En un Madrid bombardeando y sitiado, cuando toda esperanza parecía imposible, la vida sigue como una corriente profunda que arrastra y convulsiona las conciencias y las obliga a descubrir sus íntimos secretos. Para unos, la guerra civil es la ruptura con el futuro, para otros, la ineludible defensa de la dignidad; para todos, la nostalgia de las emociones, las alegrías, los amores, el placer de vivir.