de todos los rincones del mundo?, somos locos, sí,

locos estamos de seguir soportando los caprichos de la

monarquía de los Castro, Dios, ¿Cuál fue el mal hecho

ser castigados así, qué te hizo el pueblo cubano para que

lo olvides, es demasiado tiempo, apiádate de nosotros,

perdona nuestros pecados, concédenos la paz, detén el

sufrimiento de mis hermanos, muestra tu benevolencia,

acabe esta locura sin odios, ni rencores y la sangre de tus

hijos no manche el suelo de esta isla. Perdónanos.

 

 

La partida de Fernando siempre deja un vacío, los días

juntos son tan intensos, es tan abarcador, tan caballero,

no tengo necesidades económicas, lo contrario, hasta me

decido a comprar un nuevo televisor para la casa, es el

vacío del hombre, somos animales de costumbres, es la

soledad vivida por tanto tiempo, había perdido la costumbre

de dormir con el mismo hombre más de cinco o quizás

cuatro noches seguidas, me siento sola, no deseo salir,

no extraño irme a jinetear, extraño al hombre, se cuela en

mi vida muy sutil, ocupando mi pensamiento más de lo

deseado, siento la soledad.

Quisiera poder seguir mi pensamiento, volar hasta la desconocida

Mallorca, allí reunirme con él, no tengo ni la más

remota idea de dónde queda en el mapa. Sólo la conozco

por sus comentarios, un lugar paradisiaco, perfecto para

el amor, el sitio donde existe la Real Cartuja de Baldemos,

construida alrededor de 1300 a veinte kilómetros al

norte de la bahía de La Palma y las estribaciones de la

sierra de Tramontana, donde vivieron en 1838 el invierno

más intenso de sus vidas Federico Chopin y la controversial

Aurora Lucile Dupin, la escritora conocida como

George Sand, lugar donde ella se inspiró para escribir la

novela ”Un invierno en Mallorca”, mientras él trabajaba en

la composición de sus Preludios y otra pieza, ¿llegaré a

vivir en tan espiritual lugar?

Intentaba acostumbrarme a esta nueva forma de vida, las

llegadas y partidas de Fernando hacían de su vida un

constante ir y venir, mientras la mía se convertía en esperarlo,

vivir intensamente los días cuando estaba conmigo

y despedirlo, era un espacio irregular, nunca sabía cuándo

llegaba, vivía en una eterna espera, siempre esperando

a tocaran la puerta y fuera él, como una moderna Penélope.

En sus distintas visitas fui conociendo su círculo de amistades

y relaciones financieras, muchos cubanos de alto

rango, nombres conocidos de personas importantes, pero

desconocidos para mí, otros, extranjeros, como él mantenían

relaciones comerciales con el gobierno, en ocasiones

fuimos invitados a cenar a la casa de un desaparecido

dirigente cubano, Enrique Núñez Jiménez, cuya hija,

María Teresa estaba casada con un personaje extraño y

siniestro, Constantino Páez Rosselló, un cubano residente

en Suiza, millonario, con una residencia en el exclusivo

reparto Atabey. Otra hija, Lupe María, casada con un chileno

de nombre Max “El Guatón” Marimbeo, presidente

fundador de la corporación Cimex, el hombre que introdujo

en el país las crías de Ocas, tan populares en los

años 80, el estado mayor de la DAAFAR dirigido en esa

época por el General del Pino, tenía su granja de crianza

muy cerca de la prisión de mujeres, Nuevo Amanecer, un

restaurante especializado en este plato se hizo en el residencial

Wajay, fue todo un éxito.

Este Guatón, fue el jefe de la escolta de Salvador Allende,

ambos muy amigos de Fidel, con grandes influencias

en el estado. Los hombres encargados de las finanzas

del comandante, sus apoderados, las caras visibles de

los entretelones financieros, los cuales han hecho posible

su inmensa fortuna, sin embargo no hay conexión con su

nombre, toda ésta madeja hace imposible que se pueda

comprobar. Lilo, la más pequeña estaba casada con un

trovador, alternando su trabajo de funcionaria de la fundación

creada por su padre “El hombre y la naturaleza”

con la de modelo en “La Maison”, el mismo lugar donde

conocí a Fernando.

Increíble sorpresa descubrir existe otra categoría de jineteras,

no sólo eran “las chancleteras” o “las en pullas”,

ahora descubría la etapa superior del “jineterismo cubano”,

“la hija del dirigente”, “las jineteras gubernamentales”,

hasta la hija del general Raúl está casada con un

extranjero, claro, éstas no se paraban en el Malecón, éstas

conseguían “sus puntos” en los palacios del gobierno,

en las fiestas ofrecidas por el eterno comandante, en

los vínculos familiares con los inversionistas extranjeros,

donde estaba permitido y autorizada la reunión con los

extranjeros, no así para los otros cubanos, los de a pie,

los de padres vivos, pero huérfanos de ilustres apellidos

revolucionarios. Con Fernando descubría lugares inimaginables,

pero también descubría las cosas impensables

del decadente sistema cubano, era el triste despertar de

mi infortunada conciencia revolucionaria, nunca lo fui,

pero a veces dudaba creyéndome equivocada, no éramos

iguales, pero quizás bastante parecidos. A pesar de

ir descubriendo algunos de sus vínculos en el país siempre

pensaba, cuál será la nueva sorpresa.

Existían otras las cuales no imaginaba, la mayor de todas

me la dio Anita. Ella mantenía su relación bastante estable

con Armando, la ayudaba, no necesitaba salir a la calle,

además la situación estaba bien caliente, no acababa

la persecución y las recogidas de las jineteras, pero la

“amistad” con Mailyn seguía en aumento, se veían bastante

a menudo, dos o tres veces a la semana pasaban

el día juntas, incluso días de reunirse sólo las tres, no lo

niego, a veces me unía a la fiesta, pero entre ellas dos

nació una “relación”, se entendían bastante.

Era el mes de septiembre, Fernando quién sabe en qué

lugar del mundo se encontraba, estaba en casa, sola, con

Marian. Anita llega impetuosamente, me pregunta si conozco

a alguien con suficiente dinero para pagar dos mil

dólares por una visa familiar para España, Mailyn tenía

un contacto en la embajada y las visas eran seguras, si

pedíamos algo por arriba nos podíamos buscar un billetico,

me infarté, siempre he sido muy cobarde para involucrarme

en problemas con el gobierno, si me pides lleve

un paquete y me pagas bien, no lo pienso, esto si me

daba miedo, sé muy bien si te cogen como está la situación

además de agente de la CIA, te acusan de jinetera,

tráfico de personas y de cuanto más se les ocurra a ellos,

después te echan ciento cincuenta años por la cabeza, te

desaparecen la llave y no sales nunca más.

―Suave, suave, explícame bien la cosa, cómo es la película.

―Nada, tú sabes esa gente está conectada, según dice

Mailyn, Alain es amigo del cónsul español, él puede resolver

visas familiares para la salida de una familia completa,

ellos piden dos mil dólares, si sabemos de alguien de

confianza, le hablemos y nos busquemos algo, es seguro,

legal y no hay ningún lío.

―Ay Anita, cuánta desconfianza me da, tú lo sabes, estoy

traumatizada con las amistades de Fernando, no sé,

me da un miedo del carajo.

―Vamos, deja la paranoia, no va a pasar nada, la ponemos

a ella en contacto con quien sea, nosotros nos quitamos

del medio, cuando le paguen, ella nos da nuestra

parte y se acabó.

―No sé, veamos a ver si se me ocurre alguien con ese

dinero y sea de confianza.

No coordinaba las ideas en mi cabeza, cómo era posible

estas gentes vendieran visas, sé muy bien aquí se hacen

muchas locuras para poder salir del país, pero ese contacto,

por esa cantidad de dinero, no me dejaba pensar

claro.

Pensamos, encontramos, Roberto siempre ha estado

loco por irse, pero no quiere dejar a la esposa Carmita y

al niño detrás, tiene de donde sacar el dinero. Su papá,

un antiguo oficial, combatiente de la sierra, es el gerente

de un almacén en la zona franca del Wajay, Roberto, en

otra firma también trabaja en la zona franca, le pagan en

dólares, además de las mil triquiñuelas hachas, aunque

lo nieguen cobra sus comisiones, sabemos muy bien tienen

dinero para esto y los deseos no le faltan.

Esperaremos su llegada del trabajo, le montamos guardia,

en cuanto llega lo llamamos, le hablamos, está súper

embullado, es un buen precio dice, más que incluye a los

tres.

―Después les digo, déjame hablar con los viejos y Carmita.

Anita se va llena de ilusiones, le prometí los quinientos

dólares de ganancia serán para ella, la verdad, en este

momento no los necesito.

 

 

El día veinte llega, me vuelvo una niña, las mariposas revoletean

alrededor mío. Ha estado casi un mes fuera, lo

extraño, su presencia me despierta, pienso, el amor existe,

inclusive para las putas. Lo deseo tanto, no lo niego,

deseo tener sexo, pero el sólo hecho de verlo me hace

feliz, siempre que regresa y me busca reaviva la idea de

irme a su maravillosa islita, verlo me acerca más al sueño

de escapar de las penurias revolucionarias, estoy radiante,

él lo nota y sonríe mientras me mira con sus ojitos

de gitano rebuscando en lo más profundo de mis pensamientos.

Fernando ha traído un encargo, cinco trajes mandados

a Fidel por su sastre particular, una señora holandesa,

siempre me asombra con algo, esto es más que una sorpresa,

sigo sin saber cuáles son sus vínculos, pero deben

ser muy grandes, quizás sea la razón por la que podemos

ir a los distintos lugares que visitamos en cada viaje,

siempre conocemos un lugar diferente, un lugar el cual

no es para los turistas comunes, cuidados por tropas del

MININT, con características especiales, sólo para nosotros,

nadie más, servicio exclusivo. Es un misterio, quizás

nunca lo descubra.

Los días pasan volando, entre paseos, esperarlo en la

habitación, conocer nuevas personas, descubrir nuevos

lugares.

Nos reunimos con alguien nuevo, alguien necesitado de

la experiencia de Fernando para un proyecto del Grupo

Rumbos, quieren abrir una cadena de restaurantes cubanos

en las ciudades mexicanas fronterizas con EE.UU,

además un proyecto ambicioso en la ciudad de Tijuana,

abrir un centro comercial donde sólo se vendan productos

cubanos, con la idea de que los cubanos de Estados

Unidos si lo deseen puedan ir a este lugar a buscar las

cosas que extrañan en el exilio, de esta forma romper el

bloqueo, Fernando promete hacer un estudio de mercado

y factibilidad, les dará una respuesta antes de fin de año.

―¿Es posible o sólo una idea loca? ―le pregunto cuando

salimos de la “modesta residencia”, donde vive este

funcionario.

―Sí, es posible, no es tan absurda, sólo algo no saben,

los cubanos de Miami consumen el café Pilón o el Bustelo,

tan bueno o mejor que el Cubitas, ¿qué pueden ellos vender

en el centro comercial?, ¿Cuáles serían los productos

a comercializar, rones, guayaba, tabacos?, en Miami y

en todos los EE.UU., existe un mercado tan grande de

estos productos ya los cubanos no los extrañan, la época

Miami americana y no existían los productos latinos es

tan lejana como el recuerdo de ustedes por un bistec de

res, además al mercado mejicano no le interesa los productos

cubanos, existen en México una inmensa variedad

de productos de Centroamérica, no sería novedoso,

éste es sólo el sueño de otro oficial desmovilizado de las

fuerzas armadas convertido en capitalista y ansiando vivir

en el extranjero. Suponiendo, si logran abrirlo, logren

echarlo andar, ¿serían capaces de mantenerlo abastecido

sin productos en falta?, si muchas veces aquí no lo

logran, cómo lo lograran tan lejos. Si llega a funcionar

en cuanto el gobierno de los EE.UU. descubra están entrando

por la frontera productos cubanos los prohíben y

los decomisan, lo otro, es ver cual “compañero” ponen

al frente del negocio y no los traicione, llevándose todo

el dinero de las ventas antes de cruzar la frontera, aquí

no pueden confiar en nadie, no importa si es un oficial en

activo o desmovilizado, cualquiera traiciona. Desde que

Manolito, un viceministro del SIME se quedó en Madrid

con un millón de dólares en efectivo llevados para comprar

componentes para el desarrollo de los ómnibus de

turismo ensamblados en las fábricas de ómnibus Girón

de Guanajay y el Vedado, cualquiera se pierde con un

portafolio cargado de efectivo y mucho más fácil cerca

de la frontera con EE.UU. En cuanto a la cadena de restaurante

Rumbos, es muy difícil luchar contra las grandes

cadenas de comida rápida existentes en los EE.UU.

―¿Qué vas a hacer, le responderás?

―Nada, dentro de un par de meses le hago un informe

donde diga las cosas que él desea escuchar, con algunos

peros, él feliz, ilusionado, esperando su brillante idea sea

aprobada, la idea se queda en alguna gaveta guardada,

si alguien piensa “es posible para sí”, la hace suya, comenzando

el ciclo nuevamente, olvídalo.

 

Este fin de semana nos quedamos en La Habana. El sábado

en la mañana recogemos a mis hijas, vamos a la

playa El Salado, los señores van a correr karting en la

pista “Coco mar”, enfundados en sus trajes se disponen

a competir en la carrera de estos pequeños y veloces

autos, en el lugar se reúnen un grupo de corredores y

fanáticos de la velocidad, es la “Copa Cubanacán”. Fernando,

a mi lado, trata de actualizarme en los detalles de

la competición y los autos, Alain es uno de los corredores,

usa el número “4” en su uniforme, conozco a Ángel y a su

esposa Martha, otro de sus hermanos, es un apasionado

de los autos y las carreras. Nos pasamos el día en el lugar,

al atardecer, cuando termina nos vamos todos juntos

al Club Habana, un lugar resucitado de sus ruinas, fue

por muchos años la ESPA, hoy uno de los más exclusivos

centros de la ciudad, perteneciente al complejo Palacio

de las Convenciones, dirigido por el genio capitalista

Abraham Maciques.

Las niñas contentas, han pasado un día fabuloso, lejos

de la casa, en un mundo diferente, saciaron sus deseos

de ver algo no sea igual al patrón diario, algo para contar

cuando lleguen el lunes a la escuela. A pesar de que

cuando Fernando no está las saco, no es igual, las limitaciones

sociales son peores a las económicas, hoy no

existe la barrera… “no pueden pasar, sólo para turistas”…

hoy están todas las puertas abiertas.

Dejamos a las niñas en casa, después del baño nos sentamos

en el balcón de la habitación del hotel, mientras

bebemos vino, disfrutamos de la brisa del Malecón, Fernando

fuma un Cohíba Lancero, conversamos de temas

intranscendentes. Como es costumbre, me entrega algo

y sin avisar me pregunta.

― ¿Estás divorciada, casada, cuál es tu estatus social?

―Casada.

―Cuando me vaya, empieza a encaminar los papeles,

quiero nos casemos el día de tu cumpleaños.

La sorpresa no me deja abrir el pequeño joyerito, donde

un anillo formalizaba su pedido y nuestra relación.

¿Vaya manera de formalizar un matrimonio?, muy de él,

por suerte falta tiempo para el primero de enero, aún estoy

casada con Alfredo, no está en Cuba, se quedó en

España, desapareció, nunca se supo de él, me veo luchando

contra el laberinto burocrático institucionalizado

existente en el país, sólo de pensarlo estoy agotada de

trámites y re trámites, no tengo opción para escoger, debo

hacerlo.

 

 

El día después de su partida comienza la agonía, el abogado

del bufete colectivo alega: “no puede hacer nada por

no estar Alfredo en el país”, debo buscar una certificación

de salida y no regreso, ésta me la entrega Inmigración en

unas oficinas existentes en la calle Morro, frente al Museo

de la Revolución, exactamente frente al parque donde

está el yate Granma, “el barco más grande del mundo”,

embarcó a millones de cubanos, con esta certificación se

entablaría la demanda de divorcio por abandono del conyugue.

Las gestiones no importan, las enfrento llena de optimismo

y alegría, al fin se acabarían mis angustias, me voy

a casar, voy a escapar, mis hijas tendrán una ilusión en

su vida, su futuro lo pueden construir ellas, no dependerá

como el mío de alguien, de un hombre te saque de la calle

cambiando tu vida. Sólo falta Fernando, el caballero conocido

en Cuba sea el mismo fuera, por eso siempre insinúo,

“si no salimos las tres, no me voy, no dejo a mis hijas

atrás”, juntas nos cuidaremos, defenderemos, juntas nos

daremos aliento si algo sale mal, se han dado muchos

casos extraños de jineteras saliendo de Cuba casadas y

llenas de ilusiones, al llegar a su nuevo mundo descubren

una realidad peor a la vivida hasta hora, descubren su

amante esposo no es más que otro vulgar proxeneta, la

sacó sólo para llevarte a trabajar a un burdel, la única forma

posible para escapar de esta situación es pagándole

una suma, según él, son los gastos incurridos contigo,

si te niegas, te reporta en las oficinas de inmigración, en

el año 1985 existían prostitutas cubanas en burdeles de

Nairobi, Kenia, ves anuncios en periódicos europeos de

chicas cubanas con epítetos bien ardientes, hasta chicos

se anuncian en estos clasificados, otras las han matado,

como una chica de la calzada del Cerro, otras desaparecen

sin que su familia sepa cómo, ni dónde están,

perdidas en los cuatro puntos cardinales de este mundo

inmenso.

Claro, existen otras a las cuales sus vidas cambiaron para

bien, hoy son esposas ejemplares de hombres decentes

y buenos. Conozco muchachas de los más intrincados

campos cubanos casadas con ingenieros de la empresa

francesa GGGT, hoy viven en Francia donde son señoras

de familias respetadas, en Turquía, en países árabes,

africanos, la cuñada de Artie se casó y vive en las

Islas Seychelles, también las hay tan acostumbradas a

ésta vida que no pueden salirse, una chica del pueblo de

Esmeralda, en Camagüey se casó, su esposo le compró

una casa a sus padres en la ciudad, fue a vivir a Francia,

siempre que tiene una oportunidad de viajar a Cuba la

aprovecha para seguir jineteando en La Habana, ahora

mucho más fácil pues tiene pasaporte francés, no la detienen

en la puerta de ningún lugar. Son muchas las que

se unieron a este ejército, por una sola razón, escapar,

mujeres estudiadas son profesionales sin futuro, cuando

usted tiene un sueño, hace lo imposible por conseguirlo,

éste era su sueño, no se atrevían a lanzarse al mar, no

tenían ayuda familiar para escapar, ésta es la manera de

conseguirlo. Otro logro revolucionario, se putea por la esperanza

de emigrar, además por hambre y necesidades.

Espero me pueda contar en el grupo de las suertudas con

buenos esposos.

 

El domingo 31 de octubre estamos invitados a la inauguración

de La Feria Internacional de La Habana, Fernando

tiene un espacio exhibitorio en el pabellón español,

hoy es sólo por invitación, para el público abre mañana,

en honor a la invitación me disparo las acostumbradas

parrafadas del comandante invencible, donde elogia los

logros revolucionaros, sólo existentes en su imaginación

o los informes mentirosos y complacientes hechos por

su servil corte de ministros y funcionarios revolucionarios

aduladores, sumisos, temerosos de perder su tajada en

la repartición de riquezas y favores compartidos según

los deseos y caprichos de su Dios terrenal.

Se acercan muchos a saludarnos, Fernando es un próspero,

exitoso y envidiado capitalista, con estrechos vínculos

con el gobierno, muchos quieren estar en su círculo

de allegados, para unos soy la compañera, para otros la

novia. Nunca fui la clásica jinetera del Malecón, siempre

traté de vestirme dentro de mis posibilidades sin extravagancias

ni desnudeces provocativas, ahora mi vestidor se

ha enriquecido con muchos trapos aportados por Fernando

en cada viaje, elegantes, vistosos y distinguidos para

cada oportunidad. Él se encarga de asesorarme, muchas

veces a la hora de salir, se ha propuesto convertirme en

una señora, para cuando llegue a España y me rodearme

con su círculo.

Hoy visto como una distinguida ejecutiva de Wall Street,

nadie imaginaria que hace menos de un año me revolcaba

en la cama de cualquier turista por un puñado de dólares.

Las distinguidas esposas me tratan con mucha distinción,

quizás me confunden con la hija de alguien, me saludan

respetuosamente mientras desde lejos me observan libidinosos.

Me siento fuera de lugar, hay demasiadas muestras

de hipocresía, además quieren proponerle el negocio

del año, es un interminable intercambio de tarjetas al estilo

de los más altos y exitosos negociantes neoyorquinos,

no deja de sorprenderme el comportamiento capitalista

de mis compatriotas.

Es una semana tensa, la feria es absorbente en tiempo

y dedicación, me encuentro con viejas amigas, muchas

usan el lugar como área de pesca, la gran cantidad de

extranjeros reunidos hacen un buen sitio para el ligue, no

voy todo el día, prefiero ir en la tarde cuando el ambiente

es más fresco y relajado, cuando llega la hora del cierre

corre la cerveza y el ron, los mejores negocios se concluyen

con altos niveles de alcohol. A la salida, en la noche,

la fiesta continúa en muchos sitios de la ciudad.

Al final, se declara “es la más exitosa desde su fundación”,

“fue visitada por más de unos cuantos miles de personas,

se cerraron negociaciones por encima de muchos millones

de dólares”, ¿cuánto será verdad,? no lo saben ni

ellos, lo que sí se sabe, la feria es una buena oportunidad

para el trabajo, hay muchos corceles nuevos, deseosos

de conocer las bondades de nuestras mulatas, ellas dispuestas

y complacientes para el intercambio, se cierran

los mejores negocios, “en el tú me das, yo te doy”, placer

por dinero, al final cuando termina en algunas ha nacido

la ilusión de conseguir su pasaje al futuro, para otras, sólo

unos dólares en la cartera, para seguir luchando sin perder

la sonrisa, ni la esperanza “en la próxima será”.

Pasar la semana en la feria me deja agotada, los días

han estado llenos de actividades hasta muy tarde en la

noche, Fernando está corto de tiempo, el martes regresa

a España, se acerca el fin de año teniendo muchos

compromisos para cumplir. Tengo infinidad de cosas por

resolver, aún no tengo respuesta a mi trámite de divorcio,

el abogado presentó las certificaciones de Inmigración al

tribunal pero no ha bajado la sentencia, el decadente sistema

legal socialista es como el laberinto del Minotauro,

imposible de recorrer si no llevas una madeja de hilo para

marcar el camino de regreso, esperar, sólo esperar es su

respuesta.

 

 

En la espera no todo es malo, Roberto escapará a España,

tiene fecha de vuelo para el 20 de diciembre, se decidieron

a comprar las visas por los dos mil quinientos dólares,

se van los tres e incluyeron a su mamá en el viaje,

como sus padres están divorciados no perjudica al padre

de Roberto su salida. Anita está contenta, los quinientos

dólares ganados con la venta de la visa siempre vienen

bien, mucho más cuando no hay que sudarlos.

 

Es 16 de diciembre, víspera de San Lázaro, el viejo protector

de muchos cubanos, la actividad religiosa más

grande de la nación, se le fue de las manos al régimen,

miles de cubanos de los más diversos rincones del país

se preparan para los festejos, sin ser oficiales, son permitidos,

protegidos y apoyados por el gobierno y la policía,

sobre todo en La Habana donde miles de fieles pagan

sus promesas con visitas al santuario situado en un viejo

leprosorio en el poblado de El Rincón, a las afueras de la

ciudad.

Mi hija Marian nació con problemas, se la encomendé al

milagroso Babalu Ayé, desde entonces visito su iglesia,

como en años anteriores me preparo a pagar mi deuda,

ir caminando desde mi casa, nos reunimos un pequeño

grupo de amistades, Anita, mi padrino Rafaelito, el gordo

Jorge, Chachi, son alrededor de veintiséis kilómetros entre

los dos lugares, por suerte en esta fecha no hace el

calor de los meses de julio y agosto. Para el regreso, la

parte más mala, Armando ha prometido recogernos en el

parque de Santiago de las Vegas a las dos de la madrugada,

estaremos en la iglesia hasta terminar la misa que

inicia los festejos a la medianoche.

Cerca de las seis de la tarde echamos a andar, anochece,

iremos por toda la calle 114 hasta la CUJAE, continuamos

por la nueva autopista, nos llevara a la terminal

tres del aeropuerto, bordeándolo hasta llegar a la avenida

de Rancho Boyeros, permaneceremos en esta vía hasta

llegar al poblado de Santiago de las Vegas, de ahí, continuar

por la carretera de El Rincón hasta la iglesia. Esto

nos llevará cerca de cinco horas de marcha sin parar, la

noche es fresca, se hace más fácil caminar.

Cuando llegas a la avenida Rancho Boyeros empiezas

a ver la cantidad de personas que como tú, hacen el camino

de El Rincón. Ya en Santiago de las Vegas es mayor,

pero cuando pasas el paradero de ómnibus la vía

se estrecha, convirtiéndose en el último tramo, son entre

cuatro y cinco kilómetros, en ese momento es cuando tienes

una visión real del significado de San Lázaro para

los cubanos, a partir de este lugar es donde comienza

el pago de las verdaderas promesas, personas de todas

las razas, sexos y edades, encuentran las maneras más

disimiles de pagar promesas, vestidas de saco de yute,

como muestra de pobreza, con cruces tan grandes como

los hombres que las cargan, piedras y troncos atados

a los tobillos, descalzos, caminando de rodillas con los

pantalones remangados, lo inimaginable lo ves en este

lugar, según la propaganda oficial el cubano es un pueblo

marxista, donde no hay espacio para las religiones, para

ellos “la religión, es el opio de los pueblos”, aquí ves lo

contrario, miles de personas vienen, ¿se imaginan? con

las dificultades existentes venir a pagar una promesa o

sólo por rendir tributo al santo.

Cuando llegas a la iglesia está abarrotada, no puedes dar

un paso, el olor a tabaco, velas y flores predominan, llegar

al altar es imposible, ahí donde logras pararte, te quedas

rodeada de personas desconocidas, pero fervientes

creyentes de los milagros del viejo, a las doce en punto

comienza la misa, las conversaciones y el alboroto tan

propio de los cubanos da paso al respeto, el silencio de

los reunidos es solemne, las velas encendidas dejan correr

su cera por las manos, sólo escuchas el sermón del

padre, donde eleva sus plegarias por el bienestar, el fin

de la interminable pesadilla, los sufrimientos, separaciones,

prisiones, miserias y penalidades vividas por el pueblo

cubano, un llamado a la unidad, a la reconciliación, al

perdón de los hermanos de esta pequeña nación.

Termina, mientras me retiro sigue en mí el recogimiento

a las palabras del padre, salimos embelesados, llenos de

esperanzas e ilusiones.

Al llegar a la calle, regresas a la triste realidad, ¿cómo logras

ir desde la iglesia hasta el pueblo de Santiago, donde

nos recogerá Armando?

El 18 en la mañana sin recuperarme aún de la caminata

me llega un aviso del abogado, al fin tiene en sus manos

la sentencia de divorcio, soy libre, a correr, quedan pocos

días para tramitar la boda. Él está muy interesado en mis

trámites, me dice en ese mismo momento vendrá hasta

la casa a traerme los documentos, le he prometido una

recompensa extra por su preocupación y gestión.

Mientras espero me alisto, quiero ir hoy mismo a la consultoría

jurídica en 16 y 3ra en Miramar, Municipio Playa,

es el lugar creado por el gobierno para casar a sus putas.

Localizo a Osmany, necesito alquilarlo a tiempo completo

para lo que se presente, desconozco si debo desatar algún

nudo gordiano, a pesar de visitar con anterioridad el

lugar y estar al tanto de lo necesitado, creo lo tengo todo.

Aunque siempre pueden pedirte algo más, cotejo la lista

entregada en la oficina contra los documentos reunidos

en estos dos meses.

Trámites legales para la formalización de matrimonios

entre extranjeros y nativos en Cuba.

…Para las personas interesadas en contraer matrimonio

en Cuba, siempre que una de ellas sea extranjera.

La parte extranjera debe presentar certificación de nacimiento,

si es soltero, certificación de soltería. (El documento

caduca a los 6 meses de expedido). Si es divorciado,

sentencia firme de divorcio o certificado de divorcio,

si es viudo, certificación de matrimonio y de defunción del

Cónyuge.

Los documentos deben presentarse traducidos al idioma

español y legalizado por el consulado de Cuba en el país

en que hayan sido expedidos.

De haber sido expedidos en un país donde no exista oficina

consular cubana, deben legalizarse en un consulado

cubano radicado en un país a elección del interesado.

La parte cubana debe presentar su Carnet de Identidad,

si es divorciado, certificación de sentencia de divorcio o

escritura notarial de divorcio, ser viudo, certificación de

matrimonio y de defunción del Cónyuge. Los contrayentes,

cualquiera que fuere su ciudadanía: Certificado médico

que acredite la gestación o no, en caso de que no hayan

transcurrido aún 301 días posteriores a su divorcio.

Acto de Formalización del matrimonio: «Se fija en el momento

de realizarse la solicitud, en atención a los intereses

de los contrayentes, una vez concedida la autorización

por el Ministerio de Justicia de la República de

Cuba».

Los contrayentes deben hacer acto de presencia en compañía

de dos testigos, mayores de edad, que no podrán

tener vínculo familiar alguno con los contrayentes, pudiendo

elegir libremente la forma de vestir para la ocasión. A

solicitud del interesado la ceremonia puede efectuarse en

un lugar distinto al de Consultoría Jurídica Internacional.

Entrega de Certificaciones: «Se entregarán dos certificaciones,

una de ellas debidamente legalizada por el Ministerio

de Relaciones Exteriores de la República de Cuba,

para surtir efectos legales en el extranjero y otra para ser

utilizada en el territorio nacional cubano».

Las Tarifas (No aplican para los paquetes de bodas en

hoteles destino de playa). Por la instrucción del expediente

matrimonial, su formalización y entrega de dos

certificaciones matrimoniales $ 525.00 USD, por el personamiento

del notario fuera de la sede de Consultoría

Jurídica Internacional en horario laboral $100.00 USD.

Por el personamiento del notario fuera de la sede de Consultoría

Jurídica Internacional en horario extra laboral $

150.00 USD, Por la protocolización de certificaciones de

nacimiento, soltería, divorcio o defunción $100.00 USD,

Por la carta invitación para iniciar trámites migratorios

$140.00 USD.

Sí, tengo lo necesario, hasta el dinero para el pago por

adelantado como lo exigen. Pago un pequeño bufete

para un grupo reducido de personas que asistirán a la

actividad, mis padres, mis hijas, algunos amigos, varios

invitados de Fernando, la ceremonia se realizará en un

pequeño salón en “La Maison”, el lugar donde el destino

nos reunió, es increíble, he resuelto en un día, “el compañero

dólar” todo lo puede en este socialista e inmundo

sistema, si pagas bien te venderían hasta el Capitolio.

Regreso a casa feliz, no me cabe ni un alpiste en el c…

Nos casamos el día primero de Enero a las cuatro y treinta

de la tarde. Feliz Cuarenta Aniversario del Triunfo de la

Revolución.

 

 

La prostitución llegó a la isla de Cuba en las carabelas de

Colón, las primeras jineteras fueron las indígenas habitantes

en nuestro país, a cambio de espejos, cuentas de

colores, collares y algunos regalos ofrecieron sus favores

sexuales a los compañeros del Gran Almirante de la Mar

Océano. Más adelante, cuando el adelantado Don Diego

Velázquez conquista la isla, junto con la repartición de

los hatos y corrales llevaba incluida algunas indígenas

para el “servicio doméstico”, fue el primer nombre, al incrementarse

la cantidad de españoles llegados a nuestras

costas, entre los pasajeros incluían mujeres de vida

alegre, éstas, unidas a las esclavas africanas, crearon las

primeras casas de cita, las cuales proliferaron en las ciudades

fundadas por el Capitán General, el negocio siguió

funcionando mientras el país crecía y se desarrollaba, la

cantidad de mujeres de la calle trabajando en estos años

es sorprendente, más si compruebas, de un inicio donde

predominaban las negras traídas de África, poco a poco

fueron sustituidas por nacidas aquí. Las criollas creadas

con la mezcla de sangre india, negra y española son las

nuevas dueñas del placer.

Siempre cuando hablan de los inventos de los españoles

se dicen son tres, los nombran “los no son”:

Las alpargatas, no son tenis, no son zapatos.

Las boinas, no son gorras, no son sombreros.

Las mulatas, no son negras, no son blancas.

Sin dudas éste último fue su mejor invento, su gran aporte

a la sexualidad, las mulatas se caracterizan por su escultural

cuerpo, las cadencias de sus caderas, el movimiento

de sus nalgas al caminar, la armonía y la belleza

de sus facciones, su ardor como amantes y su olor, no

hay en el mundo mujer con las fragancias de su cuerpo,

es exquisito el olor de las mulatas, sin dudas después

se perfeccionó cuando las mulatas se mezclaron con los

emigrantes chinos, estas descendientes tenían mejoras

en el cabello, las facciones chinas daban más belleza a

sus ojos, las vuelve incomparables, es un pena terminara

la inmigración china al país, hoy sus hijas serian la locura

de los nuevos conquistadores. Si Diego Velázquez nos

conquistó “con la espada y la cruz” hoy sus nietos nos

conquistan “con el dólar y el pene”.

Con el inicio de la república el 20 de mayo de 1902 surgen

nuevos corceles, los marines americanos, se crean

zonas de tolerancia como “pajarito”, “el barrio de Colón”,

“San Isidro”, otras de más alcurnias y renombres, como

“El Templo de Marina” ubicado al lado del hotel Sevilla,

tenía incluido el servicio a hoteles de lujo, su cuartel general

radicaba en una casa de tres plantas en la intersección

de las calle Crespo y Amistad, teniendo otras por la

ciudad, fue la puta más famosa de Cuba, así cogimos la

triste fama de ser “el burdel de América”. Cuando los barcos

de la armada norteamericana arribaban a nuestros

puertos buscaban el placer rentado, no sólo sus marines,

gentes de renombre disfrutaban del sexo de nuestras antecesoras,

los calores del trópico, la mezcla de razas, los

eflujos del ron hacen de la Perla del Caribe un paraíso del

placer y la lujuria. “Pero llegó el comandante y mando a

parar”. “Se acabó la diversión”.

En 1959 al entrar Fidel con sus tropas a La Habana, sus

soldados venían “sedientos de sexo”, muchos eran guajiros

(campesinos) desconocedores de la ciudad, entre

los primeros privilegios de los barbudos fue el cine y los

prostíbulos gratis, quizás los dueños pensaban, “de esta

forma no los cerrarían”, se equivocaron.

Empezaron por llevarse a las muchachas a sus casas, las

sacaban de los burdeles y las hacían sus señoras, después

vino el cierre total, Fidel declaró dos batallas victoriosas,

la eliminación del analfabetismo y la prostitución.

Muchas pasaron pequeños cursos para reintegrarse a la

sociedad, se convirtieron en oficinistas, costureras, conductoras,

dirigentes de la Federación de Mujeres Cubanas,

los CDR, etc. Quedan algunas malas cabezas, éstas

nunca olvidaron quiénes son, pero no es institucionalizada,

lo hacen más por el placer del cuerpo, por buenas y

complacientes compañeras, son las guaricandillas o carretilleras.

Las contradicciones siempre existentes en Cuba hacen

surgir una nueva forma de prostitución, los mismos que

antes llevaron a las mujeres de la mala vida a sus casas,

ahora comienzan a buscar muchachas en las calles convirtiéndolas

en sus amantes, éstas pagan los privilegios

de los dirigente revolucionarios con su sexo de chicas jóvenes,

era común ver a hombres muy mayores en sus

autos Lada recoger a chicas de la universidad, la principal

cantera de amantes, éstas buscaban mejorar sus

condiciones de vida, el bienestar ofrecido por este viejo

dirigente. Uno de los casos más reconocidos lo origina un

comandante de la Sierra, el tristemente célebre ministro

del interior Ramiro Valdez quien en los finales de los 70

se encaprichó en una alumna del pre del Vedado, llegó

hasta a regalarle un auto VW, convirtiéndola al fin en su

esposa, así se hizo moda en el país de la ciguaraya “La

Titi manía”, contradicción de la vida, los mismos enterradores

la resucitaron.

Se habla de las conquistas entre las artistas del comandante

Juan Almeida, su actual esposa Bertica es tan joven

como sus hijos. El destituido ministro del interior José

Abrantes, como un zar de la droga, se paseaba en yate

por el Caribe y México con otra artista, otros generales

le ponen casas a sus secretarias, manteniendo una doble

vida, algunos se han casado tres o cuatro veces, qué

ejemplo iban a seguir si el mayor ejemplo era su comandante

y éste no perdonaba ni a las esposas de sus compañeros,

él siempre está imitando a todo el mundo y esto

lo copió de su hermano el dictador Rafael Trujillo. Raúl

tampoco fue fiel a Vilma, en su cama se revolcaron varias

compañeras del partido. Hoy son muchos los viejos

dirigentes viviendo con nuevas esposas, muchas pueden

ser sus hijas, otro privilegio de la revolución con sus fieles

servidores.

En la década de los 90 resurge como el ave Fénix, no

de sus propias cenizas, porque nunca se exterminó, sólo

estuvo escondida, solapada por años, ésta vez con una

fuerza increíblemente descomunal, como un mal social

escandaliza al mundo, pero descubre la verdad sobre los

logros sociales de la revolución, se logra la metamorfosis,

el nombre de puta es muy agresivo, se cambia por uno

más patriótico, “Las Jineteras”, este nombre no proviene

de jinete, ni de jinetear, en alusión a una prostituta montada

sobre su cliente, éste llega a Cuba del nombre francés

“Jinete”, forma peyorativa con el cual designan los quebequenses

a las prostitutas, aunque todos piensen que el

nombre surge porque los principales enemigos a derrotar

eran los turistas y empresarios españoles.

Una nueva forma de combate se desarrolla, en vez de

“cargas al machete” ahora atacaremos con “cargas de

Papaya”, paralelas a éstas, una casta menos ambiciosas,

“Las Cabilleras o Peseteras”, se llaman así por cobrar un

dólar o veinte pesos por el sexo oral. Éstas son otro tipo,

surgen en los barrios más marginales, no son tan jóvenes

y bellas como las demás categoría, viven en las zonas

periféricas de la ciudad, lejos de la circulación de los turistas,

sus principales clientes, camioneros, taxistas, paseantes,

personas conocedoras de su existencia y saben

dónde encontrarlas, es común verlas en la Vía Blanca,

en la Avenida del Puerto, en zonas de la Habana Vieja, la

calzada de 10 de Octubre, la calzada de Managua, la Calzada

de Rancho Boyeros, la zona de Mazorral, Mulgoba,

en la avenida 25, en Marianao, desde el obelisco hasta la

Escuela de Medicina, San Agustín. Éstas son menos atacadas,

no son un peligro social, no frecuentan áreas donde

pueden ser usadas en contra de la propaganda oficial.

Otros son los hombres homosexuales, “es un pecado ser

maricón en la revolución”, son tantos, a pesar de la persecución

a que fueron sometidos, no olvidemos la UMAP

y el éxodo del Mariel, han proliferado tanto o más a nosotras,

hoy sería muy difícil censarlos, desde las locas de

carrozas, hasta los últimos en aparecer “los pingueros”,

una nueva clase de “maricón social”, jóvenes bonitos, con

aspecto muy varoniles, nadie se imagina lo cuanto son

capaces de hacer, no les importa sea un viejo o una vieja

turista, no les importa sean hombres menos viejos o más

jóvenes, mientras paguen, los pingueros les darán placer,

es cierto, el que esté libre de pecado, tire la primera piedra,

Anita y yo nos pasamos tres días con dos turistas colombianas,

mujeres de cuarenta años, buena presencia,

bonitas, de buen tipo, pagaron muy bien, pero esto no se

hizo una costumbre, ninguna de las dos pensamos “es la

mejor solución, si debíamos hacer “una tortilla” era mejor

con un matrimonio, a muchas parejas de turistas les gusta

llamar a una de nosotras para pasar un buen rato.

Siempre existieron los homosexuales, en algún lugar leí

una vez lo sucedido a un grupo de bailarines de cabaret

Parisién, del hotel Nacional, viajaron a Francia, a una

supuesta gira, resulto ser un contrato para una casa de

citas de servicio de maricones, no es algo nuevo, pero lo

que llama la atención es ésta nueva manera de serlo, son

los nuevos bugarrones, más cariñosos, los de antes sólo

daban, estos ahora lo mismo apuntan y banquean.

En Marianao, el punto de reunión de las locas es la biblioteca

municipal ubicada en la intersección de la calle 100 y

las avenidas 41 y 51, allí los encuentras hasta vestidos de

mujer, verás a muchos clientes asiduos pasar por el lugar

a recoger su “mamita” para el servicio, también observarás

a muchos policías parar sus patrullas y en el fondo

del patio por la calle 100 “matar la jugada”, dándoles sin

pagar, los maricones se dejan coger por los policías por

dos razones, les gusta, es otro más, que importa una raya

más al tigre y la otra, no se los llevan presos, esos tampoco

son perseguidos, están lejos de los turista, además,

hacen un importante servicio social entre las tropas.

 

 

La felicidad nunca es completa, tengo una citación en las

oficinas de Inmigración de Marianao para el día 21. Estoy

allí a las ocho de la mañana, le entrego la citación a la

oficial de la recepción, al verla me dice, “debe esperar a

ser llamada.”

Me llaman cerca de las diez, mi entrevista es con el oficial

Alain, éste pertenece a la oficina municipal de la Seguridad

del Estado, un muchacho joven, quizás no tenga

más de veintidós años, me interroga sobre y cómo conocí

a Fernando, están al tanto de nuestra relación y mi

vida, quiere saber de sus relaciones y vínculos en el estado,

me insta a convertirme en una colaboradora de la

seguridad del estado, me chantajea con la posibilidad de

negarme el permiso de salida, la tan importante “Tarjeta

Blanca”, la carta de libertad otorgada por el máximo líder

para podar escapar de su siniestro sistema. Cuando viva

en España debo mantenerlo al tanto de qué se dice y             

publica en el extranjero sobre Cuba y Fidel, es decir, seré

una Mata Hari revolucionaria, ya no me sorprende nada,

hasta dónde llega la psicosis de esta gente, le digo mi

necesidad de consultarlo con mi almohada, me cita para

dentro de dos días.

Tengo una sola idea, cómo resolver esta situación sin

verme involucrada, voy directo para la casa de Anita, le

cuento, se horroriza, llama a su “amiga” Mailyn, le dice

sobre mi necesidad de hablarle de un problema surgido

de improvisto, promete estar con nosotras en una hora.

Cuando le contamos lo ocurrido con el oficial de la seguridad

en la oficina de inmigración la muy puta se echa a

reír. Llama a alguien, no sé a quién, le narró lo sucedido,

la persona me pide mis datos y el nombre del oficial, me

dice:

―No te preocupes, está bajo control, no vayas a la nueva

citación, olvídalo, te garantizo, no te pasará nada.

Aún estoy muy nerviosa, respiro profundo, trato de relajarme,

en un momento vi mis planes truncados por el

capricho de un estúpido e imbécil oficial, cómo pierden

tiempo, cómo se desgastan en esa obsesión de vigilancia

revolucionaria. Por suerte se va a resolver por el arte de

la llamada de Mailyn.

―Me debes una ―me dice―, ¿sabes cómo me vas a

pagar, verdad? ― ¿Anita, no te vas a poner celosa?

Nos reímos las tres, mientras abríamos unas cervezas,

entendí muy bien, es la hora de la tortilla y no de papas y

huevos exactamente, le pago gustosa.

 

 

Hoy es mi boda, mi tercera boda, tal como lo prometió

hace un año, lo está cumpliendo, es su regalo de cumpleaños,

yo diría, es un regalo de Dios, nunca tuve un regalo

así. Hoy trescientos sesenta y cinco días después de

conocerlo y proponerme matrimonio nos vamos a casar,

en este año ha viajado diecinueve veces a Cuba, más de

ciento cincuenta días juntos me han hecho diferente, me

sacó de la calle, me cambió “mis chancletas plásticas,

por pullas”, convirtiéndome de “jinetera en dama”. Entre

viaje y viaje de Madrid a La Habana y de La Habana a

otras capitales del mundo, entre sus reuniones de trabajo

y negocio, las salidas con personas importantes del gobierno

y esos muchachos, ¿quién sabe quiénes son esos

muchachos? No me jode nadie tienen guardaespaldas,

los he visto, como también he visto sus armas.

Hemos pasados momentos maravillosos, como un cuento

de hadas en pleno siglo XX, buenos paseos, buenos

lugares, muchos desconocidos para mí y para el pueblo

en general, la gran mayoría de las personas del país desconocen

de su existencia, en muchos de estos sitios con

estos extraños muchachos, lugares que no son para los

turistas, al menos para los turistas normales, quiénes serán

Alberto y Alain. No pregunto mucho, pero cuando una

vez pregunte me contestó.

—No te preocupes, son funcionarios del gobierno, algunos

hijitos de papa.

 

 

Mi vida y la de mi familia cambió, no nos faltó nada en

este año, ni dinero, ni alimentos, ni medicinas para mis

padres, las necesidades de mis hijas como nunca, todas

resueltas, hoy llegó el gran día, tengo miedo, miedo de

despertar de momento y descubrir ha sido un sueño.

Entré al baño, mientras cepillo mis dientes me miro en el

espejo, “todavía estoy buena”, me conservo bien a pesar

de dos partos mi cuerpo no ha sufrido tanto, mantenía mis

líneas, casi sin barriga, el cabello hasta la cintura siempre

fue mi mejor arma, los hombres se babean cuando ven a

una mujer desnuda con el cabello largo, el tinte negro disimulaba

las canas delatoras de mis años vividos en este

mundo, ¿de qué me quejo?… sólo de un error cometido

hace tres años atrás, una mala pareja, “mi mancha en el

expediente”, después de un exceso de alcohol, marihuana

y alguna raya de cocaína me tatuó sus iníciales en

mi nalga derecha, como se marca una yegua ese negro

me marcó, aún hoy la veo y me desprecio, desconozco

mis pensamientos cuando me llevó a la cama por primera

vez, ¿Cuáles eran cuando continué revolcándome en

sus sábanas?, ¿cómo se puede descender tanto en la

escala humana?, cuántas humillaciones, vejaciones, golpes

y maltratos, ¿cómo me seguí enlodando con él y sus

maldades?, ¿cómo puede una persona perder la noción

de su vida de esa absurda forma?, dejarse arrastrar y no

hacer nada para evitarlo, por suerte existe un Dios en

el cielo y nada en esta tierra es eterno, como comenzó

terminó. Sólo quedan esas dos letras como recuerdo y

pronto, ni eso.

Termino mi rutina de aseo en el baño, Fernando continúa

dormido, no quiero molestarlo, me siento en el balcón

mientras miro el mar, hoy es mi gran día, mi boda es

una realidad, las ideas se atropellan en un constante ir y

venir, un remolino, pienso en las personas conocidas que

se casaron para poder escapar, Jesús, vivía en la calle

84, cerca del cine Lido, se casó, voló a México en el año

1980, nunca ha regresado, fue uno de los fundadores de

este movimiento, porque la primera comenzar el jineteo

moderno fue Marlen, una chica de la calle 120, en los años

1976, 1977, era la jinetera del representante japonés de

las grúa Kato en el país. Era muy joven, bonita, delgada,

la escases llegó a este pueblo y se quedó para siempre,

ella por medio de su amante resolvió su problema y el de

sus tías viejitas, ellas la criaron cuando su madre murió.

Cuántas se han ido, pero cuántos se han quedado, Enrique,

el vecino de Jorge el gordo se casó en 1983 nunca

se pudo ir, aquí continúa preguntándose cómo sería su

vida si lo llega a lograr, lo ha intentado por varias vías, no

le toca. A cuántas bodas fui, a cuántas despedí, por fin mi

día llegó, gracias a Dios.

La ceremonia se realiza al estilo de las bodas cubanas,

donde se lee el código de familia, el hombre se compromete

a ayudar a la esposa en todos los momentos, compartiendo

las obligaciones y deberes en la educación de

los hijos y la familia, a la manera fidelista, otra farsa de

las tantas existentes en nuestra legislatura. Los invitados,

mis padres, mis hijas, mi hermana, un reducido grupo de

mis amistades, Alain, Mailyn, Alberto, Natacha, Armando.

Al dar el “sí”, sellamos el matrimonio con un beso.

Participamos de un pequeño brindis en el mismo sitio

mientras se realiza el fin de la metamorfosis, antes de retirarnos

me entregan mi pasaporte y certificaciones, todo

legalizado por el Ministerio de Relaciones Exteriores, ya

no soy una vulgar jinetera, soy una dama, con un Permiso

de Residencia en el Extranjero, “tengo el PRE”, pasaporte

y tarjeta blanca, puedo viajar, ser igual a las personas

normales del mundo, rompí mis cadenas. Empiezo a respirar

el aire de la libertad.

 

A las siete de la noche era la fiesta, en El Laguito, una

residencia que llaman La Mansión; una inmensa casa

de la antigua burguesía, muy cerca del Palacio de Convenciones

construida en los finales de los años veinte,

inmensa, quizás toda mi humilde casa cabía en la habitación

donde dormiríamos, lujosa, excéntrica, treinta y

seis columna de mármol de diferentes colores y matices

rodeaban un precioso y bien cuidado jardín, una capilla

suntuosa adornada de rosas frescas, quizás de Tropiflora,

en ese lugar descubrí lo que siempre veía en las películas,

de ensueño, quizás sacado de un pasaje de “Las

mil y una noche” en una versión moderna, funciona como

casa de protocolo, fue el regalo de bodas de nuestros

amigos, el matrimonio Roxana y Abrahán Maciques, allí

se reunió para “la boda de un rico inversionista español

con su bella y distinguida jinetera” como diría la prensa

amarillista, lo más selecto de la nueva sociedad cubana,

funcionarios, hijos de papá, extranjeros, inversionistas, el

embajador, el cónsul y representantes del gobierno español,

una boda digna de las revistas perseguidas por los

cubanos para ver otra realidad menos tétrica a la nuestra,

los regalos incontables e inimaginables, para Fernando el

mejor de los regalos fue el de Alain, un cuadro del pintor

cubano Tomas Sánchez, según me dijo valorado en miles

de dólares.

―¿Era aquello otro mundo?

Un mundo ajeno a las miserias cotidianas del cubano de

a pie, el cubano se desangra día a día por subsistir. Me

sentía radiante, feliz, por momentos venían a mi mente,

mis amigos, ninguno estaba conmigo, no los había invitado

por miedo, quizás para no deslumbrarlos, así no descubrirían

otro mundo y despertarían como La Cenicienta,

pero los extrañaba, sólo Anita estaba a mi lado, nadie

más, era el preámbulo de vida el día después de llegar

a España, la soledad, el ser como “Gulliver en el país de

los gigantes”.

La fastuosa fiesta duró hasta altas horas de la noche, si

invito a las viejas del comité de la cuadra estarían muertas

de susto, la comida y la bebida, abundante, exquisita,

ya era la señora de Don Fernando Villalonga y Boneo.

 

 

Descansamos al día siguiente, nos quedamos disfrutando

del exquisito palacio puesto a nuestra disposición. Al

tercer día en la mañana Alain y Mailyn nos recogieron,

iban junto a nosotros al paseo de “Luna de miel”, llegaron

en un auto conducido por un chofer, viajamos hasta el

aeropuerto de Baracoa muy cerca de la playa del mismo

nombre al oeste de la ciudad, el mismo usado por los

dirigentes para sus movimientos por el país y el servicio

aéreo de la compañía Aerogaviota, allí en el área de

protocolo esperamos la salida de un pequeño avión de

pasajeros de la compañía.

Volaba por vez primera en avión, hasta hoy nunca lo había

hecho, también descubriría la ciudad de Santiago de

Cuba, sólo casándome con Fernando tuve la oportunidad

de hacer las pequeñas cosas que hace una persona común

en su país, acá sólo lo puede hacer un turista extranjero.

Viajamos hasta la ciudad de Santiago de Cuba donde nos

recogieron en un auto Mercedes Benz con placa de protocolo,

nos trasladó hasta una casa en un sitio llamado La

Ciudadela en el reparto Vista Alegre, un lugar con alrededor

de quince viviendas, todas lujosas, cuidadas por militares

y atendidas por servidumbre o “domésticas” como

le dicen los jerarcas a las criadas revolucionarias que cobran

por las nóminas de los organismos, nos ubicamos

en la residencia más grande y lujosa, aire acondicionado

central, seis cuartos, seis baños revestidos con mármol,

además una amplia piscina.

El primer lugar visitado en Santiago fue la Iglesia de la patrona

de Cuba, “La Virgen de la Caridad del Cobre”. Muchos

visitan Santiago para subir la colina donde está emplazado

el santuario dedicado a la Virgen Mambisa, unos,

como yo, cumplen promesas, otros sólo la visitan por fe,

llevan ofrendas sumándolas a los cientos de prendas y

objetos que enriquecen el altar, entre los cuales está la

medalla acreditativa de Premio Nobel de Literatura al escritor

Ernest Hemingway. Los devotos suelen recoger las

piedras con pigmentos de cobre de la mina próxima como

amuletos para la buena suerte.

Según la tradición, la Virgen de la Caridad apareció sobre

las aguas de la bahía de Nipe, entre los años 1612

ó 1613, según contó a los ochenta y cinco años de edad

Juan Moreno, uno de los tres Juanes. Los hombres buscaban

sal en cayo Francés cuando los sorprendió una

tormenta, hallando la imagen de la Virgen sobre un madero

balanceándose sobre el embravecido mar.

Al ser reconocida por la Iglesia se le erigió este santuario

en 1927. Allí se encuentra protegiendo a los cubanos

desde un delicado altar de mármol, adornada con una

corona y aureola de oro engastada con 1450 brillantes.

Su nombre en los cultos religiosos de origen africano es

Oshún, su celebración se festeja el día 8 de septiembre.

Estaba pagando mi deuda con la Santísima Virgen, claro,

no dije nada de la promesa, sólo dije: era al primer lugar

donde me gustaría ir.

El próximo 24 de enero se conmemoraría un año cuando

su Santidad el Papa Juan Pablo II coronara nuestra

virgen morena y a su niño en su histórica visita, dando

un cambio a las relaciones estado creyentes existentes

hasta el momento, el gobierno reconoció la cantidad de

personas cristianas de fe y corazón, la magnitud de fieles

asistentes en las misas ofrecidas por el santísimo padre

demostró lo creyente y religioso que aún sigue siendo

nuestro pueblo, aunque por muchos años negaran y

ocultaran por las presiones políticas de la triste versión

cubana de “dictador tropical”, aún recuerdo con desprecio

su patética y fingida actitud de respeto hacia el Papa y

las actividades desarrolladas por éste, imagino cuántas

veces se mordería la lengua para evitar un ataque de perreta

al no poderlo llamar agente de la CIA, enemigo de le

revolución, oligarca o amigo de la mafia de Miami, a sus

llamados de cambio en Cuba, cuando citaba a Antonio

Maceo, “Quien no ama a Dios, no ama a la Patria”, o el

final de sus palabras en la coronación, cuando expresó:

―“Desde aquí quiero enviar también mi saludo a los hijos

de Cuba que en cualquier parte del mundo veneran a la

Virgen de la Caridad, junto con todos sus hermanos que

viven en esta hermosa tierra, los pongo bajo su maternal

protección, pidiéndole a Ella, Madre amorosa de todos,

que reúna a sus hijos por medio de la reconciliación y la

fraternidad”.

―“Que Cuba se abra al mundo y el mundo se abra a

Cuba”.

Fueron sus palabras más vibrantes, “no hay peor sordo

que el que no quiere oír”, ese sordo, es Fidel.

Disfruté mucho mi visita a la capital del Caribe, “la cuna de

la revolución”, “abandonaron al niño y no quieren saber

de él”, ciudad fundada en las faldas de la Sierra Maestra,

sus calles empinadas, Padre Pico, la Gran Piedra, el

parque Baconao, el Morro de Santiago o mejor dicho, el

castillo de San Pedro de la Roca, una noche inolvidable

en La casa de la Trova, con la atmósfera más auténtica

de la música cubana, con los veteranos cultivadores del

género. Viejas canciones trascendiendo en las épocas,

entre sonidos de guitaras, tragos de ron y humo de tabaco,

otros más jóvenes aportan nuevos sonidos en este

ambiente genuinamente cubano. Es el perfecto sitio bohemio,

debería existir en todo el terruño.

 

Debíamos regresar, Fernando necesitaba viajar a Inglaterra

donde tenía una reunión muy importante con el presidente

del “Havana International Bank Ltd.”. Fue fundado

como Banco en agosto de 1973, siendo el único banco

de capital totalmente cubano constituido fuera del país,

teniendo como principal accionista al Banco Central de

Cuba. Cuenta con una amplia red de más de cuatrocientas

sucursales alrededor del mundo. Un banco creado

con el dinero, el oro, la plata, joyas, obras de arte y demás

riquezas sacadas de Cuba durante estos largos y

angustiosos cuarenta años, aparentemente es propiedad

del gobierno cubano, pero según entendí sus ganancias

serían para la cuenta del comandante, además necesitaba

hacer algunos trámites para nuestra inevitable partida.

Regresamos igual, en el pequeño avión hasta el aeropuerto

de Baracoa donde nos recogieron y nos llevaron

hasta el hotel, ya la estadía en La Mansión había terminado,

no importaba, muchas cosas terminaban pero se

abría un mundo incógnito, el futuro el cual seguro sería

mucho mejor.

 

 

Poder sacar a las niñas del país es otro calvario, necesitaba

la autorización de los padres por ser menores, cuando

fui a la oficina de inmigración en la calle Morro lo adelanté.

Las dos tenían los padres traidores, uno, decían,

había muerto sin existir pruebas, el otro vivía en Miami.

Tenía las certificaciones donde contaba sus padres habían

abandonado la patria socialista. En una de mis visitas

a la oficina de inmigración tropecé con el oficial Alain,

el cual me trató con sumo respeto, no cabía duda, la llamada

causó su efecto, ¿Qué le dirían de mí?, quizás me

creía una súper agente, no me importaban pensamientos

con tal que no me jodiera.

 

 

Como una categoría filosófica para la existencia de la

prostitución, es necesario además de las mujeres, los

clientes, pero ellas traen un complemento, un tercero, no

tan importante pero tiene su papel, el chulo o proxeneta,

éste es el dueño de la mercancía, el encargado del funcionamiento

de la tienda y de su cuidado, aunque muchas

veces no la cuida y la destruye con golpes, maltratos,

hasta con cuchilladas en rostro y nalgas.

En Cuba tuvimos la señora dueña de las casas Marinas

como la prostituta más famosa, el chulo fue Alberto Yarini,

tan famoso que ha sido llevado al teatro y al cine.

Alberto Manuel Francisco Yarini y Ponce de León, ¿un

santo o un guerrero?, ¿un aristócrata o un héroe?, ¿un

político?, ¿hubiera llegado a ministro, senador o hasta

presidente en este país de la siguaraya?

Esas posibilidades se frustraron con un disparo. Fue asesinado

por el chulo francés Louis Letot, por la posesión

de la puta francesa Petite Berthe, que éste trajo de Francia

a trabajar en La Habana. Ella prefirió irse con Yarini.

Había cumplido los 28 años de edad y era el “gallo” de

San Isidro, “el rey de los chulos cubanos”. A cien años de

su muerte nadie le ha quitado su ganada corona.

Llevado por la pluma de los grandes escritores cubanos:

Alejo Carpentier lo recordaba como un personaje mitológico,

un fabuloso ser. “Acostumbraba pasear a caballo

por la calle Obispo, hombres y mujeres salían para verlo

pasar”. Miguel Barnet dice en su Canción de Rachel,

“toda la fama de Yarini es mitad cierta y mitad invento” porque

según él, “Yarini no pasó de ser un chulo de barrio”.

Será su pensamiento o complacencia al régimen donde

el único macho es el todopoderoso e invencible barbudo

dictador. Dulcila Cañizares, su más acuciosa biógrafa, lo

describe como un hombre de cinco pies y seis pulgadas

de estatura y 60 kilogramos de peso. Siempre perfumado

y bien trajeado. Hablaba pausadamente y en voz baja.

Había estudiado en EE.UU. dominaba el inglés a la perfección.

Un hombre educado, tenía a su favor un ámbito

familiar distinguido. Sabía escuchar a los mayores en

edad y jerarquía, todo sonrisa y gestos refinados con las

damas cuando se encontraba en el mundo social, político

y familiar, pero en su imperio de chulos, prostitutas, matones

y gente de mal vivir, era el guapo, se le debía hablar

por lo bajo, rendirle pleitesías y respeto. El conocido trovador

Sindo Garay compuso una canción para él titulada,

“Nada temas, la vida te sonríe”. Vivía en la calle Paula,

coincidencias del destino, la misma calle donde casualmente

o por ironías del destino nació el apóstol José Martí,

con sus tres mujeres, Elena Morales una mulata de 22

años, Celia Martínez, una mestiza preciosa y la francesa

Petite Berthe. Con el chulo en la cabecera, las tres esperaban

su orden para sentarse a la mesa, la ocupante de

la silla a la derecha de Yarini sería la elegida de la noche.

Acostumbraba a decir, “no desgracio a ninguna mujer”,

por esto no se acostaba con chicas vírgenes. Nunca se

acostó con sirvientas, ni costureras, buscaba siempre las

mujeres del gran mundo, preferencia especial por las esposas

de los comerciantes, negociantes, hombres acaudalados,

sus preferidos para “rallarles la pintura”.

Cuba era llamada el burdel del Caribe, pero no todas las

prostitutas eran cubanas, las había italianas, austriacas,

canadienses, belgas, suizas, para los cubanos todas eran

francesas. Contrario al momento actual, todas somos cubanas

y son ellos los visitantes. Yarini controlaba a una

buena cantidad de prostitutas que trabajaban para él en

diversas casas. Tenía su burdel en la calle Picota entre

Luz y Acosta, existía otro donde era copropietario y al

menos trabajaban diez mujeres.

Por el barrio de San Isidro campeaba Yarini con aires de

caballero intachable. Repartía monedas a los niños, premiaba

con una palmada en el hombro a los aduladores.

Existían pugnas entre los chulos extranjeros y los cubanos,

debía cuidarse de ellos, abundaban los enfrentamientos

a tiro y cuchilladas, Yarini andaba solo, sin protección,

ni guardaespaldas.

Louis Letot, uno de los chulos franceses de la zona trajo

de Francia a “La Petite Berthe”, la manzana de la discordia,

llamada así por su estatura, la hizo su amante a

pesar de tener en Jennie Fontaine su concubina principal,

ella trabajaba en una casa, en San Isidro Nº 180, viviendo

juntos en la calle Desamparados Nº108. Berthe reparó en

Yarini, éste era más “duro” que Letot, más influyente, más

respetado, más rico. Yarini la aceptó.

Letot estaba de viaje en Francia, cuando regresó el ambiente

de San Isidro estaba caliente. Los chulos extranjeros

estaban molestos, no podían admitir la traición de la

francesa, se pasó al bando de los cubanos, era la nueva

puta de Yarini, vivía con él en su casa. Yarini y Letot, se

entrevistaron. Letot aceptó la explicación de Yarini, pareció

todo terminaba, pero los chulos foráneos con insidias

e intrigas incitaban a Letot a tomar venganza.

Comenzaron una guerra sorda contra los cubanos, el

asunto se agravó cuando Yarini fue a la casa de Letot a

exigirle la ropa de Berthe, si no se la entregaba lo mataría

a puñaladas. Letot la entregó, no se volvieron a hablar.

Los chulos franceses le daban “cuerda” a Letot para terminar

con Yarini, le ofrecían su ayuda y colaboración.

El 21 de noviembre de 1910 Letot al levantarse pensó,

“hoy no es un buen día”, no podía dejar de enfrentar a Yarini,

sus amigos no perdonaban el miedo. Salió a la calle

sobre las cinco de la tarde, se fue reuniendo con sus amigos

mientras planeaban cómo terminar el asunto, fueron

bebiendo de bar en bar por la zona. Apostados esperaban

el momento, Yarini es sacado de su casa mediante

un extraño recado, se dirige hacia el lugar donde trabaja

Berthe, en la calle San Isidro entre Compostela y Habana.

En Compostela se une con el mulato Basterrechea,

su gran amigo, llegando a la casa ocupada esa noche por

Elena Morales.

Cuando Yarini y Basterrechea salían a la calle Elena se

les anticipó descubriendo a Letot revólver en mano, de

pie frente a la entrada principal de la casa. Al ver a Yarini

el francés comenzó a disparar, una lluvia de balas caía

desde las azoteas de las casas de enfrente donde estaban

al menos ocho de los amigos de Letot. Yarini sacó

su revólver sin poder disparar. Detrás revólver en mano

Basterrechea disparó sobre Letot hiriéndolo mortalmente

en el centro de la frente. Los franceses huyeron por los

tejados, Bastarrechea fue detenido. Varios de los extranjeros

implicados fueron arrestados después.

Al día siguiente, en el hospital de Emergencia, a las 10:30

de la noche del 22 de noviembre fallecía Alberto Yarini.

Entró en agonía sobre las diez, la noticia corrió por la

ciudad. Los amigos de Yarini juraron venganza en torno

al féretro en la capilla funeraria Caballero, las guardias

de honor se relevaban cada cinco minutos. Se calculan

unas diez mil personas desfilaron ante el cadáver para

despedirlo. El día 24, desde las ocho de la mañana una

multitud esperaba la salida hacia el cementerio, colmaba

la calle Galiano desde Lagunas a Virtudes, la calle Ánimas,

desde San Nicolás hasta Blanco. A las 9:15 partió el

cortejo fúnebre.

Lo encabezaba una carroza imperial tirada por cuatro parejas

de caballos dotada de cuatro palafreneros, el coche91

ro y un postillón, seguida por el coche con las coronas,

detrás la banda de música de la Casa de Beneficencia. El

sarcófago era transportado en los hombros de seis amigos

se turnaban por tramos. Detrás el público cubría más

de tres cuadras largas. La gente se agolpó en las aceras

para verlo pasar.

El cortejo salió por Galiano, buscó Reina, Carlos III, de

ahí Zapata. Al llegar a Carlos III en contra de la voluntad

de los amigos más íntimos se colocó el féretro dentro del

coche fúnebre, mientas la gente lo seguía a pie hasta el

cementerio.

Detrás avanzaban 200 coches vacíos entre ellos el del

Presidente de la República. Ocho vigilantes de caballería

se revelaban de acuerdo con las demarcaciones correspondientes

acompañaban el entierro para garantizar el

orden. Los encabezaba el propio jefe de la Policía, brigadier

Armando de la Riva y sus más cercanos colaboradores.

Se celebró el juicio. Basterrechea el amigo de Yarini, fue

absuelto, Yarini antes de morir se confesó como el autor

del asesinato del francés. Quedaron también absueltos

los chulos extranjeros los cuales incitaron a Letot y fueron

sus cómplices en el homicidio.

Detrás de nosotras, los chulos, los taxistas, las personas

rentando sus casas, los policías, los custodios de los

hoteles, los que de una forma u otra se ven mezclados

con este infernal negocio y sacan sus beneficios han sido

perseguidos juntos con nosotras por la Operación Lacra,

para asombro de muchos en el mundo, somos nosotras

las condenadas, pero no son ni tan siquiera llamados al

orden y la cordura aquellos visitantes del país en busca

del placer. Es cierto, nosotras vendemos el cuerpo, pero

dos terceras partes de los turistas visitantes del país son

hombres solos buscando amores rentados, quizás por

ser las más baratas, o por ser como novias de ocasión,

somos las únicas prostitutas sin tarifas, no cobramos por

el momento, preferimos pasar los días con nuestros clientes,

pasear, bailar, cenar, somos amorosas, complacientes,

respetuosas, “como un todo incluido”, en dependencia

del hombre, mejor o peor, el pago al final, igual a como

se liquida la cuenta de un hotel.

¿Nosotras somos la causa? o sólo somos una consecuencia

de las desigualdades del sistema, es cierto, hemos

tomado el camino más fácil, ¿existe otro? quizás,

pero para encontrar ese camino es necesario ser un esclavo

del régimen, muchas veces también se paga en la

cama una buena plaza, entregarse en alma, corazón y

vida a los caprichos del máximo líder, ¿no son prostitutas,

tanto mujeres u hombres, los que desde el gobierno se

someten dócilmente aceptando sin levantar los ojos?, callan

sabiendo de las injusticias existentes sólo por su beneficio,

esos son tan putas como nosotras, en vez de dar

el cuerpo dan el alma, mientras en voz baja hablan de las

locuras del dictador, traicionando sus principios morales

y sociales, traicionando a un pueblo confiado en su clase

dirigente aunque no los elija. Fidel pensó, “anulando la libertad

de expresión anulaba la libertad de pensamiento”,

no, la libertad de pensamiento, la ilusión, los sueños, las

aspiraciones a otra manera de vida, ni él, ni ningún dictador

del mundo las puede anular.

Socialmente seguí siendo una puta con un nombre más

fino, más cubano, “una jinetera con suerte”, había pasado

al selecto grupo de las casadas, casarse traía grandes

beneficios, el primero y más importante, el fin de las

restricciones de viaje, con mi pasaporte y el permiso de

salida en la mano no necesitaba de Fernando, tenía mi

visa de la embajada española, si lo deseaba podía irme

por mi cuenta, “ojos que te vieron ir, jamás te vieron volver”,

podía regresar cuando quisiera, las putas tenemos

una categoría social diferente, salimos del Getto con un

Permiso de Residencia en el Extranjero, un “PRE”, una

categoría social y revolucionaria, además de entrar y salir

al país cuando lo deseáramos, no perdemos nuestra propiedades,

“nuestras residencias, autos, barco, negocios,

grandes compañías”, a diferencia de los gusanos, ellos

lo perdieron todo cuando salieron, aunque después se

volvieron mariposas y hasta les devolvieron el derecho a

regresar como turistas, nosotras conservamos nuestros

“derechos ciudadanos”.

No, Fernando no se merecía algo así, demasiado bueno

era mi caballero, mi salvador, Dios, no lo podía traicionar,

además cuando me hablaba del futuro veía en sus ojos

mucha ternura, hablaba de nuestro futuro con amor e ilusión,

no podía ser diferente cuando saliéramos de Cuba,

no iba a cambiar.

Gozaba de mucha suerte, hoy sólo me podía comparar

de entre las chicas conocidas en mi oficio con Xiomara,

la jinetera con los ojos azules más lindos, era médico,

tenía su título colgado en la sala de la casa. Al graduarse

la pusieron a trabajar en un consultorio del médico de la

familia, no tuvo derecho a estudiar la especialidad directa,

no era acorde su conducta social con los principios

revolucionarios, su costumbre de irse los fines de semana

a buscar amigos allende a los mares con quien salir a

cenar, bailar, ¿por qué no?, unos dólares por su compañía

profesional le cerraron las puertas de la especialidad,

decía mi abuela, sabia en edad y en refranes, “por cada

puerta que se cierra, otra se abre”, le sucedió a ella, una

noche mientras rumiaba su odio contra las injusticias

revolucionarias conoció a su salvador, “el excelentísimo y

distinguido embajador de la República Árabe de Egipto”,

a pesar de su odio, su amargura y tristeza, esa noche

Dios se lo mandó para resarcir sus males, se acercó a

ella y sólo le pidió conversar, necesitaba a alguien para

“matar el gorrión que tenía en Cuba”, solo y tan lejos de

su país, llevaba alrededor de un mes en la representación

y no conocía mucho de nuestras costumbres, era para

ella. Hablaron mucho, amanecieron en esa conversación

sana reconfortante y vacía de pensamientos negativos y

abrumadores, cuando te das cuenta amaneció, despuntó

el sol, te sientes con ganas de gritar de tanta alegría y regocijo,

la llevó hasta su casa en Marianao prometiéndole

en la noche la recogería para cenar, “celebrarían por la

suerte de conocerse”.

Hoy él no representa a Egipto en Cuba, pero siguen juntos,

después de Cuba su próximo destino fue Paris, lo

acompañó y no se han separado más, ahora cuando ella

regresa de visita lo hace con pasaporte diplomático de un

país árabe, cuando llega a pesar de los años pasado, dos

niñas y unas libras de más, sus ojos son hoy más bellos,

dice: es “el brillo de la felicidad”, yo pienso, “por el sabor

de la libertad”.

 

 

Armando es otro hijito de papá, su padre es General de

Brigada, Segundo Jefe del Ejército Occidental, fiel servidor

al “comandante de las cuevas” y al hermanito, se

graduó de Ingeniero en Explotación del Transporte en la

CUJAE, su papá le consigue la ubicación en el puerto de

La Habana, al romperse la tubería suministradora de todo

lo necesario desde la Unión Soviética se buscan nuevas

formas de subsistencia, comienza la conexión de la gerontocracia

gobernante de la nación con todos aquellos

inversores extranjeros los cuales se acercan a Cuba.

De aproximadamente cincuenta firmas existentes llegaron

a más de trescientas cincuenta. Fernando tenía lazos

de amistad y servicios con altas figuras del gobierno, esto

le permitió su rápida vinculación con la nueva necesidad

de inversionistas tenida por el estado, el destino o los

contactos del general los unió.

Ambos fundan la firma de capital mixto WLCD, “Wines,

Liquors, Cigars, Distribution”, encargada de la comercialización

en el país de la cerveza Heineken, vinos españoles

y franceses, whiskys escoceses, cigarros Marlboro,

Camel y otros muchos productos introducidos en el

mercado paralelo cubano por pedido de las altas esferas

o burlando el bloqueo con productos norteamericanos necesitados,

muchos encargos personales cumplimentó, en

varias ocasiones viajaba a Cuba con entregas directas

para Fidel y su familia, ésta es la llave maestra que nos

abría tantas puertas.

Armando estaba casado con la hija de otro alto general,

ambos vivían en un departamento gestionado por sus

padres en las esferas del MINFAR, pero a la chica no le

bastaba sus privilegios y posición, decidió ir a estudiar

arte a Francia donde se quedó, en un viaje de visita realizado

a sus padres le pidió el divorcio y le dejó su parte del

apartamento. Su medio de vida y condiciones de trabajo

le permitían vivir holgadamente, incluso viajar por América

pues Fernando ubicó su oficina central en Cuba por

la posición geográfica de la isla, era el lugar ideal y él se

convirtió en su mano derecha.

Anita sin darse cuenta ha afianzado su relación con Armando,

no viven juntos todo el tiempo, a veces se quedan

en la casa de ella, donde vive con sus padres, otras en el

apartamento que él tiene en Nuevo Vedado, tienen una

relación bastante estable, la sacó de la calle. Su trabajo

en la firma le da suficiente solvencia económica para

mantenerla a ella con decencia y sin necesidad de hacer

el pan, el insiste en que regrese a la colina universitaria

donde ella abandonó sus estudios de Sociología, además

con sus contactos en algunas empresas del estado le ha

hecho mejoras considerables a la casa de ella. Logró los

muebles y la carpintería de la casa se repara en el taller

“El Río”, de la EMPROVA, este taller perteneciente

al Consejo de Estado está ubicado en la calle 4 entre el

túnel de línea y el puente de hierro, lo dirige Efrén, un

viejo amigo del general, allí con algunos regalos al administrador,

Armando consiguió le hicieran los arreglos necesarios,

la parte constructiva la hizo una brigada de Gaviota,

la sociedad militar gestora del turismo y de muchas

instituciones en el país. Felizmente la vida de ella gracias

a Dios está cambiando, me tranquilizaba al irme, saber

que no estaba abandonada, mejor aún, saberla lejos de

la vorágine de la calle.

Al fin estaba lista, casi podía decir “había vencido la maquinaria

burocrática del sistema”, fílmicamente hablando

y recordando la obra maestra de Tomás Gutiérrez Alea,

“La Muerte de un burócrata”, tenía en mis manos el carnet

del sindicato del tío Paco.

Esperar, esperar, él planificara su agenda e incluyera un

nuevo viaje a mi tierra, donde nos reuniríamos para partir

juntos al nuevo destino trazado por Dios en mi ruta, ¿incierto,

inseguro?, no era capaz de responderme, creo nadie

podría, sólo el día a día diría si mi decisión era sabia

o errada, seguro era sabia, nada peor nos podía pasar,

después de vivir tantos años en “la isla privada del hijo de

Don Ángel”, al menos tenía el consuelo, nos marchábamos

juntas, sólo dejaba a mis padres y a mi hermana, en

el año vivido con él he logrado reunir algún dinerito para

que no les falte nada mientras descubro la nueva España,

la real, la verdadera, diferente de aquella inculcada en

la prensa nacional.

 

 

Por fin llega, viene sin apuro, tiene asuntos por resolver,

intenta aprovechar el viaje, quiere nos vayamos con las

niñas cayo Coco y cayo Guillermo, quiere las niñas descubran

este pequeño paraíso en la costa norte de la provincia

de Ciego de Ávila, este lugar nos abrirá sus puertas

no por derecho propio, todo lo contrario, por el estatus

dado por el pasaporte cargados en nuestras carteras.

Este paseo será un adelanto, así la sorpresa y el desconocimiento

no será tan brutal cuando enfrentemos Europa,

la culta y vieja Europa.

Es una mañana fresca de febrero, salimos sin prisa para

los cayos, el viaje es largo, lo hacemos sin apuro, estamos

paseando, Evelyn y Marian se sienten reinas, es

su primer gran viaje fuera de La Habana, mucho menos

conocer un hotel, también para ellas comienza a cambiar

la vida, atrás vienen nuestros inseparables amigos y sus

esposas, sólo faltan Armando y Anita, ella no tiene pasaporte

y alguien tiene que atender el trabajo, le correspondió

al fiel Armando sacrificarse.

La casi desierta autopista nacional se extiende ante nosotros,

la colosal obra de los años 70, hasta canciones

se le hizo, “que prendan, prendan el mechón”, decía el

estribillo en alegato al trabajo realizado día y noche, la

obra cuyos planes comenzó Batista pero Fidel nunca terminó,

como tantas cosas prometidas y nunca cumplidas.

La obra se paralizó en 1989, como preámbulo al periodo

especial, el cual se avecinaba.

Hacemos la primera parada en un sitio, con nombre de

kilómetros, “El 259”, un lugar donde comer, reabastecer

combustible. Un parador del camino para los necesita99

dos, de esos con cierta calidad y casi buen funcionamiento

porque el pago es en dólares, los de moneda nacional,

los tristemente célebres “Conejitos”, esos son sucios,

nauseabundos, malolientes, los normales, en esos no

nos detenemos, esos denigrantes son para el pueblo revolucionario

y trabajador.

A partir de este sitio abandonamos la autopista, entraremos

a la ciudad de Santa Clara, la bordearemos por la

circunvalación hacia el norte, el norte magnético, el norte

geográfico nos atrae, para tomar la vía que conduce al