XXIX
A HESTÍA

1

Oh Hestía, tú en las excelsas mansiones de los dioses inmortales y de los hombres que andan por la tierra alcanzaste una morada eterna, honor antiguo. Tienes esta hermosa recompensa y honor, pues sin ti no hay banquetes para los mortales; que en ninguno deja de comenzarse libando el vino dulce como la miel a Hestía en primero y último lugar. Y también tú, Argifontes, hijo de Zeus y de Maya, mensajero de los bienaventurados, que llevas la varita de oro, dador de bienes, pues ambos habitáis bellas mansiones que a los dos os son gratas

* * *

séme propicio y socórreme con la veneranda y amada Hestía: ambos conocéis las bellas acciones de los hombres terrestres y sois los compañeros de la inteligencia y de la juventud.

13

Salve, hija de Cronos, tú y Hermes, el de la varita de oro; mas yo me acordaré de vosotros y de otro canto.