Notas
[1] (Se hallarán mayores datos sobre los autores y obras citadas en el texto consultando la Referencia Bibliográfica.). <<
[2] Jorge Luis Borges, Obras Completas, pág. 808, Ediciones Ernecé, 1969. <<
[3] Selecciones de On Having No Head por D. H. Harding. Prennial Library, Harper & Row, Publicadas por acuerdo con la Sociedad Budista, 1972. Reproducción autorizada. <<
[4] «Rediscovering the Mind», pot Harold J. Morowitz. En Psychology Today, Agosto de 1980. Reproducido con autorización del autor. <<
[5] De «Computing Machinery and Intelligence», Mind, Vol. LIX, N.º 236 (1950). Reproducción autorizada. <<
[6] Es posible que tal punto de vista sea herético. Santo Tomás de Aquino (en la Summa Theological), citada por Bertrand Russell en su Historia de la filosofía de Occidente (Nueva York, Simon & Schuster, 1945), página 458, dice que Dios no puede hacer que un hombre no tenga alma. Pero puede ser que no se trate aquí de una verdadera restricción a los poderes de Dios, sino simple consecuencia del hecho de que el alma de los hombres es inmortal, y por lo canto, indestructible. <<
[7] Esta selección apareció en «Metamagical Themas: A coffeehouse conversation on the Turing test to determine if a machine can think», en Scientific American, mayo 1981, págs. 15-36. <<
[8] (Ver Selección 22, «Mentes, Cerebros y Programas» pág. 478.). <<
[9] Pasaje de «The Legend of the Three Story-Telling Machines», de The Cyberiad, Stanislaw Lem, traducción de Michael Kandel. Copyright 1974 por The Scabury Press. Inc. Reproducida con autorización de la Continuum Publishing Corporation. <<
[10] Pasaje de The Soul of Anna Klane, por Tenel Miedaner, Copyright 1977. Church of Physical Theology, Ltd. Reproducción autorizada por Coward, McCann & Geoghegan, Inc. <<
[11] Extracto de The Soul of Anna Ktane, por Terrel Miedaner. Copyright 1977, por Church of Physical Theology, Ltd. Reproducido con autorización de Coward, McCann & Geoghcgan, Inc. <<
[12] Extracto de On Not Knowing How to Live, por Allen Wheelis, Copyright 1975 pot Allen Wheelis. Reproducido con autorización de Harper & Row. Editores. <<
[13] Extracto de The Selfish Gene, por Richard Dawkins. Copyright Oxford University Press 1976. Reproducción autorizada por Oxford University Press. <<
[14] No confundirla con la galaxia Andrómeda, distante 2 000 000 de años luz de la Tierra. <<
[15] Las selecciones de Stanilaw Lem en esta obra comparten todas esta cualidad. Ver especialmente la Selección 18, The Seventh Sally… <<
[16] De Gödel, Escher, Bach: an Eternal Golden Braid, de Douglas R. Hofstadter. © 1979, Basic Books, Inc. Reproducción autorizada por Basic Books, Inc., editores. <<
[17] Ver Selección 25, «Pesadilla epistemológica» con la historia en que aparece una máquina que supera a una persona en la «lectura del cerebro». <<
[18] Exttacto de Brainstorms: Philosophical Essays on Mind and Psychology, por Daniel C. Dennett. Copywright 1978 de Bradford Books, Editores. Reproducción autorizada por los editores. <<
[19] Stud»: macho, padrillo. <<
[20] Como en el famoso trabajo sobre ideas Twin Earth de Hilary Putnam. Ver «Bibliografía». <<
[21]En Brainstorms. <<
[22] Extracto de Beyond Rejection por Justin Leiber. Copyrighr 1960 por Justin Leibet. Reproducción autorizada por Ballantyne Books, División de Random Hause, Inc. <<
[23] Extracto de Software, por Rudy Rucker. Copyright 1981, por Rudy Rucker, la novela completa Software fue publicada por Ace Books, New York, en 1981. <<
[24] Aficionado al «bop», o música propia de los adolescentes y aplicado a sus actitudes, modas y actividades. (N. del T.). <<
[25]© 1968 por Christopher Cherniak. <<
[26] «La séptima Sally», de The Cyberiad, por Stanislaw Lem, traducción al inglés de Michael Kandel. © 1974 de la Seabury Press, Inc. Reproducción autorizada por «The Continuum Publishing Corporation». <<
[27] Extracto de Even Cowgirls Get the Blues, por Tom Robbins, págs. 191-192. Copyright 1976, Tom Robbins. Reproducción autorizada por Bantam Books. <<
[28] «Non Serviam», de A Perfect Vacuum: Perfect Reviews of Nonexistent Books, por Stanislaw Lem. Copyright de la traducción al inglés 1979. 1978 de Stanislaw Lem. Reproducción autorizada por Harcourt Brace Johanovich, Inc. <<
[29]Credo quia absurdum est (Nota del profesor Dobb al texto). <<
[30] Jerry Fodor, «El solipsismo metodológico considerado como estrategia de investigación en la psicología cognoscitiva», (Ver Bibliografía). <<
[31] «Is Good a Taoist?», de The Tao is Silent, por Raymond M. Smullyan. © 1977, Raymond M. Smullyan. Reproducción autorizada por Harper & Row Publishers, Inc. <<
[32] Jorge Luis Borges: Obras Completas, página 451, Editorial Emecé, 1974. <<
[33]Minds, brains and Programs, por John R. Searle de The Behavioral and Brain Sciences, Vol. 3 © 1980, Cambridge University Press. Reproducción autorizada por la Cambridge University Press. <<
[34] Asimismo «comprensión» implica tanto la posesión de estados mentales (intencionales como la verdad, validez, éxito de estos estados). Para los fines de nuestra discusión nos interesa tan sólo la posesión de los estados. <<
[35] Intencionalidad es por definición aquella característica de ciertos estados mentales por la cual dichos estados se dirigen hacia ciertos objetos, o alrededor de cienos objetos y estados de cosas en el mundo. Así las creencias, deseos e intenciones son estados intencionales. Las formas no orientadas de angustia o de depresión no lo son. <<
[36] Debo agradecer a un gran número de personas por haber analizado conmigo estas cuestiones y por haber vencido mi ignorancia frente a la inteligencia artificial. Desearía mencionar especialmente a Ned Block, Hubert Dreyfus, Roger Schank, John Haugeland, Robert Wilensky y Terry Winograd. <<
[37] «Un dualista infortunado», de This book Needs No Title, por Raymond M. Smullyan © 1980 por Raymond M. Smullyan. Ed. Prentice-Hall, Inc., Englewood Cliffs, N. J. <<
[38]«¿Cómo es ser murciélago?» por Thomas Nagel, apareció en The Philosophical Review, Octubre de 1974. Reproducción autorizada por el autor.
*Ver las referencias de Nagel en nuestra Bibliografía. <<
[39] Tal vez no sea posible en realidad la existencia de tales robots. Tal vez algo con complejidad suficiente para comportarse como una persona tendría experiencias. Pero en caso de ser esto verdad, no es posible determinarlo simplemente mediante un análisis del concepto de experiencia. <<
[40] No es equivalente a aquello ante lo cual somos incorregibles, tanto por no ser incorregibles en cuanto a la experiencia como porque la experiencia existe en animales sin lenguaje y sin pensamiento, carentes del todo de creencias relativas a sus experiencias. <<
[41] Por «mi propio caso» entiendo no exclusivamente «mi propio caso» sino más bien las ideas mentalistas que aplicamos en forma no problemática a nosotros y otros seres humanos. <<
[42] Por consiguiente la forma analógica de la expresión en inglés What is it like —cómo es— no significa a qué se parece (en nuestra experiencia) sino más bien, «cómo es para el sujeto mismo». <<
[43] Cualquier ser extraterrestre inteligente totalmente diferente de nosotros. <<
[44] Quizá sea más fácil de lo que yo imagino transcender barreras entre las especies con ayuda de la imaginación. Por ejemplo, los ciegos son capaces de detectar objetos próximos mediante una forma de sonar, el uso de chasquidos vocales o los golpes secos de un bastón. Quizá si supiésemos cómo es esto, podríamos por extensión imaginar aproximadamente cómo es poseer el sonar tanto más refinado de un murciélago. La distancia entre nosotros y otras personas y otras especies puede situarse en cualquier punto de un «continuum». Aun para otras personas la comprensión de cómo es ser ellos es sólo parcial y cuando pasamos a especies muy diferentes de la nuestra, es posible que haya, con todo, un grado de comprensión parcial aunque menor. La imaginación tiene una flexibilidad notable. Pero mi punto de vista no es que no podamos saber cómo es ser murciélago. No planteo tal problema epistemológico. Quiero decir más bien que hasta para formarse un concepto de cómo es ser murciélago (y saber a fortiori cómo es ser murciélago) es necesario adoptar el punto de vista de un murciélago. Si podemos adoptarlo en forma aproximada, o parcial, la propia concepción de murciélago será también aproximada o parcial. O por lo menos, tal es la impresión en nuestro estado presente del conocimiento. <<
[45] Es posible plantear el problema como estoy por hacerlo aun cuando sólo sea posible establecer la distinción entre descripciones y puntos de vista más subjetivos o más objetivos dentro de un punto de vista humano más amplio. No acepto este tipo de relativismo conceptual, pero no es necesario refutarlo para señalar que la reducción psicofísica no puede ser satisfecha mediante el modelo subjetivo-a-objetivo familiar en otros casos. <<
[46] El problema no es que cuando contemplo la Mona Lisa mi experiencia visual tiene determinada cualidad, de la cual no es posible observar el menor rasgo si alguien observa mi cerebro. Aunque realmente observase allí una diminuta imagen de la Mona Lisa, no tendría razón para identificar dicha imagen con la experiencia. <<
[47] La relación no sería, entonces, necesaria, como la de causa y efecto particular. Necesariamente sería verdad que determinado estado físico se sienta de determinada manera. Kripke (1972) afirma que los análisis conductistas causales y otros semejantes fallan porque interpretan, por ejemplo, «dolor» como el nombre simplemente necesario para «dolores». El carácter subjetivo de una experiencia(su cualidad fenomenológica inmediata, como lo llama Kripke, Pág. 340) es la propiedad esencial que dejan tales análisis y la cualidad en virtud de la cual es, necesariamente, la experiencia que es. Mi punto de vista está muy próximo al de este autor. Al igual que Kripkc, hallo incomprensible la hipótesis de que un estado general deba tener necesariamente cierto carácter subjetivo, a menos que se me ofrezcan otras explicaciones. No surge tal explicación de las teorías que consideran necesaria la relación mente-cerebro, pero tal vez existan otras alternativas aún por descubrir.
Una teoría que explicase en qué forma es necesaria la relación mente-cerebro nos dejaría siempre frente al problema de Kripke de explicar por qué a pesar de este hecho, aparece como condicionada. Para mi mudo de ver esta dificultad es insuperable, por la siguiente razón, podemos imaginar algo representándolo perceptual, simpatética, o bien simbólicamente. No intentaré explicar cómo funciona la imaginación simbólica, pero parte de lo que sucede en los otros dos casos es lo siguiente: para imaginar algo perceptualmente, nos colocamos en un estado consciente semejante al estado en que estaríamos si lo percibiéramos. Para imaginar algo simpatéticamente nos colocamos en un estado consciente semejante al de un mismo algo (sólo es posible usar este método para imaginar hechos y estados mentales nuestros o ajenos). Cuando tratamos de imaginar un estado mental que ocurre sin su estado mental concomitante, comenzamos por imaginar simpatéticamente la existencia de ese estado mental, es decir, nos ponemos en un estado que no tenga conexión con el primero, un estado semejante a aquél en el que estaríamos si percibiésemos la no ocurrencia del estado tísico. Cuando la imaginación de los rasgos físicos es perceptual y la de los rasgos mentales, simpatética, nos parece que podemos imaginar cualquier experiencia como si ocurriese sin su estado cerebral asociado, y viceversa. La relación entre ellos aparecerá como condicionada aun cuando sea necesaria, a causa de la independencia de los tipos de imaginación dispares (El solipsismo, dicho sea de paso, es el resultado de que interpretemos la imaginación simpatética como si funcionase como la perceptual. En tal caso parece imposible imaginar ninguna experiencia que no sea la propia.). <<
[48] Ver Davidson (1970), aunque no comprendo el argumento contra las leyes psicofísicas. <<
[49] Los mismos comentarios se aplican a Nagel (1965). <<
[50] Esta cuestión es además el meollo del problema de otras mentes cuya estrecha conexión con el problema de mente-cuerpo no se adviene a menudo. Si comprendiésemos cómo la experiencia subjetiva puede tener una naturaleza objetiva comprenderíamos la existencia de sujetos que no somos nosotros mismos. <<
[51] No he definido el término «físico». Es obvio que no se aplica sólo a lo que describimos según los conceptos de la física moderna, puesto que esperamos aún nuevas comprobaciones. Algunos pueden suponer que no hay nada que impida a los fenómenos mentales ser reconocidos por fin como físicos por derecho propio. Peto digamos lo que digamos sobre lo físico, tiene que ser objetivo. Así pues, sí nuestra idea de lo físico se amplía alguna vez para incluir los fenómenos mentales, tendremos que asignar a los mismos un carácter objetivo, lo hagamos o no analizándolos en términos de otros fenómenos considerados ya como físicos. A mi parecer es más probable, sin embargo, que las relaciones físico-mentales se expresen en definitiva en una teoría cuyos términos fundamentales no podrán ubicarse claramente en ninguna de las dos categorías. <<
[52] 1. En cuanto a si la copia realmente eres, aun debe ser provista la prueba.
2. La copia dirá que lo eres. (N. del T.). <<
[53] De Philosophical Fantasies, por Raymond M. Smullyan, de próxima publicación por St. Martin’s Press, N. Y. en 1982. <<
[54]* Chase & Sanborn y Maxwell House, dos conocidas marcas de café en los Estados Unidos. Las dos firmas son competidoras. (N. del T.). <<
[55] «Fiction» de Robert Nozick apareció en Ploughshares, vol. 6, n.º. 3, otoño de 1980. © de Ploughshares, 1980. <<