Serie Regencia
Debería elegir: seguir adelante con la decisión de convertirse en una solterona... o correr a los brazos de aquel guapísimo desconocido.
Dorothea Darent no tenía la menor intención de casarse hasta que la besó un elegante desconocido con ojos de color avellana. El marqués de Hazelmere, un elegante libertino, se había quedado tan profundamente cautivado por aquel beso que había decidido conquistar el corazón de Dorothea, aunque ella se encontrara en Londres presentándose en sociedad y hubiera que tener especial cuidado en no manchar su reputación...
Cuando Max Rotherbridge, Duque de Twyford, supo que, junto con el título y las propiedades de su tío, acababa de heredar la custodia de cuatro jóvenes ricas y casaderas, se quedó estupefacto. Max era el calavera más famoso de todo Londres por lo que la empresa no resultaba muy apropiada para él. Pero, cuando estaba a punto de impugnar el testamento, conoció a la mayor de las cuatro hermanas: Caroline. Y fue entonces cuando decidió que, en realidad, no podría ser tan difícil cuidar de cuatro damitas tan encantadoras hasta que todas ellas encontrasen marido...
Todo estaba saliendo como Dominic había planeado... bueno, casi todo.
Tras la muerte de su padre, Georgiana Hartley regresó a Inglaterra... donde tuvo que enfrentarse a las groseras proposiciones de su primo. Como no tenía otro lugar al que acudir, intentó refugiarse en la propiedad de Dominic Ridley con la esperanza de que su vecino fuera amable con ella.
El vizconde Ridley no podía permitir que aquella encantadora muchacha se convirtiera en señorita de compañía de nadie, así que decidió ponerla en las sabias manos de su hermana.
De pronto, Georgiana se había convertido en toda una dama que tenía que quitarse a los pretendientes de encima. Y Dominic no tardó en descubrir que él también la deseaba...
Cuando el Conde de Merton se encontró de repente siendo el caballero de una damisela en apuros, supo que sus días como famoso libertino estaban contados. Pero aunque parecía agradecida por su ayuda, la dama se esfumó sin revelar su nombre. El conde estaba decidido a encontrarla, por mucho que su escandaloso pasado y los peligros del presente amenazaron la búsqueda de aquella misteriosa mujer a la que él presentía que estaba destinado.