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Instituto Abbey, 11.00 horas

—¿Qué demonios significa esto? —le preguntó Tamsyn. Se estaba empezando a arrepentir de haberse dejado convencer por Josh de perderse el recreo para comprobar si habían recibido correo electrónico.

—Quiere decir que está chiflado —respondió él—. Como una cabra. Chalado. ¿Me entiendes?

—Te entiendo —contestó ella—. ¡Lo que no entiendo es el mensaje!

Ella y Josh volvieron a observar el mensaje de correo electrónico que aparecía en pantalla.

—La fecha es de hoy —comentó Tamsyn—. Así que no puede tratarse de una broma del Día de los Inocentes.

—A lo mejor lo hace durante todo el año —resopló Josh.

Tamsyn movió la cabeza lentamente. Tal vez Josh estaba en lo cierto y no era más que un estúpido mensaje para que se devanaran los sesos un buen rato. Pero si era así, ¿por qué no había dicho nada sobre la broma de David Copperfield que, a juzgar por el mensaje de la amiga de ZMASTER, Lauren King, no había tenido mucho éxito?

—¿Y si no es una broma? —preguntó Tamsyn.

—¡Venga ya! —exclamó Josh—. ¡Lo único que quiere es vengarse por lo que intentamos hacerle!

—Tal vez debería enviarle un mensaje que diga «¡Tregua!».

—Haz lo que te dé la gana —gruñó Josh—. Por lo que a mí respecta, cortaría la conexión con nuestro amigo ZMASTER. Tengo otras cosas mejores a las que dedicar mi tiempo, como empezar a redactar el informe que se supone debemos entregar al señor Findlay, ¿recuerdas? —Se puso en pie como si se fuera á marchar.

—No lo he olvidado, Josh —asintió ella. Tamborileó la pantalla del ordenador con un dedo—. ¿Y por qué no utilizamos esto en nuestro informe? Si Internet sólo sirve para gastar bromas tontas...

—Lo cual es cierto —sonrió abiertamente—, porque nosotros lo hemos puesto en práctica.

—¿Y no deberíamos incluirlo en el informe? —Volvió a mirar el mensaje de ZMASTER—. Si es que es una broma tonta, claro.

Josh exhaló un suspiro y se sentó de nuevo junto a su amiga. Entonces leyó en voz alta:

—«TAMSYN, NECESITO AYUDA.»

En mayúsculas —añadió ella—. En un mensaje de correo electrónico que me envió dijo que eso era como gritar.

—¿Y qué?

—Pues, ¿por qué lo hace?

—A mí que me registren. Yo qué sé. —Josh se encogió de hombros.

Después de las tres palabras que habían leído, no había más que el gran espacio en blanco que Rob había creado al pulsar la tecla INTRO repetidas veces con el fin de desplazar el mensaje hacia arriba, para que Elaine no lo pudiera ver.

Tamsyn pulsó la tecla AV PÁG del teclado.

—La cosa se complica —Josh silbó—. Ya me explicarás si esto no es un juego...

La coletilla del mensaje, que Rob había tecleado deprisa y corriendo, y a la que Elaine Kirk no había encontrado ningún sentido, estaba delante de ellos.

—¿Qué significa todo eso? —inquirió Tamsyn. —A mí me parece una serie de emoticonos —respondió él—. ¿Recuerdas su nota anterior?

Tamsyn la recordaba. Con una velocidad de la que ella misma se sorprendió, hizo clic en el icono de CORREO RECIBIDO y recuperó el mensaje de ZMASTER. En esta ocasión lo leyó pausadamente, no enfurecida como la otra vez.

Presiento que estás pensando que de qué voy. Pues es muy sencillo: el :—) que escribí después de mi nombre. ¿Lo recuerdas? Es la forma que tenemos los que utilizamos el correo electrónico para mostrar nuestros sentimientos, porque cuesta un poco hacerlo en un mensaje. Ladea la cabeza hacia la izquierda. ¿Lo ves? Un :) parece una cara sonriente y eso es lo que te mandé ¡PORQUE ESTABA BROMEANDO! Si hubiera estado triste, habría acabado el mensaje con un :—(

La siguiente parte de la nota fue la que hizo que Tamsyn se levantara de una salto...

y si hubiera estado muy triste, habría enviado un :—((

Entonces volvió a abrir el mensaje que acababan de recibir. Si pasaban por alto el espacio en blanco que había en medio, se reducía a:

TAMSYN, NECESITO AYUDA :((¬:D:Vi)

;—Mira —observó ella—. Los cuatro primeros caracteres. Dos puntos, guión, abrir paréntesis, abrir paréntesis. Eso significa que está muy triste.

—¡A lo mejor nuestra broma de David Copperfield funcionó! —Josh soltó una risa aguda—. ¡Quizá tenga el disco duro totalmente bloqueado y por eso está muy triste.

Cuando la campana indicó el final del recreo, Tamsyn copió rápidamente aquellos caracteres tan extraños. Estaba intrigada. ¿Qué se proponía ZMASTER? ¿Se trataba de un superemoticono o era otra cosa? ¿Un mensaje en clave, quizá?

Probablemente Josh tenía razón. Lo más normal es que ZMASTER les estuviera gastando una broma y, si resultaba que aquellos caracteres significaban algo, seguro que sería alguna estupidez. Pero si sus conjeturas eran ciertas, si ella conseguía descifrar la clave, ZMASTER se fastidiaría...

Después de desconectar el ordenador, Tamsyn recogió su mochila y salió a toda prisa para alcanzar a Josh.

Manor House, 11.15 horas

Rob se encontraba en el salón, esperando. Delante de él, como si se tratara de una de sus clases, estaba Elaine Kirk sentada en silencio.

—Esto no os va a salir bien —aseguró Rob.

—¿Ah no? Ya lo veremos —respondió ella sonriendo. Levantó la mirada cuando Brett Hicks abrió la puerta ruidosamente y entró en el salón—. ¿Ha habido suerte?

Hicks meneó la cabeza enfurecido.

—Nada. He registrado todos los cajones y los archivadores. Y no he encontrado ninguna caja fuerte. Creí que habías dicho que había una.

—Bueno... —Elaine Kirk parecía confusa—, estoy segura de que un día oí al señor Zanelli hablar de una caja fuerte. Pero... —le dedicó una mirada vacilante a Hicks—, yo nunca la he visto, Brett. La he buscado varias veces. Quizá sea una de esas que están escondidas.

Hicks dio un paso hacia Rob.

—A lo mejor este hombrecito sabe exactamente dónde está, ¿no?

—¡No lo sé! —gritó Rob rápidamente.

—No sé si creerte, Rob —afirmó Hicks con voz queda—. Me parece que mientes, ¿verdad? —Rob se limitó a dedicarle una mirada desafiante. La furia de Hicks estalló súbitamente. Agarró a Rob por la pechera del jersey y tiró de él hacia delante—. ¿Verdad? —gritó.

—¡Brett! —A Elaine Kirk le sorprendió su actitud.

Hicks lo soltó de inmediato. Rob volvió a recostarse en la silla de ruedas. El hombre estaba de pie y parecía haber recobrado la calma. Se giró y se dirigió a la puerta.

—Voy a seguir buscando esa caja fuerte. Si la encuentro, bien. Si no... —miró a la mujer que, víctima de los nervios, no dejaba de hacer girar los anillos, y luego a Rob—, volveremos a hablar.

La frialdad de su voz hizo que a Rob se le encogiera el estómago. ¿De cuánto tiempo disponía? Hicks sabía que su padre tenía la costumbre de llevar a casa los discos de oro. Lo bueno es que desconocía que Rob era quien los probaba.

Tenía que decir y hacer lo que fuera para que Hicks siguiera buscando La fascinación del laberinto en el estudio de su padre y no en su habitación. Tenía que mantenerlo alejado de la pista correcta el máximo tiempo posible... Tenía que dar el tiempo suficiente a esa tal Tamsyn para que descifrara lo que le había enviado.

Ojalá fuera capaz de descifrarlo...

Instituto Abbey, 11.40 horas

—Tamsyn Smith, ¿estás en clase?

Tamsyn miró hacia delante. La señorita Gillies, la profesora de lengua, no parecía estar muy contenta.

—¿Sí, señorita Gillies?

—Te he pedido que expliques qué es el análisis sintáctico de una oración.

—¿Análisis... sintáctico?

—De una oración —repitió la profesora. Se quedó a la expectativa mientras la montura de concha de sus gafas relucía bajo los fluorescentes del aula.

Tamsyn intentó concentrarse en la clase. Lo había estado intentando pero, sin darse cuenta, no dejaba de pensar en el curioso mensaje de ZMASTER. Incluso mientras respondía a la pregunta de la señorita Gillies, le parecía estar viendo aquella serie de caracteres que había garabateado en la tapa de su libreta.

—Analizar una oración —le dijo Tamsyn lentamente—. Pues es... dividir una oración en partes distintas...

—Más o menos —intervino la señorita Gillies con frialdad—. Inténtalo con esta frase: «La profesora esperó pacientemente.»

Tamsyn tragó saliva.

—Eh... «Profesora» es el nombre que hace de sujeto. «Esperó» es el verbo. «Pacientemente» es un adverbio...

—¿Y «la»?

—¿El artículo determinado?

La profesora de inglés asintió despacio, sorprendida de que Tamsyn hubiera respondido bien cuando estaba claro que no había estado escuchando ni una sola palabra de lo que había explicado en clase. Miró al resto de alumnos, con la intención de encontrar a otra víctima.

Cuando la mirada penetrante de la señorita Gillies se posó en otro muchacho, Tamsyn volvió a enfrascarse en aquellos caracteres.

«¡Análisis sintáctico!», se dijo en cuanto bajó los ojos.

Resultaba obvio. No se trataba de un gran emoticono, sino de varios emoticonos juntos. ¡Lo que tenía que hacer era dividirlos!

:((¬:D:Vi)

Pero ¿cómo se dividían? Sin lugar a dudas, el primero era:

:((

El que representaba una cara triste. ZMASTER sabía que ella lo conocía. Lo había mencionado en el mensaje de correo electrónico que había vuelto a leer con Josh. Tamsyn reflexionó unos instantes. Tal vez el mensaje de ZMASTER era:

TAMSYN, NECESITO AYUDA. ESTOY MUY TRISTE.

Pero ¿y el resto de caracteres? ¿Cómo se dividían en emoticonos distintos? Después de cerciorarse de que la señorita Gillies no la estaba mirando, Tamsyn ladeó la cabeza hacia un lado. Los observó detenidamente, cogió un lápiz y separó la línea en tres partes.

¬:D :V i)

¿Tres emoticonos distintos? Y, si estaba en lo cierto, ¿qué significaban?

Cuando sonó la campana que indicaba el final de la clase, la señorita Gillies recorrió el aula con los ojos y sólo se detuvo para lanzar una mirada fulminante a Tamsyn.

Josh se acercó a ella.

—No te ha quitado los ojos de encima en toda la clase —le dijo—. ¿Se puede saber qué has estado haciendo?

Rápidamente, Tamsyn le enseñó lo que había estado garabateando.

—Estaba intentando descifrar esto. Es un mensaje, estoy convencida. «Tamsyn, necesito ayuda. Estoy muy triste...» Pero no sé qué significa el resto.

—Quiere decir... —Josh movió la cabeza de nuevo—, que vayamos a comer. Nos está tomando el pelo.

—¿Cómo lo sabes? —preguntó Tamsyn.

Josh parecía estar convencido.

—Mira ése —dijo él, señalando el segundo grupo de caracteres que había en la libreta de su amiga.

¬:D

»¿A qué te recuerda esto? —inquirió Josh.

Tamsyn ladeó la cabeza y lo vio enseguida. Maldiciéndose por haber sido tan estúpida y creer, durante un solo momento, que se trataba de un mensaje serio, murmuró:

—Alguien con un sombrero raro y un rostro sonriente.

—Es decir, «es una broma», ¿no? —insistió Josh.

—Sí —suspiró Tamsyn—, una broma.

Tamsyn recogió sus libros y salió despacio del aula, dejando que Josh se le adelantara. Hacía buen tiempo en el exterior. Se olvidaría de los ordenadores, del correo electrónico y de los emoticonos durante la siguiente hora y buscaría un bonito árbol no electrónico bajo el que sentarse.

—¡Tamsyn! ¿Qué tal va el trabajo sobre Internet? —preguntó el señor Findlay acercándose a ella corriendo.

—Bien —respondió la muchacha.

—¿Seguro que también participas? No dejes que Josh lo haga todo.

Tamsyn introdujo la mano en la mochila y extrajo las primeras páginas del informe que habían preparado.

—Ni hablar. Se trata de un esfuerzo común.

El profesor, con cara de satisfacción, le cogió el informe de las manos. Ojeó las páginas. Sólo se detuvo una vez, en la parte inferior de la última página, para escribir un comentario en lápiz en el margen.

¬ M

—¿Qué quiere decir eso? —preguntó ella. —Que no está mal —contestó el señor Findlay—. M de mal...

—¿Y esa especie de L al revés —lo interrumpió ella— significa «no»?

—Pues sí—sonrió él—. Aún te falta un poco para ser una experta en esto, Tamsyn, si no lo sabrías. Suele llamarse el símbolo NO. Se utiliza mucho en los lenguajes de programación y significa «lo contrario de lo que sigue...».

—Lo siento, tengo mucha prisa —le interrumpió Tamsyn. Giró en redondo y fue en busca de Josh a toda velocidad. Lo encontró comiendo un bocadillo apoyado contra la pared—. ¡Vamos! —le gritó, empujándolo—. Tenemos mucho que hacer.

—¿Cómo? —masculló Josh.

Tamsyn sacó la libreta de un tirón y señaló la segunda parte del mensaje de ZMASTER.

—¡Nos hemos equivocado! —exclamó—. Eso no es un sombrero. El señor Findlay me lo acaba de decir. Este símbolo significa «no». —Josh la miró embobado mientras que a Tamsyn le faltaba poco para ponerse a dar saltos—. ¿No lo ves? ¡Esa parte del mensaje no significa «Es una broma», sino justamente lo contrario!

Lo escribió en la tapa del cuaderno.

TAMSYN, NECESITO AYUDA.

ESTOY MUY TRISTE.

NO ES UNA BROMA.