Notas

[1] A Palestina no llegaron efectos de los efímeros reinados de Galba, Otón y Vitelio, los perdedores de la breve guerra civil de la que Vespasiano saldría vencedor. <<

[2] Obra básica al respecto es la de J.-P. LÉMONON, Pílate et le gouvernement de la Judée. Textes et monuments, París, 1981. En general, sobre el gobierno romano de Judea, véase M. STERN, «The Province of Judaea», en S. SAFRAI, M. STERN (eds.), The Jewish People in the First Century, I, págs. 308-376; E. M. SMALLWOOD, The Jews under Roman Rule from Pompey to Diocletian, Leiden, 1976, págs. 156 ss. y 256 ss., y M. SARTRE, L’Orient romain. Provinces et sociétés provinciales en Méditerranée orientale d’Auguste aux Sevéres (31 avant J.-C.-235 après J.-C.), París, 1991, páginas 361 ss. <<

[3] Buena síntesis la de SMALLWOOD, op. cit., págs. 293-330. <<

[4] Autobiografía 5. <<

[5] Ibid., 12. <<

[6] Fue ésta de la familia de Josefo la única rama Asmonea que mantuvo importancia tras la caída de Arquelao en el año 6 d. C.; cf. M. GOODMAN, The ruling Class of Judaea. The origins of the Jewish Revolt against Rome A. D. 66-70, Cambridge, 1987, pág. 38. <<

[7] Autobiografía 6. <<

[8] Por ejemplo, T. RAJAK, Josephus. The Historian and his Society, páginas 15 ss. <<

[9] Sobre la educación, las escuelas y su organización y los métodos de enseñanza, S. SAFRAI, «Education and the Study of the Torah», en SAFRAI, STERN (eds.), The Jewish People in the First Century II, págs. 945 y ss. La verdad es que no sabemos muy al detalle cuál era la educación específica de los niños del grupo saduceo (pág. 946). <<

[10] Autobiografía 8. <<

[11] M. HENGEL, Judentum und Hellenismus = Judaism and Hellenism. Studies in their Encounter in Palestine during the early Hellenistic Period, I, Londres-Filadelfia, 1974, págs. 70 ss. <<

[12] Lo decimos con un poco de anacronismo, porque esta institución de paso, que marca el salto del creyente judío de la niñez a la mayoría de edad, es de fecha posterior a Josefo; cf. S. SAFRAI, «Home and family», en SAFRAI, STERN (eds.), The Jewish People in the First Century, II, págs. 771-773. <<

[13] Autobiografía 12. <<

[14] L. H. FELDMAN, «Flavius Josephus revisited: the man, his writings and his significance», en W. HAASE (ed.), Aufstieg und Niedergang der rümischen Welt, II, 21, 2, Berlín, 1984, pág. 782. <<

[15] Guerra V 419. Cf. M. HADAS-LEBEL, Flavius Joséphe, págs. 57-58. <<

[16] Josefo (Autobiografía 5) da el tiempo de nacimiento de sus tres hijos, todos ellos habidos durante el reinado, ya avanzado, de Vespasiano; son, por tanto, posteriores a la guerra judaica. Es simple lucubración de HADAS-LEBEL, Flavius Joséphe, pág. 58, la sugerencia de que nuestro personaje pudo tener hijos que no resistieron el asedio y sobre los que el atribulado padre echó piadosa capa de silencio. <<

[17] Autobiografía 13. <<

[18] Ibid., 13-16. <<

[19] Antigüedades XX 189-196. <<

[20] Ver RAJAK, Josephus, págs. 39-40, y HADAS-LEBEL, Flavius Joséphe, págs. 50-60. <<

[21] Ver al respecto, por ejemplo, las observaciones de M. STERN, «Chronology», en SAFRAI, STERN (eds.), The Jewish…, I, págs. 74-76. <<

[22] Para el uso de la lengua griega en Palestina, véase HENGEL, Judaism and Hellenism, I, págs. 65 ss.; A. DÍEZ MACHO, La lengua hablada por Jesucristo, Madrid, 1976; G. MUSSIES, «Greek in Palestine and the Diaspora», en SAFRAI, STERN (eds.), The Jewish…, II, págs. 1040 ss., y HADAS-LEBEL, Flavius Joséphe, págs. 60 ss. <<

[23] Es indudable que había problemas sociales y económicos muy profundos que avivaban la ideología nacionalista. Sobre la subyacencia social de la revuelta judía, M. STERN, «Aspects of Jewish society: the priesthood and other classes», en SAFRAI, STERN (eds.), The Jewish…, II, págs. 577-580. Compleméntese con las páginas de S. APPLEBAUM, «Josephus and the economic causes of the Jewish war», en L. H. FELDMAN, G. HATA (eds.), Josephus, the Bible and History, Leiden, 1989. <<

[24] Autobiografía 17-18. <<

[25] RAJAK, Josephus, págs. 84-85. <<

[26] Autobiografía 19. <<

[27] Los acontecimientos en Guerra II 433 ss. <<

[28] GOODMAN, The ruling Class of Judaea, pág. 152 ss. <<

[29] La narración de las desavenencias de Josefo con Juan ocupa gran parte de su Autobiografía, desde el capítulo XIII en adelante. <<

[30] HADAS-LEBEL, Flavius Josephe, pág. 105. <<

[31] A partir de ahora nuestra fuente principal es Guerra III 115 ss. <<

[32] Guerra III 341. <<

[33] Contamos tan sólo todavía con notas de prensa. Como la de ABC, 14-8-1992, despacho de prensa de Jerusalén: «Excavaciones en Yodfat resucitan una batalla que contó Flavio Josefo. Un grupo de arqueólogos israelíes ha anunciado el hallazgo de los primeros vestigios de la batalla librada entre romanos y judíos en el siglo I (año 67), en Yodfat, la Galilea israelí. Una rampa construida por las legiones romanas, piedras utilizadas como proyectiles y numerosas puntas de flecha, son algunos de los vestigios encontrados […]. Los restos encontrados coinciden casi totalmente con la descripción que hizo de esa batalla el historiador Flavio Josefo […]. Se trata de la única batalla de los judíos contra la conquista romana (sic) en la que participó Flavio Josefo, y en ella murieron 40.000 judíos, 1.200 fueron hechos prisioneros y varios cientos se suicidaron. En la batalla, que duró 47 días, lucharon 60.000 soldados romanos, mandados por el que poco después se convertiría en el emperador Vespasiano […]». <<

[34] «L’art de survivre», titula muy significativamente HADAS-LEBEL, Flavius Josephe, pág. 107, el correspondiente capítulo. Véase el interesante ensayo, muy antropológico, de P. VIDAL-NAQUET, «Flavius Josephe ou le bon usage de la trahison», en P. SAVINEL (ed.), Flavius Josephe. La Guerre des Juifs, París, 1977, págs. 7-115. <<

[35] Guerra III 350. <<

[36] Ibid., III 346. <<

[37] Ibid., III 387-391. <<

[38] Guerra III 399 ss. La tradición judía atribuye un episodio similar al rabí Johanan ben Zakkai; para las cuatro versiones y bibliografía, cf. RAJAK, Josephus, págs. 188-189. Sin duda se trata de una adaptación rabínica tardía de la historia de Josefo. SUETONIO, Vespasiano 5, hace suya la versión josefea. <<

[39] Los problemas legales, resumidos por HADAS-LEBEL, Flavius Josephe, pág. 142. <<

[40] Autobiografía 415. <<

[41] Guerra V 367-368. <<

[42] Guerra V 541. <<

[43] Lucha entre facciones estudiada por GOODMAN, The ruling Class of Judaea. pág. 198. <<

[44] Autobiografía 418-419. <<

[45] Autobiografía 423. <<

[46] Sobre el patronazgo de los Flavios sobre las letras, véase el clásico H. BARDON, Les empereurs et les lettres latines d’Auguste á Hadrien, París, 1968 (= 1940), págs. 289 ss. <<

[47] Más o menos así titula RAJAK, Josephus, pág. 185, uno de sus capítulos. <<

[48] Autobiografía 5. <<

[49] Ibid., 426. <<

[50] Ibid., 427. <<

[51] Antigüedades XX 267-268. Pretendía escribir un tratado sobre Dios y las Leyes en cuatro libros y continuar la historia del pueblo judío desde la toma de Jerusalén, es decir, partiendo de la Guerra y de un breve ensayo nuevo sobre las causas del conflicto. <<

[52] HADAS-LEBEL, Flavius Joséphe, pág. 237. <<

[53] Así en Antigüedades XX 258, y en Autobiografía 412. <<

[54] Muy frecuentemente empleando el término hálosis, «captura», en obvia referencia a la toma de Jerusalén. <<

[55] Guerra I 19-29. <<

[56] D. J. LADOUCEUR, «Josephus and Massada», en FELDMAN, HATA (eds.), Josephus, Judaism and Christianity, págs. 95 ss. <<

[57] Contra Apión I 49. <<

[58] Guerra I 1-2, y Antigüedades I 4. <<

[59] Ver RAJAK, Josephus, pág. 195. <<

[60] Guerra VII 158. <<

[61] En Autobiografía 361, dice Josefo que entregó su texto a los emperadores; se refiere a Vespasiano y a su hijo Tito, asociado al trono desde 71. <<

[62] Guerra I 17. <<

[63] Sobre los valores del término y sus concreciones helenísticas, A. MOMIGLIANO, «Ancient history and the antiquarian», Studies in Historiography, Londres, 1967, págs. 3-4. <<

[64] Ver G. VERMES, «Bible and Midrash: early Old Testament», en P. R. ACKROYD, C. F. EVANS (eds.), The Cambridge History of the Bible, I: From the Beginnings lo Jerome, Cambridge, 1970, págs. 204-220, passim. <<

[65] HADAS-LEBEL, Flavius Josephe, pág. 251. <<

[66] Un caso sobresaliente es el de los Anales de Tiro, crónica que Josefo conoció en la traducción griega de Menandro de Éfeso. Sólo conocemos este importantísimo documento a través de nuestro autor (Antigüedades VIII 144-146 y 324, y IX 283-287) y de la utilización que de él hace. Cf. J. VAN SETERS, In Search of History. Historiography in the ancient World and the Origins of biblical History, New Haven-Londres, 1983, págs. 195-199. <<

[67] Algunas referencias de TACKERAY, padre de la teoría, en la introducción a Antigüedades de su edición de Josefo, vol. IV, págs. XIV-XVII. Ver sobre todo su Josephus. The Man and the Historian, Nueva York, 1967 (= 1929), cap. 5. Disintiendo parcialmente del anterior, FELDMAN, «Flavius Josephus revisited», en HAASE (ed.), Aufstieg und Niedergang der römischen Welt II 21, 2, pág. 860, cree que los influjos sofocleo y tucidideo no se limitan en Josefo a las Antigüedades, sino que resultan evidentes en todas las obras de nuestro autor. <<

[68] R. LAQUEUR, Der jüdische Historiker Flavius Josephus. Ein biographischer Versuch auf neuer quellenkritischer Grundlage, Giessen, 1920, páginas 3-5. <<

[69] XX 259 y 267. <<

[70] El motivo, la muerte de Agripa II como fecha post quam, lo tocaremos en el apartado que sigue. <<

[71] En esto me inclino por RAJAK, Josephus, pág. 238. <<

[72] A. MOMIGLIANO, «II posto della storiografia antica nella storiografia moderna», Sui fondamenti della storia antica, Turín, 1984, pág. 54. <<

[73] Sobre el particular, en concreta relación con Autobiografía 7-9, ver C. PELLING, «Childhood and personality in biography», en C. PELLING (ed.), Characterization and Individuality in Greek Literature, Oxford, 1990, págs. 222-224. <<

[74] A él se dirige, airado, en Autobiografía 336 ss. Sobre este oponente de Josefo, T. RAJAK, «Justus of Tiberias», Classical Quarterly 23 (1973), 358-363. <<

[75] HADAS-LEBEL, Flavius Joséphe, pág. 256. <<

[76] Antigüedades XX 259 y 267. La observación es originariamente de LAQUEUR, Der jüdische Historiker Flavius Josephus, págs. 3-5, como más arriba se dijo. <<

[77] Antigüedades XX 267. <<

[78] Autobiografía LXV 359. <<

[79] T. RAJAK, Josephus, págs. 237-238. <<

[80] LAQUEUR, Der jüdische Historiker Flavius Josephus, caps. 3 y 4. <<

[81] S. J. D. COHEN, Josephus in Galilee and Rome. His Vita and Development as a Historian, Leiden, 1979, págs. 80-83. <<

[82] T. RAJAK, Josephus, pág. 238. <<

[83] HADAS-LEBEL, Flavius Josephe, pág. 235. <<

[84] Sobre esta última modalidad literaria, St. K. STOWERS, «The diatribe», en D. E. AUNE (ed.), Greco-roman Literature and the New Testament. Atlanta, 1988, págs. 71 ss. <<

[85] Deriva de San Jerónimo, De viris illustribus 13. Cf. L. TROIANI, Commento storico al «Contro Apione» di Giuseppe, Pisa, 1977, págs. 25-26. <<

[86] ORÍGENES, Contra Celso I 16, y IV 11, y EUSEBIO DE CESAREA, Historia Eclesiástica III 9, 4. <<

[87] Contra Apión I 1-3. <<

[88] Contra Apión I 7 ss. <<

[89] Ibid., I 29 ss. <<

[90] Ibid., I 58 ss. <<

[91] Ibid., I 69 ss. <<

[92] Así B. MOTZO, «Il Katà ioudaíon di Apione», Atti della R. Accademia delle Scienze di Torino 48 (1912-1913), págs. 459 ss. <<

[93] Por ejemplo, en CLEMENTE DE ALEJANDRÍA, Stromateis I 101, 3; EUSEBIO, Historia Eclesiástica III 9,4, y SAN JERÓNIMO, De viris illustribus 13 y Epístolas 70, 3. <<

[94] Contra Apión II 190-192. <<

[95] Presentadas por Josefo como las más antiguas del mundo; Contra Apión II 154 ss. <<

[96] Contra Apión II 215-219. <<

[97] Ibid., II 182-183. <<

[98] Ibid., II 220 ss. <<

[99] Ibid., II 211 ss. <<

[100] Ibid., II 236-254. <<

[101] A. GRAFTON, «Renaissance readers of Homer’s ancient readers», en R. LAMBERTON, J. J. KEANEY (eds.), Homer’s ancient Readers, Princeton, 1992, pág. 162. <<

[102] Contra Apión I 134. <<

[103] Ver TROIANI, Commento storico al «Contro Apione», págs. 39-41. El autor italiano, contra lo que hacen otros, no excluye el elemento dudoso en su traducción (1. c., pág. 232). <<

[104] Ibid., pág. 27. <<

[105] HADAS-LEBEL, Flavius Joséphe, pág. 37. <<

[106] F. TRISOGLIO, «L’intervento divino nelle vicende umane dalla storiografia classica greca a Flavio Giuseppe e ad Eusebio de Cesárea», en HAASE (ed.), Aufstieg und Niedergang der römischen Welt, II, 21, 2, en particular sobre Josefo, págs. 978-993. <<

[107] Ha estudiado este aspecto, muy pormenorizadamente sobre la terminología, P. VILLALBA I VARNEDA, The historical Method of Flavius Josephus, Leiden, 1986, págs. 5 ss. <<

[108] Guerra VI 310. Sobre los signos en Josefo, P. FORNARO, Flavio Giuseppe, Tacito e l’Impero, Turín, 1980, págs. 25 ss., y O. BETZ, «Miracles in the writings of Flavius Josephus», en FELDMAN, HATA (eds.), Josephus, Judaism and Christianity, págs. 212-235. <<

[109] Ver lo que dice en Antigüedades XX 262. <<

[110] Quizá la distinción entre verdad histórica y objetividad a cuenta de Josefo constituya un exceso de sutilidad en HADAS-LEBEL, Flavius Joséphe, pág. 247. Me da la impresión de que Josefo no sólo reclama la primera sino que, de haber podido, habría reclamado la segunda. Lo que sí es cierto es que nuestro autor pretexta atenerse a la verdad histórica y ante el crítico moderno se presenta como lo contrario del historiador objetivo. <<

[111] Antigüedades XIV 2-3. <<

[112] Ver lo que dice en Antigüedades XX 263. <<

[113] Filón trató sobre Calígula y su política antijudía años antes que Josefo, concretamente en sus In Flaccum y Legatio ad Gaium, y coincide con nuestro autor en que era providencialista y escribía también para que los gentiles conocieran y respetaran a los judíos; cf. M. STERN, «The Greek and Latin literary Sources», en SAFRAI, STERN (eds.), The Jewish People in the First Century, I, págs. 18-19, y E. M. SMALLWOOD, «Philo and Josephus as historians of same events», en FELDMAN, HATA (eds.), Josephus, Judaism and Christianity, págs. 114 ss. A pesar de lo que les acerca, las discrepancias entre Filón y Josefo son tales, que no podemos estar siempre ciertos de si se refieren a lo mismo o a cosas distintas. Así ocurre, por ejemplo, con algunos episodios del gobierno de Pilato. <<

[114] Piénsese en la larga cita de Contra Apión I 75-82, que constituye el fr. 42 de los Aegyptiaca de MANETÓN. Cf. B. D. REDFORD, Egypt, Canaan and Israel in ancient Times, Princeton, 1992, págs. 98 ss. <<

[115] STERN, «The Greek and Latin literary Sources», en SAFRAI, STERN (eds.), The Jewish People in the First Century, I, págs. 21-24. <<

[116] Ver FELDMAN, «Josephus revisited», en HAASE (ed.), Aufstieg und Niedergang der rómischen Welt, II, 21, 2, págs. 788 ss., y VILLALBA I VARNEDA, The histórical Method of Flavius Josephus, págs. 268 ss. <<

[117] Guerra I 1-2. <<

[118] Antigüedades I 2-4. <<

[119] Contra Apión I 6. <<

[120] Véase, por ejemplo, lo que dice en Antigüedades XIV 188. <<

[121] Antigüedades XVIII 63-64. <<

[122] Ibid., XX 200. <<

[123] El estado de la cuestión en Z. BARAS, «Testimonium Flavianum: the State of recent scholarship», en M. AVI-YONAH, Z. BARAS (eds.), World History of the Jewish People, VIII: Society and Religión in the Second Temple Period, Jerusalén, 1977, págs. 303 ss. y 378 ss., y del mismo, «The Testimonium Flavianum and the martyrdom of James», en FELDMAN, HATA (eds.), Josephus, Judaism and Christianity, págs. 338-348. Ver también FELDMAN, «Josephus revisited», en HAASE (ed.), Aufstieg und Niedergang der rómischen Welt, II, 21, 2, págs. 821-838. <<

[124] Véase L. HERRMANN, Chrestos. Témoignages païens el juifs sur le christianisme du premier siècle, Bruselas, 1970, págs. 104 ss. <<

[125] Recientemente hemos visto exhumado un interesante documento al respecto: la carta de un prestigioso judío que, a mediados del siglo XVII, tercia en la polémica a favor de que Antigüedades XVIII63-64, es un pasaje apócrifo. Cf. HADAS-LEBEL, «Une lettre en français de Menasseh Ben Israel. Á propos du Testimonium Flavianum», Revue des Eludes Juives 149 (1990), 125-128. <<

[126] Aunque un investigador judío de hoy pueda pensar que al menos expresiones como «hombre sabio» o «hechos maravillosos» son originales e incluso de falsificación improbable: G. VERMES, Jesús the Jew = Jesús el Judío [trad. J. M. ÁLVAREZ FLÓREZ, A. PÉREZ], Barcelona, 1977, pág. 85. <<

[127] Antigüedades XVIII 116-119. Es el caso de HERRMANN, Chrestos, págs. 99-100. <<

[128] Historia Eclesiástica 111, 7-8. <<

[129] Contra Celso I 47, y Sobre Mateo X 17. <<

[130] «¿Por qué calla Flavio Josefo?», es uno de los epígrafes del precioso ensayo de W. TRILLING, Fragen zur Geschichtlichkeit Jesu = Jesús y los problemas de su historicidad [trad. C. RUIZ GARRIDO], Barcelona, 1968, págs. 62 ss. <<

[131] H. R. MOEHRING, «Joseph ben Mattia and Flavius Josephus: the Jewish prophet and Román historian», en W. HAASE (ed.), Aufstieg und Niedergang der rómischen Welt, II, 21, 2, pág. 865. <<

[132] Sobre Josefo como combinación de la tradición israelita y del realismo tucidideo, aunque en referencia primordial a la Guerra, M. STERN, «Josephus and the Román Empire in The Jewish War», en FELDMAN, HATA (eds.), Josephus, Judaism and Christianity, pág. 78. Ver también G. A. PRESS, The Development of the Idea of History in Antiquity, Kingston-Montreal, 1982, pág. 52, sobre la influencia formal de Tucídides y Polibio en los autores judeohelenísticos, entre ellos el Josefo de la Guerra. <<

[133] G. N. DEUTSCH, «The illustration of Josephus’ manuscripts», en FELDMAN, HATA (eds.), Josephus, Judaism and Christianity, pág. 398. <<

[134] Desde M. KRENKEL, Josephus und Lukas, Leipzig, 1894. <<

[135] H. SCHRECKENBERG, «Josephus und die christliche Wirkungsgeschichte seines Bellum Iudaicum», en HAASE (ed.), Aufstieg und Niedergang der römischen Welt, II, 21, 2, págs. 1106-1217; «The Works of Josephus and the early Christian Church», en FELDMAN, HATA (eds.), Josephus, Judaism and Christianity, págs. 315-324, y Die Flavius-Josephus-Tradition, págs. 68 ss. <<

[136] W. MIZUGARI, «Origen and Josephus», en FELDMAN, HATA (eds.), Josephus, Judaism and Christianity, págs. 315-324. <<

[137] Las innúmeras citas, en SCHRECKENBERG, Die Flavius-Josephus-Tradition…, págs. 79-88. <<

[138] S. BOWMAN, «Josephus in Byzantium», en FELDMAN, HATA (eds.), Josephus, Judaism and Christianity, págs. 363-364. <<

[139] S. BOWMAN, «Josephus in Byzantium», pág. 377 y, en general, 362-385. Véanse algunas concreciones en A. MOMIGLIANO, «Pagan and Christian historiography in the Fourth Century A. D.», Essays in Ancient and Modern Historiography, Middletown, 1977, pág. 116. <<

[140] L. H. FELDMAN, «Flavius Josephus revisited. The Man, his Writings, and his Significance», en HAASE (ed.), Aufstieg und Niedergang der rómischen Welt, II, 21, 2, pág. 771. <<

[141] B. SMALLEY, «Sallust in the Middle Ages», en R. R. BOLGAR (ed.), Classical Influences on European Culture, A. D. 500-1500, Cambridge, 1971, págs. 165 y 170. <<

[142] Al respecto, L. GIL, Panorama social del humanismo español (1500-1800), Madrid, 1981, pág. 188. <<

[143] E. R. CURTIUS, Literatura europea y Edad Media Latina, I, Méjico, reimpr. 1981, pág. 370. <<

[144] J. COLIN, Cyriaque d’Ancóne, le voyageur, le marchand, l’humaniste, París, 1981, pág. 462. <<

[145] CURTIUS, Literatura europea…, II, pág. 522. <<

[146] Ver B. HALPERN-AMARU, «Martin Luther and Flavius Josephus», en FELDMAN, HATA (eds.), Josephus, Judaism and Christianity, págs. 411-426. <<

[147] GIL, Panorama social del humanismo español…, págs. 508 y 533. <<

[148] J. LÓPEZ RUEDA, Helenistas españoles del siglo XVI, Madrid, 1973, pág. 247. <<

[149] C. HERNANDO, Helenismo e Ilustración (El griego en el siglo XVIII español), Madrid, 1975, pág. 108. <<

[150] Sobre el aprecio de Josefo, dentro del concierto de la antigua historiografía griega y latina, en esta época, véase P. BURKE, «A survey of the popularity of ancient historians (1450-1700)», History and Theory 5 (1966), 135-152. <<

[151] Y. MALKIEL dio a conocer el estudio póstumo e inacabado de la gran hispanista M.ª Rosa Lida, «El libro infinido de M. R. L.[ida] de M[alkiel]: Josefo y su influencia en la literatura española», Filología 13 (1968-1969), 205-226. <<

[152] A. MOMIGLIANO, «The place of ancient historiography in modefn historiography», Les études classiques aux XIXe. et XXe. siècles: leur place dans l’histoire des idées, Vandoeuvres-Ginebra, 1980, pág. 128. <<

[153] J. A. PARENTE, Religious Drama and the Humanist Tradition. Christian Theater in Germany and the Netherlands, 1500-1680, Leiden-Nueva York-Copenhague-Colonia, 1987, pág. 68. <<

[154] PARENTE, Religious Drama…, págs. 170-171. <<

[155] J. BEN-ARIEH, The Rediscovery of the Holy Land in the Nineteenth Century, 2.ª ed., Jerusalén, 1983, pág. 12. <<

[156] Guerra I 1, 3. Véase RAJAK, Josephus, cap. VII, titulado «Josephus as an Aramaic Writer». <<

[157] Podría ser que el nombre de Hegesipo para este adaptador del siglo IV avanzado —por lo demás, el de Hegesipo es nombre conocido de un historiador cristiano del siglo II— haya salido de una interpretación falsa del título del propio texto latino: E Josippi historia. Cf. SCHRECKENBERG, Die Flavius-Josephus-Tradition, pág. 58. <<

[158] A. A. BELL, «Josephus and Pseudo-Hegesippus», en FELDMAN, HATA (eds.), Josephus, Judaism and Christianity, págs. 349 ss. <<

[159] Ver FELDMAN, «Flavius Josephus revisited», en HAASE (ed.), Aufstieg und Niedergang der rómischen Well, II, 21, 2, pág. 770. <<

[160] Editada por C. BOYSEN en el Corpus Vindobonense, 37, Viena, 1898. <<

[161] Véase SCHRECKENBERG, Die Flavius-Josephus-Tradition, págs. 59-61 y 15 ss. <<

[162] Oxford, 1720, y Amsterdam, 1726. <<

[163] V. ISTRIN, La prise de Jerusalem de Joséphe le Juif. Texte vieux-russe, I-II, París, 1934-1938. <<

[164] De N. A. MESCERSKIJ, San Petersburgo, 1958. <<

[165] La de N. RADOVICH, «II testo russo antico della Guerra Giudaica», apéndice de la ed. de G. VITUCCI, Vicenza, 1974, II, págs. 619-676. <<

[166] Edición de H. KOTTEK, Berlín, 1886. <<

[167] S. PINÉS, An Arabic Versión of the «Testimonium Flavianum» and its Implications, Jerusalén, 1971. <<

[168] D FLUSSER, «Josippon, a medieval Hebrew versión of Josephus», en FELDMAN, HATA (eds.), Josephus, Judaism and Christianity, págs. 386 ss. <<

[169] Ver D. FLUSSER, The Josippon (Josephus Gorionides), ed. comentada, I-II, Jerusalén, 1978-1980. La obra de Flusser utiliza el hebreo. <<

[170] Véase SCHRECKENBERG, Die Flavius-Josephus-Tradition, páginas 54-55. <<

[171] Véanse datos más completos en SCHRECKENBERG, Die Flavius-Josephus-Tradition, págs. 10-51. <<

[172] De los dos Vaticani, el primero lleva sigla V para Guerra y el segundo la misma sigla para Antigüedades. Para la parte de este último escrito del Vaticanus gr. 148 se utiliza la sigla B. <<

[173] Ambos Ambrosiani y los dos Laurentiani llevan la misma sigla, respectivamente A y L, porque se utilizan para ediciones distintas; unos para la Guerra, otros para ambas partes de Antigüedades y otro para el Contra Apión. Aplíquese similar razón al hecho de que dos Parisini lleven sigla P y otro Parisinus comparta sigla R con un Palatinus. <<

[174] Podemos denominarlo así, entiendo, aunque SCHRECKENBERG, Die Flavius-Josephus-Tradition, págs. 41-42, lo registra como «Saragossa Nr. 253». <<

[175] Selecciono en este apartado sólo las ediciones que me parecen más importantes. <<

[176] Reeditada en Francfort, 1617. <<

[177] Asequible hoy la impresión de Éditions Lidis, París, 1973. <<

[178] Falta en ella la Autobiografía. <<

[179] La edición de S. HAVERCAMP, de, 1726. <<

[180] No la conozco publicada, pero la maneja y cita H. St. J. TACKERAY en su edición. <<

[181] En Colonia: 1959, para las Antigüedades y la Guerra; 1960, para la Autobiografía y Contra Apión. Este último volumen se cierra con Deber die Makkabäer. <<

[182] La tercera edición es de 1983. <<

[183] SCHRECKENBERG, Die Flavius-Josephus-Tradition, pág. 64. <<

[184] Quedó incompleta por fallecimiento del autor, también reputado especialista. <<

[185] Reimpresa en 1988. <<

[186] En dos volúmenes, Tarrasa, 1988. <<

[187] La última reimpresión es de 1987. <<

[188] El Contra Apión como anejo. <<

[189] Reedición reciente en tres volúmenes por Editorial Clíe, Tarrasa, 1988. <<

[190] Existiendo la anterior versión de Palencia, no se puede decir, como hace el prologuista portugués y teólogo Isaac Abuab Da Fonseca, que había traducciones del Contra Apión en muchas lenguas, «eceyto na Espanhola». <<

[191] J. RICCIOTTI, La Guerra Judaica, Barcelona, 1960. <<

[1] Damos sólo aquí las más importantes de las críticas completas. Más pormenor en el apartado correspondiente de páginas anteriores. <<

[2] Téngase en cuenta también las ciento veinte páginas de bibliografía comentada por el propio L. H. FELDMAN en FELDMAN, HATA (eds.), Josephus, the Bible and History, Leiden, 1989. <<

[1] Según el libro bíblico I Crónicas 24, 7, el rey David había censado y dividido en clases la tribu de Leví. Dentro de ésta, los descendientes de Aarón fueron distribuidos por sorteo en veinticuatro clases, la primera la de Jehoyarib. En Antigüedades VII 366, Josefo dice que en su época esta división sigue vigente, pero en Contra Apión II 108 habla solamente de cuatro. <<

[2] Antepasado de los Macabeos o Asmoneos que dio nombre a la dinastía que reinó en Palestina del 134 al 37 a. C. <<

[3] 153 a. C. Cf. I Macabeos 10, 21. <<

[4] Hacia el 135 a. C. <<

[5] Hacia el 70 a. C. <<

[6] Hacia el 6 a. C. <<

[7] 37-38 d. C. <<

[8] Hacia el 73 d. C. <<

[9] Hacia el 78 d. C. <<

[10] Se trata sin duda de una educación puramente religiosa basada en la Tora, los cinco libros del Pentateuco; la ejercitación de la memoria era muy importante para la transmisión correcta de los textos que entonces se escribían sin vocales, pues un texto puramente consonántico es susceptible de errores si las lecturas no se apoyan en una tradición oral bien establecida. Cf. Contra Apión II 175 y 178. <<

[11] Cf. Guerra de los judíos II 199; Antigüedades XIII 171-173; XVIII 11. <<

[12] De hojas o corteza de los árboles. <<

[13] Del 54 al 56 d. C. <<

[14] Cf. Hechos de los Apóstoles 23-24. <<

[15] Nerón. <<

[16] Para evitar comer la carne sacrificada sobre los altares paganos. Cf. I Corintios VIII. <<

[17] Josefo parece que intenta comparar su naufragio con el de San Pablo (cf. Hechos de los Apóstoles 27). El viaje de San Pablo se sitúa en el año 60 o 61, tres o cuatro años antes que el de Josefo. <<

[18] Puerto cercano a Nápoles, donde también desembarcó San Pablo (cf. Hechos de los Apóstoles 28, 13). <<

[19] Simpatizante de la fe judía. <<

[20] La torre Antonia, situada en el ángulo noroeste del Templo, estaba construida sobre una roca de veintidós metros de altura y rodeada de precipicios. Era obra de Herodes el Grande que la llamó así en honor de Marco Antonio. <<

[21] Menahén estaba al frente de un grupo de rebeldes que se oponían a Roma y fue ejecutado por una facción rival, encabezada por el sacerdote Eleazar. Cf. Guerra de los judíos II 433-448. <<

[22] Gobernador de Siria. <<

[23] Bethsan del Antiguo Testamento. Hoy Beisan. <<

[24] Cf. Guerra de los judíos II 466 ss., 559 ss. <<

[25] Hoy Dor, a veinte kilómetros de Haifa. <<

[26] Herodes Agripa (37-44 d. C.). <<

[27] Agripa II (48-100 d. C.). <<

[28] Cf. 88, 279, 336-367, 390-393, 410. <<

[29] Cf. Guerra judía II 556 ss., 433 ss. <<

[30] Los hijos de Agripa I. <<

[31] Llamado Noaro en Guerra de los judíos II 481 y ss. <<

[32] La actual Beirut. <<

[33] Batanea, hoy Bashan, y la región oriental de Traconítide estaban expuestas a las incursiones de los árabes. Para proteger esta región que era la ruta directa de Babilonia a Jerusalén, Herodes el Grande había establecido en Batanea una colonia de judíos babilonios bajo la autoridad de Zamaris, abuelo de Filipo (cf. Antigüedades XVIII 23 ss.). Ecbatana es una de las fortalezas de esta región. Cf. Guerra de los judíos II 481 ss. <<

[34] Cf. Guerra de los judíos II 483, donde se menciona la destitución de Varo sin dar el nombre de su sucesor. Este relato continúa en 179 ss. <<

[35] Éxodo 20, 4. <<

[36] Capelo en 32. <<

[37] Este personaje no ha sido nombrado todavía. Pertenece, sin duda, a la segunda facción, formada por gentes de ínfima categoría. Cf. 35. <<

[38] La antigua Panias, cerca de las fuentes del Jordán, rebautizada Cesárea de Filipo. <<

[39] A los judíos les estaba prohibido utilizar el aceite extranjero, quizá porque podía estar contaminado por recipientes no purificados. Cf. Antigüedades XII 120 <<

[40] El sextario equivale aproximadamente a medio litro. <<

[41] Cf. Guerra de los judíos II 614 ss. <<

[42] No en esta obra sino en Guerra de los judíos II 616. <<

[43] En Guerra de los judíos II 614, Juan pretexta una enfermedad y en una carta pide autorización a Josefo para que le permita ir a tomar las aguas termales en Tiberíade. <<

[44] Según Guerra de los judíos II 619, se trata de un montecillo de seis codos de altura; además, fue el grito de la multitud lo que advirtió a Josefo del peligro. <<

[45] Ciudad de Galilea, al norte de Tiberíade. Del griego tárichos «salazón». Sus peces salados eran célebres en el Imperio Romano. Hoy Magdala. <<

[46] Cf. 30. <<

[47] San Juan de Acre, hoy Akko. <<

[48] Agripa II. <<

[49] De Esdrelón. <<

[50] Semunieh, al oeste de Nazaret. <<

[51] En la llanura de Esdrelón; fundada por Herodes el Grande, fue llamada «ciudad de los caballeros» porque los soldados de caballería licenciados por el rey se establecían allí (cf. Guerra de los judíos III 36; Antigüedades XV 293). <<

[52] Hoy Deburieh, en la ladera occidental del Monte Tabor. Este episodio está relatado en Guerra de los judíos II 395 ss., donde el personaje es el propio Ptolomeo, no su mujer. <<

[53] El reino de Agripa comprendía la parte este y nordeste del mar de Galilea. La mujer de Ptolomeo probablemente se dirigía a Cesárea, y después de haber cruzado la región independiente de la Decápolis debía penetrar en la provincia romana antes de alcanzar la Gran Llanura de Esdrelón. <<

[54] Cf. Éxodo 23, 4. <<

[55] La misma frase en Antigüedades XVII 325. <<

[56] Probablemente hay una laguna en el texto, como supone Thackeray. <<

[57] Se trata del dinero que habían entregado a Josefo los ladrones de Dabarita. <<

[58] Cf. 112. <<

[59] Cf. 113. <<

[60] Ciudad griega de la Decápolis, en la frontera del territorio del rey Agripa. <<

[61] Cf. Guerra de los judíos II 632-34. <<

[62] Cf. 144. <<

[63] Cf. I Macabeos 2, 34 ss. <<

[64] Cf. Guerra de los judíos II 642-44, donde el relato presenta algunas diferencias. <<

[65] Esta digresión es la continuación de los sucesos relatados en 40-46. <<

[66] Cf. 48. <<

[67] Cf. 54. <<

[68] En 177 ss. sólo nombra a Cares, pariente de Filipo, y a Jesús, hermano de Cares y cuñado de Justo. <<

[69] O Meiron (cf. Guerra de los judíos II 573). <<

[70] Hoy Yodfat, a medio camino entre San Juan de Acre y Tiberíade. <<

[71] Los nómima son los preceptos tradicionales que se desarrollan en torno a la ley, nomos. <<

[72] El relato más breve en Guerra de los judíos II 627-29. <<

[73] Jerusalén. <<

[74] Tal vez denarios o piezas de plata de poco valor. <<

[75] Sachel Buttauf, entre Jotapata y Nazaret. <<

[76] A medio camino entre la llanura de Asoquis y Ptolemaida. <<

[77] Aldea situada en la llanura de Esdrelón, en la frontera meridional de Galilea; llamada también Exalot (cf. Guerra de los judíos III 38). <<

[78] Aldea situada a unos diez kilómetros al nordeste del campamento de Josefo en Cabul. Llamada otras veces Garaba. <<

[79] Sin duda se trata de Jafia (Yafa), cerca de Nazaret. <<

[80] Cf. 96. <<

[81] Es decir, hacia la parte occidental de Galilea. <<

[82] Cf. 399. <<

[83] Institución más amplia que el Sanedrín, de la cual dependía la autoridad de Josefo sobre Galilea. <<

[84] Cf. 267. <<

[85] Cf. 230 y la nota. <<

[86] Niese en su edición omite árchon. Pero en 294 este personaje parece actuar como arconte de la sinagoga. <<

[87] Literalmente «oratorio». Cf. Hechos de los Apóstoles 16, 13, y JUVENAL, Sátiras III 296. <<

[88] «Concordia». Probablemente Umm Junieh, aldea situada a orillas del Jordán, a unos tres kilómetros al sur de Tariquea y once de Tiberíade. <<

[89] Cf. 271. <<

[90] Cf. 293 y 303, Jesús deja entrar a los dos guardias personales de Josefo. <<

[91] Cf. 66-69. <<

[92] Cf. 32. <<

[93] Josefo les había hablado sólo de puñales (cf. 293). <<

[94] Sobre la intervención de Simón contra Josefo, cf. 190-193 y Guerra de los judíos IV 159. <<

[95] Aldea de Galilea, cerca del lago Genesaret; hoy Irbid. <<

[96] Cf. 126. <<

[97] Los dos delegados que se quedaron en Tiberíade (cf. 316). <<

[98] Admitimos la corrección de Thackeray; se espera un nombre de lugar y Adama (Damieh), situada a unos diez kilómetros al sudoeste de Tiberíade, parece conveniente. <<

[99] Cf. 197. <<

[100] Relato oficial hecho sobre las notas de campaña de Vespasiano. <<

[101] Escitópolis era una ciudad independiente bajo soberanía romana, pero nunca fue posesión de Agripa. <<

[102] Tito. Cf. 342 y nota. <<

[103] Justo. <<

[104] Vuelve a tomar el relato interrumpido en 336. Cf. Guerra de los judíos II 622-625. <<

[105] Cf. Guerra de los judíos II 645 ss. <<

[106] Cf. 207 y 233. <<

[107] Tiberíade formaba parte entonces del territorio de Agripa II (cf. Guerra de los judíos II 252; Antigüedades XX 59), mientras que Asoquis, donde Josefo residía (cf. 384), parece que no. <<

[108] Cf. 32 ss. <<

[109] Cf. 342. <<

[110] Cf. 373 ss. <<

[111] Cf. 23 ss. <<

[112] Cf. 412. <<

[113] Cf. 382. <<

[114] Julias fue llamada asi en honor de la hija de Augusto, Julia. Está situada al norte del lago Genesaret, en la orilla izquierda del Jordán. <<

[115] En Batanea, al nordeste de Julias. <<

[116] Al este del lago Genesaret, al sureste de Julias. <<

[117] Cf. 46 ss.; 179 ss. <<

[118] Cf. 341-343. <<

[119] Cf. 213 ss. y 227. <<

[120] El texto presenta aquí una laguna. <<

[121] Los manuscritos presentan Taris. Corregido por Richter según Guerra de los judíos III 129. <<

[122] Posible laguna en el texto. <<

[123] Entre Jerusalén y Hebrón. Hoy Tékoah. <<

[124] Cf. Guerra de los judíos Vil 437-450. <<

[125] La Autobiografía de Josefo era un apéndice de las Antigüedades (cf. Antigüedades XX 266). <<

[1] Este personaje, mencionado en Antigüedades (I 8), fue secretario de Nerón, al que ayudó a suicidarse. Desterrado, fue condenado a muerte más tarde por Domiciano (SUETONIO, Domiciano 14). Como las Antigüedades fueron escritas en el 93 y Epafrodito murió en el 95 (DIÓN, LXVII 14), el Contra Apión debió de escribirse en el año 94 o 95. En contra de esto se ha objetado que en la Autobiografía, también dedicada a Epafrodito, se habla de Agripa II como ya muerto (65, 359), y según Focio (cód. 33), este rey murió el año tercero de Trajano, o sea, el año 100 d. C., aunque este dato no es fiable y tampoco poseemos ninguna moneda de Agripa II posterior a Domiciano. <<

[2] Se refiere a las Antigüedades. Los cinco mil años se dividen en tres mil desde la Creación hasta Moisés (cf. I 39), y dos mil desde Moisés hasta la época de Josefo (cf. I 36; II 226). De hecho, Josefo sólo cuenta 4.223 años desde la Creación hasta Tito (Antigüedades X 148). <<

[3] Para este pasaje Josefo parece inspirarse en PLATÓN, Timeo 22b y c, donde un sacerdote egipcio habla con Solón en términos semejantes sobre la modernidad de los griegos. <<

[4] Tal vez se refiere a los diluvios de Ógiges y Deucalión o a los terremotos que ayudaron a la caída del mundo micénico. <<

[5] Alusión a las discusiones suscitadas entre los eruditos alejandrinos sobre las palabras sémata lygrá «signos funestos», en Ilíada VI 168. <<

[6] Éste es uno de los pasajes sobre los que Wolf basó sus Prolegómenos (1795), dando comienzo a la corriente analítica en la interpretación de Homero. <<

[7] El único texto que atribuye un origen caldeo o egipcio a la doctrina de Ferécides de Siros. En Apolonio de Tiana y en Plutarco se encuentra la idea de que Tales fue discípulo de los egipcios; la mención de los caldeos es de Josefo. <<

[8] De Mitilene, siglo V a. C. <<

[9] Siglo IV a. C. <<

[10] Siglo III a. C. <<

[11] Parece ser que Dracón había redactado un libro de leyes completo, de las cuales Solón sólo mantuvo las referentes al homicidio. La legislación es unos sesenta años anterior a la tiranía de Pisístrato (561 a. C.). <<

[12] Como advierte Reinach, Josefo confunde voluntariamente la forma en que los sacerdotes del segundo templo conservaban los registros genealógicos con la manera en que fueron escritos los libros del Antiguo Testamento. <<

[13] Cf. Levítico 21, 7-14. <<

[14] Pompeyo conquistó Judea en el año 63 a. C.; Quintilio Varo, gobernador de Siria, sofocó la revuelta que estalló a la muerte de Herodes en el año 4 a. C. <<

[15] Cf. Antigüedades III 276 y XIII 292. Sin embargo, el mismo Josefo, que era sacerdote, se casó la primera vez con una cautiva (cf. Autobiografía 414). <<

[16] Cf. Antigüedades I 16 y XX 227. Josefo cuenta ochenta y tres sumos sacerdotes desde Aarón hasta la época de Tito. <<

[17] Artajerjes, que sucedió a Jerjes en 465 a. C., es identificado por Josefo con Asuero (cf. Antigüedades XI 184) según el libro de Ester. <<

[18] Los trece libros proféticos son, según Josefo: Josué, Jueces-Rut, Samuel, Reyes, Isaías, Ezequiel, Jeremías - Lamentaciones, Profetas menores, Job, Daniel, Crónicas, Esdras-Nehemías y Ester. <<

[19] Salmos, Proverbios, Eclesiastés, Cantar de los Cantares. <<

[20] THACKERAY (Josephus I, pág. 181), cree que Josefo no hace alusión aquí a Justo de Tiberíade (cf. Autobiografía 336 y ss.), sino a otros escritores griegos o latinos cuyas obras no conservamos. <<

[21] Julio Arquelao era cuñado de Agripa II, al haberse casado con Mariamme, hija de Agripa I (cf. Antigüedades XIX 355). Este Herodes parece ser un sobrino de Herodes el Grande (cf. Antigüedades XVIII 131-138). <<

[22] Agripa II. <<

[23] Ése es el programa que diseña para sí mismo Tucídides en el Prólogo de su Historia (I 22). <<

[24] Cf. Antigüedades I 55 y XX 261. <<

[25] Autobiografía 342 y 358. <<

[26] Según Ezequiel 36, 2, Tiro aplaude la destrucción de Jerusalén. Según Josefo (Guerra de los judíos II 478), los tirios mataron un gran número de judíos en el año 66 d. C. <<

[27] Empleamos la forma Manetón como más común. Era un sacerdote egipcio de Heliópolis. Escribió en griego una Historia de Egipto para uso del rey Ptolomeo II Filadelfo (283-246 a. C.). <<

[28] Tutimeo era, de hecho, el rey Didumes de finales de la XIV dinastía. <<

[29] Se trata quizá de la ciudad de Tanis, que había tomado el nombre de Avaris durante la dominación de los hicsos. <<

[30] Manetón da a la palabra hicsos el sentido de «reyes pastores», pero los documentos egipcios los designan como Hega khasut, «jefes de los extranjeros» (cf. B. GUNN-A. GARDINER, «The expulsión of the Hyksos» en DRIOTON y VAANDIER, Les peuples de l’Orient méditerraéen II: L’Egipte, París, 1952). <<

[31] Los párrafos 84-90 no son una cita textual, sino una paráfrasis de Josefo. <<

[32] Tutmosis III. <<

[33] Aproximadamente 2,756 hectáreas. Las palabras ten perímetron, añadidas por Josefo, parecen indicar que ha tomado la arura por una medida de longitud. <<

[34] Cf. 78. <<

[35] Los hijos de Jacob en su conversación con el Faraón se identifican como pastores (cf. Génesis 46, 34 y 47, 3). <<

[36] 227 ss. <<

[37] Llamado antes Tummosis (cf. 88). <<

[38] La suma de las cifras dada por Josefo en el cap. 15 entre la expulsión de los hicsos y Seti es de trescientos treinta y cuatro años. A esta suma ha añadido los cincuenta y nueve que más tarde (231) asigna al reinado de Seti, lo que da un total de trescientos noventa y tres años. <<

[39] Josefo se olvida de Ínaco, el rey más antiguo de Argos. <<

[40] La cifra parece demasiado elevada, pues la destrucción de Troya se fecha a comienzos del siglo XII a. C. y la salida de los judíos de Egipto tuvo lugar hacia mediados del siglo XIII a. C. <<

[41] En el cap. 26. <<

[42] Esta cifra resulta de la duración del reinado de los reyes tirios que Josefo da en el cap. 18 <<

[43] Según los textos bíblicos, el amigo de Hiram era el rey David, padre de Salomón. Cf. I Reyes 5, 1; 2 Samuel 5, 11. <<

[44] Cf. I Reyes 9, 10-13. <<

[45] Las negociaciones entre Hiram y Salomón sobre la construcción del templo están referidas en I Reyes 5, parafraseadas por Josefo en Antigüedades VIII 50 ss., pero no se hace ninguna referencia a enigmas ni a intercambio de cartas. <<

[46] No se sabe nada de este autor. Podría tratarse de Elio Díos, autor de una obra sobre Alejandría, o de Leto, que escribió sobre Fenicia. <<

[47] Este texto de Menandro de Éfeso está reproducido también en Antigüedades VIII 144 ss. No se conoce la época en que vivió este autor. <<

[48] El «despertar de Hércules» parece haber sido una fiesta fenicia relacionada con el mito según el cual Hércules, muerto por Tifón, vuelve a la vida al contacto de una codorniz que le lleva Iolas. <<

[49] Febrero. <<

[50] En 814, según la fecha más comúnmente admitida. <<

[51] En Antigüedades VIII 62, la fecha que da Josefo para el comienzo de la construcción del templo es el año once del reinado de Hiram; el cuarto del reinado de Salomón según I Reyes 6, 1. <<

[52] Cf. Antigüedades VIII 31 ss. <<

[53] Sacerdote del templo de Bel en Babilonia, que vivió al comienzo del helenismo y escribió una Historia de Babilonia dedicada a Antíoco Soter. <<

[54] El texto de Beroso sobre el diluvio es citado por Josefo en Antigüedades I 93. Beroso no habla de Noé sino de Jisutro. <<

[55] La destrucción del templo tuvo lugar no en el reinado de Nabopolasar, sino en el de su hijo Nabucodonosor. Por lo demás, el incendio del Templo no se menciona en el extracto que sigue. <<

[56] Setenta años es la duración que Josefo asigna regularmente a la cautividad de Babilonia (Antigüedades X 184 y XX 283). El primer asedio de Jerusalén por Nabucodonosor tuvo lugar en el año 598 a. C., pero el incendio y la segunda y principal deportación sucedieron en el 587 a. C., y el edicto de Ciro en el 538 a. C. Josefo sigue la cronología dada en II Crónicas 36,21, sin darse cuenta de que los setenta años no concuerdan con el dato que él mismo da después (cf. 154), basándose en las Escrituras. <<

[57] Este pasaje está reproducido también en Antigüedades X 220 ss. <<

[58] El faraón Necao, que fue vencido por Nabucodonosor en la batalla de Carquemis. <<

[59] Las informaciones de Beroso sobre la magnificencia de las construcciones han sido confirmadas por las excavaciones arqueológicas y por los textos epigráficos. El dato de la construcción del palacio en quince días consta en una inscripción. <<

[60] Estaba casado con Amitis, hija de Astiages. <<

[61] Cf. Antigüedades X 228, donde se alude al mismo pasaje de Filóstrato. <<

[62] Cf. Antigüedades X 227. <<

[63] Cf. 132. La cita que sigue no dice nada de eso. <<

[64] En el decimonoveno año, tuvo lugar el incendio de la ciudad por Nebuzardam, según II Reyes 25, 8, y Jeremías 52, 12; en el decimoctavo, el apresamiento de la población (cf. Jeremías 52, 29). <<

[65] La destrucción del Templo tuvo lugar en el año 587 a. C., y el edicto de Ciro en el 538 a. C.; en el año segundo de Darío (cf. Esdras 4, 24; Zacarías 1, 12), se comenzó la reconstrucción del Templo y se terminó cuatro años después (cf. Esdras 6, 15). <<

[66] Las palabras griegas nôn metaxý significan “entre ellos”, pero las hemos traducido «después de ellos» por parecemos más conveniente al contexto. <<

[67] El cómputo total del tiempo es de cincuenta y cinco años y tres meses; sin embargo, Josefo no cuenta más que cincuenta y cuatro años y tres meses, tal vez porque toma metaxý (cf. nota anterior) en el sentido clásico «entre ellos reinó Balator», sin contar el reinado de éste. <<

[68] Cf. Éxodo 22, 28; Levítico 19, 16. <<

[69] Esta obra es una recapitulación de las leyes de varios pueblos. <<

[70] Ríos de Asia Menor. <<

[71] Cf. HERÓDOTO, II 104. El texto abreviado también está reproducido en Antigüedades VIII 262. <<

[72] Para Heródoto, los sirios de Palestina son los filisteos, pero éstos, al menos en época bíblica, eran incircuncisos. <<

[73] Poeta épico del siglo V. <<

[74] Josefo identifica los montes Sólima con Hierosolima, Jerusalén, y el extenso lago con el lago Asfaltítide, el Mar Muerto. Pero el pueblo a que se refiere Quérilo parecen ser los etíopes orientales, que se diferencian de los occidentales porque hablan fenicio y habitan al lado de un gran lago, según HERÓDOTO, VII 70. La referencia a los montes Sólima la toma Quérilo de HOMERO, Odisea V 383, el cual nombra a estos montes junto con los etíopes. La tonsura en círculo no les está permitida a los judíos (Levítico 19, 27), pero era practicada por los árabes (Jeremías 9, 25). <<

[75] Calano era, en realidad, el nombre de un gimnosofista que siguió al ejército de Alejandro Magno y que se dio muerte prendiéndose fuego delante del ejército. Cf. PLUTARCO, Alejandro 6, 5. <<

[76] En Misia (348-345). <<

[77] 312 a. C. <<

[78] 323 a. C. <<

[79] Ezequías no figura en la lista de los sumos sacerdotes dada por Josefo en Antigüedades XI 345 y XII 34 ss. <<

[80] Atestiguado por ARRIANO, Anábasis de Alejandro Magno VII 17, y ESTRABÓN, XVI 1, 5. <<

[81] Se trata de la deportación de Nabucodonosor, que Hecateo atribuye a los persas en lugar de los caldeos, confundiendo ambos pueblos. <<

[82] 825.000 hectáreas. <<

[83] En tiempos de Josefo Galilea tenía doscientas cuatro ciudades y aldeas (Autobiografía 235). <<

[84] Es una cifra exagerada. El mismo Josefo en Guerra de los judíos V 15, habla de treinta y tres. <<

[85] 150 metros. <<

[86] Otra exageración. El decreto de Ciro (Esdras 6, 3) prescribe 60 codos. <<

[87] Estas dimensiones corresponden al altar de bronce del Templo de Salomón, según II Crónicas 4, 1. El altar de que se habla en Éxodo 27, 1 y ss., sólo tiene cinco codos de largo, cinco de ancho y tres de alto. <<

[88] Cf. I Macabeos 1, 23. <<

[89] Cf. Levítico 10, 9; Éxodo 44, 21. <<

[90] Los judíos nunca participaron en una expedición con Alejandro Magno. <<

[91] En hebreo Meshuilam (cf. Esdras 8, 16). <<

[92] Agatárquides de Cnido (181-146 a. C.), autor de varias obras históricas y geográficas. El fragmento que sigue está parcialmente reproducido en Antigüedades XII 6. <<

[93] Hija de Antíoco I Soter y esposa de Demetrio II. Cuando éste contrajo segundas nupcias, ella fue a Antioquía esperando casarse con Seleuco II Calinico. <<

[94] La fecha de este suceso es desconocida. <<

[95] Jerónimo de Cardia vivió aproximadamente ente el 360 y el 265 a. C. <<

[96] De acuerdo con POLYHÍSTOR (fr. 19), Teófilo trató de las relaciones entre Hiram y Salomón; Teódoto, samaritano, es autor de una obra en verso Sobre los judíos (POLYHÍSTOR, fr. 9); Mnáseas (cf. Contra Apión I 94 y II 112) vivió en el siglo III; Hermógenes escribió una obra sobre Frigia; Evémero, conocido por su explicación racionalista de los mitos griegos, escribió una novela titulada Historia Sagrada; Aristófanes es tal vez el bibliotecario alejandrino. Conón y Zopirión son desconocidos. <<

[97] Eupólemo y Filón el Viejo son escritores judíos que Josefo toma por griegos. A Demetrio Falereo, ateniense, parece que Josefo lo confunde con otro Demetrio, historiador judío. <<

[98] Contra Apión I 3-4 y 59. <<

[99] Teopompo de Quíos (378-300 a. C. aproximadamente) tenía fama de ser un escritor áspero y calumniador (cf. NEPOTE, Alcibiades 11). Las Tres ciudades era un panfleto contra Atenas, Esparta y Tebas, obra del sofista Anaxímenes, que lo puso bajo el nombre de su enemigo Teopompo (cf. PAUSANIAS, IV 18, 3). <<

[100] Apodado «Detractor» por su maledicencia. <<

[101] En tiempos del patriarca José, a quien Josefo relaciona con los hicsos. <<

[102] Manetón distingue claramente las dos expulsiones de Egipto, la de los hicsos, que fundaron Jerusalén (85-90), y la de los leprosos con Osarsef, quien con los descendientes de los hicsos habría intentado invadir Egipto (232-250). La identificación del Amenofis bajo el cual se produjo la segunda expulsión es dudosa. Sin embargo, Josefo es injusto con Manetón al decir que Amenofis es un nombre imaginario. Manetón cita tres reyes con este nombre, pero es difícil saber bajo cuál de los tres se produjo el episodio de los impuros. Josefo parece admitir que este Amenofis era sucesor de Ramsés II, hijo de Seti I, pero se equivoca en los cálculos al situar la subida al trono de Amenofis 518 años después del éxodo de los hicsos. En efecto, los reinados enumerados entre el éxodo y Seti I dan un total de 334 años, no 393. Si añadimos 59 más 66 de los reinados de Seti y de Ramsés, tendremos 459 años, no 518. Parece ser que Josefo ha contado dos veces los 59 años del reinado de Seti I. <<

[103] Noveno rey de la XVIII dinastía. <<

[104] Este personaje podría ser Amenhotep o Amenofis, hijo de Hapi, ministro de Amenofis, cuya estatua fue descubierta por Mariette. <<

[105] Son las canteras de Tura, citadas por HERÓDOTO, II 8 y 124, que suministraron el material para las pirámides. <<

[106] Aunque Osarsef es identificado con Moisés, parece una transformación de José, sustituyendo la primera sílaba, erróneamente considerada derivada del hebreo Yahvéh, por el comienzo del nombre de Osiris. <<

[107] Cf. TÁCITO, Historias V 4. <<

[108] Habitantes de Hierosolima (Jerusalén). <<

[109] Este relato de Manetón no parece histórico. Sin embargo, la expulsión de los israelitas de Egipto está recogida en la Biblia (Éxodo 6, 1). <<

[110] Expresión extraña en boca de un judío. <<

[111] Repetición casi textual en 260-266 de lo dicho en 237-250. <<

[112] La exageración es evidente. <<

[113] En 245 es el propio Amenofis; su hijo no tenía más que cinco años. <<

[114] Cf. 75, 104, 252. <<

[115] Cf, Levítico 13, 45-46; 14, aunque no hay ninguna referencia a la Ciudad Santa, sino sólo al «campamento». <<

[116] Cf. Levítico 22, 16-25. <<

[117] Esta etimología se encuentra también en Antigüedades II 228, añadiendo que yses significa «salvado», y en FILÓN, Sobre la vida de Moisés I 4. <<

[118] Filósofo estoico, director del Museo de Alejandría y preceptor de Nerón. <<

[119] Cf. Éxodo 6, 16 ss. Esta cifra, sin embargo, está en contradicción con la duración de la estancia de los judíos en Egipto. Cf. Éxodo 12, 40, y Antigüedades II 204. <<

[120] Según Manetón (245), Ramsés sólo tenía cinco años cuando su padre Amenofis huyó a Etiopía. <<

[121] Queremón no hace mención de la muerte, sino de la huida de Amenofis (cf, 272). <<

[122] El manuscrito dice 230.000, pero la corrección parece necesaria ya que los 250.000 leprosos (I 290) y los 380.000 hombres de Pelusio (I 291) hacen 630.000. Ramsés expulsó hacia Siria a 200.000 (I 292 y 300), y Josefo se pregunta con razón qué pasó con el resto. <<

[123] Escritor alejandrino de fecha desconocida. Se sabe por ATENEO, IV 158, que vivió después de Mnaseas (siglo II). <<

[124] Más adelante (II 16) veremos que este Bocoris vivió mil setecientos años antes que Josefo. <<

[125] El relato de Lisímaco se encuentra reproducido en TÁCITO, Historias V 3. <<

[126] Apión, nacido en Egipto, estudió en Alejandría y enseñó retórica en Roma. En tiempos de Calígula desempeñó un papel activo en la revuelta antijudía. Escribió una Historia de Egipto en cinco libros donde se incluían algunos de sus ataques a los judíos, y una obra de erudición sobre Homero. <<

[127] Apión confunde las sinagogas occidentales (proseuchaí), o el templo de Onías con el templo de Jerusalén. En Occidente, las sinagogas estaban orientadas al Este, es decir, hacia Jerusalén, pero en la misma Jerusalén esta orientación estaba prohibida para evitar toda confusión con los paganos. <<

[128] Para los obeliscos de Heliópolis, cf. HERÓDOTO, II 111. <<

[129] Para la cronología del éxodo que dan Manetón y Lisímaco véanse 1 103-4 y notas, y I 305 ss. y notas. La fecha propuesta por Apión corresponde al 752 a. C. y tiene por objeto hacer coincidir la fundación de Cartago con la de Roma. <<

[130] Cf. I 126. <<

[131] Cf. I 110 ss. <<

[132] Esta cifra no concuerda con la que da la Biblia, cuatrocientos ochenta arios según I Reyes 6, 1, ni tampoco con la que da JOSEFO, en Antigüedades VIII 61, pero sí con la de Antigüedades XX 230. <<

[133] El extracto de Lisímaco en I 404 s. no da ninguna cifra. <<

[134] Apión dice que descansaron el séptimo día, pero no dice que lo hicieran en Judea (II 21). <<

[135] El Gran Oasis, en el Alto Egipto, al este de Tebas. <<

[136] El barrio judío estaba situado al nordeste de Alejandría, cerca del puerto y del palacio real. La necrópolis estaba al oeste de la ciudad. <<

[137] Cf. Guerra de los judíos II 487 s. El establecimiento de los judíos en Alejandría no parece haber sido anterior a Ptolomeo Soter (cf. Antigüedades XII 8). <<

[138] La estela de César el Grande, mencionada en Antigüedades XIV 188, corresponde en realidad a Augusto. <<

[139] Seleuco I Nicator, fundador de la dinastía seléucida (cf. Antigüedades XII 119). Los derechos de los judíos antioqueos fueron inscritos en tablillas de bronce cuando Tito visitó Alejandría. Cf. Guerra de los judíos VII 110. <<

[140] Antíoco II Teós (262-246 a. C.) sobre todo. Cf. Antigüedades XII 125. <<

[141] Una exageración respecto a los iberos. Vespasiano había concedido el Ius Latii, que es un privilegio inferior a la ciudadanía romana, a toda la Península Ibérica en el año 75 (cf. TÁCITO, Historias III 53, 70). <<

[142] Otra exageración. Los egipcios eran considerados por los emperadores romanos inferiores a los griegos. Pero podían obtener la ciudadanía romana en las siguientes condiciones: debían conseguir primero la ciudadanía alejandrina (cf. PLINIO a Trajano, Epístola 6 y Epístola 10, y TRAJANO a Plinio, Epístola 7); los egipcios, aun después de obtenida la ciudadanía romana, no podían ejercer las funciones que daban acceso al Senado (cf. DIÓN CASIO, LI 17, 2). <<

[143] Sólo tres distritos de Samaria, no todo el país, fueron cedidos a los judíos exentos de tributo por Demetrio II. Cf. I Macabeos 11, 34 y 10, 38. <<

[144] Aunque Josefo exagera, sí había algunas guarniciones judías en Egipto; una de ellas es mencionada en Guerra de los judíos 1 191, y Antigüedades XIV 133. <<

[145] En tiempos de Sila, los judíos de Cirene formaban una de las cuatro clases (cf. Antigüedades XIV 115). <<

[146] Este párrafo procede de la llamada «Carta de Aristeas», parafraseada por Josefo en Antigüedades XII 12 ss. <<

[147] No atestiguado por ningún otro texto. <<

[148] Ptolomeo VI Filométor reinó del 181 al 145 a. C. Cleopatra II era su hermana y esposa. Este Onías pudiera ser el fundador del templo de Leontópolis. Dositeo es desconocido. <<

[149] A la muerte de Filométor en el año 146 a. C., su esposa Cleopatra proclamó rey a su joven hijo Ptolomeo Filopátor Neos. El hermano del difunto rey, Ptolomeo Evérgetes (II) Fiscón, llamado por los alejandrinos, vino de Cirene, dio muerte al joven rey, se casó con la reina y se adueñó del trono. <<

[150] L. Minucio Termo, que ya había ayudado a Fiscón en el año 154 en Chipre. <<

[151] Desde aquí hasta 113 el manuscrito presenta una laguna que el editor ha rellenado con la traducción latina realizada a instancias de Casiodoro, ministro del rey Teodorico. <<

[152] El episodio de los elefantes en 3 Macabeos 4-5, se atribuye a Ptolomeo IV Filopátor (225-205 a. C.). <<

[153] El asesinato tuvo lugar en el templo de Artemis en Éfeso según JOSEFO, Antigüedades XV 89, y en Mileto, según APIANO, Bellum Civile V 9. <<

[154] Su esposo y hermano Ptolomeo XV fue envenenado por ella en Roma, en el año 44 a. C. <<

[155] Cf. Antigüedades XV 90. <<

[156] Octavio, año 30 a. C. <<

[157] Julio César fue apoyado en su guerra con Alejandría por un contingente de judíos. Cf. Antigüedades XIV 127 ss.; Guerra de los judíos I 187 ss. <<

[158] Germánico, sobrino de Tiberio, visitó Egipto en el año 10 d. C. No repartió trigo a los judíos porque no los consideró ciudadanos. <<

[159] Cf. Guerra de los judíos I 175: un destacamento judío guardaba las vías de acceso a Pelusio. <<

[160] Para estas rivalidades entre cultos locales, cf. JUVENAL, Sátira 15, 33 ss.; Contra Apión I 225. <<

[161] Cf. Éxodo 20, 4. <<

[162] En el Templo de Jerusalén se hacían sacrificios dos veces al día por la salud del emperador y del pueblo romano, según Guerra de los judíos II 197. <<

[163] Según FILÓN, Legatio ad Caium 157, el emperador se hacía cargo de los gastos de estos sacrificios. <<

[164] Posidonio de Apamea (135-51 a. C. aproximadamente), filósofo estoico e historiador, amigo de Pompeyo y de Cicerón. <<

[165] Esta calumnia aparece de distintas formas. TÁCITO, Historias V 3 ss., refiere que Moisés, siguiendo una manada de asnos salvajes, descubrió agua en el desierto. DIODORO (fr. XXXIV) afirma que Antíoco Epífanes encontró en el templo la estatua de un hombre barbado (Moisés), cabalgando sobre un asno. La calumnia del culto al asno pasó posteriormente a los cristianos (cf. TERTULIANO, Apología 16). <<

[166] Antíoco Sidetes, llamado el Piadoso, tomó Jerusalén en el año 130 a. C. (cf. Antigüedades XIII 244). <<

[167] Licinio Craso fue gobernador de Siria los años 54-53 a. C. (cf. Antigüedades XIV 105 ss.). <<

[168] Año 70 d. C. <<

[169] Año 167 a. C. (cf. I Macabeos 1, 54 ss.). <<

[170] Historiador del siglo I a. C. <<

[171] Cf. I 184. <<

[172] Autor de una obra histórica y de una obra sobre mitología griega, vivió en el siglo II a. C. <<

[173] Para la descripción del templo que sigue cf. Antigüedades XV 380, y Guerra de los judíos V 184. <<

[174] En Guerra de los judíos V 216, sólo se menciona la mesa, el incensario y el candelabro, pero no el altar. <<

[175] Los cuatro grupos sacerdotales que volvieron con Zorobabel (cf. Esdras 2, 36). Éste es el único pasaje que atestigua la existencia de esta división al final de la época del segundo templo, donde, de ordinario, se cuentan veinticuatro clases de sacerdotes (cf. Autobiografía 2). La cifra de cinco mil por grupo es, sin duda, exagerada. <<

[176] Mnáseas de Patara, polígrafo del siglo III a. C. <<

[177] Dor o Dora, en la costa de Palestina entre Cesárea y el Monte Carmelo. <<

[178] Especialmente la fiesta de los Tabernáculos y la fiesta de la Dedicación, llamada también de las Luces (cf. Antigüedades XII 325). <<

[179] Treinta codos por quince, según Guerra de los judíos V 202. <<

[180] Veinte hombres para cerrar cada puerta según Guerra de los judíos VI 293. <<

[181] Reinach opina que el párrafo 121-124 tendría más sentido a continuación del 95. <<

[182] Cf. TÁCITO, Historias V 5: «adversus omnes alios hostile odium». <<

[183] Cf. OVIDIO, Metamorfosis V 321-331. <<

[184] Cf. Hechos de los Apóstoles 17, 22. <<

[185] Posible alusión a la ceguera que sufrieron Sesostris y su hijo. Cf. HERÓDOTO, II 111. <<

[186] Desde la insurrección de los Macabeos en 168 a. C. <<

[187] Sobre la circuncisión de los egipcios, cf. HERÓDOTO, II 37 y 104. <<

[188] Cf. HERÓDOTO, II 104. <<

[189] La defensa de la legislación judía que hace Josefo presenta muchas semejanzas con los Hipotética de Filón. <<

[190] En efecto, la palabra nómos, «ley», no aparece en los poemas homéricos; en ellos la norma de conducta, lo que se puede hacer, se expresa mediante la palabra thémis, y son los reyes los que de boca en boca han aprendido esas prescripciones y los que deciden lo que puede hacerse. Nomos aparece por primera vez en Heródoto. <<

[191] Cf. Éxodo 12, 35-37. <<

[192] Clasificación platónica, que se encuentra también en otros autores como Polibio, Cicerón, etc. <<

[193] Esta palabra parece ser invención de Josefo. <<

[194] La teoría de que los filósofos griegos se inspiran en la Biblia fue propuesta por primera vez por Arístobulo (siglo II a. C.) y adoptada después por Filón y otros escritores. <<

[195] Cf. PLUTARCO, Licurgo 13. <<

[196] Cf. Deuteronomio 6, 7; 11, 19. <<

[197] Cf. II 135 y 148. <<

[198] Cf. Éxodo 20, 4. <<

[199] Cf. Génesis I. <<

[200] Cf. PLATÓN, Gorgias 510b; ARISTÓTELES, Ética Nicomáquea VIII 1155. <<

[201] Esta restricción no está mencionada en la Biblia. <<

[202] Cf. Levítico 18, 22. <<

[203] Cf. Levítico 18, 6 y ss. <<

[204] Cf. Génesis 3, 16. <<

[205] Cf. Deuteronomio 22, 22-27; Levítico 20, 10. <<

[206] La ley no contiene ninguna disposición contra el aborto. <<

[207] Cf. Levítico 12. <<

[208] Cf. Levítico 15, 18. <<

[209] Idea esenia; cf. Guerra de los judíos II 154 ss. <<

[210] Cf. Deuteronomio 6, 7; 11, 19. <<

[211] No hay ninguna prescripción a este respecto en la Ley, pero sí la hay en el Talmud. <<

[212] Tampoco hay nada de esto en la Ley, y sí en el Talmud. <<

[213] Cf. Números 19, 11 ss.; Levítico 21, 1; 22, 4. <<

[214] Cf. Éxodo 20, 12; Deuteronomio 5, 16. <<

[215] Cf. Deuteronomio 21, 18 ss. <<

[216] Cf. Levítico 19, 32. <<

[217] En Daniel 7, 9, Dios es llamado «el anciano de muchos días». <<

[218] Doctrina esenia (cf. Guerra de los judíos II 8, 7) que no aparece en la Ley. <<

[219] Cf. Éxodo 23, 8; Deuteronomio 16, 19; 27, 25. Pero en ningún lugar se menciona la pena de muerte. <<

[220] Sólo como precepto moral; cf. Deuteronomio 15, 7 ss. <<

[221] Cf. Levítico 5, 21. <<

[222] Cf. Éxodo 20, 15; 22, 1 ss.; Levítico 19, 11; Deuteronomio 5, 17. <<

[223] Cf. Éxodo 22, 25; Levítico 25, 36 y ss.; Deuteronomio 23, 7. <<

[224] Cf. Éxodo 22, 21; 23, 9; Levítico 19, 33; Deuteronomio 9, 19; 23, 7. <<

[225] Cf. Deuteronomio 27, 18. <<

[226] Cf. Deuteronomio 21, 23. <<

[227] No aparece en la Ley. <<

[228] Cf. Deuteronomio 20, 19. <<

[229] No está en la Ley. <<

[230] Cf. Deuteronomio 21, 10 ss. <<

[231] Está prohibido hacer trabajar al buey y al asno en sábado. Cf. Deuteronomio 5, 14 <<

[232] Esta prescripción no está en la Ley. <<

[233] Cf. Levítico 22, 28; Deuteronomio 22, 6. <<

[234] No está en la Ley. <<

[235] Cf. Levítico 10, 20. <<

[236] Solamente si la muchacha es virgen o está prometida. Cf. Deuteronomio 22, 23. <<

[237] Cf. Levítico 20, 13. <<

[238] Cf. Levítico 19, 11-13, 35-36; Deuteronomio 25, 13 ss. <<

[239] Cf. Deuteronomio 21, 18; Levítico 24, 13. <<

[240] PLATÓN (Timeo 28c) dice no se puede comunicar a todo el mundo la verdadera naturaleza del demiurgo. <<

[241] CICERÓN (Pro Flaco 63) y PLUTARCO (Licurgo 30), entre otros. <<

[242] Desde Moisés hasta Tito. <<

[243] Quizá el primer ejemplo de ese proceder, impropio de lo que se espera de un espartano, lo constituya la rendición durante la Guerra del Peloponeso de los hoplitas espartanos sitiados en Esfacteria por fuerzas atenienses al mando de Demóstenes y Cleón. Cf. TUCÍDIDES, IV 37-38. <<

[244] Cf. Éxodo 22, 28. <<

[245] Hades, Perséfone. <<

[246] Posidón, Anfitrite, Proteo. <<

[247] Los Titanes. <<

[248] Cf. HOMERO, Ilíada I 393. <<

[249] Hefesto. <<

[250] Atenea. <<

[251] Ares. <<

[252] Apolo. <<

[253] Apolo y Ártemis. <<

[254] Cf. HOMERO, Ilíada V 335 ss.; 375 ss. <<

[255] Dánae, Ío, Leto, Sémele. <<

[256] Cf. HOMERO, Odisea V 118 s. <<

[257] Cf. HOMERO, /liada XIV 312 ss. <<

[258] Posidón y Apolo. Cf. Ilíada XXI 442-45. <<

[259] Apolo. Cf. Ilíada XXI 448 ss. <<

[260] Los Titanes. <<

[261] Cf. PLATÓN, República III 398a. <<

[262] Véase II 148. <<

[263] «Por el perro» era la fórmula de juramento favorita de Sócrates. <<

[264] 499-427, aproximadamente. <<

[265] Contemporáneo de Anaxágoras. <<

[266] Siglo V a. C. <<

[267] Introdujo cultos frigios. <<

[268] Cf. HERÓDOTO, IV 76. <<

[269] Cf. Levítico 22, 24. Pero no se habla de pena de muerte. <<

[270] Zeus y Ganimedes. <<

[271] Zeus y Hera. <<