APÉNDICE
LA CAUSA DE BEATIFICACIÓN DE ISABEL LA CATÓLICA
El historiador y teólogo Modesto Lafuente se dirige a las autoridades eclesiásticas españolas a finales del siglo XIX: Confesamos —les dice— no comprender cómo no está la reina Isabel la Católica en la nómina de los escogidos. A partir de 1904, fray Zacarías Martínez, arzobispo de Compostela, paladín de la santidad de la soberana, sugiere que se abra una causa de beatificación; apoyan más tarde la idea el conde de Cendillo, en la Real Academia de la Historia y desde la Universidad de Madrid, su rector, don Pío Zabala, y el catedrático de Historia, don Fernando Brieva.
Tras unos sondeos diplomáticos en Roma, efectuados por el cardenal-arzobispo de Granada, monseñor Casanova (1924), durante el Congreso Mariano Hispanoamericano, celebrado en Sevilla, en 1929, se plantea públicamente el tema de la beatificación de la reina, como primer paso para su canonización, a cuya propuesta se suman los arzobispos de Granada, Valladolid y Toledo y el nuncio de Su Santidad, monseñor Ragonesi.
En ocasión del quinto centenario del nacimiento de Isabel (1951), el entonces ministro de Educación, don José Ibáñez Martín, recogiendo las aspiraciones de numerosas asociaciones de damas católicas de España y de América, reflejadas en acta levantada durante el Congreso Femenino Hispanoamericano, visitó en el Vaticano a los dos sustitutos de Estado, monseñores Tardini y Montini, interesando la incoación de la causa, que, por fin se abría en el Arzobispado de Valladolid, en 1958. El 23 de abril fue nombrado el postulador, y el 3 de mayo, la primera comisión histórica, cuyos trabajos terminarían en 1970. Un rescripto de la Sagrada Congregación de Ritos, de 3 de julio de ese mismo año, autorizaba al arzobispo de Valladolid para abrir el proceso ordinario, comenzado el 26 de noviembre de 1971 y clausurado el 15 de noviembre de 1972.
El 20 del mismo mes y año tenía lugar la apertura canónica del proceso en la Sagrada Congregación de Ritos del Vaticano. Concluía en Roma el primer proceso de la causa, el de los Escritos de la Sierva de Dios, con la aprobación, el 30 de marzo de 1974, de la positio super scriptis, por la Sagrada Congregación para la Causa de los Santos.
Tal es la situación del proceso.