Agradecimientos
Aunque suene a adulación dar las gracias a un director de la colección en esa misma colección, sería injusto si no reconociera la deuda que tengo con Miquel Barceló, que me ha apoyado desde que hace unos años le envié «La Jaula» y por cuatro veces ha sido mi editor.
También debo un agradecimiento a Alvaro (añado su seudónimo, León Arsenal, que si no su atrabiliario temperamento le hace rugir), por las numerosas sugerencias que me ha hecho desde que retomé esta novela; a Yolanda, por ser la primera persona que leyó el borrador completo, por sus ánimos y por sus correcciones; y a mi hermano José, que también me ha ayudado con sus comentarios.
Y de paso, a todos aquellos que han estado dándome la paliza día tras día: «Escribe», «¿Has escrito mucho hoy?» «¿Cuántas páginas has escrito esta semana?», «¿Qué tal va la novela?», «Pero ¿todavía no has terminado?» Aunque en aquellos momentos llegaba a odiarlos, a la larga debo agradecerles su persistencia.