PRÓLOGO
Hace tiempo que me rondaba por la cabeza. Llevar una clínica del sueño es una aventura. Y yo quería contársela a todos. Hace muy poco se cumplieron veinticinco años desde que inicié la gratificante tarea de tratar de resolver los problemas de sueño de la gente. Hoy podemos afirmar, muy satisfechos, que mis compañeros Francesc Segarra, Javier Albares y yo hemos atendido 34.312 visitas.
Dichas visitas han generado una complicidad importante y se han convertido en parte de nuestra «familia del Sueño». Ahora bien, en todas las familias pasan cosas, y esas cosas suelen comportar anécdotas, situaciones divertidas y aventuras. No obstante, las historias pertenecen a la intimidad de nuestros pacientes y, por lo tanto, no podemos contarlas. Con todo, hablando con mis compañeros de trabajo, constaté que muchas de las anécdotas se repetían, que eran comunes a muchísima gente y, por consiguiente, podíamos relatar unas cuantas. Como criterio general hemos elegido las que eran más corrientes al menos en grupos de cincuenta personas. Por eso, si alguien se ve reflejado, basta con que piense que lo mismo les ha ocurrido a otros cuarenta y nueve. Como mínimo.
Pero había que escribir el libro y, como siempre, he buscado a la persona más idónea para ayudarnos. Nosotros somos médicos, no escritores, y necesitábamos a un magnífico escritor, erudito en el ámbito de las letras y con el sentido del humor que el libro requería.
Y lo encontré. Se trata de Jaume Aulet, un profesor universitario de literatura catalana, listo y avispado pero sobre todo irónico y muy buen escritor. Además, él también ha pasado por nuestra consulta, lo cual acababa de convertirlo en la persona adecuada para llevar a cabo dicha tarea. Le propuse la idea y me costó muy poco que aceptara la propuesta. Nosotros le contaríamos las aventuras comunes a un montón de gente y él las plasmaría, con la gracia que lo caracteriza, en un texto agradable y gratificante de leer.
El libro, como veréis, consta de una introducción en la que se nos describe una vía bastante habitual de cómo los pacientes llegan a nuestra clínica. Una vez que los tenemos en casa, es cuando podemos explayarnos con las múltiples anécdotas e historias que queríamos referir. Sin embargo, no creáis que todo se reduce a una enumeración de circunstancias más o menos simpáticas y curiosas. La «gracia» —valga la palabra— consiste en que también los lectores puedan sacar algún provecho. Por eso hemos distribuido las anécdotas en tres grandes bloques: el de la gente que no duerme, el de la gente que tiene demasiado sueño y el de la que no deja dormir. Veréis, asimismo, que hemos ido intercalando en la narración una serie de comentarios con explicaciones algo más técnicas sobre los diversos aspectos que se tratan.
Que conste que lo que se cuenta son anécdotas y que, por consiguiente, presentamos las cosas en un tono humorístico. Sin embargo, eso no significa que no entendamos que el trasfondo de los temas que se tratan es serio y muy serio. Estamos hablando de enfermos y de enfermedades, y no querríamos que nadie considerara que tras esta perspectiva distanciada se oculta algún tipo de frivolidad. Ni mucho menos. Ahora bien, una cosa sí que tenemos clara: la vida vale la pena tomársela con buen humor, incluso cuando vivimos o recordamos momentos difíciles. Por eso un libro como este puede ayudarnos a todos a ser más felices.
Aquí tenéis el resultado. Un libro repleto de curiosas «verdades», repetidas en muchos pacientes, siempre respetando la intimidad de nuestra «familia del Sueño», y que espero que os sea útil y os haga pasar un rato agradable.
EDUARD ESTIVILL