PRESENTACIÓN
La tradición fantástica en la ciencia ficción
Se ha dicho a menudo que la ciencia ficción es la narrativa fantástica propia de nuestro tiempo, en la que los elementos temáticos y símbolos tradicionales han dejado paso a una nueva imaginería más acorde con esta época de cientifismo y automación.
No cabe duda de que esto es bastante cierto; pero es una verdad parcial que puede confundir más que esclarecer, si no se la matiza debidamente. Pues la relación de la ciencia ficción con la fantasía tradicional tiene tanto de ruptura como de continuación. Ruptura que, más que a nivel temático, se produce a nivel de enfoque.
En esta selección nos encontramos con una narración que en muchos aspectos es un auténtico «cuento de hadas», con otra que alude solapadamente al vudú, y con un relato en el que se habla de un ángel. ¿Dónde está la ruptura temática? ¿Son estas narraciones de ciencia ficción? No es fácil (ni necesario) trazar fronteras nítidas entre la ciencia ficción y la fantasía, y es probable que más de un lector opine que algunos relatos de esta antología son meramente fantásticos, y no seré yo quien les lleve la contraria. Pero incluso en los relatos de «fantasía pura» escritos por autores de ciencia ficción suele haber unos matices de distanciamiento, ironía o crítica que los distinguen de la fantasía tradicional, y en este sentido la fórmula «ficción especulativa» se revela notablemente acertada para subrayar la amplitud y elasticidad de los límites de lo que se viene llamando ciencia ficción.
Aunque las fórmulas son lo de menos, y por mucho que los amantes de cuadrículas y ficheros sufran ante la dificultad, cada vez mayor, de clasificar los relatos que —por decirlo de alguna forma— no imitan la realidad, lo cierto es que hemos de alegrarnos de que la narrativa contemporánea escape cada vez más a las clasificaciones y los géneros. Es una garantía de que intenta —y a veces lo consigue— ir más allá de unos esquemas preconcebidos que tienden a encasillarlo todo, incluso lo que está por descubrir y por hacer.
CARLO FRABETTI