JEREMÍAS

1 Las palabras de Jeremías hijo de Hilquías, uno de los sacerdotes que estaban en Anatot, en la tierra de Benjamín; 2 a quien le ocurrió la palabra de Jehová en los días de Josías hijo de Amón, el rey de Judá, en el año decimotercero de reinar él. 3 Y esta siguió ocurriendo en los días de Jehoiaquim hijo de Josías, el rey de Judá, hasta la terminación del año undécimo de Sedequías hijo de Josías, el rey de Judá, hasta que Jerusalén se fue al destierro en el mes quinto.

4 Y empezó a ocurrirme la palabra de Jehová, diciendo: 5 “Antes de estar formándote en el vientre, te conocí; y antes que procedieras a salir de la matriz, te santifiqué. Profeta a las naciones te hice”.

6 Pero yo dije: “¡Ay, oh Señor Soberano Jehová! Mira que realmente no sé hablar, pues solo soy un muchacho”.

7 Y Jehová pasó a decirme: “No digas: ‘Solo soy un muchacho’. Antes bien, a todos aquellos a quienes te envíe, debes ir; y todo lo que yo te mande, debes hablar. 8 No tengas miedo a causa de sus rostros, porque: ‘Yo estoy contigo para librarte’, es la expresión de Jehová”.

9 En esto, Jehová alargó la mano e hizo que esta me tocara la boca. Entonces me dijo Jehová: “Mira que he puesto mis palabras en tu boca. 10 Ve, te he comisionado este día para estar sobre las naciones y sobre los reinos, para desarraigar y para demoler y para destruir y para derruir, para edificar y para plantar”.

11 Y siguió ocurriéndome la palabra de Jehová, y dijo: “¿Qué estás viendo, Jeremías?”.

De modo que dije: “Un retoño de almendro es lo que estoy viendo”.

12 Y Jehová pasó a decirme: “Has visto bien, porque me mantengo despierto respecto a mi palabra para ponerla por obra”.

13 Y procedió a ocurrirme la palabra de Jehová por segunda vez, diciendo: “¿Qué estás viendo?”.

De modo que dije: “Una olla con boca ancha a la que se sopla es lo que estoy viendo, y su boca está alejada del norte”.

14 Ante esto, Jehová me dijo: “Desde el norte se soltará la calamidad contra todos los habitantes de la tierra. 15 Porque ‘¡mira!, voy a mandar a llamar a todas las familias de los reinos del norte -es la expresión de Jehová-; y ciertamente vendrán y colocarán cada cual su trono a la entrada de las puertas de Jerusalén, y contra todos sus muros en derredor y contra todas las ciudades de Judá. 16 Y ciertamente hablaré con ellos mis juicios por toda su maldad, puesto que me han dejado y siguen haciendo humo de sacrificio a otros dioses e inclinándose ante las obras de sus propias manos’.

17 ”Y en cuanto a ti, debes ceñirte las caderas, y tienes que levantarte y hablarles todo lo que yo mismo te mande. No te sobrecojas de terror alguno a causa de ellos, para que yo no te infunda terror delante de ellos. 18 Pero en cuanto a mí, aquí he hecho de ti hoy una ciudad fortificada y una columna de hierro y muros de cobre contra todo el país, para con los reyes de Judá, para con sus príncipes, para con sus sacerdotes y para con la gente de la tierra. 19 Y de seguro pelearán contra ti, pero no prevalecerán contra ti, porque: ‘Yo estoy contigo -es la expresión de Jehová- para librarte’”.

2 Y procedió a ocurrirme la palabra de Jehová, y dijo: 2 “Ve, y tienes que clamar a oídos de Jerusalén, y decir: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová: “Bien recuerdo, por parte tuya, la bondad amorosa de tu juventud, el amor mientras estuviste comprometida para casarte, tu andar en pos de mí en el desierto, en una tierra no sembrada. 3 Israel era cosa santa para Jehová, lo primero en producto para Él”’. ‘Cualesquiera personas que lo devoraban se hacían culpables. Calamidad misma venía sobre ellas’, fue la expresión de Jehová”.

4 Oigan la palabra de Jehová, oh casa de Jacob, y todos ustedes las familias de la casa de Israel. 5 Esto es lo que ha dicho Jehová: “¿Qué han hallado sus padres en mí que fuera injusto, para que se hayan alejado de mí, y siguieran andando tras el ídolo vano y se hicieran vanos ellos mismos? 6 Y no han dicho: ‘¿Dónde está Jehová, Aquel que nos hizo subir de la tierra de Egipto, Aquel que nos llevó andando por el desierto, por una tierra de llanura desértica y de hoyo, por una tierra falta de agua, y de sombra profunda, por una tierra a través de la cual ningún hombre pasó y en la cual no moró hombre terrestre alguno?’.

7 ”Y gradualmente los traje a una tierra del huerto, para que comieran su fruto y sus cosas buenas. Pero ustedes entraron y contaminaron mi tierra; y de mi propia herencia hicieron algo detestable. 8 Los sacerdotes mismos no dijeron: ‘¿Dónde está Jehová?’. Y los mismísimos que manejaban la ley no me conocieron; y los pastores mismos transgredieron contra mí, y hasta los profetas profetizaron por Baal, y anduvieron en pos de los que no podían traer provecho.

9 ”‘Por lo tanto, contenderé más con ustedes -es la expresión de Jehová-, y con los hijos de sus hijos contenderé.’

10 ”‘Pero pasen a las tierras costaneras de los kitim y vean. Sí, envíen hasta a Quedar y den su consideración especial, y vean si ha sucedido cosa parecida a esta. 11 ¿Ha hecho una nación intercambio de dioses, aun por los que no son dioses? Pero mi propio pueblo ha cambiado mi gloria por lo que no puede traer provecho. 12 Fijen su mirada asombrada, oh cielos, en esto; y erícense en muy grande horror -es la expresión de Jehová-, 13 porque hay dos cosas malas que mi pueblo ha hecho: Me han dejado hasta a mí, la fuente de agua viva, para labrarse cisternas, cisternas rotas, que no pueden contener el agua.’

14 ”‘¿Es Israel un siervo, o un esclavo nacido en la casa? ¿Por qué ha venido a ser para saqueo? 15 Contra él rugen los leoncillos crinados; han dado su voz. Y se pusieron a hacer de su tierra un objeto de pasmo. Sus propias ciudades han sido incendiadas, de modo que no hay habitante. 16 Hasta los hijos de Nof y Tahpanés mismos siguieron alimentándose de ti en la coronilla de la cabeza. 17 ¿No es esto lo que procediste a hacer a ti misma al dejar a Jehová tu Dios durante el tiempo en que [él] te llevaba andando por el camino? 18 Y ahora, ¿qué debe importarte el camino de Egipto para que bebas las aguas de Sihor? Y ¿qué debe importarte el camino de Asiria para que bebas las aguas del Río? 19 Tu maldad debe corregirte, y tus propios actos de infidelidad deben censurarte. Sabe, pues, y ve que el que dejes a Jehová tu Dios es cosa mala y amarga, y ningún pavor de mí te [ha resultado]’, es la expresión del Señor Soberano, Jehová de los ejércitos.

20 ”‘Porque hace mucho que hice pedazos tu yugo; rompí tus ataduras. Pero dijiste: “No voy a servir”, porque sobre toda colina alta y debajo de todo árbol frondoso estabas echada despatarrada, prostituyéndote. 21 Y en cuanto a mí, yo te había plantado como una vid roja selecta, toda ella semilla verdadera. ¿Cómo, pues, has sido cambiada para conmigo en los [sarmientos] degenerados de una vid extranjera?’

22 ”‘Pero aunque hicieras el lavado con álcali y tomaras para ti grandes cantidades de lejía, tu error ciertamente sería una mancha delante de mí’, es la expresión del Señor Soberano Jehová. 23 ¿Cómo puedes decir: ‘No me he contaminado. Tras los Baales no he andado’? Ve tu camino en el valle. Fíjate en lo que has hecho. Una camella joven veloz que va corriendo a la ventura de acá para allá en sus caminos; 24 una cebra acostumbrada al desierto, según el vehemente deseo de su alma, aspirando con avidez el viento; en el tiempo de su cópula, ¿quién puede volverla atrás? Ninguno que la busca tendrá que rendirse de cansancio. En su mes la hallarán. 25 Retén tu pie de [llegar a estar] descalzo, y tu garganta de la sed. Pero tú procediste a decir: ‘¡No hay remedio! No, sino que me he enamorado de extraños, y tras ellos voy a andar’.

26 ”Como con la vergüenza de un ladrón cuando se le descubre, así los de la casa de Israel han sentido vergüenza, ellos, sus reyes, sus príncipes y sus sacerdotes y sus profetas. 27 Están diciendo a un árbol: ‘Tú eres mi padre’, y a una piedra: ‘Tú misma me diste a luz’. Pero hacia mí han vuelto la cerviz, y no el rostro. Y en el tiempo de su calamidad dirán: ‘¡Levántate, sí, y sálvanos!’.

28 ”¿Pero dónde están tus dioses que has hecho para ti? Que se levanten, si pueden salvarte en el tiempo de tu calamidad. Porque tantos como el número de tus ciudades han llegado a ser tus dioses, oh Judá.

29 ”‘¿Por qué siguen ustedes contendiendo contra mí? ¿Por qué han transgredido, todos ustedes, contra mí?’, es la expresión de Jehová. 30 Sin que surta efecto he golpeado a sus hijos. Ninguna disciplina aceptaron ellos. La espada de ustedes ha devorado a sus profetas, como león que está causando ruina. 31 Oh generación, vean ustedes mismos la palabra de Jehová.

”¿He llegado a ser yo un mero desierto para Israel, o una tierra de intensa oscuridad? ¿Por qué han dicho estos, mi pueblo: ‘Hemos vagado. No volveremos más a ti’? 32 ¿Puede una virgen olvidar sus adornos, una novia sus fajas para los pechos? Y no obstante, mi propio pueblo… ellos me han olvidado innumerables días.

33 ”¿Por qué, oh mujer, mejoras tu camino a fin de buscar amor? Por eso, también ha sido en cosas malas que has enseñado tus caminos. 34 También, en tus faldas se han hallado las marcas de sangre de las almas de los inocentes pobres. No las he hallado en el acto de forzar la entrada, sino [que están] sobre todas estas.

35 ”Pero dices: ‘He permanecido inocente. De seguro su cólera se ha vuelto de contra mí’.

”¡Mira!, voy a entrar en controversia contigo por decir tú: ‘No he pecado’. 36 ¿Por qué tratas como muy insignificante el cambiar tu camino? De Egipto, también, te avergonzarás, tal como te avergonzaste de Asiria. 37 Por esta causa también saldrás con las manos sobre tu cabeza, porque Jehová ha rechazado los objetos de tu confianza, y no tendrás éxito con ellos”.

3 Hay un dicho: “Si un hombre despidiera a su esposa y ella realmente se fuera de él y llegara a ser de otro hombre, ¿debiera él volver más a ella?”.

¿Acaso esa tierra no se ha contaminado positivamente?

“Y tú misma has cometido prostitución con muchos compañeros; y ¿debe haber un volver a mí? -es la expresión de Jehová-. 2 Alza los ojos a las sendas trilladas y ve. ¿Dónde no se te ha forzado? A la orilla de los caminos te has sentado por ellos, como un árabe en el desierto; y sigues contaminando la tierra con tus actos de prostitución y tu maldad. 3 De modo que se retienen los chaparrones copiosos, y ni siquiera ha ocurrido una lluvia primaveral. Y la frente de una esposa que comete prostitución ha llegado a ser tuya. Has rehusado sentirte humillada. 4 ¿Acaso desde ahora has clamado a mí: ‘¡Padre mío, tú eres el amigo íntimo de mi juventud! 5 ¿Debe uno quedarse resentido hasta tiempo indefinido, o seguir vigilando [algo] para siempre?’? ¡Mira! Has hablado, y pasaste a hacer cosas malas y a prevalecer.”

6 Y Jehová procedió a decirme en los días de Josías el rey: “‘¿Has visto lo que ha hecho la infiel Israel? Está yendo sobre toda montaña alta y debajo de todo árbol frondoso, para cometer prostitución allí. 7 Y después de haber hecho ella todas estas cosas yo seguí diciendo que se volviera aun a mí, pero no se volvió; y Judá siguió mirando a su propia hermana traicionera. 8 Cuando llegué a ver eso, por la mismísima razón de que la infiel Israel había cometido adulterio, la despedí y procedí a darle el certificado de su pleno divorcio; no obstante, su hermana Judá, la traicionera en sus tratos, no se atemorizó, sino que ella misma también empezó a ir y cometer prostitución. 9 Y la prostitución de ella ocurrió debido a [su] concepto frívolo, y siguió contaminando la tierra y cometiendo adulterio con piedras y con árboles; 10 y a pesar de todo esto, su hermana traicionera, Judá, no se volvió a mí con todo su corazón, sino solo falsamente’, es la expresión de Jehová”.

11 Y Jehová pasó a decirme: “La infiel Israel ha demostrado que su propia alma es más justa que Judá, la traicionera en sus tratos. 12 Ve, y tienes que proclamar estas palabras al norte y decir:

”‘“De veras vuélvete, oh renegada Israel”, es la expresión de Jehová’. ‘“No haré caer mi rostro [airadamente] sobre ustedes, porque soy leal”, es la expresión de Jehová.’ ‘“No me quedaré resentido hasta tiempo indefinido. 13 Solo fíjate en tu error, porque es contra Jehová tu Dios contra quien has transgredido. Y continuaste esparciendo tus caminos a los extraños debajo de todo árbol frondoso, pero ustedes no escucharon mi voz”, es la expresión de Jehová’”.

14 “Vuélvanse, oh hijos renegados -es la expresión de Jehová-. Porque yo mismo he llegado a ser su dueño marital; y ciertamente los tomaré, uno de una ciudad y dos de una familia, y ciertamente los traeré a Sión. 15 Y de veras les daré pastores de acuerdo con mi corazón, y ellos ciertamente los apacentarán con conocimiento y perspicacia. 16 Y tiene que suceder que ustedes llegarán a ser muchos y ciertamente darán fruto en la tierra en aquellos días -es la expresión de Jehová-. Ya no dirán ellos: ‘¡El arca del pacto de Jehová!’, ni subirá ella al corazón, ni se acordarán de ella ni la echarán de menos, y no se hará más. 17 En aquel tiempo llamarán a Jerusalén el trono de Jehová; y a ella todas las naciones tienen que ser reunidas al nombre de Jehová en Jerusalén, y ya no andarán tras la terquedad de su mal corazón.”

18 “En aquellos días andarán, la casa de Judá al lado de la casa de Israel, y juntas saldrán de la tierra del norte a la tierra que di como posesión hereditaria a los antepasados de ustedes. 19 Y yo mismo he dicho: ‘¡Oh, cómo procedí a colocarte entre los hijos y a darte la tierra deseable, la posesión hereditaria del adorno de los ejércitos de las naciones!’. Y dije además: ‘“¡Padre mío!”, ustedes clamarán a mí, y no se volverán de seguirme’. 20 ‘Verdaderamente, [como] una esposa se ha ido traidoramente de su compañero, así ustedes, oh casa de Israel, me han tratado traidoramente a mí’, es la expresión de Jehová.”

21 En las sendas trilladas se ha oído un sonido, el llanto, las súplicas de los hijos de Israel. Porque han torcido su camino; han olvidado a Jehová su Dios.

22 “Vuélvanse, hijos renegados. Yo sanaré su condición de renegados.”

“¡Aquí estamos! Hemos venido a ti, porque tú, oh Jehová, eres nuestro Dios. 23 Verdaderamente, tanto las colinas como la bulla sobre las montañas pertenecen a la falsedad. Verdaderamente en Jehová nuestro Dios está la salvación de Israel. 24 Pero la mismísima cosa vergonzosa se ha comido el afán de nuestros antepasados desde nuestra juventud, sus rebaños y sus vacadas, sus hijos y sus hijas. 25 Nos acostamos en nuestra vergüenza, y nuestra humillación sigue cubriéndonos; porque para con Jehová nuestro Dios hemos pecado, nosotros y nuestros padres desde nuestra juventud y hasta el día de hoy, y no hemos obedecido la voz de Jehová nuestro Dios.”

4 “Si quieres volverte, oh Israel -es la expresión de Jehová-, puedes volverte aun a mí. Y si a causa de mí quitas tus cosas repugnantes, entonces no andarás como fugitivo. 2 Y [si] ciertamente juras: ‘¡Tan ciertamente como que Jehová vive en verdad, en justicia y en rectitud!’, entonces en él las naciones realmente se bendecirán, y en él se jactarán acerca de sí mismas.”

3 Porque esto es lo que Jehová ha dicho a los hombres de Judá y a Jerusalén: “Árense tierra cultivable, y no sigan sembrando entre espinas. 4 Circuncídense a Jehová, y quiten los prepucios de sus corazones, hombres de Judá y habitantes de Jerusalén; para que no salga mi furia justamente como un fuego, y ciertamente arda sin que haya quien la extinga, a causa de la maldad de sus tratos”.

5 Anúncien[lo] en Judá, y publíquen[lo] hasta en Jerusalén, y dígan[lo], y toquen un cuerno por todo el país. Clamen fuertemente y digan: “Reúnanse, y entremos en las ciudades fortificadas. 6 Levanten una señal enhiesta hacia Sión. Provéanse amparo. No se detengan”. Porque hay una calamidad que voy a traer desde el norte, sí, un gran estallido. 7 Él ha subido como un león de su matorral, y el que está arruinando a las naciones ha partido; ha salido de su lugar a fin de poner tu tierra como un objeto de pasmo. Tus propias ciudades caerán en ruinas de manera que no habrá habitante. 8 Por este motivo, cíñanse de saco. Golpéense los pechos y aúllen, porque la cólera ardiente de Jehová no se ha vuelto de contra nosotros.

9 “Y tiene que suceder en aquel día -es la expresión de Jehová- que perecerá el corazón del rey, también el corazón de los príncipes; y los sacerdotes ciertamente tendrán que pasmarse, y los profetas mismos quedarán asombrados.”

10 Y procedí a decir: “¡Ay, oh Señor Soberano Jehová! Verdaderamente has engañado por completo a este pueblo y a Jerusalén, al decir: ‘La paz misma llegará a ser de ustedes’, y la espada ha alcanzado hasta la misma alma”.

11 En aquel tiempo se dirá a este pueblo y a Jerusalén: “Hay un viento abrasador de las sendas trilladas a través del desierto [en] el camino a la hija de mi pueblo; no es para aventar, ni para limpiar. 12 El viento mismo en su plenitud viene hasta de estas a mí. Ahora yo mismo también proferiré los juicios para con ellos. 13 ¡Miren! Como nubes de lluvia subirá él, y sus carros son como un viento de tempestad. Sus caballos son más veloces que águilas. ¡Ay de nosotros, porque se nos ha despojado con violencia! 14 Lava tu corazón para que quede limpio de pura maldad, oh Jerusalén, para que seas salvada. ¿Hasta cuándo estarán alojados dentro de ti tus pensamientos erróneos? 15 Porque una voz está anunciando desde Dan y está publicando algo perjudicial desde la región montañosa de Efraín. 16 Hagan mención [de ello], sí, a las naciones. Publíquen[lo] contra Jerusalén”.

“Vigilantes vienen de un país lejano, y lanzarán su voz contra las mismísimas ciudades de Judá. 17 Como guardas del campo abierto han llegado a estar contra ella por todos lados, porque se ha rebelado hasta contra mí -es la expresión de Jehová-. 18 Tu camino y tus tratos… habrá un pagártelos a ti. Esta es la calamidad sobre ti, pues es amarga; porque ha alcanzado hasta tu mismo corazón.”

19 ¡Oh mis intestinos, mis intestinos! Estoy con fuertes dolores en las paredes de mi corazón. Mi corazón está alborotado dentro de mí. No puedo quedarme callado, porque el sonido del cuerno es lo que mi alma ha oído, la señal de alarma de la guerra. 20 Estallido sobre estallido es lo que se ha clamado, porque todo el país ha sido despojado con violencia. De repente mis tiendas han sido despojadas con violencia, en un momento mis telas de tienda. 21 ¿Hasta cuándo seguiré viendo la señal enhiesta, seguiré oyendo el sonido del cuerno? 22 Porque es tonto mi pueblo. No se han fijado en mí. Son hijos imprudentes; y no son quienes tengan entendimiento. Sabios son para hacer lo malo, pero para hacer lo bueno realmente no tienen conocimiento.

23 Vi la tierra, y, ¡mira!, [estaba] vacía y desierta; y dentro de los cielos, y su luz ya no existía. 24 Vi las montañas, y, ¡mira!, se mecían, y todas las colinas mismas recibieron un sacudimiento. 25 Vi, y, ¡mira!, no había un hombre terrestre, y todas las criaturas voladoras de los cielos habían huido. 26 Vi, y, ¡mira!, el huerto mismo era un desierto, y todas sus mismísimas ciudades habían sido demolidas. Era a causa de Jehová, a causa de su ardiente cólera.

27 Porque esto es lo que ha dicho Jehová: “Un yermo desolado es lo que toda la tierra llegará a ser, y ¿no llevaré a cabo un verdadero exterminio? 28 A causa de esto la tierra estará de duelo, y los cielos arriba ciertamente se oscurecerán. Es porque he hablado, he considerado, y no he sentido pesar, ni de ello me volveré. 29 Debido al sonido de los hombres de a caballo y los tiradores con arco, toda la ciudad está huyendo. Han entrado en los matorrales, y han subido a meterse entre las rocas. Toda ciudad es dejada, y no hay hombre que more en ellas”.

30 Ahora que tú estás violentamente despojada, ¿qué harás, puesto que solías vestirte de escarlata, puesto que solías engalanarte con adornos de oro, puesto que solías agrandar tus ojos con pintura negra? En vano solías embellecerte. Los que [te] deseaban lujuriosamente te han rechazado; siguen buscando tu misma alma. 31 Pues he oído una voz como la de una mujer enferma, angustia como la de una mujer que está dando a luz su primer hijo, la voz de la hija de Sión que sigue luchando angustiosamente para respirar. Sigue extendiendo las palmas de las manos: “¡Ay de mí, ahora, porque mi alma está cansada de los que matan!”.

5 Anden discurriendo por las calles de Jerusalén y vean, ahora, y sepan, y busquen ustedes mismos en sus plazas públicas si acaso pueden hallar un hombre, si acaso existe alguien que haga justicia, alguien que busque fidelidad, y yo la perdonaré. 2 Aunque dijeran ellos: “¡Tan ciertamente como que Jehová vive!”, con eso estarían jurando a lo que es pura falsedad.

3 Oh Jehová, ¿no están esos ojos tuyos hacia la fidelidad? Los has golpeado, pero ellos no han enfermado. Los exterminaste. Rehusaron aceptar disciplina. Hicieron sus rostros más duros que un peñasco. Rehusaron volverse. 4 Hasta yo mismo había dicho: “De seguro son de clase baja. Obraron tontamente, porque han pasado por alto el camino de Jehová, el juicio de su Dios. 5 Yo ciertamente procederé a ir a los grandes y hablaré con ellos; porque ellos mismos tienen que haberse fijado en el camino de Jehová, el juicio de su Dios. De seguro ellos mismos tienen que haber quebrado el yugo todos juntos; tienen que haber roto las ataduras”.

6 Por eso un león del bosque los ha herido, un lobo mismo de las llanuras desérticas sigue despojándolos con violencia, un leopardo se mantiene despierto junto a sus ciudades. Todo el que sale de ellas queda despedazado. Porque sus transgresiones han llegado a ser muchas; sus actos de infidelidad han llegado a ser numerosos.

7 ¿Cómo puedo perdonarte por esta mismísima cosa? Tus propios hijos me han dejado, y siguen jurando por lo que no es Dios. Y yo seguí satisfaciéndolos, pero ellos continuaron cometiendo adulterio, y a la casa de una prostituta van en tropas. 8 Caballos sobrecogidos de calor sexual, que tienen testículos [fuertes], han llegado a ser ellos. Cada uno le relincha a la esposa de su compañero.

9 “¿No debo yo pedir cuentas a causa de estas mismísimas cosas? -es la expresión de Jehová-. O en una nación que es así, ¿no debe vengarse mi alma?”

10 “Suban ustedes contra sus filas [de vides] y arruinen, pero no hagan un verdadero exterminio. Quiten sus sarmientos que están creciendo con exuberancia, porque no pertenecen a Jehová. 11 Porque la casa de Israel y la casa de Judá positivamente han tratado traidoramente conmigo -es la expresión de Jehová-. 12 Han negado a Jehová, y siguen diciendo: ‘Él no es. Y no vendrá sobre nosotros ninguna calamidad, y no veremos espada ni hambre’. 13 Y los profetas mismos llegan a ser un viento, y la palabra no está en ellos. Así es como se les hará a ellos.”

14 Por lo tanto, esto es lo que ha dicho Jehová, el Dios de los ejércitos: “Por la razón de que ustedes están diciendo esta cosa, mira que voy a hacer que mis palabras en tu boca sean un fuego, y este pueblo será pedazos de leña, y ciertamente los devorará”.

15 “¡Mira!, voy a traer sobre ustedes una nación de lejos, oh casa de Israel -es la expresión de Jehová-. Es una nación duradera. Es una nación de mucho tiempo atrás, una nación cuyo lenguaje no conoces, y no puedes oír [con entendimiento] lo que hablan. 16 Su aljaba es como una sepultura abierta; todos ellos son hombres poderosos. 17 Ellos también ciertamente se comerán tu cosecha y tu pan. Los hombres se comerán a tus hijos y a tus hijas. Se comerán tus rebaños y tus vacadas. Se comerán tu vid y tu higuera. Destrozarán con la espada tus ciudades fortificadas en las que estás confiando.”

18 “Y aun en aquellos días -es la expresión de Jehová- no llevaré a cabo un exterminio de ustedes. 19 Y tiene que suceder que ustedes dirán: ‘¿Debido a qué razón nos ha hecho todas estas cosas Jehová nuestro Dios?’. Y tendrás que decirles: ‘Tal como ustedes me han dejado a mí y se han puesto a servir a un dios extranjero en la tierra de ustedes, así servirán ustedes a extraños en una tierra que no es de ustedes’.”

20 Anuncien esto en la casa de Jacob, y publíquenlo en Judá, y digan: 21 “Oye esto, ahora, oh pueblo imprudente que carece de corazón: Tienen ojos, pero no pueden ver; tienen oídos, pero no pueden oír. 22 ‘¿Ni siquiera a mí me temen ustedes -es la expresión de Jehová-, o no están con fuertes dolores siquiera a causa de mí, que he puesto la arena como límite para el mar, una disposición reglamentaria de duración indefinida que no puede traspasar? Aunque se agiten sus olas, no obstante no pueden prevalecer; y [aunque], en efecto, se pongan bulliciosas, no obstante no pueden traspasarlo. 23 Pero este pueblo mismo ha llegado a tener un corazón terco y rebelde; se han desviado y siguen andando en su proceder. 24 Pero no han dicho en su corazón: “Temamos, ahora, a Jehová nuestro Dios, Aquel que está dando el aguacero y la lluvia del otoño y la lluvia de la primavera en su estación, Aquel que guarda para nosotros hasta las semanas prescritas de la cosecha”. 25 Los propios errores de ustedes han apartado estas cosas, y sus propios pecados han retenido de ustedes lo que es bueno.

26 ”’Porque entre mi pueblo se ha hallado a hombres inicuos. Siguen atisbando, como cuando se agachan los pajareros. Han colocado una [trampa] ruinosa. Es a hombres a quienes atrapan. 27 Como una jaula está llena de criaturas voladoras, así sus casas están llenas de engaño. Por eso se han hecho grandes y ganan riquezas. 28 Se han puesto gordos; se han hecho brillantes. También han rebosado de cosas malas. No han defendido ninguna causa judicial, ni la causa judicial del huérfano de padre, para lograr éxito; y no han tomado a su cargo el juicio de los pobres’”.

29 “¿No debo yo pedir cuentas a causa de estas mismas cosas? -es la expresión de Jehová-, o, en una nación que es así, ¿no debe vengarse mi alma? 30 Una situación pasmosa, hasta una cosa horrible, se ha hecho que exista en el país: 31 Los profetas mismos realmente profetizan en falsedad; y en cuanto a los sacerdotes, van sojuzgando conforme a sus poderes. Y mi propio pueblo así [lo] ha amado; ¿y qué harán ustedes al final de ello?”

6 Pónganse a cubierto, oh hijos de Benjamín, de en medio de Jerusalén; y toquen el cuerno en Teqoa. Y sobre Bet-hakerem alcen una señal de fuego; porque la calamidad misma se ha asomado por el norte, aun un gran estallido. 2 La hija de Sión realmente se ha parecido a una mujer grata a la vista y de crianza melindrosa. 3 A ella procedieron a venir los pastores y sus hatos. Contra ella plantaron [sus] tiendas todo en derredor. Pacieron cada uno en su propia parte. 4 Contra ella han santificado la guerra: “¡Levántense, y subamos al mediodía!”.

“¡Ay de nosotros, porque ha declinado el día, porque las sombras del atardecer siguen extendiéndose!”

5 “Levántense, y subamos durante la noche y arruinemos sus torres de habitación.”

6 Porque esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos: “Corten leña y amontonen contra Jerusalén un cerco de sitiar. Es la ciudad a la cual se tiene que pedir cuentas. Ella no es otra cosa sino opresión en medio de ella. 7 Como una cisterna mantiene frescas sus aguas, así ella ha mantenido fresca su maldad. En ella se oye violencia y expoliación; enfermedad y plaga se hallan delante de mi rostro constantemente. 8 Déjate corregir, oh Jerusalén, para que mi alma no se aparte de ti disgustada; para que no te ponga como un yermo desolado, una tierra no habitada”.

9 Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos: “Sin falta rebuscarán al resto de Israel tal como a una vid. Vuelve a poner tu mano como uno que está vendimiando sobre los zarcillos de las vides”.

10 “¿A quién hablaré y advertiré, para que oigan? ¡Mira! Su oído es incircunciso, de manera que no pueden prestar atención. ¡Mira! La mismísima palabra de Jehová ha venido a ser para ellos un oprobio, en la cual [palabra] no pueden deleitarse. 11 Y con la furia de Jehová me he llenado. Me he fatigado de contener[me].”

“Derrámala sobre el niño en la calle y sobre el grupo íntimo de jóvenes al mismo tiempo; porque ellos también serán atrapados, un hombre junto con su esposa, un viejo junto con uno que está lleno de días. 12 Y sus casas ciertamente serán transferidas a otros para posesión, los campos y las esposas al mismo tiempo. Porque extenderé mi mano contra los habitantes del país”, es la expresión de Jehová.

13 “Porque desde el menor de ellos aun hasta el mayor de ellos, cada uno está sacando para sí ganancia injusta; y desde el profeta aun hasta el sacerdote, cada uno está obrando falsamente. 14 Y tratan de sanar el quebranto de mi pueblo livianamente, diciendo: ‘¡Hay paz! ¡Hay paz!’, cuando no hay paz. 15 ¿Sintieron ellos vergüenza porque era cosa detestable lo que habían hecho? En primer lugar, positivamente no sienten ninguna vergüenza; en segundo lugar, ni siquiera han llegado a saber sentirse humillados. Por eso caerán entre los que están cayendo; cuando yo tenga que pedirles cuentas, tropezarán”, ha dicho Jehová.

16 Esto es lo que ha dicho Jehová: “Deténganse en los caminos, y vean, y pregunten acerca de las veredas de mucho tiempo atrás, dónde, sí, está el buen camino; y anden en él, y hallen desahogo para sus almas”. Pero ellos siguieron diciendo: “No vamos a andar”. 17 “Y levanté sobre ustedes atalayas: ‘¡Presten atención al sonido del cuerno!’.” Pero ellos siguieron diciendo: “No vamos a prestar atención”. 18 “Por lo tanto, ¡oigan, oh naciones! Y sabe, oh asamblea, lo que habrá entre ellos. 19 ¡Escucha, oh tierra! Aquí voy a traer calamidad sobre este pueblo como el fruto de sus pensamientos, porque no prestaron atención a mis propias palabras; y mi ley… también siguieron rechazándola.”

20 “¿Qué me importa que traigas hasta olíbano desde Seba y la caña aromática desde el país lejano? Los holocaustos de ustedes no sirven para ningún placer, y sus mismísimos sacrificios no me han sido gratos.” 21 Por lo tanto, esto es lo que ha dicho Jehová: “Mira, voy a poner tropiezos para este pueblo, y ciertamente tropezarán por ellos, padres e hijos juntos; el vecino y su compañero… perecerán”.

22 Esto es lo que ha dicho Jehová: “¡Mira! Viene un pueblo de la tierra del norte, y hay una nación grande a la que se despertará desde las partes más remotas de la tierra. 23 Empuñarán el arco y la jabalina. Es un [pueblo] cruel, y no tendrán piedad. Su misma voz resonará justamente como el mar, y sobre caballos montarán. Está dispuesto en orden de batalla como un hombre de guerra contra ti, oh hija de Sión”.

24 Hemos oído el informe acerca de él. Nuestras manos han caído. Angustia misma se ha apoderado de nosotros, dolores de parto como los de una mujer que está dando a luz. 25 No salgas al campo, y no andes siquiera por el camino; porque allí está la espada que pertenece al enemigo, hay terror todo en derredor. 26 Oh hija de mi pueblo, cíñete de saco y revuélcate en las cenizas. Haz que tu duelo sea el que se hace por un [hijo] único, el plañido de amargura; porque de repente vendrá sobre nosotros el violento despojador.

27 “Yo te he hecho ensayador de metales entre mi pueblo, uno que hace un escudriñamiento cabal; y notarás y tendrás que examinar su camino. 28 Todos ellos son los hombres más tercos, que andan por todos lados como calumniadores… cobre y hierro. Todos ellos son ruinosos. 29 El fuelle ha sido chamuscado. Procedente de su fuego hay plomo. Uno ha seguido refinando con intensidad simplemente para nada, y los que son malos no han sido separados. 30 Plata rechazada es lo que la gente ciertamente los llamará, porque Jehová los ha rechazado.”

7 La palabra que le ocurrió a Jeremías de parte de Jehová, diciendo: 2 “Ponte de pie en la puerta de la casa de Jehová, y tienes que proclamar allí esta palabra, y tienes que decir: ‘Oigan la palabra de Jehová, todos ustedes los de Judá, que están entrando en estas puertas para inclinarse ante Jehová. 3 Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: “Hagan buenos sus caminos y sus tratos, y ciertamente haré que sigan residiendo en este lugar. 4 No cifren su confianza en palabras falaces, diciendo: ‘¡El templo de Jehová, el templo de Jehová, el templo de Jehová son ellos!’. 5 Porque si positivamente hacen buenos sus caminos y sus tratos, si positivamente llevan a cabo la justicia entre un hombre y su compañero, 6 si a ningún residente forastero, a ningún huérfano de padre y a ninguna viuda oprimen, y sangre inocente no derraman en este lugar, y tras otros dioses no andan para su propia calamidad, 7 yo, en cambio, ciertamente haré que sigan residiendo en este lugar, en la tierra que di a sus antepasados, desde tiempo indefinido aun hasta tiempo indefinido”’”.

8 “Miren, ustedes están cifrando su confianza en palabras falaces… ciertamente no será de ningún provecho en absoluto. 9 ¿Acaso se puede hurtar, asesinar y cometer adulterio y jurar en falso y hacer humo de sacrificio a Baal y andar tras otros dioses que ustedes no habían conocido, 10 y acaso tienen que venir ustedes y estar de pie delante de mí en esta casa sobre la cual se ha llamado mi nombre, y tienen que decir: ‘Ciertamente seremos librados’, a pesar de hacer todas estas cosas detestables? 11 ¿Acaso esta casa sobre la cual se ha llamado mi nombre ha llegado a ser sencillamente una cueva de salteadores a los ojos de ustedes? Miren, yo mismo también [lo] he visto”, es la expresión de Jehová.

12 “‘Sin embargo, vayan, sí, a mi lugar que estaba en Siló, donde al principio hice residir mi nombre, y vean lo que le hice a causa de la maldad de mi pueblo Israel. 13 Y ahora, por la razón de que ustedes siguieron haciendo todas estas obras -es la expresión de Jehová-, y yo seguí hablándoles, madrugando y hablando, pero no escucharon, y seguí llamándolos, pero no respondieron, 14 yo ciertamente haré también a la casa sobre la cual se ha llamado mi nombre, en la que ustedes confían, y al lugar que di a ustedes y a sus antepasados, tal como hice a Siló. 15 Y ciertamente los arrojaré de delante de mi rostro, tal como arrojé a todos sus hermanos, a toda la prole de Efraín.’

16 ”Y en cuanto a ti, no ores a favor de este pueblo, ni levantes a favor de ellos un clamor rogativo ni una oración, ni me implores, porque no te estaré escuchando. 17 ¿No ves lo que andan haciendo en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén? 18 Los hijos están recogiendo trozos de leña, y los padres están prendiendo el fuego, y las esposas están amasando pasta de harina a fin de hacer tortas de sacrificio a la ‘reina de los cielos’; y hay un derramar de libaciones a otros dioses con el propósito de ofenderme. 19 ‘¿Es a mí a quien están ofendiendo? -es la expresión de Jehová-. ¿No es a sí mismos, con el propósito de [acarrear] vergüenza a sus rostros?’ 20 Por lo tanto, esto es lo que ha dicho el Señor Soberano Jehová: ‘¡Mira! Mi cólera y mi furia se derraman sobre este lugar, sobre humanidad y sobre animal doméstico, y sobre el árbol del campo y sobre el fruto del suelo; y tiene que arder, y no se extinguirá’.

21 ”Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Añadan aquellos holocaustos de ustedes a sus sacrificios, y coman carne. 22 Porque no hablé con sus antepasados, ni les mandé en el día que los saqué de la tierra de Egipto respecto a los asuntos de holocausto y sacrificio. 23 Pero esta palabra sí la expresé en mandato a ellos, y dije: “Obedezcan mi voz, y ciertamente llegaré a ser su Dios, y ustedes mismos llegarán a ser mi pueblo; y tienen que andar en todo el camino que yo les mande, a fin de que les vaya bien”’. 24 Pero ellos no escucharon, ni inclinaron su oído, sino que se pusieron a andar en los consejos en la terquedad de su corazón malo, de modo que se hicieron retrógrados en dirección, y no adelantadores, 25 desde el día en que los antepasados de ustedes salieron de la tierra de Egipto hasta el día de hoy; y yo seguí enviando a ustedes todos mis siervos los profetas, madrugando diariamente y enviándo[los]. 26 Pero ellos no me escucharon, y no inclinaron su oído, sino que siguieron endureciendo su cerviz. ¡Obraron peor que sus antepasados!

27 ”Y tienes que hablarles todas estas palabras, pero no te escucharán; y tienes que llamarlos, pero no te responderán. 28 Y tienes que decirles: ‘Esta es la nación cuyo pueblo no ha obedecido la voz de Jehová su Dios, y no ha aceptado disciplina. La fidelidad ha perecido, y ha sido cortada de su boca’.

29 ”Córtate tu cabello no cortado y arrója[lo], y sobre las colinas peladas levanta una endecha, porque Jehová ha rechazado y abandonará a la generación con la cual está furioso. 30 ‘Porque los hijos de Judá han hecho lo que es malo a mis ojos -es la expresión de Jehová-. Han puesto sus cosas repugnantes en la casa sobre la cual se ha llamado mi nombre, a fin de contaminarla. 31 Y han edificado los lugares altos de Tófet, que está en el valle del hijo de Hinón, a fin de quemar a sus hijos y sus hijas en el fuego, cosa que yo no había mandado y que no había subido a mi corazón.’

32 ”‘Por lo tanto, ¡mira!, vienen días -es la expresión de Jehová- cuando ya no se dirá [que es] Tófet y el valle del hijo de Hinón, sino el valle de la matanza; y tendrán que enterrar en Tófet sin que haya suficiente lugar. 33 Y los cuerpos muertos de este pueblo tendrán que llegar a ser alimento para las criaturas voladoras de los cielos y para las bestias de la tierra, sin que nadie [las] haga temblar. 34 Y ciertamente haré cesar de las ciudades de Judá y de las calles de Jerusalén la voz de alborozo y la voz de regocijo, la voz del novio y la voz de la novia; porque el país llegará a ser solo un lugar devastado.’”

8 “En aquel tiempo -es la expresión de Jehová- la gente también sacará de sus sepulcros los huesos de los reyes de Judá y los huesos de sus príncipes y los huesos de los sacerdotes y los huesos de los profetas y los huesos de los habitantes de Jerusalén. 2 Y realmente los tenderán al sol y a la luna y a todo el ejército de los cielos, a los que ellos han amado y a los que han servido y tras los cuales han andado y que han buscado y ante los cuales se han inclinado. No serán recogidos, ni serán enterrados. Como estiércol sobre la haz del suelo llegarán a ser.”

3 “Y la muerte ciertamente será escogida más bien que la vida por parte de todo el resto de los que queden de esta mala familia en todos los lugares de los restantes, adonde yo ciertamente los habré dispersado”, es la expresión de Jehová de los ejércitos.

4 “Y tienes que decirles: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová: “¿Acaso caerán ellos y no volverán a levantarse? Si uno se volviera, ¿no se volverá también el otro? 5 ¿Por qué es infiel este pueblo, Jerusalén, con una infidelidad duradera? Se han asido de la artimaña; han rehusado volverse. 6 He prestado atención, y me quedé escuchando. No era recta la manera como seguían hablando. No había hombre alguno que se arrepintiera de su maldad, y dijera: ‘¿Qué he hecho?’. Cada uno está volviéndose al proceder popular, como caballo que va lanzándose con ímpetu a la batalla. 7 Hasta la cigüeña en los cielos… bien conoce sus tiempos señalados; y la tórtola y el vencejo y el bulbul… observan bien el tiempo de la venida de cada uno. Pero en cuanto a mi pueblo, no ha llegado a conocer el juicio de Jehová”’.

8 ”‘¿Cómo pueden decir ustedes: “Somos sabios, y la ley de Jehová está con nosotros”? De seguro, pues, el estilo falso de los secretarios ha ido introduciendo pura falsedad. 9 Los sabios han quedado avergonzados. Se han aterrorizado y serán atrapados. ¡Miren! Ellos han rechazado la mismísima palabra de Jehová, y ¿qué sabiduría tienen? 10 Por lo tanto, daré sus esposas a otros hombres, sus campos a los que tomen posesión; porque, desde el menor aun hasta el mayor, cada uno está sacando ganancia injusta; desde el profeta hasta el sacerdote mismo, cada uno está obrando falsamente. 11 Y tratan de sanar el quebranto de la hija de mi pueblo livianamente, diciendo: “¡Hay paz! ¡Hay paz!”, cuando no hay paz. 12 ¿Sintieron ellos vergüenza porque hubieran hecho hasta lo que era detestable? En primer lugar, de seguro no podían sentirse avergonzados; en segundo lugar, no sabían siquiera sentirse humillados.

”’Por eso caerán entre los que están cayendo. Al tiempo que se les dé atención, tropezarán’, ha dicho Jehová.

13 ”‘Al hacer la recolección, los acabaré -es la expresión de Jehová-. No habrá uvas en la vid, y no habrá higos en la higuera, y el follaje mismo ciertamente se marchitará. Y cosas que yo les dé pasarán cerca de ellos.’”

14 “¿Por qué estamos sentados quietos? Reúnanse, y entremos en las ciudades fortificadas y estemos en silencio allí. Porque Jehová nuestro Dios nos ha reducido él mismo a silencio, y nos da a beber agua envenenada, porque hemos pecado contra Jehová. 15 Hubo un esperar paz, pero no [vino] ningún bien; tiempo de curación, pero, ¡miren!, ¡terror! 16 Desde Dan se ha oído el resoplido de sus caballos. Debido al sonido del relincho de sus caballos sementales, toda la tierra ha empezado a mecerse. Y entran y se comen el país y lo que lo llena, la ciudad y sus habitantes.”

17 “Pues, ¡miren!, voy a enviar entre ustedes serpientes, culebras venenosas, para las cuales no hay encantamiento, y ciertamente los picarán”, es la expresión de Jehová.

18 Un desconsuelo que no tiene remedio ha subido en mí. Mi corazón está enfermo. 19 Aquí hay el sonido del clamor por ayuda de la hija de mi pueblo, desde una tierra lejana: “¿No está Jehová en Sión? ¿O no está en ella su rey?”.

“¿Por qué me han ofendido con sus imágenes esculpidas, con sus vanos dioses extranjeros?”

20 “¡Ha pasado la siega, se ha acabado el verano; pero en cuanto a nosotros, no hemos sido salvados!”

21 Por el quebranto de la hija de mi pueblo he quedado desbaratado. Me he entristecido. Pasmo absoluto se ha apoderado de mí. 22 ¿No hay bálsamo en Galaad? ¿O no hay sanador allí? ¿Por qué, pues, no ha subido el recobro de la hija de mi pueblo?

9 ¡Oh, que mi cabeza fuera aguas, y que mis ojos fueran fuente de lágrimas! Entonces podría llorar día y noche por aquellos de la hija de mi pueblo que fueron muertos.

2 ¡Oh, que tuviera yo en el desierto un lugar de alojamiento de viajeros! Entonces dejaría a mi pueblo y me iría de ellos, porque todos ellos son adúlteros, una asamblea solemne de hombres traicioneros en sus tratos; 3 y doblan su lengua como su arco en falsedad; pero no por fidelidad han resultado poderosos en el país.

“Pues de maldad en maldad procedieron, y aun a mí me pasaron por alto”, es la expresión de Jehová.

4 “Guárdense ustedes cada uno de su propio compañero, y no cifren su confianza en ningún hermano. Porque hasta todo hermano positivamente suplantaría, y todo compañero mismo andaría por todos lados como simple calumniador, 5 y cada uno sigue jugando con su compañero; y no hablan ninguna verdad en absoluto. Han enseñado a su lengua a hablar falsedad. Se han rendido de cansancio sencillamente haciendo el mal.

6 ”Tu sentarte está en medio de engaño. Por engaño ellos han rehusado conocerme”, es la expresión de Jehová.

7 Por lo tanto, esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos: “Miren, voy a fundirlos, y tengo que examinarlos, porque ¿cómo he de obrar de otro modo a causa de la hija de mi pueblo? 8 La lengua de ellos es una flecha degolladora. Engaño es lo que esta ha hablado. Con su boca, paz es lo que sigue hablando [alguien] con su propio compañero; pero dentro de sí tiende su emboscada”.

9 “A causa de estas cosas, ¿no debo yo pedirles cuentas? -es la expresión de Jehová-. ¿O en una nación que es así no debe vengarse mi alma? 10 Sobre las montañas levantaré llanto y lamentación, y sobre los pastos del desierto una endecha; porque habrán sido abrasados de modo que no haya hombre que pase a través, y la gente realmente no oirá el sonido de ganado. Tanto la criatura voladora de los cielos como la bestia habrán huido; se habrán ido. 11 Y ciertamente haré de Jerusalén montones de piedras, el albergue de chacales; y de las ciudades de Judá haré un yermo desolado, sin habitante.

12 ”¿Quién es el hombre que sea sabio, para que entienda esto, hasta aquel a quien la boca de Jehová ha hablado, para que lo anuncie? ¿Por qué motivo debe la tierra realmente perecer, realmente estar abrasada como el desierto sin que nadie pase a través?”

13 Y Jehová procedió a decir: “Por motivo de que dejaron mi ley que di [para que estuviera] delante de ellos, y [porque] no han obedecido mi voz y no han andado en ella, 14 sino que siguieron andando tras la terquedad de su corazón y tras las imágenes de Baal, acerca de las cuales sus padres les habían enseñado; 15 por lo tanto, esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Mira, voy a hacer que ellos, es decir, este pueblo, coman ajenjo, y ciertamente les haré beber agua envenenada; 16 y ciertamente los esparciré entre las naciones que ni ellos ni sus padres han conocido, y ciertamente enviaré tras ellos la espada hasta que yo los haya exterminado’.

17 ”Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos: ‘Pórtense con entendimiento, y llamen a las mujeres que salmodian endechas, para que vengan; y envíen [aviso] aun a las mujeres diestras, para que vengan, 18 y para que se apresuren y levanten sobre nosotros una lamentación. Y que nuestros ojos dejen rodar lágrimas y nuestros propios ojos radiantes destilen aguas. 19 Porque la voz de lamentación es lo que se ha oído desde Sión: “¡Cómo se nos ha despojado con violencia! ¡Cuánto nos hemos avergonzado! Porque hemos dejado el país; porque han desechado nuestras residencias”. 20 Pero oigan, oh mujeres, la palabra de Jehová, y reciba su oído la palabra de la boca de él. Entonces enseñen a sus hijas una lamentación, y cada mujer a su compañera una endecha. 21 Porque la muerte ha subido por nuestras ventanas; ha entrado en nuestras torres de habitación, a fin de cortar de la calle al niño, de las plazas públicas a los jóvenes’.

22 ”Habla: ‘Esto es lo que la expresión de Jehová es: “Los cuerpos muertos de la humanidad también tienen que caer como estiércol sobre la haz del campo, y como una fila de grano recién cortado tras el segador, sin nadie que recoja”’”.

23 Esto es lo que ha dicho Jehová: “No se gloríe el sabio a causa de su sabiduría, y no se gloríe el poderoso a causa de su poderío. No se gloríe el rico a causa de sus riquezas”.

24 “Pero el que se gloría, gloríese a causa de esta misma cosa: de tener perspicacia y de tener conocimiento de mí, que yo soy Jehová, Aquel que ejerce bondad amorosa, derecho y justicia en la tierra; porque en estas cosas de veras me deleito”, es la expresión de Jehová.

25 “¡Mira! Vienen días -es la expresión de Jehová-, y ciertamente pediré cuentas a todos los circuncisos [que, sin embargo, todavía están] en incircuncisión, 26 a Egipto y a Judá y a Edom y a los hijos de Ammón y a Moab y a todos los de cabello cortado en las sienes que están morando en el desierto; porque todas las naciones son incircuncisas, y todos [los de] la casa de Israel son incircuncisos de corazón.”

10 Oigan la palabra que Jehová ha hablado contra ustedes, oh casa de Israel. 2 Esto es lo que ha dicho Jehová: “No aprendan de ninguna manera el camino de las naciones, y no se sobrecojan de terror aun ante las señales de los cielos, porque las naciones se sobrecogen de terror ante ellas. 3 Porque las costumbres de los pueblos son solamente una exhalación, porque un simple árbol del bosque es lo que uno ha cortado, la obra de las manos del artífice con el podón. 4 Con plata y con oro uno lo hace bello. Con clavos y martillos los sujetan, para que ninguno bambolee. 5 Son como un espantapájaros de un pepinar, y no pueden hablar. Sin falta son llevados, porque no pueden dar paso alguno. No tengan miedo a causa de ellos, porque ellos no pueden hacer nada calamitoso y, lo que es más, el hacer bien no está con ellos”.

6 De ninguna manera hay alguien semejante a ti, oh Jehová. Tú eres grande, y tu nombre es grande en poderío. 7 ¿Quién no debería temerte, oh Rey de las naciones?, porque eso es propio [respecto] a ti; porque entre todos los sabios de las naciones y entre todas sus gobernaciones reales no hay absolutamente nadie semejante a ti. 8 Y a un mismo tiempo ellos resultan ser irrazonables y estúpidos. Un árbol es una mera exhortación de vanidades. 9 Plata batida en láminas es lo que se trae aun de Tarsis, y oro de Ufaz, la hechura de un artífice y de las manos de un metalario; su vestido es hilo azul y lana teñida de púrpura rojiza. Todos son la hechura de personas diestras.

10 Pero Jehová es en verdad Dios. Él es el Dios vivo y el Rey hasta tiempo indefinido. A causa de su indignación la tierra se mecerá, y ninguna de las naciones podrá sostenerse bajo su denunciación. 11 Esto es lo que ustedes les dirán: “Los dioses que no hicieron los mismos cielos y la tierra son los que perecerán de la tierra y de debajo de estos cielos”. 12 Él es el Hacedor de la tierra por su poder, Aquel que firmemente estableció la tierra productiva por su sabiduría, y Aquel que por su entendimiento extendió los cielos. 13 A [su] voz hay de él el dar una ruidosa agitación de aguas en los cielos, y él hace que asciendan vapores desde la extremidad de la tierra. Ha hecho hasta conductos para la lluvia, y saca el viento de sus almacenes.

14 Todo hombre se ha portado tan irrazonablemente como para no saber. Todo metalario ciertamente sentirá vergüenza a causa de la imagen tallada; porque su imagen fundida es una falsedad, y no hay espíritu en ellas. 15 Son una vanidad, obra de mofa. Al tiempo que se les dé atención, perecerán.

16 La Parte que corresponde a Jacob no es como estas cosas, porque él es el Formador de todo, e Israel es el bastón de su herencia. Jehová de los ejércitos es su nombre.

17 Recoge de la tierra tu bulto de carga, oh mujer que moras bajo tensión. 18 Porque esto es lo que ha dicho Jehová: “Aquí estoy tirando como con honda a los habitantes de la tierra en esta ocasión, y ciertamente les causaré angustia a fin de que se enteren”.

19 ¡Ay de mí a causa de mi quebranto! Mi golpe se ha hecho crónico. Y yo mismo he dicho: “De seguro esta es mi enfermedad, y yo la llevaré. 20 Mi propia tienda ha sido despojada con violencia, y todas mis propias cuerdas de tienda han sido rotas en dos. Mis propios hijos se han ido de mí, y ya no son. Ya no hay nadie que despliegue mi tienda ni que levante mis telas de tienda. 21 Porque los pastores se han portado irrazonablemente, y no han buscado siquiera a Jehová. Por eso no han obrado con perspicacia, y todos sus animales apacentados han sido esparcidos”.

22 ¡Escucha! ¡Un informe! Aquí ha venido, también un gran golpeteo de la tierra del norte, a fin de hacer de las ciudades de Judá un yermo desolado, albergue de chacales.

23 Bien sé yo, oh Jehová, que al hombre terrestre no le pertenece su camino. No pertenece al hombre que está andando siquiera dirigir su paso. 24 Corrígeme, oh Jehová; sin embargo, con juicio; no en tu cólera, para que no me reduzcas a nada. 25 Derrama tu furia sobre las naciones que te han pasado por alto, y sobre las familias que ni aun tu nombre han invocado. Porque se han comido a Jacob. Sí, se lo han comido, y siguen empeñados en exterminarlo; y han desolado su lugar de habitación.

11 La palabra que le ocurrió a Jeremías de parte de Jehová, diciendo: 2 “¡Oigan ustedes las palabras de este pacto!

”Y tienes que hablarlas a los hombres de Judá y a los habitantes de Jerusalén, 3 y tienes que decirles: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová el Dios de Israel: “Maldito es el hombre que no escuche las palabras de este pacto, 4 que yo les ordené a sus antepasados en el día que los saqué de la tierra de Egipto, del horno de hierro, diciendo: ‘Obedezcan mi voz, y tienen que hacer las cosas conforme a todo lo que les mando; y ustedes ciertamente llegarán a ser mi pueblo y yo mismo llegaré a ser su Dios, 5 con el propósito de poner por obra el juramento que juré a sus antepasados, de darles la tierra que mana leche y miel, como sucede este día’”’”.

Y procedí a responder y decir: “Amén, oh Jehová”.

6 Y Jehová pasó a decirme: “Proclama todas estas palabras en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, y di: ‘Oigan las palabras de este pacto, y tienen que ponerlas por obra. 7 Porque yo solemnemente amonesté a sus antepasados en el día que los hice subir de la tierra de Egipto y hasta el día de hoy, madrugando y amonestando, diciendo: “Obedezcan mi voz”. 8 Pero ellos no escucharon ni inclinaron su oído, sino que siguieron andando cada uno en la terquedad de su corazón malo; de modo que traje sobre ellos todas las palabras de este pacto que [les] mandé poner por obra, pero que no pusieron por obra’”.

9 Además, me dijo Jehová: “Se ha hallado conspiración entre los hombres de Judá y entre los habitantes de Jerusalén. 10 Han regresado a los errores de sus antepasados, los primeros, que rehusaron obedecer mis palabras, pero que han andado ellos mismos tras otros dioses a fin de servirles. La casa de Israel y la casa de Judá han quebrantado mi pacto que yo celebré con sus antepasados. 11 Por lo tanto, esto es lo que ha dicho Jehová: ‘Mira, voy a traer sobre ellos una calamidad de la cual no podrán salirse; y ciertamente clamarán a mí por socorro, pero no les escucharé. 12 Y las ciudades de Judá y los habitantes de Jerusalén tendrán que ir y clamar por socorro a los dioses a los cuales están haciendo humo de sacrificio, pero los cuales de seguro no les traerán salvación en el tiempo de su calamidad. 13 Porque tus dioses han llegado a ser tantos como el número de tus ciudades, oh Judá; y son tantos como el número de las calles de Jerusalén los altares que ustedes han puesto para la cosa vergonzosa, altares para hacer humo de sacrificio a Baal’.

14 ”Y en cuanto a ti, no ores a favor de este pueblo, y no alces a favor de ellos un clamor rogativo ni una oración, porque no estaré escuchando cuando clamen a mí respecto a su calamidad.

15 ”¿Qué negocio tiene mi amada en mi casa, para que muchos de ellos hagan esta cosa, el proyecto [perverso]? ¿Y con carne santa harán que pase de sobre ti, cuando [venga] tu calamidad? ¿En ese tiempo te alborozarás? 16 ‘Olivo frondoso, bello de fruto [y] de forma’, es lo que te ha llamado Jehová por nombre. Con sonido del gran rugido, él ha encendido un fuego contra ella, y le han quebrado sus ramas.

17 ”Y Jehová de los ejércitos mismo, tu Plantador, ha hablado contra ti una calamidad a causa de la maldad de la casa de Israel y de la casa de Judá que ellas han cometido por su propia cuenta para ofenderme al hacer humo de sacrificio a Baal”.

18 Y Jehová mismo me ha informado para que yo sepa. En aquel tiempo me hiciste ver sus tratos. 19 Y yo era como un cordero, uno íntimo, que se lleva a degollar, y no sabía que era contra mí contra quien ideaban proyectos: “Arruinemos el árbol con su alimento, cortémoslo de la tierra de los vivientes, para que su mismísimo nombre ya no sea recordado”. 20 Pero Jehová de los ejércitos está juzgando con justicia; está examinando los riñones y el corazón. Oh, vea yo tu venganza en ellos, porque es a ti a quien he revelado mi litigio.

21 Por lo tanto, esto es lo que ha dicho Jehová contra los hombres de Anatot que andan buscando tu alma, y dicen: “No debes profetizar en el nombre de Jehová, para que no mueras a mano de nosotros”; 22 por lo tanto, esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos: “Mira, voy a dirigir mi atención a ellos. Los jóvenes mismos morirán a espada. Sus mismos hijos e hijas morirán del hambre. 23 Y no llegará a haber para ellos siquiera un resto, porque traeré calamidad sobre los hombres de Anatot, el año en que se les dé atención”.

12 Tú eres justo, oh Jehová, cuando me dirijo a ti con mi queja, realmente cuando hablo contigo hasta de asuntos de juicio. ¿Por qué será que el camino de los inicuos ha tenido éxito, que todos los que están cometiendo traición son los despreocupados? 2 Los has plantado; también han echado raíz. Siguen avanzando; también han producido fruto. Tú estás cerca en su boca, pero lejos de sus riñones. 3 Y tú mismo, oh Jehová, me conoces bien; me ves, y has examinado mi corazón en unión contigo mismo. Apártalos como ovejas para la degollación, y ponlos a un lado para el día de matanza. 4 ¿Hasta cuándo debe seguir marchitándose la tierra, y secarse la vegetación misma de todo el campo? A causa de la maldad de los que en ella moran, las bestias y las criaturas voladoras han sido barridas de allí. Pues ellos han dicho: “Él no ve nuestro futuro”.

5 Porque con hombres de a pie has corrido, y te rendían de cansancio, ¿cómo, pues, puedes correr en una carrera con caballos? ¿Y en la tierra de paz estás con confianza? De modo que, ¿cómo actuarás entre los orgullosos [matorrales] a lo largo del Jordán? 6 Porque hasta tus propios hermanos y la casa de tu propio padre, aun ellos mismos te han tratado con traición. Hasta ellos mismos han gritado vigorosamente detrás de ti. No pongas fe en ellos, simplemente porque te hablan cosas buenas.

7 “He dejado mi casa; he abandonado mi herencia; he dado a la amada de mi alma en la palma de la mano de sus enemigos. 8 Mi herencia ha llegado a ser para mí como un león en el bosque. Ha dado salida a su voz hasta contra mí. Por eso la he odiado. 9 Mi herencia es para mí como ave de rapiña de muchos colores; las aves de rapiña están sobre ella en derredor. Vengan, reúnanse, todas las bestias salvajes del campo; tráigan[las] a comer. 10 Muchos pastores mismos han arruinado mi viña; han pisado duro la parte que me corresponde. Han convertido la parte deseable que me corresponde en un desierto de un yermo desolado. 11 Uno la ha hecho un yermo desolado; se ha marchitado; para mí está desolada. Todo el país ha quedado desolado, porque no hay hombre que [lo] haya puesto en [su] corazón. 12 Por todas las sendas trilladas a través del desierto han venido los violentos despojadores. Porque la espada que pertenece a Jehová está devorando desde un extremo del país aun hasta el otro extremo del país. No hay paz para carne alguna. 13 Han sembrado trigo, pero han segado espinas. Han trabajado hasta enfermar; no serán de ningún provecho. Y ellos ciertamente quedarán avergonzados de los productos de ustedes a causa de la ardiente cólera de Jehová.”

14 Esto es lo que ha dicho Jehová contra todos mis malos vecinos, que están tocando la posesión hereditaria que yo hice que mi pueblo, aun Israel, poseyera: “Aquí voy a desarraigarlos de sobre su suelo; y a la casa de Judá desarraigaré de en medio de ellos. 15 Y tiene que ocurrir que, después de desarraigarlos, yo ciertamente volveré a tenerles misericordia y de veras los traeré de vuelta, cada uno a su posesión hereditaria y cada uno a su tierra”.

16 “Y tiene que ocurrir que si ellos sin falta aprenden los caminos de mi pueblo en cuanto a jurar por mi nombre: ‘¡Tan ciertamente como que Jehová vive!’, tal como ellos enseñaron a mi pueblo a jurar por Baal, ellos también serán edificados en medio de mi pueblo. 17 Pero si no obedecen, ciertamente desarraigaré también a esa nación, desarraigando y destruyéndo[la]”, es la expresión de Jehová.

13 Esto es lo que me ha dicho Jehová: “Ve, y tienes que conseguirte un cinto de lino y ponértelo sobre las caderas, pero no debes meterlo en agua”. 2 De manera que conseguí el cinto de acuerdo con la palabra de Jehová, y me lo puse sobre las caderas. 3 Y la palabra de Jehová procedió a ocurrirme por segunda vez, y dijo: 4 “Toma el cinto que conseguiste, que está sobre tus caderas, y levántate, ve al Éufrates, y escóndelo allí en una hendidura del peñasco”. 5 De modo que fui y lo escondí junto al Éufrates, tal como me había mandado Jehová.

6 Pero al cabo de muchos días aconteció que Jehová procedió a decirme: “Levántate, ve al Éufrates y toma de allí el cinto que te mandé esconder allí”. 7 En conformidad, fui al Éufrates y cavé y tomé el cinto del lugar en el cual lo había escondido, y, ¡mire!, el cinto se había arruinado; no servía para nada.

8 Entonces me ocurrió la palabra de Jehová, diciendo: 9 “Esto es lo que ha dicho Jehová: ‘De la misma manera arruinaré el orgullo de Judá y el abundante orgullo de Jerusalén. 10 Esta gente mala, que está rehusando obedecer mis palabras, que está andando en la terquedad de su corazón y que sigue andando tras otros dioses a fin de servirles e inclinarse ante ellos, también llegará a ser justamente como este cinto que no sirve para nada’. 11 ‘Porque tal como un cinto se adhiere a las caderas de un hombre, así hice que toda la casa de Israel y toda la casa de Judá se adhirieran aun a mí -es la expresión de Jehová-, a fin de que llegaran a ser para mí un pueblo y un nombre y una alabanza y una cosa hermosa; pero no obedecieron.’

12 ”Y tienes que decirles esta palabra: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová el Dios de Israel: “Todo jarro grande es algo que se llena de vino”’. Y ellos ciertamente te dirán: ‘¿Acaso no sabemos nosotros positivamente que todo jarro grande es algo que se llena de vino?’. 13 Y tienes que decirles: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová: “Miren, voy a llenar de borrachera a todos los habitantes de este país, y a los reyes que se sientan por David sobre su trono, y a los sacerdotes, y a los profetas, y a todos los habitantes de Jerusalén. 14 Y ciertamente los estrellaré uno contra otro, tanto a los padres como a los hijos, al mismo tiempo -es la expresión de Jehová-. No mostraré compasión, ni sentiré pena, y no tendré la misericordia de guardarme de arruinarlos”’.

15 ”Oigan, y presten oído. No sean altivos, porque Jehová mismo ha hablado. 16 Den gloria a Jehová su Dios, antes que él cause oscuridad y antes que los pies de ustedes se den uno contra otro en las montañas al entrar el crepúsculo vespertino. Y ciertamente esperarán que haya luz, y él realmente la hará sombra profunda; [la] convertirá en densas tinieblas. 17 Y si ustedes no quieren oír esto, en escondrijos llorará mi alma a causa del orgullo, y positivamente derramará lágrimas; y mi ojo dejará rodar lágrimas, porque el hato de Jehová habrá sido llevado cautivo.

18 ”Di al rey y a la dama: ‘Siéntense en un lugar más bajo, porque ciertamente caerá de sus cabezas su corona de hermosura’. 19 Las mismísimas ciudades del sur han sido cerradas, de manera que no hay nadie que [las] abra. Judá entero ha sido llevado al destierro. Ha sido llevado al destierro por completo.

20 ”Levanta tus ojos y ve a los que están viniendo del norte. ¿Dónde está el hato que se te dio, tu hermoso rebaño? 21 ¿Qué dirás cuando uno te dirija su atención, cuando tú misma les has enseñado como amigos íntimos a tu mismo lado al comienzo? ¿No se apoderarán de ti los mismísimos dolores de alumbramiento, como los de una esposa que está dando a luz? 22 Y cuando digas en tu corazón: ‘¿Por qué me han acaecido estas cosas?’, a causa de la abundancia de tu error se te han quitado las faldas como cubierta; han sido tratados violentamente tus talones.

23 ”¿Puede un cusita cambiar su piel?, ¿o un leopardo sus manchas? También pudieran hacer lo bueno ustedes mismos, que son personas a quienes se ha enseñado a hacer lo malo. 24 De modo que los esparciré como rastrojo que va pasando en el viento desde el desierto. 25 Esta es tu suerte, tu porción medida de parte mía -es la expresión de Jehová-, porque te has olvidado de mí y sigues cifrando tu confianza en la falsedad. 26 Y yo mismo también alzaré tus faldas sobre tu rostro, y ciertamente se verá tu deshonra, 27 tus actos de adulterio y tus relinchos, tu conducta relajada en prostitución. Sobre las colinas, en el campo, he visto tus cosas repugnantes. ¡Ay de ti, oh Jerusalén! No puedes ser limpia… ¿después de cuánto tiempo más?”.

14 [Esto es] lo que le ocurrió como palabra de Jehová a Jeremías respecto a los asuntos de las sequías: 2 Judá se ha dado al duelo, y sus mismísimas puertas se han desvanecido. Han quedado contristadas hasta la tierra, y aun el alarido de Jerusalén ha subido. 3 Y sus majestuosos mismos han enviado a sus insignificantes por agua. Han llegado a las zanjas. No han hallado agua. Han regresado con sus vasijas vacías. Han quedado avergonzados y han sido desilusionados, y se han cubierto la cabeza. 4 A causa del terreno que se ha resquebrajado por no haber ocurrido aguacero sobre la tierra, los labradores se han avergonzado; se han cubierto la cabeza. 5 Porque hasta la cierva en el campo ha parido, pero [lo] deja, pues resulta que no hubo hierba tierna. 6 Y las cebras mismas se han quedado paradas sobre las colinas peladas; con avidez han aspirado el viento como los chacales; sus ojos han fallado porque no hay vegetación. 7 Aunque nuestros propios errores de veras testifican contra nosotros, oh Jehová, actúa por causa de tu nombre; porque nuestros actos de infidelidad han llegado a ser muchos; contra ti hemos pecado.

8 Oh tú, la esperanza de Israel, el Salvador suyo en el tiempo de angustia, ¿por qué te haces como residente forastero en el país, y como viajero que se ha desviado para pasar la noche? 9 ¿Por qué te pones como hombre atónito, como hombre poderoso que no puede hacer nada en cuanto a salvar? Sin embargo, tú mismo estás en medio de nosotros, oh Jehová, y sobre nosotros tu propio nombre ha sido llamado. No nos falles.

10 Esto es lo que ha dicho Jehová respecto a este pueblo: “De esta manera han amado el vagar; no han tenido refrenados los pies. De modo que Jehová mismo no se ha complacido en ellos. Ahora se acordará del error de ellos y dará atención a sus pecados”.

11 Y Jehová procedió a decirme: “No ores a favor de este pueblo para bien alguno. 12 Cuando ayunan, no estoy escuchando su clamor rogativo; y cuando ofrecen el holocausto y la ofrenda de grano, no estoy complaciéndome en ellos; pues a espada y por hambre y por peste voy a acabar con ellos”.

13 Ante esto, yo dije: “¡Ay, oh Señor Soberano Jehová! Mira que los profetas están diciéndoles: ‘No verán espada, y no habrá hambre que les suceda a ustedes, sino que paz verdadera es lo que les daré en este lugar’”.

14 Y Jehová pasó a decirme: “Falsedad es lo que los profetas están profetizando en mi nombre. Yo no los he enviado, ni les he ordenado ni les he hablado. Una visión falsa y adivinación y una cosa que nada vale y la artimaña de su corazón es lo que ellos les están hablando proféticamente. 15 Por lo tanto, esto es lo que ha dicho Jehová respecto a los profetas que están profetizando en mi nombre y a quienes yo mismo no envié, y que están diciendo que no ocurrirá espada ni hambre en este país: ‘A espada y por hambre serán acabados aquellos profetas. 16 Y la mismísima gente a la que están profetizando llegará a ser gente echada fuera a las calles de Jerusalén a causa del hambre y de la espada, sin que haya quien los entierre… a ellos, sus esposas y sus hijos y sus hijas. Y ciertamente derramaré sobre ellos su calamidad’.

17 ”Y tienes que decirles esta palabra: ‘Que mis ojos dejen correr lágrimas noche y día, y que no se queden quietos, porque con un gran estallido la virgen hija de mi pueblo ha sido quebrantada, con un golpe de extrema enfermedad. 18 Si realmente salgo al campo, ¡ea!, ¡mira, los muertos a espada! Y si realmente entro en la ciudad, ¡mira, también, las dolencias resultantes del hambre! Porque tanto el profeta mismo como el sacerdote mismo han dado la vuelta hacia una tierra que no han conocido’”.

19 ¿Has rechazado absolutamente a Judá, o ha aborrecido tu alma aun a Sión? ¿Por qué nos has golpeado, de modo que no hay curación para nosotros? Hubo un esperar paz, pero no [vino] ningún bien; y tiempo de curación, y, ¡mira!, ¡terror! 20 De veras reconocemos, oh Jehová, nuestra iniquidad, el error de nuestros antepasados, porque hemos pecado contra ti. 21 No [nos] muestres falta de respeto, por causa de tu nombre; no desprecies tu glorioso trono. Recuerda; no rompas tu pacto con nosotros. 22 ¿Existe entre los vanos ídolos de las naciones quien haga caer lluvia, o acaso pueden hasta los cielos mismos dar chaparrones copiosos? ¿No eres tú Ese, oh Jehová nuestro Dios? Y en ti esperamos, porque tú mismo has hecho todas estas cosas.

15 Y Jehová procedió a decirme: “Si Moisés y Samuel estuvieran de pie delante de mí, mi alma no estaría hacia este pueblo. Habría un despedirlos de delante de mi rostro, para que salieran. 2 Y tiene que ocurrir que si te dijeran: ‘¿Adónde saldremos?’, también tienes que decirles: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová: “¡El que esté para la plaga mortífera, a la plaga mortífera! ¡Y el que esté para la espada, a la espada! ¡Y el que esté para el hambre, al hambre! ¡Y el que esté para el cautiverio, al cautiverio!”’.

3 ”‘Y ciertamente comisionaré sobre ellos cuatro familias -es la expresión de Jehová-: la espada para matar, y los perros para arrastrar, y las criaturas voladoras de los cielos y las bestias de la tierra para comer y arruinar. 4 Y ciertamente los daré para trepidación a todos los reinos de la tierra, a causa de Manasés hijo de Ezequías, el rey de Judá, por lo que hizo en Jerusalén. 5 Porque, ¿quién te mostrará compasión, oh Jerusalén, y quién se condolerá de ti, y quién se desviará para preguntar acerca de tu bienestar?’

6 ”‘Tú misma me has abandonado -es la expresión de Jehová-. Hacia atrás es como sigues andando. Y extenderé mi mano contra ti y te arruinaré. Me he cansado de sentir pesar. 7 Y los aventaré con un bieldo en las puertas del país. Ciertamente [los] privaré de hijos. De veras destruiré a mi pueblo, [puesto que] no se han vuelto de sus propios caminos. 8 Para mí sus viudas han llegado a ser más numerosas que los granos de arena de los mares. Ciertamente traeré para ellos, sobre madre, sobre joven, al violento despojador al mediodía. Ciertamente haré caer sobre ellos de repente excitación y disturbios. 9 La mujer que dio a luz siete se ha desvanecido; su alma ha luchado por aliento. Se ha puesto su sol mientras todavía es de día; este se ha avergonzado y ha quedado corrido.’ ‘Y a la espada daré el simple resto de ellos delante de sus enemigos’, es la expresión de Jehová”.

10 ¡Ay de mí, oh madre mía, porque me has dado a luz, hombre sujeto a riña y hombre sujeto a contienda con toda la tierra! No he dado un préstamo, y no me han dado un préstamo. Todos ellos están invocando el mal contra mí.

11 Jehová ha dicho: “De seguro te ministraré, sí, para bien. De seguro intercederé por ti, sí, en el tiempo de la calamidad y en el tiempo de la angustia, contra el enemigo. 12 ¿Puede uno quebrar en pedazos el hierro, hierro del norte, y cobre? 13 Tus recursos y tus tesoros daré para simple saqueo, no por precio, sino por todos tus pecados, aun en todos tus territorios. 14 Y ciertamente [los] haré pasar con tus enemigos a una tierra que no has conocido. Porque un fuego mismo se ha encendido en mi cólera. Contra ustedes está ardiendo”.

15 Tú mismo has sabido. Oh Jehová, acuérdate de mí y dirígeme tu atención y véngame de mis perseguidores. En tu tardanza para la cólera, no me quites. Nota que he soportado oprobio por causa de ti mismo. 16 Fueron halladas tus palabras, y procedí a comerlas; y tu palabra llega a ser para mí el alborozo y el regocijo de mi corazón; porque tu nombre ha sido llamado sobre mí, oh Jehová Dios de los ejércitos. 17 No me he sentado en el grupo íntimo de los que gastan bromas, para empezar entonces a alborozarme. A causa de tu mano me he sentado absolutamente solo, porque es con denunciación con lo que me has llenado. 18 ¿Por qué se ha hecho crónico mi dolor, e incurable mi golpe? Ha rehusado sanarse. Tú positivamente llegas a ser para mí como una cosa engañosa, como aguas que han resultado indignas de confianza.

19 Por lo tanto, esto es lo que ha dicho Jehová: “Si te vuelves, entonces te traeré de vuelta. Delante de mí estarás de pie. Y si sacas lo que es precioso de las cosas que nada valen, llegarás a ser como mi propia boca. Ellos mismos se volverán a ti, pero tú mismo no te volverás a ellos”.

20 “Y yo he hecho que seas para este pueblo un muro fortificado de cobre; y ciertamente pelearán contra ti, pero no prevalecerán contra ti. Porque yo estoy contigo, para salvarte y para librarte -es la expresión de Jehová-. 21 Y ciertamente te libraré de la mano de los malos, y ciertamente te redimiré de la palma de los tiránicos.”

16 Y continuó ocurriéndome la palabra de Jehová, y dijo: 2 “No debes tomar para ti esposa, y no debes llegar a tener hijos e hijas en este lugar. 3 Porque esto es lo que ha dicho Jehová respecto a los hijos y respecto a las hijas que nacen en este lugar, y respecto a sus madres que los están dando a luz y respecto a sus padres que están causando su nacimiento en este país: 4 ‘De muertes por dolencias morirán. No serán plañidos, ni serán enterrados. Como estiércol sobre la superficie del suelo llegarán a ser; y a espada y por hambre serán acabados, y sus cuerpos muertos realmente servirán de alimento para las criaturas voladoras de los cielos y para las bestias de la tierra’.

5 ”Porque esto es lo que ha dicho Jehová: ‘No entres en la casa de un banquete de dolientes, y no vayas para plañir, y no te conduelas de ellos’.

”‘Porque yo he quitado mi paz de este pueblo -es la expresión de Jehová-, aun bondad amorosa y misericordias. 6 Y ciertamente morirán, los grandes y los pequeños, en esta tierra. No serán enterrados, ni se golpeará la gente por ellos, ni se hará nadie cortaduras ni se hará calvo por ellos. 7 Y no les repartirán pan a causa del duelo para consolar a alguien por el muerto; ni les darán a beber la copa de consolación a causa del padre de uno ni a causa de la madre de uno. 8 Y no debes entrar en ninguna casa de banquete para sentarte con ellos a comer y a beber.’

9 ”Porque esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Miren, voy a hacer cesar de este lugar, ante los ojos de ustedes y en sus días, la voz de alborozo y la voz de regocijo, la voz del novio y la voz de la novia’.

10 ”Y tiene que ocurrir que, cuando anuncies a este pueblo todas estas palabras, y ellos realmente te digan: ‘¿Por qué razón ha hablado Jehová contra nosotros toda esta gran calamidad, y cuál es nuestro error y cuál es nuestro pecado con el cual hemos pecado contra Jehová nuestro Dios?’, 11 también tienes que decirles: ‘“Por la razón de que sus padres me dejaron -es la expresión de Jehová- y siguieron yendo tras otros dioses y sirviéndoles e inclinándose ante ellos. Pero a mí me dejaron, y no guardaron mi ley. 12 Y ustedes mismos han actuado peor en su obrar que sus padres, y aquí están ustedes andando cada uno tras la terquedad de su corazón malo al no obedecerme. 13 Y ciertamente los arrojaré de sobre esta tierra a la tierra que ustedes mismos no han conocido, ni sus padres, y allí tendrán que servir a otros dioses día y noche, porque no les daré favor alguno”’.

14 ”‘Por lo tanto, ¡miren!, vienen días -es la expresión de Jehová- cuando ya no se dirá: “¡Tan ciertamente como que vive Jehová que hizo subir a los hijos de Israel de la tierra de Egipto!”, 15 sino: “¡Tan ciertamente como que vive Jehová que hizo subir a los hijos de Israel de la tierra del norte y de todas las tierras a las cuales los había dispersado!”, y ciertamente los traeré de vuelta a su terreno, el cual di a sus antepasados.’

16 ”‘Aquí voy a enviar a llamar muchos pescadores -es la expresión de Jehová-, y ciertamente los pescarán; y después enviaré a llamar muchos cazadores, y ciertamente los cazarán de toda montaña y de toda colina y de las hendiduras de los peñascos. 17 Porque mis ojos están sobre todos sus caminos. No han estado ocultos de delante de mí, ni ha estado escondido su error de enfrente de mis ojos. 18 Y, en primer lugar, ciertamente pagaré la plena cantidad de su error y de su pecado, por razón de que profanaron mi tierra. Con los cadáveres de sus cosas repugnantes y sus cosas detestables habían llenado mi herencia’”.

19 Oh Jehová mi fuerza y mi plaza fuerte, y mi lugar adonde huir en el día de angustia, a ti vendrán las naciones mismas desde los cabos de la tierra, y dirán: “Realmente nuestros antepasados llegaron a poseer pura falsedad, vanidad y cosas en las que no había nada provechoso”. 20 ¿Puede el hombre terrestre hacerse dioses cuando ellos no son dioses?

21 “Por lo tanto, ¡miren!, voy a hacerles saber; en esta sola vez les haré conocer mi mano y mi poderío, y tendrán que saber que mi nombre es Jehová.”

17 “El pecado de Judá está escrito con un estilo de hierro. Con punta de diamante está grabado en la tabla de su corazón, y en los cuernos de sus altares, 2 cuando sus hijos se acuerdan de sus altares y de sus postes sagrados al lado de un árbol frondoso, sobre las colinas altas, 3 [sobre] las montañas en el campo. Tus recursos, todos tus tesoros, los daré para simple saqueo… tus lugares altos a causa de pecado por todas partes de tus territorios. 4 Y soltaste, sí, de tu propia cuenta, la posesión hereditaria que yo te había dado. Yo también ciertamente te haré servir a tus enemigos en la tierra que no has conocido; porque como fuego ustedes han sido encendidos en mi cólera. Hasta tiempo indefinido se mantendrá ardiendo.”

5 Esto es lo que ha dicho Jehová: “Maldito es el hombre físicamente capacitado que cifra su fiada expectativa en el hombre terrestre y realmente hace de la carne su brazo, y cuyo corazón se aparta de Jehová mismo. 6 Y ciertamente llegará a ser como un árbol solitario en la llanura desértica y no verá cuando venga el bien; sino que tendrá que residir en lugares abrasados del desierto, en una región salada que no está habitada. 7 Bendito es el hombre físicamente capacitado que confía en Jehová, y cuya confianza Jehová ha llegado a ser. 8 Y ciertamente llegará a ser como un árbol plantado junto a las aguas, que envía sus raíces al mismísimo lado de la corriente de agua; y no verá cuando venga el calor, sino que su follaje realmente resultará frondoso. Y en el año de sequía no se inquietará, ni dejará de producir fruto.

9 ”El corazón es más traicionero que cualquier otra cosa, y es desesperado. ¿Quién puede conocerlo? 10 Yo, Jehová, estoy escudriñando el corazón, examinando los riñones, aun para dar a cada uno conforme a sus caminos, conforme al fruto de sus tratos. 11 [Como] la perdiz que ha reunido lo que no ha puesto es el que acumula riquezas, pero no con justicia. A la mitad de sus días las dejará, y a su final resultará insensato”.

12 Allí está el trono glorioso en alto desde el comienzo; es el lugar de nuestro santuario. 13 Oh Jehová, la esperanza de Israel, todos los que están dejándote quedarán avergonzados. Los que apostatan de mí serán escritos hasta en la tierra, porque han dejado a la fuente de agua viva, Jehová. 14 Sáname, oh Jehová, y quedaré sanado. Sálvame, y ciertamente seré salvado; porque tú eres mi alabanza.

15 ¡Mira! Hay aquellos que me dicen: “¿Dónde está la palabra de Jehová? Que entre, por favor”. 16 Pero en cuanto a mí, yo no me apresuré para dejar de ser pastor en pos de ti, y no mostré desear con vehemencia el día de la desesperación. Tú mismo has conocido la expresión de mis labios; enfrente de tu rostro ha ocurrido. 17 No llegues a ser para mí una cosa aterradora. Tú eres mi refugio en el día de la calamidad. 18 Que mis perseguidores queden avergonzados, pero que yo personalmente no quede avergonzado. Que ellos sean los que hayan de ser sobrecogidos de terror, pero que yo personalmente no sea sobrecogido de terror. Trae sobre ellos el día de la calamidad, y quebrántalos hasta con doble quebranto.

19 Esto es lo que me ha dicho Jehová: “Ve, y tienes que estar de pie en la puerta de los hijos del pueblo por la cual entran los reyes de Judá y por la cual salen, y en todas las puertas de Jerusalén. 20 Y tienes que decirles: ‘Oigan la palabra de Jehová, reyes de Judá, y todo Judá, y todos ustedes los habitantes de Jerusalén, que están entrando por estas puertas. 21 Esto es lo que ha dicho Jehová: “Cuiden de sus almas, y no lleven en día de sábado carga alguna que tengan que introducir por las puertas de Jerusalén. 22 Y no deben sacar carga alguna de sus hogares en día de sábado; y no deben hacer ningún trabajo. Y tienen que santificar el día de sábado, tal como mandé a sus antepasados; 23 pero ellos no escucharon ni inclinaron su oído, y procedieron a endurecer su cerviz para no oír y para no recibir disciplina”’.

24 ”‘“Y tiene que ocurrir que, si ustedes me obedecen estrictamente -es la expresión de Jehová- al no introducir carga alguna por las puertas de esta ciudad en día de sábado, y al santificar el día de sábado no haciendo en él trabajo alguno, 25 también ciertamente entrarán por las puertas de esta ciudad reyes con príncipes, que se sentarán sobre el trono de David, que montarán en el carro y sobre caballos, ellos y sus príncipes, los hombres de Judá y los habitantes de Jerusalén; y esta ciudad ciertamente será habitada hasta tiempo indefinido. 26 Y gente realmente vendrá de las ciudades de Judá y de los alrededores de Jerusalén y de la tierra de Benjamín y de la tierra baja y de la región montañosa y del Négueb, trayendo holocausto y sacrificio y ofrenda de grano y olíbano, y trayendo sacrificio de acción de gracias a la casa de Jehová.

27 ”’”Pero si ustedes no me obedecen mediante santificar el día de sábado y no llevar carga, sino que hay un entrar [con ella] por las puertas de Jerusalén en el día de sábado, yo también ciertamente encenderé un fuego en las puertas de ella, y este ciertamente devorará las torres de habitación de Jerusalén, y no se extinguirá”’”.

18 La palabra que le ocurrió a Jeremías de parte de Jehová, diciendo: 2 “Levántate, y tienes que bajar a la casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras”.

3 Y procedí a bajar a la casa del alfarero, y allí estaba él haciendo un trabajo sobre las ruedas del alfarero. 4 Y la vasija que él estaba haciendo con el barro la echó a perder la mano del alfarero, y él volvió atrás y se puso a hacer de ella otra vasija, tal como pareció recto a los ojos del alfarero hacerla.

5 Y la palabra de Jehová continuó ocurriéndome, y dijo: 6 “‘¿No puedo yo hacer con ustedes justamente como este alfarero, oh casa de Israel? -es la expresión de Jehová-. ¡Miren! Como el barro en la mano del alfarero, así son ustedes en mi mano, oh casa de Israel. 7 En cualquier momento que yo hable contra una nación y contra un reino para desarraigar[la] y para demoler[la] y para destruir[la], 8 y esa nación realmente se vuelva de su maldad contra la cual haya hablado, yo también ciertamente sentiré pesar por la calamidad que haya pensado ejecutar en ella. 9 Pero en cualquier momento que yo hable respecto de una nación y respecto de un reino para edificar[la] y para plantar[la], 10 y esta realmente haga lo que es malo a mis ojos al no obedecer mi voz, yo también ciertamente sentiré pesar por el bien que yo [me] hubiera dicho que haría para su bien’.

11 ”Y ahora di, por favor, a los hombres de Judá y a los habitantes de Jerusalén: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová: “Aquí voy a formar contra ustedes una calamidad y pensar contra ustedes un pensamiento. Vuélvanse, por favor, cada uno de su camino malo, y hagan buenos sus caminos y sus tratos”’”.

12 Y ellos dijeron: “¡Es inútil! Porque tras nuestros propios pensamientos andaremos, y vamos a llevar a cabo cada cual la terquedad de su corazón malo”.

13 Por lo tanto, esto es lo que ha dicho Jehová: “Pregunten ustedes mismos, por favor, entre las naciones. ¿Quién ha oído cosas como estas? Hay una cosa horrible que la virgen de Israel ha hecho en exceso. 14 ¿Acaso la nieve del Líbano se irá de la roca del campo abierto? ¿O se secarán las aguas extrañas, frescas, que fluyen suavemente? 15 Porque mi pueblo me ha olvidado, puesto que hacen humo de sacrificio a algo inútil, y puesto que hacen tropezar a los hombres en sus caminos, las sendas de mucho tiempo atrás, para andar en veredas, un camino no terraplenado, 16 a fin de hacer de su tierra un objeto de pasmo, de qué silbar hasta tiempo indefinido. Todo el que vaya pasando junto a ella, sin excepción, se quedará mirando pasmado y sacudirá la cabeza. 17 Como con un viento del este los esparciré delante del enemigo. La espalda, y no el rostro, les mostraré en el día de su desastre”.

18 Y ellos procedieron a decir: “Vengan, e ideemos contra Jeremías algunos pensamientos, porque la ley no perecerá del sacerdote, ni el consejo del sabio, ni la palabra del profeta. Vengan e hirámoslo con la lengua, y no prestemos atención a ninguna de sus palabras”.

19 De veras préstame atención, oh Jehová, y escucha la voz de mis contrarios. 20 ¿Debe pagarse con mal el bien? Porque han excavado un hoyo para mi alma. Acuérdate de cómo estuve de pie delante de ti para hablar lo bueno hasta acerca de ellos, para volver de contra ellos tu furia. 21 Por lo tanto, da sus hijos al hambre, y entrégalos al poder de la espada; y lleguen a ser sus esposas mujeres privadas de hijos, y viudas. Y lleguen a ser sus propios hombres aquellos a quienes la plaga mortífera mate, sus jóvenes aquellos derribados a espada en la batalla. 22 Óigase un alarido desde sus casas, cuando de repente traigas sobre ellos una partida merodeadora. Porque han excavado un hoyo para capturarme, y han escondido trampas para mis pies.

23 Pero tú mismo, oh Jehová, bien sabes todo su consejo contra mí para [mi] muerte. No encubras su error, y no borres ese pecado suyo de delante de ti; antes bien, que lleguen a ser aquellos a quienes se haga tropezar delante de ti. En el tiempo de tu cólera, ponte en acción contra ellos.

19 Esto es lo que dijo Jehová: “Ve, y tienes que conseguir un frasco de barro de alfarero, y a algunos de los ancianos del pueblo y a algunos de los ancianos de los sacerdotes. 2 Y tienes que salir al valle del hijo de Hinón, que está a la entrada de la Puerta de los Tiestos. Y allí tienes que proclamar las palabras que yo te hablaré. 3 Y tienes que decir: ‘Oigan la palabra de Jehová, oh reyes de Judá y ustedes los habitantes de Jerusalén. Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel:

”’“Miren, voy a traer sobre este lugar una calamidad que, cuando alguien oiga de ella, le retiñirán los oídos; 4 por la razón de que ellos me han dejado y han procedido a hacer que este lugar no pueda reconocerse, y a hacer en él humo de sacrificio a otros dioses que no habían conocido, ellos ni sus antepasados ni los reyes de Judá; y han llenado este lugar de la sangre de los inocentes. 5 Y edificaron los lugares altos del Baal para quemar a sus hijos en el fuego como holocaustos al Baal, cosa que yo no había mandado ni de la cual había hablado, y que no había subido a mi corazón”’.

6 ”‘“Por lo tanto, ¡miren!, vienen días -es la expresión de Jehová- en que este lugar ya no se llamará Tófet ni el valle del hijo de Hinón, sino el valle de la matanza. 7 Y ciertamente haré nulo el consejo de Judá y de Jerusalén en este lugar, y de veras haré que caigan a espada delante de sus enemigos y por la mano de los que buscan su alma. Y ciertamente daré sus cuerpos muertos como alimento a las criaturas voladoras de los cielos y a las bestias de la tierra. 8 Y de veras haré de esta ciudad un objeto de pasmo y algo de qué silbar. Todo el que vaya pasando junto a ella, sin excepción, se quedará mirando pasmado y silbará a causa de todas sus plagas. 9 Y ciertamente haré que coman la carne de sus hijos y la carne de sus hijas; y comerán cada cual la carne de su semejante, a causa de la estrechez y a causa de la tensión con la que los cercarán sus enemigos y los que buscan su alma.”’

10 ”Y tienes que quebrar el frasco ante los ojos de los hombres que van contigo. 11 Y tienes que decirles: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos: “De la misma manera quebraré yo a este pueblo y a esta ciudad como quiebra alguien la vasija del alfarero de modo que ya no puede componerse; y en Tófet enterrarán hasta que no haya más lugar para enterrar”’.

12 ”‘Así es como haré a este lugar -es la expresión de Jehová- y a sus habitantes, hasta para hacer que esta ciudad sea como Tófet. 13 Y las casas de Jerusalén y las casas de los reyes de Judá tienen que llegar a ser como el lugar de Tófet, inmundas, es decir, todas las casas sobre cuyos techos hicieron humo de sacrificio a todo el ejército de los cielos y hubo derramamiento de libaciones a otros dioses’”.

14 Y Jeremías procedió a venir de Tófet, adonde Jehová lo había enviado para profetizar, y a estar de pie en el patio de la casa de Jehová y a decir a todo el pueblo: 15 “Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Mira, voy a traer sobre esta ciudad y sobre todas sus ciudades toda la calamidad que he hablado contra ella, porque ellos han endurecido su cerviz para no obedecer mis palabras’”.

20 Ahora bien, Pasjur hijo de Imer, el sacerdote, que también era el principal comisionado en la casa de Jehová, siguió escuchando a Jeremías mientras este profetizaba estas palabras. 2 Entonces Pasjur golpeó a Jeremías el profeta y lo puso en el cepo que había en la Puerta Superior de Benjamín, que estaba en la casa de Jehová. 3 Pero al día siguiente aconteció que Pasjur procedió a dejar salir a Jeremías del cepo, y Jeremías ahora le dijo:

“Jehová te ha llamado por nombre, no Pasjur, sino Terror todo en derredor. 4 Porque esto es lo que ha dicho Jehová: ‘Mira, voy a hacer que seas un terror a ti mismo y a todos tus amadores, y ellos ciertamente caerán por la espada de sus enemigos mientras tus ojos estén mirando; y a todo Judá daré en mano del rey de Babilonia, y él realmente los llevará al destierro en Babilonia y los derribará a espada. 5 Y ciertamente daré todas las cosas almacenadas de esta ciudad y todo su producto y todas sus cosas preciosas; y todos los tesoros de los reyes de Judá voy a dar en la mano de sus enemigos. Y ellos ciertamente los saquearán y los tomarán y los llevarán a Babilonia. 6 Y en cuanto a ti, oh Pasjur, y todos los habitantes de tu casa, se irán al cautiverio; y a Babilonia llegarás, y allí morirás, y allí serás enterrado tú mismo con todos tus amadores, porque les has profetizado en falsedad’”.

7 Me has embaucado, oh Jehová, de modo que fui embaucado. Usaste tu fuerza contra mí, de modo que prevaleciste. Vine a ser objeto de risa todo el día; todos me hacen escarnio. 8 Porque cuantas veces grito, clamo. Violencia y expoliación son lo que clamo. Porque la palabra de Jehová vino a ser para mí causa de oprobio y de mofa todo el día. 9 Y dije: “No voy a hacer mención de él, y no hablaré más en su nombre”. Y en mi corazón resultó ser como un fuego ardiente, encerrado en mis huesos; y me cansé de contener, y no pude [aguantarlo]. 10 Porque oí el mal informe de muchos. Había terror todo en derredor. “Anuncien, para que anunciemos nosotros acerca de él.” Todo hombre mortal me dice: “¡Paz!”… se mantienen alerta a mi cojear: “Quizás sea embaucado, para que prevalezcamos contra él y tomemos en él nuestra venganza”. 11 Pero Jehová estuvo conmigo como un terrible poderoso. Por eso los mismísimos que me persiguen tropezarán y no prevalecerán. Ciertamente quedarán muy avergonzados, porque no habrán prosperado. [Su] humillación, de duración indefinida, será una que no se olvidará.

12 Pero tú, oh Jehová de los ejércitos, estás examinando al justo; estás viendo los riñones y el corazón. Vea yo tu venganza en ellos, porque a ti te he revelado mi litigio.

13 ¡Canten a Jehová! ¡Alaben a Jehová! Porque él ha librado el alma del pobre de la mano de los malhechores.

14 ¡Maldito sea el día en que nací! ¡No llegue a ser bendecido el día en que mi madre me dio a luz! 15 ¡Maldito sea el hombre que le llevó buenas nuevas a mi padre, y dijo: “¡Te ha nacido un hijo, un varón!”. Positivamente lo regocijó. 16 Y ese mismo hombre tiene que llegar a ser como ciudades que Jehová ha derribado mientras Él no ha sentido pesar. Y él tendrá que oír un alarido por la mañana y una señal de alarma a la hora del mediodía.

17 ¿Por qué no me dio muerte definitivamente desde la matriz, para que mi madre llegara a ser para mí mi sepultura, y su matriz estuviera preñada hasta tiempo indefinido? 18 ¿Por qué he salido de la mismísima matriz para ver duro trabajo y desconsuelo y para que mis días se acaben en pura vergüenza?

21 La palabra que le ocurrió a Jeremías de parte de Jehová, cuando el rey Sedequías envió a donde él a Pasjur hijo de Malkías y a Sofonías hijo de Maaseya, el sacerdote, diciendo: 2 “Por favor inquiere de Jehová por nosotros, porque Nabucodorosor el rey de Babilonia está haciendo guerra contra nosotros. Tal vez Jehová haga con nosotros conforme a todas sus obras maravillosas, de manera que aquel se retire de nosotros”.

3 Y Jeremías procedió a decirles: “Esto es lo que dirán a Sedequías: 4 ‘Esto es lo que ha dicho Jehová el Dios de Israel: “Mira, voy a volver en dirección contraria las armas de guerra que están en las manos de ustedes, con las cuales están peleando contra el rey de Babilonia y los caldeos que los tienen sitiados fuera del muro, y ciertamente reuniré a estos en medio de esta ciudad. 5 Y yo mismo ciertamente pelearé contra ustedes con mano extendida y con brazo fuerte y con cólera y con furia y con gran indignación. 6 Y de veras golpearé a los habitantes de esta ciudad, tanto a hombre como a bestia. De una gran peste morirán”’.

7 ”‘“Y después de eso -es la expresión de Jehová-, daré a Sedequías el rey de Judá y a sus siervos y al pueblo y a los que en esta ciudad queden de la peste, de la espada y del hambre, en la mano de Nabucodorosor el rey de Babilonia, aun en la mano de los enemigos de ellos y en la mano de los que están buscando su alma, y él ciertamente los herirá a filo de espada. No les tendrá lástima, ni mostrará compasión ni tendrá misericordia alguna.”’

8 ”Y a este pueblo dirás: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová: “Aquí pongo delante de ustedes el camino de la vida y el camino de la muerte. 9 El que se quede sentado en esta ciudad morirá a espada y del hambre y de la peste; pero el que esté saliendo y realmente se pase a los caldeos que los tienen sitiados seguirá viviendo, y su alma ciertamente llegará a ser suya como despojo”’.

10 ”‘“Porque he fijado mi rostro contra esta ciudad para calamidad y no para bien -es la expresión de Jehová-. En la mano del rey de Babilonia será dada, y él ciertamente la quemará con fuego.”

11 ”’Y en cuanto a la casa del rey de Judá, oigan ustedes la palabra de Jehová. 12 Oh casa de David, esto es lo que ha dicho Jehová: “Cada mañana rindan fallo en justicia, y libren a la víctima del robo de la mano del defraudador, para que no salga mi furia justamente como fuego y realmente arda y no haya quien la extinga a causa de la maldad de sus tratos”.’

13 ”‘Aquí estoy contra ti, oh moradora de la llanura baja, oh roca de la tierra llana -es la expresión de Jehová-. En cuanto a ustedes los que están diciendo: “¿Quién descenderá contra nosotros? ¿Y quién entrará en nuestras moradas?”, 14 yo también ciertamente pediré cuentas a ustedes conforme al fruto de sus tratos -es la expresión de Jehová-. Y de veras encenderé un fuego en el bosque de ella, y ciertamente devorará todas las cosas en derredor de ella’”.

22 Esto es lo que ha dicho Jehová: “Baja a la casa del rey de Judá, y tienes que hablar allí esta palabra. 2 Y tienes que decir: ‘Oye la palabra de Jehová, oh rey de Judá que estás sentado en el trono de David, tú con tus siervos y tu pueblo, los que están entrando por estas puertas. 3 Esto es lo que ha dicho Jehová: “Hagan derecho y justicia, y libren de la mano del defraudador a la víctima del robo; y no maltraten a ningún residente forastero, huérfano de padre ni viuda. No [les] hagan violencia. Y no derramen sangre inocente en este lugar. 4 Porque si ustedes sin falta ejecutan esta palabra, también ciertamente entrarán por las puertas de esta casa los reyes que se sienten por David sobre su trono, montados en carros y en caballos, él con sus siervos y su pueblo”’.

5 ”‘Pero si ustedes no obedecen estas palabras, por mí mismo de veras juro -es la expresión de Jehová- que esta casa llegará a ser simplemente un lugar devastado.’

6 ”Porque esto es lo que ha dicho Jehová respecto a la casa del rey de Judá: ‘Tú eres para mí como Galaad, la cabeza del Líbano. Con toda seguridad haré de ti un desierto; en cuanto a las ciudades, ni una sola será habitada. 7 Y ciertamente santificaré contra ti a los que traigan ruina, a cada uno y sus armas; y tendrán que cortar los más selectos de tus cedros y hacer que caigan en el fuego. 8 Y muchas naciones realmente pasarán junto a esta ciudad, y una dirá a la otra: “¿Por qué razón hizo Jehová así a esta gran ciudad?”. 9 Y tendrán que decir: “Por razón de que dejaron el pacto de Jehová su Dios y procedieron a inclinarse a otros dioses, y a servirles”’.

10 ”No lloren ustedes al muerto, y no se conduelan por él. Lloren profusamente por el que está yéndose, porque no volverá más, y realmente no verá la tierra de sus parientes. 11 Porque esto es lo que ha dicho Jehová acerca de Salum hijo de Josías, el rey de Judá que está reinando en lugar de Josías su padre, que ha salido de este lugar: ‘No volverá más allí. 12 Porque en el lugar adonde lo han llevado en destierro morirá, y ya no verá esta tierra’.

13 ”¡Ay de aquel que edifica su casa, pero no con justicia, y sus cámaras superiores, pero no con derecho, por el uso de su semejante que le sirve de balde, y cuyo salario él no le da!; 14 el que dice: ‘Voy a edificarme una casa espaciosa y cámaras superiores holgadas; y mis ventanas tendrán que ser ensanchadas para ella, y el enmaderar será con cedro, y embadurnado con bermellón’. 15 ¿Continuarás reinando porque estás compitiendo por el uso del cedro? En cuanto a tu padre, ¿no comió y bebió y ejecutó derecho y justicia? En aquel caso le fue bien. 16 Él defendió la reclamación legal del afligido y del pobre. En aquel caso aquello marchó bien. ‘¿No era ese un caso de conocerme? -es la expresión de Jehová-. 17 Con toda seguridad tus ojos y tu corazón están puestos solamente sobre tu ganancia injusta, y sobre la sangre del inocente para derramar[la], y sobre el defraudar y sobre la extorsión a fin de ocuparte en [estos].’

18 ”Por lo tanto, esto es lo que ha dicho Jehová respecto a Jehoiaquim hijo de Josías, el rey de Judá: ‘No lo plañirán: “¡Ay, hermano mío! Y ¡ay, hermana [mía]!”. No lo plañirán: “¡Ay, oh amo! Y ¡ay, su dignidad!”. 19 Con el entierro de un asno será enterrado, con un llevar arrastrando y un echar afuera, más allá de las puertas de Jerusalén’.

20 ”Sube al Líbano y clama, y en Basán da salida a tu voz. Y clama desde Abarim, porque todos los que te amaban intensamente han sido quebrados. 21 Yo te hablé cuando te hallabas libre de cuidado. Dijiste: ‘No obedeceré’. Este ha sido tu proceder desde tu juventud, pues no obedeciste mi voz. 22 Un viento pastoreará a todos tus propios pastores; y en cuanto a los que te aman intensamente, se irán al cautiverio mismo. Porque en aquel tiempo te avergonzarás y ciertamente te sentirás humillada a causa de toda tu calamidad. 23 Oh tú, que estás morando en el Líbano, anidada en los cedros, ¡cómo suspirarás, de veras, cuando llegues a estar con dolores, los dolores de parto como los de una mujer que está dando a luz!”.

24 “‘¡Tan ciertamente como que vivo yo -es la expresión de Jehová-, aun si Conías hijo de Jehoiaquim, el rey de Judá, fuera el anillo de sellar sobre mi diestra, de allí te arrancaría! 25 Y ciertamente te daré en la mano de los que están buscando tu alma, y en la mano de los que te tienen asustado, y en la mano de Nabucodorosor el rey de Babilonia, y en la mano de los caldeos. 26 Y ciertamente los arrojaré a ti y a tu madre que te dio a luz a otra tierra en la cual ustedes no nacieron, y allí es donde morirán. 27 Y a la tierra a la cual ellos estarán alzando su alma para volver, a ella no volverán. 28 ¿Es este hombre Conías una mera forma despreciada, hecha añicos, o una vasija que no ocasiona deleite? ¿Por qué tienen que ser arrojados hacia abajo él mismo y su prole, y echados a la tierra que no han conocido?’

29 ”Oh tierra, tierra, tierra, oye la palabra de Jehová. 30 Esto es lo que ha dicho Jehová: ‘Inscriban a este hombre como sin hijos, como un hombre físicamente capacitado que no tendrá ningún éxito en sus días; porque de su prole ni uno solo tendrá éxito, de modo que se siente sobre el trono de David y gobierne ya en Judá’.”

23 “¡Ay de los pastores que están destruyendo y esparciendo las ovejas de mi apacentamiento!”, es la expresión de Jehová.

2 Por lo tanto, esto es lo que ha dicho Jehová el Dios de Israel contra los pastores que están pastoreando a mi pueblo: “Ustedes mismos han esparcido mis ovejas; y siguieron dispersándolas, y no han dirigido su atención a ellas”.

“Aquí voy a dirigir mi atención a ustedes por la maldad de sus tratos”, es la expresión de Jehová.

3 “Y yo mismo juntaré al resto de mis ovejas de todas las tierras a las cuales las había dispersado, y ciertamente las traeré de vuelta a su apacentadero, y de veras serán fructíferas y llegarán a ser muchas. 4 Y ciertamente levantaré sobre ellas pastores que realmente las pastorearán; y ellas ya no tendrán miedo, ni se sobrecogerán de terror alguno, y no faltará ninguna”, es la expresión de Jehová.

5 “¡Miren! Vienen días -es la expresión de Jehová-, y yo ciertamente levantaré a David un brote justo. Y un rey ciertamente reinará y actuará con discreción y ejecutará derecho y justicia en la tierra. 6 En sus días Judá será salvado, e Israel mismo residirá en seguridad. Y este es su nombre con el cual se le llamará: Jehová Es Nuestra Justicia.”

7 “Por lo tanto, ¡miren!, vienen días -es la expresión de Jehová-, y ya no dirán: ‘Vive Jehová que hizo subir a los hijos de Israel de la tierra de Egipto’, 8 sino: ‘Vive Jehová que hizo subir y que hizo entrar a la prole de la casa de Israel de la tierra del norte y de todas las tierras a las cuales yo los he dispersado’, y ciertamente morarán en su propio suelo.”

9 En cuanto a los profetas, se ha quebrantado mi corazón dentro de mí. Todos mis huesos han empezado a estremecerse. Me he puesto como un hombre que está borracho, y como un hombre físicamente capacitado a quien el vino ha vencido, a causa de Jehová y a causa de sus santas palabras. 10 Porque de adúlteros se ha llenado la tierra. Porque a causa de la maldición la tierra se ha dado al duelo, los pastos del desierto se han secado; y la manera de proceder de ellos resulta mala, y su poderío no es recto.

11 “Porque tanto el profeta mismo como el sacerdote mismo se han contaminado. También en mi propia casa he hallado su maldad -es la expresión de Jehová-. 12 Por lo tanto, su camino llegará a ser para ellos como resbaladeros en las tinieblas, en el cual serán empujados y ciertamente caerán.”

“Porque yo traeré sobre ellos una calamidad, el año en que se les dé atención -es la expresión de Jehová-. 13 Y en los profetas de Samaria he visto impropiedad. Han actuado como profetas [incitados] por Baal, y siguen haciendo que mi pueblo, aun Israel, ande errante. 14 Y en los profetas de Jerusalén he visto cosas horribles, el cometer adulterio y andar en falsedad; y han fortalecido las manos de los malhechores para que no se vuelvan, cada cual de su propia maldad. Para mí todos ellos han llegado a ser como Sodoma, y los habitantes de ella como Gomorra.”

15 Por lo tanto, esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos contra los profetas: “Aquí voy a hacerles comer ajenjo, y ciertamente les daré a beber agua envenenada. Porque de los profetas de Jerusalén ha salido la apostasía a toda la tierra”.

16 Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos: “No escuchen las palabras de los profetas que les están profetizando. Están haciendo que ustedes se hagan vanos. La visión de su propio corazón es lo que hablan… no de la boca de Jehová. 17 Vez tras vez están diciendo a los que me son irrespetuosos: ‘Jehová ha hablado: “Paz es lo que llegarán a tener”’. Y [a] todos los que van andando en la terquedad de su corazón les han dicho: ‘Ninguna calamidad vendrá sobre ustedes’. 18 Pues, ¿quién se ha parado en el grupo íntimo de Jehová para que viera y oyera su palabra? ¿Quién ha prestado atención a su palabra para que la oyera? 19 ¡Miren! La tempestad de viento de Jehová, furia misma, ciertamente saldrá, sí, una tormenta en remolino. Sobre la cabeza de los inicuos se remolinará. 20 La cólera de Jehová no se volverá atrás hasta que él haya llevado a cabo y hasta que haya realizado las ideas de su corazón. En la parte final de los días ustedes darán su consideración a ello con entendimiento.

21 ”Yo no envié a los profetas; no obstante, ellos mismos corrieron. No les hablé; no obstante, ellos mismos profetizaron. 22 Pero si se hubieran parado en mi grupo íntimo, entonces habrían hecho que mi pueblo oyera mis propias palabras, y habrían hecho que se volvieran de su camino malo y de la maldad de sus tratos”.

23 “¿Soy yo un Dios de cerca -es la expresión de Jehová-, y no un Dios de lejos?”

24 “¿O puede cualquier hombre estar ocultado en escondrijos y yo mismo no verlo?”, es la expresión de Jehová.

“¿No lleno realmente yo mismo los cielos y la tierra? -es la expresión de Jehová-. 25 Yo he oído lo que han dicho los profetas que están profetizando falsedad en mi propio nombre, diciendo: ‘¡He tenido un sueño! ¡He tenido un sueño!’. 26 ¿Hasta cuándo existirá esto en el corazón de los profetas que están profetizando la falsedad y que son profetas de la artimaña de su propio corazón? 27 Están pensando en hacer que mi pueblo olvide mi nombre por medio de sus sueños que siguen contándose cada uno al otro, tal como sus padres olvidaron mi nombre por medio de Baal. 28 El profeta con quien haya un sueño, cuente el sueño; pero aquel con quien esté mi propia palabra, hable mi palabra con verdad.”

“¿Qué tiene que ver la paja con el grano?”, es la expresión de Jehová.

29 “¿No es mi palabra correspondientemente como un fuego -es la expresión de Jehová-, y como un martillo de fragua que desmenuza el peñasco?”

30 “Por lo tanto, aquí estoy yo contra los profetas -es la expresión de Jehová-, los que están hurtando mis palabras, cada uno de su compañero.”

31 “Aquí estoy yo contra los profetas -es la expresión de Jehová-, los que están empleando su lengua para expresar: ‘¡Una expresión!’.”

32 “Aquí estoy yo contra los profetas de sueños falsos -es la expresión de Jehová- que los cuentan y hacen que mi pueblo ande errante debido a sus falsedades y debido a su jactancia.”

“Pero yo mismo no los envié ni les di orden. Así que de ninguna manera aprovecharán a este pueblo”, es la expresión de Jehová.

33 “Y cuando te pregunte este pueblo, o el profeta, o sacerdote, diciendo: ‘¿Cuál es la carga de Jehová?’, también tienes que decirles: ‘“Ustedes son… ¡oh, qué carga! Y ciertamente los abandonaré”, es la expresión de Jehová’. 34 En cuanto al profeta o al sacerdote o al pueblo que diga: ‘¡La carga de Jehová!’, yo también ciertamente dirigiré mi atención a ese hombre y a su casa. 35 Esto es lo que ustedes siguen diciendo cada uno a su prójimo y cada uno a su hermano: ‘¿Qué ha respondido Jehová? ¿Y qué ha hablado Jehová?’. 36 Pero de la carga de Jehová ya no hagan mención ustedes, porque la carga misma llega a ser para cada cual su propia palabra, y ustedes han cambiado las palabras del Dios vivo, Jehová de los ejércitos, nuestro Dios.

37 ”Esto es lo que dirás al profeta: ‘¿Qué respuesta te ha dado Jehová? ¿Y qué ha hablado Jehová? 38 Y si “¡La carga de Jehová!” es lo que ustedes siguen diciendo, por lo tanto esto es lo que ha dicho Jehová: “Por la razón de que ustedes dicen: ‘Esta palabra es la mismísima carga de Jehová’, cuando yo seguí enviando a decirles: ‘No deben decir: “¡La carga de Jehová!”’, 39 ¡por lo tanto, aquí estoy yo! Y ciertamente los entregaré a ustedes al descuido, decididamente, y de veras los abandonaré a ustedes y a la ciudad que les di a ustedes y a sus antepasados… de delante de mí. 40 Y ciertamente pondré sobre ustedes oprobio hasta tiempo indefinido y humillación hasta tiempo indefinido, que no será olvidado”’.”

24 Y Jehová me mostró, y, ¡mire!, dos cestas de higos colocadas delante del templo de Jehová, después que Nabucodorosor el rey de Babilonia se hubo llevado al destierro a Jeconías hijo de Jehoiaquim, el rey de Judá, y a los príncipes de Judá y a los artífices y a los constructores de baluartes, de Jerusalén para transportarlos a Babilonia. 2 En cuanto a la primera cesta, los higos eran muy buenos, como brevas; y en cuanto a la otra cesta, los higos eran muy malos, de modo que no se podían comer de malos que eran.

3 Y Jehová procedió a decirme: “¿Qué estás viendo, Jeremías?”. De modo que dije: “Higos, los higos buenos muy buenos, y los malos muy malos, de modo que no pueden comerse de malos que son”.

4 Entonces me ocurrió la palabra de Jehová, diciendo: 5 “Esto es lo que ha dicho Jehová, el Dios de Israel: ‘Como a estos higos buenos, así consideraré a los desterrados de Judá, a quienes ciertamente enviaré de este lugar a la tierra de los caldeos, de buena manera. 6 Y ciertamente fijaré mi ojo sobre ellos de buena manera, y de seguro haré que regresen a esta tierra. Y ciertamente los edificaré, y no demoleré; y ciertamente los plantaré, y no desarraigaré. 7 Y de veras les daré un corazón para que me conozcan, que yo soy Jehová; y tendrán que llegar a ser mi pueblo, y yo mismo llegaré a ser su Dios, porque se volverán a mí con todo el corazón.

8 ”’Y como los higos malos que no pueden comerse de malos que son, esto de hecho es lo que ha dicho Jehová: “Así daré a Sedequías el rey de Judá y a sus príncipes y al resto de Jerusalén que se están quedando en este país y a los que están morando en la tierra de Egipto… 9 yo también ciertamente los daré para trepidación, para calamidad, en todos los reinos de la tierra, para oprobio y para un dicho proverbial, para un escarnio y para una invocación de mal, en todos los lugares a los cuales los dispersaré. 10 Y ciertamente enviaré contra ellos la espada, el hambre y la peste, hasta que se acaben de sobre el suelo que les di a ellos y a sus antepasados”’”.

25 La palabra que le ocurrió a Jeremías acerca de todo el pueblo de Judá en el año cuarto de Jehoiaquim hijo de Josías, el rey de Judá, es decir, el primer año de Nabucodorosor el rey de Babilonia; 2 la cual Jeremías el profeta habló acerca de todo el pueblo de Judá y acerca de todos los habitantes de Jerusalén, diciendo:

3 “Desde el año decimotercero de Josías hijo de Amón, el rey de Judá, y hasta el día de hoy, estos veintitrés años me ha ocurrido la palabra de Jehová, y seguí hablándoles, madrugando y hablando, pero ustedes no escucharon. 4 Y Jehová les envió todos sus siervos los profetas, madrugando y enviándo[los], pero ustedes no escucharon, ni inclinaron su oído para escuchar, 5 cuando ellos decían: ‘Vuélvanse, por favor, cada uno de su camino malo y de la maldad de sus tratos, y continúen morando sobre el suelo que Jehová les dio a ustedes y a sus antepasados desde mucho tiempo atrás y hasta mucho tiempo por venir. 6 Y no anden tras otros dioses para servirles y para inclinarse ante ellos, para que no me ofendan con la obra de sus manos, y para que yo no les cause calamidad a ustedes’.

7 ”‘Pero ustedes no me escucharon -es la expresión de Jehová-, con el intento de ofenderme con la obra de sus manos, para calamidad a ustedes mismos.’

8 ”Por lo tanto, esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos: ‘“Por la razón de que ustedes no obedecieron mis palabras, 9 miren, voy a enviar y ciertamente tomaré a todas las familias del norte -es la expresión de Jehová-, hasta [enviar aviso] a Nabucodorosor el rey de Babilonia, mi siervo, y ciertamente las traeré contra esta tierra y contra sus habitantes y contra todas estas naciones en derredor; y ciertamente los daré por entero a la destrucción y haré de ellos objeto de pasmo y algo de qué silbar y lugares devastados hasta tiempo indefinido. 10 Y ciertamente destruiré de entre ellos el sonido de alborozo y el sonido de regocijo, la voz del novio y la voz de la novia, el sonido del molino de mano y la luz de la lámpara. 11 Y toda esta tierra tiene que llegar a ser un lugar devastado, un objeto de pasmo, y estas naciones tendrán que servir al rey de Babilonia setenta años”’.

12 ”‘Y tiene que ocurrir que, cuando se hayan cumplido setenta años, pediré cuentas al rey de Babilonia y a aquella nación -es la expresión de Jehová- por su error, aun a la tierra de los caldeos, y ciertamente haré de ella yermos desolados hasta tiempo indefinido. 13 Y de veras traeré sobre aquella tierra todas mis palabras que he hablado contra ella, aun todo lo que está escrito en este libro que Jeremías ha profetizado contra todas las naciones. 14 Porque hasta ellas mismas, muchas naciones y reyes grandes, los han explotado como siervos; y ciertamente se lo pagaré conforme a su actividad y conforme a la obra de sus manos’”.

15 Porque esto es lo que me dijo Jehová el Dios de Israel: “Toma de mi mano esta copa del vino de la furia, y tienes que hacer que lo beban todas las naciones a quienes voy a enviarte. 16 Y tienen que beber y sacudirse de aquí para allá y actuar como hombres enloquecidos a causa de la espada que voy a enviar entre ellas”.

17 Y procedí a tomar la copa de la mano de Jehová y a hacer que bebieran todas las naciones a quienes Jehová me había enviado: 18 a saber, a Jerusalén y a las ciudades de Judá y sus reyes, sus príncipes, para hacerlos un lugar devastado, un objeto de pasmo, algo de qué silbar y una invocación de mal, tal como sucede este día; 19 a Faraón el rey de Egipto y sus siervos y sus príncipes y todo su pueblo; 20 y a toda la compañía mixta, y a todos los reyes de la tierra de Uz, y a todos los reyes de la tierra de los filisteos, y a Asquelón y Gaza y Eqrón y el resto de Asdod; 21 a Edom y Moab y los hijos de Ammón; 22 y a todos los reyes de Tiro y a todos los reyes de Sidón y a los reyes de la isla que está en la región del mar; 23 y a Dedán y Temá y Buz y todos los de cabello cortado en las sienes; 24 y a todos los reyes de los árabes y todos los reyes de la compañía mixta que está residiendo en el desierto; 25 y todos los reyes de Zimrí y todos los reyes de Elam y todos los reyes de los medos; 26 y todos los reyes del norte que están cerca y lejos, uno tras otro, y todos los [demás] reinos de la tierra que están sobre la superficie del suelo; y el mismo rey de Sesac beberá después de ellos.

27 “Y tienes que decirles: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: “Beban y emborráchense y vomiten y caigan de manera que no puedan levantarse a causa de la espada que voy a enviar entre ustedes”’. 28 Y tiene que suceder que, en caso de que ellos rehúsen tomar la copa de tu mano para beber, también tienes que decirles: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos: “Beberán sin falta. 29 Porque, ¡miren!, es con la ciudad sobre la cual se llama mi nombre con que estoy comenzando en cuanto a traer calamidad, ¿y deben ustedes mismos de manera alguna quedar libres de castigo?”’.

”‘No quedarán libres de castigo, porque hay una espada que estoy llamando contra todos los habitantes de la tierra’, es la expresión de Jehová de los ejércitos.

30 ”Y en cuanto a ti, tú les profetizarás todas estas palabras, y tienes que decirles: ‘Desde lo alto Jehová mismo rugirá, y desde su santa morada dará su voz. Sin falta rugirá sobre su lugar de habitación. Un grito como el de los que pisan [el lagar] voceará en canto contra todos los habitantes de la tierra’.

31 ”‘Un ruido ciertamente llegará hasta la mismísima parte más lejana de la tierra, porque hay una controversia que Jehová tiene con las naciones. Él personalmente tiene que ponerse en juicio con toda carne. En cuanto a los inicuos, tiene que darlos a la espada’, es la expresión de Jehová.

32 ”Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos: ‘¡Miren! Una calamidad va a salir de nación en nación, y una gran tormenta misma será levantada desde las partes más remotas de la tierra. 33 Y los muertos por Jehová ciertamente llegarán a estar en aquel día desde un extremo de la tierra hasta el mismísimo otro extremo de la tierra. No serán plañidos, ni serán recogidos ni enterrados. Quedarán como estiércol sobre la superficie del suelo’.

34 ”¡Aúllen, pastores, y clamen! ¡Y revuélquense, majestuosos del rebaño, porque se han cumplido sus días para degollación y para sus esparcimientos, y ustedes tendrán que caer como un vaso deseable! 35 Y un lugar adonde huir ha perecido de los pastores; y un medio de escape, de los majestuosos del rebaño. 36 ¡Escuchen! El alarido de los pastores, y el aullido de los majestuosos del rebaño, porque Jehová va a despojar con violencia su pasturaje. 37 Y los lugares de habitación pacíficos han quedado sin vida a causa de la ardiente cólera de Jehová. 38 Él ha dejado su guarida justamente como un leoncillo crinado, pues la tierra de ellos ha llegado a ser objeto de pasmo a causa de la espada que da maltrato y a causa de la ardiente cólera de él.”

26 En el principio del regir real de Jehoiaquim hijo de Josías, el rey de Judá, ocurrió esta palabra de parte de Jehová, y dijo: 2 “Esto es lo que ha dicho Jehová: ‘Manténte de pie en el patio de la casa de Jehová, y tienes que hablar, acerca de todas las ciudades de Judá que están entrando a inclinarse en la casa de Jehová, todas las palabras que ciertamente te mandaré hablarles. No quites palabra alguna. 3 Quizás escuchen y se vuelvan, cada uno de su camino malo, y yo tenga que sentir pesar por la calamidad que estoy pensando ejecutar sobre ellos a causa de la maldad de sus tratos. 4 Y tienes que decirles: “Esto es lo que ha dicho Jehová: ‘Si ustedes no me escuchan mediante andar en mi ley que he puesto delante de ustedes, 5 mediante escuchar las palabras de mis siervos los profetas -a quienes estoy enviando a ustedes, aun madrugando y enviándo[los]-, a quienes no han escuchado, 6 yo, en cambio, ciertamente haré que esta casa sea como la de Siló, y haré que esta ciudad sea una invocación de mal para todas las naciones de la tierra’”’”.

7 Y los sacerdotes y los profetas y todo el pueblo empezaron a oír a Jeremías hablar estas palabras en la casa de Jehová. 8 Aconteció que cuando Jeremías hubo terminado de hablar todo lo que Jehová [le] había mandado hablar a todo el pueblo, entonces los sacerdotes y los profetas y todo el pueblo le echaron mano y dijeron: “Positivamente morirás. 9 ¿Por qué has profetizado en el nombre de Jehová, diciendo: ‘Como la de Siló es como esta casa llegará a ser, y esta mismísima ciudad será devastada de modo que quede sin habitante’?”. Y todo el pueblo siguió congregándose alrededor de Jeremías en la casa de Jehová.

10 Andando el tiempo, los príncipes de Judá llegaron a oír estas palabras, y procedieron a subir de la casa del rey a la casa de Jehová y a sentarse en la entrada de la puerta nueva de Jehová. 11 Y los sacerdotes y los profetas empezaron a decir a los príncipes y a todo el pueblo: “A este hombre le corresponde el juicio de muerte, porque ha profetizado acerca de esta ciudad tal como han oído ustedes con sus propios oídos”.

12 Ante aquello, Jeremías dijo a todos los príncipes y a todo el pueblo: “Fue Jehová quien me envió a profetizar acerca de esta casa y acerca de esta ciudad todas las palabras que ustedes han oído. 13 Y ahora hagan buenos sus caminos y sus tratos, y obedezcan la voz de Jehová su Dios, y Jehová sentirá pesar por la calamidad que ha hablado contra ustedes. 14 Y en cuanto a mí, aquí estoy en la mano de ustedes. Hagan conmigo según lo que sea bueno y según lo que sea recto a los ojos de ustedes. 15 Solo que deben saber sin falta que, si me dan muerte, es sangre inocente la que están poniendo sobre ustedes mismos y sobre esta ciudad y sobre sus habitantes, porque en verdad Jehová sí me envió a ustedes para hablar a oídos de ustedes todas estas palabras”.

16 Entonces los príncipes y todo el pueblo dijeron a los sacerdotes y a los profetas: “No hay juicio de muerte que le corresponda a este hombre, porque fue en el nombre de Jehová nuestro Dios como nos habló”.

17 Además, algunos de los ancianos del país se levantaron y empezaron a decir a toda la congregación del pueblo: 18 “Miqueas de Moréset mismo se hallaba profetizando en los días de Ezequías el rey de Judá y pasó a decir a todo el pueblo de Judá: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos: “Sión misma será arada como un simple campo, y Jerusalén misma llegará a ser simples montones de ruinas, y la montaña de la Casa servirá para lugares altos de un bosque”’. 19 ¿Acaso Ezequías el rey de Judá y todos los de Judá le dieron muerte de manera alguna? ¿No temió él a Jehová y procedió a ablandar el rostro de Jehová, de modo que Jehová llegó a sentir pesar por la calamidad que había hablado contra ellos? Así estamos desarrollando una gran calamidad contra nuestras almas.

20 ”Y también sucedió que hubo un hombre que estaba profetizando en el nombre de Jehová, Uriya hijo de Semaya de Quiryat-jearim. Y siguió profetizando contra esta ciudad y contra este país conforme a todas las palabras de Jeremías. 21 Y el rey Jehoiaquim y todos sus hombres poderosos y todos los príncipes llegaron a oír sus palabras, y el rey empezó a buscar que se le diera muerte. Cuando Uriya llegó a oír [esto], al instante le dio miedo, y huyó, y entró en Egipto. 22 Pero el rey Jehoiaquim envió hombres a Egipto, a Elnatán hijo de Acbor y otros hombres con él a Egipto. 23 Y procedieron a sacar a Uriya de Egipto y llevarlo al rey Jehoiaquim, quien entonces lo derribó a espada y echó su cuerpo muerto en el cementerio de los hijos del pueblo”.

24 Además, resultó que la mano de Ahiqam hijo de Safán estuvo con Jeremías, para que no fuera dado en la mano del pueblo para que se le diera muerte.

27 Al principio del reino de Jehoiaquim hijo de Josías, el rey de Judá, a Jeremías le ocurrió esta palabra de parte de Jehová, diciendo: 2 “Esto es lo que me ha dicho Jehová: ‘Hazte ataduras y varas que sirvan de yugo, y tienes que ponértelas sobre el cuello. 3 Y tienes que enviárselas al rey de Edom y al rey de Moab y al rey de los hijos de Ammón y al rey de Tiro y al rey de Sidón, por la mano de los mensajeros que están viniendo a Jerusalén a Sedequías el rey de Judá. 4 Y tienes que darles un mandato para sus amos, y decir:

”’“Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel; esto es lo que ustedes deben decir a sus amos: 5 ‘Yo mismo he hecho la tierra, a la humanidad y las bestias que están sobre la superficie de la tierra por mi gran poder y por mi brazo extendido; y la he dado a quien ha resultado recto a mis ojos darla. 6 Y ahora yo mismo he dado todos estos países en la mano de Nabucodonosor el rey de Babilonia, mi siervo; y hasta las bestias salvajes del campo se las he dado para que le sirvan. 7 Y todas las naciones tienen que servirle, sí, a él y a su hijo y a su nieto hasta que llegue el tiempo de aun su propio país, y muchas naciones y reyes grandes tendrán que explotarlo como siervo’.

8 ”’”‘Y tiene que suceder que la nación y el reino que no quiera servirle, aun a Nabucodonosor el rey de Babilonia; y el que no quiera poner su cuello bajo el yugo del rey de Babilonia, con la espada y con el hambre y con la peste dirigiré yo mi atención a esa nación -es la expresión de Jehová- hasta que los haya acabado por mano de él.’

9 ”’”‘Y en cuanto a ustedes, no escuchen a sus profetas ni a sus practicantes de adivinación ni a sus soñadores ni a sus practicantes de magia ni a sus hechiceros, que están diciéndoles: “Ustedes no servirán al rey de Babilonia”. 10 Porque falsedad es lo que les están profetizando, con el propósito de que sean llevados lejos de sobre su suelo; y yo tenga que dispersarlos, y ustedes tengan que perecer.

11 ”’”’Y en cuanto a la nación que ponga su cuello bajo el yugo del rey de Babilonia y realmente le sirva, yo también ciertamente la dejaré descansar sobre su suelo -es la expresión de Jehová- y ciertamente lo cultivará y morará en él’”’”.

12 Aun a Sedequías el rey de Judá hablé conforme a todas estas palabras, y dije: “Pongan sus cuellos bajo el yugo del rey de Babilonia y sírvanles a él y a su pueblo y sigan viviendo. 13 ¿Por qué deben morir tú mismo y tu pueblo a espada, del hambre y de la peste conforme a lo que Jehová ha hablado a la nación que no sirva al rey de Babilonia? 14 Y no escuchen las palabras de los profetas que les están diciendo: ‘Ustedes no servirán al rey de Babilonia’, porque falsedad es lo que les están profetizando.

15 ”‘Porque yo no los he enviado -es la expresión de Jehová-; antes bien, están profetizando en mi nombre falsamente, con el objeto de que yo los disperse a ustedes, y tengan que perecer, ustedes y los profetas que les están profetizando’”.

16 Y hablé a los sacerdotes, y a todo este pueblo hablé, y dije: “Esto es lo que ha dicho Jehová: ‘No escuchen las palabras de sus profetas que les están profetizando, y dicen: “¡Miren! ¡Los utensilios de la casa de Jehová están siendo traídos de vuelta de Babilonia muy pronto ya!”. Porque falsedad es lo que les están profetizando. 17 No les escuchen. Sirvan al rey de Babilonia y sigan viviendo. ¿Por qué debe llegar a ser esta ciudad un lugar devastado? 18 Pero si ellos son profetas y si la palabra de Jehová de veras existe con ellos, que ellos, por favor, rueguen a Jehová de los ejércitos, para que los utensilios que quedan en la casa de Jehová y en la casa del rey de Judá y en Jerusalén no vayan a entrar en Babilonia’.

19 ”Porque esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos acerca de las columnas y acerca del mar y acerca de las carretillas y acerca de lo restante de los utensilios que quedan en esta ciudad, 20 los cuales no había tomado Nabucodonosor el rey de Babilonia cuando se llevó al destierro a Jeconías hijo de Jehoiaquim, el rey de Judá, de Jerusalén a Babilonia, junto con todos los nobles de Judá y Jerusalén; 21 porque esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel, acerca de los utensilios que quedan en la casa de Jehová y en la casa del rey de Judá y en Jerusalén: 22 ‘“A Babilonia es adonde serán llevados, y allí permanecerán hasta el día en que yo les dirija mi atención a ellos”, es la expresión de Jehová. “Y ciertamente los haré subir y los restauraré en este lugar”’”.

28 Entonces aconteció en aquel año, al principio del reinado de Sedequías el rey de Judá, en el año cuarto, en el mes quinto, que Hananías hijo de Azur, el profeta que era de Gabaón, me dijo en la casa de Jehová, ante los ojos de los sacerdotes y de todo el pueblo: 2 “Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Ciertamente quebraré el yugo del rey de Babilonia. 3 Dentro de dos años completos voy a traer de vuelta a este lugar todos los utensilios de la casa de Jehová que Nabucodonosor el rey de Babilonia tomó de este lugar para llevarlos a Babilonia’”. 4 “‘Y a Jeconías hijo de Jehoiaquim, el rey de Judá, y a todos los desterrados de Judá que han ido a Babilonia los voy a traer de vuelta a este lugar -es la expresión de Jehová-, porque quebraré el yugo del rey de Babilonia.’”

5 Y Jeremías el profeta procedió a decir a Hananías el profeta ante los ojos de los sacerdotes y ante los ojos de todo el pueblo que estaba de pie en la casa de Jehová; 6 sí, Jeremías el profeta procedió a decir: “¡Amén! ¡Hágalo así Jehová! ¡Establezca Jehová tus palabras que has profetizado y traiga de vuelta de Babilonia a este lugar los utensilios de la casa de Jehová y a todos los desterrados! 7 Sin embargo, oye, por favor, esta palabra que estoy hablando a tus oídos y a los oídos de todo el pueblo. 8 En cuanto a los profetas que fueron antes de mí y antes de ti de mucho tiempo atrás, ellos también profetizaban acerca de muchos países y acerca de reinos grandes, de guerra y de calamidad y de peste. 9 En cuanto al profeta que profetiza de paz, cuando se realice la palabra del profeta se llegará a conocer el profeta a quien Jehová ha enviado en verdad”.

10 En eso Hananías el profeta tomó la vara que servía de yugo de sobre el cuello de Jeremías el profeta y la quebró. 11 Y Hananías pasó a decir ante los ojos de todo el pueblo: “Esto es lo que ha dicho Jehová: ‘Así mismo dentro de dos años completos quebraré yo el yugo de Nabucodonosor el rey de Babilonia de sobre el cuello de todas las naciones’”. Y Jeremías el profeta procedió a irse por su camino.

12 Entonces la palabra de Jehová le ocurrió a Jeremías, después que Hananías el profeta hubo quebrado la vara que servía de yugo de sobre el cuello de Jeremías el profeta, y dijo: 13 “Ve, y tienes que decir a Hananías: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová: “Has quebrado varas de madera que sirven de yugo, y en lugar de ellas tendrás que hacer varas de hierro que sirvan de yugo”. 14 Porque esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: “Ciertamente pondré un yugo de hierro sobre el cuello de todas estas naciones, para que sirvan a Nabucodonosor el rey de Babilonia; y tendrán que servirle. Y hasta las bestias salvajes del campo ciertamente le daré”’”.

15 Y Jeremías el profeta pasó a decir a Hananías el profeta: “¡Escucha, por favor, oh Hananías! Jehová no te ha enviado, sino que tú mismo has hecho que este pueblo confíe en una falsedad. 16 Por lo tanto, esto es lo que ha dicho Jehová: ‘¡Mira!, voy a enviarte de sobre la superficie del suelo. Este año tú mismo tienes que morir, porque has hablado verdadera sublevación contra Jehová’”.

17 De manera que el profeta Hananías murió aquel año, en el mes séptimo.

29 Y estas son las palabras de la carta que Jeremías el profeta envió desde Jerusalén al remanente de los ancianos de los desterrados y a los sacerdotes y a los profetas y a todo el pueblo, a quienes Nabucodonosor había llevado al destierro desde Jerusalén a Babilonia, 2 después que Jeconías el rey, y la dama, y los oficiales de la corte -los príncipes de Judá y Jerusalén- y los artífices y los constructores de baluartes hubieron salido de Jerusalén. 3 Fue por la mano de Elasá hijo de Safán y de Guemarías hijo de Hilquías, a quienes Sedequías el rey de Judá envió a Babilonia a Nabucodonosor el rey de Babilonia, diciendo:

4 “Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel, a todos los desterrados, a quienes he hecho ir al destierro de Jerusalén a Babilonia: 5 ‘Edifiquen casas y habiten [en ellas], y planten jardines y coman su fruto. 6 Tomen esposas y lleguen a ser padres de hijos y de hijas; y tomen esposas para sus propios hijos y den sus propias hijas a esposos, para que den a luz hijos e hijas; y háganse muchos allí, y no se hagan pocos. 7 También, busquen la paz de la ciudad a la cual los he hecho ir en destierro, y oren a Jehová a favor de ella, porque en la paz de ella resultará haber paz para ustedes mismos. 8 Porque esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: “No los engañen sus profetas que están en medio de ustedes, ni sus practicantes de adivinación, y no escuchen los sueños de ellos que ellos están soñando. 9 Porque ‘en falsedad les están profetizando en mi nombre. Yo no los he enviado’, es la expresión de Jehová”’”.

10 “Porque esto es lo que ha dicho Jehová: ‘Conforme se cumplan setenta años en Babilonia yo dirigiré mi atención a ustedes, y ciertamente estableceré para con ustedes mi buena palabra trayéndolos de vuelta a este lugar’.