*** CAPITULO DIECISIETE ***

 

El cuerpo había sido transportado a la morgue y la escena del crimen acordonada para el momento en que Eve llegó. Almacenes que serpenteaban en una desordenada cinta de ladrillo y cemento como chuletas cortadas entre el acceso vial y el río.

Y todo bajo el brillo falso y lavado de las luces policiales.

Los medios estaban atascados alrededor de las barricadas y sensores los esperanzados de un sábado a la noche tratando de ganar la admisión en un club exclusivo. Y decía mucho de ellos la forma en que disparaban preguntas, demandas y ruegos.

Los oficiales uniformados estaban firmes como gorilas. La mayoría de ellos eran lo bastante listos para ignorar los ruegos, promesas y sobornos por información. Pero Eve sabía, podía haber uno que aflojara y soltara la primera gota dea represa de datos.

Aceptando que así la natural relación entre los policías y los medios, se colg la placa en la chaqueta y empujó para abrirse camino entre ellos.

-Dallas, hey, Dallas! –Nadine Furst la atrapó por el codo. –Como es el asunto? Porque te llamaron en esto? Cual es tu conexión con Theodore McNamara?

-Soy policía. El está muerto.

-Vamos, Dallas. –Aún en la severa luz, Nadine tenía un aspecto vívido y listo para las cámaras. –Ellos no pueden hacerte trotar en cada asesinato en la ciudad.

Ella le disparó una ácida mirada a Nadine. –Nadie me hizo trotar. Ahora retrocede, Nadine, estás en mi camino.

-De acuerdo, ok. Pero la palabra que parece sonar es un robo/asesinato. Aceptas eso?

-Yo no se nada todavía. Ahora, amiga o no, muévete o te encierro por obstrucción.

Nadine se hizo a un lado. –Esto es algo gordo. –le susurró a su operador de cámara. –Algo grande. Pon atención. Voy a llamar a mi contacto en la morgue, a ver que puedo sacarle. Observa a Dallas –agregó- Si ella está aquí, ella es el centro.

Eve despejó su camino a través de reporteros y mirones. Ella captó un olorcillo viniendo del río, un toque ácido en el aire. El equipo de escena del crimen estaba trabajando, las iniciales amarillo fluorescentes en la espalda de sus chaquetas relucían a través de duras luces blancas. El brillo de las poderosas luces portátiles se derramaba la superficie del río, negra como el carbón, haciéndola relucir como aceite.

Al aire libre, un asesinato nocturno, pensó Eve, era blanco y negro.

Ella le hizo señas a una uniformada. –Quien es el primario?

-Detective Renfrew. -Un tipo bajo, cabello negro, traje marrón y corbata. –agregó con sólo un indicio de desdén en su voz. –Ese es él. Parado con sus manos en las caderas mirando el agua como si el perpretador estuviera ahí nadando de espaldas.

Eve estudió la espalda de él. –Ok. Digame que sucedió.

-Un par de trabajadores de los muelles lo encontraron flotando. Dijeron que estaban su descanso sindical, y puede usted figurarse que estaban usando el río como baño. Llamaron desde aquí a las veintidós y treinta. El 911 nos pasó la llamada a Deke Jones y a mí. El cuerpo no había estado mucho en el agua, sino los peces no hubieran estado tan interesados. Severas heridas en la cabeza y la cara. Sin ropas, ni joyas, ni nada. Lo identificamos por sus huellas. El había tomado el vagón de la muerte unos quince minutos antes.

Esta es su área de patrulla … Oficial Lewis?’

-Sí, señor. Mi compañero y yo respondimos al 911. Llegamos a la escena en alrededor de tres minutos. Los trabajadores del muelle estaban reunidos alrededor como una masa sucia, pero nadie tocó el cuerpo. Y, teniente? Le mencioné esto al detective, pero no pareció estar interesado. Hubo un reporte de un auto incendiado a alrededor de media milla de aquí. Un sedan último modelo, de lujo, sin pasajeros. En la forma que suele suceder, podría ser el punto de inicio.

-Ok, gracias. Renfrew me va a dar trabajo, no?

-Sí, señor. –agregó Lewis. –Seguramente.

Eve no se sentía paciente ni se sentía diplomática, pero se dijo a sí misma que debía ser ambas.

Renfrew se volvió cuando ella se aproximó. Su mirada se deslizó sobre el rostro de ella, bajando brevemente hacia la insignia.

-Nadie llamó a la Comisaría Central en esto. –Susnhombros subieron y bajaron, como un boxeador preparándose para el primer round.

Ella le llevaba una buena pulgada en altura, y observó como él estiraba el cuerpo sobre sus talones para compensarlo.

Oh si, pensó, mira esa postura combativa, él va a darme trabajo. No vengo mandada por la Central. No estoy tratando de pisar su césped, Detective Renfrew. Su víctima está conectada con uno de mis casos. Pienso que podemos tratar de ayudarnos el uno al otro.

-No necesito su ayuda, y no estoy interesado en hacer un viaje rápido a la Central con mi caso.

-Okey, usted puede ayudarme a mí.

-Usted está en mi escena de crimen, y eso la convierte en una de las muchas insignias que hay aquí. Yo voy a trabajar en esto.

-Detective, necesito conocer lo que usted tiene hasta el momento.

-Usted cree que puede hacer valer su rango sobre mí? –El se levantó más sobre sus pies, apúntandole con un dedo. Bailar el vals aquí y sacar un perfil de alto asesinato y entonces salpicar su cara por todas las pantallas otra vez? Olvídelo. Soy el primario aquí.

Eve se imaginó agarrando el dedo que le ponía en la cara, doblándolo hacia atrás hasta que el hueso chasqueara. Pero mantuvo el nivel de su voz. –No estoy interesada en tiempo de pantalla, en hacer valer mi rango, o sacarle su caso, Renfrew. Estoy interesada en saber porque un hombre que había citado a una entrevista formal mañana terminó muerto en el río. Le estoy preguntado si podemos alcanzar un acuerdo con cierta cortesía y cooperación.

-Cortesía y cooperación. Una mierda. Cuanta cortesía y cooperación mostró usted cuando irrumpió dentro de la 128 hace un par de meses? No acepto a los policías que se vuelven contra otros policías.

-Suena como si usted hubiera estado implicado, Renfrew. La 128 era un desorden, y los policías estaban matando policías.

El resopló a través de la nariz. –Es lo usted dice.

-Lo digo. Y ahora mismo algunos asesinan mujeres que piensan que ellos les van a hacer pasar una noche agradable. Su caso se enlaza con el mío, entonces podemos quedarnos aquí y jodernos el uno al otro o podemos compartir información que podría cerrar ambos casos rápidamente.

-Esta es mi escena del crimen. –El le apuntó otra vez con el dedo. –Yo digo quien entra aquí y quien no. Y quiero que usted salga. Salgo por sus propios medios o voy a hacer que la saquen.

Eve metió las manos en los bolsillos antes de que pudiera darse el impulso y golpearlo.-Hágame sacar, Renfrew. –Sacó su grabadora, y viendo que la cara de él se ponía roja y rígida, se la fijó en la chaqueta. –Oficialmente y para el registro hágame sacar de una escena del crimen que está potencialmente ligada con una una investigación de homicidio en curso en la soy la primaria. Hágame sacar después de que yo le he preguntado por la cooperación y cortesía de cambiar información que podría ayudar en ambas investigaciones.

Ella lo miró desde su altura, esperando por cinco tensos segundos. Alrededor de ellos los técnicos de la escena habían detenido su trabajo para observar. –Hágame sacar, -dijo ella otra vez- Pero antes de tomar esa decisión, yo pensaría cuidadosamente en como se vería esta acción en su registro oficial, Cómo lo tomarían los medios que están esperando en los bordes de su escena, y como va a justificar este acto ante sus superiores.

-Guarde esa maldita grabadora.

-Se queda donde está. Ya hemos pasado el camino fácil. Me identifico como Dallas, Teniente Eve, y requiero de usted, Renfrew… -Ella dejó caer la mirada sobre la placa. --- Detective Matthew, un reporte de su investigación sobre la muerte de Theodore McNamara, ya que el mismo individuo era un testigo potencial y un potencial sospechoso en una serie de homicidios donde soy el investigador primario.

-Usted va a poder leeer mi reporte cuando lo archive. Este es todo lo que tengo obligación de darle, Teniente. No tengo nada que decirle a usted en este momento.

Cuando él se retiró, Eve siseó. Se volvió hacia uno de los técnicos de la escena del crimen. –Que es lo que tienen?

-No tenemos nada. Es cuerpo estába envuelto en una cubierta, de otra manera podría haberse mantenido abajo. Renfrew, él es un imbécil. Debería tener una unidad buscando el sitio de inicio.

-Hora de la muerte?

-siete y cuarenta.

-Gracias-

-Yo informo con cooperación y cortesía.

Ella divisó a Peabody y le hizo señas con la cabeza. –Conmigo. –Ella caminó hacia la multitud, pasando a través de la barricada. –Necesito que chequees un automóvil incendiado, un último modelo de lujo. Alrededor de media milla de aquí. Ve a nombre de quien está registrado.

-´Sí, señor.

Eve sacó su propio enlace, cuando vió a McNab. –Que sucedió contigo?

-Un ligero altercado. –Tocó suavemente con sus dedos el ojo amoratado.

-Peabody, tú golpeaste a McNab?

-No, señor.

-Ya que estás aquí y no estás en el medio de un altercado con mi ayudante, puedes chequear al auto incendiado. Peabody, conversa con algunos de los uniformados, los primeros en la escena fueron Lewis y su compañero. Mira lo que puedes obtener de ellos. Ese el detective Renfrew, ese pomposo idiota.

-Quiere que golpee al pomposo idiota, señor?

-No,, pero voy a hacer una llamada persona. –Se volvió y usó su enlace.

Cuando el encargado de la morgue contestó, su voz se arrastró con sueño.

-Vamos, Morris, estás despierto?

-Que es ésto, tú nunca duermes y entonces no dejas que otro lo haga? Que demonios de hora es?

-Hora de hacerle un favor a un amigo. –Cuando el se sentó, moviéndose, Eve hizo una mueca de dolor. –Hombre, bloquea el video o enfoca las sábanas, quieres?

-A pesar de la mala propaganda, puedo oficialmente atestiguar que estas pelotas de hombre son tan bonitas como otras. –Pero se envolvió la sábana alrededor de la cintura. –pero cuando fantasees sobre mí después, y lo harás, lo harás bien. Ahora, que necesitas?

-Tienes una víctima chequeada en la morgue. McNamara, Theodore.

-El Dr. Theodore McNamara?

-Es él.

Morris silbó. –Dado que tú llamaste, debo asumir que el famoso doctor no pa partido por causas naturales.

-Recientemente fue pescado en el East River, y no parece que haya decidido tomar un corto baño.

-Si me estás llamando pàra ponerle ponerle bandera de prioridad, estás desperdiciando un favor. Nombre importante, tratamiento importante-

-Ese no es el favor. No soy la primaria esta vez, pero McNamara está conectado con mis homicidios sexuales. Tuve una charla con él esta mañana y lo había citado para una formal mañana. Necesito un avance de la autopsia. Todos los datos del cuerpo y la principal interaccion con la patología asignada.

-Porque no le pides al primario que te de una copia?

-El no me gusta. Debo decírtelo, msi sentimientos sobre él son realmente malignos.

-Quien es el primario?

-Renfrew, detective Matthew.

-Ah. –Morris apoyó las almohadas detrás de él, dejándose caer hacia atrás. –Un pequeño bastardo territorial, poca habilidad social, y una tendencia a negarse a ampliar su foco.

-En otras palabras, un imbécil pomposo.

-En otras palabras. Creo que voy a ir y darle una mirada al reciente cadáver yo mismo. Te voy a llamar.

-Gracias, Morris. Te debo una.

-Sí, adoro esa parte.

-Morris? Que es ese tatuaje?

Sonriendo, Morris tocó con un dedo la ilustación justo bajo su tetilla izquierda. –El severo Recolector. Un empresario de la igualdad de oportunidades.

-Eres un hombre enfermo, Morris. –Cortó- Un hombre enfermo.

Ella le daba la espalda a lso reporteros mientras hablaba y levantaba su radar. La mayoría de ellos, con nada de que alimentarse, trataban de conseguir cortas aparaciones en vivo.

McNab la alcanzó corriendo.

-Camina y habla. –ordenó. –Necesito mantener lejos a los medios. Una vez que ellos hagan la conexión, vamos a perder cualquier ventaja que tengamos.

-Era el sedan de McNamara. Bien incendiado. NYFD dijeron que tenía un acelerante químico. RD-52. Es un tipo de ácido inflamable. Hace un estallido, se prende fuego, y es como si comosi comiera a través del metal mientras lo quema. Realmente minucioso. Hay testigos que vieron el estallido, fueron a dar una mirada y tuvieron la presencia de ánimo de anotar la identificación del vehículo antes de que se evaporara. Cinco, diez minutos más, y no tendríamos nada.

-Astuto, pero no lo suficiente. Deberían haber sacado la identificacion antes de incendiarlo. Pequeños errores. –Ella miró hacia atrás, al río. –Robo, mi culo. Quien se carga, hasta le saca las ropas, y luego arruina un sedan de lujo? Quieres apostar a que McNamara hizo una visita a su asesino antes de que yo hablara con él?

-Pongo la banca en eso.

-Si Renfrew no fuera un cretino, podríamos envolver esto esta noche. –Viéndolo a media distancia, ella juzgo las posibilidades. –Dunwood no sabe que Renfrew es un cretino. Renfrew va a notificar al pariente más pròximo, pero es su esposa. No hay razón para que el nieto entre en juego aquí. Y no hay razón para no hacerle una visita para expresarle mi simpatía por su pérdida y lo interrogue. Lucias Dunwood. Busca su dirección. Vamos a sacudirlo un poco.

-Ve por él.

Se separaron, y Eve hizo otra llamada. A su casa. –Hey. –Trató de sonreir cuando Roarke apareció. –Supongo que ellas están todavía ahí, huh?

Como la música era exlosiva y el sonido de voces medio borrachas rodaba sobre eso, Roarke sólo se encogió de hombros.

-Mira, siento haberte metido en ésto. Tal vez podrías encerrarte en una de las habitaciones. Ellas nunca te encontrarían en ese lugar.

-Lo he considerado. Deduzco que me llamaste para que sepa que vas a demorar un rato más.

-No se cuanto tiempo. Supongo que bastante. Si no puedo cerrarlo esta noche, voy a seguir necesitando a Mavis y Trina mañana. Tal vez puedas encerrarlas a ellas en una habitación.

-No te preocupes. Sospecho que no van a durar mucho más.

-Está bien. Te dejo. –Se volvió hacia McNab. –Que?

-Tengo una dirección, pero es falsa.

-Que quieres decir, falsa?

-Quiero decir que la dirección anotada para Lucias Dunwood es Fun House, en Times Square. Lo conozco porque paso un montón de tiempo ahí. Es un gran centro de diversión electrónica. No hay residentes en los locales.

-A él le gusta jugar. –replicó. –Dame un momento. –Se alejó mientras se ponía elauricular. –Escucha …

-Quieres que busque la dirección actual de Dunwood.

-McNamara podría haber estado ahí. No voy a poder tener acceso a sus archivos aquí porque el primario está jugando al gran perro guardián con la investigación.

-Ya veo. –Roarke ya se estaba moviendo hacia la música.

-Podría llamar a Whitney y pedir que lo despeje, pero sería desagradable. Más aún, me haría sentir como una charlatana o algo así.

-Mm-hmm.

-Podría llamar a Feeneym, y él agenciarse de autorización a través de EDD, pero ya saqué a una persona de la cama esta noche. –Miró hacia atrás a McNab. –Tal vez más.

-Y yo estoy levantado.

-Sí. Técnicamente … bueno, sólo rozando los tecnicismos, estoy autorizada para acceder a algunos datos porque él es un sospechos. Si estos datos incluyen su dirección o datos personales es debatible, pero tengo que aclarar eso en la mañana de todas formas, así que ..

-Porque esperar? Quieres tener esa dirección ahora, o quieres seguir tratando de racionalizarlo un rato largo?

Ella bufó, notando que él se había metido en su oficina, mientras ella hablaba. –Sólo quiero la dirección.

El retomó la transmisión. –Oh, teniente? Ya que puede haber unos pocos bloqueos aquí, tal vez quieras venir a casa para mi tranquilidad.

-Hago lo mejor que puedo. Supongo que tú también.

-Seguro voy a tener premio.

Cortó la transmisión, señalando a McNab. –Busca a Peabody. Vamos a movernos.

Estaba llegando casi a su vehículo cuando vió a Nadine, apoyada en la capota y examinando sus uñas.

-Es propiedad de la ciudad donde estás apoyando tu culo.

-Porque esa costumbre de tener vehículos oficiales tan feos?

-No lo sé, pero lo voy a hablar con mi congresista en la primera oportunidad que tenga.

-Los rumores dicen que el detective Renfrew y tú tuvieron una pequeña discusión de poderes.

-Los rumores son tu especialidad.

-Entonces no te interesa que ese rumor haya continuado hasta que él es un idiota y tú lo cortaste sin sacarle sangre. –Nadine se acomodó su brillante cabello rubio. –Pero podría interesarte una deducción, ya que las deducciones son tu especialidad. Deduzco que el Dr. Theodore McNamara tiene que ver en los homicidios sexuales que estás investigando, que el robo no tiene nada que ver con que él haya terminado en el río, y que tú tienes una muy buena idea de quién lo golpeó en la cabeza y en la cara esta noche. Y el que lo hizo puede tener un rol estelar en tus homicidios.

-Esas un montón de deducciones, Nadine.

-Puedes confirmarlo?

Eve simplemente guiñó un dedo, alejándose un poco. Cuando la operadora de cámara empezó a caminar detrás de Nadine, Eve la detuvo con una mirada acerada.

-Espérame –le dijo Nadine. –Ella sólo está haciendo su trabajo, Dallas.

-Todos estamos haciendo nuestro trabajo. Apaga la grabadora.

-Grabadora?

-No malgastes mi tiempo. Sin grabadora o no tendrás nada.

Nadine suspiró pesadamente y estrictamente por cumplir, luego desconectó la grabadora colocada en su alfiler de solapa de oro. –Sin grabadora.

-No puedes poner esto en aire hasta que yo te diga.

-Me vas dar un uno a uno?

-Nadine, no tengo tiempo para negociar contigo. Por lo que sé podría haber otra mujer muerta esta noche y nadie la encontró todavía. Sales al aire con tus deducciones y tendremos otra muerta mañana.

-Ok. Se quedará en espera hasta que tú digas.

-McNamara estaba conectado. Hablé con él esta mañana. No fue cooperativo. Pienso que él sabía o sospechaba la identidad del asesino. Pienso que él confrontó a este individuo después de nuestra conversación, y eso resultó en un muerto flotando.

-Eso sólo confirma mis deducciones.

-No he terminado. Pienso que la raíz de estos asesinatos viene de un proyecto compartido con J. Forrester y Allegany Pharmaceuticals hace casi veinticinco años atrás. Sexo, escándalos, abuso de ilegales, pagos por silencio y cobertura total. Excava en esto por tu cuenta y estarás varios pasos delante de los otros reporteros.

-McNanara estaba directamente involucrado en los crímenes?

-Años atrás el invirtió un montón de tiempo, energía y dinero para asegurarse que los hechos, acciones y actividades criminales que hubieran podido ser de público conocimiento fueran sellados. El rehusó cooperar dando voluntariamente información pertinente a la investigación del asesinato de dos mujeres y el ataque de otra, prefiriendo optar por retenerla. Pudo él asesinarlas? No. Es responsable? Es una cuestión moral. Esa no es mi especialidad tampoco.

Nadine la tomó del brazo cuando Eve se volvió. –Tengo un contacto en la morgue. McNamara recibió varios golpes en la cabeza y la cara casi una hora antes de morir. Una herida defensiva, en la muñeca derecha. Mientras las heridas iniciales fueron hechas con un instrumento romo de alrededor de ocho pulgadas de ancho, la herida que lo asesinó fue hecha deliberadamente con un arma diferente. Un objeto de metal largo y delgado como una palanca de hierro viejo que podría encontrarse en una caja de herramientas de un auto.

Ella hizo una pausa. –Y creo en la cortesía y la cooperación de compartir información.

-Realmente odio saber que esa frase me va a seguir por todos lados por las próximas seis semanas.

Eve regresó hacia el auto. –Siéntate atrás, McNab.

-Porque no puedo sentarme adelante? Tengo más rango que ella. Y mis piernas on largas.

-Ella es mi ayudante, tú eres lastre. –Ella se metió adentro y no volvió a hablar hasta que McNab hubo dejado de protestar y se acomodó en el asiento trasero. –Vamos a pasar a visitar a Lucias Dunwood.

-Como conseguiste la dirección?

Ella miró a McNab por espejo retrovisor. –Tengo mis formas de acceder a ciertos datos. Peabody, tú vas conmigo. McNab, tú te quedas en el vehículo.

-Pero …

-Voy con un uniformado, no con un uniformado y un detective. Y menos con un detective que parece que ha pasado la noche peleando en las calles. Tú te quedas atrás, con tu comunicador abierto y el mío también. Si nos encontramos con algún problema, llamas por respaldo, y luego, usando tu juicio, decides si esperas los refuerzos o vas a asistirnos. Ahora quiero que me consigas otra dirección. Kevin Morano.

Haciendo su mejor esfuerzo el sacó su PPC y estiró sus piernas en el asiento trasero. –Hey, hay una barra de caramelo pegada en el respaldo del asiento.

Cuando Peabody giró para tratar de verla, Eve mostró los dientes. –El primero que la toque va a encontrar sus dedos cortados y metidos en su nariz-

Peabody volvió a su posición. –Tienes reservas de caramelo.

-No es una reserva. Es una provisión de emergencia, que el ladrón de caramelo que saquea mi oficina no ha encontrado todavía. Y si él o ella lo encuentra, sabré porque. –Hizo una pausa significativa. –Y me las va a pagar.

-Estoy a dieta de todas formas.

-Tú no necesitas dieta, She-body. Eres toda una mujer.

-McNab. –dijo Eve

-Sí, señor.

-Cállate.

-Está todo bien, Dallas. Somos una pareja.

-Una pareja de que? No, no me digas. No me hables. No me hablen el uno del otro. Dejen que se haga el silencio a través de la tierra.

Peabody trató de ahogar una risita, luego trató de ajustar el control climático manualmente.

-Está arruinado. Cállate.

Sin decir nada, Peabody bajó su ventanilla.

McNab se asomó desde atrás. –Permiso para hablar en asunto oficial, señor?

-Que?

-La dirección de Kevin Morano. Yankee Stadium. Quiere que me contacte con Roarke y le pida a él ….. Yo digo… -enmendó él cuando ella lo miró por el espejo. –Quiere que implemente sus formas para acceder a los datos?

No. Yo sé donde vive.

Cuando se detuvo frente a la gran casa antigua de piedra marrón, eran más de la una. La casa estaba oscura excepto por el parpadeo rojo de la luz del sistema de seguridad activado.

-Estás armado, McNab?

-Mi aturdidor de repuesto.

-Mantenlo puesto en bajo, deja el comunicador abierto. No te aproximes a la casa a menos que yo te lo indique. Vamos, Peabody, vamos a llamarles la atención.

Ella cruzó la acera. Cuando se paró en la primera escalera de piedra, el sistema de seguridad emitió un zumbido de alarma. Ella presionó el timbre. Instantáneamente las luces se encendieron a su alrededor y el sistema de seguridad emitió la primera alerta.

Usted está bajo vigilancia. Por favor diga su nombre y su asunto. Cualquier intento de entrar a la residencia o causar daño a la misma, y este sistema notificará inmediatamente a la policía y al vigilante del vecindario.

-Teniente Dallas, NYPSD. –Puso su placa ante la pantalla de video. –Necesito hablar con Lucias Dunwood atendiendo a un problema policial.

-Un momento por favor, mientras su identificación es procesada y verificada. Por favor espera mientras el Sr. Dunwood es informado de su requerimiento…

-Teniente, usted cree que …

Eve movió su cuerpo sutilmente y se paró junto a los pies de Peabody bajo el alcance de la cámara. –Creo que es difícil tener que levantar al Sr. Dunwood para decirle sobre la muerte de su abuelo. Pero nunca hay un buen momento para las malas noticias y no es cuestión de esperar a la mañana para dársela.

-No, señor. –Peabody aclaró su garganta, poniendo una sobria expresión en su cara y se imaginaba lo que podía decir estando ellas probablemente bajo el audio y video de vigilancia.

Tomó varios minutos antes de que la luz en las ventanas del primer piso se prendieran. Ella no había escuchado que los bloqueos fueran levantados, lo que le dijo a ella que la puerta era totalmente a prueba de ruidos. Se abrió silenciosamente, y tuvo su primera visión de Lucias.

Su brillante cabello rojo estaba despeinado. Vestía una larga bata de noche blanca atada flojamente a la cintura. Y tenía toda la apariencia de un joven recién levantado de dormir, y tratando de descubrir porque.

-Lo siento. –El parpadeó como una lechuza. –Usted es policía?

-Si. –ella ofreció su ingiani otra vez. –Usted es Lucias Dunwood?

-Así es. De que se trata? Hay algún probleme en el vecindario?

-No que que yo sepa. Pero podríamos entrar y hablar con usted, Sr. Dunwood?

-Claro. Lo siento, estoy un poco aturdido. –El retrocedió, haciendoles gestos de entrar al amplio vestíbulo con pisos de mármol brillando bajo las luces de un candelero de plata de tres brazos. _Me acosté hace un par de horas. No estoy acostunbrado a tener a la policía en mi puerta.

-Siento tener que molestarlo tan tarde. Tengo algunas noticias difíciles. Sería mejor que nos sentáramos.

-Que clase de noticias? Algo anda mal?

-Sr. Dunwood, lamento decirle que su abuelo ha muerto.

-Mi abuelo?

Eve observó con reticente admiración cuando el palideció, levantando una mano que temblaba imperceptiblemente hacia sus labios. –Muerto? Mi abuelo muerto? Fue un accidente?

-No, él fue asesinado.

-Asesinado? Oh Dios, oh mi Dios. Necesito sentarme. –El hizo ademán de acercarse a un largo banco plateado en el vestíbulo, colapsando sobre él. –No puedo creer esto. Debo estar soñando. Que sucedió? Que le sucedió a él?

-Su abuelo fue encontrado en East River esta noche temprano. La investigación de su muerte está en camino. Lamento su pérdida, Sr. Dunwood, pero podría ayudarnos si constesta algunas preguntas.

-Por supuesto. Por supuesto que lo haré.

-Está usted solo aquí?

-Solo? –Su cabeza se levantó y ella vio la sospecha pasar rápidamente sobre su cara antes de bajarla otra vez.

-Si usted está solo, tal vez hay alguien que me ayudante podría llamar. Para estar con usted.

-No. No. Estoy bien. Voy a estar bien.

-Cuando fue la última vez que vio a su abuelo?

-El se había ido, alguna consulta de negocios fuera del planeta. Suponga que fue hace varias semanas.

-En aquel momento él le expresó que tuviera alguna preocupación, algún temor por su seguridad?

-Porque? –Lucias levantó la mirada otra vez. –No comprendo.

-Hay posibilidad de que su abuelo fuera asesinado por alguien que conocía. Un vehículo registrado a su nombre se incendió solo horas antes de que su cuerpo fuera encontrado. El auto esta aparcado cerca de la pista de aterrizaje ubicada en East 143. Tiene conocimiento de algún negocio que pudiera llevarlo a esa área?

-Ninguno que conozca. Su auto se incendió? _Eso suena como … como una suerte de venganza. Pero el abuelo es, era un hombre humanitario, un gran hombre que dedicó su vida a la medicina y la investigación. Esto es algún terrible error.

-Usted está estudiando medicina?

-Me estoy tomando un permiso escolar ahora. –Apretó sus dedos contra la sien, cubriéndose la cara. Y Eve estudió la cabeza de dragón grabada en el zafiro en el anillo de oro amalgamado en su mano derecha.

-Necesitaba tiempo para pensar, para explorar, para decidir que área de la medicina podría servirme mejor. Mi abuelo… -Su voz se rompió, miró a lo lejos. –El dejó sus impresiones en todo. Era mi mentor, mi inspiración.

-Estoy segura de que él estaba muy orgulloso de usted. Ustedes eran cercanos entonces?

-Pienso que sí. El fue grande en la vida, un hombre que buscaba para sí mismo la excelencia. Espero ser digno de su memoria. Haber terminado así, tirado en el río como … un deshecho. Mi Dios, haberlo desnudado de su dignidad en el final de su vida. Como podría alguien odiarlo así. Tiene que encontrar al que hizo esto, teniente. Ellos deben pagar por lo que le hicieron.

- Vamos a encontrarlos y van a pagar. Lo siento, pero tengo que preguntarle, es el procedimiento normal. Tiene coartada para su paradero esta noche, entre las siete y la medianoche.

-Mi… Cristo. No puedo creer … Soy una especie de sospechoso. –estuve aquí en casa hasta las 8.30. Luego fui a un club. No pude en realidad hablar con nadie. No vi nadie que me interesara. Tenía esperanza de … Ok, lo confieso. Pensé que podría conseguir una chica para la noche, pero no me ocupé mucho. Vine a casa temprano. 10.30 diría. Mi sistema de seguridad puede verificar eso.

-Entonces usted estuvo solo, esencialmente?

-Tengo un droide doméstico. –El se paró. –Voy a traerlo. Puede preguntarle a el cuando salí y cuando volví. Oh, tengo un recibo de caja por los tragos. Seguramente tiene la hora y fecha estampados. Eso puede ayudar?

-Mucho. Sólo queremos aclarar ésto y entonces avanzar en la investigación.

-cualquier cosa que pueda hacer yo. Cualquier cosa para ayudar. Voy a traer el droide. Y entonces pueden preguntarle. Voy a traer el recibo. Estos seguro que lo puse en mi bolsillo.

-Lo agradecería. Oh, y puedo decirle que su dirección está mal puesta en los archivos de la ciudad.

-Disculpe?

-Su dirección, hay un error. Obtuve la ubicación correcta de los archivos de su abuelo. Usted podría querer ver eso, cuando tenga la oportunidad.

-Que raro. Sí, me voy a ocupar de eso. Discùlpeme un minuto.

El fue por el droide, sin dudar que Kevin se hubiera ocupado de reprogramarlo y falsificado las entradas que hubiera tenido. Pero sus puños estaban apretados cuando entró en su dormitorio. Kevin se apuró detrás de él.

-Dijiste que ellos nunca iban a identificar el auto.

-Bueno, lo hicieron. –disparó Lucias hacia atrás. –Pero no importa. Está todo bien. Mira que bueno fue que esa estúpida perra no hubiera aparecido en Jean Luc’s anoche. No podría tener esto. –Sacó el recibo del bolsillo de su pantalón. –Una coartada y jugando al conmocionado y dolorido nieto.

-Y que hay de mí?

-Ellas no saben de tí, y no hay razón para que lo sepan. No hay conexión entre esto y el proyecto en lo que a la policía concienrne. Y no hay conexión que pueda probarse entre la muerte de mi abuelo y yo. Sólo quédate aquí arriba y tranquilo. Yo voy a manejar esto.

Se apresuró a bajar otra vez. –Teniente, estaba en mi bolsillo, tal como pensaba. –Le alcanzó a Eve el recibo.

-Bien. Voy a hacer que mi ayudante haga una copia para los archivos.

-Por supuesto.

El esperó mientras Peabody escaneaba el recibo. –Hay algo más que pueda hacer?

-No en este momento. Vamos a estar en contacto.

-Déjeme saber si usted … cuando encuentre al que hizo esto.

-Usted va a ser el primero. –prometió Eve.

Ella regresó al vehículo, deslizándose tras el volante. –Es un hijo de puta de sangre fría. Se estaba divirtiendo.

-El droide puede ser reprogramado. –dijo McNab desde el asiento trasero. –Lo mismo que la seguridad. El tipo que hizo el trabajo electrónico podría haber hecho ambos. Le sería fácil.

-De todos modos, no conseguimos mucho de él. –protestó Peabody-

-No lo hicimos? –Eve tamborileó con sus dedos en el volante. –Yo nunca dije el nombre de su abuelo y él nunca preguntó. Y tiene necesariamente dos, ambos residentes en New York. Pero él nunca preguntó cual era el muerto. No hizo la pregunta. Y ese bocado sobre haber desnudado su intimidad en el final de su vida. Es justo lo que él hizo. Lo que trató de hacer. Y buscó protegerse por si mismo, ya que no dijo que su amigo y hermano Kevin estuvo con él parte de la noche. No quiere compartir los focos.

-Supongo que sacamos más de él de lo que yo pensaba.

-Así es. Pequeños errores.