simplemente estarán aterrorizados y avergonzados.

Tienen que llegar a ser como la vegetación del campo y tierna hierba verde,

hierba de los techos y de la terraza ante el viento del este.

28 Y tu sentarte quieto y tu salir y tu entrar conozco bien,

y tu excitarte contra mí,

29 porque tu excitarte contra mí y tu rugido han subido y entrado en mis oídos.

Y ciertamente pondré mi garfio en tu nariz y mi freno entre tus labios,

y realmente te conduciré de vuelta por el camino por el cual has venido”.

30 ”’Y esta será la señal para ti: Este año habrá un comer de lo que crece de los granos caídos, y en el segundo año, grano que brota de sí mismo; pero en el tercer año siembren, y sieguen, y planten viñas y coman su fruto. 31 Y los que escapen de la casa de Judá, los que queden, ciertamente echarán raíces hacia abajo y producirán fruto hacia arriba. 32 Porque de Jerusalén saldrá un resto, y los que escapen del monte Sión. El mismísimo celo de Jehová de los ejércitos hará esto.

33 ”’Por lo tanto, esto es lo que ha dicho Jehová respecto al rey de Asiria: “No entrará en esta ciudad, ni disparará allí una flecha, ni se presentará contra ella con escudo, ni alzará contra ella cerco de sitiar”’.

34 ”‘Por el camino por el cual vino, regresará, y en esta ciudad no entrará -es la expresión de Jehová-. 35 Y ciertamente defenderé esta ciudad para salvarla por causa de mí mismo y por causa de David mi siervo’”.

36 Y el ángel de Jehová procedió a salir y a derribar a ciento ochenta y cinco mil [hombres] en el campamento de los asirios. Cuando la gente se levantó muy de mañana, pues, allí estaban todos, cadáveres muertos. 37 Por eso Senaquerib el rey de Asiria partió y se fue y regresó, y se puso a morar en Nínive. 38 Y aconteció que, mientras se inclinaba en la casa de Nisroc su dios, Adramélec y Sarézer, sus propios hijos, lo derribaron a espada, y ellos mismos escaparon a la tierra de Ararat. Y Esar-hadón su hijo empezó a reinar en lugar de él.

38 En aquellos días Ezequías enfermó de muerte. Por consiguiente, Isaías hijo de Amoz el profeta entró a donde él y le dijo: “Esto es lo que ha dicho Jehová: ‘Da mandatos a tu casa, porque tú mismo realmente morirás y no vivirás’”. 2 Ante aquello, Ezequías volvió el rostro a la pared y empezó a orar a Jehová, 3 diciendo: “Te ruego, oh Jehová, recuerda, por favor, cómo he andado delante de ti en veracidad y con corazón completo, y lo que era bueno a tus ojos he hecho”. Y Ezequías se puso a llorar profusamente.

4 Y la palabra de Jehová ahora ocurrió para Isaías, diciendo: 5 “Ve, y tienes que decir a Ezequías: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová el Dios de David tu antepasado: “He oído tu oración. He visto tus lágrimas. Mira, voy a añadir a tus días quince años; 6 y de la palma de la mano del rey de Asiria los libraré a ti y a esta ciudad, y ciertamente defenderé esta ciudad. 7 Y esto te es señal de parte de Jehová de que Jehová efectuará esta palabra que ha hablado: 8 Mira, voy a hacer que la sombra de las gradas, que, por el sol, había bajado en las gradas [de la escalera] de Acaz, retroceda diez gradas”’”. Y el sol gradualmente volvió atrás diez gradas en las gradas [de la escalera] que había descendido.

9 Escrito de Ezequías el rey de Judá, cuando enfermó y revivió de su enfermedad.

10 Yo mismo dije: “En medio de mis días ciertamente entraré por las puertas del Seol.

Tendré que ser privado del resto de mis años”.

11 He dicho: “No veré a Jah, aun a Jah, en la tierra de los vivientes.

Ya no miraré a la humanidad… con los habitantes de [la tierra de] cesación.

12 Mi propia habitación ha sido arrancada y quitada de mí como la tienda de pastores.

He enrollado mi vida justamente como un obrero de telar; se procede a cortarme de los mismísimos hilos de la urdimbre.

Desde la primera luz del día hasta la noche sigues entregándome.

13 Me he sosegado hasta la mañana.

Como un león, así sigue quebrando todos mis huesos; desde la primera luz del día hasta la noche sigues entregándome.

14 Como el vencejo, el bulbul, así sigo chirriando; sigo zureando como la paloma.

Mis ojos han mirado con languidez a la altura:

‘Oh Jehová, estoy bajo opresión. Sé respaldo para mí’.

15 ¿Qué hablaré, y [qué], realmente, me dirá él?

Él mismo también ha actuado.

Sigo andando solemnemente todos mis años en la amargura de mi alma.

16 ‘Oh Jehová, a causa de eso ellos siguen viviendo; y como sucede con todos, en eso está la vida de mi espíritu.

Y tú me restaurarás a salud y ciertamente me conservarás vivo.

17 ¡Mira! Por paz tuve lo que era amargo, sí, amargo; y tú mismo te has apegado a mi alma [y la has guardado] del hoyo de la desintegración.

Porque has arrojado tras tus espaldas todos mis pecados.

18 Porque no es el Seol lo que puede elogiarte; la muerte misma no puede alabarte.

Los que bajan al hoyo no pueden contemplar con esperanza tu apego a la verdad.

19 El vivo, el vivo, él es el que puede elogiarte, tal como yo puedo este día.

El padre mismo puede dar conocimiento a sus propios hijos respecto a tu apego a la verdad.

20 Oh Jehová, [encárgate de] salvarme, y tocaremos mis piezas selectas para las cuerdas todos los días de nuestra vida en la casa de Jehová’”.

21 E Isaías procedió a decir: “Que tomen una torta de higos secos comprimidos y [la] froten sobre el divieso, para que él reviva”. 22 Mientras tanto, Ezequías dijo: “¿Cuál es la señal de que subiré a la casa de Jehová?”.

39 En aquel tiempo Merodac-baladán hijo de Baladán el rey de Babilonia envió cartas y un regalo a Ezequías, después que oyó que había estado enfermo pero estaba fuerte otra vez. 2 De modo que Ezequías empezó a regocijarse a causa de ellos y procedió a mostrarles su casa del tesoro, la plata y el oro y el aceite balsámico y el buen aceite y todo su arsenal y todo cuanto se hallaba en sus tesoros. Resultó que no hubo cosa alguna que Ezequías no les mostrara en su propia casa y en todo su dominio.

3 Después de aquello Isaías el profeta entró a donde el rey Ezequías y le dijo: “¿Qué dijeron estos hombres, y de dónde procedieron a venir a ti?”. De modo que Ezequías dijo: “De una tierra distante vinieron a mí, de Babilonia”. 4 Y él pasó a decir: “¿Qué vieron en tu casa?”. A esto dijo Ezequías: “Todo lo que hay en mi casa vieron. Resultó que no hubo cosa alguna que no les mostrara en mis tesoros”. 5 Isaías ahora dijo a Ezequías: “Oye la palabra de Jehová de los ejércitos: 6 ‘¡Mira! Vienen días, y todo lo que hay en tu propia casa y que tus antepasados han acumulado hasta este día realmente será llevado a Babilonia’. ‘No quedará nada -ha dicho Jehová-. 7 Y algunos de tus propios hijos que saldrán de ti, de quienes llegarás a ser padre, serán tomados ellos mismos y realmente llegarán a ser oficiales de la corte en el palacio del rey de Babilonia’”.

8 Ante eso, Ezequías dijo a Isaías: “La palabra de Jehová que has hablado es buena”. Y pasó a decir: “Porque la paz y la verdad han de continuar en mis propios días”.

40 “Consuelen, consuelen a mi pueblo -dice el Dios de ustedes-. 2 Hablen al corazón de Jerusalén y proclámenle que su servicio militar ha sido cumplido, que su error ha sido pagado por completo. Pues de la mano de Jehová ha recibido una cantidad plena por todos sus pecados.”

3 ¡Escuchen! Alguien está clamando en el desierto: “¡Despejen el camino de Jehová! Hagan recta la calzada para nuestro Dios a través de la llanura desértica. 4 Que todo valle sea levantado y toda montaña y colina sea bajada. Y el terreno lleno de montículos tiene que llegar a ser tierra llana, y el terreno escabroso una llanura-valle. 5 Y la gloria de Jehová ciertamente será revelada, y toda carne tendrá que ver[la] juntamente, porque la mismísima boca de Jehová [lo] ha hablado”.

6 ¡Escucha! Alguien está diciendo: “¡Clama!”. Y uno dijo: “¿Qué he de clamar?”.

“Toda carne es hierba verde, y toda su bondad amorosa es como la flor del campo. 7 La hierba verde se ha secado, la flor se ha marchitado, porque el mismísimo espíritu de Jehová ha soplado sobre ella. De seguro la gente es hierba verde. 8 La hierba verde se ha secado, la flor se ha marchitado; pero en cuanto a la palabra de nuestro Dios, durará hasta tiempo indefinido.”

9 Súbete aun a una montaña alta, mujer que traes buenas nuevas para Sión. Levanta la voz hasta con poder, mujer que traes buenas nuevas para Jerusalén. Levánta[la]. No tengas miedo. Di a las ciudades de Judá: “Aquí está su Dios”. 10 ¡Mira! El Señor Soberano Jehová mismo vendrá aun como un fuerte, y su brazo estará gobernando para él. ¡Mira! Su galardón está con él, y el salario que él paga está delante de él. 11 Como pastor pastoreará su propio hato. Con su brazo juntará los corderos; y en su seno [los] llevará. Conducirá [con cuidado] a las que están dando de mamar.

12 ¿Quién ha medido las aguas en el simple hueco de su mano, y ha tomado las proporciones de los cielos mismos con un simple palmo, y ha incluido en una medida el polvo de la tierra, o ha pesado con indicador las montañas, y en la balanza las colinas? 13 ¿Quién ha tomado las proporciones del espíritu de Jehová, y quién como su hombre de consejo puede hacerle saber algo? 14 ¿Con quién consultó para que se le hiciera entender, o quién le instruye en la senda de la justicia, o le enseña conocimiento, o le hace conocer el mismísimo camino del verdadero entendimiento?

15 ¡Mira! Las naciones son como una gota de un cubo; y como la capa tenue de polvo en la balanza han sido estimadas. ¡Mira! Él alza las islas mismas como simple [polvo] fino. 16 Ni siquiera el Líbano basta para que se mantenga ardiendo un fuego, y los animales salvajes de este no bastan para una ofrenda quemada. 17 Todas las naciones son como algo inexistente delante de él; como nada y como una irrealidad le han sido estimadas.

18 ¿Y a quién pueden ustedes asemejar a Dios, y qué semejanza pueden poner al lado de él? 19 El artífice ha fundido una simple imagen fundida, y el metalario la reviste con oro, y forja cadenas de plata. 20 Escoge cierto árbol como contribución, un árbol que no esté podrido. Busca para sí un hábil artífice, para que prepare una imagen tallada a la cual no se pueda hacer tambalear.

21 ¿No saben ustedes? ¿No oyen? ¿No se les ha informado desde el principio? ¿No han aplicado entendimiento desde los fundamentos de la tierra? 22 Hay Uno que mora por encima del círculo de la tierra, los moradores de la cual son como saltamontes, Aquel que extiende los cielos justamente como una gasa fina, que los despliega como una tienda en la cual morar, 23 Aquel que reduce a nada a los altos funcionarios, que ha hecho a los mismísimos jueces de la tierra como una simple irrealidad.

24 Nunca han sido plantados todavía; nunca han sido sembrados todavía; nunca ha echado raíces en la tierra su tocón todavía. Y solo tiene uno que soplar sobre ellos, y se secan; y como rastrojo se los llevará el mismísimo viento de tempestad.

25 “Pero ¿a quién pueden ustedes asemejarme para que yo sea hecho su igual? -dice el Santo-. 26 Levanten los ojos a lo alto y vean. ¿Quién ha creado estas cosas? Es Aquel que saca el ejército de ellas aun por número, todas las cuales él llama aun por nombre. Debido a la abundancia de energía dinámica, porque él también es vigoroso en poder, ninguna [de ellas] falta.

27 ”¿Por qué razón dices tú, oh Jacob, y expresas tú, oh Israel: ‘Mi camino ha sido ocultado de Jehová, y el que se me haga justicia elude a mi Dios mismo’? 28 ¿No has llegado a saber, o no has oído? Jehová, el Creador de las extremidades de la tierra, es un Dios hasta tiempo indefinido. Él no se cansa ni se fatiga. No se puede escudriñar su entendimiento. 29 Está dando poder al cansado; y hace que abunde en plena potencia el que se halla sin energía dinámica. 30 Los muchachos se cansan y también se fatigan, y los jóvenes mismos sin falta tropiezan, 31 pero los que estén esperando en Jehová recobrarán el poder. Se remontarán con alas como águilas. Correrán, y no se fatigarán; andarán, y no se cansarán.”

41 “Atiendan a mí en silencio, oh islas; y recobren el poder los grupos nacionales mismos. Que se aproximen. Que hablen en aquel tiempo. Acerquémonos juntos para el juicio mismo.

2 ”¿Quién ha suscitado [a alguien] desde el naciente? ¿[Quién] procedió en justicia a llamarlo a Sus pies, para dar delante de él las naciones, y para hacer que [él] vaya sojuzgando hasta a reyes? ¿[Quién] siguió dándo[los] como polvo a su espada, de manera que han sido impelidos de acá para allá como simple rastrojo con su arco? 3 ¿[Quién] siguió yendo tras ellos, siguió pasando adelante pacíficamente a pie por la senda [por la cual] no procedió a venir? 4 ¿Quién ha estado activo y ha hecho [esto], y ha llamado a las generaciones desde el comienzo?

”Yo, Jehová, el Primero; y con los últimos soy lo mismo.”

5 Las islas vieron y empezaron a temer. Las mismísimas extremidades de la tierra empezaron a temblar. Se acercaron y siguieron viniendo. 6 Se pusieron a ayudar cada cual a su compañero, y uno decía a su hermano: “Sé fuerte”. 7 De manera que el artífice se puso a fortalecer al metalario; el que alisa con el martillo de fragua al que martilla en el yunque, diciendo respecto a la soldadura: “Está bien”. Por fin, uno lo aseguró con clavos para que no se le pudiera hacer tambalear.

8 “Pero tú, oh Israel, eres mi siervo, tú, oh Jacob, a quien he escogido, la descendencia de Abrahán, mi amigo; 9 tú, a quien he asido desde las extremidades de la tierra, y tú, a quien he llamado hasta de las partes remotas de ella. Y por eso te dije: ‘Tú eres mi siervo; te he escogido, y no te he rechazado. 10 No tengas miedo, porque estoy contigo. No mires por todos lados, porque soy tu Dios. Yo ciertamente te fortificaré. Yo cierta y verdaderamente te ayudaré. Sí, yo verdaderamente te mantendré firmemente asido con mi diestra de justicia’.

11 ”¡Mira! Todos los que se acaloran contra ti se avergonzarán y serán humillados. Los hombres que tienen una riña contigo llegarán a ser como nada, y perecerán. 12 Los buscarás, pero no los hallarás, a aquellos hombres que están en una lucha contigo. Llegarán a ser como algo inexistente y como nada, aquellos hombres que están en guerra contra ti. 13 Porque yo, Jehová tu Dios, tengo agarrada tu diestra, Aquel que te dice: ‘No tengas miedo. Yo mismo ciertamente te ayudaré’.

14 ”No tengas miedo, gusano Jacob, ustedes los hombres de Israel. Yo mismo ciertamente te ayudaré -es la expresión de Jehová, aun tu Recomprador, el Santo de Israel-. 15 ¡Mira! He hecho de ti un trillo, un nuevo instrumento trillador que tiene [dientes] de dos filos. Pisotearás las montañas y [las] triturarás; y reducirás las colinas como a tamo. 16 Las aventarás, y un viento mismo se las llevará, y un viento de tempestad mismo las impelerá en diferentes direcciones. Y tú mismo estarás gozoso en Jehová. En el Santo de Israel te jactarás acerca de ti mismo.”

17 “Los afligidos y los pobres andan buscando agua, pero no la hay. A causa de la sed su lengua misma se ha secado. Yo mismo, Jehová, les responderé. Yo, el Dios de Israel, no los dejaré. 18 Sobre colinas peladas abriré ríos; y en medio de las llanuras-valles, manantiales. Convertiré el desierto en estanque de agua lleno de cañas; y la tierra árida, en fuentes de agua. 19 En el desierto pondré el cedro, la acacia y el mirto y el árbol oleífero. En la llanura desértica colocaré el enebro, el fresno y el ciprés al mismo tiempo; 20 a fin de que la gente vea y sepa y preste atención y tenga perspicacia al mismo tiempo, que la mismísima mano de Jehová ha hecho esto, y el Santo de Israel lo ha creado él mismo.”

21 “Presenten ustedes su causa polémica -dice Jehová-. Produzcan sus argumentos -dice el Rey de Jacob-. 22 Produzcan e infórmennos las cosas que van a suceder. Las primeras cosas -lo que fueron- de veras informen, para que apliquemos nuestro corazón y sepamos el futuro de ellas. O hágannos oír hasta las cosas que vienen. 23 Informen acerca de las cosas que han de venir después, para que sepamos que ustedes son dioses. Sí, ustedes deben hacer lo bueno o hacer lo malo, para que miremos por todos lados y [lo] veamos al mismo tiempo. 24 ¡Miren! Ustedes son algo inexistente, y su logro nada es. Cosa detestable es cualquiera que los escoge a ustedes.

25 ”He suscitado [a alguien] desde el norte, y vendrá. Desde el nacimiento del sol invocará mi nombre. Y vendrá sobre los gobernantes diputados como [si fueran] barro y tal como un alfarero que huella el material húmedo.

26 ”¿Quién ha informado cosa alguna desde el comienzo, para que sepamos, o desde tiempos pasados, para que digamos: ‘Tiene razón’? Realmente no hay nadie que informe. Realmente no hay nadie que haga [a uno] oír. Realmente no hay nadie que oiga dicho alguno de ustedes.”

27 Hay un primero, [que dice] a Sión: “¡Mira! ¡Aquí están!”, y a Jerusalén daré un portador de buenas nuevas.

28 Y seguí viendo, y no hubo ningún hombre; y de entre estos no hubo nadie tampoco que diera consejo. Y seguí preguntándoles, para que dieran una respuesta. 29 ¡Mira! Todos ellos son algo inexistente. Sus obras nada son. Sus imágenes fundidas son viento e irrealidad.

42 ¡Mira! ¡Mi siervo, a quien tengo firmemente asido! ¡Mi escogido, [a quien] mi alma ha aprobado! He puesto mi espíritu en él. Justicia para las naciones es lo que él sacará. 2 No clamará ni levantará [la voz], y en la calle no dejará oír su voz. 3 No romperá ninguna caña quebrantada; y en cuanto a una mecha de lino de disminuido resplandor, no la extinguirá. En apego a la verdad sacará la justicia. 4 Él no disminuirá en resplandor ni será quebrantado hasta que establezca la justicia en la tierra misma; y las islas mismas seguirán esperando su ley.

5 Esto es lo que ha dicho el Dios [verdadero], Jehová, el Creador de los cielos y el Magnífico que los extiende; Aquel que tiende la tierra y su producto, Aquel que da aliento a la gente sobre ella, y espíritu a los que andan en ella: 6 “Yo mismo, Jehová, te he llamado en justicia, y procedí a asirte de la mano. Y te salvaguardaré y te daré como pacto del pueblo, como luz de las naciones, 7 [y has de] abrir los ojos ciegos, sacar del calabozo al prisionero, de la casa de detención a los que están sentados en oscuridad.

8 ”Yo soy Jehová. Ese es mi nombre; y a ningún otro daré yo mi propia gloria, ni mi alabanza a imágenes esculpidas.

9 ”Las primeras cosas… miren, han llegado, pero nuevas cosas anuncio. Antes que empiecen a brotar, hago que ustedes [las] oigan”.

10 Canten a Jehová una canción nueva, su alabanza desde la extremidad de la tierra, ustedes los que están bajando al mar y a lo que lo llena, islas y ustedes los que las habitan. 11 Levanten [la voz] el desierto y sus ciudades, los poblados que Quedar habita. Clamen de gozo los habitantes del peñasco. Desde la cima de las montañas vocee la gente. 12 Atribuyan ellos gloria a Jehová, y en las islas anuncien hasta su alabanza.

13 Como hombre poderoso Jehová mismo saldrá. Como guerrero despertará celo. Gritará, sí, soltará un grito de guerra; sobre sus enemigos se mostrará más poderoso.

14 “He estado callado por largo tiempo. Continué silencioso. Seguí ejerciendo autodominio. Como una mujer que está dando a luz voy a gemir, jadear y boquear a la misma vez. 15 Devastaré montañas y colinas, y secaré toda su vegetación. Y ciertamente tornaré ríos en islas, y secaré los estanques llenos de cañas. 16 Y ciertamente haré que los ciegos anden por un camino que no han conocido; en una vereda que no han conocido haré que pisen. Tornaré un lugar oscuro delante de ellos en luz, y terreno escabroso en tierra llana. Estas son las cosas que ciertamente les haré, y de seguro no los dejaré.”

17 Tienen que ser vueltos atrás -quedarán muy avergonzados- los que están cifrando confianza en la imagen tallada, los que están diciendo a una imagen fundida: “Ustedes son nuestros dioses”.

18 Oigan, sordos; y miren para ver, ciegos. 19 ¿Quién es ciego, si no mi siervo, y quién es sordo como mi mensajero a quien envío? ¿Quién es ciego como el recompensado, o ciego como el siervo de Jehová? 20 Era caso de ver muchas cosas, pero tú no seguiste vigilando. Era caso de abrir los oídos, pero no seguiste escuchando. 21 Jehová mismo por causa de su justicia se ha deleitado en que él engrandezca la ley y la haga majestuosa. 22 Pero es un pueblo saqueado y despojado, todos ellos atrapados en los agujeros, y en las casas de detención los han mantenido escondidos. Han llegado a ser para saqueo sin libertador, para pillaje sin nadie que diga: “¡Devuelve!”.

23 ¿Quién entre ustedes prestará oído a esto? ¿Quién prestará atención y escuchará para tiempos posteriores? 24 ¿Quién ha dado a Jacob para simple pillaje, y a Israel a los saqueadores? ¿No es Jehová, Aquel contra quien hemos pecado, y en cuyos caminos ellos no quisieron andar, y cuya ley no escucharon? 25 Por lo tanto, Él siguió derramando sobre él furia, su cólera y la fuerza de guerra. Y esto siguió consumiéndolo todo en derredor, pero él no hizo caso; y siguió ardiendo contra él, pero él no quiso poner nada en el corazón.

43 Y ahora, esto es lo que ha dicho Jehová, tu Creador, oh Jacob, y tu Formador, oh Israel: “No tengas miedo, porque yo te he recomprado. [Te] he llamado por tu nombre. Eres mío. 2 En caso de que pases por las aguas, yo ciertamente estaré contigo; y por los ríos, no te inundarán. En caso de que andes por el fuego, no te quemarás, ni la llama misma te chamuscará. 3 Porque yo soy Jehová tu Dios, el Santo de Israel tu Salvador. He dado a Egipto como rescate por ti, a Etiopía y Sebá en lugar de ti. 4 Debido al hecho de que has sido precioso a mis ojos, se te ha considerado honorable, y yo mismo te he amado. Y daré hombres en lugar de ti, y grupos nacionales en lugar de tu alma.

5 ”No tengas miedo, porque yo estoy contigo. Desde el naciente traeré tu descendencia, y desde el poniente te juntaré. 6 Diré al norte: ‘¡Entrega acá!’, y al sur: ‘No retengas. Trae a mis hijos desde lejos, y a mis hijas desde la extremidad de la tierra, 7 a todo el que es llamado por mi nombre y a quien he creado para mi propia gloria, a quien he formado, sí, a quien he hecho’.

8 ”Saca a un pueblo [que es] ciego aunque ojos mismos existen, y a los [que son] sordos aunque tienen oídos. 9 Que todas las naciones se junten en un solo lugar, y que los grupos nacionales se reúnan. ¿Quién hay entre ellos que pueda anunciar esto? ¿O pueden ellos hacernos oír siquiera las cosas primeras? Que suministren sus testigos, para que sean declarados justos, o que oigan y digan: ‘¡Es la verdad!’”.

10 “Ustedes son mis testigos -es la expresión de Jehová-, aun mi siervo a quien he escogido, para que sepan y tengan fe en mí, y para que entiendan que yo soy el Mismo. Antes de mí no fue formado Dios alguno, y después de mí continuó sin que lo hubiera. 11 Yo… yo soy Jehová, y fuera de mí no hay salvador.”

12 “Yo mismo he anunciado y he salvado y he hecho que sea oído, cuando no había entre ustedes [dios] extraño. De modo que ustedes son mis testigos -es la expresión de Jehová-, y yo soy Dios. 13 Además, todo el tiempo yo soy el Mismo; y no hay nadie que efectúe liberación de mi propia mano. Me pondré activo, y ¿quién puede volverla atrás?”

14 Esto es lo que ha dicho Jehová, el Recomprador de ustedes, el Santo de Israel: “Por causa de ustedes ciertamente enviaré a Babilonia y haré que desciendan las barras de las prisiones, y los caldeos en las naves con gritos quejumbrosos por su parte. 15 Yo soy Jehová el Santo de ustedes, el Creador de Israel, su Rey”.

16 Esto es lo que ha dicho Jehová, Aquel que hizo un camino a través del mar mismo y una vereda aun a través de aguas fuertes, 17 Aquel que sacó el carro de guerra y el caballo, la fuerza militar y a los fuertes a la misma vez: “Yacerán. No se levantarán. Ciertamente serán extinguidos. Como una mecha de lino tienen que ser apagados”.

18 “No se acuerden de las cosas primeras, y a las cosas anteriores no dirijan su consideración. 19 ¡Miren! Yo voy a hacer algo nuevo. Ahora brotará. Ustedes lo sabrán, ¿no es verdad? Realmente, a través del desierto pondré un camino; a través del desierto árido, ríos. 20 La bestia salvaje del campo me glorificará, los chacales y los avestruces; porque habré dado agua hasta en el desierto, ríos en el desierto árido, para hacer beber a mi pueblo, mi escogido, 21 el pueblo a quien he formado para mí mismo, para que relate la alabanza mía.

22 ”Pero ni siquiera a mí me has llamado, oh Jacob, porque te has fatigado de mí, oh Israel. 23 No me has traído la oveja de tus holocaustos, y con tus sacrificios no me has glorificado. Yo no te he obligado a servirme con un regalo, ni te he fatigado con olíbano. 24 No has comprado para mí caña [aromática] con dinero; y con la grasa de tus sacrificios no me has saturado. En realidad, me has obligado a servir a causa de tus pecados; me has fatigado con tus errores.

25 ”Yo… yo soy Aquel que borra tus transgresiones por causa de mí mismo, y de tus pecados no me acordaré. 26 Hazme recordar; presentémonos para juicio juntamente; cuenta tu propio relato de ello a fin de que tengas razón. 27 Tu propio padre, el primero, ha pecado, y tus propios voceros han transgredido contra mí. 28 Por eso profanaré a los príncipes del lugar santo, y ciertamente entregaré a Jacob como hombre dado por entero a la destrucción, y a Israel a palabras de injuria.

44 ”Y ahora escucha, oh Jacob siervo mío, y tú, oh Israel, a quien he escogido. 2 Esto es lo que ha dicho Jehová, tu Hacedor y tu Formador, que siguió ayudándote aun desde el vientre: ‘No tengas miedo, oh siervo mío Jacob, y tú, Jesurún, a quien he escogido. 3 Porque derramaré agua sobre el sediento, y arroyos que fluyan suavemente sobre el lugar seco. Derramaré mi espíritu sobre tu descendencia, y mi bendición sobre tus descendientes. 4 Y ciertamente brotarán como entre la hierba verde, como álamos al lado de las acequias de agua. 5 Este dirá: “Yo pertenezco a Jehová”. Y aquel [se] llamará por el nombre de Jacob, y otro escribirá sobre su mano: “Perteneciente a Jehová”. Y por el nombre de Israel uno [se] intitulará’.

6 ”Esto es lo que ha dicho Jehová, el Rey de Israel y el Recomprador de él, Jehová de los ejércitos: ‘Yo soy el primero y yo soy el último, y fuera de mí no hay Dios. 7 ¿Y quién hay como yo? Que clame, para que lo anuncie y me lo presente. Desde que asigné al pueblo de hace mucho tiempo, anuncien ellos por su parte tanto las cosas que vienen como las cosas que han de entrar. 8 No estén ustedes en pavor, y no se atolondren. ¿No he hecho que desde aquel tiempo en adelante tú individualmente oigas, y no [lo] he anunciado? Y ustedes son mis testigos. ¿Existe Dios fuera de mí? No, no hay Roca. No he reconocido a ninguno’.”

9 Los formadores de la imagen tallada son todos ellos una irrealidad, y sus predilectas mismas no serán de ningún provecho; y como sus testigos ellas no ven nada ni saben nada, a fin de que ellos se avergüencen. 10 ¿Quién ha formado un dios o fundido una mera imagen fundida? De ningún provecho en absoluto ha sido. 11 ¡Miren! Todos los socios mismos de él se avergonzarán, y los artífices son de entre los hombres terrestres. Todos ellos se juntarán. Se quedarán quietos. Estarán en pavor. Se avergonzarán al mismo tiempo.

12 En cuanto al que talla hierro con el podón, él ha estado ocupado [en ello] con las brasas; y con los martillos procede a formarlo, y sigue ocupado en ello con su brazo poderoso. También, le ha dado hambre, y por eso se halla sin poder. No ha bebido agua; de modo que se cansa.

13 En cuanto al que talla en madera, él ha extendido el cordel de medir; lo traza con tiza roja; le va dando forma con una escofina; y con un compás sigue trazándolo, y gradualmente lo hace como la representación de un hombre, como la hermosura de la humanidad, para que esté sentado en una casa.

14 Hay uno cuyo negocio es cortar cedros; y toma cierta especie de árbol, aun un árbol macizo, y deja que se haga fuerte para sí entre los árboles del bosque. Plantó el laurel, y la lluvia misma, que cae a cántaros, sigue haciéndolo crecer. 15 Y ha llegado a ser [algo] para que el hombre mantenga ardiendo el fuego. De manera que él toma parte de él para calentarse. De hecho, hace un fuego y realmente cuece pan. También se pone a trabajar en un dios ante el cual pueda inclinarse. Lo ha hecho una imagen tallada, y se prosterna ante ella. 16 La mitad de él realmente la quema en un fuego. Sobre la mitad de él asa bien la carne que come, y queda satisfecho. También se calienta, y dice: “¡Ajá! Me he calentado. He visto la lumbre”. 17 Pero de lo restante de él realmente hace un dios mismo, su imagen tallada. Se prosterna ante ella y se inclina y le ora y dice: “Líbrame, porque tú eres mi dios”.

18 No han llegado a saber, ni entienden, porque sus ojos han sido embadurnados para que no vean; su corazón, para que no tenga perspicacia. 19 Y nadie hace recordar a su corazón ni tiene conocimiento ni entendimiento para decir: “La mitad de él la he quemado en un fuego, y sobre sus brasas también he cocido pan; aso carne y como. Pero de lo demás de él ¿haré una simple cosa detestable? ¿Ante la madera reseca de un árbol he de prosternarme?”. 20 Está alimentándose de cenizas. Su propio corazón, con el cual se ha jugado, lo ha descarriado. Y él no libra su alma, ni dice: “¿No hay una falsedad en mi diestra?”.

21 “Acuérdate de estas cosas, oh Jacob, y tú, oh Israel, porque eres mi siervo. Yo te he formado. Eres un siervo que me pertenece. Oh Israel, no serás olvidado por parte de mí. 22 Ciertamente borraré tus transgresiones tal como con una nube, y tus pecados tal como con una masa de nube. Vuelve a mí, sí, porque yo ciertamente te recompraré.

23 ”¡Clamen gozosamente, cielos, porque Jehová ha actuado! ¡Griten en triunfo, ustedes las partes más bajas de la tierra! ¡Alégrense, montañas, con clamor gozoso, bosque y todos los árboles en él! Porque Jehová ha recomprado a Jacob, y sobre Israel muestra su hermosura.”

24 Esto es lo que ha dicho Jehová, tu Recomprador y el Formador de ti desde el vientre: “Yo, Jehová, estoy haciendo todo, extendiendo los cielos, yo solo, tendiendo la tierra. ¿Quién estuvo conmigo? 25 [Estoy] frustrando las señales de los de habla vacía, y [soy] Aquel que hace que los adivinos mismos actúen locamente; Aquel que vuelve a los sabios al revés, y Quien torna hasta el conocimiento de ellos en tontedad; 26 Quien hace que se realice la palabra de su siervo, y Quien lleva a cabo por completo el consejo de sus propios mensajeros; Aquel que dice de Jerusalén: ‘Será habitada’, y de las ciudades de Judá: ‘Serán reedificadas, y levantaré sus lugares desolados’; 27 Aquel que dice a la profundidad acuosa: ‘Evapórate; y secaré todos tus ríos’; 28 Aquel que dice de Ciro: ‘Es mi pastor, y todo aquello en que me deleito él lo llevará a cabo por completo’; aun en [mi] decir de Jerusalén: ‘Será reedificada’, y del templo: ‘Te será colocado tu fundamento’”.

45 Esto es lo que ha dicho Jehová a su ungido, a Ciro, a quien he asido de la diestra, para sojuzgar delante de él naciones, para que yo desciña hasta las caderas de reyes; para abrir delante de él las puertas de dos hojas, de modo que las puertas mismas no estén cerradas: 2 “Delante de ti yo mismo iré, y enderezaré las protuberancias del terreno. Las puertas de cobre haré pedazos, y cortaré las barras de hierro. 3 Y ciertamente te daré los tesoros que están en la oscuridad y los tesoros escondidos que están en los escondrijos, para que sepas que yo soy Jehová, Aquel que [te] llama por tu nombre, el Dios de Israel. 4 Por causa de mi siervo Jacob y de Israel mi escogido, hasta procedí a llamarte por tu nombre; procedí a darte un nombre de honra, aunque tú no me conocías. 5 Yo soy Jehová, y no hay ningún otro. Con la excepción de mí no hay Dios. Yo te ceñiré apretadamente, aunque no me has conocido, 6 a fin de que desde el nacimiento del sol y desde su puesta la gente sepa que no hay ninguno fuera de mí. Yo soy Jehová, y no hay ningún otro. 7 Yo, Jehová, quien formo luz y creo oscuridad, hago paz y creo calamidad, estoy haciendo todas estas cosas.

8 ”Oh cielos, hagan que gotee desde arriba; y destilen los cielos nublados mismos la justicia. Ábrase la tierra, y sea fructífera con salvación, y haga que la justicia misma brote al mismo tiempo. Yo mismo, Jehová, lo he creado”.

9 ¡Ay del que ha contendido con su Formador, como un fragmento de vasija de barro con los otros fragmentos de vasija de barro del suelo! ¿Debe el barro decir a su formador: “¿Qué haces?”? ¿Y tu logro [decir]: “No tiene manos”? 10 ¡Ay del que diga a un padre: “¿De qué llegas a ser padre?”, y a la esposa: “¿Con qué estás con dolores de parto?”!

11 Esto es lo que ha dicho Jehová, el Santo de Israel y el Formador de él: “Pregúntenme hasta acerca de las cosas que vienen respecto a mis hijos; y respecto a la actividad de mis manos ustedes deben darme órdenes. 12 Yo mismo he hecho la tierra y he creado aun al hombre sobre ella. Yo… mis propias manos han extendido los cielos, y a todo el ejército de ellos he dado órdenes”.

13 “Yo mismo he suscitado a alguien en justicia, y todos sus caminos enderezaré. Él es el que edificará mi ciudad, y a los míos que están en destierro soltará, no por precio ni por soborno”, ha dicho Jehová de los ejércitos.

14 Esto es lo que ha dicho Jehová: “Los trabajadores no retribuidos de Egipto y los mercaderes de Etiopía y los sabeos, hombres de alta talla, se pasarán ellos mismos aun a ti, y tuyos llegarán a ser. Detrás de ti andarán; en grilletes pasarán, y ante ti se inclinarán. A ti orarán [y dirán:] ‘Realmente Dios está en unión contigo, y no hay ningún otro; no hay [otro] Dios’”.

15 Verdaderamente, tú eres un Dios que te mantienes oculto, el Dios de Israel, un Salvador. 16 Ellos ciertamente quedarán avergonzados y hasta serán humillados, todos ellos. Juntos en humillación tendrán que andar los fabricantes de formas [de ídolos]. 17 En cuanto a Israel, ciertamente será salvado en unión con Jehová con una salvación para tiempos indefinidos. Ustedes no quedarán avergonzados, ni serán humillados para los tiempos indefinidos de la eternidad.

18 Porque esto es lo que ha dicho Jehová, el Creador de los cielos, Él, el Dios [verdadero], el Formador de la tierra y el Hacedor de ella, Él, Aquel que la estableció firmemente, que no la creó sencillamente para nada, que la formó aun para ser habitada: “Yo soy Jehová, y no hay ningún otro. 19 En un escondrijo no hablé, en un lugar oscuro de la tierra; ni dije yo a la descendencia de Jacob: ‘Búsquenme sencillamente para nada’. Yo soy Jehová, que hablo lo que es justo, que informo lo que es recto.

20 ”Júntense y vengan. Acérquense juntamente, ustedes los escapados de las naciones. Los que llevan la madera de su imagen tallada no han llegado a tener conocimiento; tampoco los que oran a un dios que no puede salvar. 21 Hagan ustedes su informe y su presentación. Sí, consulten ellos juntos en unidad. ¿Quién ha hecho oír esto desde hace mucho tiempo? ¿[Quién] lo ha informado desde aquel mismo tiempo? ¿No soy yo, Jehová, fuera de quien no hay otro Dios; un Dios justo y un Salvador, pues no hay ninguno a excepción de mí?

22 ”Diríjanse a mí y sean salvos, todos ustedes [los que están en los] cabos de la tierra; porque yo soy Dios, y no hay ningún otro. 23 Por mí mismo he jurado -de mi propia boca en justicia ha salido la palabra, de modo que no volverá- que ante mí toda rodilla se doblará, [a mí] toda lengua jurará, 24 y dirá: ‘De seguro en Jehová hay plena justicia y fuerza. Todos los que se acaloran contra él vendrán directamente a él y quedarán avergonzados. 25 En Jehová toda la descendencia de Israel resultará tener razón y se jactará en cuanto a sí misma’”.

46 Bel se ha doblado, Nebo está agachado; sus ídolos han llegado a ser para las bestias salvajes y para los animales domésticos, las cargas de estos, piezas de equipaje, una carga pesada para los animales cansados. 2 Tienen que agacharse; cada uno tiene que doblarse por igual; simplemente no pueden suministrar escape para la carga, sino que su propia alma tiene que ir al cautiverio.

3 “Escúchenme, oh casa de Jacob, y todos ustedes los restantes de la casa de Israel, ustedes los transportados [por mí] desde el vientre, los llevados desde la matriz. 4 Aun hasta la vejez [de uno] yo soy el Mismo; y hasta la canicie [de uno] yo mismo seguiré soportando. Yo mismo ciertamente actuaré, para que yo mismo pueda llevar y para que yo mismo pueda soportar y suministrar escape.

5 ”¿A quién me asemejarán ustedes o [me] harán igual o me compararán, para que nos parezcamos uno al otro? 6 Hay los que con profusión sacan el oro de la bolsa, y con el brazo de la balanza pesan la plata. Alquilan a un metalario, y él hace de ello un dios. Se prosternan, sí, se inclinan. 7 Lo llevan sobre el hombro, lo cargan y lo depositan en su lugar para que quede quieto. De su lugar donde está parado no se mueve. Hasta le clama uno, pero él no responde; de la angustia en que uno se halla, este no lo salva.

8 ”Acuérdense de esto, para que cobren ánimo. Pónganlo en el corazón, transgresores. 9 Acuérdense de las primeras cosas de mucho tiempo atrás, que yo soy el Divino y no hay otro Dios, ni nadie semejante a mí; 10 Aquel que declara desde el principio el final, y desde hace mucho las cosas que no se han hecho; Aquel que dice: ‘Mi propio consejo subsistirá, y todo lo que es mi deleite haré’; 11 Aquel que llama desde el naciente a un ave de rapiña; desde un país distante, al hombre que ha de ejecutar mi consejo. Hasta [lo] he hablado; también lo haré venir. [Lo] he formado, también lo haré.

12 ”Escúchenme, ustedes los poderosos de corazón, ustedes los que están lejos de la justicia. 13 He acercado mi justicia. No está lejos, y mi propia salvación no tardará. Y ciertamente daré en Sión salvación; a Israel, mi hermosura.”

47 Baja y siéntate en el polvo, oh virgen hija de Babilonia. Siéntate en la tierra donde no hay trono, oh hija de los caldeos. Porque no volverás a experimentar que la gente te llame delicada y melindrosa. 2 Toma un molinillo y muele harina. Descúbrete el velo. Quítate la falda amplia. Descubre la pierna. Atraviesa los ríos. 3 Debes descubrir tu desnudez. También, debe verse tu oprobio. Venganza es lo que tomaré, y no me encontraré [bondadosamente] con ningún hombre.

4 “Hay Uno que nos está recomprando. Jehová de los ejércitos es su nombre, el Santo de Israel.”

5 Siéntate silenciosamente y entra en la oscuridad, oh hija de los caldeos; porque no volverás a experimentar que la gente te llame Señora de Reinos. 6 Me indigné con mi pueblo. Profané mi herencia, y procedí a darlos en tu mano. No les mostraste misericordias. Sobre el viejo hiciste muy pesado tu yugo. 7 Y seguiste diciendo: “Hasta tiempo indefinido resultaré ser Señora, para siempre”. No pusiste estas cosas en tu corazón; no te acordaste del final del asunto.

8 Y ahora oye esto, tú, [mujer] dada a los placeres, la que se sienta en seguridad, la que dice en su corazón: “Yo soy, y no hay nadie más. No me sentaré como viuda, y no conoceré la pérdida de hijos”. 9 Pero te vendrán estas dos cosas de repente, en un solo día: pérdida de hijos y viudez. En su medida completa tienen que venir sobre ti, por la abundancia de tus hechicerías, por el pleno poderío de tus maleficios… en sumo grado. 10 Y seguiste confiando en tu maldad. Has dicho: “No hay quien me vea”. Tu sabiduría y tu conocimiento… esto es lo que te ha descarriado; y sigues diciendo en tu corazón: “Yo soy, y no hay nadie más”. 11 Y sobre ti tiene que venir calamidad; no conocerás ningún encantamiento contra ella. Y sobre ti caerá adversidad; no podrás evitarla. Y sobre ti de repente vendrá una ruina que no estás acostumbrada a conocer.

12 Quédate quieta, ahora, con tus maleficios y con la abundancia de tus hechicerías, en los cuales te has afanado desde tu juventud; para que tal vez saques provecho, para que tal vez infundas miedo a la gente. 13 Te has fatigado con la multitud de tus consejeros. Que se pongan de pie, ahora, y te salven, los adoradores de los cielos, los contempladores de las estrellas, los que divulgan conocimiento en las lunas nuevas respecto a las cosas que vendrán sobre ti. 14 ¡Mira! Se han hecho como rastrojo. Un fuego mismo ciertamente los quemará por completo. No librarán su alma del poder de la llama. No habrá brillo de brasas para que la gente se caliente, ninguna lumbre enfrente de la cual sentarse. 15 Así ciertamente llegarán a ser para ti, [aquellos] con quienes te has afanado como encantadores tuyos desde tu juventud. Realmente irán vagando, cada uno a su propia región. No habrá quien te salve.

48 Oigan esto, oh casa de Jacob, ustedes que se llaman por el nombre de Israel y que han salido de las mismísimas aguas de Judá, ustedes que juran por el nombre de Jehová y que hacen mención hasta del Dios de Israel, no en verdad y no en justicia. 2 Porque ellos se han llamado a sí mismos como que son de la ciudad santa, y se han apoyado sobre el Dios de Israel, Jehová de los ejércitos por nombre.

3 “Las primeras cosas las he anunciado aun desde aquel tiempo, y de mi propia boca salieron, y seguí haciendo que se oyeran. De repente actué, y las cosas procedieron a venir. 4 Debido a saber yo que tú eres duro y que tu cerviz es un tendón de hierro y tu frente es cobre, 5 yo también seguí informándote desde aquel tiempo. Antes que viniera, te [lo] hice oír, para que no dijeras: ‘Mi propio ídolo las ha hecho, y mi propia imagen tallada y mi propia imagen fundida las han ordenado’. 6 Has oído. Contémplalo todo. En cuanto a ustedes, ¿no [lo] anunciarán? Te he hecho oír cosas nuevas desde la actualidad, hasta cosas mantenidas en reserva, que no has sabido. 7 En la actualidad tienen que ser creadas, y no desde aquel tiempo, aun cosas que antes de hoy no has oído, para que no digas: ‘¡Mira! Ya las he sabido’.

8 ”Además, tú no has oído, ni has sabido, ni desde aquel tiempo en adelante ha sido abierto tu oído. Porque bien sé yo que sin falta seguiste tratando traidoramente, y ‘transgresor desde el vientre’ se te ha llamado. 9 Por causa de mi nombre reprimiré mi cólera, y por mi alabanza me refrenaré para contigo para que no se te corte. 10 ¡Mira! Te he refinado, pero no en [la forma de] plata. He hecho la selección de ti en el horno de fundición de la aflicción. 11 Por mi propia causa, por mi propia causa actuaré, porque, ¿cómo podría uno dejarse profanar? Y a ningún otro daré mi propia gloria.

12 ”Escúchame, oh Jacob, y tú, Israel mi llamado. Yo soy el Mismo. Yo soy el primero. Además, soy el último. 13 Además, mi propia mano colocó el fundamento de la tierra, y mi propia diestra extendió los cielos. Llamo a ellos, para que sigan subsistiendo juntos.

14 ”Júntense, todos ustedes, y oigan. ¿Quién entre ellos ha anunciado estas cosas? Jehová mismo lo ha amado. Él hará lo que es su deleite sobre Babilonia, y su propio brazo estará sobre los caldeos. 15 Yo… yo mismo he hablado. Además, yo lo he llamado. Lo he hecho entrar, y se hará que su camino tenga éxito.

16 ”Acérquense a mí. Oigan esto. Desde el comienzo no he hablado en ningún escondrijo. Desde el tiempo en que ocurrió esto, yo he estado allí.”

Y ahora el Señor Soberano Jehová mismo me ha enviado, hasta su espíritu. 17 Esto es lo que ha dicho Jehová, tu Recomprador, el Santo de Israel: “Yo, Jehová, soy tu Dios, Aquel que te enseña para que te beneficies a ti mismo, Aquel que te hace pisar en el camino en que debes andar. 18 ¡Oh, si realmente prestaras atención a mis mandamientos! Entonces tu paz llegaría a ser justamente como un río, y tu justicia como las olas del mar. 19 Y tu prole llegaría a ser justamente como la arena, y los descendientes de tus entrañas como los granos de ella. El nombre de uno no sería cortado, ni sería aniquilado de delante de mí”.

20 ¡Salgan de Babilonia! Huyan de los caldeos. Anuncien aun con el sonido de un clamor gozoso, hagan oír esto. Háganlo salir hasta la extremidad de la tierra. Digan: “Jehová ha recomprado a su siervo Jacob. 21 Y ellos no tuvieron sed cuando él estuvo haciéndolos andar hasta por lugares devastados. Agua de la roca hizo que fluyera para ellos, y procedió a partir una roca para que el agua saliera corriendo”.

22 “No hay paz -ha dicho Jehová- para los inicuos.”

49 Escúchenme, oh islas, y presten atención, lejanos grupos nacionales. Jehová mismo me ha llamado hasta desde el vientre. Desde las entrañas de mi madre ha hecho mención de mi nombre. 2 Y procedió a hacer mi boca como una espada aguda. En la sombra de su mano me ha escondido. Y gradualmente hizo de mí una flecha pulida. Me ocultó en su propia aljaba. 3 Y pasó a decirme: “Tú eres mi siervo, oh Israel, tú aquel en quien mostraré mi hermosura”.

4 Pero en cuanto a mí, dije: “Para nada he trabajado con afán. Para irrealidad y vanidad he agotado mi propio poder. Verdaderamente mi juicio está con Jehová, y mi salario con mi Dios”. 5 Y ahora Jehová, Aquel que me formó desde el vientre como siervo que le pertenece, ha dicho que [yo] le traiga de vuelta a Jacob, a fin de que Israel mismo sea reunido a él. Y yo seré glorificado a los ojos de Jehová, y mi propio Dios se habrá hecho mi fuerza. 6 Y él procedió a decir: “Ha sido más que asunto trivial el que hayas llegado a ser mi siervo para levantar las tribus de Jacob y para traer de vuelta aun a los salvaguardados de Israel; yo también te he dado por luz a las naciones, para que mi salvación llegue hasta la extremidad de la tierra”.

7 Esto es lo que Jehová, el Recomprador de Israel, su Santo, ha dicho al que es despreciado de alma, al que es detestado por la nación, al siervo de gobernantes: “Reyes mismos verán y ciertamente se levantarán, [y] príncipes, y se inclinarán, a causa de Jehová, quien es fiel, el Santo de Israel, quien te escoge”.

8 Esto es lo que ha dicho Jehová: “En un tiempo de buena voluntad te he respondido, y en día de salvación te he ayudado; y seguí salvaguardándote para darte como pacto para el pueblo, para rehabilitar la tierra, para efectuar el recobro de las posesiones hereditarias desoladas, 9 para decir a los prisioneros: ‘¡Salgan!’, a los que están en la oscuridad: ‘¡Revélense!’. Al lado de los caminos pacerán, y en todas las sendas trilladas se realizará el apacentamiento de ellos. 10 No padecerán hambre, ni padecerán sed, ni los herirá calor abrasador ni sol. Porque Aquel que tiene piedad de ellos los guiará, y junto a los manantiales de agua los conducirá. 11 Y ciertamente convertiré todas mis montañas en camino, y mis calzadas mismas estarán en una elevación. 12 ¡Mira! Estos vendrán aun de lejos, y, ¡mira!, estos del norte y del oeste, y estos del país de Sinim”.

13 Den un grito gozoso, cielos, y regocíjate, tierra. Alégrense las montañas con un clamor gozoso. Porque Jehová ha consolado a su pueblo, y muestra piedad a sus propios afligidos.

14 Pero Sión siguió diciendo: “Jehová me ha dejado, y Jehová mismo se ha olvidado de mí”. 15 ¿Puede una esposa olvidarse de su niño de pecho, de modo que no tenga piedad al hijo de su vientre? Hasta estas mujeres pueden olvidar; no obstante, yo mismo no me olvidaré de ti. 16 ¡Mira! Sobre las palmas [de mis manos] te he grabado. Tus muros están enfrente de mí constantemente. 17 Tus hijos se han apresurado. Los mismísimos que te demolieron y te devastaron saldrán hasta de ti. 18 Levanta los ojos todo en derredor y ve. Todos ellos han sido juntados. Han venido a ti. “Tan ciertamente como que vivo yo -es la expresión de Jehová- de todos ellos te vestirás justamente como con adornos, y te ceñirás con ellos como una novia. 19 Aunque haya tus lugares devastados y tus lugares desolados y la tierra de tus ruinas, aunque ahora te halles en demasiada estrechez para estar morando -y los que te tragaron han estado lejos-, 20 no obstante, en tus propios oídos los hijos de tu condición de estar privada de hijos dirán: ‘El lugar se ha hecho demasiado estrecho para mí. De veras hazme lugar para que pueda morar’. 21 Y de seguro dirás en tu corazón: ‘¿Quién ha llegado a ser padre de estos para mí, puesto que soy una mujer privada de hijos y estéril, llevada al destierro y tomada prisionera? En cuanto a estos, ¿quién [los] ha criado? ¡Mira! Yo misma había quedado sola. Estos… ¿dónde han estado?’.”

22 Esto es lo que ha dicho el Señor Soberano Jehová: “¡Mira! Levantaré mi mano hasta a las naciones, y a los pueblos alzaré mi señal enhiesta. Y traerán a tus hijos en el seno, y sobre el hombro llevarán a tus propias hijas. 23 Y reyes tienen que llegar a ser cuidadores para ti; y sus princesas, nodrizas para ti. Con rostros a tierra se inclinarán ante ti, y el polvo de tus pies lamerán; y tendrás que saber que yo soy Jehová, de quien no quedarán avergonzados los que esperan en mí”.

24 ¿Pueden los que ya han sido tomados ser tomados de un hombre poderoso mismo, o puede el cuerpo de cautivos del tirano efectuar su escape? 25 Pero esto es lo que ha dicho Jehová: “Hasta el cuerpo de cautivos del poderoso será quitado, y los que ya han sido tomados por el tirano mismo efectuarán su escape. Y contra cualquiera que contienda contra ti yo mismo contenderé, y a tus propios hijos yo mismo salvaré. 26 Y ciertamente haré que los que te maltratan coman su propia carne; y como con el vino dulce se emborracharán con su propia sangre. Y toda carne tendrá que saber que yo, Jehová, soy tu Salvador y tu Recomprador, el Poderoso de Jacob”.

50 Esto es lo que ha dicho Jehová: “¿Dónde, pues, está el certificado de divorcio de la madre de ustedes, a la cual yo despedí? ¿O cuál de mis acreedores es aquel a quien los he vendido? ¡Miren! A causa de sus propios errores han sido vendidos, y a causa de las propias transgresiones de ustedes su madre ha sido despedida. 2 ¿Por qué, cuando vine, no hubo nadie? ¿Cuando llamé, no hubo quien respondiera? ¿Se ha acortado verdaderamente tanto mi mano que no pueda redimir, o no hay en mí poder para librar? ¡Miren! Con mi reprensión seco el mar; hago de los ríos un desierto. Hieden sus peces por no haber agua, y mueren a causa de sed. 3 Yo visto los cielos de lobreguez, y hago que el saco mismo sea su cobertura”.

4 El Señor Soberano Jehová mismo me ha dado la lengua de los enseñados, para que sepa responder al cansado con una palabra. Él despierta mañana a mañana; me despierta el oído para que oiga como los enseñados. 5 El Señor Soberano Jehová mismo me ha abierto el oído, y yo, por mi parte, no fui rebelde. No me volví en la dirección opuesta. 6 Mi espalda di a los golpeadores, y mis mejillas a los que mesaban [el pelo]. Mi rostro no oculté de cosas humilladoras ni del esputo.

7 Pero el Señor Soberano Jehová mismo me ayudará. Por eso no tendré que sentirme humillado. Por eso he puesto mi rostro como pedernal, y sé que no seré avergonzado. 8 Aquel que me declara justo está cerca. ¿Quién puede contender conmigo? Pongámonos de pie juntos. ¿Quién es mi antagonista judicial? Que se me acerque. 9 ¡Miren! El Señor Soberano Jehová mismo me ayudará. ¿Quién hay que pueda pronunciarme inicuo? ¡Miren! Todos ellos, cual prenda de vestir, se gastarán. Una mera polilla se los comerá.

10 ¿Quién entre ustedes teme a Jehová, escuchando la voz de su siervo, que ha andado en oscuridad continua y para quien no ha habido resplandor? Confíe él en el nombre de Jehová y apóyese en su Dios.

11 “¡Miren! Todos ustedes los que están encendiendo un fuego, haciendo que las chispas brillen, anden a la luz de su fuego, y entre las chispas que han encendido. De mi mano ciertamente llegarán a tener esto: En verdadero dolor yacerán.

51 ”Escúchenme, ustedes los que están siguiendo tras la justicia, ustedes los que están procurando hallar a Jehová. Miren a la roca de la cual fueron labrados, y al hueco del hoyo del cual fueron excavados. 2 Miren a Abrahán su padre y a Sara que gradualmente los dio a luz con dolores de parto. Porque él era uno solo cuando lo llamé, y procedí a bendecirlo y a hacer que fuera muchos. 3 Porque Jehová ciertamente consolará a Sión. De seguro consolará todos sus lugares devastados, y hará que su desierto sea como Edén, y su llanura desértica como el jardín de Jehová. Alborozo y regocijo mismos se hallarán en ella, acción de gracias y la voz de melodía.

4 ”Préstenme atención, oh pueblo mío; y grupo nacional mío, a mí presten oído. Porque de mí saldrá una ley misma, y haré que mi decisión judicial repose hasta como una luz para los pueblos. 5 Mi justicia está cerca. Mi salvación ciertamente saldrá, y mis propios brazos juzgarán hasta a los pueblos. En mí esperarán las islas mismas, y aguardarán mi brazo.

6 ”Levanten los ojos a los cielos mismos, y miren a la tierra abajo. Porque los mismísimos cielos tienen que dispersarse en fragmentos justamente como humo, y cual prenda de vestir la tierra misma se gastará, y sus habitantes mismos morirán como un sencillo jején. Pero en cuanto a mi salvación, resultará ser aun hasta tiempo indefinido, y mi propia justicia no será destrozada.

7 ”Escúchenme, ustedes, los que conocen la justicia, el pueblo en cuyo corazón está mi ley. No tengan miedo al oprobio de los hombres mortales, y no se sobrecojan de terror simplemente a causa de sus palabras injuriosas. 8 Porque la polilla se los comerá precisamente como si fueran una prenda de vestir, y la polilla de la ropa se los comerá tal como si fueran lana. Pero en cuanto a mi justicia, resultará ser aun hasta tiempo indefinido, y mi salvación hasta generaciones incontables.”

9 ¡Despierta, despierta, vístete de fuerza, oh brazo de Jehová! Despierta como en los días de mucho tiempo atrás, como durante las generaciones de tiempos del pasado remoto. ¿No eres tú el que hizo pedazos a Rahab, el que traspasó al monstruo marino? 10 ¿No eres tú el que secó el mar, las aguas de la vasta profundidad? ¿El que hizo de las profundidades del mar un camino para que pasaran los recomprados? 11 Entonces los mismos redimidos de Jehová regresarán y tendrán que venir a Sión con un clamor gozoso, y regocijo hasta tiempo indefinido estará sobre la cabeza de ellos. Alborozo y regocijo alcanzarán. El desconsuelo y el suspiro ciertamente huirán.

12 “Yo… yo mismo soy Aquel que está consolándolos.

”¿Quién eres tú para que tengas miedo a un hombre mortal que ha de morir, y a un hijo de la humanidad que quedará como simple hierba verde? 13 ¿Y para que te olvidaras de Jehová tu Hacedor, Aquel que extendió los cielos y colocó el fundamento de la tierra, de modo que estuviste en pavor constantemente durante todo el día a causa de la furia del que [te] cercaba, como si él estuviera listo para arruinar[te]? ¿Y dónde está la furia del que [te] cercaba?

14 ”El que anda agachado en cadenas ciertamente será soltado velozmente, para que no vaya en muerte al hoyo y para que no [le] falte su pan.

15 ”Pero yo, Jehová, soy tu Dios, Aquel que agita el mar para que sus olas estén bulliciosas. Jehová de los ejércitos es su nombre. 16 Y pondré mis palabras en tu boca, y con la sombra de mi mano ciertamente te cubriré, a fin de plantar los cielos y colocar el fundamento de la tierra y decir a Sión: ‘Tú eres mi pueblo’.

17 ”Despiértate, despiértate, levántate, oh Jerusalén, tú que has bebido de la mano de Jehová su copa de furia. El cáliz, la copa que causa vértigo, has bebido, la has escurrido. 18 No hubo ninguno de todos los hijos que ella dio a luz que la condujera, y no hubo ninguno de todos los hijos que ella crió que la tomara de la mano. 19 Aquellas dos cosas te sobrevenían. ¿Quién se condolerá de ti? ¡Despojo violento y quebranto, y hambre y espada! ¿Quién te consolará? 20 Tus propios hijos se han desmayado. Han yacido en la cabecera de todas las calles como las ovejas silvestres en la red, como los que están llenos de la furia de Jehová, la reprensión de tu Dios.”

21 Por lo tanto, escucha esto, por favor, oh mujer afligida y borracha, pero no con vino. 22 Esto es lo que ha dicho tu Señor, Jehová, hasta tu Dios, que contiende por su pueblo: “¡Mira! Ciertamente quitaré de tu mano la copa que causa vértigo. El cáliz, mi copa de furia… ya no volverás a beber de ella. 23 Y ciertamente la pondré en la mano de los que te irritan, que han dicho a tu alma: ‘Inclínate para que pasemos’, de manera que hacías que tu espalda fuera justamente como la tierra, y como la calle para los que pasaban”.

52 ¡Despierta, despierta, ponte tu fuerza, oh Sión! ¡Ponte tus hermosas prendas de vestir, oh Jerusalén, la ciudad santa! Porque ya no volverá a entrar en ti el incircunciso e inmundo. 2 Sacúdete y líbrate del polvo, levántate, toma asiento, oh Jerusalén. Suéltate las ataduras de tu cuello, oh cautiva hija de Sión.

3 Porque esto es lo que ha dicho Jehová: “Por nada ustedes fueron vendidos, y será sin dinero como serán recomprados”.

4 Porque esto es lo que ha dicho el Señor Soberano Jehová: “Fue a Egipto adonde bajó mi pueblo en el primer caso para residir allí como forasteros; y sin causa Asiria, por su parte, los oprimió”.

5 “Y ahora, ¿qué interés tengo aquí? -es la expresión de Jehová-. Porque mi pueblo fue tomado por nada. Los mismísimos que los gobernaban siguieron aullando -es la expresión de Jehová-, y constantemente, todo el día, se trataba con falta de respeto mi nombre. 6 Por esa razón mi pueblo conocerá mi nombre, aun por esa razón en aquel día, porque yo soy Aquel que está hablando. ¡Mira! Soy yo.”

7 ¡Cuán hermosos sobre las montañas son los pies del que trae buenas nuevas, del que publica paz, del que trae buenas nuevas de algo mejor, del que publica salvación, del que dice a Sión: “¡Tu Dios ha llegado a ser rey!”.

8 ¡Escucha! Tus propios atalayas han levantado [la] voz. Al unísono siguen clamando gozosamente; porque será ojo a ojo como verán cuando Jehová recoja de vuelta a Sión.

9 Alégrense, clamen gozosamente a una, lugares devastados de Jerusalén, porque Jehová ha consolado a su pueblo; ha recomprado a Jerusalén. 10 Jehová ha desnudado su santo brazo ante los ojos de todas las naciones; y todos los cabos de la tierra tienen que ver la salvación de nuestro Dios.

11 Apártense, apártense, sálganse de allí, no toquen nada inmundo; sálganse de en medio de ella, manténganse limpios, ustedes los que llevan los utensilios de Jehová. 12 Porque no saldrán en pánico, y no irán en fuga. Porque Jehová estará yendo aun delante de ustedes, y el Dios de Israel será su retaguardia.

13 ¡Miren! Mi siervo actuará con perspicacia. Estará en puesto alto, y ciertamente será elevado y ensalzado en gran manera. 14 Al grado que muchos han clavado en él la mirada con asombro -tanto más fue la desfiguración en cuanto a su apariencia que la de cualquier otro hombre, y en cuanto a su regia forma que la de los hijos de la humanidad-, 15 él igualmente espantará a muchas naciones. Ante él reyes cerrarán la boca, porque realmente verán lo que no se les había relatado, y tendrán que dirigir su consideración a lo que no habían oído.

53 ¿Quién ha puesto fe en la cosa oída por nosotros? Y en cuanto al brazo de Jehová, ¿a quién ha sido revelado? 2 Y él subirá como una ramita delante de uno, y como una raíz de tierra árida. No tiene forma regia, ni ningún esplendor; y cuando lo veamos, no hay la apariencia que haría que lo deseáramos.

3 Fue despreciado y fue evitado por los hombres, un hombre que era para dolores y para estar familiarizado con la enfermedad. Y hubo como si fuera el ocultar uno su rostro de nosotros. Fue despreciado, y lo consideramos como de ninguna importancia. 4 Verdaderamente nuestras enfermedades fueron las que él mismo llevó; y en cuanto a nuestros dolores, él los cargó. Pero nosotros mismos lo consideramos como plagado, golpeado por Dios y afligido. 5 Pero a él se le estuvo traspasando por nuestra transgresión; se le estuvo aplastando por nuestros errores. El castigo que era para nuestra paz estuvo sobre él, y a causa de sus heridas ha habido una curación para nosotros. 6 Como ovejas todos nosotros hemos andado errantes; cada cual a su propio camino nos hemos dirigido; y Jehová mismo ha hecho que el error de todos nosotros se encuentre con aquel. 7 Estuvo en severa estrechez, y él fue dejando que se le afligiera; no obstante, no abría la boca. Se le fue llevando justamente como una oveja a la degollación; y, como una oveja que delante de sus esquiladores ha enmudecido, él igualmente no abría la boca.

8 A causa de restricción y de juicio fue quitado; y ¿quién se preocupará siquiera con [los detalles de] su generación? Pues fue cortado de la tierra de los vivientes. A causa de la transgresión de mi pueblo sufrió la herida. 9 Y él hará su sepultura hasta con los inicuos, y con la clase rica en su muerte, a pesar de que no había hecho violencia y no hubo engaño en su boca.

10 Pero Jehová mismo se deleitó en aplastarlo; lo enfermó. Si pones su alma como ofrenda por la culpa, él verá su prole, prolongará [sus] días, y en su mano lo que es el deleite de Jehová tendrá éxito. 11 A causa del penoso afán de su alma él verá, quedará satisfecho. Por medio de su conocimiento el justo, mi siervo, traerá una posición de justos a muchas personas; y él mismo cargará los errores de ellas. 12 Por esa razón le daré una porción entre los muchos, y será con los poderosos con quienes él repartirá proporcionalmente el despojo, debido a que derramó su alma hasta la mismísima muerte, y con los transgresores fue contado; y él mismo llevó el mismísimo pecado de muchas personas, y por los transgresores procedió a interponerse.

54 “¡Clama gozosamente, mujer estéril que no diste a luz! Alégrate con clamor gozoso y grita agudamente, tú que no tuviste dolores de parto, porque los hijos de la desolada son más numerosos que los hijos de la mujer que tiene dueño marital -ha dicho Jehová-. 2 Haz más espacioso el lugar de tu tienda. Y que extiendan las telas de tienda de tu magnífico tabernáculo. No te retengas. Alarga tus cuerdas de tienda, y haz fuertes aquellas estacas de tienda tuyas. 3 Porque hacia la derecha y hacia la izquierda prorrumpirás, y tu propia prole tomará posesión hasta de naciones, y habitará aun las ciudades desoladas. 4 No tengas miedo, porque no serás avergonzada; y no te sientas humillada, porque no serás desilusionada. Porque te olvidarás hasta de la vergüenza del tiempo de tu juventud, y del oprobio de tu viudez continua no te acordarás más.”

5 “Porque tu Magnífico Hacedor es tu dueño marital, Jehová de los ejércitos por nombre; y el Santo de Israel es tu Recomprador. El Dios de toda la tierra será llamado él. 6 Porque Jehová te llamó como si fueras una esposa dejada por completo y herida en espíritu, y como una esposa del tiempo de la juventud que fue entonces rechazada”, ha dicho tu Dios.

7 “Por un momentito te dejé por completo, pero con grandes misericordias te juntaré. 8 Con inundante indignación oculté de ti mi rostro por solo un momento, pero con bondad amorosa hasta tiempo indefinido ciertamente tendré misericordia de ti”, ha dicho tu Recomprador, Jehová.

9 “Esto es para mí justamente como los días de Noé. Tal como he jurado que las aguas de Noé no pasarán más sobre la tierra, así he jurado que ciertamente no me indignaré contigo ni te reprenderé. 10 Porque las montañas mismas podrán ser removidas, y las colinas mismas podrán bambolear, pero mi bondad amorosa misma no será removida de ti, ni bamboleará mi pacto mismo de paz”, ha dicho Jehová, Aquel que tiene misericordia de ti.

11 “Oh mujer afligida, arrojada por la tormenta, no consolada, aquí voy a colocar tus piedras con argamasa dura, y ciertamente colocaré tu fundamento con zafiros. 12 Y ciertamente haré tus almenajes de rubíes, y tus puertas de piedras relumbrantes como el fuego, y todos tus límites de piedras deleitables. 13 Y todos tus hijos serán personas enseñadas por Jehová, y la paz de tus hijos será abundante. 14 Resultarás estar firmemente establecida en la justicia misma. Estarás lejos de la opresión -pues no temerás- y de cualquier cosa aterradora, porque no se acercará a ti. 15 Si alguien de manera alguna ataca, no será por orden mía. Cualquiera que te ataque caerá aun por causa de ti.”

16 “¡Mira! Yo mismo he creado al artífice, el que sopla sobre el fuego de brasas y produce un arma como su hechura. Yo mismo, también, he creado al hombre ruinoso para obra de destrozar. 17 Sea cual sea el arma que se forme contra ti, no tendrá éxito, y sea cual sea la lengua que se levante contra ti en el juicio, la condenarás. Esta es la posesión hereditaria de los siervos de Jehová, y su justicia proviene de mí”, es la expresión de Jehová.

55 ¡Oigan, todos ustedes los sedientos! Vengan al agua. ¡Y los que no tienen dinero! Vengan, compren y coman. Sí, vengan, compren vino y leche hasta sin dinero y sin precio. 2 ¿Por qué siguen pagando dinero por lo que no es pan, y por qué es su afán por lo que no resulta en satisfacción? Escúchenme atentamente, y coman lo que es bueno, y halle su alma su deleite exquisito en la grosura misma. 3 Inclinen su oído y vengan a mí. Escuchen, y su alma se mantendrá viva, y prestamente celebraré con ustedes un pacto de duración indefinida respecto a las bondades amorosas para con David, que son fieles. 4 ¡Miren! Lo he dado como testigo a los grupos nacionales, como caudillo y comandante a los grupos nacionales.

5 ¡Mira! A una nación a quien tú no conoces llamarás, y los de una nación que no te han conocido correrán aun a ti, por causa de Jehová tu Dios, y por el Santo de Israel, por cuanto él te habrá hermoseado.

6 Busquen a Jehová mientras pueda ser hallado. Clamen a él mientras resulte estar cerca. 7 Deje el inicuo su camino, y el hombre dañino sus pensamientos; y regrese a Jehová, quien tendrá misericordia de él, y a nuestro Dios, porque él perdonará en gran manera.

8 “Porque los pensamientos de ustedes no son mis pensamientos, ni son mis caminos los caminos de ustedes -es la expresión de Jehová-. 9 Porque como los cielos son más altos que la tierra, así mis caminos son más altos que los caminos de ustedes, y mis pensamientos que los pensamientos de ustedes. 10 Porque tal como la lluvia fuerte desciende, y la nieve, desde los cielos, y no vuelve a ese lugar, a menos que realmente sature la tierra y la haga producir y brotar, y realmente se dé semilla al sembrador y pan al que come, 11 así resultará ser mi palabra que sale de mi boca. No volverá a mí sin resultados, sino que ciertamente hará aquello en que me he deleitado, y tendrá éxito seguro en aquello para lo cual la he enviado.

12 ”Porque con regocijo saldrán ustedes, y con paz se les hará entrar. Las montañas y las colinas mismas se alegrarán delante de ustedes con clamor gozoso, y todos los mismísimos árboles del campo batirán las manos. 13 En vez del matorral de espinas subirá el enebro. En vez de la ortiga que causa comezón subirá el mirto. Y tendrá que llegar a ser para Jehová algo famoso, una señal hasta tiempo indefinido que no será cortada.”

56 Esto es lo que ha dicho Jehová: “Guarden el derecho y hagan lo que es justo. Porque a la mano está mi salvación para entrar, y mi justicia para ser revelada. 2 Feliz es el hombre mortal que hace esto, y el hijo de la humanidad que se ase de ello, que guarda el sábado para no profanarlo, y que guarda su mano para no hacer ninguna clase de maldad. 3 Y no diga el extranjero que se ha unido a Jehová: ‘Sin duda Jehová me separará por completo de su pueblo’. Ni diga el eunuco: ‘¡Mira! Soy un árbol seco’”.

4 Porque esto es lo que ha dicho Jehová a los eunucos que guardan mis sábados y que han escogido aquello en que me he deleitado y que están asiéndose de mi pacto: 5 “Ciertamente hasta les daré en mi casa y dentro de mis muros un monumento y un nombre, algo mejor que hijos e hijas. Un nombre hasta tiempo indefinido les daré, uno que no será cortado.

6 ”Y a los extranjeros que se han unido a Jehová para ministrarle y para amar el nombre de Jehová, a fin de llegar a ser siervos de él, a todos los que guardan el sábado para no profanarlo, y que se asen de mi pacto, 7 yo también ciertamente los traeré a mi santa montaña y haré que se regocijen dentro de mi casa de oración. Sus holocaustos y sus sacrificios serán para aceptación sobre mi altar. Porque mi propia casa será llamada hasta casa de oración para todos los pueblos”.

8 La expresión del Señor Soberano Jehová, que está juntando a los dispersos de Israel, es: “Juntaré otros a él además de los suyos ya juntados”.

9 Todos ustedes, animales salvajes del campo abierto, vengan a comer, todos ustedes, animales salvajes del bosque. 10 Los atalayas de él son ciegos. Ninguno de ellos ha notado. Todos ellos son perros mudos; no pueden ladrar, jadeantes, echados, que aman dormitar. 11 Hasta son perros fuertes en [el deseo del] alma; no han conocido satisfacción. También son pastores que no han sabido entender. Todos ellos se han dirigido a su propio camino, cada uno por su ganancia injusta de su propio confín: 12 “¡Vengan! Tomaré vino; y bebamos licor embriagante hasta el límite. Y mañana ciertamente resultará tal como hoy, magnífico de una manera mucho más grande”.

57 El justo mismo ha perecido, pero no hay nadie que ponga [esto] en [su] corazón. Y hombres de bondad amorosa están siendo recogidos [a los muertos], mientras que nadie discierne que a causa de la calamidad ha sido recogido el justo. 2 Él entra en la paz; descansan sobre sus camas, [cada] uno que está andando en derechura.

3 “En cuanto a ustedes, suban acá cerca, hijos de una adivinadora, descendencia de una persona adúltera y de una mujer que comete prostitución: 4 ¿Por quién se divierten con tanta alegría? ¿Contra quién siguen abriendo ancha la boca, siguen sacando la lengua? ¿No son ustedes hijos de la transgresión, descendencia de la falsedad, 5 aquellos que están excitando la pasión entre los árboles grandes, debajo de todo árbol frondoso, degollando a los hijos en los valles torrenciales, debajo de las hendiduras de los peñascos?

6 ”Con las piedras lisas del valle torrencial era tu porción. Ellas… ellas eran tu suerte. Además, a ellas derramaste una libación, ofreciste un regalo. ¿Por estas cosas me consolaré yo? 7 Sobre una montaña alta y elevada colocaste tu cama. Allí también subiste para ofrecer sacrificio. 8 Y detrás de la puerta y de la jamba colocaste tu [señal para] memoria. Pues, apartada de mí [te] descubriste y procediste a subir; hiciste espaciosa tu cama. Y para ti misma te pusiste a celebrar [un pacto] con ellos. Amaste una cama con ellos. Contemplaste el miembro viril. 9 Y procediste a descender hacia Mélec con aceite, y seguiste haciendo abundantes tus ungüentos. Y continuaste despachando lejos a tus enviados, de manera que bajaste los asuntos al Seol. 10 En la multitud de tus caminos te has afanado. No has dicho: ‘¡No hay esperanza!’. Has hallado un reavivamiento de tu propio poder. Por eso no has enfermado.

11 ”¿De quién te aterraste y a quién empezaste a temer, de manera que te pusiste a mentir? Pero yo no fui aquel de quien te acordaste. No pusiste nada en tu corazón. ¿No estaba yo guardando silencio y escondiendo los asuntos? De modo que ni siquiera a mí me temías. 12 Yo mismo anunciaré tu justicia y tus obras, que no te aprovecharán. 13 Cuando clames por socorro, tu colección de cosas no te librará, sino que un viento se las llevará aun a todas ellas. Una exhalación se las llevará, pero el que se refugia en mí heredará la tierra y tomará posesión de mi santa montaña. 14 Y uno ciertamente dirá: ‘¡Terraplenen, terraplenen! Despejen el camino. Quiten del camino de mi pueblo todo obstáculo’.”

15 Porque esto es lo que ha dicho el Alto y Excelso, que está residiendo para siempre y cuyo nombre es santo: “En la altura y en el lugar santo es donde resido, también con el aplastado y de espíritu humilde, para revivificar el espíritu de los de condición humilde y para revivificar el corazón de los que están siendo aplastados. 16 Porque no contenderé hasta tiempo indefinido, ni estaré indignado perpetuamente; porque a causa de mí el espíritu mismo se pondría endeble, hasta las criaturas que respiran, que yo mismo he hecho.

17 ”Por lo erróneo de la ganancia injusta de él me indigné, y procedí a golpearlo, ocultando [mi rostro], mientras estuve indignado. Pero él siguió andando como renegado en el camino de su corazón. 18 He visto sus caminos mismos; y empecé a sanarlo y a conducirlo y a hacer compensación con consuelo para él y para los suyos que estaban de duelo”.

19 “Estoy creando el fruto de los labios. Paz continua habrá para el que está lejos y para el que está cerca -ha dicho Jehová-, y ciertamente lo sanaré.”

20 “Pero los inicuos son como el mar que está siendo agitado, cuando no puede calmarse, cuyas aguas siguen arrojando alga marina y fango. 21 No hay paz -ha dicho mi Dios- para los inicuos.”

58 “Clama a voz en cuello; no te retengas. Levanta tu voz justamente como un cuerno, y anuncia a mi pueblo su sublevación, y a la casa de Jacob sus pecados. 2 No obstante, día tras día era a mí a quien seguían buscando, y era en el conocimiento de mis caminos en lo que expresaban deleite, como una nación que ejecutara la justicia misma y que no hubiera dejado el mismísimo derecho de su Dios, puesto que seguían pidiéndome juicios justos, acercándose a Dios en quien se deleitaban:

3 ”‘¿Por qué razón ayunamos y tú no viste, y nos afligimos el alma y tú no notabas?’.

”En realidad, ustedes hallaban deleite en el mismísimo día de su ayuno, cuando allí estaban todos sus trabajadores a quienes ustedes obligaban a trabajar. 4 En realidad, para riña y para lucha ustedes ayunaban, y para golpear con el puño de la iniquidad. ¿No siguieron ayunando como en el día de hacer oír su voz en la altura? 5 ¿Debe el ayuno que yo escoja llegar a ser como este, como día en que el hombre terrestre se aflija el alma? ¿Para inclinar su cabeza justamente como un junco, y para que extienda mera tela de saco y cenizas como su lecho? ¿Es esto lo que tú llamas un ayuno y un día acepto a Jehová?

6 ”¿No es este el ayuno que yo escojo? ¿El desatar los grilletes de la iniquidad, soltar las ataduras de la vara que sirve de yugo, y despachar libres a los aplastados, y que ustedes rompan en dos toda vara que sirve de yugo? 7 ¿No es el repartir tu pan al hambriento, e introducir en [tu] casa a los afligidos, que no tienen hogar? ¿Que, en caso de que veas a alguien desnudo, de veras lo cubras, y que no te escondas de tu propia carne?

8 ”En tal caso rompería tu luz justamente como el alba; y velozmente brotaría el recobro para ti. Y delante de ti tu justicia ciertamente andaría; la mismísima gloria de Jehová sería tu retaguardia. 9 En tal caso llamarías, y Jehová mismo respondería; clamarías por ayuda, y él diría: ‘¡Aquí estoy!’.

”Si quitas de en medio de ti la vara que sirve de yugo, el extender el dedo y el hablar lo que es perjudicial; 10 y otorgas al hambriento [el deseo de] tu propia alma, y satisfaces el alma que está siendo afligida, también tu luz ciertamente fulgurará hasta en la oscuridad, y tus tinieblas serán como el mediodía. 11 Y Jehová no podrá menos que guiarte constantemente y satisfacer tu alma aun en una tierra abrasada, y vigorizará tus mismísimos huesos; y tendrás que llegar a ser como un jardín bien regado, y como la fuente de agua, cuyas aguas no mienten. 12 Y a tu instancia los hombres ciertamente edificarán los lugares por largo tiempo devastados; levantarás aun los fundamentos de generaciones continuas. Y realmente serás llamado el reparador de [la] brecha, el restaurador de veredas junto a las cuales morar.

13 ”Si en vista del sábado vuelves atrás tu pie respecto a hacer tus propios deleites en mi día santo, y realmente llamas el sábado un deleite exquisito, un [día] santo de Jehová, uno que está siendo glorificado, y realmente lo glorificas en vez de hacer según tus propios caminos, en vez de hallar lo que a ti te deleita y hablar una palabra; 14 en tal caso hallarás tu exquisito deleite en Jehová, y yo ciertamente te haré cabalgar sobre los lugares altos de la tierra; y ciertamente te haré comer de la posesión hereditaria de Jacob tu antepasado, porque la misma boca de Jehová [lo] ha hablado.”

59 ¡Miren! La mano de Jehová no se ha acortado demasiado, de modo que no pueda salvar, ni se ha hecho su oído demasiado pesado, de modo que no pueda oír. 2 No, sino que los mismos errores de ustedes han llegado a ser las cosas que causan división entre ustedes y su Dios, y los propios pecados de ustedes han hecho que sea ocultado de ustedes el rostro [de él] para no oír. 3 Porque las propias palmas de las manos de ustedes se han contaminado con sangre, y sus dedos con error. Sus propios labios han hablado falsedad. Su propia lengua siguió hablando entre dientes pura injusticia. 4 No hay nadie que clame en justicia, y absolutamente nadie ha ido al tribunal en fidelidad. Ha habido un confiar en irrealidad, y un hablar de inutilidad. Ha habido un concebir lo gravoso, y un dar a luz lo que es perjudicial.

5 Los huevos de una culebra venenosa son lo que ellos han empollado, y siguieron tejiendo la mera tela de una araña. Cualquiera que comía algunos de sus huevos moría, y el [huevo] que era aplastado producía una víbora. 6 Su mera telaraña no servirá de prenda de vestir, ni se cubrirán con sus obras. Sus obras son obras perjudiciales, y la actividad de la violencia está en las palmas de sus manos. 7 Sus propios pies siguen corriendo a simple maldad, y tienen prisa para derramar sangre inocente. Sus pensamientos son pensamientos perjudiciales; despojo violento y quebranto se hallan en sus calzadas. 8 El camino de la paz han pasado por alto, y no hay derecho en sus senderos trillados. Sus veredas ellos han torcido para sí. Nadie en absoluto que pise en ellas realmente conocerá la paz.

9 Por eso el derecho ha llegado a estar lejos de nosotros, y la justicia no nos alcanza. Seguimos esperando que haya luz, pero, ¡miren!, oscuridad; resplandor, [pero] en tinieblas continuas seguimos andando. 10 Seguimos palpando el muro justamente como ciegos, y como los que no tienen ojos seguimos palpando. Hemos tropezado en pleno mediodía tal como en la oscuridad del atardecer; entre los fornidos [somos] justamente como muertos. 11 Seguimos gimiendo, todos nosotros, justamente como osos; y como palomas seguimos zureando tristemente. Seguimos esperando que hubiera derecho, pero no lo hubo; salvación, [pero] se ha mantenido lejos de nosotros. 12 Pues nuestras sublevaciones han llegado a ser muchas enfrente de ti; y en cuanto a nuestros pecados, cada uno ha testificado contra nosotros. Porque nuestras sublevaciones están con nosotros; y en cuanto a nuestros errores, los conocemos bien. 13 Ha habido transgresión y negación de Jehová; y hubo un movernos hacia atrás de [estar] con nuestro Dios, un hablar de opresión y sublevación, un concebir y un hablar entre dientes palabras de falsedad desde el corazón mismo. 14 Y el derecho se vio obligado a moverse hacia atrás, y la justicia misma se quedó parada simplemente a lo lejos. Porque la verdad ha tropezado aun en la plaza pública, y lo que tiene derechura no puede entrar. 15 Y la verdad resulta estar ausente, y cualquiera que se aparta de la maldad está siendo despojado violentamente.

Y Jehová vio por fin, y fue malo a sus ojos el que no hubiera derecho. 16 Y cuando vio que no había hombre alguno, empezó a mostrarse pasmado de que no hubiera quien se interpusiera. Y su brazo procedió a salvar para sí, y su propia justicia fue la cosa que lo sostuvo. 17 Entonces él se puso la justicia como cota de malla, y el yelmo de la salvación sobre la cabeza. Además, se puso las prendas de vestir de la venganza como vestido y se envolvió de celo como si fuera una vestidura sin mangas. 18 En conformidad con los tratos, él recompensará correspondientemente: furia a sus adversarios, el debido tratamiento a sus enemigos. A las islas pagará el debido tratamiento. 19 Y desde la puesta del sol empezarán a temer el nombre de Jehová; y desde el nacimiento del sol, la gloria de él, porque vendrá cual río angustioso, que el mismísimo espíritu de Jehová ha impelido.

20 “Y a Sión ciertamente vendrá el Recomprador, y a los que se vuelven de la transgresión en Jacob”, es la expresión de Jehová.

21 “Y en cuanto a mí, este es mi pacto con ellos”, ha dicho Jehová.

“Mi espíritu que está sobre ti y mis palabras que he puesto en tu boca… no serán quitadas de tu boca ni de la boca de tu prole ni de la boca de la prole de tu prole -ha dicho Jehová-, desde ahora en adelante aun hasta tiempo indefinido.”

60 “Levántate, oh mujer, despide luz, porque ha venido tu luz y sobre ti ha brillado la mismísima gloria de Jehová. 2 Pues ¡mira!, la oscuridad misma cubrirá la tierra, y densas tinieblas a los grupos nacionales; pero sobre ti brillará Jehová, y sobre ti se verá la propia gloria de él. 3 Y naciones ciertamente irán a tu luz, y reyes al resplandor de tu brillar.

4 ”¡Alza tus ojos todo en derredor y ve! Todos ellos han sido juntados; han venido a ti. Desde lejos siguen viniendo tus propios hijos, y tus hijas que serán cuidadas al costado. 5 En aquel tiempo verás, y ciertamente te pondrás radiante, y realmente se estremecerá tu corazón y se ensanchará, porque a ti se dirigirá la riqueza del mar; los recursos mismos de las naciones vendrán a ti. 6 La mismísima oleada en masa de camellos te cubrirá, los camellos jóvenes de Madián y de Efá. Todos los de Seba… vendrán. Oro y olíbano traerán. Y las alabanzas de Jehová anunciarán. 7 Todos los rebaños de Quedar… te serán juntados. Los carneros de Nebayot… te ministrarán. Con aprobación subirán sobre mi altar, y yo hermosearé mi propia casa de hermosura.

8 ”¿Quiénes son estos que vienen volando justamente como una nube, y como palomas a los agujeros de su palomar? 9 Pues en mí las islas mismas seguirán esperando, las naves de Tarsis también como al principio, para traer a tus hijos desde lejos, y con ellos su plata y su oro, al nombre de Jehová tu Dios y al Santo de Israel, porque él te habrá hermoseado. 10 Y extranjeros realmente edificarán tus muros, y sus propios reyes te ministrarán; porque en mi indignación te habré golpeado, pero en mi buena voluntad ciertamente tendré misericordia de ti.

11 ”Y tus puertas realmente habrán de ser mantenidas abiertas constantemente; no serán cerradas ni de día ni de noche, para que se traigan a ti los recursos de las naciones, y sus reyes estarán a la delantera. 12 Porque cualquier nación y cualquier reino que no te sirva perecerá; y las naciones mismas sin falta serán devastadas.

13 ”A ti vendrá la gloria misma del Líbano: el enebro, el fresno y el ciprés al mismo tiempo, para hermosear el lugar de mi santuario; y yo glorificaré el mismo lugar de mis pies.

14 ”Y a ti tendrán que venir, inclinándose, los hijos de aquellos que te afligieron; y todos los que te trataron con falta de respeto tendrán que doblarse ante las mismísimas plantas de tus pies, y tendrán que llamarte la ciudad de Jehová, Sión del Santo de Israel.

15 ”En vez de que resultes ser una [que ha sido] dejada por completo y odiada, sin que haya nadie que pase, yo ciertamente te colocaré aun como cosa de orgullo hasta tiempo indefinido, un alborozo para generación tras generación. 16 Y realmente mamarás la leche de naciones, y el pecho de reyes mamarás; y de seguro sabrás que yo, Jehová, soy tu Salvador, y que el Poderoso de Jacob es tu Recomprador. 17 En vez del cobre traeré oro, y en vez del hierro traeré plata, y en vez de la madera, cobre, y en vez de las piedras, hierro; y ciertamente nombraré la paz como tus superintendentes, y la justicia como los que te asignan tus tareas.

18 ”Ya no se oirá la violencia en tu tierra, despojo violento ni quebranto dentro de tus límites. Y ciertamente llamarás a tus propios muros: Salvación, y a tus puertas: Alabanza. 19 Para ti el sol ya no resultará ser luz de día, y para resplandor la luna misma ya no te dará luz. Y Jehová tiene que llegar a ser para ti una luz de duración indefinida; y tu Dios, tu hermosura. 20 Ya no se pondrá tu sol, ni irá menguando tu luna; porque Jehová mismo llegará a ser para ti una luz de duración indefinida, y los días de tu duelo habrán quedado completos. 21 Y en cuanto a tu pueblo, todos ellos serán justos; hasta tiempo indefinido tendrán posesión de la tierra, el brote de mi plantío, la obra de mis manos, para que [yo] sea hermoseado. 22 El pequeño mismo llegará a ser mil, y el chico una nación poderosa. Yo mismo, Jehová, lo aceleraré a su propio tiempo.”

61 El espíritu del Señor Soberano Jehová está sobre mí, por razón de que Jehová me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los mansos. Me ha enviado para vendar a los quebrantados de corazón, para proclamar libertad a los [que han sido] llevados cautivos y la apertura ancha [de los ojos] aun a los prisioneros; 2 para proclamar el año de la buena voluntad de parte de Jehová, y el día de la venganza de parte de nuestro Dios; para consolar a todos los que están de duelo; 3 para hacer la asignación a los que están de duelo por Sión, para darles una prenda de adorno para la cabeza en vez de cenizas, el aceite de alborozo en vez de duelo, el manto de alabanza en vez del espíritu desalentado; y se les tiene que llamar árboles grandes de justicia, el plantío de Jehová, para que [él] sea hermoseado. 4 Y ellos tienen que reedificar los lugares que han estado devastados por largo tiempo; levantarán hasta los lugares desolados de tiempos pasados, y ciertamente renovarán las ciudades devastadas, los lugares [que] por generación tras generación [han estado] desolados.

5 “Y extraños realmente estarán allí y pastorearán los rebaños de ustedes, y los extranjeros serán sus labradores y sus viñadores. 6 Y en cuanto a ustedes, los sacerdotes de Jehová se les llamará; los ministros de nuestro Dios se dirá que son. Los recursos de las naciones ustedes comerán, y en la gloria de ellas ustedes hablarán con exultación acerca de sí mismos. 7 En vez de la vergüenza de ustedes habrá una porción doble, y en vez de humillación ellos clamarán gozosamente por la parte que les corresponde. Por lo tanto, en su tierra ellos tomarán posesión de hasta una porción doble. Regocijo hasta tiempo indefinido es lo que vendrá a ser suyo. 8 Porque yo, Jehová, amo el derecho, odio el robo junto con la injusticia. Y ciertamente daré su salario en apego a la verdad, y un pacto de duración indefinida celebraré para con ellos. 9 Y su prole realmente será conocida aun entre las naciones, y sus descendientes en medio de los pueblos. Todos los que los vean los reconocerán, que son la prole que Jehová ha bendecido.”

10 Sin falta me alborozaré en Jehová. Mi alma estará gozosa en mi Dios. Porque me ha vestido con las prendas de vestir de la salvación; con la vestidura sin mangas de la justicia me ha envuelto, como el novio que, al modo del sacerdote, se pone una prenda sobre la cabeza, y como la novia que se engalana con sus cosas ornamentales. 11 Porque como la tierra misma produce su brote, y como el jardín mismo hace brotar las cosas que se siembran en él, de igual manera el Señor Soberano Jehová hará brotar justicia y alabanza enfrente de todas las naciones.

62 Por causa de Sión no me quedaré callado, y por causa de Jerusalén no me estaré quieto hasta que salga la justicia de ella justamente como el resplandor, y su salvación como una antorcha que arde.

2 “Y las naciones ciertamente verán tu justicia, [oh mujer,] y todos los reyes tu gloria. Y realmente se te llamará por un nombre nuevo, que la mismísima boca de Jehová designará. 3 Y tienes que llegar a ser una corona de hermosura en la mano de Jehová, y un turbante regio en la palma de tu Dios. 4 Ya no se dirá de ti que eres una mujer dejada por completo; y de tu propia tierra ya no se dirá que está desolada; sino que tú misma serás llamada: Mi Deleite Está en Ella, y tu tierra: Poseída como Esposa. Porque Jehová se habrá deleitado en ti, y tu propia tierra será poseída como esposa. 5 Porque tal como un joven toma en posesión a una virgen como su esposa, tus hijos te tomarán en posesión como esposa. Y con el alborozo de un novio por una novia, tu Dios se alborozará aun por ti. 6 Sobre tus muros, oh Jerusalén, he comisionado atalayas. Todo el día y toda la noche, constantemente, que no se queden callados.

”Ustedes, los que están haciendo mención de Jehová, no haya silencio por parte de ustedes, 7 y no le den silencio sino hasta que él fije sólidamente, sí, hasta que establezca a Jerusalén como alabanza en la tierra.”

8 Jehová ha jurado con su diestra y con su brazo fuerte: “Ciertamente no daré más tu grano como alimento a tus enemigos, ni beberán los extranjeros tu vino nuevo, por el cual te has afanado. 9 Antes bien, los mismísimos que lo recogen lo comerán, y de seguro alabarán a Jehová; y los mismísimos que lo juntan lo beberán en mis santos patios”.

10 Pasen, pasen afuera por las puertas. Despejen el camino del pueblo. Terraplenen, terraplenen la calzada. Límpien[la] de piedras. Levanten una señal enhiesta para los pueblos.

11 ¡Miren! Jehová mismo ha hecho oír [esto] hasta la parte más lejana de la tierra: “Digan a la hija de Sión: ‘¡Mira! Tu salvación viene. ¡Mira! El galardón que él da está con él, y el salario que él paga está delante de él’”.

12 Y los hombres ciertamente los llamarán el pueblo santo, los recomprados por Jehová; y a ti misma se te llamará: Buscada, una Ciudad No Dejada por Completo.

63 ¿Quién es este que viene de Edom, el que [viene] con prendas de vestir de colores relumbrantes desde Bozrá, este que es honorable en su ropa, que marcha en la abundancia de su poder?

“Yo, Aquel que habla en justicia, Aquel que abunda [en poder] para salvar.”

2 ¿Por qué está roja tu ropa, y tus prendas de vestir están como las de uno que está pisando en el lagar?

3 “La artesa para vino he pisado yo solo, mientras no estuvo conmigo ningún hombre de los pueblos. Y seguí pisándolos en mi cólera, y seguí hollándolos en mi furia. Y su sangre que salía a chorros siguió salpicando mis prendas de vestir, y toda mi ropa la he contaminado. 4 Porque el día de venganza está en mi corazón, y el mismísimo año de mis recomprados ha venido. 5 Y seguí mirando, pero no había ayudador; y empecé a mostrarme pasmado, pero no había nadie que ofreciera sostén. De modo que mi brazo me suministró salvación, y mi furia me sostuvo. 6 Y seguí pisando duro a los pueblos en mi cólera, y procedí a emborracharlos con mi furia y a hacer bajar hasta la tierra su sangre que salía a chorros.”

7 Las bondades amorosas de Jehová mencionaré, las alabanzas de Jehová, conforme a todo lo que nos ha hecho Jehová, hasta el abundante bien a la casa de Israel que les ha hecho conforme a sus misericordias y conforme a la abundancia de sus bondades amorosas. 8 Y él pasó a decir: “De seguro ellos son mi pueblo, hijos que no resultarán falsos”. De modo que para ellos se hizo Salvador. 9 Durante [el tiempo de] toda la angustia de ellos le fue angustioso a él. Y su propio mensajero personal los salvó. En su amor y en su compasión él mismo los recompró, y procedió a alzarlos y llevarlos todos los días de mucho tiempo atrás.

10 Pero ellos mismos se rebelaron e hicieron que su espíritu santo se sintiera herido. Ahora él fue cambiado en enemigo de ellos; él mismo guerreó contra ellos. 11 Y uno empezó a acordarse de los días de mucho tiempo atrás, de Moisés su siervo: “¿Dónde está Aquel que los hizo subir del mar con los pastores de su rebaño? ¿Dónde está Aquel que puso dentro de él Su propio espíritu santo? 12 ¿Aquel que hizo que Su hermoso brazo fuera a la diestra de Moisés; Aquel que partió las aguas de delante de ellos para hacer para sí mismo un nombre de duración indefinida; 13 Aquel que los hizo andar a través de las aguas agitadas de modo que, cual caballo en el desierto, no tropezaron? 14 Tal como cuando baja una bestia misma a la llanura-valle, el mismísimo espíritu de Jehová procedió a hacerlos descansar”.

Así condujiste a tu pueblo para hacer para ti mismo un nombre hermoso.

15 Mira desde el cielo y ve desde tu excelsa morada de santidad y hermosura. ¿Dónde están tu celo y tu pleno poderío, la conmoción de tus entrañas, y tus misericordias? Para conmigo se han restringido. 16 Porque tú eres nuestro Padre; aunque Abrahán mismo no nos haya conocido e Israel mismo no nos reconozca, tú, oh Jehová, eres nuestro Padre. Nuestro Recomprador de mucho tiempo atrás es tu nombre. 17 ¿Por qué, oh Jehová, sigues haciendo que vaguemos de tus caminos? ¿Por qué endureces nuestro corazón contra el temor de ti? Vuélvete por causa de tus siervos, las tribus de tu posesión hereditaria. 18 Por un ratito tu pueblo santo tuvo posesión. Nuestros propios adversarios han pisado duro tu santuario. 19 Mucho tiempo hace que llegamos a ser como aquellos sobre quienes no gobernaste, como aquellos sobre quienes no se había llamado tu nombre.

64 ¡Oh, que hubieras rasgado los cielos, que hubieras bajado, que a causa de ti las montañas mismas se hubieran estremecido, 2 como cuando un fuego enciende la maleza, [y] el fuego hace hervir el agua misma, a fin de dar a conocer tu nombre a tus adversarios, para que a causa de ti se agitaran las naciones! 3 Cuando hiciste cosas inspiradoras de temor que no podíamos esperar, descendiste. A causa de ti las montañas mismas se estremecieron. 4 Y desde tiempo muy remoto ninguno ha oído, ni nadie ha prestado oído, ni ningún ojo mismo ha visto a un Dios, fuera de ti, que obre a favor del que se mantiene en expectación de él. 5 Has salido al encuentro del que se alboroza y hace justicia, los que siguen acordándose de ti en tus propios caminos.

¡Mira! Tú mismo te indignaste, mientras nosotros seguimos pecando… en ellos mucho tiempo, y ¿se nos debería salvar? 6 Y llegamos a ser como alguien inmundo, todos nosotros, y todos nuestros actos de justicia son como una prenda de vestir para períodos de menstruación; y nos marchitaremos como follaje, todos nosotros, y nuestros errores mismos nos llevarán justamente como un viento. 7 Y no hay nadie que invoque tu nombre, nadie que se despierte para asirse de ti; pues has ocultado tu rostro de nosotros, y haces que nos derritamos por el poder de nuestro error.

8 Y ahora, oh Jehová, tú eres nuestro Padre. Nosotros somos el barro, y tú eres nuestro Alfarero; y todos somos la obra de tu mano. 9 No estés indignado, oh Jehová, hasta el extremo, y no te acuerdes para siempre de [nuestro] error. Mira, ahora, por favor: todos somos pueblo tuyo. 10 Tus propias ciudades santas han llegado a ser un desierto. Sión misma ha llegado a ser un verdadero desierto; Jerusalén, un yermo desolado. 11 Nuestra casa de santidad y hermosura, en la cual nuestros antepasados te alabaron, ha llegado a ser ella misma algo para ser quemado en el fuego; y cada una de nuestras cosas deseables ha llegado a ser una devastación. 12 Ante estas cosas, ¿continuarás conteniéndote, oh Jehová? ¿Te quedarás callado y dejarás que se nos aflija hasta el extremo?

65 “Me he dejado buscar por los que no habían preguntado [por mí]. Me he dejado hallar por los que no me habían buscado. He dicho: ‘¡Aquí estoy, aquí estoy!’, a una nación que no invocaba mi nombre.

2 ”He extendido mis manos todo el día a un pueblo terco, a los que están andando en el camino que no es bueno, en pos de sus pensamientos; 3 el pueblo [compuesto de] los que constantemente me ofenden a mi misma cara, sacrificando en los jardines y haciendo humo de sacrificio sobre los ladrillos, 4 sentándose entre las sepulturas, que también pasan la noche hasta en las chozas de guarda, que comen la carne del cerdo, y en cuyas vasijas se halla hasta el caldo de cosas viciadas; 5 los que están diciendo: ‘Apégate a ti mismo. No te acerques a mí, porque ciertamente te comunicaré santidad’. Estos son un humo en mis narices, un fuego que arde todo el día.

6 ”¡Miren! Está escrito delante de mí. No me quedaré callado, sino que ciertamente haré el pago; sí, hasta haré el pago en su propio seno, 7 por sus propios errores y por los errores de sus antepasados a la misma vez -ha dicho Jehová-. Porque han hecho humo de sacrificio sobre las montañas, y sobre las colinas me han vituperado, yo también ciertamente les mediré su salario en primer lugar en su propio seno.”

8 Esto es lo que ha dicho Jehová: “Del mismo modo como se halla el vino nuevo en el racimo y alguien tiene que decir: ‘No lo arruines, porque hay una bendición en él’, así haré yo por causa de mis siervos para no arruinarlos a todos. 9 Y ciertamente haré salir de Jacob una prole; y de Judá, el poseedor hereditario de mis montañas; y mis escogidos tienen que tomar posesión de ella, y mis propios siervos residirán allí. 10 Y Sarón tiene que llegar a ser una dehesa para ovejas, y la llanura baja de Acor un descansadero para ganado vacuno, para mi pueblo que me habrá buscado.

11 ”Pero ustedes son los que dejan a Jehová, los que olvidan mi santa montaña, los que arreglan una mesa para el dios de la Buena Suerte y los que llenan vino mezclado para el dios del Destino. 12 Y yo ciertamente los destinaré a la espada, y todos ustedes se encorvarán para ser degollados; por razón de que llamé, pero no respondieron; hablé, pero no escucharon; y siguieron haciendo lo que era malo a mis ojos, y escogieron la cosa en que no tuve deleite”.

13 Por lo tanto, esto es lo que ha dicho el Señor Soberano Jehová: “¡Miren! Mis propios siervos comerán, pero ustedes mismos padecerán hambre. ¡Miren! Mis propios siervos beberán, pero ustedes mismos padecerán sed. ¡Miren! Mis propios siervos se regocijarán, pero ustedes mismos sufrirán vergüenza. 14 ¡Miren! Mis propios siervos clamarán gozosamente a causa de la buena condición de corazón, pero ustedes mismos darán alaridos a causa del dolor de corazón y aullarán a causa de puro quebranto de espíritu. 15 Y ustedes ciertamente reservarán su nombre para un juramento por mis escogidos, y el Señor Soberano Jehová realmente [les] dará muerte [a ustedes] individualmente, pero a sus propios siervos los llamará por otro nombre; 16 de manera que cualquiera que se bendiga en la tierra se bendecirá por el Dios de la fe, y cualquiera que haga una declaración jurada en la tierra jurará por el Dios de la fe; porque las angustias anteriores realmente serán olvidadas, y porque realmente serán ocultadas de mis ojos.

17 ”Porque, ¡miren!, voy a crear nuevos cielos y una nueva tierra; y las cosas anteriores no serán recordadas, ni subirán al corazón. 18 Pero alborócense y estén gozosos para siempre en lo que voy a crear. Porque, ¡miren!, voy a crear a Jerusalén una causa para gozo y a su pueblo una causa para alborozo. 19 Y ciertamente estaré gozoso en Jerusalén y me alborozaré en mi pueblo; y ya no se oirá más en ella el sonido de llanto ni el sonido de un lastimero clamor”.

20 “Ya no llegará a haber de aquel lugar un niño de pecho de unos cuantos días de edad, ni un viejo que no cumpla sus días; porque uno morirá como simple muchacho, aunque tenga cien años de edad; y en cuanto al pecador, aunque tenga cien años de edad se invocará el mal contra él. 21 Y ciertamente edificarán casas, y las ocuparán; y ciertamente plantarán viñas y comerán [su] fruto. 22 No edificarán y otro [lo] ocupará; no plantarán y otro [lo] comerá. Porque como los días de un árbol serán los días de mi pueblo; y la obra de sus propias manos mis escogidos usarán a grado cabal. 23 No se afanarán para nada, ni darán a luz para disturbio; porque son la prole [que está] compuesta de los benditos de Jehová, y sus descendientes con ellos. 24 Y realmente sucederá que, antes que ellos clamen, yo mismo responderé; mientras todavía estén hablando, yo mismo oiré.

25 ”El lobo y el cordero mismos pacerán como uno solo, y el león comerá paja justamente como el toro; y en cuanto a la serpiente, su alimento será polvo. No harán daño ni causarán ruina en toda mi santa montaña”, ha dicho Jehová.

66 Esto es lo que ha dicho Jehová: “Los cielos son mi trono, y la tierra es el escabel de mis pies. ¿Dónde, pues, está la casa que ustedes pueden edificar para mí, y dónde, pues, está el lugar que me es lugar de descanso?”.

2 “Ahora bien, todas estas cosas mi propia mano las ha hecho, de manera que todas estas llegaron a ser -es la expresión de Jehová-. A este, entonces, miraré: al afligido y contrito de espíritu, y que tiembla ante mi palabra.

3 ”El que degüella el toro es como uno que derriba a un hombre. El que sacrifica la oveja es como uno que quiebra la cerviz de un perro. El que ofrece un regalo… ¡la sangre de cerdo! El que presenta una memoria de olíbano es como uno que dice una bendición con palabras mágicas. También son ellos los que han escogido sus propios caminos, y en sus cosas repugnantes su misma alma se ha deleitado. 4 Yo mismo, en cambio, escogeré maneras de maltratarlos; y traeré sobre ellos las cosas que les son aterradoras; por razón de que llamé, pero no hubo quien respondiera; hablé, pero no hubo quienes escucharan; y siguieron haciendo lo que era malo a mis ojos, y escogieron la cosa en que no tuve deleite.”

5 Oigan la palabra de Jehová, ustedes los que están temblando ante su palabra: “Sus hermanos que los odian, que los excluyen por causa de mi nombre, dijeron: ‘¡Sea glorificado Jehová!’. Él también tiene que aparecer con regocijo de parte de ustedes, y ellos son los que quedarán avergonzados”.

6 ¡Hay un sonido de alboroto desde la ciudad, un sonido desde el templo! Es el sonido de Jehová que paga lo merecido a sus enemigos.

7 Antes que ella empezara a estar con dolores dio a luz. Antes que pudieran llegarle los dolores de parto, hasta dio a luz un hijo varón. 8 ¿Quién ha oído cosa como esta? ¿Quién ha visto cosas como estas? ¿Acaso una tierra será producida con dolores de parto en un solo día? ¿O nacerá una nación de una vez? Porque Sión ha entrado en dolores de parto y también ha dado a luz sus hijos.

9 “En cuanto a mí, ¿haré que se rompa a través, y no haré que se dé a luz? -dice Jehová-. ¿O estoy haciendo que se dé a luz, y realmente causo un cerramiento?”, ha dicho tu Dios.

10 Regocíjense con Jerusalén y estén gozosos con ella, todos ustedes los amadores de ella. Alborócense en gran manera con ella, todos los que se mantienen de duelo por ella; 11 por razón de que mamarán y ciertamente se satisfarán del pecho de la plena consolación por ella; por razón de que sorberán y experimentarán exquisito deleite de la mama de la gloria de ella. 12 Porque esto es lo que ha dicho Jehová: “Aquí voy a extenderle paz justamente como un río, y la gloria de naciones justamente como un torrente inundante, y ustedes ciertamente mamarán. Sobre el costado serán llevados, y sobre las rodillas serán acariciados. 13 Como un hombre a quien su propia madre sigue consolando, así yo mismo seguiré consolándolos a ustedes; y en el caso de Jerusalén serán consolados. 14 Y ciertamente verán, y su corazón no podrá menos que alborozarse, y sus huesos mismos brotarán justamente como la hierba tierna. Y la mano de Jehová ciertamente se dará a conocer a sus siervos, pero él realmente denunciará a sus enemigos”.

15 “Porque aquí Jehová mismo viene como un mismo fuego, y sus carros son como un viento de tempestad, para hacer el pago de su cólera con pura furia y de su reprensión con llamas de fuego. 16 Porque como fuego Jehová mismo en realidad tomará a su cargo la controversia, sí, con su espada, contra toda carne; y los muertos por Jehová ciertamente llegarán a ser muchos. 17 Los que se santifican y se purifican para los jardines detrás de uno en el centro, que comen la carne del cerdo y la cosa asquerosa, hasta el roedor saltador, todos ellos a una se acabarán -es la expresión de Jehová-. 18 Y en cuanto a sus obras y sus pensamientos, vengo a fin de juntar todas las naciones y lenguas; y ellas tendrán que venir y ver mi gloria.”

19 “Y ciertamente pondré en medio de ellas una señal, y ciertamente enviaré algunos de los escapados a las naciones, [a] Tarsis, Pul y Lud, los que estiran el arco, Tubal y Javán, las islas lejanas, que no han oído un informe acerca de mí ni han visto mi gloria; y de seguro anunciarán mi gloria entre las naciones. 20 Y ellos realmente traerán a todos los hermanos de ustedes de todas las naciones como regalo a Jehová, en caballos y en carros y en carruajes cubiertos y en mulos y en camellas veloces, a mi santa montaña, Jerusalén -ha dicho Jehová-, justamente como cuando los hijos de Israel traen el regalo en una vasija limpia a la casa de Jehová.”

21 “Y también de ellos tomaré algunos para los sacerdotes, para los levitas”, ha dicho Jehová.

22 “Porque tal como los nuevos cielos y la nueva tierra que voy a hacer subsisten delante de mí -es la expresión de Jehová-, así seguirán subsistiendo la prole de ustedes y el nombre de ustedes.”

23 “Y ciertamente sucederá que de luna nueva en luna nueva y de sábado en sábado vendrá toda carne para inclinarse delante de mí -ha dicho Jehová-. 24 Y realmente saldrán y pondrán la vista sobre los cadáveres de los hombres que estuvieron transgrediendo contra mí; porque los gusanos mismos [que están] sobre ellos no morirán, y su fuego mismo no se extinguirá, y tienen que llegar a ser algo repulsivo para toda carne.”