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Afrontar problemas: Relaciones tóxicas

A veces la vida nos sitúa junto a personas cuyo trato, lejos de enriquecernos, nos intoxica. Es el caso de los mentirosos, los manipuladores, los personajes insoportables... ¿Qué trato merecen?

El chantajista emocional:

Es el tipo de maltratador psicológico más frecuente. Su estrategia consiste en presionar al otro para que haga, diga, sienta o piense de una determinada manera que le interesa.

Su actitud revela su inseguridad y debilidad: no es capaz de dejar que los demás hagan su vida y se desarrollen sin tenerle en cuenta. Y si así es se hará la víctima, lo que a la larga hará que se quede solo.

* Haz lo que tú creas adecuado, coincida o no con la opinión del abusador.

* Deja claro que no vas a escuchar cuando la conversación tome ese tinte de chantaje y lloriqueo. Demuéstrale que podéis hablar como adultos.

* Pon límites a la relación para que deje de cansarte, controlarte o angustiarte.

El calumniador:

Según el Diccionario de la Real Academia, es aquel que hace una acusación falsa con la intención de dañar.

Pero entre decir una que otra mentirijilla y ser un mentiroso patológico hay grados.

* No caigas en el juego del agresor, porque eso es al final la calumnia: una agresión.

* Contrasta esa opinión o juicio del otro con tu propia opinión: ¿de verdad va a saber más de ti que tú mismo? Relativiza la importancia del qué dirán.

* No caigas en la trampa de darle crédito. No dudes de tu valía personal y cuida de que tu autoconcepto no se vea afectado.

* Evita gastar demasiadas energías en justificarte y convencer a los demás de que eso que dice el otro de ti no es cierto. Vale más considerar que puede ser una prueba para la amistad, al ver quién sigue a tu lado y quién duda de ti.

El insoportable:

A todos nos toca aguantar a alguno en el trabajo, en el barrio o incluso dentro de nuestra propia casa. Puede ser una persona gruñona, un malhumorado, un envidioso... ¿Qué hacer con él?

* Mantén una actitud serena. Tu objetivo es intentar que sus acciones te hagan el menor daño posible.

* No caigas en el error de pagarle con la misma moneda. La venganza puede hacer que te vuelvas como esa persona.

* Sé asertivo. Si no puedes conseguir un trato respetuoso de esa persona, abandona a tiempo: utiliza la callada por respuesta, vete a otra habitación, dile sencillamente que no estás dispuesto a ser el blanco de los enfados de nadie.