4 los cuales no escondemos a sus hijos, pues los contamos aun a la generación venidera, las alabanzas de Jehová y su fuerza y sus cosas maravillosas que él ha obrado.

5 Y procedió a levantar un recordatorio en Jacob, y una ley estableció en Israel, cosas que él mandó a nuestros antepasados, para que las dieran a conocer a sus hijos;

6 a fin de que la generación venidera, los hijos que habían de nacer, [las] conocieran, para que ellos se levantaran y [se las] contaran a sus hijos,

7 y para que cifraran su confianza en Dios mismo y no olvidaran las prácticas de Dios, sino observaran sus propios mandamientos.

8 Y no llegaran a ser como sus antepasados, una generación terca y rebelde, una generación que no había preparado su corazón

y cuyo espíritu no fue fidedigno para con Dios.

9 Los hijos de Efraín, aunque disparadores armados del arco, se retiraron en el día de la pelea.

10 No guardaron el pacto de Dios, y en su ley rehusaron andar.

11 También empezaron a olvidar sus tratos y sus maravillosas obras que él les hizo ver.

12 Enfrente de sus antepasados él había obrado maravillosamente en la tierra de Egipto, el campo de Zoan.

13 Partió el mar, para dejarlos pasar, e hizo que las aguas quedaran paradas como una represa.

14 Y continuó guiándolos con una nube de día, y toda la noche con una luz de fuego.

15 Procedió a partir rocas en el desierto, para hacer[les] beber una abundancia [que era] justamente como profundidades acuosas.

16 Y se puso a hacer que salieran arroyos de un peñasco y a hacer que descendieran aguas justamente como ríos.

17 Y siguieron pecando aún más contra él, rebelándose contra el Altísimo en la región árida;

18 y procedieron a probar a Dios en su corazón, pidiendo algo de comer para su alma.

19 De modo que empezaron a hablar contra Dios.

Dijeron: “¿Puede Dios arreglar una mesa en el desierto?”.

20 ¡Miren! Golpeó una roca para que aguas manaran, y torrentes mismos salieran inundando.

“¿Puede también dar pan mismo, o puede preparar subsistencia para su pueblo?”

21 Por eso, Jehová oyó y empezó a enfurecerse; y fuego mismo se encendió contra Jacob, y cólera también ascendió contra Israel.

22 Porque no pusieron fe en Dios, y no confiaron en salvación por él.

23 Y él procedió a dar orden a los cielos nublados arriba, y abrió las mismísimas puertas del cielo.

24 Y siguió haciendo llover sobre ellos maná para comer, y el grano del cielo les dio.

25 Los hombres comieron el pan mismo de poderosos; provisiones les envió hasta satisfacción.

26 Empezó a hacer prorrumpir un viento del este en los cielos y a hacer soplar un viento del sur por la propia fuerza de él.

27 Y procedió a hacer llover sobre ellos subsistencia lo mismo que polvo, aun criaturas voladoras aladas, lo mismo que los granos de arena de los mares.

28 Y siguió haciéndo[las] caer en medio de su campamento, todo en derredor de sus tabernáculos.

29 Y ellos se pusieron a comer y a satisfacerse en gran manera, y él procedió a llevarles lo que desearon.

30 No se habían apartado de su deseo, mientras su alimento estaba aún en su boca,

31 cuando la ira misma de Dios ascendió contra ellos.

Y él se puso a matar entre los robustos de ellos; y a los jóvenes de Israel los hizo desplomarse.

32 A pesar de todo esto, pecaron más, y no pusieron fe en sus maravillosas obras.

33 De modo que él puso fin a los días de ellos como si fueran una simple exhalación; y a sus años, por el disturbio.

34 Siempre que los mataba, también preguntaban por él, y se volvían y buscaban a Dios.

35 Y empezaban a acordarse de que Dios era su Roca, y de que Dios el Altísimo era su Vengador.

36 Y trataban de embaucarlo con su boca; y con su lengua trataban de mentirle.

37 Y su corazón no era constante con él; y no resultaban fieles en el pacto de él.

38 Pero él era misericordioso; cubría el error y no arruinaba.

Y muchas veces hizo que su cólera se volviera atrás, y no despertaba toda su furia.

39 Y seguía acordándose de que ellos eran carne, de que el espíritu sale y no vuelve.

40 ¡Cuán a menudo se rebelaban contra él en el desierto, lo hacían sentirse herido en el desierto árido!

41 Y vez tras vez ponían a Dios a prueba, y causaban dolor aun al Santo de Israel.

42 No se acordaron de su mano, del día en que los redimió del adversario,

43 de cómo puso sus señales en Egipto mismo y sus milagros en el campo de Zoan;

44 y de cómo se puso a cambiar en sangre sus canales del Nilo, de modo que no pudieron beber de sus propios arroyos.

45 Procedió a enviar sobre ellos tábanos, para que estos se los comieran; y ranas, para que estas los arruinaran.

46 Y empezó a dar a las cucarachas el fruto de ellos, y su afán a las langostas.

47 Se puso a matar la vid de ellos aun mediante el granizo, y sus sicómoros mediante piedras de granizo.

48 Y procedió a entregar sus bestias de carga aun al granizo, y su ganado a la fiebre llameante.

49 Se puso a enviar sobre ellos su cólera ardiente, furor y denunciación y angustia, diputaciones de ángeles que traían calamidad.

50 Procedió a preparar un sendero para su cólera.

No detuvo el alma de ellos de la muerte misma; y la vida de ellos la entregó aun a la peste.

51 Por fin derribó a todos los primogénitos de Egipto, al principio de la facultad generativa de ellos en las tiendas de Cam.

52 Después hizo que su pueblo partiera lo mismo que un rebaño, y los condujo como un hato en el desierto.

53 Y siguió guiándolos en seguridad, y no sintieron pavor; y el mar cubrió a sus enemigos mismos.

54 Y procedió a traerlos a su territorio santo, a esta región montañosa que su diestra adquirió.

55 Y a causa de ellos gradualmente expulsó a las naciones, y por el cordel de medir se puso a asignarles una herencia, de modo que hizo residir en sus propios hogares a las tribus de Israel.

56 Y ellos empezaron a probar a Dios el Altísimo y a rebelarse contra él, y no guardaron sus recordatorios.

57 También siguieron volviéndose atrás y obrando traidoramente como sus antepasados; dieron la vuelta como un arco flojo.

58 Y siguieron ofendiéndolo con sus lugares altos, y con sus imágenes esculpidas siguieron incitándolo a celos.

59 Dios oyó, y se puso furioso, y por eso menospreció en gran manera a Israel.

60 Y por fin abandonó el tabernáculo de Siló, la tienda en que residió entre los hombres terrestres.

61 Y procedió a dar su fuerza aun al cautiverio, y su hermosura en mano del adversario.

62 Y siguió entregando su pueblo a la espada misma, y contra su herencia se puso furioso.

63 Un fuego comió a sus jóvenes, y sus vírgenes no fueron alabadas.

64 En cuanto a sus sacerdotes, cayeron por la espada misma, y las propias viudas de ellos no se entregaron al lloro.

65 Entonces Jehová empezó a despertar como de dormir, cual poderoso que se desembriaga del vino.

66 Y se puso a derribar a sus adversarios desde atrás; les dio un oprobio de duración indefinida.

67 Y procedió a rechazar la tienda de José; y no escogió a la tribu de Efraín.

68 Antes bien, escogió a la tribu de Judá, el monte Sión, que él amó.

69 Y empezó a edificar su santuario justamente como las alturas, como la tierra que ha fundado hasta tiempo indefinido.

70 Y así escogió a David su siervo, y lo tomó de los apriscos del rebaño.

71 De seguir las hembras que amamantaban lo trajo para ser pastor sobre Jacob, su pueblo, y sobre Israel, su herencia.

72 Y él se puso a pastorearlos conforme a la integridad de su corazón, y con la destreza de sus manos se puso a guiarlos.

Melodía de Asaf.

79 Oh Dios, las naciones han entrado en tu herencia; han contaminado tu santo templo; han convertido a Jerusalén en un montón de ruinas.

2 Han dado el cuerpo muerto de tus siervos por alimento a las aves de los cielos, la carne de los que te son leales a las bestias salvajes de la tierra.

3 Han derramado la sangre de ellos como agua todo en derredor de Jerusalén, y no hay nadie que entierre.

4 Hemos llegado a ser un oprobio a nuestros vecinos, un escarnio y una mofa a los que están alrededor de nosotros.

5 ¿Hasta cuándo, oh Jehová, estarás enojado? ¿Para siempre?

¿Hasta cuándo arderá tu ardor justamente como fuego?

6 Derrama tu furia sobre las naciones que no te han conocido, y sobre los reinos que no han invocado tu propio nombre.

7 Porque se han comido a Jacob, y han hecho que el propio lugar de habitación de él sea desolado.

8 No recuerdes contra nosotros los errores de antecesores.

¡Apresúrate! Que se presenten tus misericordias ante nosotros, porque hemos quedado grandemente empobrecidos.

9 Ayúdanos, oh Dios de nuestra salvación, por la gloria de tu nombre; y líbranos y encubre nuestros pecados por causa de tu nombre.

10 ¿Por qué deben decir las naciones: “¿Dónde está su Dios?”?

Dése a conocer entre las naciones, ante nuestros ojos, la venganza de la sangre de tus siervos que ha sido derramada.

11 Que el suspirar del prisionero entre aun delante de ti.

Conforme a la grandeza de tu brazo, conserva a los designados a muerte.

12 Y paga a nuestros vecinos siete veces en su seno su vituperio con que te han vituperado, oh Jehová.

13 En cuanto a nosotros tu pueblo y el rebaño de tu apacentamiento, te daremos gracias hasta tiempo indefinido; de generación en generación declararemos tu alabanza.

Al director sobre Los Lirios. Recordatorio. De Asaf. Melodía.

80 Oh Pastor de Israel, de veras presta oído, tú que estás conduciendo a José justamente como a un rebaño.

Oh, tú que estás sentado sobre los querubines, resplandece, sí.

2 Delante de Efraín y Benjamín y Manasés de veras despierta tu poderío, y ven, sí, a nuestra salvación.

3 Oh Dios, tráenos de vuelta; y haz brillar tu rostro, para que seamos salvos.

4 Oh Jehová Dios de los ejércitos, ¿hasta cuándo tendrás que humear irritado contra la oración de tu pueblo?

5 Les has hecho comer el pan de lágrimas, y sigues haciéndoles beber lágrimas sobre lágrimas en [gran] medida.

6 Nos pones por contienda a nuestros vecinos, y nuestros mismísimos enemigos siguen haciendo escarnio a su antojo.

7 Oh Dios de los ejércitos, tráenos de vuelta; y haz brillar tu rostro, para que seamos salvos.

8 Procediste a hacer partir de Egipto una vid.

Seguiste expulsando las naciones, para que la pudieras plantar.

9 Hiciste un sitio libre delante de ella, para que se arraigara y llenara la tierra.

10 Las montañas fueron cubiertas con la sombra de ella, y los cedros de Dios con sus ramas mayores.

11 Gradualmente ella envió sus ramas mayores hasta el mar, y hasta el Río sus ramitas.

12 ¿Por qué has derribado sus muros de piedra, y [por qué] han arrancado de ella todos los que van pasando por el camino?

13 Un jabalí de la selva sigue comiéndosela, y los tropeles de animales del campo abierto siguen paciendo en ella.

14 Oh Dios de los ejércitos, vuelve, por favor; mira desde el cielo y ve y cuida de esta vid,

15 y de la cepa que tu diestra ha plantado, y [mira] al hijo a quien tú has hecho fuerte para ti mismo.

16 Está quemada con fuego, cortada.

Por la reprensión de tu rostro perecen.

17 Resulte estar tu mano sobre el hombre de tu diestra, sobre el hijo de la humanidad a quien has hecho fuerte para ti mismo,

18 y de ti no nos volveremos.

Quieras conservarnos vivos, para que invoquemos tu propio nombre.

19 Oh Jehová Dios de los ejércitos, tráenos de vuelta; haz brillar tu rostro, para que seamos salvos.

Al director sobre el Guitit. De Asaf.

81 Oh, clamen ustedes gozosamente a Dios nuestra fuerza; griten en triunfo al Dios de Jacob.

2 Toquen una melodía y tomen una pandereta, el arpa agradable junto con el instrumento de cuerdas.

3 En la luna nueva, toquen el cuerno; en la luna llena, para el día de nuestra fiesta.

4 Porque es una disposición reglamentaria para Israel, una decisión judicial del Dios de Jacob.

5 Como recordatorio él lo impuso a José mismo, cuando iba saliendo sobre la tierra de Egipto.

Un lenguaje que yo no conocía seguí oyendo.

6 “Yo aparté su hombro aun de [la] carga; sus propias manos quedaron libres hasta del cesto.

7 En angustia llamaste, y procedí a librarte; empecé a responderte en el lugar oculto del trueno.

Me puse a examinarte junto a las aguas de Meribá. Sélah.

8 Oye, oh pueblo mío, y ciertamente daré testimonio contra ti, oh Israel, si me escuchas.

9 En medio de ti no resultará haber dios extraño; y no te inclinarás ante un dios extranjero.

10 Yo, Jehová, soy Dios tuyo,

Aquel que te hizo subir de la tierra de Egipto.

Abre bien la boca, y yo la llenaré.

11 Pero mi pueblo no ha escuchado mi voz; e Israel mismo no ha mostrado disposición favorable para conmigo.

12 Y por eso dejé que fueran en la terquedad de su corazón; fueron andando en sus propios consejos.

13 ¡Oh, que mi pueblo estuviera escuchándome, oh, que Israel mismo anduviera en mis caminos mismos!

14 A sus enemigos yo fácilmente sojuzgaría, y contra sus adversarios volvería mi mano.

15 En cuanto a los que odian intensamente a Jehová, vendrán a él encogidos de temor, y su tiempo resultará ser hasta tiempo indefinido.

16 Y él seguirá alimentándolo de la grosura del trigo, y de la roca yo te satisfaré con miel misma.”

Melodía de Asaf.

82 Dios está apostándose en la asamblea del Divino; en medio de los dioses él juzga:

2 “¿Hasta cuándo seguirán ustedes juzgando con injusticia, y mostrando parcialidad a los inicuos mismos? Sélah.

3 Sean jueces para el de condición humilde y para el huérfano de padre.

Hagan justicia al afligido y al de escasos recursos.

4 Provean escape para el de condición humilde y para el pobre; de la mano de los inicuos líbren[los]”.

5 No han sabido ellos, y no entienden; en oscuridad siguen andando; se hace que todos los fundamentos de la tierra tambaleen.

6 “Yo mismo he dicho: ‘Ustedes son dioses, y todos ustedes son hijos del Altísimo.

7 ¡De seguro morirán lo mismo que los hombres; y como cualquiera de los príncipes caerán!’.”

8 Levántate, sí, oh Dios, de veras juzga la tierra; porque tú mismo debes tomar posesión de todas las naciones.

Canción. Melodía de Asaf.

83 Oh Dios, no haya silencio de parte tuya; no te quedes mudo, y no permanezcas quieto, oh Divino.

2 Pues, ¡mira!, tus mismos enemigos están en alboroto; y los mismos que te odian intensamente han levantado [la] cabeza.

3 Contra tu pueblo astutamente continúan su habla confidencial; y conspiran contra aquellos a quienes ocultas.

4 Han dicho: “Vengan y raigámoslos para que no sean nación, para que el nombre de Israel no sea recordado más”.

5 Porque con el corazón han intercambiado consejos unidamente; contra ti procedieron a celebrar aun un pacto,

6 las tiendas de Edom y los ismaelitas, Moab y los hagritas,

7 Guebal y Ammón y Amaleq,

Filistea junto con los habitantes de Tiro.

8 También, Asiria misma se ha unido a ellos; han llegado a servir de brazo a los hijos de Lot. Sélah.

9 Hazles como a Madián, como a Sísara, como a Jabín en el valle torrencial de Cisón.

10 Fueron aniquilados en En-dor; llegaron a ser estiércol para el suelo.

11 En cuanto a sus nobles, haz que estos sean como Oreb y como Zeeb, y como Zébah y como Zalmuná a todos sus adalides,

12 que han dicho: “Tomemos posesión de los lugares de habitación de Dios para nosotros”.

13 Oh Dios mío, hazlos como un remolino de cardos, como rastrojo delante de un viento.

14 Como un fuego que quema el bosque y como una llama que abrasa las montañas,

15 justamente así quieras seguir tras ellos con tu tormenta y quieras perturbarlos con tu propio viento de tempestad.

16 Llena sus rostros de deshonra, para que la gente busque tu nombre, oh Jehová.

17 Oh, sean avergonzados y perturbados para todo tiempo, y queden corridos y perezcan;

18 para que la gente sepa que tú, cuyo nombre es Jehová, tú solo eres el Altísimo sobre toda la tierra.

Para el director sobre el Guitit. De los hijos de Coré. Melodía.

84 ¡Cuán amable es tu magnífico tabernáculo, oh Jehová de los ejércitos!

2 Mi alma ha anhelado, y también se ha consumido, en su vivo deseo por los patios de Jehová.

Mi propio corazón y mi mismísima carne claman gozosamente al Dios vivo.

3 Hasta el pájaro mismo ha hallado una casa, y la golondrina un nido para sí, donde ella ha puesto sus polluelos… ¡tu magnífico altar, oh Jehová de los ejércitos, Rey mío y Dios mío!

4 ¡Felices son los que moran en tu casa!

Todavía siguen alabándote. Sélah.

5 Felices son los hombres cuya fuerza está en ti, en cuyo corazón están las calzadas.

6 Pasando por la llanura baja de los arbustos bekja, la convierten en un manantial mismo; aun con bendiciones el instructor se envuelve.

7 Seguirán andando de energía vital en energía vital; cada uno se presenta a Dios en Sión.

8 Oh Jehová Dios de los ejércitos, de veras oye mi oración; presta oído, sí, oh Dios de Jacob. Sélah.

9 Oh, escudo nuestro, mira, oh Dios, y tiende la vista sobre el rostro de tu ungido.

10 Porque un día en tus patios es mejor que mil [en otro lugar].

He escogido estar de pie al umbral en la casa de mi Dios más bien que ir de acá para allá en las tiendas de la iniquidad.

11 Porque Jehová Dios es sol y escudo; favor y gloria son lo que él da.

Jehová mismo no retendrá nada que sea bueno de los que andan exentos de falta.

12 Oh Jehová de los ejércitos, feliz es el hombre que está confiando en ti.

Para el director. De los hijos de Coré. Melodía.

85 Te has complacido, oh Jehová, en tu tierra; has traído de vuelta a los de Jacob que fueron llevados cautivos.

2 Has perdonado el error de tu pueblo; has cubierto todo su pecado. Sélah.

3 Has controlado todo tu furor; te has vuelto atrás del calor de tu cólera.

4 Recógenos de vuelta, oh Dios de nuestra salvación, y descontinúa tu irritación con nosotros.

5 ¿Estarás enojado con nosotros hasta tiempo indefinido?

¿Prolongarás tu cólera a generación tras generación?

6 ¿No volverás tú mismo a avivarnos, para que tu pueblo mismo se regocije en ti?

7 Muéstranos, oh Jehová, tu bondad amorosa, y quieras darnos tu salvación.

8 Ciertamente oiré lo que el Dios [verdadero] Jehová haya de hablar, porque él hablará paz a su pueblo y a los que le son leales, pero no vuelvan ellos a la confianza en sí mismos.

9 De seguro su salvación está cerca de los que le temen, para que la gloria resida en nuestra tierra.

10 En cuanto a la bondad amorosa y el apego a la verdad, se han encontrado; la justicia y la paz… se han besado.

11 El apego a la verdad mismo brotará de la mismísima tierra, y la justicia misma mirará desde los mismísimos cielos.

12 También, Jehová, por su parte, dará lo que es bueno, y nuestra propia tierra dará su fruto.

13 Delante de él la justicia misma andará, y ella hará de sus pasos un camino.

Oración de David.

86 Inclina, oh Jehová, tu oído. Respóndeme, porque estoy afligido y soy pobre.

2 Oh, guarda mi alma, sí, porque soy leal.

Salva a tu siervo -tú eres mi Dios- que está confiando en ti.

3 Muéstrame favor, oh Jehová, porque a ti sigo clamando todo el día.

4 Regocija el alma de tu siervo, porque a ti, oh Jehová, levanto mi mismísima alma.

5 Porque tú, oh Jehová, eres bueno y estás listo para perdonar; y la bondad amorosa para con todos los que te invocan es abundante.

6 Presta oído, sí, oh Jehová, a mi oración; y de veras presta atención a la voz de mis súplicas.

7 En el día de mi angustia ciertamente te invocaré, porque tú me responderás.

8 No hay ninguno como tú entre los dioses, oh Jehová, ni hay obras como las tuyas.

9 Todas las naciones que has hecho vendrán ellas mismas, y se inclinarán delante de ti, oh Jehová, y darán gloria a tu nombre.

10 Porque tú eres grande y estás haciendo cosas maravillosas; tú eres Dios, tú solo.

11 Instrúyeme, oh Jehová, acerca de tu camino.

Andaré en tu verdad.

Unifica mi corazón para que tema tu nombre.

12 Te elogio, oh Jehová Dios mío, con todo mi corazón, y ciertamente glorificaré tu nombre hasta tiempo indefinido,

13 porque tu bondad amorosa es grande para conmigo, y has librado mi alma del Seol, de su lugar más bajo.

14 Oh Dios, los presuntuosos mismos se han levantado contra mí; y la mismísima asamblea de los tiránicos ha buscado mi alma, y no te han puesto enfrente de sí.

15 Pero tú, oh Jehová, eres Dios misericordioso y benévolo, tardo para la cólera y abundante en bondad amorosa y apego a la verdad.

16 Dirígete a mí y muéstrame favor.

Da, sí, tu fuerza a tu siervo, y de veras salva al hijo de tu esclava.

17 Efectúa conmigo una señal que signifique bondad, para que [la] vean los que me odian y se avergüencen.

Porque tú mismo, oh Jehová, me has ayudado y me has consolado.

De los hijos de Coré. Melodía, canción.

87 Su fundamento está en las santas montañas.

2 Jehová está más enamorado de las puertas de Sión que de todos los tabernáculos de Jacob.

3 Cosas gloriosas se están hablando acerca de ti, oh ciudad del Dios [verdadero]. Sélah.

4 Haré mención de Rahab y Babilonia como entre los que me conocen; aquí están Filistea y Tiro, junto con Cus:

“Este es uno que nació allí”.

5 Y respecto de Sión se dirá:

“Todos y cada uno nacieron en ella”.

Y el Altísimo mismo la establecerá firmemente.

6 Jehová mismo declarará, al inscribir los pueblos:

“Este es uno que nació allí”. Sélah.

7 También habrá cantores así como bailadores de danzas de corro:

“Todos mis manantiales están en ti”.

Canción, melodía de los hijos de Coré. Al director sobre Mahalat para dar respuestas. Maskilde Hemán el ezrahíta.

88 Oh Jehová, el Dios de mi salvación, de día he clamado, por la noche [también] enfrente de ti.

2 Delante de ti llegará mi oración.

Inclina tu oído a mi clamor rogativo.

3 Porque suficiente ha tenido mi alma de calamidades, y mi misma vida ha llegado a estar en contacto hasta con el Seol.

4 Se me ha contado entre los que van bajando al hoyo; he llegado a ser como un hombre físicamente capacitado sin fuerza,

5 puesto en libertad entre los muertos mismos, como los que han recibido muerte que yacen en la sepultura, de quienes ya no te has acordado, y que han sido cortados de tu propia mano [ayudadora].

6 Me has puesto en un hoyo de las profundidades más bajas, en lugares oscuros, en un abismo grande.

7 Sobre mí tu furia se ha arrojado, y con todas tus olas rompientes [me] has afligido. Sélah.

8 Has alejado de mí a mis conocidos; me has puesto como algo muy detestable a ellos.

Me hallo restringido y no puedo salir.

9 Mi propio ojo ha languidecido a causa de mi aflicción.

Te he invocado, oh Jehová, todo el día; a ti he extendido las palmas de mis manos.

10 Para los que están muertos, ¿harás una maravilla?

¿O se levantarán los mismísimos que están impotentes en la muerte, te elogiarán? Sélah.

11 ¿Se declarará tu bondad amorosa en la sepultura misma, tu fidelidad en [el lugar de] la destrucción?

12 ¿Se conocerá una maravilla tuya en la oscuridad misma, o tu justicia en la tierra del olvido?

13 Y sin embargo a ti, oh Jehová, yo mismo he clamado por ayuda, y de mañana mi propia oración sigue presentándose delante de ti.

14 ¿Por qué, oh Jehová, desechas mi alma?

¿Por qué mantienes tu rostro oculto de mí?

15 Estoy afligido y a punto de expirar desde la muchachez en adelante; a gran grado he soportado cosas aterradoras procedentes de ti.

16 Sobre mí han pasado los destellos de tu cólera ardiente; terrores procedentes de ti mismo me han reducido a silencio.

17 Me han cercado como aguas todo el día; me han rodeado todos a la misma vez.

18 Has alejado de mí a amigo y compañero; mis conocidos son un lugar oscuro.

Maskil. De Etán el ezrahíta.

89 Acerca de las expresiones de bondad amorosa de Jehová ciertamente cantaré aun hasta tiempo indefinido.

Por generación tras generación daré a conocer tu fidelidad con mi boca.

2 Porque he dicho: “La bondad amorosa quedará edificada aun hasta tiempo indefinido; en cuanto a los cielos, mantienes tu fidelidad firmemente establecida en ellos”.

3 “He celebrado un pacto para con mi escogido; he jurado a David mi siervo:

4 ‘Aun hasta tiempo indefinido estableceré firmemente tu descendencia, y ciertamente edificaré tu trono hasta generación tras generación’.” Sélah.

5 Y los cielos elogiarán tu maravilloso acto, oh Jehová, sí, tu fidelidad en la congregación de los santos.

6 Porque, ¿quién en los cielos nublados puede ser comparado a Jehová?

¿Quién puede parecerse a Jehová entre los hijos de Dios?

7 A Dios ha de tenérsele respetuoso temor en medio del grupo íntimo de santos; él es grande e inspirador de temor sobre todos los que están a su alrededor.

8 Oh Jehová Dios de los ejércitos, ¿quién es vigoroso como tú, oh Jah?

Y tu fidelidad está todo en derredor tuyo.

9 Tú estás gobernando sobre la hinchazón del mar; cuando levanta sus olas, tú mismo las calmas.

10 Tú mismo has aplastado a Rahab, aun como a alguien que ha sido muerto.

Por el brazo de tu fuerza has esparcido a tus enemigos.

11 El cielo es tuyo, la tierra también es tuya; la tierra productiva y lo que la llena… tú mismo los has fundado.

12 El norte y el sur… tú mismo los creaste;

Tabor y Hermón… en tu nombre claman gozosamente.

13 Un brazo con poderío es el tuyo, tu mano es fuerte, tu diestra es ensalzada.

14 Justicia y juicio son el lugar establecido de tu trono; bondad amorosa y apego a la verdad mismos se presentan delante de tu rostro.

15 Feliz es el pueblo que conoce el gozoso gritar.

Oh Jehová, en la luz de tu rostro ellos siguen andando.

16 En tu nombre están gozosos todo el día, y en tu justicia son ensalzados.

17 Porque tú eres la hermosura de su fuerza; y por tu buena voluntad nuestro cuerno es ensalzado.

18 Porque nuestro escudo pertenece a Jehová, y nuestro rey pertenece al Santo de Israel.

19 En aquel tiempo hablaste en una visión a los que te son leales, y procediste a decir:

“He colocado ayuda sobre un poderoso; he ensalzado a un escogido de entre el pueblo.

20 He hallado a David mi siervo -con mi aceite santo lo he ungido-,

21 con quien mi propia mano será firme, a quien mi propio brazo también fortalecerá.

22 Ningún enemigo le impondrá exacciones, ni lo afligirá ningún hijo de la injusticia.

23 Y de delante de él trituré a sus adversarios, y a los que lo odiaban intensamente seguí asestando golpes.

24 Y mi fidelidad y mi bondad amorosa están con él, y en mi nombre su cuerno es ensalzado.

25 Y sobre el mar he puesto su mano y sobre los ríos su diestra.

26 Él mismo clama a mí: ‘Tú eres mi Padre, mi Dios y la Roca de mi salvación’.

27 También, yo mismo lo pondré como primogénito, el altísimo de los reyes de la tierra.

28 Hasta tiempo indefinido conservaré mi bondad amorosa para con él, y mi pacto le será fiel.

29 Y ciertamente estableceré su descendencia para siempre y su trono como los días del cielo.

30 Si sus hijos dejan mi ley y no andan en mis decisiones judiciales,

31 si profanan mis propios estatutos y no guardan mis propios mandamientos,

32 entonces tendré que dirigir mi atención a su transgresión aun con una vara, y a su error aun con golpes.

33 Pero mi bondad amorosa no la descontinuaré de él, ni resultaré falso en cuanto a mi fidelidad.

34 No profanaré mi pacto, y la expresión procedente de mis labios no cambiaré.

35 Una vez he jurado en mi santidad, a David ciertamente no diré mentiras.

36 Su descendencia misma resultará ser aun hasta tiempo indefinido, y su trono como el sol enfrente de mí.

37 Como la luna será firmemente establecido por tiempo indefinido, y [como] testigo fiel en los cielos nublados”. Sélah.

38 Pero tú… tú has desechado, y sigues menospreciando; te has enfurecido para con tu ungido.

39 Has rechazado con desdén el pacto de tu siervo; has profanado su diadema hasta la mismísima tierra.

40 Has derribado todos sus apriscos de piedra; has convertido en ruina sus fortificaciones.

41 Todos los que han ido pasando por el camino lo han saqueado; ha llegado a ser oprobio a sus vecinos.

42 Has ensalzado la diestra de sus adversarios; has hecho que todos sus enemigos se regocijen.

43 Lo que es más, vuelves a tratar su espada como a opositor, y has hecho que no gane terreno en la batalla.

44 [Lo] has hecho cesar de su lustre, y su trono has arrojado a la mismísima tierra.

45 Has acortado los días de su juventud; lo has envuelto en ignominia. Sélah.

46 ¿Hasta cuándo, oh Jehová, te mantendrás oculto? ¿Por todo tiempo?

¿Seguirá ardiendo tu furia justamente como un fuego?

47 Acuérdate de cuál es la duración de mi vida.

¿Acaso es totalmente en vano el que hayas creado a todos los hijos de los hombres?

48 ¿Qué hombre físicamente capacitado hay vivo que no haya de ver la muerte?

¿Puede proveer a su alma escape de la mano del Seol? Sélah.

49 ¿Dónde están tus anteriores actos de bondad amorosa, oh Jehová, acerca de los cuales juraste a David en tu fidelidad?

50 Acuérdate, oh Jehová, del oprobio sobre tus siervos, de que llevo en mi seno [el oprobio de] todos los muchos pueblos,

51 de cómo tus enemigos han vituperado, oh Jehová, de cómo han vituperado las huellas de tu ungido.

52 Bendito sea Jehová hasta tiempo indefinido. Amén y Amén.

Oración de Moisés, hombre del Dios [verdadero].

90 Oh Jehová, tú mismo has resultado ser una verdadera morada para nosotros durante generación tras generación.

2 Antes que nacieran las montañas mismas, o tú procedieras a producir como con dolores de parto la tierra y el terreno productivo, aun de tiempo indefinido a tiempo indefinido tú eres Dios.

3 Tú haces que el hombre mortal vuelva a la materia triturada, y dices: “Vuélvanse, hijos de los hombres”.

4 Porque mil años son a tus ojos solo como el día de ayer cuando ha pasado, y como una vigilia durante la noche.

5 Los has llevado arrollando; ellos llegan a ser un simple sueño; a la mañana [son] justamente como la hierba verde que cambia.

6 Por la mañana produce flores y tiene que cambiar; al atardecer se marchita y ciertamente se seca.

7 Porque nos hemos acabado en tu cólera, y por tu furia hemos sido perturbados.

8 Has colocado nuestros errores precisamente enfrente de ti; nuestras cosas escondidas, delante de tu rostro brillante.

9 Porque todos nuestros días han llegado a su declinación en tu furor; hemos terminado nuestros años lo mismo que un susurro.

10 En sí mismos los días de nuestros años son setenta años; y si debido a poderío especial son ochenta años, sin embargo su insistencia está en penoso afán y cosas perjudiciales; porque tiene que pasar rápidamente, y volamos.

11 ¿Quién hay que conozca la fuerza de tu cólera, y tu furor conforme al temor de ti?

12 Muéstra[nos] precisamente cómo contar nuestros días de tal manera que hagamos entrar un corazón de sabiduría.

13 ¡De veras vuélvete, oh Jehová! ¿Hasta cuándo será?, y siente pesar respecto a tus siervos.

14 Satisfácenos a la mañana con tu bondad amorosa, para que clamemos gozosamente y nos regocijemos durante todos nuestros días.

15 Haznos regocijar con correspondencia a los días en que nos has afligido, los años en que hemos visto calamidad.

16 Aparezca tu actividad a tus propios siervos, y tu esplendor sobre sus hijos.

17 Y resulte estar sobre nosotros la agradabilidad de Jehová nuestro Dios, y de veras establece firmemente sobre nosotros la obra de nuestras manos.

Sí, la obra de nuestras manos, de veras establécela firmemente.

91 Cualquiera que more en el lugar secreto del Altísimo se conseguirá alojamiento bajo la mismísima sombra del Todopoderoso.

2 Ciertamente diré a Jehová: “[Tú eres] mi refugio y mi plaza fuerte, mi Dios, en quien de veras confiaré”.

3 Porque él mismo te librará de la trampa del pajarero, de la peste que causa adversidades.

4 Con sus plumas remeras obstruirá el acceso a ti, y debajo de sus alas te refugiarás.

Su apego a la verdad será un escudo grande y baluarte.

5 No tendrás miedo de nada pavoroso de noche, ni de la flecha que vuela de día,

6 ni de la peste que anda en las tinieblas, ni de la destrucción que despoja violentamente al mediodía.

7 Mil caerán a tu lado mismo, y diez mil a tu diestra; a ti no se te acercará.

8 Solo con tus ojos seguirás mirando, y verás la retribución misma de los inicuos.

9 Porque tú [dijiste]: “Jehová es mi refugio”, has hecho al Altísimo mismo tu morada;

10 no te acaecerá ninguna calamidad, y ni siquiera una plaga se acercará a tu tienda.

11 Porque él dará a sus propios ángeles un mandato acerca de ti, para que te guarden en todos tus caminos.

12 Sobre sus manos te llevarán, para que no des con tu pie contra piedra alguna.

13 Sobre el león joven y la cobra pisarás; hollarás al leoncillo crinado y a la culebra grande.

14 Porque en mí él ha puesto su cariño, yo también le proveeré escape.

Lo protegeré porque ha llegado a conocer mi nombre.

15 Él me invocará, y yo le responderé.

Estaré con él en la angustia.

Lo libraré y lo glorificaré.

16 Con largura de días lo satisfaré, y le haré ver la salvación por mí.

Melodía, canción, para el día del sábado.

92 Es bueno dar gracias a Jehová, y celebrar con melodía tu nombre, oh Altísimo;

2 informar por la mañana acerca de tu bondad amorosa, y acerca de tu fidelidad durante las noches,

3 sobre un instrumento de diez cuerdas y sobre el laúd, por música resonante en el arpa.

4 Porque me has regocijado, oh Jehová, a causa de tu actividad; a causa de las obras de tus manos clamo gozosamente.

5 ¡Cuán grandes son tus obras, oh Jehová!

Muy profundos son tus pensamientos.

6 Ningún hombre irrazonable mismo [los] puede conocer, y nadie que es estúpido puede entender esto.

7 Cuando los inicuos brotan como la vegetación, y todos los practicantes de lo que es perjudicial florecen, es para que sean aniquilados para siempre.

8 Pero tú estás en lo alto hasta tiempo indefinido, oh Jehová.

9 Pues, ¡mira!, tus enemigos, oh Jehová, pues, ¡mira!, tus propios enemigos perecerán; todos los practicantes de lo que es perjudicial serán separados unos de otros.

10 Pero tú ensalzarás mi cuerno como el de un toro salvaje; [me] mojaré ligeramente con aceite fresco.

11 Y mi ojo pondrá la vista sobre mis opositores; mis oídos oirán acerca de los mismísimos que se levantan contra mí, los malhechores.

12 El justo mismo florecerá como lo hace una palmera; como lo hace el cedro en el Líbano, él crecerá y se hará grande.

13 Los que están plantados en la casa de Jehová, en los patios de nuestro Dios, florecerán.

14 Todavía seguirán medrando durante la canicie

- gordos y frescos continuarán siendo-

15 para anunciar que Jehová es recto.

[Él es] mi Roca, en quien no hay injusticia.

93 ¡Jehová mismo ha llegado a ser rey!

De eminencia está vestido;

Jehová está vestido… de fuerza se ha ceñido.

La tierra productiva también queda firmemente establecida de modo que no se le puede hacer tambalear.

2 Tu trono está firmemente establecido desde mucho tiempo atrás; eres desde tiempo indefinido.

3 Los ríos han alzado, oh Jehová, los ríos han alzado su sonido; los ríos siguen alzando su golpeteo.

4 Por encima de los sonidos de vastas aguas, las majestuosas olas rompientes del mar,

Jehová es majestuoso en la altura.

5 Tus propios recordatorios han resultado muy fidedignos.

La santidad es propia de tu misma casa, oh Jehová, por largura de días.

94 ¡Oh Dios de actos de venganza, Jehová, oh Dios de actos de venganza, resplandece!

2 Álzate, oh Juez de la tierra.

Haz volver una retribución sobre los altivos.

3 ¿Hasta cuándo los inicuos, oh Jehová, hasta cuándo los inicuos mismos van a alborozarse?

4 Siguen borboteando, siguen hablando desenfrenados; todos los practicantes de lo que es perjudicial siguen vanagloriándose.

5 A tu pueblo, oh Jehová, siguen aplastando, y a tu herencia siguen afligiendo.

6 A la viuda y al residente forastero matan, y a los huérfanos de padre asesinan.

7 Y siguen diciendo: “Jah no ve; y el Dios de Jacob no [lo] entiende”.

8 Entiendan, ustedes los que son irrazonables entre el pueblo; y en cuanto a ustedes los estúpidos, ¿cuándo tendrán perspicacia?

9 Aquel que plantó el oído, ¿no puede oír?

O Aquel que formó el ojo, ¿no puede mirar?

10 Aquel que corrige a las naciones, ¿no puede censurar, aun Aquel que enseña conocimiento a los hombres?

11 Jehová está conociendo los pensamientos de los hombres, que ellos son como una exhalación.

12 Feliz es el hombre físicamente capacitado a quien tú corriges, oh Jah, y a quien tú enseñas con tu propia ley,

13 para darle tranquilidad de los días de calamidad, hasta que al inicuo se le excave un hoyo.

14 Porque Jehová no desamparará a su pueblo, ni dejará a su propia herencia.

15 Porque la decisión judicial volverá aun a la justicia, y la seguirán todos los rectos de corazón.

16 ¿Quién se levantará por mí contra los malhechores?

¿Quién se pondrá de parte de mí contra los practicantes de nocividad?

17 Si no hubiera sido porque Jehová me dio auxilio, en poco tiempo mi alma habría residido en el silencio.

18 Cuando dije: “Mi pie ciertamente se moverá con inseguridad”, tu propia bondad amorosa, oh Jehová, siguió sustentándome.

19 Cuando mis pensamientos inquietantes llegaron a ser muchos dentro de mí, tus propias consolaciones empezaron a acariciar mi alma.

20 ¿Acaso el trono que causa adversidades estará aliado contigo mientras está forjando penoso afán mediante decreto?

21 Hacen ataques agudos contra el alma del justo y pronuncian inicua aun la sangre del inocente.

22 Pero Jehová llegará a ser para mí una altura segura; y mi Dios, la roca de mi refugio.

23 Y él volverá sobre ellos su nocividad y los reducirá a silencio con su propia calamidad.

Jehová nuestro Dios los reducirá a silencio.

95 ¡Oh, vengan, clamemos gozosamente a Jehová!

Gritemos en triunfo a nuestra Roca de salvación.

2 Lleguemos delante de su persona con acción de gracias; con melodías gritemos en triunfo ante él.

3 Porque Jehová es un gran Dios y un gran Rey sobre todos los [demás] dioses,

4 Aquel en cuya mano están las más recónditas profundidades de la tierra, y a quien pertenecen los picos de las montañas;

5 a quien pertenece el mar, que él mismo hizo, y cuyas propias manos formaron la tierra seca misma.

6 Oh, entren, adoremos e inclinémonos; arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor.

7 Porque él es nuestro Dios, y nosotros somos el pueblo de su apacentamiento y las ovejas de su mano.

Hoy, si ustedes escuchan la propia voz de él,

8 no endurezcan su corazón como en Meribá, como en el día de Masah en el desierto,

9 cuando sus antepasados me pusieron a prueba; me examinaron, también vieron mi actividad.

10 Por cuarenta años seguí teniéndole asco a [aquella] generación, y procedí a decir:

“Son un pueblo de corazón propenso a descaminarse, y ellos mismos no han llegado a conocer mis caminos”;

11 respecto de quienes juré en mi cólera:

“Ciertamente no entrarán en mi lugar de descanso”.

96 Canten a Jehová una canción nueva.

Canten a Jehová, [oh gentes de] toda la tierra.

2 Canten a Jehová, bendigan su nombre.

De día en día anuncien las buenas nuevas de salvación por él.

3 Declaren entre las naciones su gloria, entre todos los pueblos sus maravillosas obras.

4 Porque Jehová es grande y ha de ser alabado en gran manera.

Es inspirador de temor más que todos los [demás] dioses.

5 Porque todos los dioses de los pueblos son dioses que nada valen; pero en cuanto a Jehová, él ha hecho los mismísimos cielos.

6 Dignidad y esplendor están ante él; fuerza y hermosura están en su santuario.

7 Atribuyan a Jehová, oh familias de los pueblos, atribuyan a Jehová gloria y fuerza.

8 Atribuyan a Jehová la gloria que pertenece a su nombre; lleven un regalo y entren en sus patios.

9 Inclínense ante Jehová en adorno santo; estén con dolores fuertes a causa de él, [oh gentes de] toda la tierra.

10 Digan entre las naciones: “Jehová mismo ha llegado a ser rey.

La tierra productiva también queda firmemente establecida de modo que no se le puede hacer tambalear.

Él defenderá en rectitud la causa de los pueblos”.

11 Regocíjense los cielos, y esté gozosa la tierra.

Truene el mar y lo que lo llena.

12 Alborócese el campo abierto y cuanto hay en él.

Al mismo tiempo, prorrumpan gozosamente [en gritos] todos los árboles del bosque

13 delante de Jehová. Porque ha venido; porque ha venido a juzgar la tierra.

Juzgará la tierra productiva con justicia, y a los pueblos con su fidelidad.

97 ¡Jehová mismo ha llegado a ser rey! Esté gozosa la tierra.

Regocíjense las muchas islas.

2 Nubes y densas tinieblas están todo en derredor de él; justicia y juicio son el lugar establecido de su trono.

3 Delante de él un fuego mismo va, y consume a sus adversarios todo en derredor.

4 Sus relámpagos alumbraron la tierra productiva; la tierra vio, y llegó a estar con fuertes dolores.

5 Las montañas mismas procedieron a derretirse lo mismo que cera a causa de Jehová, a causa del Señor de toda la tierra.

6 Los cielos han anunciado su justicia, y todos los pueblos han visto su gloria.

7 Avergüéncense todos los que sirven a imagen tallada alguna, los que están jactándose en dioses que nada valen.

Inclínense ante él, dioses todos.

8 Sión oyó, y empezó a regocijarse, y los pueblos dependientes de Judá se pusieron gozosos a causa de tus decisiones judiciales, oh Jehová.

9 Porque tú, oh Jehová, eres el Altísimo sobre toda la tierra; estás muy alto en tu ascenso sobre todos los [demás] dioses.

10 Oh amadores de Jehová, odien lo que es malo.

Él está guardando las almas de los que le son leales; de la mano de los inicuos los libra.

11 Luz misma ha relumbrado para el justo, y regocijo aun para los rectos de corazón.

12 Regocíjense en Jehová, oh justos, y den gracias a su santa mención conmemorativa.

Melodía.

98 Canten a Jehová una canción nueva, porque maravillosas son las cosas que él ha obrado.

Su diestra, aun su santo brazo, le ha ganado salvación.

2 Jehová ha dado a conocer su salvación; a los ojos de las naciones ha revelado su justicia.

3 Se ha acordado de su bondad amorosa y de su fidelidad para con la casa de Israel.

Todos los cabos de la tierra han visto la salvación por nuestro Dios.

4 Griten en triunfo a Jehová, [oh gentes de] toda la tierra.

Estén alegres, y clamen gozosamente, y produzcan melodía.

5 Produzcan melodía a Jehová con el arpa, con el arpa y la voz de melodía.

6 Con las trompetas y el sonido del cuerno griten en triunfo delante del Rey, Jehová.

7 Truene el mar y lo que lo llena, la tierra productiva y los que moran en ella.

8 Batan las manos los ríos mismos; las montañas mismas clamen gozosamente todas juntas

9 delante de Jehová, porque ha venido a juzgar a la tierra.

Juzgará a la tierra productiva con justicia, y a los pueblos con rectitud.

99 Jehová mismo ha llegado a ser rey. Agítense los pueblos.

Está sentado sobre los querubines. Retiemble la tierra.

2 Jehová es grande en Sión, y es alto sobre todos los pueblos.

3 Elogien ellos tu nombre.

Grande e inspirador de temor, santo es este.

4 Y con la fuerza de un rey él ha amado el juicio.

Tú mismo has establecido firmemente la rectitud.

Juicio y justicia en Jacob son lo que tú mismo has efectuado.

5 Ensalcen ustedes a Jehová nuestro Dios, e inclínense ante el escabel de sus pies; él es santo.

6 Moisés y Aarón estuvieron entre sus sacerdotes, y Samuel estuvo entre los que invocaban su nombre.

Estuvieron clamando a Jehová, y él mismo siguió respondiéndoles.

7 En la columna de nube continuó hablándoles.

Ellos guardaron sus recordatorios y la disposición reglamentaria que él les dio.

8 Oh Jehová Dios nuestro, tú mismo les respondiste.

Un Dios que otorga perdón resultaste ser para ellos, y que ejecuta venganza contra sus escandalosos hechos.

9 Ensalcen ustedes a Jehová nuestro Dios, e inclínense ante su montaña santa.

Porque Jehová nuestro Dios es santo.

Melodía de acción de gracias.

100 Griten en triunfo a Jehová, [oh gentes de] toda la tierra.

2 Sirvan a Jehová con regocijo.

Entren delante de él con un clamor gozoso.

3 Sepan que Jehová es Dios.

Es él quien nos ha hecho, y no nosotros mismos.

[Somos] su pueblo, y las ovejas de su apacentamiento.

4 Entren en sus puertas con acción de gracias, en sus patios con alabanza.

Denle gracias, bendigan su nombre.

5 Porque Jehová es bueno; su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido, y su fidelidad hasta generación tras generación.

De David. Melodía.

101 Acerca de bondad amorosa y juicio ciertamente cantaré.

A ti, oh Jehová, ciertamente produciré melodía.

2 De veras actuaré con discreción en un camino exento de falta.

¿Cuándo vendrás a mí?

Andaré en la integridad de mi corazón dentro de mi casa.

3 No pondré enfrente de mis ojos ninguna cosa que no sirva para nada.

El obrar de los que apostatan he odiado; no se me pega.

4 Un corazón torcido se aparta de mí; nada malo sé.

5 A cualquiera que calumnia a su compañero en secreto, a ese reduzco a silencio.

A cualquiera de ojos altivos y de corazón arrogante, a ese no puedo aguantar.

6 Mis ojos están sobre los fieles de la tierra, para que moren conmigo.

El que anda en un camino exento de falta, ese es el que me servirá de ministro.

7 No morará dentro de mi casa ningún obrador de artimañas.

En cuanto a cualquiera que habla falsedades, no estará firmemente establecido enfrente de mis ojos.

8 Cada mañana reduzco a silencio a todos los inicuos de la tierra, para cortar de la ciudad de Jehová a todos los practicantes de lo que es perjudicial.

Una oración del afligido en caso de que se ponga endeble y derrame su preocupación delante de Jehová mismo.

102 Oh Jehová, de veras oye mi oración; y llegue a ti mi propio clamor por ayuda.

2 No ocultes de mí tu rostro el día en que me halle en grave aprieto.

Inclina a mí tu oído; en el día que llame, apresúrate, respóndeme.

3 Porque mis días se han acabado tal como humo, y mis huesos mismos han quedado al rojo como un fogón.

4 Mi corazón ha sido herido tal como vegetación, y está seco, pues me he olvidado de comer mi alimento.

5 A causa del sonido de mi suspirar, mis huesos se han pegado a mi carne.

6 De veras me parezco al pelícano del desierto.

He venido a ser como un mochuelo de lugares desolados.

7 Me he demacrado, y he venido a ser como un pájaro aislado sobre un techo.

8 Todo el día mis enemigos me han vituperado.

Los que me ponen en ridículo han jurado hasta por mí.

9 Pues he comido ceniza misma igual que pan; y las cosas que bebo las he mezclado aun con lloro,

10 a causa de tu denunciación y tu indignación; porque me has alzado, para que puedas desecharme.

11 Mis días son como una sombra que ha declinado, y yo mismo estoy seco como simple vegetación.

12 En cuanto a ti, oh Jehová, hasta tiempo indefinido morarás, y la mención conmemorativa de ti será por generación tras generación.

13 Tú mismo te levantarás, le tendrás misericordia a Sión, porque es la sazón de serle favorable, porque el tiempo señalado ha llegado.

14 Porque tus siervos se han complacido en sus piedras, y hacia su polvo dirigen su favor.

15 Y las naciones temerán el nombre de Jehová, y todos los reyes de la tierra tu gloria.

16 Porque Jehová ciertamente edificará a Sión; él tiene que aparecer en su gloria.

17 Ciertamente se volverá hacia la oración de los que están despojados [de todo], y no despreciará su oración.

18 Esto se escribe para la generación futura; y el pueblo que ha de ser creado alabará a Jah.

19 Porque él ha mirado desde su santa altura, desde los mismísimos cielos Jehová mismo ha mirado aun a la tierra,

20 para oír el suspirar del prisionero, para desatar a los que están señalados para la muerte;

21 para que el nombre de Jehová se declare en Sión, y su alabanza en Jerusalén,

22 cuando los pueblos se junten a una, y los reinos, para servir a Jehová.

23 Él afligió mi poder en el camino, acortó mis días.

24 Procedí a decir: “Oh Dios mío, no me quites en la mitad de mis días; tus años son durante todas las generaciones.

25 Hace mucho tú colocaste los fundamentos de la tierra misma, y los cielos son la obra de tus manos.

26 Ellos mismos perecerán, pero tú mismo quedarás en pie; e igual que una prenda de vestir todos ellos se gastarán.

Igual que ropa los reemplazarás, y ellos terminarán su turno.

27 Pero tú eres el mismo, y tus propios años no se completarán.

28 Los hijos de tus siervos continuarán residiendo; y delante de ti su propia prole será firmemente establecida”.

De David.

103 Bendice a Jehová, oh alma mía; aun cuanto hay en mí, su santo nombre.

2 Bendice a Jehová, oh alma mía, y no olvides todos sus hechos,

3 aquel que está perdonando todo tu error, que está sanando todas tus dolencias,

4 que está reclamando tu vida del hoyo mismo, que te está coronando con bondad amorosa y misericordias,

5 que está satisfaciendo tu vida entera con lo que es bueno; tu juventud sigue renovándose tal como la de un águila.

6 Jehová está ejecutando actos de justicia y decisiones judiciales para todos los que están siendo defraudados.

7 Dio a conocer sus caminos a Moisés, sus tratos hasta a los hijos de Israel.

8 Jehová es misericordioso y benévolo, tardo para la cólera y abundante en bondad amorosa.

9 No por todo tiempo seguirá señalando faltas, ni hasta tiempo indefinido se quedará resentido.

10 No ha hecho con nosotros aun conforme a nuestros pecados; ni conforme a nuestros errores ha traído sobre nosotros lo que merecemos.

11 Porque así como los cielos son más altos que la tierra, su bondad amorosa es superior para con los que le temen.

12 Tan lejos como está el naciente del poniente, así de lejos ha puesto de nosotros nuestras transgresiones.

13 Como un padre muestra misericordia a sus hijos, Jehová ha mostrado misericordia a los que le temen.

14 Pues él mismo conoce bien la formación de nosotros, y se acuerda de que somos polvo.

15 En cuanto al hombre mortal, sus días son como los de la hierba verde; como la flor del campo es como florece.

16 Porque un simple viento tiene que pasar sobre ella, y ya no es más; y su lugar no la reconoce más.

17 Pero la bondad amorosa de Jehová es de tiempo indefinido aun hasta tiempo indefinido para con los que le temen, y su justicia para los hijos de los hijos,

18 para con los que guardan su pacto y para con los que se acuerdan de sus órdenes para llevarlas a cabo.

19 Jehová mismo ha establecido firmemente su trono en los cielos mismos; y sobre toda cosa su propia gobernación real ha tenido la dominación.

20 Bendigan a Jehová, oh ángeles suyos, poderosos en potencia, que llevan a cabo su palabra, mediante escuchar la voz de su palabra.

21 Bendigan a Jehová, todos los ejércitos suyos, ministros suyos, que hacen su voluntad.

22 Bendigan a Jehová, todas las obras suyas, en todos los lugares de su dominación.

Bendice a Jehová, oh alma mía.

104 Bendice a Jehová, oh alma mía.

Oh Jehová Dios mío, te has mostrado muy grande.

Con dignidad y esplendor te has vestido,

2 al envolverte en luz como en una prenda de vestir, y extender los cielos como una tela de tienda,

3 Aquel que edifica sus cámaras de arriba con vigas en las aguas mismas, que hace de las nubes su carro, que anda sobre las alas del viento,

4 que hace a sus ángeles espíritus, a sus ministros un fuego devorador.

5 Él ha fundado la tierra sobre sus lugares establecidos; no se le hará tambalear hasta tiempo indefinido, ni para siempre.

6 Con una profundidad acuosa precisamente como una prenda de vestir la cubriste.

Las aguas estaban situadas por encima de las montañas mismas.

7 A tu reprensión empezaron a huir; al sonido de tu trueno se les hizo ir corriendo en pánico

8 -montañas procedieron a ascender, llanuras-valles procedieron a descender- al lugar que tú has fundado para ellas.

9 Un límite fijaste, más allá del cual no deberían pasar, para que no volvieran a cubrir la tierra.

10 Él está enviando manantiales en los valles torrenciales; entre las montañas siguen yendo.

11 De continuo dan de beber a todas las bestias salvajes del campo abierto; las cebras con regularidad apagan su sed.

12 Por encima de ellos posan las criaturas voladoras de los cielos; de entre el espeso follaje siguen emitiendo sonido.

13 Él está regando las montañas desde sus cámaras de arriba.

Con el fruto de tus obras la tierra queda satisfecha.

14 Él está haciendo brotar hierba verde para las bestias, y vegetación para el servicio de la humanidad, para hacer salir alimento de la tierra,

15 y vino que regocija el corazón del hombre mortal, para hacer brillar el rostro con aceite, y pan que sustenta el mismísimo corazón del hombre mortal.

16 Los árboles de Jehová están satisfechos, los cedros del Líbano que él plantó,

17 donde los pájaros mismos hacen nidos.

En cuanto a la cigüeña, los enebros son su casa.

18 Las montañas altas son para las cabras monteses; los peñascos son un refugio para los damanes.

19 Él ha hecho la luna para tiempos señalados; el sol mismo conoce bien dónde se pone.

20 Tú causas oscuridad, para que se haga de noche; en ella todos los animales salvajes del bosque se ponen en movimiento.

21 Los leoncillos crinados están rugiendo por la presa y por buscar su alimento de Dios mismo.

22 El sol empieza a brillar… se retiran, y se echan en sus propios escondites.

23 Sale el hombre a su actividad y a su servicio hasta el atardecer.

24 ¡Cuántas son tus obras, oh Jehová!

Con sabiduría las has hecho todas.

La tierra está llena de tus producciones.

25 En cuanto a este mar, tan grande y ancho, allí hay cosas movientes sin número, criaturas vivientes, pequeñas así como grandes.

26 Allí van las naves; en cuanto a Leviatán, lo has formado para que juegue en él.

27 Todos ellos… te siguen esperando para que [les] des su alimento a su tiempo.

28 Lo que les das, ellos lo recogen.

Abres tu mano… se satisfacen con cosas buenas.

29 Si ocultas tu rostro, se perturban.

Si les quitas su espíritu, expiran, y a su polvo vuelven.

30 Si envías tu espíritu, son creados; y haces nueva la faz del suelo.

31 La gloria de Jehová resultará ser hasta tiempo indefinido.

Jehová se regocijará en sus obras.

32 Él está mirando a la tierra, y ella tiembla; toca las montañas, y humean.

33 Ciertamente cantaré a Jehová durante toda mi vida; ciertamente produciré melodía a mi Dios mientras yo sea.

34 Sea placentera mi meditación acerca de él.

Yo, por mi parte, me regocijaré en Jehová.

35 Los pecadores serán acabados de sobre la tierra; y en cuanto a los inicuos, ya no serán.

Bendice a Jehová, oh alma mía. ¡Alaben a Jah!

105 Den gracias a Jehová, invoquen su nombre, den a conocer entre los pueblos sus tratos.

2 Cántenle, prodúzcanle melodía, interésense intensamente en todas sus maravillosas obras.

3 Jáctense en el santo nombre de él.

Regocíjese el corazón de los que buscan a Jehová.

4 Procuren hallar a Jehová y su fuerza.

Busquen su rostro constantemente.

5 Acuérdense de sus maravillosas obras que él ha ejecutado, de sus milagros y de las decisiones judiciales de su boca,

6 oh descendencia de Abrahán su siervo, ustedes, los hijos de Jacob, sus escogidos.

7 Él es Jehová nuestro Dios.

Sus decisiones judiciales están en toda la tierra.

8 Él se ha acordado de su pacto aun hasta tiempo indefinido, de la palabra que él mandó, a mil generaciones,

9 el cual [pacto] celebró con Abrahán, y de su declaración jurada a Isaac,

10 y la cual [declaración] él mantuvo fija como disposición reglamentaria aun a Jacob, como pacto de duración indefinida aun a Israel,

11 diciendo: “Te daré la tierra de Canaán como el lote de la herencia de ustedes”.

12 [Esto era] cuando ellos resultaban ser pocos en número, sí, muy pocos, y residentes forasteros en ella.

13 Y ellos siguieron andando de nación en nación, de un reino a otro pueblo.

14 No permitió que ningún humano los defraudara, antes bien, a causa de ellos censuró a reyes,

15 [diciendo:] “No toquen ustedes a mis ungidos, y a mis profetas no hagan nada malo”.

16 Y procedió a llamar un hambre sobre la tierra; quebró toda vara alrededor de la cual se suspendían panes anulares.

17 Envió delante de ellos a un hombre que fue vendido para ser esclavo, José.

18 Con grilletes afligieron sus pies, en hierros entró su alma;

19 hasta el tiempo en que vino su palabra, el dicho mismo de Jehová lo refinó.

20 El rey envió para soltarlo, el gobernante de los pueblos, para dejarlo ir libre.

21 Lo puso como amo de su casa y como gobernante sobre toda su propiedad,

22 para atar a sus príncipes según agradara a su alma, y para que enseñara sabiduría hasta a sus hombres de edad madura.

23 E Israel procedió a entrar en Egipto, y Jacob mismo residió como forastero en la tierra de Cam.

24 Y él siguió haciendo a su pueblo muy fructífero, y gradualmente lo hizo más poderoso que sus adversarios.

25 Dejó que el corazón de ellos cambiara para que odiaran a su pueblo, para que se portaran astutamente contra sus siervos.

26 Envió a Moisés su siervo, a Aarón, a quien había escogido.

27 Ellos pusieron entre aquellos los asuntos de sus señales, y los milagros en la tierra de Cam.

28 Él envió oscuridad, y así lo hizo oscuro; y no se rebelaron contra sus palabras.

29 Cambió sus aguas en sangre, y procedió a hacer morir sus peces.

30 Su tierra pululó de ranas, en los cuartos interiores de sus reyes.

31 Dijo que entraran los tábanos, jejenes en todos sus territorios.

32 Hizo que sus precipitaciones fueran granizo, un fuego llameante en su tierra.

33 Y procedió a herir sus vides y sus higueras, y a quebrar los árboles de su territorio.

34 Dijo que entraran las langostas, y una especie de langosta, aun sin número.

35 Y estas se pusieron a comer toda la vegetación de la tierra de ellos; también se pusieron a comer el fruto de su suelo.

36 Y él procedió a derribar a todo primogénito en su tierra, el principio de toda su facultad generativa.

37 Y empezó a sacarlos con plata y oro; y entre sus tribus no hubo nadie que viniera tropezando.

38 Egipto se regocijó cuando salieron, porque el pavor de ellos había caído sobre ellos.

39 Él extendió una nube por pantalla, y fuego para alumbrar de noche.

40 Pidieron, y procedió a traer codornices, y con pan del cielo siguió satisfaciéndolos.

41 Abrió una roca, y aguas empezaron a manar; estas pasaron por las regiones áridas como un río.

42 Porque se acordó de su santa palabra [que habló] con Abrahán su siervo.

43 Por lo tanto sacó a su pueblo con alborozo, a sus escogidos aun con un clamor gozoso.

44 Y gradualmente les dio las tierras de las naciones

- y ellos siguieron tomando posesión del producto del duro trabajo de grupos nacionales-

45 a fin de que guardaran sus disposiciones reglamentarias y observaran sus propias leyes.

¡Alaben a Jah!

106 ¡Alaben a Jah!

Den gracias a Jehová, porque él es bueno; porque su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido.

2 ¿Quién puede proferir las poderosas ejecuciones de Jehová, [o] puede hacer que toda la alabanza de él sea oída?

3 Felices son los que observan lo justo, que hacen justicia todo el tiempo.

4 Acuérdate de mí, oh Jehová, con la buena voluntad hacia tu pueblo.

Cuídame con tu salvación,

5 para que yo vea la bondad para con tus escogidos, para que me regocije con el regocijo de tu nación, para que me jacte con tu herencia.

6 Hemos pecado, lo mismo que nuestros antepasados; hemos obrado mal; hemos actuado inicuamente.

7 Respecto a nuestros antepasados en Egipto, no mostraron perspicacia en cuanto a tus obras maravillosas.

No se acordaron de la abundancia de tu magnífica bondad amorosa, sino que se portaron con rebeldía junto al mar, al lado del mar Rojo.

8 Y él procedió a salvarlos por causa de su nombre, para dar a conocer su poderío.

9 Por consiguiente, reprendió al mar Rojo, y este gradualmente se secó; y los llevó caminando a través de la profundidad acuosa como por el desierto;

10 y así los salvó de la mano del odiador y los reclamó de la mano del enemigo.

11 Y las aguas procedieron a cubrir a sus adversarios; ni uno de ellos quedó.

12 Entonces tuvieron fe en su palabra; empezaron a cantar su alabanza.

13 Rápidamente olvidaron sus obras; no esperaron su consejo.

14 Antes bien, mostraron su deseo egoísta en el desierto y se pusieron a someter a Dios a prueba en el desierto árido.

15 Y él procedió a concederles su solicitud, y a enviar una enfermedad de extenuación en su alma.

16 Y empezaron a envidiar a Moisés en el campamento, aun a Aarón, el santo de Jehová.

17 La tierra entonces se abrió, y se tragó a Datán, y cubrió a la asamblea de Abiram.

18 Y un fuego empezó a arder entre su asamblea; una llama misma empezó a devorar a los inicuos.

19 Además, ellos hicieron un becerro en Horeb y se inclinaron ante una imagen fundida,

20 de modo que trocaron mi gloria por una representación de un toro, uno que come vegetación.

21 Olvidaron a Dios su Salvador, el Hacedor de cosas grandes en Egipto,

22 de obras maravillosas en la tierra de Cam, de cosas inspiradoras de temor en el mar Rojo.

23 Y él estaba a punto de decir que fueran aniquilados, si no hubiera sido por Moisés, su escogido, que estuvo de pie en la brecha delante de él, para volver atrás su furia para que no [los] arruinara.

24 Y se pusieron a menospreciar la tierra deseable; no tuvieron fe en la palabra de él.

25 Y siguieron refunfuñando en sus tiendas; no escucharon la voz de Jehová.

26 De modo que él procedió a alzar la mano [en juramento] respecto a ellos, que los haría caer en el desierto,

27 y que haría caer a la prole de ellos entre las naciones, y que los esparciría entre las tierras.

28 Y ellos empezaron a apegarse a Baal de Peor y a comer los sacrificios de los muertos.

29 Puesto que estaban causando ofensa por sus tratos, un azote ahora prorrumpió entre ellos.

30 Cuando Finehás se puso de pie e intervino, entonces el azote se detuvo.

31 Y esto llegó a serle contado por justicia, por generación tras generación hasta tiempo indefinido.

32 Además, causaron provocación en las aguas de Meribá, de modo que a Moisés le fue mal por causa de ellos.

33 Porque le amargaron el espíritu y él empezó a hablar imprudentemente con sus labios.

34 No aniquilaron a los pueblos, como Jehová les había dicho.

35 Y empezaron a mezclarse con las naciones, y se pusieron a aprender sus obras.

36 Y siguieron sirviendo a sus ídolos, y estos llegaron a ser un lazo para ellos.

37 Y sacrificaban sus hijos y sus hijas a demonios.

38 De modo que siguieron vertiendo sangre inocente, la sangre de sus hijos y sus hijas, que sacrificaron a los ídolos de Canaán; y la tierra quedó contaminada con el derramamiento de sangre.

39 Y se hicieron inmundos por sus obras, y siguieron teniendo ayuntamiento inmoral por sus tratos.

40 Y la cólera de Jehová empezó a arder contra su pueblo, y él llegó a detestar su herencia.

41 Y repetidas veces los dio en mano de las naciones, para que los gobernaran los que los odiaban,

42 y para que sus enemigos los oprimieran, y para que fueran sojuzgados bajo la mano de ellos.

43 Muchas veces los libraba, pero ellos mismos se portaban con rebeldía en su proceder desobediente, y eran rebajados por su error.

44 Y él veía la angustia de ellos cuando oía su clamor rogativo.

45 Y se acordaba, tocante a ellos, de su pacto, y sentía pesar conforme a la abundancia de su magnífica bondad amorosa.

46 Y les otorgaba ser objeto de piedad delante de todos los que los tenían cautivos.

47 Sálvanos, oh Jehová Dios nuestro, y júntanos de las naciones para dar gracias a tu santo nombre, para hablar alborozadamente en alabanza tuya.

48 Bendito sea Jehová el Dios de Israel desde tiempo indefinido aun hasta tiempo indefinido; y todo el pueblo tiene que decir Amén.

¡Alaben a Jah!

107 Oh, den gracias a Jehová, porque él es bueno; porque su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido.

2 Díganlo los reclamados de Jehová, a quienes él ha reclamado de la mano del adversario,

3 y a quienes ha juntado aun de las tierras, del naciente y del poniente, del norte y del sur.

4 Anduvieron errantes en el desierto, en el desierto árido; no hallaron camino alguno a una ciudad de habitación.

5 Se hallaban hambrientos, también sedientos; su alma misma dentro de ellos empezó a desmayar.

6 Y siguieron clamando a Jehová en su angustia; de los apuros en que se hallaban él procedió a librarlos,

7 y a hacerlos andar en el camino recto, para que llegaran a una ciudad de habitación.

8 Oh, dense gracias a Jehová por su bondad amorosa, y por sus maravillosas obras para con los hijos de los hombres.

9 Porque él ha satisfecho al alma reseca; y ha llenado de cosas buenas al alma hambrienta.

10 Hubo aquellos que estuvieron morando en oscuridad y sombra profunda, prisioneros en aflicción y en hierros.

11 Porque se habían portado con rebeldía contra los dichos de Dios; y al consejo del Altísimo habían mostrado falta de respeto.

12 Por lo tanto, él procedió a sojuzgar con penoso afán el corazón de ellos; tropezaron, y no hubo quien ayudara.

13 Y empezaron a clamar a Jehová por ayuda en su angustia; de los apuros en que se hallaban él, como siempre, los salvó.

14 Se puso a sacarlos de la oscuridad y de la sombra profunda, y a romper hasta sus ataduras.

15 Oh, dense gracias a Jehová por su bondad amorosa, y por sus maravillosas obras para con los hijos de los hombres.

16 Porque ha quebrado las puertas de cobre, y ha cortado hasta las barras de hierro.

17 Los que fueron tontos, debido al camino de su transgresión y debido a sus errores, por fin se causaron a sí mismos aflicción.

18 Su alma llegó a detestar aun toda suerte de alimento, y estaban llegando a las puertas de la muerte.

19 Y empezaron a clamar a Jehová por ayuda en su angustia; de los apuros en que se hallaban él, como siempre, los salvó.

20 Procedió a enviar su palabra y a sanarlos y a proveer[les] escape de sus hoyos.

21 Oh, dense gracias a Jehová por su bondad amorosa, y por sus maravillosas obras para con los hijos de los hombres.

22 Y que ofrezcan los sacrificios de acción de gracias y declaren sus obras con un clamor gozoso.

23 Los que van bajando al mar en las naves, que negocian sobre las vastas aguas,

24 ellos son los que han visto las obras de Jehová, y sus maravillosas obras en las profundidades;

25 cómo él dice [la palabra] y hace que se levante un viento borrascoso, de modo que alza sus olas.

26 Suben a los cielos, bajan a los fondos.

A causa de la calamidad, su misma alma va derritiéndose.

27 Dan vueltas y se mueven con inseguridad como un borracho, y aun toda su sabiduría resulta confusa.

28 Y se ponen a clamar a Jehová en su angustia, y de los apuros en que se hallan él los saca.

29 Él hace que la tempestad de viento se detenga en calma, de modo que las olas del mar se quedan quietas.

30 Y ellos se regocijan porque estas se aquietan, y él los guía al puerto de su deleite.

31 Oh, dense gracias a Jehová por su bondad amorosa, y por sus maravillosas obras para con los hijos de los hombres.

32 Y enaltézcanlo en la congregación del pueblo; y en el asiento de los hombres de edad madura alábenlo.

33 Él convierte ríos en un desierto, y los manaderos de agua en suelo sediento,

34 la tierra fructífera en región salada, debido a la maldad de los que moran en ella.

35 Él convierte un desierto en un estanque de agua lleno de cañas, y la tierra de una región árida en manaderos de agua.

36 Y allí hace morar a los hambrientos, de modo que establecen firmemente una ciudad de habitación.

37 Y siembran campos y plantan viñas, para que rindan cosechas fructíferas.

38 Y los bendice de modo que se hacen muchísimos; y no deja que su ganado llegue a ser poco.

39 De nuevo llegan a ser pocos y se agazapan debido a restricción, calamidad y desconsuelo.

40 Él está derramando desprecio sobre nobles, de modo que los hace andar errantes en un lugar falto de rasgos distintivos, donde no hay camino.

41 Pero protege de la aflicción al pobre, y lo convierte en familias justamente como un rebaño.

42 Los rectos ven, y se regocijan; pero en cuanto a toda injusticia, esta tiene que cerrar su boca.

43 ¿Quién es sabio? Tanto observará estas cosas como se mostrará atento para con los actos de bondad amorosa de Jehová.

Canción. Melodía de David.

108 Mi corazón es constante, oh Dios.

Ciertamente cantaré y produciré melodía, aun mi gloria.

2 Despierta, sí, oh instrumento de cuerdas; tú también, oh arpa.

Ciertamente haré despertar el alba.

3 Te elogiaré entre los pueblos, oh Jehová; y te celebraré con melodía entre los grupos nacionales.

4 Porque tu bondad amorosa es grande hasta los cielos, y tu apego a la verdad hasta los cielos nublados.

5 Oh, sé ensalzado sobre los cielos, oh Dios; y sea tu gloria sobre toda la tierra.

6 A fin de que tus amados sean librados, oh, salva, sí, con tu diestra, y respóndeme.

7 Dios mismo ha hablado en su santidad:

“Ciertamente me alborozaré, de veras repartiré a Siquem como porción; y mediré la llanura baja de Sucot.

8 Galaad me pertenece; Manasés me pertenece; y Efraín es la plaza fuerte del que me es cabeza;

Judá es mi bastón de comandante.

9 Moab es la vasija en que me lavo.

Sobre Edom arrojaré mi sandalia.

Sobre Filistea gritaré en triunfo”.

10 ¿Quién me llevará a la ciudad fortificada?

¿Quién, realmente, me guiará hasta Edom?

11 ¿No eres [tú], oh Dios, quien nos has desechado y quien no sales con nuestros ejércitos como Dios?

12 Danos auxilio, sí, de la angustia, puesto que la salvación por el hombre terrestre es inútil.

13 Por Dios conseguiremos energía vital, y él mismo pisoteará a nuestros adversarios.

Al director. De David. Melodía.

109 Oh Dios de mi alabanza, no guardes silencio.

2 Porque la boca del inicuo y la boca del engaño se han abierto contra mí.

Han hablado de mí con la lengua de la falsedad;

3 y con palabras de odio me han cercado, y siguen peleando contra mí sin causa.

4 Por mi amor siguen resistiéndome; pero de mi parte hay oración.

5 Y me devuelven mal por bien, y odio por mi amor.

6 Nombra sobre él a alguien inicuo, y que un resistidor mismo se quede de pie a su diestra.

7 Cuando se le juzgue, que salga como alguien inicuo; y que su oración misma llegue a ser un pecado.

8 Resulten pocos sus días; su puesto de superintendencia tómelo otro.

9 Lleguen a ser huérfanos de padre sus hijos, y quede viuda su esposa.

10 Y sin falta anden errantes sus hijos; y tienen que estar mendigando, y tienen que buscar [alimento] desde sus lugares desolados.

11 Tienda el usurero trampas para todo lo que tiene, y logren los extraños saquear el producto de su afán.

12 No llegue a tener quien le extienda bondad amorosa, y no resulte haber quien muestre favor a sus huérfanos de padre.

13 Sea su posteridad para ser cortada.

En la generación que sigue sea borrado su nombre.

14 Sea recordado a Jehová el error de sus antepasados, y el pecado de su madre… no sea borrado.

15 Resulten estar enfrente de Jehová constantemente; y corte él el recuerdo de ellos de la mismísima tierra;

16 por razón de que no se acordó de ejercer bondad amorosa, sino que persistió en seguir tras el hombre afligido y pobre, y tras el desalentado de corazón, para dar[le] muerte.

17 Y siguió amando la invocación de mal, de manera que esta vino sobre él; y no se deleitó en la bendición, de manera que esta se alejó de él;

18 y vino a tener puesta la invocación de mal como su prenda de vestir.

De manera que esta entró como aguas en medio de él, y como aceite en sus huesos.

19 Resulte ser para él como prenda de vestir en la cual se envuelva, y como ceñidor que mantenga ceñido en derredor suyo constantemente.

20 De parte de Jehová este es el salario del que me resiste y de los que hablan mal contra mi alma.

21 Pero tú eres Jehová el Señor Soberano.

Trata conmigo por causa de tu nombre.

Porque tu bondad amorosa es buena, líbrame.

22 Porque estoy afligido y soy pobre, y mi corazón mismo ha sido traspasado dentro de mí.

23 Cual sombra cuando declina, me hallo obligado a irme; he sido arrojado con una sacudida como una langosta.

24 Mis rodillas mismas han vacilado a causa del ayuno, y mi carne misma ha enflaquecido, desprovista de todo aceite.

25 Y para ellos yo mismo he llegado a ser algo [que es] digno de oprobio.

Me ven… empiezan a menear la cabeza.

26 Ayúdame, oh Jehová Dios mío; sálvame conforme a tu bondad amorosa.

27 Y sepan ellos que esta es tu mano; que tú mismo, oh Jehová, lo has hecho.

28 Que ellos, por su parte, pronuncien una invocación de mal, pero que tú, por tu parte, pronuncies una bendición.

Se han levantado, pero que sean avergonzados, y que tu propio siervo se regocije.

29 Sean vestidos de humillación los que me resisten, y envuélvanse en su vergüenza tal como en una vestidura sin mangas.

30 Yo elogiaré a Jehová en gran manera con mi boca, y en medio de mucha gente lo alabaré.

31 Porque él estará de pie a la diestra del pobre, para salvar[lo] de los que juzgan su alma.

De David. Melodía.

110 La expresión de Jehová a mi Señor es:

“Siéntate a mi diestra hasta que coloque a tus enemigos como banquillo para tus pies”.

2 La vara de tu fuerza Jehová enviará desde Sión, [diciendo:]

“Ve sojuzgando en medio de tus enemigos”.

3 Tu pueblo se ofrecerá de buena gana en el día de tu fuerza militar.

En los esplendores de la santidad, desde la matriz del alba, tienes tu compañía de hombres jóvenes justamente como gotas de rocío.

4 Jehová ha jurado (y no sentirá pesar):

“¡Tú eres sacerdote hasta tiempo indefinido a la manera de Melquisedec!”.

5 Jehová mismo a tu diestra ciertamente hará pedazos a reyes en el día de su cólera.

6 Ejecutará juicio entre las naciones; causará una plenitud de cuerpos muertos.

Ciertamente hará pedazos al que es cabeza sobre una tierra populosa.

7 Del valle torrencial en el camino beberá.

Por eso levantará en alto [su] cabeza.

111 ¡Alaben a Jah!

[’Á·lef]

Elogiaré a Jehová con todo [mi] corazón

[Behth]

en el grupo íntimo de los rectos y en la asamblea.

[Guí·mel]

2 Las obras de Jehová son grandes,

[·leth]

buscadas por parte de todos los que se deleitan en ellas.

[He’]

3 Su actividad es dignidad y esplendor mismos,

[Waw]

y su justicia subsiste para siempre.

[·yin]

4 Él ha hecho una memoria para sus maravillosas obras.

[Jehth]

Jehová es benévolo y misericordioso.

[Tehth]

5 Ha dado alimento a los que le temen.

[Yohdh]

Hasta tiempo indefinido se acordará de su pacto.

[Kaf]

6 Ha informado a su pueblo del poder de sus obras,

[·medh]

al darles la herencia de las naciones.

[Mem]

7 Las obras de sus manos son verdad y juicio;

[Nun]

fidedignas son todas las órdenes que él da,

[·mekj]

8 bien sostenidas para siempre, hasta tiempo indefinido,

[Á·yin]

ejecutadas con verdad y rectitud.

[Pe’]

9 Él ha enviado redención misma a su pueblo.

[Tsa·dhéh]

Hasta tiempo indefinido ha ordenado su pacto.

[Qohf]

Santo es su nombre, e inspirador de temor.

[Rehsch]

10 El temor de Jehová es el principio de la sabiduría.

[Sin]

Todos los que las ponen por obra tienen buena perspicacia.

[Taw]

Su alabanza subsiste para siempre.

112 ¡Alaben a Jah!

[’Á·lef]

Feliz es el hombre que teme a Jehová,

[Behth]

en cuyos mandamientos se ha deleitado muchísimo.

[Guí·mel]

2 Poderosa en la tierra llegará a ser su prole.

[·leth]

En cuanto a la generación de los rectos, será bendecida.

[He’]

3 Cosas valiosas y riquezas hay en su casa;

[Waw]

y su justicia subsiste para siempre.

[·yin]

4 Ha fulgurado en la oscuridad como una luz para los rectos.

[Jehth]

Es benévolo y misericordioso y justo.

[Tehth]

5 Es bueno el hombre que es benévolo y está prestando.

[Yohdh]

Sustenta sus asuntos con justicia.

[Kaf]

6 Porque en ningún tiempo se le hará tambalear.

[·medh]

El justo resultará ser para recuerdo hasta tiempo indefinido.

[Mem]

7 No tendrá miedo siquiera de malas noticias.

[Nun]

Su corazón es constante, confiado en Jehová.

[·mekj]

8 Su corazón no puede ser sacudido; no tendrá miedo,

[Á·yin]

hasta que ponga la vista sobre sus adversarios.

[Pe’]

9 Ha distribuido ampliamente; ha dado a los pobres.

[Tsa·dhéh]

Su justicia subsiste para siempre.

[Qohf]

Su propio cuerno será ensalzado con gloria.

[Rehsch]

10 El inicuo mismo verá, y ciertamente se sentirá irritado.

[Schin]

Crujirá sus dientes mismos, y realmente se derretirá.

[Taw]

El deseo de los inicuos perecerá.

113 ¡Alaben a Jah!

Ofrezcan alabanza, oh siervos de Jehová, alaben el nombre de Jehová.

2 Llegue a ser bendito el nombre de Jehová desde ahora y hasta tiempo indefinido.

3 Desde el nacimiento del sol hasta su puesta ha de ser alabado el nombre de Jehová.

4 Jehová ha llegado a ser alto sobre todas las naciones; su gloria está sobre los cielos.

5 ¿Quién es como Jehová nuestro Dios, aquel que está haciendo su morada en lo alto?

6 Está condescendiendo en tender la vista sobre cielo y tierra,

7 y levanta al de condición humilde desde el polvo mismo; ensalza al pobre del mismísimo pozo de cenizas,

8 para hacer que se siente con nobles, con los nobles de su pueblo.

9 Él está haciendo que la estéril more en una casa como gozosa madre de hijos.

¡Alaben a Jah!

114 Cuando Israel salió de Egipto, la casa de Jacob de un pueblo que hablaba ininteligiblemente,

2 Judá llegó a ser su lugar santo,

Israel su gran dominio.

3 El mar mismo vio, y se puso en fuga; en cuanto al Jordán, empezó a volverse atrás.

4 Las montañas mismas brincaron como carneros; las colinas, como corderos.

5 ¿Qué te pasó, oh mar, que te pusiste en fuga, oh Jordán, que empezaste a volverte atrás?

6 ¿Oh montañas, que anduvieron brincando como carneros; oh colinas, como corderos?

7 A causa del Señor está con fuertes dolores, oh tierra, a causa del Dios de Jacob,

8 que está cambiando la roca en estanque de agua lleno de cañas, una roca de pedernal en manantial de aguas.

115 A nosotros no nos pertenece nada, oh Jehová, a nosotros no nos pertenece nada, sino a tu nombre da gloria conforme a tu bondad amorosa, conforme a tu apego a la verdad.

2 ¿Por qué deben decir las naciones:

“¿Dónde, pues, está su Dios?”?

3 Pero nuestro Dios está en los cielos; todo lo que se deleitó [en hacer] lo ha hecho.

4 Los ídolos de ellos son plata y oro, la obra de las manos del hombre terrestre.

5 Boca tienen, pero no pueden hablar; ojos tienen, pero no pueden ver;

6 oídos tienen, pero no pueden oír.

Nariz tienen, pero no pueden oler.

7 Manos son suyas, pero no pueden palpar.

Pies son suyos, pero no pueden andar; no profieren sonido con su garganta.

8 Quienes los hacen llegarán a ser lo mismo que ellos, todos los que confían en ellos.

9 Oh Israel, confía en Jehová; él es la ayuda de ellos y el escudo de ellos.

10 Oh casa de Aarón, cifren ustedes su confianza en Jehová; él es la ayuda de ellos y el escudo de ellos.

11 Ustedes los que temen a Jehová, confíen en Jehová; él es la ayuda de ellos y el escudo de ellos.

12 Jehová mismo se ha acordado de nosotros; él bendecirá, bendecirá a la casa de Israel, bendecirá a la casa de Aarón.

13 Bendecirá a los que temen a Jehová, tanto a los pequeños como a los grandes.

14 Jehová les dará aumento a ustedes, a ustedes y a sus hijos.

15 Ustedes son los bendecidos por Jehová, el Hacedor del cielo y de la tierra.

16 En cuanto a los cielos, a Jehová pertenecen los cielos, pero la tierra la ha dado a los hijos de los hombres.

17 Los muertos mismos no alaban a Jah, ni lo hace ninguno que baja al silencio.

18 Pero nosotros mismos ciertamente bendeciremos a Jah desde ahora en adelante y hasta tiempo indefinido.

¡Alaben a Jah!

116 De veras amo, porque Jehová oye mi voz, mis súplicas.

2 Porque ha inclinado a mí su oído, y durante todos mis días llamaré.

3 Las sogas de la muerte me rodearon, y las circunstancias angustiosas del Seol mismas me hallaron.

Angustia y desconsuelo seguí hallando.

4 Pero el nombre de Jehová procedí a invocar:

“¡Ah, Jehová, de veras provee escape a mi alma!”.

5 Jehová es benévolo y justo; y nuestro Dios es Uno que muestra misericordia.

6 Jehová está guardando a los inexpertos.

Me hallé empobrecido, y él procedió a salvarme aun a mí.

7 Vuelve a tu lugar de descanso, oh alma mía, porque Jehová mismo ha obrado apropiadamente para contigo.

8 Pues tú has librado mi alma de la muerte, mi ojo de las lágrimas, mi pie de tropezar.

9 Ciertamente andaré delante de Jehová en las tierras de los que viven.

10 Tuve fe, porque procedí a hablar.

Yo mismo fui muy afligido.

11 Yo, por mi parte, dije, cuando me llené de pánico:

“Todo hombre es mentiroso”.

12 ¿Qué pagaré a Jehová por todos sus beneficios para conmigo?

13 La copa de magnífica salvación alzaré, y el nombre de Jehová invocaré.

14 Mis votos pagaré a Jehová, sí, enfrente de todo su pueblo.

15 Preciosa a los ojos de Jehová es la muerte de los que le son leales.

16 ¡Ah!, ahora, oh Jehová, porque yo soy tu siervo.

Siervo tuyo soy, hijo de tu esclava.

Has soltado mis ataduras.

17 A ti te ofreceré el sacrificio de acción de gracias, y el nombre de Jehová invocaré.

18 Mis votos pagaré a Jehová, sí, enfrente de todo su pueblo,

19 en los patios de la casa de Jehová, en medio de ti, oh Jerusalén.

¡Alaben a Jah!

117 Alaben a Jehová, naciones todas; encómienlo, clanes todos.

2 Porque para con nosotros su bondad amorosa ha resultado poderosa; y el apego de Jehová a la verdad es para tiempo indefinido.

¡Alaben a Jah!

118 Den gracias a Jehová, porque él es bueno; porque su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido.

2 Diga ahora Israel:

“Porque su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido”.

3 Digan ahora los de la casa de Aarón:

“Porque su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido”.

4 Digan ahora los que temen a Jehová:

“Porque su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido”.

5 Desde las circunstancias angustiosas invoqué a Jah; me respondió Jah [y me puso] en un lugar espacioso.

6 Jehová está de mi parte; no temeré.

¿Qué puede hacerme el hombre terrestre?

7 Jehová está de mi parte entre los que me ayudan, de manera que yo mismo pondré la vista sobre los que me odian.

8 Mejor es refugiarse en Jehová que confiar en el hombre terrestre.

9 Mejor es refugiarse en Jehová que confiar en nobles.

10 Todas las naciones mismas me cercaron.

En el nombre de Jehová seguí manteniéndolas a distancia.

11 Me cercaron, sí, me tuvieron cercado.

En el nombre de Jehová seguí manteniéndolas a distancia.

12 Me cercaron como abejas; fueron extinguidas como un fuego de zarzas.

En el nombre de Jehová seguí manteniéndolas a distancia.

13 Me empujaste reciamente para que cayera, pero Jehová mismo me ayudó.

14 Jah es mi abrigo y [mi] poder, y para mí llega a ser salvación.

15 Voz de un clamor gozoso y salvación hay en las tiendas de los justos.

La diestra de Jehová está demostrando energía vital.

16 La diestra de Jehová [se] está ensalzando; la diestra de Jehová está demostrando energía vital.

17 No moriré, sino que seguiré viviendo, para poder declarar las obras de Jah.

18 Jah me corrigió severamente, pero no me entregó a la muerte misma.

19 Ábranme las puertas de la justicia.

Entraré en ellas; elogiaré a Jah.

20 Esta es la puerta de Jehová.

Los justos mismos entrarán en ella.

21 Te elogiaré, porque me respondiste y llegaste a ser mi salvación.

22 La piedra que los edificadores rechazaron ha llegado a ser cabeza del ángulo.

23 Esto ha venido a ser de parte de Jehová mismo; es maravilloso a nuestros ojos.

24 Este es el día que Jehová ha hecho; ciertamente estaremos gozosos y nos regocijaremos en él.

25 ¡Ay, pues, Jehová, salva, sí, por favor!

¡Ay, pues, Jehová, otorga éxito, sí, por favor!

26 Bendito sea Aquel que viene en el nombre de Jehová; los hemos bendecido a ustedes desde la casa de Jehová.

27 Jehová es el Divino, y él nos da luz.

Aten la procesión festiva con ramas mayores, hasta los cuernos del altar.

28 Tú eres mi Divino, y te elogiaré; mi Dios… te ensalzaré.

29 Den gracias a Jehová, porque él es bueno; porque su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido.

[’Á·lef]

119 Felices son los que en [su] camino están exentos de falta, los que andan en la ley de Jehová.

2 Felices son los que observan sus recordatorios; con todo el corazón siguen buscándolo.

3 Realmente no han practicado ninguna injusticia.

En los caminos de él han andado.

4 Tú mismo has dado imperativamente tus órdenes para que se guarden cuidadosamente.

5 ¡Oh, que mis caminos fueran firmemente establecidos para guardar tus disposiciones reglamentarias!

6 En tal caso no quedaría avergonzado, cuando mirara a todos tus mandamientos.

7 Te elogiaré en rectitud de corazón, cuando aprenda tus decisiones judiciales justas.

8 Tus disposiciones reglamentarias continúo guardando.

Oh, no me dejes enteramente.

[Behth]

9 ¿Cómo limpiará un joven su senda?

Manteniéndose alerta conforme a tu palabra.

10 Con todo mi corazón te he buscado.

No me descarríes de tus mandamientos.

11 En mi corazón he guardado cual tesoro tu dicho, a fin de no pecar contra ti.

12 Bendito eres, oh Jehová.

Enséñame tus disposiciones reglamentarias.

13 Con mis labios he declarado todas las decisiones judiciales de tu boca.

14 En el camino de tus recordatorios me he alborozado, así como por toda otra cosa valiosa.

15 En tus órdenes ciertamente me interesaré intensamente, y ciertamente miraré atento a tus sendas.

16 En cuanto a tus estatutos, mostraré tenerles cariño.

No olvidaré tu palabra.

[Guí·mel]

17 Obra apropiadamente para con tu siervo, para que yo viva y para que guarde tu palabra.

18 Destapa mis ojos, para que mire las cosas maravillosas procedentes de tu ley.

19 Solamente soy residente forastero en la tierra.

No ocultes de mí tus mandamientos.

20 Aplastada está mi alma de ansiar tus decisiones judiciales todo el tiempo.

21 Has reprendido a los malditos presuntuosos, que se descarrían de tus mandamientos.

22 Haz rodar de sobre mí el oprobio y el desprecio, porque he observado tus propios recordatorios.

23 Aun príncipes se han sentado; contra mí han hablado los unos con los otros.

En cuanto a tu siervo, él se interesa intensamente en tus disposiciones reglamentarias.

24 También, tus recordatorios son aquello con lo que estoy encariñado, como hombres de mi consejo.

[·leth]

25 Mi alma ha estado pegada al mismísimo polvo.

Consérvame vivo conforme a tu palabra.

26 He declarado mis propios caminos, para que me respondas.

Enséñame tus disposiciones reglamentarias.

27 Hazme entender el camino de tus propias órdenes, para que me preocupe con tus obras maravillosas.

28 Mi alma se ha desvelado de desconsuelo.

Levántame conforme a tu palabra.

29 Aparta de mí aun el camino falso, y favoréceme con tu propia ley.

30 El camino de la fidelidad he escogido.

Tus decisiones judiciales he considerado apropiadas.

31 Me he apegado a tus recordatorios.

Oh Jehová, no me avergüences.

32 Correré por el mismísimo camino de tus mandamientos, porque haces que mi corazón tenga el espacio.

[He’]

33 Instrúyeme, oh Jehová, en el camino de tus disposiciones reglamentarias, para que lo observe hasta lo último.

34 Hazme entender, para que observe tu ley, y para que la guarde con todo el corazón.

35 Hazme pisar en el sendero de tus mandamientos, porque en él me he deleitado.

36 Inclina mi corazón a tus recordatorios, y no a las ganancias.

37 Haz que mis ojos pasen adelante para que no vean lo que es inútil; consérvame vivo en tu propio camino.

38 Realiza para con tu siervo tu dicho que [propende] al temor de ti.

39 Haz pasar mi oprobio, del cual he estado asustado, porque tus decisiones judiciales son buenas.

40 ¡Mira! He ansiado tus órdenes.

En tu justicia consérvame vivo.

[Waw]

41 Y vengan a mí tus bondades amorosas, oh Jehová, tu salvación conforme a tu dicho,

42 para que pueda responder con una palabra al que me vitupera, porque he confiado en tu palabra.

43 Y no quites de mi boca la palabra de verdad enteramente, porque he esperado tu propia decisión judicial.

44 Y ciertamente guardaré tu ley constantemente, hasta tiempo indefinido, aun para siempre.

45 Y ciertamente andaré de acá para allá en un lugar espacioso, porque he buscado aun tus órdenes.

46 También hablaré de seguro de tus recordatorios enfrente de reyes, y no me avergonzaré.

47 Y mostraré tener cariño a tus mandamientos que he amado.

48 Y alzaré las palmas de las manos a tus mandamientos que he amado, y ciertamente me interesaré intensamente en tus disposiciones reglamentarias.

[·yin]

49 Acuérdate de la palabra a tu siervo, la cual me has hecho esperar.

50 Esta es mi consuelo en mi aflicción, porque tu propio dicho me ha conservado vivo.

51 Los presuntuosos mismos me han escarnecido hasta el extremo.

De tu ley no me he desviado.

52 Me he acordado de tus decisiones judiciales desde tiempo indefinido, oh Jehová, y hallo consuelo para mí mismo.

53 Un calor furioso mismo se ha apoderado de mí a causa de los inicuos, que están dejando tu ley.

54 Melodías han llegado a ser para mí tus disposiciones reglamentarias en la casa de mis residencias como forastero.

55 En la noche me he acordado de tu nombre, oh Jehová, para guardar tu ley.

56 Aun esto ha llegado a ser mío, porque tus órdenes he observado.

[Jehth]

57 Jehová es la parte que me corresponde; he prometido guardar tus palabras.

58 He ablandado tu rostro con todo [mi] corazón.

Muéstrame favor conforme a tu dicho.

59 He considerado mis caminos, para volver mis pies a tus recordatorios.

60 Me apresuré, y no me dilaté en guardar tus mandamientos.

61 Las mismas sogas de los inicuos me cercaron.

Tu ley no olvidé.

62 A medianoche me levanto para darte gracias por tus justas decisiones judiciales.

63 Soy socio de todos los que de veras te temen, y de los que guardan tus órdenes.

64 Tu bondad amorosa, oh Jehová, ha llenado la tierra.

Enséñame tus propias disposiciones reglamentarias.

[Tehth]

65 Realmente has tratado bien con tu siervo, oh Jehová, conforme a tu palabra.

66 Enséñame bondad, la sensatez y el conocimiento mismos, porque en tus mandamientos he ejercido fe.

67 Antes de estar bajo aflicción estuve pecando por equivocación, pero ahora he guardado tu mismísimo dicho.

68 Tú eres bueno y estás haciendo el bien.

Enséñame tus disposiciones reglamentarias.

69 Los presuntuosos me han embadurnado de falsedad.

En cuanto a mí, con todo [mi] corazón observaré tus órdenes.

70 El corazón de ellos se ha hecho insensible tal como grasa.

Yo, por mi parte, he estado encariñado con tu propia ley.

71 Bueno es para mí el que se me haya afligido, a fin de que aprenda tus disposiciones reglamentarias.

72 La ley de tu boca es buena para mí, en mayor grado que miles de piezas de oro y plata.

[Yohdh]

73 Tus propias manos me han hecho, y procedieron a fijarme sólidamente.

Hazme entender, para que aprenda tus mandamientos.

74 Los que te temen son los que me ven y se regocijan, porque he esperado tu propia palabra.

75 Bien sé, oh Jehová, que tus decisiones judiciales son justicia, y que con fidelidad me has afligido.

76 Sirva tu bondad amorosa, por favor, para consolarme, según el dicho tuyo a tu siervo.

77 Vengan a mí tus misericordias, para que siga viviendo; porque con tu ley estoy encariñado.

78 Queden avergonzados los presuntuosos, porque sin causa me han extraviado.

En cuanto a mí, yo me intereso intensamente en tus órdenes.

79 Vuélvanse a mí los que te temen, los que también conocen tus recordatorios.

80 Resulte mi corazón exento de falta en tus disposiciones reglamentarias, a fin de que no quede avergonzado.

[Kaf]

81 Se ha consumido mi alma en su vivo deseo por tu salvación; he esperado tu palabra.

82 Se han consumido mis ojos en su vivo deseo por tu dicho, mientras digo: “¿Cuándo me consolarás?”.

83 Porque me he hecho como un odre en el humo.

No he olvidado tus disposiciones reglamentarias.

84 ¿Cuántos son los días de tu siervo?

¿Cuándo ejecutarás juicio contra los que me persiguen?

85 Los presuntuosos han excavado hoyos para atraparme, aquellos que no están en armonía con tu ley.

86 Todos tus mandamientos son fidelidad misma.

Sin causa me han perseguido. Oh, ayúdame.

87 En poco tiempo me hubieran exterminado en la tierra; pero yo mismo no dejé tus órdenes.

88 Conforme a tu bondad amorosa consérvame vivo, para que guarde el recordatorio de tu boca.

[·medh]

89 Hasta tiempo indefinido, oh Jehová, tu palabra está estacionada en los cielos.

90 Tu fidelidad es para generación tras generación.

Has fijado sólidamente la tierra, para que siga subsistiendo.

91 Conforme a tus decisiones judiciales han subsistido [hasta] hoy, porque todos son siervos tuyos.

92 Si tu ley no hubiera sido aquello con lo que estoy encariñado, entonces habría perecido en mi aflicción.

93 Hasta tiempo indefinido no olvidaré tus órdenes, porque por ellas me has conservado vivo.

94 Tuyo soy. Oh sálvame, porque he buscado tus propias órdenes.

95 Me han esperado los inicuos, para destruirme.

Sigo mostrándome atento a tus recordatorios.

96 A toda perfección he visto fin.

Tu mandamiento es muy amplio.

[Mem]

97 ¡Cómo amo tu ley, sí!

Todo el día ella es mi interés intenso.

98 Tu mandamiento me hace más sabio que mis enemigos, porque hasta tiempo indefinido es mío.

99 He llegado a tener más perspicacia que todos mis maestros, porque tus recordatorios me son de interés intenso.

100 Me porto con más entendimiento que hombres de más edad, porque he observado tus propias órdenes.

101 De toda senda mala he restringido mis pies, con el propósito de guardar tu palabra.

102 De tus decisiones judiciales no me he desviado, porque tú mismo me has instruido.

103 ¡Cuán suaves a mi paladar han sido tus dichos, más que la miel a mi boca!

104 Debido a tus órdenes me porto con entendimiento.

Por eso he odiado toda senda falsa.

[Nun]

105 Tu palabra es una lámpara para mi pie, y una luz para mi vereda.

106 He hecho una declaración jurada -y ciertamente la llevaré a cabo- de guardar tus justas decisiones judiciales.

107 He sido afligido en gran grado.

Oh Jehová, consérvame vivo conforme a tu palabra.

108 Por favor, complácete en las ofrendas voluntarias de mi boca, oh Jehová, y enséñame tus propias decisiones judiciales.

109 Mi alma está constantemente en la palma de mi mano; pero tu ley no he olvidado.

110 Los inicuos me han tendido una trampa, pero no me he desviado de tus órdenes.

111 He tomado tus recordatorios como posesión hasta tiempo indefinido, porque son el alborozo de mi corazón.

112 He inclinado mi corazón a poner por obra tus disposiciones reglamentarias hasta tiempo indefinido, hasta lo último.

[·mekj]

113 A los de corazón irresoluto he odiado, pero tu ley he amado.

114 Tú eres mi escondrijo y mi escudo.

Tu palabra he esperado.

115 Apártense de mí, malhechores, para que yo observe los mandamientos de mi Dios.

116 Sosténme conforme a tu dicho, para que siga viviendo, y no me hagas quedar avergonzado por mi esperanza.

117 Susténtame, para que sea salvo, y fijaré la vista constantemente en tus disposiciones reglamentarias.

118 Has echado a un lado a todos los que se descarrían de tus disposiciones reglamentarias; porque su proceder mañoso es falsedad.

119 Como escoria espumajosa has hecho cesar a todos los inicuos de la tierra.

Por eso he amado tus recordatorios.

120 Por el pavor de ti mi carne ha tenido sensación de hormigueo; y a causa de tus decisiones judiciales he tenido miedo.

[Á·yin]

121 He ejecutado juicio y justicia.

¡Oh, no me abandones a los que me defraudan!

122 Sirve de fianza a tu siervo para lo que es bueno.

No me defrauden los presuntuosos.

123 Mis ojos mismos se han consumido del vivo deseo por tu salvación y por tu justo dicho.

124 Haz con tu siervo conforme a tu bondad amorosa, y enséñame tus propias disposiciones reglamentarias.

125 Soy tu siervo. Hazme entender, para que conozca tus recordatorios.

126 Es el tiempo para que Jehová obre.

Han quebrantado tu ley.

127 Por eso he amado tus mandamientos más que el oro, aun oro refinado.

128 Por eso he considerado rectas todas las órdenes respecto de todas las cosas; toda senda falsa he odiado.

[Pe’]

129 Tus recordatorios son maravillosos.

Por eso mi alma los ha observado.

130 La manifestación misma de tus palabras da luz, y hace entender a los inexpertos.

131 Mi boca he abierto bien, para poder jadear, porque tus mandamientos he anhelado.

132 Dirígete a mí y muéstrame favor, conforme a [tu] decisión judicial para con los que aman tu nombre.

133 Fija mis propios pasos sólidamente en tu dicho, y no se enseñoree dominantemente de mí ninguna clase de cosa perjudicial.

134 Redímeme de cualquier defraudador de la humanidad, y ciertamente guardaré tus órdenes.

135 Haz brillar tu propio rostro sobre tu siervo, y enséñame tus disposiciones reglamentarias.

136 Corrientes de agua han bajado corriendo de mis ojos debido al hecho de que no se ha guardado tu ley.

[Tsa·dhéh]

137 Tú eres justo, oh Jehová, y tus decisiones judiciales son rectas.

138 Has ordenado tus recordatorios en justicia y en suma fidelidad.

139 Mi ardor me ha acabado, porque mis adversarios han olvidado tus palabras.

140 Tu dicho es muy refinado, y tu propio siervo lo ama.

141 Yo soy insignificante y despreciable.

Tus órdenes no he olvidado.

142 Tu justicia es una justicia hasta tiempo indefinido, y tu ley es la verdad.

143 Angustia y dificultad mismas me hallaron.

Con tus mandamientos estaba encariñado.

144 La justicia de tus recordatorios es hasta tiempo indefinido.

Hazme entender, para que siga viviendo.

[Qohf]

145 He llamado con todo [mi] corazón. Respóndeme, oh Jehová.

Tus disposiciones reglamentarias ciertamente observaré.

146 Te he invocado. ¡Oh sálvame!

Y ciertamente guardaré tus recordatorios.

147 Me he levantado temprano en el crepúsculo matutino, para poder clamar por ayuda.

Tus palabras he esperado.

148 Mis ojos se han anticipado a las vigilias de la noche, [para que] me interese intensamente en tu dicho.

149 Oh, de veras oye mi propia voz conforme a tu bondad amorosa.

Oh Jehová, conforme a tu decisión judicial consérvame vivo.

150 Los que siguen tras conducta relajada se han acercado; se han alejado mucho de tu propia ley.

151 Tú estás cerca, oh Jehová, y todos tus mandamientos son la verdad.

152 Hace mucho que he conocido algunos de tus recordatorios, porque hasta tiempo indefinido los has fundado.

[Rehsch]

153 Oh, ve mi aflicción, y líbrame; porque no he olvidado tu propia ley.

154 Oh, de veras conduce mi causa judicial y recóbrame; consérvame vivo de acuerdo con tu dicho.

155 La salvación está lejos de los inicuos, porque no han buscado tus propias disposiciones reglamentarias.

156 Muchas son tus misericordias, oh Jehová.

Conforme a tus decisiones judiciales, oh consérvame vivo.

157 Mis perseguidores y mis adversarios son muchos.

De tus recordatorios no me he desviado.

158 He visto a los que son traicioneros en los tratos, y de veras siento asco, porque no han guardado tu propio dicho.

159 Oh, ve que yo he amado tus propias órdenes.

Oh Jehová, conforme a tu bondad amorosa consérvame vivo.

160 La sustancia de tu palabra es verdad, y toda justa decisión judicial tuya es hasta tiempo indefinido.

[Sin] o [Schin]

161 Los príncipes mismos me han perseguido sin causa alguna, pero mi corazón ha sentido pavor ante tus propias palabras.

162 Ando alborozado a causa de tu dicho, tal como uno hace al hallar mucho despojo.

163 La falsedad he odiado, y de veras sigo detestándola.

Tu ley he amado.

164 Siete veces al día te he alabado a causa de tus justas decisiones judiciales.

165 Paz abundante pertenece a los que aman tu ley, y no hay para ellos tropiezo.

166 He esperado de ti la salvación, oh Jehová, y he puesto por obra tus propios mandamientos.

167 Mi alma ha guardado tus recordatorios, y los amo en sumo grado.

168 He guardado tus órdenes y tus recordatorios, porque todos mis caminos están enfrente de ti.

[Taw]

169 Que mi clamor rogativo se acerque delante de ti, oh Jehová.

Conforme a tu palabra, oh hazme entender.

170 Entre mi petición de favor delante de ti.

Conforme a tu dicho, oh líbrame.

171 Que mis labios hagan salir burbujeando alabanza, pues tú me enseñas tus disposiciones reglamentarias.

172 Cante mi lengua tu dicho, porque todos tus mandamientos son justicia.

173 Sirva tu mano para ayudarme, porque tus órdenes he escogido.

174 He ansiado tu salvación, oh Jehová, y con tu ley estoy encariñado.

175 Siga mi alma viviendo y alabándote, y ayúdenme tus propias decisiones judiciales.

176 He andado errante como una oveja perdida. Oh busca a tu siervo, porque no he olvidado tus propios mandamientos.

Canción de las Subidas.

120 A Jehová clamé en la angustia mía, y él procedió a responderme.

2 Oh Jehová, de veras libra mi alma de los labios falsos, de la lengua mañosa.

3 ¿Qué se te dará, y qué se te añadirá, oh lengua mañosa?

4 Flechas aguzadas de un poderoso, juntamente con brasas ardientes de las retamas.

5 ¡Ay de mí, porque he habitado como forastero en Mesec!

He residido junto con las tiendas de Quedar.

6 Por demasiado tiempo ha residido mi alma con los odiadores de la paz.

7 Yo abogo por paz; pero cuando hablo, ellos favorecen guerra.

Canción para las Subidas.

121 Alzaré mis ojos a las montañas.

¿De dónde vendrá mi ayuda?

2 Mi ayuda viene de Jehová, el Hacedor del cielo y de la tierra.

3 No es posible que él permita que tu pie tambalee.

A Aquel que te guarda no le es posible adormecerse.

4 ¡Mira! No estará adormecido ni se dormirá, aquel que está guardando a Israel.

5 Jehová te está guardando.

Jehová es tu sombra a tu mano derecha.

6 De día el sol mismo no te herirá, ni la luna de noche.

7 Jehová mismo te guardará contra toda calamidad.

Él guardará tu alma.

8 Jehová mismo guardará tu salida y tu entrada desde ahora y hasta tiempo indefinido.

Canción de las Subidas. De David.

122 Me regocijé cuando estuvieron diciéndome:

“Vamos a la casa de Jehová”.

2 Nuestros pies resultaron estar plantados dentro de tus puertas, oh Jerusalén.

3 Jerusalén es una que está edificada como ciudad que ha sido bien trabada en unidad, 4 a la cual han subido las tribus, las tribus de Jah, como recordatorio a Israel para dar gracias al nombre de Jehová.

5 Porque allí han estado asentados los tronos para juicio, tronos para la casa de David.

6 Pidan la paz de Jerusalén.

Los que te aman, [oh ciudad,] estarán libres de cuidado.

7 Continúe la paz dentro de tu antemural, la libertad de cuidado dentro de tus torres de habitación.

8 Por amor a mis hermanos y mis compañeros ciertamente hablaré ahora:

“Haya paz dentro de ti”.

9 Por amor de la casa de Jehová nuestro Dios ciertamente seguiré buscando el bien para ti.

Canción de las Subidas.

123 A ti he alzado mis ojos, oh Tú que moras en los cielos.

2 ¡Mira! Como los ojos de los siervos están dirigidos a la mano de su amo, como los ojos de la sierva están dirigidos a la mano de su ama, así nuestros ojos están dirigidos a Jehová nuestro Dios hasta que nos muestre favor.

3 Muéstranos favor, oh Jehová, muéstranos favor; porque hasta grado abundante se nos ha hartado de desprecio.

4 En abundancia nuestra alma ha sido hartada del escarnio de los que están con desahogo, del desprecio de parte de los arrogantes.

Canción de las Subidas. De David.

124 “De no haber sido porque Jehová resultó estar por nosotros -diga ahora Israel-,

2 de no haber sido porque Jehová resultó estar por nosotros cuando hombres se levantaron contra nosotros,

3 entonces nos habrían tragado aun vivos, cuando la cólera de ellos ardía contra nosotros.

4 Entonces las mismísimas aguas nos habrían arrollado, el torrente mismo habría pasado sobre nuestra alma.

5 Entonces habrían pasado sobre nuestra alma las aguas de la presunción.

6 Bendito sea Jehová, que no nos ha dado como presa a los dientes de ellos.

7 Nuestra alma es como un pájaro que ha escapado de la trampa de los que usan señuelo.

La trampa está quebrada, y nosotros mismos hemos escapado.

8 Nuestra ayuda está en el nombre de Jehová, el Hacedor del cielo y de la tierra.”

Canción de las Subidas.

125 Los que confían en Jehová son como el monte Sión, al que no se le puede hacer tambalear, sino que mora aun hasta tiempo indefinido.

2 Jerusalén… como hay montañas todo en derredor de ella, así Jehová está todo en derredor de su pueblo desde ahora y hasta tiempo indefinido.

3 Porque el cetro de iniquidad no seguirá descansando sobre la suerte de los justos, a fin de que los justos no alarguen la mano a ninguna mala acción.

4 Oh, haz bien, oh Jehová, a los buenos, aun a los que son rectos en su corazón.

5 En cuanto a los que se desvían a sus caminos torcidos,

Jehová hará que se vayan con los practicantes de lo que es perjudicial.

Habrá paz sobre Israel.

Canción de las Subidas.

126 Cuando Jehová recogió de vuelta a los cautivos de Sión, nos pusimos como los que estaban soñando.

2 En aquel tiempo nuestra boca se llenó de risa, y nuestra lengua de clamor gozoso.

En aquel tiempo procedieron a decir entre las naciones:

“Jehová ha hecho una cosa grande en lo que ha hecho con ellos”.

3 Jehová ha hecho una cosa grande en lo que ha hecho con nosotros.

Nos hemos puesto gozosos.

4 De veras recoge de vuelta, oh Jehová, a nuestra compañía de cautivos, como los cauces de los arroyos en el Négueb.

5 Los que siembran con lágrimas segarán aun con clamor gozoso.

6 El que sin falta sale, aun llorando, llevando consigo una bolsa llena de semilla, sin falta entrará con un clamor gozoso, trayendo consigo sus gavillas.

Canción de las Subidas. De Salomón.

127 A menos que Jehová mismo edifique la casa, de nada vale que sus edificadores hayan trabajado duro en ella.

A menos que Jehová mismo guarde la ciudad, de nada vale que el guarda se haya quedado despierto.

2 De nada vale que ustedes estén levantándose muy de mañana, que estén sentados tarde, que estén comiendo alimento con dolores.

Justamente así él da sueño aun a su amado.

3 ¡Miren! Los hijos son una herencia de parte de Jehová; el fruto del vientre es un galardón.

4 Como flechas en la mano de un hombre poderoso, así son los hijos de la juventud.

5 Feliz es el hombre físicamente capacitado que ha llenado su aljaba de ellos.

No serán avergonzados, porque hablarán con enemigos en la puerta.

Canción de las Subidas.

128 Feliz es todo el que teme a Jehová, que anda en sus caminos.

2 Porque comerás el afán de tus propias manos.

Feliz serás, y te irá bien.

3 Tu esposa será como vid que produce fruto en las partes más recónditas de tu casa.

Tus hijos serán como plantones de olivos todo en derredor de tu mesa.

4 ¡Mira! Así será bendecido el hombre físicamente capacitado que teme a Jehová.

5 Jehová te bendecirá desde Sión.

Ve también el bien de Jerusalén todos los días de tu vida,

6 y ve a los hijos de tus hijos.

Haya paz sobre Israel.

Canción de las Subidas.

129 “Por bastante tiempo me han mostrado hostilidad desde mi juventud -diga ahora Israel-,

2 por bastante tiempo me han mostrado hostilidad desde mi juventud; sin embargo, no han prevalecido contra mí.

3 Aradores han arado sobre mi espalda misma; han alargado sus surcos.”

4 Jehová es justo.

Ha cortado en pedazos las sogas de los inicuos.

5 Quedarán avergonzados, y ellos mismos se volverán atrás, todos los que odian a Sión.

6 Se harán como la hierba verde de los techos, que antes que la hayan arrancado se ha secado,

7 de la cual el segador no ha llenado su propia mano, ni el que recoge gavillas su propio seno.

8 Ni han dicho los que van pasando:

“La bendición de Jehová esté sobre ustedes.

Los hemos bendecido en el nombre de Jehová”.

Canción de las Subidas.

130 Desde las profundidades te he invocado, oh Jehová.

2 Oh Jehová, de veras oye mi voz.

Resulten atentos tus oídos a la voz de mis súplicas.

3 Si errores fuera lo que tú vigilas, oh Jah, oh Jehová, ¿quién podría estar de pie?

4 Porque hay el [verdadero] perdón contigo, a fin de que se te tema.

5 He tenido esperanza, oh Jehová, mi alma ha tenido esperanza, y su palabra he esperado.

6 Mi alma [ha esperado] a Jehová más que los vigías la mañana, al vigilar en espera de la mañana.

7 Siga Israel esperando a Jehová.

Porque con Jehová está la bondad amorosa, y de modo abundante está la redención con él.

8 Y él mismo redimirá a Israel de todos sus errores.

Canción de las Subidas. De David.

131 Oh Jehová, mi corazón no ha sido altivo, ni mis ojos han sido altaneros; ni he andado en cosas demasiado grandes, ni en cosas demasiado maravillosas para mí.

2 De seguro he sosegado y aquietado mi alma como un niño destetado sobre su madre.

Mi alma está como un niño destetado sobre mí.

3 Espere Israel a Jehová desde ahora y hasta tiempo indefinido.

Canción de las Subidas.

132 Respecto a David, acuérdate, oh Jehová, de todas sus humillaciones;

2 de cómo juró a Jehová, de cómo hizo un voto al Poderoso de Jacob:

3 “Ciertamente no entraré en la tienda de mi casa.

Ciertamente no subiré sobre el diván de mi magnífico canapé,

4 ciertamente no daré sueño a mis ojos, no, ni ligero sueño a mis propios ojos radiantes,

5 hasta que halle un lugar para Jehová, un magnífico tabernáculo para el Poderoso de Jacob”.

6 ¡Miren! Lo hemos oído en Efrata, lo hemos hallado en los campos del bosque.

7 Entremos en su magnífico tabernáculo; inclinémonos ante el escabel de sus pies.

8 De veras levántate, oh Jehová, a tu lugar de descanso, tú y el Arca de tu fuerza.

9 Vistan tus sacerdotes mismos de justicia, y clamen gozosamente los tuyos que te son leales.

10 A causa de David tu siervo, no vuelvas atrás el rostro de tu ungido.

11 Jehová ha jurado a David, verdaderamente no se retraerá de ello:

“Del fruto de tu vientre pondré en tu trono.

12 Si tus hijos guardan mi pacto y mis recordatorios que yo les enseñaré, los hijos de ellos también para siempre se sentarán sobre tu trono”.

13 Porque Jehová ha escogido a Sión; la ha ansiado como morada para sí:

14 “Este es mi lugar de descanso para siempre; aquí moraré, porque la he ansiado.

15 Sus provisiones bendeciré sin falta.

A sus pobres satisfaré con pan.

16 Y a sus sacerdotes vestiré de salvación; y los que le son leales sin falta clamarán gozosamente.

17 Allí haré crecer el cuerno de David.

He puesto en orden una lámpara para mi ungido.

18 A sus enemigos vestiré de vergüenza; pero sobre él florecerá su diadema”.

Canción de las Subidas. De David.

133 ¡Miren! ¡Qué bueno y qué agradable es que los hermanos moren juntos en unidad!

2 Es como el buen aceite sobre la cabeza, que viene bajando sobre la barba -la barba de Aarón-, que viene bajando hasta el cuello de sus prendas de vestir.

3 Es como el rocío de Hermón que viene descendiendo sobre las montañas de Sión.

Porque allí ordenó Jehová [que estuviera] la bendición, [aun] vida hasta tiempo indefinido.

Canción de las Subidas.

134 Oh, bendigan a Jehová, ustedes todos los siervos de Jehová, ustedes los que están de pie en la casa de Jehová durante las noches.

2 Alcen las manos en santidad y bendigan a Jehová.

3 Que Jehová te bendiga desde Sión, él, el Hacedor del cielo y de la tierra.

135 ¡Alaben a Jah!

Alaben el nombre de Jehová, ofrezcan alabanza, oh siervos de Jehová,

2 ustedes los que están de pie en la casa de Jehová, en los patios de la casa de nuestro Dios.

3 Alaben a Jah, porque Jehová es bueno.

Celebren con melodía su nombre, porque es agradable.

4 Porque Jah ha escogido aun a Jacob para sí, a Israel por propiedad especial suya.

5 Porque yo mismo bien sé que Jehová es grande, y nuestro Señor es más que todos los [demás] dioses.

6 Todo cuanto a Jehová le deleitó [hacer] lo ha hecho en los cielos y en la tierra, en los mares y en todas las profundidades acuosas.

7 Está haciendo ascender vapores desde la extremidad de la tierra; ha hecho hasta conductos para la lluvia; está sacando el viento de sus almacenes,

8 aquel que derribó a los primogénitos de Egipto, tanto a hombre como a bestia.

9 Envió señales y milagros en medio de ti, oh Egipto, sobre Faraón y sobre todos sus siervos;

10 aquel que derribó a muchas naciones y mató a reyes potentes,

11 aun a Sehón, el rey de los amorreos, y a Og, el rey de Basán, y a todos los reinos de Canaán,

12 y que dio la tierra de ellos como una herencia, una herencia a Israel su pueblo.

13 Oh Jehová, tu nombre es hasta tiempo indefinido.

Oh Jehová, la mención conmemorativa de ti es hasta generación tras generación.

14 Porque Jehová defenderá la causa de su pueblo, y sentirá pesar aun respecto a sus siervos.

15 Los ídolos de las naciones son plata y oro, la obra de las manos del hombre terrestre.

16 Boca tienen, pero no pueden hablar nada; ojos tienen, pero no pueden ver nada;

17 oídos tienen, pero no pueden prestar oído a nada.

Además, no existe espíritu en su boca.

18 Quienes los hacen llegarán a ser lo mismo que ellos, todos los que en ellos confían.

19 Oh casa de Israel, de veras bendigan a Jehová.

Oh casa de Aarón, de veras bendigan a Jehová.

20 Oh casa de Leví, de veras bendigan a Jehová.

Ustedes los que temen a Jehová, bendigan a Jehová.

21 Bendecido desde Sión sea Jehová, que está residiendo en Jerusalén.

¡Alaben a Jah!

136 Den gracias a Jehová, porque él es bueno: porque su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido;

2 den gracias al Dios de los dioses: porque su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido;

3 den gracias al Señor de los señores: porque su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido;

4 al Hacedor de cosas maravillosas, grandes, a solas: porque su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido;

5 a Aquel que hizo los cielos con entendimiento: porque su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido;

6 a Aquel que tendió la tierra por encima de las aguas: porque su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido;

7 a Aquel que hizo las grandes luces: porque su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido;

8 aun el sol para dominio de día: porque su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido;

9 la luna y las estrellas para dominio aunado de noche: porque su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido;

10 a Aquel que derribó a Egipto en sus primogénitos: porque su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido;

11 y a Aquel que sacó a Israel de en medio de ellos: porque su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido;

12 por una mano fuerte y por un brazo extendido: porque su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido;

13 a Aquel que cortó el mar Rojo en partes: porque su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido;

14 y que hizo a Israel pasar por en medio de él: porque su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido;

15 y que sacudió a Faraón y su fuerza militar al mar Rojo: porque su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido;

16 a Aquel que hizo a su pueblo andar por el desierto: porque su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido;

17 a Aquel que derribó a grandes reyes: porque su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido;

18 y que procedió a matar a reyes majestuosos: porque su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido;

19 aun a Sehón, el rey de los amorreos: porque su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido;

20 y a Og, el rey de Basán: porque su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido;

21 y que dio la tierra de ellos como herencia: porque su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido;

22 una herencia a Israel su siervo: porque su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido;

23 quien durante nuestra condición abatida se acordó de nosotros: porque su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido;

24 y que repetidas veces nos arrancó de nuestros adversarios: porque su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido;

25 Aquel que da alimento a toda carne: porque su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido;

26 den gracias al Dios de los cielos: porque su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido.

137 Junto a los ríos de Babilonia… allí nos sentamos.

También lloramos al acordarnos de Sión.

2 Sobre los álamos en medio de ella colgamos nuestras arpas.

3 Porque allí los que nos tenían cautivos nos pidieron las palabras de una canción, y los que se mofaban de nosotros… regocijo:

“Cántennos una de las canciones de Sión”.

4 ¿Cómo podemos cantar la canción de Jehová sobre suelo extranjero?

5 Si te olvidara, oh Jerusalén, sea olvidadiza mi diestra.

6 Que mi lengua se pegue a mi paladar, si no me acordara de ti, si no hiciera a Jerusalén ascender por encima de mi causa principal de regocijo.

7 Acuérdate, oh Jehová, respecto a los hijos de Edom del día de Jerusalén, que estuvieron diciendo: “¡Arrásen[la]! Arrásen[la] hasta el fundamento dentro de ella!”.

8 Oh hija de Babilonia, que has de ser despojada violentamente, feliz será el que te recompense con tu propio tratamiento con que tú nos trataste.

9 Feliz será el que agarre y de veras estrelle a tus hijos contra el peñasco.

De David.

138 Te elogiaré con todo mi corazón.

Enfrente de otros dioses te celebraré con melodía.

2 Me inclinaré hacia tu santo templo, y elogiaré tu nombre, a causa de tu bondad amorosa y a causa de tu apego a la verdad.

Porque has engrandecido tu dicho aun sobre todo tu nombre.

3 El día en que llamé, entonces procediste a responderme; empezaste a hacerme denodado en mi alma con fuerza.

4 Todos los reyes de la tierra te elogiarán, oh Jehová, porque habrán oído los dichos de tu boca.

5 Y cantarán acerca de los caminos de Jehová, porque la gloria de Jehová es grande.

6 Porque Jehová es alto, y, no obstante, al humilde lo ve; pero al altanero lo conoce solo de distancia.

7 En caso de que yo ande en medio de angustia, tú me conservarás vivo.

A causa de la cólera de mis enemigos alargarás tu mano, y tu diestra me salvará.

8 Jehová mismo completará lo que es a mi favor.

Oh Jehová, hasta tiempo indefinido es tu bondad amorosa.

No desampares las obras de tus propias manos.

Para el director. De David. Melodía.

139 Oh Jehová, tú me has escudriñado completamente, y [me] conoces.

2 Tú mismo has llegado a conocer mi sentarme y mi levantarme.

Has considerado mi pensamiento desde lejos.

3 Mi viajar y mi yacer tendido has medido, y te has familiarizado hasta con todos mis caminos.

4 Pues no hay una sola palabra en mi lengua, cuando, ¡mira!, oh Jehová, tú ya lo sabes todo.

5 Detrás y delante, me has sitiado; y pones tu mano sobre mí.

6 [Tal] conocimiento es demasiado maravilloso para mí.

Tan alto es, que yo no puedo alcanzarlo.

7 ¿Adónde puedo irme de tu espíritu, y adónde puedo huir de tu rostro?

8 Si ascendiera al cielo, allí estarías; y si tendiera mi lecho en el Seol, ¡mira!, tú [estarías allí].

9 Si tomara las alas del alba, para poder residir en el mar más remoto,

10 allí, también, tu propia mano me guiaría y tu diestra me asiría.

11 Y si yo dijera: “¡De seguro la oscuridad misma prestamente se apoderará de mí!”, entonces la noche sería luz en torno a mí.

12 Aun la oscuridad misma no resultaría demasiado oscura para ti, sino que la noche misma brillaría tal como lo hace el día; lo mismo daría que la oscuridad fuera luz.

13 Porque tú mismo produjiste mis riñones; me tuviste cubierto en resguardo en el vientre de mi madre.

14 Te elogiaré porque de manera que inspira temor estoy maravillosamente hecho.

Tus obras son maravillosas, como muy bien percibe mi alma.

15 Mis huesos no estuvieron escondidos de ti cuando fui hecho en secreto, cuando fui tejido en las partes más bajas de la tierra.

16 Tus ojos vieron hasta mi embrión, y en tu libro todas sus partes estaban escritas, respecto a los días en que fueron formadas y todavía no había una entre ellas.

17 Así es que, para mí, ¡cuán preciosos son tus pensamientos!

Oh Dios, ¡hasta cuánto llega la gran suma de ellos!

18 Si yo tratara de contarlos, son más que hasta los granos de arena.

He despertado, y sin embargo todavía estoy contigo.

19 ¡Oh, que tú, oh Dios, mataras al inicuo!

Entonces hasta los hombres culpables de sangre ciertamente se apartarán de mí,

20 los que dicen cosas acerca de ti conforme a [su] idea; han tomado [tu nombre] de manera indigna… tus adversarios.

21 ¿No odio yo a los que te odian intensamente, oh Jehová, y no me dan asco los que se sublevan contra ti?

22 De veras los odio con un odio completo.

Han llegado a ser para mí verdaderos enemigos.

23 Escudríñame completamente, oh Dios, y conoce mi corazón.

Examíname, y conoce mis pensamientos inquietantes,

24 y ve si hay en mí algún camino doloroso,

Y guíame en el camino de tiempo indefinido.

Para el director. Melodía de David.

140 Líbrame, oh Jehová, de los hombres malos; quieras salvaguardarme hasta del hombre de hechos de violencia,

2 de los que han tramado cosas malas en [su] corazón, que todo el día siguen atacando como en guerras.

3 Han aguzado su lengua como la de una serpiente; la ponzoña de la víbora cornuda está debajo de sus labios. Sélah.

4 Guárdame, oh Jehová, de las manos del inicuo; quieras salvaguardarme hasta del hombre de hechos de violencia, de los que han tramado empujar mis pasos.

5 Los que a sí mismos se ensalzan me han escondido una trampa; y sogas han tendido como red al lado del sendero trillado.

Lazos han colocado para mí. Sélah.

6 He dicho a Jehová: “Tú eres mi Dios.

De veras presta oído, oh Jehová, a la voz de mis súplicas”.

7 Oh Jehová el Señor Soberano, la fuerza de mi salvación, tú has cubierto mi cabeza en resguardo en el día de la fuerza armada.

8 No otorgues, oh Jehová, los deseos vehementes del inicuo.

No promuevas su maquinar, para que no sean ensalzados. Sélah.

9 En cuanto a las cabezas de los que me cercan, que el gravoso afán de sus propios labios las cubra.

10 Que sobre ellos se dejen caer brasas ardientes.

Que se les haga caer en el fuego, en hoyos acuosos, para que no se levanten.

11 El gran hablador… que no sea establecido firmemente en la tierra.

El hombre de violencia… que la maldad misma lo cace con repetidos golpes de punta.

12 Bien sé yo que Jehová ejecutará la reclamación legal del afligido, el juicio de los pobres.

13 De seguro los justos mismos darán gracias a tu nombre; los rectos morarán delante de tu rostro.

Melodía de David.

141 Oh Jehová, te he invocado.

De veras apresúrate a mí.

De veras presta oído a mi voz cuando clamo a ti.

2 Que mi oración esté preparada como incienso delante de ti; el levantar las palmas de mis manos, como la ofrenda de grano al atardecer.

3 Pon guardia, sí, oh Jehová, para mi boca; pon vigilancia, sí, sobre la puerta de mis labios.

4 No inclines mi corazón a nada malo, para efectuar hechos escandalosos en iniquidad con hombres que están practicando lo que es perjudicial, para que no me alimente yo de sus bocados exquisitos.

5 Si me golpeara el justo, sería una bondad amorosa; y si me censurara, sería aceite sobre la cabeza, que mi cabeza no querría rehusar.

Porque todavía habría aun mi oración durante las calamidades de ellos.

6 Sus jueces han sido arrojados abajo a los lados del peñasco, pero ellos han oído mis dichos, que son agradables.

7 Como cuando uno está hendiendo y partiendo [algo] en la tierra, nuestros huesos han sido esparcidos a la boca del Seol.

8 Sin embargo, mis ojos están dirigidos a ti, oh Jehová el Señor Soberano.

En ti me he refugiado.

No derrames mi alma.

9 Guárdame de las garras de la trampa que me han tendido, y de los lazos de los que practican lo que es perjudicial.

10 Los inicuos caerán en sus propias redes todos juntos, mientras yo, por mi parte, paso adelante.

Maskil. De David, cuando se hallaba en la cueva. Oración.

142 Con mi voz, a Jehová procedí a clamar por socorro; con mi voz, a Jehová empecé a implorar favor.

2 Delante de él seguí derramando mi preocupación; delante de él continué informando acerca de mi propia angustia,

3 cuando mi espíritu desmayó dentro de mí.

Entonces tú mismo conociste mi vereda.

En la senda en que ando me han escondido una trampa.

4 Mira a la derecha y ve que no hay quien muestre reconocerme de manera alguna.

Mi lugar adonde huir ha perecido de mí; no hay quien pregunte por mi alma.

5 Clamé a ti, oh Jehová, por socorro.

Dije: “Tú eres mi refugio, la parte que me corresponde en la tierra de los vivientes”.

6 De veras presta atención a mi clamor rogativo, porque he quedado muy empobrecido.

Líbrame de mis perseguidores, porque son más fuertes que yo.

7 Saca mi alma, sí, del calabozo mismo, para elogiar tu nombre.

En derredor de mí reúnanse los justos, porque tú tratas apropiadamente conmigo.

Melodía de David.

143 Oh Jehová, oye mi oración; de veras presta oído a mi súplica.

En tu fidelidad, respóndeme en tu justicia.

2 Y no entres en juicio con tu siervo; porque delante de ti ningún viviente puede ser justo.

3 Porque el enemigo ha seguido tras de mi alma; ha aplastado mi vida hasta la tierra misma.

Me ha hecho morar en lugares oscuros como los que han estado muertos por tiempo indefinido.

4 Y mi espíritu desmaya dentro de mí; en medio de mí se muestra aturdido mi corazón.

5 He recordado días de mucho tiempo atrás; he meditado en toda tu actividad; de buena gana me mantuve intensamente interesado en la obra de tus propias manos.

6 He extendido mis manos a ti; mi alma es para ti como una tierra agotada. Sélah.

7 Oh apresúrate, respóndeme, oh Jehová.

Mi espíritu se ha acabado.

No ocultes de mí tu rostro, o de otro modo tendré que llegar a ser comparable a los que bajan al hoyo.

8 Por la mañana hazme oír tu bondad amorosa, porque en ti he cifrado mi confianza.

Dame a conocer el camino en que debo andar, porque a ti he alzado mi alma.

9 Líbrame de mis enemigos, oh Jehová.

Me he puesto a cubierto aun contigo.

10 Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios.

Tu espíritu es bueno; que me guíe en la tierra de la rectitud.

11 Por el amor de tu nombre, oh Jehová, quieras conservarme vivo.

En tu justicia quieras sacar a mi alma de la angustia.

12 Y en tu bondad amorosa quieras reducir a silencio a mis enemigos; y tienes que destruir a todos los que muestran hostilidad a mi alma, porque soy siervo tuyo.

De David.

144 Bendito sea Jehová mi Roca, que está adiestrando mis manos para la pelea, mis dedos para la guerra;

2 mi bondad amorosa y mi plaza fuerte, mi altura segura y mi Proveedor de escape para mí, mi escudo y Aquel en quien me he refugiado,

Aquel que sojuzga a pueblos debajo de mí.

3 Oh Jehová, ¿qué es el hombre para que tomes nota de él, el hijo del hombre mortal, para que te fijes en él?

4 El hombre mismo tiene parecido a una mera exhalación; sus días son como una sombra que pasa.

5 Oh Jehová, inclina tus cielos para que desciendas; toca las montañas para que humeen.

6 Haz relampaguear el relámpago para que los esparzas; envía tus flechas para que los pongas en confusión.

7 Alarga tú las manos desde la altura; libértame y sálvame de las muchas aguas, de la mano de los extranjeros,

8 cuya boca ha hablado lo que no es cierto y cuya diestra es diestra de falsedad.

9 Oh Dios, ciertamente te cantaré una canción nueva.

Con un instrumento de diez cuerdas ciertamente te produciré melodía,

10 Aquel que da salvación a reyes,

Aquel que liberta a David su siervo de la espada dañina.

11 Libértame y sálvame de la mano de los extranjeros, cuya boca ha hablado lo que no es cierto

y cuya diestra es diestra de falsedad,

12 que [dicen]: “Nuestros hijos son como plantas pequeñas crecidas en su juventud, nuestras hijas como esquinas entalladas al estilo de palacio,

13 nuestros graneros [están] llenos, y suministran productos de una suerte tras otra, nuestros rebaños se multiplican por millares, diez mil a uno, en nuestras calles,

14 nuestro ganado [está] cargado, sin ruptura y sin aborto, y sin alarido alguno en nuestras plazas públicas.

15 ¡Feliz es el pueblo para quien es justamente así!”.

¡Feliz es el pueblo cuyo Dios es Jehová!

Alabanza, de David.

[’Á·lef]

145 Ciertamente te ensalzaré, oh mi Dios el Rey, y ciertamente bendeciré tu nombre hasta tiempo indefinido, aun para siempre.

[Behth]

2 Todo el día te bendeciré, sí, y ciertamente alabaré tu nombre hasta tiempo indefinido, aun para siempre.

[Guí·mel]

3 Jehová es grande y ha de ser alabado en gran manera, y su grandeza es inescrutable.

[·leth]

4 Generación tras generación encomiará tus obras, e informará acerca de tus poderosos actos.

[He’]

5 En el glorioso esplendor de tu dignidad y en los asuntos de tus maravillosas obras ciertamente me interesaré intensamente.

[Waw]

6 Y ellos hablarán acerca de la fuerza de tus propias cosas inspiradoras de temor; y en cuanto a tu grandeza, yo ciertamente la declararé.

[·yin]

7 Rebosarán con la mención de la abundancia de tu bondad, y [a causa de] tu justicia clamarán gozosamente.

[Jehth]

8 Jehová es benévolo y misericordioso, tardo para la cólera y grande en bondad amorosa.

[Tehth]

9 Jehová es bueno para con todos, y sus misericordias están sobre todas sus obras.

[Yohdh]

10 Todas tus obras te elogiarán, oh Jehová, y los que te son leales te bendecirán.

[Kaf]

11 Dirán de la gloria de tu gobernación real, y hablarán de tu poderío,

[·medh]

12 para dar a conocer a los hijos de los hombres los actos poderosos de él y la gloria del esplendor de su gobernación real.

[Mem]

13 Tu gobernación real es gobernación real para todos los tiempos indefinidos, y tu dominio dura por todas las generaciones sucesivas.

[·mekj]

14 Jehová está sosteniendo a todos los que van cayendo, y está levantando a todos los que están encorvados.

[Á·yin]

15 A ti miran con esperanza los ojos de todos, y estás dándoles su alimento a su tiempo.

[Pe’]

16 Estás abriendo tu mano y satisfaciendo el deseo de toda cosa viviente.

[Tsa·dhéh]

17 Jehová es justo en todos sus caminos, y leal en todas sus obras.

[Qohf]

18 Jehová está cerca de todos los que lo invocan, de todos los que lo invocan en apego a la verdad.

[Rehsch]

19 Ejecutará el deseo de los que le temen, y oirá su clamor por ayuda, y los salvará.

[Schin]

20 Jehová está guardando a todos los que lo aman, pero a todos los inicuos los aniquilará.

[Taw]

21 La alabanza de Jehová hablará mi boca; y bendiga toda carne el santo nombre de él hasta tiempo indefinido, aun para siempre.

146 ¡Alaben a Jah!

Alaba a Jehová, oh alma mía.

2 Ciertamente alabaré a Jehová mientras dure mi vida.

Ciertamente produciré melodía a mi Dios mientras yo sea.

3 No cifren su confianza en nobles, ni en el hijo del hombre terrestre, a quien no pertenece salvación alguna.

4 Sale su espíritu, él vuelve a su suelo; en ese día de veras perecen sus pensamientos.

5 Feliz es el que tiene al Dios de Jacob por ayuda suya, cuya esperanza está en Jehová su Dios,

6 el Hacedor del cielo y de la tierra, del mar, y de todo lo que en ellos hay,

Aquel que observa apego a la verdad hasta tiempo indefinido,

7 Aquel que ejecuta juicio para los defraudados,

Aquel que da pan a los hambrientos.

Jehová está soltando a los que están atados.

8 Jehová está abriendo [los ojos a] los ciegos;

Jehová está levantando a los encorvados;

Jehová está amando a los justos.

9 Jehová está guardando a los residentes forasteros; da alivio al huérfano de padre y a la viuda, pero tuerce el camino de los inicuos.

10 Jehová será rey hasta tiempo indefinido, tu Dios, oh Sión, por generación tras generación.

¡Alaben a Jah!

147 Alaben a Jah, porque es bueno celebrar con melodía a nuestro Dios; porque es agradable… la alabanza es propia.

2 Jehová está edificando a Jerusalén; a los dispersos de Israel reúne.

3 Está sanando a los quebrantados de corazón, y está vendando sus partes doloridas.

4 Está contando el número de las estrellas; a todas las llama por [sus] nombres.

5 Nuestro Señor es grande y es abundante en poder; su entendimiento es superior a lo que se puede relatar.

6 Jehová está dando alivio a los mansos; está abatiendo a los inicuos hasta la tierra.

7 Respondan ustedes a Jehová con acción de gracias; celebren con melodía a nuestro Dios con el arpa,

8 Aquel que está cubriendo de nubes los cielos,

Aquel que prepara lluvia para la tierra,

Aquel que hace que de las montañas brote hierba verde.

9 Él está dando a las bestias su alimento, a los cuervos jóvenes que siguen clamando.

10 No se deleita en el poder del caballo, ni en las piernas del hombre se complace.

11 Jehová está complaciéndose en los que le temen, en los que esperan su bondad amorosa.

12 Encomia a Jehová, oh Jerusalén.

Alaba a tu Dios, oh Sión.

13 Porque él ha hecho fuertes las barras de tus puertas; ha bendecido a tus hijos en medio de ti.

14 Está poniendo la paz en tu territorio; de la grosura del trigo sigue satisfaciéndote.

15 Está enviando su dicho a la tierra; con velocidad corre su palabra.

16 Está dando la nieve como lana; esparce la escarcha lo mismo que ceniza.

17 Está arrojando su hielo como bocados.

Delante de su frío, ¿quién puede subsistir?

18 Envía su palabra y los derrite.

Hace soplar su viento; las aguas destilan.

19 Está anunciando su palabra a Jacob, sus disposiciones reglamentarias y sus decisiones judiciales a Israel.

20 No ha hecho así a ninguna otra nación; y en cuanto a [sus] decisiones judiciales, no las han conocido.

¡Alaben a Jah!

148 ¡Alaben a Jah!

Alaben a Jehová desde los cielos, alábenlo en las alturas.

2 Alábenlo, todos ustedes sus ángeles.

Alábenlo, todos ustedes su ejército.

3 Alábenlo, sol y luna.

Alábenlo, estrellas de luz todas.

4 Alábenlo, cielos de los cielos, y aguas que están sobre los cielos.

5 Alaben ellos el nombre de Jehová; porque él mismo mandó y fueron creados.

6 Y los tiene subsistiendo para siempre, hasta tiempo indefinido.

Ha dado una disposición reglamentaria, y esta no pasará.

7 Alaben a Jehová desde la tierra, monstruos marinos y profundidades acuosas todas,

8 fuego y granizo, nieve y humo espeso, viento borrascoso que realizas su palabra,

9 montañas y colinas todas, árboles frutales y cedros todos,

10 animales salvajes y animales domésticos todos, cosas que se arrastran y pájaros alados,

11 reyes de la tierra y grupos nacionales todos, príncipes y jueces todos de la tierra,

12 ustedes los jóvenes y también ustedes las vírgenes, viejos junto con muchachos.

13 Alaben ellos el nombre de Jehová, porque solo su nombre es inalcanzablemente alto.

Su dignidad está por encima de tierra y cielo.

14 Y él ensalzará el cuerno de su pueblo, la alabanza de todos los que le son leales, de los hijos de Israel, el pueblo a él cercano.

¡Alaben a Jah!

149 ¡Alaben a Jah!

Canten a Jehová una canción nueva, su alabanza en la congregación de los que son leales.

2 Regocíjese Israel en su magnífico Hacedor, los hijos de Sión… estén gozosos en su Rey.

3 Que alaben su nombre con danza.

Con la pandereta y el arpa celébrenlo con melodía.

4 Porque Jehová está complaciéndose en su pueblo.

Hermosea a los mansos con salvación.

5 Alborócense en gloria los que son leales; clamen gozosamente sobre sus camas.

6 Que las canciones que enaltecen a Dios estén en la garganta de ellos, y una espada de dos filos esté en su mano,

7 para ejecutar venganza en las naciones, reprensiones en los grupos nacionales,

8 para sujetar a sus reyes con prisiones y a sus glorificados con grilletes de hierro,

9 para ejecutar en ellos la decisión judicial escrita.

Tal esplendor pertenece a todos los que le son leales.

¡Alaben a Jah!

150 ¡Alaben a Jah!

Alaben a Dios en su lugar santo.

Alábenlo en la expansión de su fuerza.

2 Alábenlo por sus obras de poder.

Alábenlo conforme a la abundancia de su grandeza.

3 Alábenlo con el toque del cuerno.

Alábenlo con el instrumento de cuerdas y el arpa.

4 Alábenlo con la pandereta y la danza de corro.

Alábenlo con cuerdas y el caramillo.

5 Alábenlo con los címbalos de sonido melodioso.

Alábenlo con los címbalos estruendosos.

6 Toda cosa que respira… alabe a Jah.

¡Alaben a Jah!