13. Interior de la Catedral de León

El muro de la Catedral de León es quizá el menos espeso de todas las españolas. Los vanos son grandes y abundantes y se cubren con vidrieras de impresionante cromatismo, lo qué la convierte en un espectáculo luminoso y sobrecogedor. Tiene planta de tres naves y un crucero de otras tres, que se evidencia en el exterior, pues las portadas del crucero tienen tres pórticos, como la de la fachada de los pies. Tiene otra nave transversal adosada al crucero entre este y el deambulatorio, que se despieza en tramos trapezoidales clásicos y presenta capillas poligonales radiales al exterior. Las dos torres adosadas a la fachada a los pies del templo son robustas y muy elevadas, sostenidas por macizos contrafuertes que recorren la torre de arriba abajo. Tanto en el interior como en el exterior presenta notable parecido con la Catedral de Reims.