CAPITVLO XLVII
De ciertas aves que volaban por ahí
EN los sotos vive el ave más llamativa que había visto hasta entonces: el martín pescador, de buen tamaño, color azul y pecho anaranjado. Su largo pico y su corta cola le sirven para poder volar en picado y capturar los esquivos peces del río.
El mito, pequeñito, tiene una alargada cola, y realiza vuelos acrobáticos mostrando el pecho rosado y el lomo gris negruzco. Sus nidos son redondos, con solo un agujerito para entrar y penden del ramaje de las choperas.
El mirlo, pájaro mediano de color negro y pico amarillo, se pavonea de su canto melodioso y aflautado. Las lavanderas blancas con la cola larga y color grisáceo, sobrevuelan en grandes bandadas la zona, Hay algunos patos que saben nadar además de volar, todo lo contrario que los gallos, que por más que lo intenten no lo consiguen. Me contaron de un gallo que, criado por unos patos desde su nacimiento, se ahogó en cuanto intentó flotar en la superficie del agua.
Entre los más pequeñitos pájaros, destacan los reyezuelos, grises, con la nuca anaranjada, y los mosquiteros, cuyo nombre les viene por su gran habilidad para cazar mosquitos.
