NOTA DEL EDITOR

Las grabaciones que dan origen a este libro llegaron a manos del escritor Bernardo Atxaga en 2002 cuando José Manuel Goikoetxea le entregó unos casetes envueltos y le explicó que habían pertenecido a un gallego, que se había ido a la Argentina de niño y luego había trabajado como productor musical en Alemania (era Manuel Román Rivas, fallecido en 2008). Este se las había traído de Buenos Aires y se las regaló a Goikoetxea en agradecimiento por su amistad. Atxaga escuchó el material, lo digitalizó y confirmó su autenticidad cuando Edwin Williamson, autor de Borges: Una vida (2007), escribió sobre estas charlas, que publicita el diario La Nación en la página 6 de su edición del 30 de septiembre de 1965. Allí, con el título «De temas del tango hablará Jorge L. Borges», se anuncia «un ciclo de conferencias que ofrecerá todos los lunes de octubre a las 19 en el primer piso, departamento 1, de la calle General Hornos 82» en las que «hablará de los “Orígenes y vicisitudes del tango”, “El compadrito”, “El Río de la Plata a comienzos de siglo” y “El tango y sus derivaciones”». Finalmente, en 2012 Atxaga publicó la historia de las cintas en la revista Erlea, de la Euskaltzaindia (Real Academia de la Lengua Vasca). Dos años después, se las hizo llegar a su viejo amigo el escritor César Antonio Molina, director de Casa del Lector en Madrid, diciéndole que se las confiaba para darles la mayor publicidad posible. César Antonio Molina habló inmediatamente con su vieja amiga María Kodama, quien le dijo que desconocía este asunto. César Antonio envió a Buenos Aires una copia de las grabaciones para que las escuchara. Varias semanas después, la viuda de Borges confirmó que eran auténticas. El director de Casa del Lector y María Kodama acordaron entonces que durante el primer viaje que ella hiciera a Madrid darían una rueda de prensa para hablar de este asunto, que finalmente se llevó a cabo el 4 de noviembre de 2013 (Atxaga intervino a través de videoconferencia) y fue multitudinaria, con la presencia no solo de redactores de periódicos nacionales sino de todo el mundo y en especial los iberoamericanos. A partir de este instante comenzó el camino editorial que hoy hace posible el encuentro de este libro con sus lectores. En palabras de César Antonio Molina, «todo este periplo representa simbólicamente lo que es nuestra comunidad iberoamericana: un gallego graba a un argentino; el gallego le entrega la grabación a un vasco y el vasco se la vuelve a entregar a otro gallego para que, al fin, el documento de un argentino, uno de los grandes maestros de la literatura de todos los siglos, vea la luz».

El cuidado del texto definitivo, el índice y las notas de este libro se deben al meticuloso trabajo de Martín Hadis.