CAP. VII
En el que refuta el tercer argumento de los platónicos, sobre
la multitud, y muestra que a los que dicen que el Uno es más
común que el Ente, algo hay que conceder que niega Platón.
Se engañan mucho en el tercer argumento. Porque no se opone la multitud al uno del mismo modo que se opone el no ente al Ente. Porque en esto último hay una oposición contradictoria, en aquello una oposición privativa o contraria, cosa de la que disputa largamente Aristóteles en el libro diez de la Primera Filosofía. Pero vean en qué dislate caen los que se llaman platónicos y dicen que el Uno es superior al Ente. Cierto, cuando dos géneros se relacionan entre sí de modo que uno está subordinado al otro como a más común, puede darse el caso de que algo se substraiga al ámbito del inferior y no se salga del superior. Precisamente por ello se dice más común. Ejemplo al canto, animal es más común que hombre, y puede darse algo no hombre, o no ser hombre, y, sin embargo, ser animal. Con igual razón, si el Uno es más común que el Ente, puede darse que algo sea no Ente, o nada, y que todavía sea Uno y así el Uno se predicaría del no Ente, lo que expresamente refuta Platón en el Sofista.