LUIS GOYTISOLO

En este subgrupo catalán de los «niños de la guerra», pese a la juventud y a la escasa importancia de la primera obra, yo no podía dejar de aludir al libro Las afueras, de Luis, el menor de los Goytisolo. Contrariamente a Juan, que se ha iniciado en la novela con un castellano torpe y desaliñado, Luis, el menor, sorprende con su madura prosa en Barcelona y Madrid. Luis no sólo se desenvuelve en castellano sino en un castellano excelente. ¿Cómo explicar este misterio? ¿Cómo el mayor de los Goytisolo inicia su carrera de novelista con dificultades de expresión y Luis, el menor, se da a conocer a los veinte años con un libro que no encuentra sino elogios y ditirambos en la alta crítica? Es claro que lo primero que se nos ocurre es decir que el menor de los Goytisolo estaba mejor dotado para el español que sus hermanos José Agustín y Juan. Se puede pensar en los genes, en su fuerza, pero no se puede olvidar la desgracia que se abatió sobre esta familia siendo los hijos muy niños. La señora Goytisolo muere a consecuencia de un bombardeo en Barcelona. Los niños, Juan, José Agustín y Luis, se llevaban entre ellos muy pocos años. ¿Cabría pensar que Luis, siendo el menor, sacara mayor provecho de sus últimas conversaciones con su madre? ¿Por qué razón, literariamente, Luis era en origen superior a José Agustín y a Juan? No he leído nada al respecto, pero se trata de un hecho evidente. Pasados los años, a uno se le ocurre que quizá el viudo Goytisolo confiase la educación de su hijo menor a una inteligente preceptora castellanohablante. De esta forma, el autor de Las afueras llegó a la adolescencia con una prosa redonda y una novelita experimental sumamente interesante.