… Y LLÁMAME CONRAD

Roger Zelazny

Los lectores de la desaparecida revista Minotauro difícilmente habrán olvidado «Una rosa para el Eclesiastés» (núm. 8), y los seguidores de Nueva Dimensión, probablemente recuerden el relato «Mío es el reino» (número 4, con el seudónimo Harrison Denmark), en el que se nos presenta al último hombre sobre una Tierra muerta, que no se resigna a cedérsela a los pacíficos invasores xenoides.

En …Y llámame Conrad, Zelazny recoge el tema de una Tierra en ruinas, acosada (de forma no bélica sino diplomática) por una raza extraterrestre fría y calculadora, y construye una narración de evidente corte épico. El protagonista, Conrad-Konstantin, es poco menos que un semidiós helénico, empeñado, a lo largo de su secular existencia, en una colosal epopeya cuyo escenario es una Tierra posatómica, en la que la radiactividad ha despertado, dándoles realidad física, los antiguos mitos y leyendas…