instalaciones de gran formato.