7. Fachada de la Catedral de Toledo
Es uno de los monumentos más interesantes y complejos del arte español, tanto por su intrínseca belleza como por la enorme cantidad de obras de arte que alberga entre sus muros. También se edificó sobre los restos de algún otro edificio anterior, del que solo conservamos confusas noticias documentales. La comenzó hacia 1226 el maestro Martín y fue continuada en la segunda mitad del siglo por otro maestro llamado Petrus Petri, muerto hacia 1290 y que sería quien, con toda seguridad, acometería la empresa de la cubierta. La Catedral es, pues, obra del siglo XIII, como la burgalesa. Pero las naves laterales continúan levantándose en el siglo XIV, así como las obras del claustro y de la torre, y hasta el XV (1444) no pudo verse terminada la fachada principal que ahora contemplamos. Es una fachada de tres pórticos con decoración de castillos y leones sobre un esquema de ajedrezado. Aunque se proyectaron dos torres, no pudo concluirse más que una robusta e impresionante, de gran altura, obra ya del siglo XV.