Es un tiempo de leyendas, una era de dioses y demonios, de reyes y héroes agraciados con el poder de lo divino.
Las manos de los dioses han bendecido la árida tierra de Nehekhara dando origen a la primera gran civilización humana a orillas del serpenteante río Vitae.
Los nehekharanos moran en ocho orgullosas ciudades estado, cada una con su propia deidad patrona, cuyas bendiciones forjan el carácter y el destino de su gente. La mayor de todas ellas, situada en el centro de esta antigua tierra, es Khemri, la legendaria Ciudad Viviente de Settra el Magnífico.
Cientos de años antes, Settra unió las ciudades de Nehekhara para formar el primer imperio de la humanidad y declaró que lo gobernaría para siempre.
Les ordenó a sus sacerdotes que desentrañaran el secreto de la vida eterna, y cuando al final el gran emperador murió, su cuerpo fue sepultado en el interior de una poderosa pirámide hasta el día en el que sus sacerdotes liches hicieran regresar su alma de la otra vida.
Tras la muerte de Settra, su gran imperio se dividió y el poder de Khemri declinó. Ahora, entre las sombras embrujadas del templo funerario de Khemri, un sacerdote brillante y poderoso cavia sobre las crueldades del destino y codicia la corona de su hermano.
Se llama Nagash.