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LA PRÁCTICA DE LA PSICOTERAPIA

1. La selección de pacientes

1, Todo aquel que se te envía es un paciente tuyo, 2Esto no significa que tú lo selecciones, ni que escojas la clase de tratamiento adecuado. 3Pero sí significa que nadie viene a ti por error. 4No hay errores en el plan de Dios. 5Sería un error, sin embargo, presumir que sabes lo que debe ofrecerse a todo el que viene. 6No te corresponde decidirlo. 7Hay una tendencia a asumir, que se te llama constantemente a sacrificarte por aquellos que llegan. 8Esto difícilmente podría ser cierto. 9Exigir que te sacrifiques es exigir un sacrificio de Dios, y Él no sabe nada del sacrificio. 1o¿Quién podría pedirle a Lo Perfecto que sea imperfecto?

2, ¿Quién decide, entonces, lo que cada hermano necesita? 2Seguramente no tú, que aún no reconoces quién es aquel que pide. 3Hay Algo en él que te lo dirá, si escuchas. 4Y esa es la respuesta: escucha. 5No exijas, no decidas, no sacrifiques. 6Escucha. 8Lo que oyes es verdad. 9¿Mandaría Dios Su Hijo a ti sin estar seguro de que reconoces sus necesidades? 9Piensa lo que Dios te está diciendo; Él necesita que tu voz hable por ÉL. 1o¿Podría algo ser más santo?11¿O ser un regalo mayor para ti? 12¿Preferirías escoger quién sería dios, o escuchar la Voz de Aquel que es Dios en ti?

3. Tus pacientes no necesitan estar físicamente presentes para que les sirvas en el Nombre de Dios. 2Esto puede ser difícil de recordar, pero Dios no va a consentir que Sus regalos para ti se limiten a los pocos que en efecto ves. 3Puedes ver otros también, pues la visión no está limitada a los ojos del cuerpo. 4Algunos no necesitan tu presencia física. 5Te necesitan tanto, y tal vez más, en el instante en que se envían. 6Los reconocerás en la forma que pueda ser más útil para ambos. 7No importa cómo vengan. 8Serán enviados en la forma en que sea más útil: un nombre, un pensamiento, una imagen, una idea, o tal vez simplemente una sensación de estar llegando a alguien en alguna parte. 9La unión está en las manos del Espíritu Santo. 1oNo se puede evitar lograrla.

4. Un terapeuta santo, un maestro de Dios avanzado, nunca olvida una cosa: no fue él quien hizo el currículo de la salvación, ni quien estableció su parte en él. 2Entiende que su parte es necesaria para el todo, y que a través de ella reconocerá el todo cuando su parte esté completa. 3Entre tanto, debe aprender, y sus pacientes son el medio que se le ha enviado para su aprendizaje. 4 ¿Qué otra cosa sino gratitud podría sentir por ellos y hacia ellos? 5Traen consigo a Dios. 6¿Rechazaría este regalo por un guijarro, o cerraría la puerta al salvador del mundo para dejar entrar a un fantasma? 7Que no traicione al Hijo de Dios. 8Quien lo llama está más allá de su comprensión. 9¿Pero, no se alegraría de poder responder, cuando sólo así será capaz de escuchar la llamada y entender que es la suya?

II. ¿Es la psicoterapia una profesión?

1. Estrictamente hablando, la respuesta es no. 2¿Cómo podría considerarse separada una profesión en la que todo el mundo es copartícipe? 3¿Y cómo podría imponerse límite alguno a una interacción en la que cada uno es tanto paciente como terapeuta en toda relación en la que entra? 4Sin embargo, hablando de manera práctica, puede decirse aún que hay algunos que se dedican fundamentalmente a una u otra forma de sanación como su tarea principal. 5Y es a ellos a los que un gran número de personas acude en busca de ayuda. 6Esa, en efecto, es la práctica de la terapia. 7Estos son, por consiguiente, ayudantes "oficiales". 8Están dedicados a cierta clase de necesidades en sus actividades profesionales, aunque pueden ser maestros mucho más capaces fuera de ellas. 9Estas personas no necesitan reglas especiales, por supuesto, pero pueden llamárseles a usar aplicaciones especiales de los principios generales de la sanación.

2. Primero, el terapeuta profesional se encuentra en una posición excelente para demostrar que no hay

orden de dificultad en la sanación. 2Para esto, sin embargo, necesita adiestramiento especial, puesto que el currículo mediante el cual se convirtió en terapeuta probablemente le enseñó poco o nada sobre los principios reales de la sanación. 3De hecho, probablemente le enseñó cómo hacer imposible la sanación. 4La mayoría de las enseñanzas del mundo siguen un currículo en el juzgar, con el objetivo de convertir al terapeuta en un juez

3. Aun esto puede ser usado por el Espíritu Santo, y lo usará, si se le extiende la menor invitación. 2El sanador no sanado puede ser arrogante, egoísta, indiferente, e incluso deshonesto. 3Puede no tener interés en lo que respecta a la sanación como su objetivo principal. 4Pero algo le sucedió, no importa cuán pequeño pudo haber sido, cuando eligió ser un sanador, sin importar la dirección equivocada que puede haber escogido. 5Ese "algo" es suficiente. 6Tarde o temprano ese algo surgirá y crecerá: un paciente tocará su corazón, y el terapeuta silenciosamente le pedirá ayuda. 7Ha encontrado un terapeuta para sí mismo. 8Le ha pedido al Espíritu Santo que entre en la relación y que la sane. 9Ha aceptado la Expiación para sí mismo.

4. Se dice que Dios contempló todo lo que había creado y lo declaró bueno. 2No, Él lo declaró perfecto, y así fue. 3Y como Sus creaciones no cambian y duran para siempre, así es ahora. 4Pero no puede ser posible que exista un perfecto terapeuta ni un perfecto paciente. 5Ambos tienen que haber negado su perfección, pues su misma necesidad del otro implica un sentimiento de carencia. 6Una relación de uno-a-uno no es Una Relación. 7Sin embargo, es el medio de retorno: el camino que Dios escogió para el regreso de Su Hijo. 8En ese extraño sueño tiene que entrar una extraña corrección, pues sólo eso es la llamada a despertar. 9Y ¿qué otra cosa debe ser la psicoterapia? 1oDespierta y alégrate, pues todos tus pecados te han sido perdonados. llÉste es el único mensaje que dos personas deben darse mutuamente para siempre.

5. Algo bueno tiene que salir de todo encuentro de un paciente y un terapeuta. 2Y ese algo se guarda para ambos, hasta el día en que puedan reconocer que eso era lo único real en su relación. 3En ese momento lo bueno se les devuelve, bendecido por el Espíritu Santo como un regalo de su Creador como muestra de Su Amor. 4Pues la relación terapéutica tiene que llegar a ser como la relación entre el Padre y el Hijo. 5No hay otra, puesto que no existe nada más. 6Los terapeutas del mundo no esperan este resultado, y muchos de sus pacientes no serían capaces de aceptar su ayuda si lo esperasen. 7Pero ningún terapeuta realmente establece la meta de las relaciones de las cuales forma parte. 8Su comprensión comienza con este reconocimiento, y luego prosigue desde ahí.

6. Es en el instante en que el terapeuta olvida juzgar al paciente cuando la sanación ocurre. 2En algunas relaciones jamás se alcanza este punto, aunque tanto el paciente como el terapeuta puede cambiar sus sueños en el proceso. 3Sin embargo, no será el mismo sueño para ambos, y por ende no es este el sueño de perdón en el cual los dos despertarán algún día. 4Lo bueno se guarda; de hecho, se atesora. 5Pero es poco el tiempo que se ahorra. 6Los nuevos sueños perderán su temporal encanto y se convertirán en sueños de miedo, que es el contenido de todos los sueños. 7Aun así, ningún paciente puede aceptar más de lo que está listo para recibir, y ningún terapeuta puede ofrecer más de lo que cree tener. 8Y, por lo tanto, hay un lugar para todas las relaciones de este mundo, y aportarán tanto bien como cada uno pueda aceptar y usar.

7. De todos modos, es cuando el juicio cesa que el sanar ocurre, pues sólo entonces puede entenderse que no hay orden de dificultad en la sanación. 2Este es un entendimiento necesario para el sanador sanado. 3Ha aprendido que no es más difícil despertar a un hermano de un sueño que de otro. 4Ningún terapeuta profesional puede retener esta comprensión en su mente de manera estable, y ofrecerla a todo el que viene a él. 5Hay algunos en este mundo que han llegado muy cerca, pero no han aceptado el regalo completamente para poder quedarse y hacer que su comprensión permanezca en la tierra hasta el final de los tiempos. 6Difícilmente se los podría llamar terapeutas profesionales. 7Son los Santos de Dios. 8Son los Salvadores del mundo. 9Su imagen permanece, pues han elegido que así sea.

1oRemplazan otras imágenes, y ayudan con sueños amables.

8. Una vez que el terapeuta profesional se ha dado cuenta de que las mentes están unidas, puede también reconocer que el orden de dificultad en la sanación no tiene sentido. 2No obstante, mucho antes de lograr esto en el tiempo, puede encaminarse hacia ello. 3Puede tener muchos instantes santos en el camino. 4Una meta marca el final de una jornada, no el comienzo, y a medida que se logra cada meta, se puede vislumbrar otra adelante. 5La mayoría de los terapeutas profesionales apenas están en el comienzo de la fase inicial del primer viaje. 6lncluso aquellos que han comenzado a entender lo que tienen que hacer pueden oponerse aún a iniciar el camino. 7Sin embargo, todas las leyes de la sanación pueden ser suyas en un solo instante. 8El viaje no es largo, excepto en sueños.

9. El terapeuta profesional posee una ventaja con la que puede ahorrar una enorme cantidad de tiempo si la usa adecuadamente. 2Ha elegido un camino en el cual hay una gran tentación de utilizar mal su papel. 3Esto lo capacita para superar muchos obstáculos a la paz con bastante rapidez, si escapa a la tentación de asumir una función que no se le ha dado. 4Para entender que no hay orden de dificultad en la sanación, tiene que reconocer también su igualdad con el paciente. 5No hay términos medios en esto. 6o son iguales o no lo son. 7Los intentos de los terapeutas de transigir con respecto a esto son extraños en verdad. 8Algunos utilizan la relación únicamente con el fin de coleccionar cuerpos para adorar en su santuario, y a esto lo consideran sanación. 9Muchos pacientes, también, consideran este extraño procedimiento como la salvación. 1oAun así, en cada encuentro hay Uno Que dice: "hermano mío, elige de nuevo".

10. No olvides que cualquier forma de especialismo debe ser defendida, y lo será. 2EI terapeuta inofensivo tiene la fuerza de Dios con él, pero el terapeuta ofensivo (o defensivo) ha perdido de vista la Fuente de su salvación. 3No ve y no oye. 4¿Cómo puede, entonces, enseñar? 5Pues es la Voluntad de Dios que él tome su puesto en el plan para la salvación. 6Pues es la Voluntad de Dios que ayude a su paciente a unirse a él allí. 7Pues su incapacidad de ver y oír no limita al Espíritu Santo en manera alguna. 8Excepto en el tiempo. 9En el tiempo puede haber un gran retraso entre el ofrecimiento y la aceptación de la sanación. 1oEste es el velo que cubre el rostro de Cristo. nPero no puede ser sino una ilusión, pues el tiempo no existe y la Voluntad de Dios ha sido siempre exactamente como es.

III. La cuestión del pago

1. Nadie puede pagar por la terapia, pues la sanación es de Dios y Él no pide nada. 2Sin embargo, es parte de Su plan que todo en este mundo sea utilizado por el Espíritu Santo para ayudar a cumplir con el plan. 3Aun el terapeuta avanzado tiene algunas necesidades terrenales mientras está aquí. 4Si necesita dinero se le dará, no como pago, sino para ayudarle a desempeñarse mejor dentro del plan. 5El dinero no es malo. 6No es nada. 7Pero nadie aquí puede vivir sin ilusiones, pues aún debe esforzarse por lograr que la última ilusión sea aceptada por todos en todas partes. 8Tiene una parte extraordinaria en este único propósito, para el cual vino. 9Sólo para eso permanece aquí. 1oY mientras permanezca, se le dará lo que necesite para quedarse.

2. Sólo un sanador no sanado intentaría sanar por dinero, y no tendrá éxito en la medida en que lo considere de valor. 2Ni encontrará su sanación en el proceso. 3Habrá algunos a quienes el Espíritu Santo les pida algún pago para Su propósito. 4Habrá otros a quienes no se lo pida. 5No debe ser el terapeuta el que tome estas decisiones. 6Hay una diferencia entre pago y costo. 7Dar dinero donde el plan de Dios lo asigna no tiene costo. 8Retenerlo de donde corresponde por derecho tiene enorme costo. 9EI terapeuta que lo hace pierde el nombre de sanador, pues nunca podría entender lo que es la sanación. 1oNo puede darla, y por ende, no puede tenerla.

3. Los terapeutas de este mundo son ciertamente inútiles para la salvación del mundo. 2Hacen exigencias, y por tanto, no pueden dar. 3Los pacientes pueden pagar solamente por el intercambio de

ilusiones. 4Esto, en verdad, tiene que exigir pago, y el costo es grande. 5Una relación "comprada" no puede ofrecer el único regalo por el que se consigue toda sanación. 6El perdón, el único sueño del Espíritu Santo, no debe tener costo. 7Puesto que si lo tiene, simplemente crucifica de nuevo al Hijo de Dios. 8¿Puede ser esta la manera en que se le perdone? 9¿Puede ser así como termine el sueño del pecado?

4. El derecho a vivir es algo por lo que nadie tiene necesidad de luchar. 2Se le ha prometido, y está garantizado por Dios. 3Por consiguiente, es un derecho que el terapeuta y el paciente comparten por igual. 4Si su relación ha de ser santa, cualquier cosa que uno necesite, el otro la da; cualquier cosa que le haga falta a uno, el otro la provee. 5Es aquí donde la relación se hace santa, pues es aquí donde ambos son sanados. 6El terapeuta compensa al paciente con gratitud, lo mismo que el paciente lo compensa a él. 7No hay costo para ninguno de los dos. 8Pero se le debe gratitud a ambos, por liberarse de la duda y de la prolongada prisión. 9¿Quién podría no mostrarse agradecido por semejante regalo? 1oPero ¿quién podría imaginar que éste puede comprarse?

5. Se ha dicho correctamente que a aquel que tiene se le dará. 2Porque tiene, puede dar. 3Y, porque da, se le dará. 4Esta es la ley de Dios, y no la del mundo. 5Así ocurre también con los sanadores de Dios. 6Dan porque han oído Su Palabra y la han comprendido. 7Todo lo que necesitan se les habrá dado de esta manera. 8Pero perderán esta comprensión a menos que recuerden que todo lo que tienen procede únicamente de Dios. 9Si creen que necesitan cualquier cosa de un hermano, no lo reconocerán más como un hermano. 1oY si hacen esto, una luz se apaga incluso en el Cielo. 11Donde el Hijo de Dios se vuelve contra sí mismo, sólo puede contemplar la oscuridad. 12Se ha negado la luz a sí mismo, y no puede ver.

6. Hay una regla que siempre debe observarse: no debe rechazarse a nadie porque no pueda pagar. 2Nadie es enviado a otro por accidente. 3Las relaciones siempre tienen un propósito. 4Cualquiera que pueda haber sido el propósito antes de que el Espíritu Santo entrara en ellas, son siempre Su templo potencial; el lugar de descanso de Cristo y el hogar de Dios Mismo. 5Quien quiera que llegue, ha sido enviado. 6Ta1 vez ha sido enviado a dar a su hermano el dinero que necesita. 7 Ambos serán bendecidos de este modo. 8Tal vez fue enviado a enseñar al terapeuta cuánto necesita el perdón, y cuán poco valor tiene e! dinero al compararlo con éste. 9De nuevo, ambos serán bendecidos. 1oSólo en términos de costo podría uno tener más. nAl compartir, todos deben ganar una bendición sin costo alguno.

7. Esta visión del pago puede parecer muy poco práctica, y así sería a los ojos del mundo. 2Pero ninguno de los pensamientos mundanos es realmente práctico. 3¿Cuánto se gana al esforzarse por conservar ilusiones? 4¿Cuánto se pierde al desechar a Dios? 5¿Y es posible hacerlo? 6Es, sin duda, poco práctico esforzarse por nada, e intentar hacer lo imposible. 7Por eso, detente un momento, lo suficiente para pensar en esto: tal vez has estado buscando la salvación sin reconocer hacia dónde mirar. 8Quienquiera que te pida ayuda puede mostrarte hacia dónde. 9¿Qué mejor regalo se te podría dar? 1o¿Qué mejor regalo podrías dar?

8. Médico, sanador, terapeuta, sánate a ti mismo. 2Muchos llegarán a ti portando el regalo de la sanación, si así lo eliges. 3El Espíritu Santo nunca rehúsa una invitación a entrar y morar contigo. 4Te dará infinitas oportunidades de abrir la puerta de tu salvación, pues tal es Su función. 5También te dirá exactamente cuál es tu función en cada circunstancia y en todo momento. 6Quien quiera que Él te envíe llegará a ti, ofreciendo la mano a su Amigo. 7Permite que el Cristo en ti le dé la bienvenida, pues ese mismo Cristo se halla en él también. 8Niégale la entrada, y has negado el Cristo en ti. 9Recuerda la deplorable historia del mundo, y las felices nuevas de la salvación. 1oRecuerda el plan de Dios para la restitución de la alegría y la paz. 11Y no olvides cuán simples son los caminos de Dios:

12Estabas perdido en la oscuridad del mundo hasta que pediste luz. 13Y entonces Dios envió a Su Hijo para dártela.