PROVERBIOS

1 Los proverbios de Salomón hijo de David, el rey de Israel, 2 para conocer uno sabiduría y disciplina, para discernir los dichos del entendimiento, 3 para recibir la disciplina que da perspicacia, justicia y juicio y rectitud, 4 para dar sagacidad a los inexpertos, conocimiento y capacidad de pensar al joven.

5 El sabio escucha y absorbe más instrucción, y el entendido es el que adquiere dirección diestra, 6 para entender el proverbio y el dicho difícil de entender, las palabras de los sabios y sus enigmas.

7 El temor de Jehová es el principio del conocimiento. La sabiduría y la disciplina son lo que han despreciado los que simplemente son tontos.

8 Escucha, hijo mío, la disciplina de tu padre, y no abandones la ley de tu madre. 9 Porque son una guirnalda de atracción a tu cabeza y un collar fino a tu garganta.

10 Hijo mío, si los pecadores tratan de seducirte, no consientas. 11 Si siguen diciendo: “De veras ven con nosotros. Sí, pongámonos en emboscada por sangre. Sí, acechemos sin causa alguna a los inocentes. 12 Traguémoslos vivos justamente como el Seol, aun enteros, como los que bajan a un hoyo. 13 Hallemos toda suerte de objetos preciosos de valor. Llenemos nuestras casas de despojos. 14 Debes echar tu suerte en medio de nosotros. Llegue a haber una sola bolsa que nos pertenezca a todos”… 15 hijo mío, no vayas por el camino con ellos. Retén tu pie de su vereda. 16 Porque sus pies son los que corren a la maldad consumada, y siguen apresurándose a derramar sangre. 17 Porque es para nada que se tiende la red ante los ojos de cualquier cosa que posee alas. 18 Por consiguiente, ellos mismos se ponen en emboscada por la mismísima sangre de estos; se esconden en acecho por sus almas. 19 Tales son las sendas de todo el que saca ganancia injusta. Ello quita la misma alma de sus dueños.

20 La sabiduría verdadera misma sigue clamando a gritos en la calle misma. En las plazas públicas sigue dando su voz. 21 Clama en el extremo superior de las calles ruidosas. A las entradas de las puertas a la ciudad dice sus propios dichos:

22 “¿Hasta cuándo seguirán ustedes los inexpertos amando la inexperiencia, y [hasta cuándo] tendrán ustedes los burladores que desear para sí la burla consumada, y [hasta cuándo] seguirán ustedes los estúpidos odiando el conocimiento? 23 Vuélvanse ante mi censura. Entonces ciertamente haré que para ustedes salga burbujeando mi espíritu; ciertamente les daré a conocer mis palabras. 24 Porque he llamado, pero ustedes siguen rehusando; he extendido la mano, pero no hay nadie que preste atención, 25 y ustedes siguen descuidando todo mi consejo, y mi censura no han aceptado; 26 yo también, por mi parte, me reiré del propio desastre de ustedes, me mofaré cuando venga lo que los llena de pavor, 27 cuando lo que los llena de pavor venga justamente como una tempestad, y el propio desastre de ustedes llegue aquí justamente como un viento de tempestad, cuando la angustia y los tiempos difíciles les sobrevengan. 28 En aquel tiempo ellos seguirán llamándome, pero yo no responderé; seguirán buscándome, pero no me hallarán, 29 por razón de que odiaron el conocimiento, y no escogieron el temor de Jehová. 30 No consintieron en mi consejo; mostraron falta de respeto a toda mi censura. 31 De manera que comerán del fruto de su camino, y se hartarán de sus propios consejos. 32 Porque el renegar de los inexpertos es lo que los matará, y lo despacioso de los estúpidos es lo que los destruirá. 33 En cuanto al que me escucha, él residirá en seguridad y estará libre del disturbio que se debe al pavor de la calamidad”.

2 Hijo mío, si recibes mis dichos y atesoras contigo mis propios mandamientos, 2 de modo que con tu oído prestes atención a la sabiduría, para que inclines tu corazón al discernimiento; 3 si, además, clamas por el entendimiento mismo y das tu voz por el discernimiento mismo, 4 si sigues buscando esto como a la plata, y como a tesoros escondidos sigues en busca de ello, 5 en tal caso entenderás el temor de Jehová, y hallarás el mismísimo conocimiento de Dios. 6 Porque Jehová mismo da la sabiduría; procedentes de su boca hay conocimiento y discernimiento. 7 Y para los rectos atesorará sabiduría práctica; para los que andan en integridad él es un escudo, 8 mediante la observación de las sendas del juicio, y él guardará el mismísimo camino de los que le son leales. 9 En tal caso entenderás justicia y juicio y rectitud, el derrotero entero de lo que es bueno.

10 Cuando la sabiduría entre en tu corazón y el conocimiento mismo se haga agradable a tu mismísima alma, 11 la capacidad de pensar misma te vigilará, el discernimiento mismo te salvaguardará, 12 para librarte del mal camino, del hombre que habla cosas perversas, 13 de los que dejan las sendas de la rectitud para andar en los caminos de la oscuridad, 14 de los que están regocijándose en hacer el mal, que están gozosos en las cosas perversas de la maldad; 15 aquellos cuyas sendas son torcidas, y que son sinuosos en su derrotero general; 16 para librarte de la mujer extraña, de la extranjera que ha hecho melosos sus propios dichos, 17 que está dejando al amigo íntimo de su juventud y que ha olvidado el mismo pacto de su Dios. 18 Porque abajo a la muerte de veras se hunde su casa, y abajo a los que están impotentes en la muerte [bajan] sus senderos trillados. 19 Ninguno de los que tienen relaciones con ella volverá, ni alcanzarán de nuevo las sendas de los que viven.

20 El propósito es que andes en el camino de los buenos y que guardes las sendas de los justos. 21 Porque los rectos son los que residirán en la tierra, y los exentos de culpa son los que quedarán en ella. 22 En cuanto a los inicuos, serán cortados de la mismísima tierra; y en cuanto a los traicioneros, serán arrancados de ella.

3 Hijo mío, no olvides mi ley, y observe tu corazón mis mandamientos, 2 porque largura de días y años de vida y paz te serán añadidos. 3 Que la bondad amorosa y el apego a la verdad mismos no te dejen. Átalos alrededor de tu garganta. Escríbelos sobre la tabla de tu corazón, 4 y así halla favor y buena perspicacia a los ojos de Dios y del hombre terrestre. 5 Confía en Jehová con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento. 6 En todos tus caminos tómalo en cuenta, y él mismo hará derechas tus sendas.

7 No te hagas sabio a tus propios ojos. Teme a Jehová y apártate de lo malo. 8 Llegue a ser ello curación a tu ombligo y refrigerio a tus huesos.

9 Honra a Jehová con tus cosas valiosas y con las primicias de todos tus productos. 10 Entonces tus almacenes de abastecimientos estarán llenos de abundancia; y tus propias tinas de lagar rebosarán de vino nuevo.

11 La disciplina de Jehová, oh hijo mío, no rechaces; y no aborrezcas su censura, 12 porque Jehová censura al que ama, aun como lo hace un padre a un hijo en quien se complace.

13 Feliz es el hombre que ha hallado sabiduría, y el hombre que consigue discernimiento, 14 porque el tenerla como ganancia es mejor que tener la plata como ganancia; y el tenerla como producto, que el oro mismo. 15 Es más preciosa que los corales, y todos tus otros deleites no pueden ser igualados a ella. 16 Largura de días está en su diestra; en su siniestra hay riquezas y gloria. 17 Sus caminos son caminos de agradabilidad, y todas sus veredas son paz. 18 Es árbol de vida a los que se asen de ella, y los que la mantienen firmemente asida han de ser llamados felices.

19 Jehová mismo con sabiduría fundó la tierra. Afirmó sólidamente los cielos con discernimiento. 20 Por su conocimiento las profundidades acuosas mismas fueron partidas, y los cielos nublados siguen goteando lluvia ligera. 21 Hijo mío, no se escapen de tus ojos. Salvaguarda la sabiduría práctica y la capacidad de pensar, 22 y resultarán ser vida a tu alma y encanto a tu garganta. 23 En tal caso andarás con seguridad por tu camino, y ni siquiera tu pie dará contra cosa alguna. 24 Cuando quiera que te acuestes, no sentirás pavor; y ciertamente te acostarás, y tu sueño tendrá que ser placentero. 25 No tendrás que temer ninguna cosa pavorosa repentina, ni la tempestad sobre los inicuos, porque viene. 26 Pues Jehová mismo resultará ser, de hecho, tu confianza, y él ciertamente guardará tu pie de captura.

27 No retengas el bien de aquellos a quienes se les debe, cuando sucede que está en el poder de tu mano hacer[lo]. 28 No digas a tu semejante: “Anda, y vuelve, y mañana daré”, cuando hay algo contigo. 29 No fabriques ninguna cosa mala contra tu semejante, cuando está morando con un sentido de seguridad contigo. 30 No riñas sin causa con un hombre, si no te ha hecho ningún mal.

31 No tengas envidia del hombre de violencia, ni escojas ninguno de sus caminos. 32 Porque el sinuoso es cosa detestable a Jehová, pero Él tiene intimidad con los rectos. 33 La maldición de Jehová está sobre la casa del inicuo, pero él bendice el lugar de habitación de los justos. 34 Si se trata de burladores, él mismo escarnecerá; pero a los mansos mostrará favor. 35 Honra es lo que los sabios llegarán a poseer, pero los estúpidos están ensalzando la deshonra.

4 Escuchen, oh hijos, la disciplina de un padre, y presten atención, para conocer entendimiento. 2 Porque buena instrucción es lo que ciertamente les daré. No dejen mi ley. 3 Pues yo resulté ser un hijo verdadero para mi padre, tierno y el único delante de mi madre. 4 Y él me instruía y me decía: “Que tu corazón tenga firmemente asidas mis palabras. Guarda mis mandamientos y continúa viviendo. 5 Adquiere sabiduría, adquiere entendimiento. No te olvides, y no te desvíes de los dichos de mi boca. 6 No la dejes, y ella te guardará. Ámala, y ella te salvaguardará. 7 La sabiduría es la cosa principal. Adquiere sabiduría; y con todo lo que adquieres, adquiere entendimiento. 8 Estímala altamente, y ella te ensalzará. Te glorificará porque la abrazas. 9 Dará a tu cabeza una guirnalda de encanto; te otorgará una corona de hermosura”.

10 Oye, hijo mío, y acepta mis dichos. Entonces para ti los años de vida llegarán a ser muchos. 11 Yo ciertamente te instruiré aun en el camino de la sabiduría; ciertamente haré que pises en los senderos trillados de la rectitud. 12 Cuando andes, no será estrecho tu paso; y si corres, no tropezarás. 13 Ásete de la disciplina; no [la] sueltes. Salvaguárdala, pues ella misma es tu vida.

14 No entres en la senda de los inicuos, y no andes directamente adelante al camino de los malos. 15 Esquívalo, no pases adelante por él; desvíate de él, y pasa adelante. 16 Porque ellos no duermen a menos que hagan maldad, y su sueño [les] ha sido arrebatado a no ser que hagan tropezar a alguien. 17 Porque se han alimentado del pan de la iniquidad, y el vino de actos de violencia es lo que beben. 18 Pero la senda de los justos es como la luz brillante que va haciéndose más y más clara hasta que el día queda firmemente establecido. 19 El camino de los inicuos es como las tinieblas; no han sabido en qué siguen tropezando.

20 Hijo mío, de veras presta atención a mis palabras. A mis dichos inclina tu oído. 21 No se escapen de tus ojos. Guárdalos en medio de tu corazón. 22 Porque son vida a los que los hallan y salud a toda su carne. 23 Más que todo lo demás que ha de guardarse, salvaguarda tu corazón, porque procedentes de él son las fuentes de la vida. 24 Quita de ti mismo la tortuosidad del habla; y la sinuosidad de labios aleja de ti. 25 En cuanto a tus ojos, directamente adelante deben mirar, sí, tus propios ojos radiantes deben mirar con fijeza directamente enfrente de ti. 26 Allana el derrotero de tu pie, y establézcanse firmemente todos tus propios caminos. 27 No te inclines a la derecha ni a la izquierda. Quita tu pie de lo que es malo.

5 Hijo mío, oh de veras presta atención a mi sabiduría. A mi discernimiento inclina tus oídos, 2 para guardar las capacidades de pensar; y que tus propios labios salvaguarden el conocimiento mismo.

3 Porque como panal de miel los labios de una mujer extraña siguen goteando, y su paladar es más suave que el aceite. 4 Pero el efecto que después viene de ella es tan amargo como el ajenjo; es tan agudo como una espada de dos filos. 5 Sus pies van descendiendo a la muerte. Sus mismísimos pasos se asen del Seol mismo. 6 Ella no contempla la senda de la vida. Sus senderos trillados han ido errantes, y ella no sabe [adónde]. 7 Ahora pues, oh hijos, escúchenme, y no se aparten de los dichos de mi boca. 8 Mantén tu camino alejado del lado de ella, y no te acerques a la entrada de su casa, 9 para que no des a otros tu dignidad, ni tus años a lo que es cruel; 10 para que los extraños no se satisfagan de tu poder, ni las cosas que conseguiste con dolor estén en la casa de un extranjero, 11 ni tengas que gemir en tu futuro cuando se acaben tu carne y tu organismo. 12 Y tengas que decir: “¡Cómo he odiado la disciplina, y mi corazón ha tratado con falta de respeto aun la censura! 13 Y no he escuchado la voz de mis instructores, y a mis maestros no he inclinado el oído. 14 Fácilmente he llegado a estar en toda suerte de maldad en medio de la congregación y de la asamblea”.

15 Bebe agua de tu propia cisterna, y chorrillos que salgan de en medio de tu propio pozo. 16 ¿Deben esparcirse afuera tus manantiales, [tus] corrientes de agua en las plazas públicas mismas? 17 Resulten ser para ti solo, y no para los extraños contigo. 18 Resulte bendita tu fuente de aguas, y regocíjate con la esposa de tu juventud, 19 una amable cierva y una encantadora cabra montesa. Que sus propios pechos te embriaguen a todo tiempo. Con su amor estés en un éxtasis constantemente. 20 ¿Por qué, pues, debes tú, hijo mío, estar en un éxtasis con una extraña, o abrazar el seno de una extranjera? 21 Porque los caminos del hombre están enfrente de los ojos de Jehová, y él está contemplando todos sus senderos trillados. 22 Sus propios errores atraparán al inicuo, y en las sogas de su propio pecado será asido. 23 Él será el que morirá porque no hay disciplina, y [porque] en la abundancia de su tontedad se descarría.

6 Hijo mío, si has salido fiador por tu semejante, [si] has dado tu apretón de manos aun al extraño, 2 [si] has sido cogido en un lazo por los dichos de tu boca, [si] has sido atrapado por los dichos de tu boca, 3 toma estas medidas, entonces, hijo mío, y líbrate, porque has caído en la palma de la mano de tu semejante: Ve y humíllate, e inunda con importunaciones a tu semejante. 4 No des sueño a tus ojos, ni adormecimiento a tus radiantes ojos. 5 Líbrate como una gacela de la mano, y como un pájaro de la mano del pajarero.

6 Vete donde la hormiga, oh perezoso; mira sus caminos y hazte sabio. 7 Aunque no tiene comandante, oficial ni gobernante, 8 prepara su alimento aun en el verano; ha recogido su abastecimiento de alimento aun en la siega. 9 ¿Hasta cuándo, oh perezoso, te quedarás acostado? ¿Cuándo te levantarás de tu sueño? 10 Un poco más de sueño, un poco más de dormitar, un poco más de cruzar las manos para estar acostado, 11 y tu pobreza ciertamente vendrá justamente como algún vagabundo, y tu carencia como un hombre armado.

12 Un hombre que para nada sirve, un hombre de nocividad, está andando con tortuosidad de habla, 13 guiñando el ojo, haciendo señales con el pie, dando indicaciones con los dedos. 14 La perversidad se halla en su corazón. Está fabricando algo malo a todo tiempo. Sigue enviando meramente contiendas. 15 Por eso de repente vendrá su desastre; en un instante él será quebrado, y no habrá curación.

16 Hay seis cosas que Jehová de veras odia; sí, siete son cosas detestables a su alma: 17 ojos altaneros, una lengua falsa, y manos que derraman sangre inocente, 18 un corazón que fabrica proyectos perjudiciales, pies que se apresuran a correr a la maldad, 19 un testigo falso que lanza mentiras, y cualquiera que envía contiendas entre hermanos.

20 Observa, oh hijo mío, el mandamiento de tu padre, y no abandones la ley de tu madre. 21 Átalos sobre tu corazón constantemente; enlázalos a tu garganta. 22 Cuando andes, ello te guiará; cuando te acuestes, vigilará sobre ti; y cuando hayas despertado, hará de ti el objeto de su intenso interés. 23 Porque el mandamiento es una lámpara, y una luz es la ley, y las censuras de la disciplina son el camino de la vida, 24 para guardarte de la mujer mala, de la melosidad de la lengua de la extranjera. 25 No desees en tu corazón su belleza, y no vaya ella a atraparte con sus ojos lustrosos, 26 porque a favor de una prostituta [uno se rebaja] a un pan redondo; pero en cuanto a la esposa de [otro] hombre, ella caza hasta un alma preciosa. 27 ¿Puede un hombre recoger fuego en el seno sin que se le quemen las mismas prendas de vestir? 28 ¿O puede un hombre andar sobre las brasas sin que se le chamusquen los mismos pies? 29 Así mismo [ocurre] con cualquiera que tenga relaciones con la esposa de su semejante; nadie que la toque quedará exento de castigo. 30 La gente no desprecia al ladrón simplemente porque comete robo para llenarse el alma cuando tiene hambre. 31 Pero, cuando sea hallado, lo resarcirá con siete veces la cantidad; todas las cosas valiosas de su casa dará. 32 Cualquiera que comete adulterio con una mujer es falto de corazón; el que lo hace está arruinando su propia alma. 33 Una plaga y deshonra hallará, y su oprobio mismo no será borrado. 34 Porque la furia de un hombre físicamente capacitado son los celos, y no mostrará compasión en el día de la venganza. 35 No dará consideración a ninguna clase de rescate, ni mostrará disposición favorable, no importa cuán grande hagas el presente.

7 Hijo mío, guarda mis dichos, y quieras atesorar contigo mis propios mandamientos. 2 Guarda mis mandamientos y continúa viviendo, y mi ley como la niña de tus ojos. 3 Átalos sobre tus dedos, y escríbelos sobre la tabla de tu corazón. 4 Di a la sabiduría: “Tú eres mi hermana”; y al entendimiento mismo quieras llamar “Pariente”, 5 para que te guarden de la mujer extraña, de la extranjera que ha hecho melosos sus propios dichos. 6 Porque estando yo a la ventana de mi casa, miré hacia abajo por mi celosía, 7 para poder atisbar a los inexpertos. Estaba interesado en discernir entre los hijos a un joven falto de corazón, 8 que iba pasando por la calle cerca de la esquina de ella; y en el camino a la casa de ella marcha él, 9 en el crepúsculo, al atardecer del día, al acercarse la noche y las tinieblas. 10 Y, ¡mira!, allí estaba una mujer que salía a su encuentro, con la prenda de vestir de una prostituta, y astuta de corazón. 11 Alborotadora es, y terca. En su casa no siguen residiendo sus pies. 12 Ahora está fuera, ahora está en las plazas públicas, y cerca de todas las esquinas se pone al acecho. 13 Y se ha asido de él y le ha dado un beso. Ha adoptado un rostro descarado, y empieza a decirle:

14 “Tenía que ofrecer sacrificios de comunión. Hoy he pagado mis votos. 15 Por eso he salido a tu encuentro, para buscar tu rostro, a fin de hallarte. 16 He adornado mi diván con colchas, con cosas de muchos colores, lino de Egipto. 17 He rociado mi cama con mirra, áloes y canela. 18 De veras ven, saciémonos bebiendo del amor hasta la mañana; sí, gocemos el uno del otro con expresiones de amor. 19 Porque el esposo no está en casa; se ha ido viajando por un camino de bastante distancia. 20 Una bolsa de dinero ha llevado en la mano. El día de la luna llena vendrá a su casa”.

21 Lo ha extraviado con la abundancia de su persuasiva. Por la suavidad de sus labios lo seduce. 22 De repente él va tras ella, como toro que viene aun al degüello, y justamente como si estuviera en grilletes para la disciplina de un tonto, 23 hasta que una flecha le abre el hígado, tal como un pájaro se mete apresurado en la trampa; y él no ha sabido que en ello está envuelta su misma alma.

24 Y ahora, oh hijos, escúchenme y presten atención a los dichos de mi boca. 25 No se desvíe tu corazón a los caminos de ella. Ni, andando errante, entres en sus veredas. 26 Porque muchos son los que ella ha hecho caer muertos, y son numerosos todos los que ella va matando. 27 Caminos al Seol es su casa; van descendiendo a los cuartos interiores de la muerte.

8 ¿No sigue clamando la sabiduría, y no sigue dando su voz el discernimiento? 2 En la cima de las alturas, junto al camino, en el cruce de las veredas se ha apostado. 3 Al lado de las puertas, a la boca del pueblo, en el lugar de acceso de las entradas sigue clamando a gritos:

4 “A ustedes, oh hombres, estoy llamando, y mi voz se dirige a los hijos de los hombres. 5 Oh inexpertos, entiendan sagacidad; y ustedes los estúpidos, entiendan corazón. 6 Escuchen, porque acerca de las cosas de primera importancia hablo, y el abrir mis labios tiene que ver con la rectitud. 7 Porque en voz baja mi paladar profiere la verdad misma; y la iniquidad es cosa detestable a mis labios. 8 Todos los dichos de mi boca son en justicia. Entre ellos no hay nada avieso ni torcido. 9 Todos ellos son derechos al que discierne, y rectos a los que hallan conocimiento. 10 Acepten mi disciplina y no plata, y conocimiento más bien que oro escogido. 11 Porque la sabiduría es mejor que los corales, y todos los otros deleites mismos no pueden ser igualados a ella.

12 ”Yo, la sabiduría, he residido con la sagacidad y hallo hasta el conocimiento de las capacidades de pensar. 13 El temor de Jehová significa odiar lo malo. El propio ensalzamiento y el orgullo y el mal camino y la boca perversa he odiado. 14 Yo tengo consejo y sabiduría práctica. Yo… entendimiento; yo tengo poderío. 15 Por mí reyes mismos siguen reinando, y altos funcionarios mismos siguen decretando justicia. 16 Por mí príncipes mismos siguen gobernando como príncipes, y todos los nobles están juzgando en justicia. 17 A los que me aman, yo misma los amo, y los que me buscan son los que me hallan. 18 Riquezas y gloria están conmigo, valores hereditarios y justicia. 19 Mi fruto es mejor que el oro, aun que el oro refinado; y mi producto, que la plata escogida. 20 En el camino de la justicia ando yo, en medio de las veredas del juicio, 21 para hacer que los que me aman tomen posesión de sustancia; y sus almacenes mantengo llenos.

22 ”Jehová mismo me produjo como el principio de su camino, el más temprano de sus logros de mucho tiempo atrás. 23 Desde tiempo indefinido fui instalada, desde el comienzo, desde tiempos anteriores a la tierra. 24 Cuando no había profundidades acuosas fui producida como con dolores de parto, cuando no había manantiales cargados pesadamente de agua. 25 Antes que las montañas mismas se hubieran asentado, primero que las colinas, fui producida como con dolores de parto, 26 cuando aún no había hecho él la tierra ni los espacios abiertos ni la primera parte de las masas de polvo de la tierra productiva. 27 Cuando él preparó los cielos, yo estaba allí; cuando decretó un círculo sobre la haz de la profundidad acuosa, 28 cuando afirmó las masas de nubes arriba, cuando hizo fuertes las fuentes de la profundidad acuosa, 29 cuando fijó para el mar su decreto de que las aguas mismas no pasaran más allá de su orden, cuando decretó los fundamentos de la tierra, 30 entonces llegué a estar a su lado como un obrero maestro, y llegué a ser aquella con quien él estuvo especialmente encariñado día a día, y estuve alegre delante de él todo el tiempo, 31 pues estuve alegre por el terreno productivo de su tierra, y las cosas que fueron el objeto de mi cariño estuvieron con los hijos de los hombres.

32 ”Y ahora, oh hijos, escúchenme; sí, felices son los que guardan mis caminos mismos. 33 Escuchen la disciplina y háganse sabios, y no muestren ningún descuido. 34 Feliz es el hombre que me está escuchando al mantenerse despierto a mis puertas día a día, vigilando a los postes de mis entradas. 35 Porque el que me halla ciertamente halla la vida, y consigue buena voluntad de Jehová. 36 Pero el que no me alcanza hace violencia a su alma; todos los que me odian con intensidad son los que de veras aman la muerte”.

9 La sabiduría verdadera ha edificado su casa; ha labrado sus siete columnas. 2 Ha organizado su degollación de carne; ha mezclado su vino; más que eso, ha dispuesto su mesa. 3 Ha enviado a sus criadas de compañía, para que ella pueda clamar en la cima de las alturas del pueblo: 4 “Cualquiera que sea inexperto, diríjase acá”. A cualquiera falto de corazón… ella ha dicho: 5 “Vengan, aliméntense de mi pan y participen en beber el vino que he mezclado. 6 Dejen a los inexpertos y sigan viviendo, y anden directamente en el camino del entendimiento”.

7 El que está corrigiendo al burlador está tomando para sí deshonra, y el que está dando una censura a alguien inicuo… ¡defecto en él! 8 No censures a un burlador, para que no te odie. Da una censura a un sabio, y te amará. 9 Da a un sabio, y se hará aún más sabio. Imparte conocimiento a alguien justo, y aumentará en saber.

10 El temor de Jehová es el comienzo de la sabiduría, y el conocimiento del Santísimo es lo que el entendimiento es. 11 Porque por mí tus días llegarán a ser muchos, y se te añadirán años de vida. 12 Si te has hecho sabio, te has hecho sabio a favor de ti mismo; y si te has burlado, [lo] soportarás, tú solo.

13 Una mujer de estupidez es alborotadora. Es la simplicidad misma, y no ha llegado a saber nada en absoluto. 14 Y se ha sentado a la entrada de su casa, sobre un asiento, [en] los lugares altos del pueblo, 15 para llamar a los que van pasando por el camino, a los que están yendo directamente adelante por sus sendas: 16 “Cualquiera que sea inexperto, diríjase acá”. Y a cualquiera falto de corazón… también le ha dicho: 17 “Las aguas hurtadas mismas son dulces, y el pan [que se come] en secreto… es agradable”. 18 Pero él no ha llegado a saber que allí se hallan los que están impotentes en la muerte, que los llamados adentro por ella están en los lugares bajos del Seol.

10 Proverbios de Salomón.

El hijo sabio es el que regocija a un padre, y el hijo estúpido es el desconsuelo de su madre. 2 Los tesoros del inicuo no serán de provecho alguno, pero la justicia es lo que librará de la muerte. 3 Jehová no hará que el alma del justo padezca hambre, pero rechazará el deseo vehemente de los inicuos.

4 El que trabaja con mano floja será persona de escasos recursos, pero la mano del diligente es lo que enriquece a uno.

5 El hijo que actúa con perspicacia recoge durante el verano; el hijo que actúa vergonzosamente está profundamente dormido durante la siega.

6 Las bendiciones son para la cabeza del justo, pero en cuanto a la boca de los inicuos, esta encubre violencia. 7 Al recuerdo del justo le espera una bendición, pero el mismísimo nombre de los inicuos se pudrirá.

8 El sabio de corazón acepta mandamientos, pero el que con los labios es tonto será pisoteado.

9 El que está andando en integridad andará en seguridad, pero el que está torciendo sus caminos se dará a conocer.

10 El que guiña el ojo dará dolor, y el que con los labios es tonto será pisoteado. 11 La boca del justo es fuente de vida; pero en cuanto a la boca de los inicuos, encubre violencia.

12 El odio es lo que suscita contiendas, pero el amor cubre hasta todas las transgresiones.

13 En los labios del entendido se halla la sabiduría, pero la vara es para la espalda de uno falto de corazón.

14 Los sabios son los que atesoran el conocimiento, pero la boca del tonto está cerca de la ruina misma.

15 Las cosas valiosas del rico son su pueblo fuerte. La ruina de los de condición humilde es su pobreza.

16 La actividad del justo resulta en vida; el producto del inicuo resulta en pecado.

17 El que se adhiere a la disciplina es una senda a la vida, pero el que deja la censura hace que se ande errante.

18 Donde hay uno que está encubriendo el odio hay labios de falsedad, y el que presenta un informe malo es estúpido.

19 En la abundancia de palabras no deja de haber transgresión, pero el que tiene refrenados sus labios está actuando discretamente.

20 La lengua del justo es plata escogida; el corazón del inicuo vale poco.

21 Los mismísimos labios del justo siguen paciendo a muchos, pero por falta de corazón los tontos mismos siguen muriendo.

22 La bendición de Jehová… eso es lo que enriquece, y él no añade dolor con ella.

23 Para el estúpido el ocuparse en conducta relajada es como un juego, pero la sabiduría es para el hombre de discernimiento.

24 Lo que al inicuo es espantoso… eso es lo que le vendrá; pero el deseo de los justos será otorgado. 25 Como cuando pasa el viento de tempestad, así el inicuo ya no es; pero el justo es un fundamento hasta tiempo indefinido.

26 Como vinagre a los dientes y como humo a los ojos, así es el perezoso a los que lo envían.

27 El mismísimo temor de Jehová añadirá días, pero los años mismos de los inicuos serán acortados.

28 La expectación de los justos es un regocijo, pero la esperanza misma de los inicuos perecerá.

29 El camino de Jehová es una plaza fuerte para el exento de culpa, pero la ruina es para los practicantes de lo que es perjudicial.

30 En cuanto al justo, hasta tiempo indefinido no se le hará trastabillar; pero en cuanto a los inicuos, no seguirán residiendo en la tierra.

31 La boca del justo… esta da por fruto la sabiduría, pero la lengua de la perversidad será cortada.

32 Los labios del justo… estos llegan a conocer buena voluntad, pero la boca de los inicuos es perversidad.

11 Una balanza defraudadora es cosa detestable a Jehová, pero una pesa de piedra completa le es un placer.

2 ¿Ha venido la presunción? Entonces vendrá la deshonra; pero la sabiduría está con los modestos.

3 La integridad de los rectos es lo que los guía, pero el torcimiento por los que obran traidoramente los despojará con violencia.

4 Las cosas valiosas no serán de ningún provecho en el día del furor, pero la justicia misma librará de la muerte.

5 La justicia del exento de culpa es lo que hará derecho su camino, pero en su propia iniquidad el inicuo caerá. 6 La justicia de los rectos es lo que los librará, pero por su deseo vehemente los de tratos traicioneros serán atrapados ellos mismos.

7 Cuando muere un hombre inicuo, perece [su] esperanza; y hasta la expectación [basada] en poderío ha perecido.

8 El justo es el que es librado aun de la angustia, y el inicuo entra en lugar de él.

9 Por [su] boca el que es apóstata arruina a su semejante, pero por conocimiento son librados los justos.

10 A causa de la bondad de los justos el pueblo está jubiloso, pero cuando perecen los inicuos hay un clamor gozoso.

11 A causa de la bendición de los rectos el pueblo recibe ensalzamiento, pero a causa de la boca de los inicuos llega a ser demolido.

12 El que es falto de corazón ha despreciado a su propio semejante, pero el hombre de discernimiento amplio es uno que guarda silencio.

13 El que anda como calumniador está descubriendo habla confidencial, pero el que es fiel en espíritu está encubriendo un asunto.

14 Cuando no hay dirección diestra, el pueblo cae; pero hay salvación en la multitud de consejeros.

15 Positivamente le irá mal a uno por haber salido fiador por un extraño, pero el que odia andar estrechando las manos se mantiene libre de cuidado.

16 Una mujer de encanto es la que se ase de la gloria; pero los tiranos, por su parte, se asen de las riquezas.

17 Un hombre de bondad amorosa está tratando recompensadoramente con su propia alma, pero la persona cruel está acarreando extrañamiento a su propio organismo.

18 El inicuo obtiene salario falso; pero el que siembra justicia, sueldo verdadero.

19 El que se mantiene firmemente a favor de la justicia está en vías de recibir la vida, pero el que corre tras lo que es malo está en vías de recibir su propia muerte.

20 Los torcidos de corazón son cosa detestable a Jehová, pero los exentos de culpa en [su] camino le son un placer.

21 Aunque mano esté a mano, la persona mala no quedará sin castigo; pero la prole de los justos ciertamente escapará.

22 Como nariguera de oro en el hocico de un cerdo, así es la mujer que es bella, pero que está apartándose de la sensatez.

23 El deseo de los justos de seguro es bueno; la esperanza de los inicuos es furor.

24 Existe el que esparce y, no obstante, se le aumenta; también el que se retiene de lo que es recto, pero eso resulta solo en carencia.

25 El alma generosa será engordada ella misma; y el que liberalmente riega [a otros], él mismo también será liberalmente regado.

26 Al que retiene el grano… el populacho lo execrará, pero hay una bendición para la cabeza del que deja que se compre.

27 El que anda procurando el bien seguirá buscando la buena voluntad; pero en cuanto al que anda en busca de lo malo, le sobrevendrá.

28 El que confía en sus riquezas… él mismo caerá; pero justamente como follaje reverdecerán los justos.

29 En cuanto a cualquiera que acarree extrañamiento a su propia casa, tomará posesión del viento; y el tonto será siervo del sabio de corazón.

30 El fruto del justo es un árbol de vida, y el que está ganando almas es sabio.

31 ¡Mira! El justo… en la tierra será recompensado. ¡Cuánto más deberán serlo el inicuo y el pecador!

12 El que ama la disciplina ama el conocimiento, pero el que odia la censura es irrazonable.

2 El que es bueno consigue aprobación de parte de Jehová, pero al hombre de ideas [inicuas] él lo pronuncia inicuo.

3 Ningún hombre será firmemente establecido por la iniquidad; pero en cuanto al fundamento-raíz de los justos, no se le hará bambolear.

4 Una esposa capaz es una corona para su dueño, pero como podredumbre en sus huesos es la que actúa vergonzosamente.

5 Los pensamientos de los justos son juicio; el manejo de los inicuos es engaño.

6 Las palabras de los inicuos son un estar al acecho por sangre, pero la boca de los rectos es lo que los librará.

7 Hay un derribar a los inicuos, y ya no son, pero la mismísima casa de los justos continuará en pie.

8 Por su boca de discreción será alabado el hombre, pero el que es avieso de corazón llegará a ser objeto de desprecio.

9 Mejor es el que es estimado en poco, pero tiene siervo, que el que a sí mismo se glorifica, pero carece de pan.

10 El justo está cuidando del alma de su animal doméstico, pero las misericordias de los inicuos son crueles.

11 El que cultiva su terreno quedará satisfecho él mismo con pan, pero el que sigue tras cosas que nada valen es falto de corazón.

12 El inicuo ha deseado la presa prendida en la red de los hombres malos; pero en cuanto a la raíz de los justos, esta rinde.

13 Por la transgresión de los labios el malo es cogido en lazo, pero el justo logra salir de la angustia.

14 Del fruto de la boca de un hombre este se satisface de lo bueno, y lo mismísimo que hayan obrado las manos de un hombre volverá a él.

15 El camino del tonto es recto a sus propios ojos, pero el que escucha el consejo es sabio.

16 Es persona tonta la que da a conocer su irritación en el [mismo] día, pero el sagaz encubre una deshonra.

17 El que lanza fidelidad informa lo que es justo; pero un testigo falso, engaño.

18 Existe el que habla irreflexivamente como con las estocadas de una espada, pero la lengua de los sabios es una curación.

19 El labio de la verdad es el que será establecido firmemente para siempre, pero la lengua de falsedad no durará más de un momento.

20 El engaño está en el corazón de los que fabrican la maldad, pero los que aconsejan la paz tienen regocijo.

21 Nada perjudicial le acaecerá al justo, pero los inicuos son los que ciertamente estarán llenos de calamidad.

22 Los labios falsos son cosa detestable a Jehová, pero los que actúan en fidelidad le son un placer.

23 El hombre sagaz encubre conocimiento, pero el corazón de los estúpidos es uno que proclama tontedad.

24 La mano de los diligentes es la que gobernará, pero la mano floja llegará a usarse para trabajo forzado.

25 La solicitud ansiosa en el corazón de un hombre es lo que lo agobia, pero la buena palabra es lo que lo regocija.

26 El justo espía su propio pasto, pero el mismísimo camino de los inicuos hace que anden errantes.

27 La flojedad no activa los animales de caza para uno, pero el diligente es la riqueza preciosa de un hombre.

28 En la senda de la justicia hay vida, y el viaje en su sendero no significa muerte.

13 Un hijo es sabio donde hay la disciplina de un padre, pero el burlador es uno que no ha oído la reprensión.

2 Del fruto de su boca el hombre come lo bueno, pero la mismísima alma de los que tratan traidoramente es violencia.

3 El que vigila su boca está guardando su alma. El que abre con anchura sus labios… tendrá ruina.

4 El perezoso se muestra deseoso, pero su alma nada [tiene]. No obstante, la mismísima alma de los diligentes será engordada.

5 Una palabra falsa es lo que el justo odia, pero los inicuos actúan vergonzosamente y se acarrean afrenta.

6 La justicia misma salvaguarda al que es innocuo en su camino, pero la iniquidad es lo que subvierte al pecador.

7 Existe el que se da por rico y, no obstante, no tiene nada en absoluto; hay el que se da por persona de escasos recursos y, no obstante, [tiene] muchas cosas valiosas.

8 El rescate del alma de un hombre es su riqueza, pero el de escasos recursos no ha oído la reprensión.

9 La mismísima luz de los justos se regocijará; pero la lámpara de los inicuos… se extinguirá.

10 Por la presunción solo se ocasiona una lucha, pero con los que consultan juntos hay sabiduría.

11 Las cosas valiosas que resultan de la vanidad decrecen, pero el que junta con la mano es el que logra aumento.

12 La expectación pospuesta enferma el corazón, pero la cosa deseada es árbol de vida cuando sí viene.

13 Del que ha despreciado la palabra, de él se quitará una prenda [de deudor]; pero el que teme el mandamiento es el que será recompensado.

14 La ley del sabio es fuente de vida, para apartar a uno de los lazos de la muerte.

15 La buena perspicacia misma da favor, pero el camino de los de tratos traicioneros es escarpado.

16 Todo el que es sagaz actúa con conocimiento, pero el que es estúpido disemina tontedad.

17 Un mensajero que es inicuo cae en lo malo, pero un enviado fiel es una curación.

18 El que descuida la disciplina [para en] pobreza y deshonra, pero el que guarda una censura es el que es glorificado.

19 El deseo, cuando se realiza, es placentero al alma; pero es cosa detestable a los estúpidos apartarse del mal.

20 El que está andando con personas sabias se hará sabio, pero al que está teniendo tratos con los estúpidos le irá mal.

21 Es a los pecadores a quienes la calamidad persigue, pero es a los justos a quienes el bien recompensa.

22 El que es bueno deja una herencia a los hijos de los hijos, y la riqueza del pecador es algo que está atesorado para el justo.

23 El terreno arado de personas de escasos recursos [rinde] mucho alimento, pero existe quien es barrido por falta de juicio.

24 El que retiene su vara odia a su hijo, pero el que lo ama es el que de veras lo busca con disciplina.

25 El justo come hasta que su alma queda satisfecha, pero el vientre de los inicuos estará vacío.

14 La mujer verdaderamente sabia ha edificado su casa, pero la tonta la demuele con sus propias manos.

2 El que anda en su rectitud teme a Jehová, pero el que es torcido en sus caminos Lo desprecia.

3 La vara de la altivez está en la boca del tonto, pero los mismísimos labios de los sabios los guardarán.

4 Donde no hay ganado vacuno el pesebre está limpio, pero la cosecha es abundante debido al poder de un toro.

5 Un testigo fiel es uno que no miente, pero un testigo falso lanza simples mentiras.

6 El burlador ha procurado hallar sabiduría, y no la hay; pero para el entendido el conocimiento es cosa fácil.

7 Vete de enfrente del hombre estúpido, porque ciertamente no notarás los labios del conocimiento.

8 La sabiduría del sagaz es entender su camino, pero la tontedad de los estúpidos es engaño.

9 Tontos son los que hacen escarnio de la culpa, pero entre los rectos hay acuerdo.

10 El corazón se da cuenta de la amargura del alma de uno, y en su regocijo no se entremete ningún extraño.

11 La casa de los inicuos será aniquilada, pero la tienda de los rectos florecerá.

12 Existe un camino que es recto ante el hombre, pero los caminos de la muerte son su fin después.

13 Aun en la risa el corazón puede estar con dolor; y es en desconsuelo en lo que termina el regocijo.

14 El que es de corazón sin fe se satisfará con los resultados de sus propios caminos; pero el hombre bueno, con los resultados de sus tratos.

15 Cualquiera que es inexperto pone fe en toda palabra, pero el sagaz considera sus pasos.

16 El sabio teme y se aparta de lo malo, pero el estúpido se pone furioso y confiado en sí mismo.

17 El que es presto para la cólera comete tontedad, pero el hombre de capacidades de pensar es odiado.

18 Los inexpertos ciertamente tomarán posesión de la tontedad, pero los sagaces llevarán el conocimiento como prenda sobre la cabeza.

19 Los malos tendrán que inclinarse ante los buenos; y los inicuos, a las puertas del justo.

20 El que es de escasos recursos es objeto de odio hasta a su semejante, pero son muchos los amigos del rico.

21 El que desprecia a su propio semejante está pecando, pero feliz es el que está mostrando favor a los afligidos.

22 ¿Acaso los que idean la maldad no andarán errantes? Pero hay bondad amorosa y apego a la verdad en cuanto a los que idean lo bueno.

23 Por toda clase de trabajo afanoso llega a haber una ventaja, pero meramente la palabra de los labios [tiende] a la carencia.

24 La corona de los sabios es su riqueza; la tontedad de los estúpidos es tontedad.

25 Un testigo verdadero está librando almas, pero uno que es engañoso lanza simples mentiras.

26 En el temor de Jehová hay fuerte confianza, y para sus hijos llegará a haber un refugio.

27 El temor de Jehová es un pozo de vida, para apartar de los lazos de la muerte.

28 En la multitud de pueblo está el adorno del rey, pero en la falta de población está la ruina del alto funcionario.

29 El que es tardo para la cólera abunda en discernimiento, pero el que es impaciente está ensalzando la tontedad.

30 Un corazón calmado es la vida del organismo de carne, pero los celos son podredumbre a los huesos.

31 El que defrauda al de condición humilde ha vituperado a su Hacedor, pero el que muestra favor al pobre Lo glorifica.

32 A causa de su maldad, el inicuo será empujado abajo, pero el justo hallará refugio en su integridad.

33 En el corazón del entendido descansa la sabiduría, y en medio de los estúpidos llega a ser conocida.

34 La justicia es lo que ensalza a una nación, pero el pecado es cosa afrentosa a los grupos nacionales.

35 El placer del rey está con el siervo que actúa con perspicacia, pero su furor llega a estar para con el que actúa vergonzosamente.

15 La respuesta, cuando es apacible, aparta la furia, pero la palabra que causa dolor hace subir la cólera.

2 La lengua de los sabios hace el bien con el conocimiento, pero la boca de los estúpidos hace salir burbujeando la tontedad.

3 Los ojos de Jehová están en todo lugar, vigilando a los malos y a los buenos.

4 La calma de la lengua es árbol de vida, pero el torcimiento en ella significa un quebrantamiento del espíritu.

5 Cualquiera que es tonto trata con falta de respeto la disciplina de su padre, pero cualquiera que hace caso de la censura es sagaz.

6 En la casa del justo hay un repuesto abundante, pero en el producto del inicuo hay el acarrearse extrañamiento.

7 Los labios de los sabios siguen esparciendo conocimiento, pero el corazón de los estúpidos no es así.

8 El sacrificio de los inicuos es cosa detestable a Jehová, pero la oración de los rectos le es un placer.

9 El camino del inicuo es cosa detestable a Jehová, pero él ama al que sigue tras la justicia.

10 La disciplina le es mala al que deja la senda; cualquiera que odia la censura morirá.

11 El Seol y [el lugar de] la destrucción están enfrente de Jehová. ¡Cuánto más los corazones de los hijos de la humanidad!

12 El burlador no ama al que le censura. A los sabios no quiere ir.

13 Un corazón gozoso tiene buen efecto en el semblante, pero a causa del dolor del corazón hay un espíritu herido.

14 El corazón entendido es el que busca el conocimiento, pero la boca de los estúpidos es la que aspira a la tontedad.

15 Todos los días del afligido son malos; pero el que es bueno de corazón [tiene] un banquete constantemente.

16 Mejor es un poco en el temor de Jehová que una abundante provisión y, junto con ella, confusión.

17 Mejor es un plato de legumbres donde hay amor que un toro cebado en pesebre y, junto con él, odio.

18 Un hombre enfurecido suscita contienda, pero el que es tardo para la cólera apacigua la riña.

19 El camino del perezoso es como seto de abrojos, pero la senda de los rectos es un camino levantado.

20 Hijo sabio es el que regocija a un padre, pero un hombre estúpido está despreciando a su madre.

21 La tontedad es un regocijo al que es falto de corazón, pero el hombre de discernimiento es el que va directamente adelante.

22 Resultan frustrados los planes donde no hay habla confidencial, pero en la multitud de consejeros hay logro.

23 El hombre tiene regocijo en la respuesta de su boca, y una palabra a su tiempo apropiado, ¡oh, cuán buena es!

24 La senda de la vida es hacia arriba para uno que obra con perspicacia, para apartarse del Seol allá abajo.

25 La casa de los que a sí mismos se ensalzan será demolida por Jehová, pero él fijará el lindero de la viuda.

26 Los proyectos del malo son cosa detestable a Jehová, pero los dichos agradables son limpios.

27 El que saca ganancia injusta está acarreando extrañamiento a su propia casa, pero el que odia las dádivas es el que seguirá viviendo.

28 El corazón del justo medita para responder, pero la boca de los inicuos hace salir burbujeando cosas malas.

29 Jehová está muy lejos de los inicuos, pero oye la oración de los justos.

30 El brillo de los ojos regocija el corazón; un informe que es bueno engorda los huesos.

31 El oído que escucha la censura de la vida se aloja precisamente en medio de los sabios.

32 Cualquiera que esquiva la disciplina rechaza su propia alma, pero el que escucha la censura adquiere corazón.

33 El temor de Jehová es disciplina hacia la sabiduría, y antes de la gloria hay humildad.

16 Al hombre terrestre pertenecen los arreglos del corazón, pero de Jehová procede la respuesta de la lengua.

2 Todos los caminos del hombre son puros a sus propios ojos, pero Jehová está avaluando los espíritus.

3 Haz rodar sobre Jehová mismo tus obras, y tus planes serán firmemente establecidos.

4 Todo lo ha hecho Jehová para su propósito, sí, hasta al inicuo para el día malo.

5 Todo el que es orgulloso de corazón es cosa detestable a Jehová. Mano [puede unirse] a mano; [no obstante,] uno no quedará libre de castigo.

6 Por bondad amorosa y apego a la verdad se expía el error, y en el temor de Jehová uno se aparta de lo malo.

7 Cuando Jehová se complace en los caminos de un hombre, hace que hasta los enemigos mismos de este estén en paz con él.

8 Mejor es un poco con justicia que una abundancia de productos sin rectitud.

9 El corazón del hombre terrestre puede idear su camino, pero la dirección de sus pasos la efectúa Jehová mismo.

10 Decisión inspirada debe estar sobre los labios de un rey; en el juicio no debe resultar infiel su boca.

11 Indicador y balanza justos pertenecen a Jehová; todas las pesas de piedra de la bolsa son su obra.

12 El hacer iniquidad es cosa detestable a los reyes, pues por la justicia se establece firmemente el trono.

13 Los labios de la justicia son un placer para un rey magnífico; y él ama al que habla cosas rectas.

14 La furia de un rey significa mensajeros de muerte, pero el hombre sabio es el que la evita.

15 En la luz del rostro del rey hay vida, y su buena voluntad es como la nube de lluvia primaveral.

16 El conseguir sabiduría es ¡oh, cuánto mejor que el oro! Y el conseguir entendimiento ha de escogerse más que la plata.

17 La calzada de los rectos es apartarse de lo malo. El que está salvaguardando su camino está guardando su alma.

18 El orgullo está antes de un ruidoso estrellarse; y un espíritu altivo, antes del tropiezo.

19 Mejor es ser humilde de espíritu con los mansos que dividir el despojo con los que a sí mismos se ensalzan.

20 El que está mostrando perspicacia en un asunto hallará el bien, y feliz es el que está confiando en Jehová.

21 El que es sabio de corazón será llamado entendido, y el que es dulce de labios añade persuasiva.

22 A sus dueños la perspicacia es un pozo de vida; y la disciplina de los tontos es la tontedad.

23 El corazón del sabio hace que su boca muestre perspicacia, y a sus labios añade persuasiva.

24 Los dichos agradables son un panal de miel, dulces al alma y una curación a los huesos.

25 Existe un camino que es recto delante del hombre, pero los caminos de la muerte son el fin de él después.

26 El alma del que trabaja duro ha trabajado duro para él, porque su boca lo ha apremiado fuertemente.

27 Un hombre que para nada sirve desentierra lo que es malo, y sobre sus labios hay, por decirlo así, un fuego abrasador.

28 El hombre de intrigas sigue enviando contienda, y el calumniador está separando a los que se han familiarizado entre sí.

29 El hombre de violencia seduce a su prójimo, y ciertamente lo hace ir por un camino que no es bueno. 30 Con los ojos parpadea para tramar intrigas. Apretando los labios, ciertamente lleva a cabo a grado cabal la maldad.

31 La canicie es corona de hermosura cuando se halla en el camino de la justicia.

32 El que es tardo para la cólera es mejor que un hombre poderoso; y el que controla su espíritu, que el que toma una ciudad.

33 En el regazo se echa la suerte, pero de Jehová procede toda decisión por ella.

17 Mejor es un pedazo de pan seco con el cual hay tranquilidad que una casa llena de los sacrificios de la riña.

2 El siervo que muestra perspicacia gobernará sobre el hijo que actúa vergonzosamente, y en medio de los hermanos participará de la herencia.

3 El vaso de refinación es para la plata y el horno para el oro, pero Jehová es el examinador de los corazones.

4 El malhechor presta atención al labio de la nocividad. Un falsificador presta oído a la lengua que causa adversidades.

5 El que hace escarnio de la persona de escasos recursos ha vituperado a su Hacedor. El que está gozoso por el desastre [ajeno] no quedará libre de castigo.

6 La corona de los viejos son los nietos, y la hermosura de los hijos son sus padres.

7 Para cualquiera que es insensato el labio de la rectitud no es propio. ¡Cuánto menos para el noble el labio de la falsedad!

8 El regalo es una piedra que se granjea favor a los ojos de su magnífico dueño. Adondequiera que él se vuelve logra éxito.

9 El que encubre la transgresión busca amor, y el que sigue hablando de un asunto separa a los que se han familiarizado entre sí.

10 Una reprensión obra más profundamente en un entendido que el golpear cien veces a un estúpido.

11 Solo la rebelión es lo que el malo sigue buscando, y cruel es el mensajero que es enviado contra él.

12 Que haya un encontrarse un hombre con una osa privada de sus cachorros, más bien que con cualquiera que es estúpido en su tontedad.

13 En cuanto a cualquiera que paga mal por bien, el mal no se alejará de su casa.

14 El principio de la contienda es como alguien que da curso libre a las aguas; por eso, antes que haya estallado la riña, retírate.

15 Cualquiera que pronuncia justo al inicuo y cualquiera que pronuncia inicuo al justo… aun ambos son cosa detestable a Jehová.

16 ¿Por qué hay en la mano del estúpido el precio para adquirir sabiduría, cuando él no tiene corazón?

17 Un compañero verdadero ama en todo tiempo, y es un hermano nacido para cuando hay angustia.

18 Un hombre falto de corazón estrecha las manos, y sale pleno fiador delante de su compañero.

19 Cualquiera que ama la transgresión está amando una lucha. Cualquiera que hace alto su paso de entrada está buscando un ruidoso estrellarse.

20 El que es torcido de corazón no hallará el bien, y el que está volteado en su lengua caerá en calamidad.

21 Cualquiera que llega a ser padre de un hijo estúpido… le es un desconsuelo; y el padre de un hijo insensato no se regocija.

22 Un corazón que está gozoso hace bien como sanador, pero un espíritu que está herido seca los huesos.

23 El que es inicuo toma hasta un soborno del seno para desviar las sendas del juicio.

24 La sabiduría está delante del rostro del entendido, pero los ojos del estúpido están en la extremidad de la tierra.

25 Un hijo estúpido es una irritación a su padre y una amargura a la que lo dio a luz.

26 Además, el imponer una multa al justo no es bueno. Golpear a nobles está contra lo que es recto.

27 Cualquiera que retiene sus dichos posee conocimiento, y un hombre de discernimiento es sereno de espíritu.

28 Aun el tonto, cuando guarda silencio, será tenido por sabio; cualquiera que cierra sus propios labios, por entendido.

18 El que se aísla buscará [su propio] anhelo egoísta; contra toda sabiduría práctica estallará.

2 El que es estúpido no halla deleite en el discernimiento, fuera de que su corazón se descubra.

3 Cuando entra el inicuo, también tiene que entrar el desprecio; y junto con la deshonra hay oprobio.

4 Las palabras de la boca de un hombre son aguas profundas. El pozo de la sabiduría es un torrente que sale burbujeando.

5 Mostrar parcialidad al inicuo no es bueno, ni apartar al justo en el juicio.

6 Los labios de uno que es estúpido se meten en riñas, y su misma boca pide hasta golpes.

7 La boca del estúpido es su ruina, y sus labios son un lazo para su alma.

8 Las palabras del calumniador son como cosas que han de tragarse vorazmente, que de veras bajan a las partes más recónditas del vientre.

9 También, el que se muestra flojo en su trabajo… hermano es del que causa ruina.

10 El nombre de Jehová es una torre fuerte. A ella corre el justo, y se le da protección.

11 Las cosas valiosas del rico son su pueblo fuerte, y son como un muro protector en su imaginación.

12 Antes de un ruidoso estrellarse el corazón del hombre es altanero, y antes de la gloria hay humildad.

13 Cuando alguien responde a un asunto antes de oír[lo], eso es tontedad de su parte y una humillación.

14 El espíritu de un hombre puede soportar su dolencia; pero en cuanto al espíritu herido, ¿quién puede aguantarlo?

15 El corazón del entendido adquiere conocimiento, y el oído de los sabios procura hallar conocimiento.

16 La dádiva de un hombre le efectúa una gran abertura, y lo conduce aun delante de los grandes.

17 El que es primero en su causa judicial es justo; su prójimo entra, y ciertamente lo escudriña completamente.

18 La suerte [echada] hace cesar hasta las contiendas, y separa, uno de otro, hasta a los poderosos.

19 El hermano contra quien se ha transgredido es más que un pueblo fuerte; y hay contiendas que son como la barra de una torre de habitación.

20 Del fruto de la boca del hombre queda satisfecho su vientre; él queda satisfecho hasta con el producto de sus labios.

21 Muerte y vida están en el poder de la lengua, y el que la ama comerá su fruto.

22 ¿Ha hallado uno una esposa [buena]? Ha hallado una cosa buena, y consigue buena voluntad de Jehová.

23 El de escasos recursos profiere súplicas, pero el que es rico responde de manera fuerte.

24 Existen compañeros dispuestos a hacerse pedazos, pero existe un amigo más apegado que un hermano.

19 Cualquiera de escasos recursos que anda en su integridad es mejor que el que es torcido en sus labios, y [que] el que es estúpido.

2 Además, el que el alma esté sin conocimiento no es bueno, y el que se apresura con los pies está pecando.

3 La tontedad del hombre terrestre tuerce su camino, y por eso su corazón se enfurece contra Jehová mismo.

4 La riqueza es lo que agrega muchos compañeros, pero uno que es de condición humilde se ve separado hasta de su compañero.

5 Un testigo falso no quedará libre de castigo, y el que lanza mentiras no escapará.

6 Son muchos los que ablandan el rostro del noble, y todo el mundo es compañero del hombre que hace dádivas.

7 Todos los hermanos del de escasos recursos lo han odiado. ¡Cuánto más lejos se han mantenido de él sus amigos personales! Él va en seguimiento con cosas que decir; ellos no.

8 El que adquiere corazón ama su propia alma. El que guarda el discernimiento va a hallar el bien.

9 El testigo falso no quedará libre de castigo, y el que lanza mentiras perecerá.

10 El lujo no es propio para alguien que es estúpido. ¡Cuánto menos para un siervo gobernar sobre príncipes!

11 La perspicacia del hombre ciertamente retarda su cólera, y es hermosura de su parte pasar por alto la transgresión.

12 La furia de un rey es un gruñido como el de un leoncillo crinado, pero su buena voluntad es como el rocío sobre la vegetación.

13 Un hijo estúpido significa adversidades para su padre, y las contiendas de una esposa son como un techo con goteras que ahuyenta a uno.

14 La herencia de parte de los padres es una casa y riqueza, pero la esposa discreta es de parte de Jehová.

15 La pereza hace caer un sueño profundo, y el alma floja padece hambre.

16 El que guarda el mandamiento guarda su alma; al que desprecia sus caminos se le dará muerte.

17 El que muestra favor al de condición humilde le presta a Jehová, y Él le pagará su trato.

18 Castiga a tu hijo mientras existe esperanza; y no levantes [el deseo de] tu alma para darle muerte.

19 El que es de gran furia cargará con la multa; pues si [lo] libraras, también habrías de seguir haciéndolo vez tras vez.

20 Escucha el consejo y acepta la disciplina, a fin de que te hagas sabio en tu futuro.

21 Son muchos los planes que hay en el corazón del hombre, pero el consejo de Jehová es lo que subsistirá.

22 La cosa deseable en el hombre terrestre es su bondad amorosa; y uno de escasos recursos es mejor que un hombre mentiroso.

23 El temor de Jehová tiende a la vida, y uno pasa la noche satisfecho; no será visitado por lo que es malo.

24 El perezoso ha escondido la mano en el tazón del banquete; no la puede volver a llevar ni a su propia boca.

25 Debes golpear al burlador, para que el inexperto se haga sagaz; y debe dirigirse censura al entendido, para que discierna conocimiento.

26 El que maltrata a un padre, [y] que ahuyenta a una madre, es un hijo que actúa vergonzosa y afrentosamente.

27 Cesa, hijo mío, de escuchar la disciplina [y significará] el descarriarte de los dichos del conocimiento.

28 Un testigo que para nada sirve escarnece la justicia, y la mismísima boca de la gente inicua se traga lo que es perjudicial.

29 Los juicios han sido firmemente establecidos para los burladores, y golpes para la espalda de los estúpidos.

20 El vino es burlador, el licor embriagante es alborotador, y todo el que se descarría por él no es sabio.

2 Lo aterrador de un rey es un gruñido como el de un leoncillo crinado. Cualquiera que atrae su furor contra sí está pecando contra su propia alma.

3 Es una gloria para el hombre desistir de disputar, pero todo el que es tonto estalla [en ello].

4 A causa del invierno, el perezoso no quiere arar; mendigará en el tiempo de la siega, pero no habrá nada.

5 El consejo en el corazón del hombre es como aguas profundas, pero el hombre de discernimiento es el que lo sacará.

6 Una multitud de hombres proclama cada cual su propia bondad amorosa, pero al hombre fiel, ¿quién lo puede hallar?

7 El justo anda en su integridad. Felices son sus hijos después de él.

8 El rey está sentado sobre el trono de juicio, y dispersa toda maldad con sus propios ojos.

9 ¿Quién puede decir: “He limpiado mi corazón; he quedado puro de mi pecado”?

10 Dos tipos de pesas y dos tipos de medidas de efá… ambas juntas son cosa detestable a Jehová.

11 Hasta por sus prácticas el muchacho se da a conocer en cuanto a si su actividad es pura y recta.

12 El oído que oye y el ojo que ve… Jehová mismo ha hecho aun a ambos.

13 No ames el sueño, para que no vayas a parar en la pobreza. Abre los ojos; satisfácete de pan.

14 “¡Es malo, malo!”, dice el comprador, y sigue su camino. Entonces es cuando se jacta de sí mismo.

15 Existe oro, también una abundancia de corales; pero los labios del conocimiento son vasos preciosos.

16 Toma el vestido de uno, en caso de que haya salido fiador por un extraño; y en el caso de una extranjera, quita de él una prenda.

17 El pan [que se consigue por] falsedad es placentero al hombre, pero después la boca se le llena de grava.

18 Por el consejo los planes mismos se establecen firmemente; y con dirección diestra ocúpate en tu guerra.

19 El que anda de calumniador está descubriendo habla confidencial; y no debes tener compañerismo con uno que se deja seducir con sus labios.

20 En cuanto a cualquiera que invoca el mal contra su padre y contra su madre, su lámpara se extinguirá al acercarse la oscuridad.

21 Se está consiguiendo una herencia por avidez desmesurada al principio, pero su propio futuro no será bendecido.

22 No digas: “¡Ciertamente pagaré el mal!”. Espera en Jehová, y él te salvará.

23 Dos suertes de pesas son cosa detestable a Jehová, y una balanza defraudadora no es buena.

24 De Jehová son los pasos del hombre físicamente capacitado. En cuanto al hombre terrestre, ¿cómo puede él discernir su camino?

25 Es un lazo cuando el hombre terrestre ha clamado temerariamente: “¡Santo!”, y después de los votos [está dispuesto] a hacer examen.

26 El rey sabio dispersa a los inicuos, y hace tornar sobre ellos una rueda.

27 El aliento del hombre terrestre es la lámpara de Jehová, y escudriña cuidadosamente todas las partes más recónditas del vientre.

28 La bondad amorosa y el apego a la verdad… estos salvaguardan al rey; y por la bondad amorosa él ha sustentado su trono.

29 La hermosura de los jóvenes es su poder, y el esplendor de los viejos es su canicie.

30 Heridas de magullamiento son lo que por estregadura purifica del mal; y los golpes, las partes más recónditas del vientre.

21 El corazón de un rey es como corrientes de agua en la mano de Jehová. Adondequiera que él se deleita en hacerlo, lo vuelve.

2 Todo camino del hombre es recto a sus propios ojos, pero Jehová está avaluando los corazones.

3 Efectuar la justicia y el juicio es más preferible a Jehová que el sacrificio.

4 Ojos altivos y un corazón arrogante -lámpara de los inicuos- son pecado.

5 Los planes del diligente propenden de seguro a ventaja, pero todo el que es apresurado se encamina de seguro a la carencia.

6 El conseguir tesoros con una lengua falsa es una exhalación impelida [por el viento], en el caso de los que buscan la muerte.

7 El mismísimo despojo violento efectuado por los inicuos los arrastrará, porque han rehusado hacer justicia.

8 Un hombre, aun un extraño, es torcido en [su] camino; pero el puro es recto en su actividad.

9 Mejor es morar en un rincón de un techo que con una esposa contenciosa, aunque en una casa en común.

10 La mismísima alma del inicuo ha deseado con vehemencia lo que es malo; su prójimo no será objeto de favor a sus ojos.

11 Por la imposición de una multa al burlador, el inexperto se hace sabio; y por dar uno perspicacia al sabio, este consigue conocimiento.

12 El Justo está considerando la casa del inicuo, y subvierte a los inicuos para calamidad [de ellos].

13 En cuanto a cualquiera que tapa su oído al clamor quejumbroso del de condición humilde, él mismo también clamará y no se le responderá.

14 Una dádiva hecha en secreto aplaca la cólera; y un soborno en el seno, la furia fuerte.

15 Es un regocijo para el justo hacer justicia, pero hay algo terrible para los que practican lo que es perjudicial.

16 En cuanto al hombre que, vagando, se aleja del camino de la perspicacia, descansará en la mismísima congregación de los que están impotentes en la muerte.

17 El que ama la diversión será un individuo indigente; el que ama el vino y el aceite no ganará riquezas.

18 El inicuo es un rescate para el justo; y el que obra traidoramente toma el lugar de los rectos.

19 Mejor es morar en tierra desértica que con una esposa contenciosa junto con irritación.

20 Hay tesoro deseable y aceite en la habitación del sabio, pero el hombre que es estúpido se lo tragará.

21 El que sigue tras la justicia y la bondad amorosa hallará vida, justicia y gloria.

22 El sabio ha escalado hasta la ciudad de hombres poderosos, para rebajar la fuerza de la confianza de ella.

23 El que guarda su boca y su lengua, guarda su alma de las angustias.

24 Presuntuoso y soberbio fanfarrón es el nombre del que actúa en un furor de presunción.

25 El mismísimo deseo vehemente del perezoso le dará muerte, pues sus manos han rehusado trabajar. 26 Todo el día ha mostrado que está deseando con gran vehemencia, pero el justo da y no retiene nada.

27 El sacrificio de los inicuos es cosa detestable. ¡Cuánto más cuando uno lo trae junto con conducta relajada!

28 El testigo mentiroso perecerá, pero el hombre que escucha hablará aun para siempre.

29 El hombre inicuo ha adoptado un rostro descarado, pero el recto es el que establece firmemente sus caminos.

30 No hay sabiduría, ni ningún discernimiento, ni ningún consejo en oposición a Jehová.

31 El caballo es algo preparado para el día de la batalla, pero la salvación pertenece a Jehová.

22 Ha de escogerse un nombre más bien que riquezas abundantes; el favor es mejor que aun la plata y el oro.

2 El rico y el de escasos recursos se han encontrado. El Hacedor de todos ellos es Jehová.

3 Sagaz es el que ha visto la calamidad y procede a ocultarse, pero los inexpertos han pasado adelante y tienen que sufrir la pena.

4 El resultado de la humildad [y] del temor de Jehová es riquezas y gloria y vida.

5 Espinas [y] trampas hay en el camino del torcido; el que está guardando su alma se mantiene alejado de ellas.

6 Entrena al muchacho conforme al camino para él; aun cuando se haga viejo no se desviará de él.

7 El rico es el que gobierna sobre los de escasos recursos, y el que toma prestado es siervo del hombre que hace el préstamo.

8 El que está sembrando injusticia segará lo que es perjudicial, pero la mismísima vara de su furor se acabará.

9 El que es bondadoso de ojo será bendecido, porque ha dado de su alimento al de condición humilde.

10 Echa al burlador, para que se vaya la contienda y para que cesen el litigio y la deshonra.

11 El que ama la pureza de corazón… por el encanto de sus labios el rey será su compañero.

12 Los ojos de Jehová mismo han salvaguardado el conocimiento, pero él subvierte las palabras del traicionero.

13 El perezoso ha dicho: “¡Hay un león afuera! ¡En medio de las plazas públicas seré asesinado!”.

14 La boca de las extrañas es un hoyo profundo. El que es denunciado por Jehová caerá en él.

15 La tontedad está atada al corazón del muchacho; la vara de la disciplina es lo que la alejará de él.

16 El que defrauda al de condición humilde para proveerse de muchas cosas, también aquel que da al rico, de seguro está destinado a la carencia.

17 Inclina tu oído y oye las palabras de los sabios, para que apliques tu mismísimo corazón a mi conocimiento. 18 Porque es agradable que las guardes en tu vientre, para que juntas se establezcan firmemente sobre tus labios.

19 Para que tu confianza llegue a estar en Jehová mismo te he dado conocimiento hoy, aun a ti.

20 ¿No te he escrito en tiempos pasados con consejos y conocimiento, 21 para mostrarte la veracidad de los dichos verdaderos, a fin de devolver dichos que son la verdad… al que te envía?

22 No robes al de condición humilde porque sea de condición humilde, y no aplastes al afligido en la puerta. 23 Porque Jehová mismo defenderá la causa de ellos, y ciertamente les robará el alma a los que les roban a ellos.

24 No tengas compañerismo con nadie dado a la cólera; y con el hombre que tiene arrebatos de furia no debes entrar, 25 para que no te familiarices con sus sendas y ciertamente tomes un lazo para tu alma.

26 No llegues a estar entre los que chocan las manos, entre los que salen garantes de préstamos. 27 Si no tienes con qué pagar, ¿por qué debe tomar él tu cama de debajo de ti?

28 No muevas hacia atrás un lindero de antaño, que tus antepasados han hecho.

29 ¿Has contemplado a un hombre hábil en su trabajo? Delante de reyes es donde él se apostará; no se apostará delante de hombres comunes.

23 En caso de que te sientes a alimentarte con un rey, debes considerar con diligencia lo que está delante de ti, 2 y tienes que poner un cuchillo a tu garganta si eres dueño [de un deseo] del alma. 3 No muestres que apeteces sus platos sabrosos, puesto que es el alimento de mentiras.

4 No te afanes por obtener riquezas. Cesa de tu propio entendimiento. 5 ¿Has hecho que tus ojos les echen un vistazo, cuando no son nada? Porque sin falta se hacen para sí alas como las de un águila y vuelan hacia los cielos.

6 No te alimentes con el alimento de ninguno de ojo no generoso, ni muestres apetecer sus platos sabrosos. 7 Porque como quien ha calculado dentro de su alma, así es él. “Come y bebe”, te dice, pero su corazón mismo no está contigo. 8 Tu bocado que has comido, lo vomitarás, y habrás malgastado tus palabras agradables.

9 A oídos de un estúpido no hables, porque despreciará tus palabras discretas.

10 No muevas hacia atrás el lindero de antaño, ni entres en el campo de los huérfanos de padre. 11 Porque su Redentor es fuerte; él mismo defenderá la causa que ellos tienen contigo.

12 De veras trae tu corazón a la disciplina, y tu oído a los dichos del conocimiento.

13 No retengas del simple muchacho la disciplina. En caso de que le pegues con la vara, no morirá. 14 Con la vara tú mismo debes pegarle, para que libres su mismísima alma del Seol mismo.

15 Hijo mío, si tu corazón se ha hecho sabio, se regocijará mi corazón, sí, el mío. 16 Y mis riñones se alborozarán cuando tus labios hablen rectitud.

17 No envidie tu corazón a los pecadores; antes bien, esté en el temor de Jehová todo el día. 18 Porque en tal caso existirá un futuro, y tu propia esperanza no será cortada.

19 Tú, oh hijo mío, oye y hazte sabio, y guía tu corazón por el camino.

20 No llegues a estar entre los que beben vino en exceso, entre los que son comedores glotones de carne. 21 Porque el borracho y el glotón vendrán a parar en la pobreza, y el adormecimiento vestirá a uno de meros andrajos.

22 Escucha a tu padre, que causó tu nacimiento, y no desprecies a tu madre simplemente porque ha envejecido. 23 Compra la verdad misma y no la vendas… sabiduría y disciplina y entendimiento. 24 Sin falta el padre de un justo estará gozoso; el que llega a ser padre de un sabio también se regocijará en él. 25 Tu padre y tu madre se regocijarán, y la que te dio a luz estará gozosa.

26 Hijo mío, de veras dame tu corazón, y que esos ojos tuyos se complazcan en mis propios caminos. 27 Pues la prostituta es un hoyo profundo, y la extranjera es un pozo angosto. 28 De seguro ella, justamente como un salteador, está al acecho; y entre los hombres ella aumenta los traicioneros.

29 ¿Quién tiene el ¡ay!? ¿Quién tiene desasosiego? ¿Quién tiene contiendas? ¿Quién tiene preocupación? ¿Quién tiene heridas sin causa? ¿Quién tiene deslustre de ojos? 30 Los que se quedan largo tiempo con el vino, los que entran en busca de vino mezclado. 31 No mires el vino cuando rojea, cuando luce centelleante en la copa, [cuando] baja con suavidad. 32 A su fin muerde justamente como una serpiente, y segrega veneno justamente como una víbora. 33 Tus propios ojos verán cosas extrañas, y tu propio corazón hablará cosas perversas. 34 Y ciertamente llegarás a ser como uno que está acostado en el corazón del mar, hasta como uno que está acostado en el tope de un mástil. 35 “Me han golpeado, pero no enfermé; me han herido, pero no lo supe. ¿Cuándo despertaré? Lo buscaré todavía más.”

24 No envidies a hombres malos, y no te muestres vehementemente deseoso de meterte entre ellos. 2 Porque el despojo violento es lo que su corazón sigue meditando, y gravoso afán es lo que sus propios labios siguen hablando.

3 Con sabiduría se edifica la casa, y con discernimiento resulta firmemente establecida. 4 Y con conocimiento los cuartos interiores se llenan de todas las cosas preciosas y agradables de valor.

5 El que es sabio en fuerza es un hombre físicamente capacitado, y el hombre de conocimiento está reforzando el poder. 6 Pues con dirección diestra te ocuparás en tu guerrear, y en la multitud de consejeros hay salvación.

7 Para un tonto la sabiduría verdadera es demasiado alta; en la puerta él no abre la boca.

8 En cuanto a cualquiera que trama hacer lo malo, será llamado simple maestro de ideas de mal.

9 La conducta relajada de la tontedad es pecado, y el burlador es cosa detestable a la humanidad.

10 ¿Te has mostrado desanimado en el día de la angustia? Tu poder será escaso.

11 Libra a los que están siendo llevados a la muerte; y a los que van trastabillando a la matanza, ¡oh, que [los] retengas! 12 En caso de que digas: “¡Mira! No sabíamos de esto”, aquel mismo que está avaluando los corazones, ¿no lo discernirá?, y aquel mismo que está observando tu alma, ¿no lo sabrá, y ciertamente pagará al hombre terrestre conforme a su actividad?

13 Hijo mío, come miel, porque es buena; y que la dulce miel del panal esté en tu paladar. 14 De la misma manera, de veras conoce la sabiduría para tu alma. Si [la] has hallado, entonces existe un futuro, y tu propia esperanza no será cortada.

15 No te pongas, cual inicuo, al acecho por el lugar de habitación del justo; no despojes con violencia su lugar de descanso. 16 Pues puede que el justo caiga hasta siete veces, y ciertamente se levantará; pero a los inicuos la calamidad los hará tropezar.

17 Cuando caiga tu enemigo, no te regocijes; y cuando se le haga tropezar, no esté gozoso tu corazón, 18 para que Jehová no vea, y sea malo a sus ojos, y ciertamente vuelva su cólera de contra él.

19 No te muestres acalorado contra los malhechores. No les tengas envidia a los inicuos. 20 Pues no resultará haber futuro para ninguno [que es] malo; la mismísima lámpara de los inicuos se extinguirá.

21 Hijo mío, teme a Jehová y al rey. Con los que están a favor de un cambio, no te entremetas. 22 Porque su desastre se levantará tan repentinamente, que ¿quién se da cuenta de la extinción de los que están a favor de un cambio?

23 Estos [dichos] también son para los sabios: Mostrar parcialidad en el juicio no es bueno.

24 A aquel que está diciendo al inicuo: “Eres justo”, los pueblos lo execrarán, los grupos nacionales lo denunciarán. 25 Pero a los que [lo] censuran les será agradable, y sobre ellos vendrá la bendición de bien. 26 Labios besará quien responde derechamente.

27 Prepara tu trabajo fuera, y alístatelo en el campo. Después también tienes que edificar tu casa.

28 No llegues a ser testigo contra tu semejante sin base. Entonces tendrías que ser tonto con tus labios. 29 No digas: “Tal como me hizo, así voy a hacerle a él. Le pagaré a cada uno según actúe”.

30 Pasé junto al campo del individuo perezoso y junto a la viña del hombre falto de corazón. 31 Y, ¡mira!, todo ello producía mala hierba. Ortigas cubrían su mismísima superficie, y su mismo muro de piedra había sido demolido.

32 De modo que procedí a contemplar, yo mismo; empecé a poner[lo] en el corazón; vi, acepté la disciplina: 33 Un poco de dormir, un poco de dormitar, un poco de cruzar las manos para estar acostado, 34 y cual salteador de caminos tu pobreza ciertamente vendrá, y tu carencia cual hombre armado.

25 También estos son los proverbios de Salomón que transcribieron los hombres de Ezequías, rey de Judá:

2 La gloria de Dios es guardar secreto un asunto, y la gloria de los reyes es escudriñar completamente un asunto.

3 Los cielos por altura y la tierra por profundidad, y el corazón de los reyes, eso es inescrutable.

4 Que haya un remover de la escoria espumajosa de la plata, y toda ella saldrá refinada.

5 Que haya el remover al inicuo delante del rey, y su trono será firmemente establecido por la justicia misma.

6 No te rindas honra delante del rey, y en el lugar de los grandes no te plantes. 7 Porque mejor es [que él] te diga: “Sube acá”, que el que te abata delante de un noble a quien tus ojos han visto.

8 No salgas a conducir una causa judicial apresuradamente, para que no sea cuestión de lo que harás en la culminación de ella, cuando tu semejante ahora te humille. 9 Defiende tu propia causa con tu semejante, y no reveles el habla confidencial de otro; 10 para que no te avergüence el que escuche, y el mal informe por ti no pueda revocarse.

11 Como manzanas de oro en entalladuras de plata es una palabra hablada al tiempo apropiado para ella.

12 Un arete de oro, y un adorno de oro especial, es el censurador sabio al oído que oye.

13 Justamente como el frescor de la nieve en el día de la siega es el enviado fiel a los que lo envían, pues restaura el alma misma de sus amos.

14 Como nubes vaporosas y un viento sin aguacero es un hombre que con falsedad se jacta acerca de una dádiva.

15 Por paciencia se induce a un comandante, y una lengua apacible misma puede quebrar un hueso.

16 ¿Es miel lo que has hallado? Come lo que te sea suficiente, para que no tomes demasiado de ella y tengas que vomitarla.

17 Haz cosa rara tu pie en la casa de tu semejante, para que no tenga su suficiencia de ti y ciertamente te odie.

18 Como garrote de guerra y espada y flecha aguzada es un hombre que testifica contra su semejante como testigo falso.

19 Como diente quebrado y pie vacilante es la confianza en uno que resulta traicionero en el día de la angustia.

20 El que quita una prenda de vestir en día de frío es como vinagre sobre álcali y como cantor con canciones a un corazón triste.

21 Si el que te odia tiene hambre, dale pan de comer; y si tiene sed, dale agua de beber. 22 Porque son brasas las que estás amontonando sobre su cabeza, y Jehová mismo te recompensará.

23 El viento del norte produce como con dolores de parto un aguacero; y la lengua [que divulga] un secreto, un rostro denunciado.

24 Mejor es morar en un rincón de un techo que con una esposa contenciosa, aunque en una casa en común.

25 Como agua fría a un alma cansada, así es un buen informe procedente de un país distante.

26 Un manantial ensuciado y un pozo arruinado es el justo cuando trastabilla delante del inicuo.

27 El comer demasiada miel no es bueno; y el que la gente ande buscando su propia gloria, ¿es eso gloria?

28 Como una ciudad en que se ha hecho irrupción, que no tiene muro, es el hombre que no tiene freno para su espíritu.

26 Como nieve en el verano y como lluvia en el tiempo de la siega, así la gloria no es propia para el estúpido.

2 Tal como el pájaro tiene motivo para huir, [y] tal como la golondrina para volar, así una invocación de mal misma no viene sin verdadero motivo.

3 El látigo es para el caballo, el freno es para el asno, y la vara es para la espalda de los estúpidos.

4 No respondas a nadie estúpido conforme a su tontedad, para que no llegues a ser tú mismo también igual a él.

5 Responde a alguien estúpido conforme a su tontedad, para que a sus propios ojos no se haga alguien sabio.

6 Como uno que está mutilando [sus] pies, como uno que está bebiendo mera violencia, es el que mete los asuntos en la mano de alguien estúpido.

7 ¿Han sacado agua las piernas del cojo? Entonces hay un proverbio en la boca de los estúpidos.

8 Como quien encierra una piedra entre un montón de piedras, así es el que da gloria a un simple estúpido.

9 Como un yerbajo espinoso ha venido a ser levantado en la mano de un borracho, así un proverbio en la boca de estúpidos.

10 Como arquero que todo lo traspasa es el que alquila a alguien estúpido, o el que alquila a los transeúntes.

11 Justamente como un perro que vuelve a su vómito, el estúpido repite su tontedad.

12 ¿Has visto a un hombre sabio a sus propios ojos? Hay más esperanza para el estúpido que para él.

13 El perezoso ha dicho: “Hay un león joven en el camino, un león en medio de las plazas públicas”.

14 La puerta sigue girando sobre su quicio, y el perezoso sobre su lecho.

15 El perezoso ha escondido la mano en el tazón del banquete; se ha fatigado demasiado para volver a llevarla a la boca.

16 El perezoso es más sabio a sus propios ojos que siete que den una respuesta sensata.

17 Como quien agarra por las orejas a un perro es cualquiera que, al pasar, se enfurece por la riña que no es suya.

18 Tal como alguien demente que anda disparando proyectiles ardientes, flechas y muerte, 19 así es el hombre que ha embaucado a su semejante y ha dicho: “¿No lo hice por broma?”.

20 Donde no hay leña, se apaga el fuego, y donde no hay calumniador, la contienda se aquieta.

21 Como carbón para las ascuas y leña para el fuego, así es un hombre contencioso para enardecer una riña.

22 Las palabras de un calumniador son como cosas que han de tragarse vorazmente, que de veras bajan hasta las partes más recónditas del vientre.

23 Como vidriado de plata que recubre un fragmento de vasija de barro son los labios fervientes junto con un corazón malo.

24 Con sus labios el que odia se hace imposible de reconocer, pero dentro de sí pone engaño. 25 Aunque haga benévola su voz, no creas en él, porque hay siete cosas detestables en su corazón. 26 El odio está cubierto por el engaño. Su maldad será descubierta en la congregación.

27 El que excava un hoyo caerá en el mismo, y el que hace rodar una piedra… a él vendrá de vuelta.

28 La lengua que es falsa odia al que es aplastado por ella, y la boca lisonjera causa un derribo.

27 No te jactes del día siguiente, porque no sabes lo que un día dará a luz.

2 Alábete un extraño, y no tu propia boca; hágalo un extranjero, y no tus propios labios.

3 Lo pesada que es una piedra y una carga de arena… pero la irritación por alguien tonto es más pesada que ambas.

4 Hay la crueldad de la furia, también la inundación de la cólera, pero ¿quién puede estar de pie ante los celos?

5 Mejor es la censura revelada que el amor oculto.

6 Las heridas infligidas por uno que ama son fieles, pero los besos de uno que odia son cosas que han de ser suplicadas.

7 El alma que está satisfecha pisotea la miel del panal, pero a un alma hambrienta toda cosa amarga es dulce.

8 Tal como un pájaro que huye de su nido, así es el hombre que huye de su lugar.

9 Aceite e incienso son lo que regocija el corazón, también la dulzura del compañero de uno debido al consejo del alma.

10 No dejes a tu propio compañero ni al compañero de tu padre, y no entres en la casa de tu propio hermano en el día de tu desastre. Mejor es un vecino que está cerca que un hermano que está lejos.

11 Sé sabio, hijo mío, y regocija mi corazón, para que pueda responder al que me está desafiando con escarnio.

12 El sagaz que ha visto la calamidad se ha ocultado; los inexpertos que han pasado adelante han sufrido la pena.

13 Toma el vestido de uno, en caso de que haya salido fiador por un extraño; y en el caso de una extranjera, quita de él una prenda.

14 El que bendice a su semejante con voz fuerte muy de mañana, como invocación de mal será reputado de parte de él.

15 El techo con goteras que ahuyenta a uno en un día de lluvia constante y la esposa contenciosa son comparables. 16 Cualquiera que la abriga ha abrigado el viento, y aceite es lo que encuentra su mano derecha.

17 Con hierro, el hierro mismo se aguza. Así un hombre aguza el rostro de otro.

18 El que salvaguarda la higuera, él mismo comerá su fruto, y el que guarda a su amo será honrado.

19 Como en el agua rostro corresponde a rostro, así el corazón del hombre al [del] hombre.

20 El Seol y [el lugar de] la destrucción mismos no se satisfacen; tampoco se satisfacen los ojos del hombre.

21 El crisol es para la plata, y el horno es para el oro; y un individuo es conforme a su alabanza.

22 Aunque machaques al tonto con un majador en un mortero, entre el grano resquebrajado, hasta que quede fino, su tontedad no se apartará de él.

23 Debes conocer positivamente la apariencia de tu rebaño. Fija tu corazón en tus hatos; 24 porque el tesoro no será hasta tiempo indefinido, ni una diadema para todas las generaciones.

25 Se ha ido la hierba verde, y la nueva hierba ha aparecido, y la vegetación de las montañas ha sido recogida. 26 Los carneros jóvenes son para tu ropa, y los machos cabríos son el precio del campo. 27 Y hay suficiencia de leche de cabras para tu alimento, para el alimento de tu casa, y el medio de vida para tus muchachas.

28 Los inicuos verdaderamente huyen cuando no hay perseguidor, pero los justos son como un león joven que tiene confianza.

2 A causa de la transgresión de un país son muchos sus príncipes [sucesivos], pero por un hombre de discernimiento que tiene conocimiento de lo recto [el príncipe] permanece largo tiempo.

3 El hombre físicamente capacitado que tiene escasos recursos y que está defraudando a los de condición humilde es como una lluvia que arrolla de modo que no hay alimento.

4 Los que dejan la ley alaban al inicuo, pero los que guardan la ley se excitan contra ellos.

5 Los hombres dados a la maldad no pueden entender el juicio, pero los que están buscando a Jehová pueden entenderlo todo.

6 Mejor es el de escasos recursos que está andando en su integridad que cualquiera [que es] torcido en [sus] caminos, aunque sea rico.

7 El hijo entendido está observando la ley, pero el que tiene compañerismo con glotones humilla a su padre.

8 El que multiplica sus objetos de valor por interés y usura, los junta meramente para el que muestra favor a los de condición humilde.

9 El que aparta su oído de oír la ley… hasta su oración es cosa detestable.

10 El que hace que los rectos se descarríen y vayan por el camino malo, caerá él mismo en su propio hoyo, pero los exentos de falta mismos llegarán a poseer lo bueno.

11 El hombre rico es sabio a sus propios ojos, pero el de condición humilde que es de discernimiento lo escudriña completamente.

12 Cuando los justos se alborozan, hay abundante hermosura; pero cuando los inicuos se levantan, el hombre se disfraza.

13 El que encubre sus transgresiones no tendrá éxito, pero al que [las] confiesa y [las] deja se le mostrará misericordia.

14 Feliz es el hombre que siente pavor constantemente, pero el que endurece su corazón caerá en la calamidad.

15 Como león que gruñe y oso que acomete es el gobernante inicuo sobre un pueblo de condición humilde.

16 El caudillo que es falto de verdadero discernimiento también abunda en prácticas fraudulentas, pero el que odia la ganancia injusta prolongará [sus] días.

17 El hombre agobiado por la culpa de sangre respecto a un alma, él mismo huirá hasta el hoyo. No lo prendan.

18 El que anda exento de falta será salvo, pero aquel a quien se haga torcido en [sus] caminos caerá en seguida.

19 El que cultiva su propio terreno tendrá su suficiencia de pan, y el que sigue tras cosas que nada valen tendrá su suficiencia de pobreza.

20 El hombre de actos fieles recibirá muchas bendiciones, pero el que se apresura a ganar riquezas no permanecerá inocente.

21 Mostrar parcialidad no es bueno, ni que el hombre físicamente capacitado cometa transgresión por un simple pedazo de pan.

22 El hombre de ojo envidioso se agita tras cosas valiosas, pero no sabe que la carencia misma le sobrevendrá.

23 El que censura a un hombre hallará después más favor que aquel que lisonjea con la lengua.

24 El que roba a su padre y a su madre y dice: “No es transgresión”, es socio del hombre que causa arruinamiento.

25 El que es arrogante de alma suscita contiendas, pero al que se fía de Jehová se le hará engordar.

26 El que confía en su propio corazón es estúpido, pero el que anda con sabiduría es el que escapará.

27 El que da al de escasos recursos no tendrá carencia, pero el que esconde los ojos tendrá muchas maldiciones.

28 Cuando se levantan los inicuos, el hombre se oculta; pero cuando ellos perecen, los justos llegan a ser muchos.

29 Un hombre censurado repetidas veces, pero que hace dura su cerviz, de repente será quebrado, y eso sin curación.

2 Cuando los justos llegan a ser muchos, el pueblo se regocija; pero cuando alguien inicuo gobierna, el pueblo suspira.

3 El hombre que ama la sabiduría regocija a su padre, pero el que tiene compañerismo con las prostitutas destruye cosas valiosas.

4 Mediante la justicia el rey hace que el país siga subsistiendo, pero el hombre que busca sobornos lo demuele.

5 El hombre físicamente capacitado que lisonjea a su compañero, simplemente está tendiendo una red para sus pasos.

6 En la transgresión del hombre malo hay un lazo, pero el que es justo clama gozosamente y está alegre.

7 El justo conoce la reclamación legal de los de condición humilde. El que es inicuo no considera tal conocimiento.

8 Los hombres de habla jactanciosa enardecen un pueblo, pero los que son sabios vuelven atrás la cólera.

9 Habiendo entrado en juicio un hombre sabio con un hombre tonto… él se ha excitado y también se ha reído, y no hay descanso.

10 Los hombres sanguinarios odian a cualquiera exento de culpa; y en cuanto a los rectos, siguen buscando el alma de cada uno.

11 Todo su espíritu es lo que el estúpido deja salir, pero el que es sabio lo mantiene calmado hasta lo último.

12 Donde un gobernante presta atención al habla falsa, todos los que lo atienden serán inicuos.

13 El hombre de escasos recursos y el hombre de opresiones se han encontrado; [pero] Jehová alumbra los ojos de ambos.

14 Donde un rey juzga con apego a la verdad a los de condición humilde, su trono será firmemente establecido para todo tiempo.

15 La vara y la censura son lo que da sabiduría; pero el muchacho que se deja a rienda suelta causará vergüenza a su madre.

16 Cuando los inicuos llegan a ser muchos, abunda la transgresión; pero los que son justos verán la mismísima caída de ellos.

17 Castiga a tu hijo y te traerá descanso, y dará mucho placer a tu alma.

18 Donde no hay visión el pueblo anda desenfrenado, pero felices son los que guardan la ley.

19 Un siervo no se dejará corregir por meras palabras; porque entiende, pero no está haciendo caso.

20 ¿Has contemplado a un hombre que es apresurado con sus palabras? Hay más esperanza para alguien estúpido que para él.

21 Si uno viene mimando a su siervo desde la juventud, este hasta llegará a ser un ingrato en el período posterior de su vida.

22 El hombre dado a la cólera suscita contiendas, y cualquiera dispuesto a la furia tiene muchas transgresiones.

23 La mismísima altivez del hombre terrestre lo humillará, pero el que es humilde de espíritu se asirá de la gloria.

24 El que es socio de un ladrón odia su propia alma. Quizás oiga un juramento que envuelve una maldición, pero no informa nada.

25 El temblar ante los hombres es lo que tiende un lazo, pero el que confía en Jehová será protegido.

26 Muchos son los que buscan el rostro de un gobernante, pero el juicio del hombre procede de Jehová.

27 El hombre de injusticia es cosa detestable a los justos, y el que es recto en su camino es cosa detestable al inicuo.

30 Las palabras de Agur, hijo de Jaqué, el mensaje de peso. La expresión del hombre físicamente capacitado a Itiel, a Itiel y Ucal.

2 Porque yo soy más irrazonable que cualquier otro, y no tengo el entendimiento de la humanidad; 3 y no he aprendido sabiduría; y el conocimiento del Santísimo no conozco.

4 ¿Quién ha ascendido al cielo para que pueda descender? ¿Quién ha recogido el viento en el hueco de ambas manos? ¿Quién ha envuelto las aguas en un manto? ¿Quién ha hecho que todos los cabos de la tierra se levanten? ¿Cuál es su nombre y cuál el nombre de su hijo, si acaso lo sabes?

5 Todo dicho de Dios es refinado. Es un escudo a los que se refugian en él. 6 No añadas nada a sus palabras, para que no te censure, y para que no se te tenga que demostrar mentiroso.

7 Dos cosas te he pedido. No las retengas de mí antes que muera. 8 Aleja de mí la falsedad y la palabra mentirosa. No me des ni pobreza ni riqueza. Déjame devorar el alimento prescrito para mí, 9 para que no vaya a quedar satisfecho y realmente [te] niegue y diga: “¿Quién es Jehová?”, y para que no venga a parar en pobreza y realmente hurte y acometa el nombre de mi Dios.

10 No calumnies a un siervo ante su amo, para que él no invoque el mal contra ti, y para que no se te tenga que tener por culpable.

11 Hay una generación que hasta contra su padre invoca el mal, y que ni siquiera a su madre bendice.

12 Hay una generación que es pura a sus propios ojos, pero que no ha sido lavada de su propio excremento.

13 Hay una generación cuyos ojos se han hecho ¡oh, cuán altaneros!, y cuyos ojos radiantes están elevados.

14 Hay una generación cuyos dientes son espadas y cuyas mandíbulas son cuchillos de degüello, para comerse a los afligidos de sobre la tierra y a los pobres de entre la humanidad.

15 Las sanguijuelas tienen dos hijas [que claman]: “¡Da! ¡Da!”. Hay tres cosas que no se satisfacen, cuatro que no han dicho: “¡Basta!”: 16 el Seol y una matriz restringida, una tierra que no ha sido satisfecha con agua, y el fuego que no ha dicho: “¡Basta!”.

17 El ojo que hace escarnio al padre y que desprecia la obediencia a la madre… los cuervos del valle torrencial lo sacarán y los hijos del águila se lo comerán.

18 Hay tres cosas que han resultado demasiado maravillosas para mí, y cuatro que no he llegado a conocer: 19 el camino del águila en los cielos, el camino de la serpiente sobre una roca, el camino de una nave en el corazón del mar y el camino de un hombre físicamente capacitado con una doncella.

20 Aquí está el camino de la mujer adúltera: ha comido y se ha limpiado la boca y ha dicho: “No he cometido mal alguno”.

21 Bajo tres cosas ha estado agitada la tierra, y bajo cuatro no puede aguantar: 22 bajo un esclavo cuando reina, y alguien insensato cuando tiene su suficiencia de alimento; 23 bajo una mujer odiada cuando se toma posesión de ella por esposa, y una sierva cuando desposee a su ama.

24 Hay cuatro cosas que son las más pequeñas de la tierra, pero son instintivamente sabias: 25 las hormigas son un pueblo no fuerte, y, no obstante, en el verano preparan su alimento; 26 los damanes son un pueblo no poderoso, y, no obstante, sobre un peñasco es donde ponen su casa; 27 las langostas no tienen rey, y, no obstante, salen todas divididas en grupos; 28 el geco [trepador] se afianza con sus propias manos y está en el magnífico palacio de un rey.

29 Hay tres que proceden bien en [su] paso medido, y cuatro que proceden bien en [su] ir adelante: 30 el león, que es el más poderoso entre las bestias, y que no se vuelve atrás de delante de nadie; 31 el galgo o el macho cabrío, y un rey de una partida de soldados de su propio pueblo.

32 Si has actuado insensatamente al elevarte, y si has fijado tu pensamiento [en ello], [pon] la mano a la boca. 33 Porque el batir la leche es lo que produce mantequilla, y el apretar la nariz es lo que produce sangre, y el apretar la cólera es lo que produce riña.

31 Las palabras de Lemuel el rey, el mensaje de peso que su madre le dio al corregirlo:

2 ¿Qué [estoy diciendo], oh hijo mío, y qué, oh hijo de mi vientre, y qué, oh hijo de mis votos?

3 No des tu energía vital a las mujeres, ni tus caminos a [lo que conduce a] borrar a reyes.

4 No es para los reyes, oh Lemuel, no es para los reyes beber vino, ni para los altos funcionarios [decir:] “¿Dónde hay licor embriagante?”, 5 para que uno no beba y se olvide de lo que está decretado y pervierta la causa de cualquiera de los hijos de la aflicción. 6 Den ustedes licor embriagante al que está a punto de perecer, y vino a los que están amargados de alma. 7 Beba uno y olvídese de su pobreza, y no se acuerde más de su propio penoso afán.

8 Abre tu boca por el mudo, en la causa de todos los que están falleciendo. 9 Abre tu boca, juzga con justicia y defiende la causa del afligido y del pobre.

[’Á·lef]

10 Una esposa capaz, ¿quién la puede hallar? Su valor es mucho más que el de los corales.

[Behth]

11 En ella el corazón de su dueño ha cifrado confianza, y no falta ninguna ganancia.

[Guí·mel]

12 Ella le ha recompensado con bien, y no mal, todos los días de su vida.

[Dá·leth]

13 Ha buscado lana y lino, y trabaja en todo cuanto es el deleite de sus manos.

[He’]

14 Ha resultado ser como naves de mercader. Desde lejos trae su alimento.

[Waw]

15 Se levanta también mientras todavía es de noche, y da alimento a su casa y la porción prescrita a sus mujeres jóvenes.

[Zá·yin]

16 Ha considerado un campo y ha procedido a obtenerlo; del fruto de sus manos ha plantado una viña.

[Jehth]

17 Ha ceñido de fuerza sus caderas, y vigoriza sus brazos.

[Tehth]

18 Ha percibido intuitivamente que su comercio es bueno; su lámpara no se apaga de noche.

[Yohdh]

19 Ha alargado sus manos a la rueca, y sus propias manos asen el huso.

[Kaf]

20 Ha extendido la palma de su mano al afligido, y ha alargado sus manos al pobre.

[Lá·medh]

21 No teme por su casa a causa de la nieve, porque toda su casa está vestida de prendas de vestir dobles.

[Mem]

22 Se ha hecho colchas. Su ropa es de lino y lana teñida de púrpura rojiza.

[Nun]

23 Su dueño es alguien conocido en las puertas, cuando se sienta con los ancianos del país.

[Sá·mekj]

24 Ella ha hecho hasta prendas de vestir interiores y ha procedido a vender[las], y ha dado cintos a los comerciantes.

[Á·yin]

25 Fuerza y esplendor son su ropa, y se ríe de un día futuro.

[Pe’]

26 Ha abierto la boca con sabiduría, y la ley de bondad amorosa está en su lengua.

[Tsa·dhéh]

27 Vigila cómo marchan los asuntos de su casa, y el pan de la pereza no come.

[Qohf]

28 Sus hijos se han levantado y han procedido a pronunciarla feliz; su dueño [se levanta], y la alaba.

[Rehsch]

29 Hay muchas hijas que han demostrado capacidad, pero tú… tú has ascendido por encima de todas ellas.

[Schin]

30 El encanto puede ser falso, y la belleza puede ser vana; [pero] la mujer que teme a Jehová es la que se procura alabanza.

[Taw]

31 Denle del fruto de sus manos, y alábenla sus obras aun en las puertas.