CAPITVLO LII
Variopintos bosques del sistema ibérico
EN las zonas iberas, los bosques se agrupaban según la humedad reinante en la zona. Así en los lugares más secos había redondeadas encinas de verde follaje, y cónicas sabinas formando los mayores sabinares de España en lugares de Teruel tales como Gea de Albarracín y Sarrión.
En lugares con algo más de humedad crecían diferentes robles de hojas lobuladas y bellotas comestibles. Abundaba el quejigo, de aspecto achaparrado, y el rebollo, con hojas sinuosas y bellotas cortas, abundante en el Moncayo y en las estribaciones de Albarracín. En las laderas de las montañas crecían los pinos, siendo frecuentes los pinos laricios, más bajos y con las agujas más cortas, y los pinos silvestres, de largo tronco y piñas pequeñitas, abundantes en el Moncayo y Albarracín.
Y ya, en los lugares húmedos y fríos de la alta montaña, se conservaban hayedos en el Moncayo sombrío, junto con algunos abedulares, y bosques de pino negro remontando las aristas en la Sierra de Gúdar, junto a la estación de esquí.
Más arriba no crecía nada, sino raquíticos líquenes y espartanas gramíneas.
