El león
Quiere el león la carne muy jugosa,
muy fresca, roja, tierna, bien sabrosa…
Si vas y le preguntas qué prefiere
te dirá sin rodeos lo que quiere.
Te dirá que no quiere solomillos
ni tampoco cebados cabritillos,
que no le gusta el cerdo encebollado
ni le dice gran cosa un buey asado…
Le ofrecerás entonces tres chuletas
con salsa de pimienta y cebolletas
y te dirá que no, que no las quiere,
que eso es muy fuerte y que él no lo digiere…
Entonces te pondrás algo nervioso
y le preguntarás con tono ansioso:
—Bueno, pues di, león, ¿qué puedo darte?
Abrirá una bocaza de espantarte,
se acercará a mirarte fijamente
y te dirá sin más, muy claramente:
—Pues mira, lo que quiero en mi menú
es algo tan sabroso… ¡como tú!