LA PRIMAVERA
Olvida el hombre las penas del espíritu,
que la primavera florece y hay brillo casi en todo;
el verde campo soberbiamente está extendido,
esplende ya el arroyo deslizándose abajo.
Erguidos van los montes cubiertos por los árboles
y es magnífico el aire en espacios abiertos;
el ancho valle está dilatado en el mundo,
y torre y ladera en las colinas se reclinan.