EPÍTOME
La cerda de Cromión. Escirón, Cerción y Damastes
Tercero, mató en Cromión a la cerda [1] llamada Fea, como la anciana que la había criado; algunos dicen que era hija de Equidna y Tifón1. Cuarto, mató a [2] Escirón el corintio, hijo de Pélope o según algunos de Posidón. Escirón, que dominaba las rocas llamadas por él Escironias, en la región de Mégara, obligaba a los transeúntes a lavarle los pies, y mientras lo hacían los precipitaba al abismo para alimento de una enorme tortuga; pero Teseo, agarrándolo de los [3] pies, lo arrojó al mar2. Quinto, en Eleusis dio muerte a Cerción, hijo de Branco y de la ninfa Argíope. Cerción obligaba a los viandantes a pelear con él y los mataba en la lucha; Teseo lo alzó en vilo y lo estrelló contra el suelo3. Sexto, mató a Damastes, a quien algunos [4] llaman Polipemón. Éste, que tenía su morada al lado de un camino, había tendido dos lechos, uno corto y otro largo, e invitaba a los caminantes a aceptar su hospitalidad; a los de baja estatura los acostaba en el largo, dándoles martillazos hasta igualarlos al lecho, y en cambio a los altos los acostaba en el corto y les serraba las partes del cuerpo que sobresalían4.
El toro de Maratón. Muerte del Minotauro
[5] Después de despejar el camino, Teseo llegó a Atenas. Medea, que entonces vivía con Egeo5, intrigó contra aquél y persuadió a Egeo para que desconfiase de Teseo como de un traidor. Atemorizado, Egeo, sin haber reconocido a su propio [6] hijo, lo envió contra el toro de Maratón6. Cuando Teseo lo hubo matado, Egeo le sirvió un veneno que le había proporcionado Medea ese mismo día. A punto de llevarse el brebaje a la boca Teseo entregó a su padre la espada, y Egeo al verla hizo caer la copa de sus manos7. Así Teseo fue reconocido por su padre y, enterado [7] de la maquinación de Medea, la expulsó. Fue designado para el tercer tributo al Minotauro, o según algunos se ofreció voluntario8. La nave llevaba velamen negro y Egeo encargó a su hijo que, si regresaba vivo, desplegara en ella velas blancas9. Cuando llegó a [8] Creta, Ariadna, hija de Minos, enamorada de él, prometió ayudarle a condición de que la llevara a Atenas y la tomase por esposa. Una vez que Teseo lo hubo jurado, Ariadna pidió a Dédalo que le indicara la salida del laberinto; y por su consejo dio un hilo a Teseo al [9] entrar. Éste ató el hilo a la puerta y entró soltándolo tras de sí; encontró al Minotauro al final del laberinto y lo mató a puñetazos; luego, recogiendo el hilo, salió10. Por la noche llegó a Naxos con Ariadna y los jóvenes11. Pero Dioniso, enamorado de Ariadna, la raptó y la llevó a Lemnos, donde yació con ella y engendró a Toante, Estáfilo, Enopión y Pepareto12.
Muerte de Egeo
Teseo, entristecido por Ariadna, olvidó [10] desplegar las velas blancas al acercarse a la costa; Egeo, al ver desde la Acrópolis la nave con velas negras, creyendo que Teseo había muerto, se precipitó y murió13. Teseo lo sucedió en el gobierno de [11] Atenas y mató a los hijos de Palante, que eran cincuenta14; igualmente cuantos se le opusieron murieron a sus manos, y él solo obtuvo todo el poder.
[12] Cuando Minos se enteró de la huida de Teseo y sus acompañantes, encerró en el laberinto al culpable Dédalo con su hijo Ícaro, que le había nacido de Náucrate, esclava de Minos. Entonces Dédalo fabricó alas para él y su hijo, y advirtió a éste en el momento de levantar el vuelo, que no volara muy alto para que no se soltasen las alas al derretirse la cola por el sol, ni cerca del mar para que no se desprendiesen [13] por la humedad. Pero Ícaro, entusiasmado, desoyendo los consejos de su padre, voló cada vez más alto, hasta que, fundida la cola, cayó al mar llamado por él Icario y pereció15. Dédalo llegó sano y salvo a Camico [14] en Sicilia16. Minos persiguió a Dédalo, y al explorar cada región llevaba una caracola y ofrecía una gran recompensa a quien hiciera pasar un hilo a través de ella; de esta manera pensaba descubrir a Dédalo. Llegado a Camico, en Sicilia, fue ante Cócalo, que había ocultado a Dédalo, y le mostró la caracola. Cócalo la tomó prometiéndole pasar el hilo, y se la entregó a Dédalo, [15] quien ató un hilo a una hormiga y la introdujo en la caracola para que la recorriera. Cuando Minos vio que el hilo la había atravesado, comprendió que Dédalo estaba con Cócalo e inmediatamente lo reclamó. Cócalo prometió entregarlo y agasajó a Minos. Éste, después de ser bañado por las hijas de Cócalo, quedó desfallecido; algunos dicen que murió porque vertieron agua hirviente sobre él17.
Teseo y las amazonas. Fedra e Hipólito
Teseo, que se había unido a Heracles [16] en la expedición contra las amazonas, raptó a Antíope, o según algunos a Melanipe, y según Simónides a Hipólita18. Por este motivo las amazonas pelearon contra Atenas, y cuando habían acampado cerca del Areópago, Teseo con los atenienses las venció. Teseo [17] tenia de la amazona un hijo, Hipólito, y más tarde recibió de Deucalión19 a Fedra, hija de Minos. Mientras se celebraba la boda, la amazona que había estado antes casada con Teseo se presentó armada con las demás amazonas y se disponía a atacar a los invitados; pero éstos, cerrando rápidamente las puertas, la mataron. Dicen [18] algunos que en la lucha le dio muerte el propio Teseo. Fedra, después de haber engendrado con Teseo dos hijos, Acamante y Demofonte, se enamoró del hijo nacido de la amazona, esto es, de Hipólito, y le pidió que se uniese a ella, pero como éste odiaba a todas las mujeres, rehuyó el encuentro. Fedra, temiendo que la acusara ante su padre, forzó las puertas de su alcoba, desgarró sus vestidos y acusó falsamente a Hipólito de atropello. Teseo la creyó y suplicó a Posidón que Hipólito [19] pereciese. Así, cuando éste corría guiando su carro cerca del mar, Posidón hizo surgir del oleaje un toro y al espantarse los caballos el carro se estrelló. Hipólito, enredado con las riendas, murió arrastrado. Fedra, al hacerse manifiesta su pasión, se ahorcó20.
Ixión
[20] Ixión, enamorado de Hera, intentó forzarla. Cuando Hera lo denunció, Zeus deseoso de conocer la verdad formó una nube semejante a Hera y la colocó cerca de Ixión. Éste, por ufanarse de haber gozado de Hera, fue atado por Zeus a una rueda en la que llevado por los vientos paga su culpa. La nube fecundada por Ixión parió a Centauro21.
Combate entre centauros y lápitas. Ceneo
[21] Teseo luchó al lado de Pirítoo cuando éste sostuvo la guerra contra los centauros. Pirítoo los había invitado a su boda con Hipodamía, de quien eran parientes; los centauros bebieron pródigamente sin estar acostumbrados al vino y se embriagaron, y cuando se presentó la novia intentaron violarla22. Pirítoo, que estaba armado, y Teseo trabaron combate con ellos y Teseo mató a muchos.
[22] Ceneo primero fue mujer, pero después de yacer con Posidón pidió ser convertida en hombre invulnerable; por eso en la lucha contra los centauros sin preocuparse de las heridas mató a muchos de ellos. Pero los demás lo rodearon y golpeándolo con abetos lo enterraron23.
Teseo y Pirítoo en el Hades
Teseo y Pirítoo habían acordado casarse [23] con hijas de Zeus; Teseo con la ayuda de aquél se llevó de Esparta a Helena, que contaba doce años24; y con la pretensión de conseguir a Perséfone para Pirítoo, descendió al Hades. Los Dioscuros con los lacedemonios y los arcadios se apoderaron de Atenas y rescataron a Helena, y a Etra, hija de Piteo, la cautivaron25; Demofonte y Acamante huyeron. Entonces los Dioscuros hicieron regresar a Menesteo y le entregaron la soberanía de Atenas26. Cuando Teseo llegó [24] al Hades con Pirítoo, fue víctima de un engaño; pues con el pretexto de brindarles hospitalidad, Hades primero los hizo sentar en el trono de Lete, donde quedaron fuertemente adheridos y aprisionados por anillos de serpientes. Pirítoo quedó atado para siempre, pero a Teseo lo sacó Heracles y lo envió a Atenas27. Expulsado de allí por Menesteo, marchó junto a Licomedes, quien lo arrojó a un abismo y lo mató28.
Tántalo
[2] Tántalo es castigado en el Hades a permanecer para siempre en un lago con una piedra suspendida sobre él, viendo en torno a sus hombros árboles con frutas que crecen en la orilla. El agua le alcanza al mentón, pero cuando intenta bebería se seca, y cuando quiere coger las frutas los árboles son arrebatados por los vientos hasta las nubes. Según algunos, sufre este castigo por haber divulgado los secretos de los dioses y por haber repartido la ambrosía a sus compañeros29.
Bróteas
[2] Bróteas, que era cazador, no honraba a Ártemis y decía que ni el fuego podía dañarlo. Pero, enloquecido, se arrojó al fuego30.
Enómao y Pélope
[3] Pélope, después de haber sido degollado y cocido en el banquete de los dioses, renació aún más hermoso31; como sobresalía por su belleza, llegó a ser amado por Posidón, quien le regaló uncarro alado que incluso cuando atravesaba el mar no se mojaba los ejes32. El rey de Pisa, Enómao, tenía [4] una hija, Hipodamía, y, bien porque él estuviese enamorado de ella, como dicen algunos, bien porque según un oráculo hubiera de morir a manos de su yerno, nadie la tomaba por esposa33, pues el padre, al no haber podido convencerla para que se uniese a él, mataba a los pretendientes. Enómao, que tenía armas y caballos [5] recibidos de Ares, ofrecía su hija como premio a cada pretendiente: éste debía huir en su carro con Hipodamía hasta el istmo de Corinto. Enómao, armado, al punto lo perseguía y, si lo alcanzaba, le daba muerte; quien consiguiera escapar obtendría a Hipodamía por esposa. De este modo había matado a muchos candidatos, según algunos a doce; sus cabezas cortadas las tenía colgadas en su casa34.
También Pélope acudió a pretenderla; Hipodamía [6] al contemplar su belleza se enamoró de él, y persuadió a Mirtilo, hijo de Hermes, para que le ayudase.
Mírtilo
Mirtilo era el auriga de Enómao y, [7] como amaba a Hipodamía, deseoso de complacerla, no puso pernos en los ejes de las ruedas e hizo así perder la carrera a Enómao, que enredado en las riendas fue arrastrado y murió35; otros dicen que lo mató Pélope. Enómao moribundo, enterado de la maquinación de Mirtilo, lo maldijo rogando que pereciera a manos de Pélope.
[8] Pélope consiguió pues a Hipodamía; al pasar por cierto lugar en compañía de Mirtilo, se alejó un poco para traer agua a su mujer sedienta, y entre tanto Mirtilo intentó violarla. Pélope, informado por ella de lo ocurrido, arrojó a Mirtilo al mar luego por él denominado Mirtoo, cerca del cabo Geresto36. Mirtilo durante [9] la caída maldijo al linaje de Pélope. Cuando Pélope llegó al océano fue purificado por Hefesto, regresó a Pisa, en Élide, y obtuvo el reino de Enómao, tras haber sometido la región llamada primero Apia y Pelasgiótide, y luego Peloponeso a partir de su nombre37.
Atreo y Tiestes, hijos de Pélope
[10] Los hijos de Pélope fueron: Piteo, Atreo, Tiestes y otros38. La mujer de Atreo, Aérope, hija de Catreo, se enamoró de Tiestes. Una vez Atreo había prometido sacrificar a Ártemis lo más hermoso que hubiera en sus rebaños, pero dicen que cuando apareció una oveja de oro no cumplió su promesa, y después de haberla ahogado la depositó en un [11] cofre y la guardó39. Pero Aérope, corrompida por Tiestes, se la entregó. Un oráculo había ordenado a los de Micenas que eligiesen por rey a un Pelópida y éstos llamaron a Atreo y Tiestes. Suscitada una disputa por el reino, Tiestes declaró ante la multitud que debería corresponder al que poseyera la oveja de oro. Atreo se mostró de acuerdo y Tiestes, exhibiéndola, fue rey. Pero Zeus envió a Hermes en ayuda de Atreo y le dijo [12] que conviniera con Tiestes que Atreo reinaría si Helios retrocedía en su curso. Tiestes consintió, y el sol se puso por oriente40. Con ello la divinidad manifestó la usurpación de Tiestes. Atreo ocupó el trono y expulsó a Tiestes. Más tarde, enterado del adulterio, le envió un heraldo para una reconciliación. Después de atraerlo [13] con amistad fingida, degolló a los hijos que Tiestes había tenido de una ninfa náyade, Áglao, Calileonte y Orcómeno, a pesar de que se habían sentado como suplicantes en el altar de Zeus; habiéndolos desmembrado y cocido se los sirvió a Tiestes, excepto las extremidades; cuando éste se hubo saciado le mostró las extremidades y lo desterró41. Tiestes, que procuraba por [14] todos los medios vengarse de Atreo, consultó al oráculo sobre ello y se le respondió que lo lograría si se unía con su hija y engendraba un hijo42. Tiestes así lo hizo, y tuvo en ella a Egisto, que al hacerse adulto y enterarse de quién era hijo, mató a Atreo y restituyó el trono a su padre.
Agamenón y Menelao
La nodriza condujo a Agamenón y [15] a Menelao hasta Polifides, señor de Sición, quien a su vez se los envió a Éneo, el etolio; poco después Tindáreo los restituyó a su patria. Éstos expulsaron a Tiestes, refugiado en el altar de Hera, tras hacerle jurar que se iría a vivir a Citeria. Se convirtieron en yernos de Tindáreo casándose con sus hijas: Agamenón tomó por esposa a Clitemestra después de haber dado muerte a su marido, Tántalo, hijo de Tiestes, y al niño recién nacido; Menelao se casó con Helena43.
[16] Agamenón reinó en Micenas y sé casó con Clitemestra, hija de Tindáreo, después de matar a su primer marido Tántalo, hijo de Tiestes, junto con su niño44; tuvo un hijo, Orestes, e hijas, Crisótemis, Electra e Ifigenia45. Menelao se casó con Helena y reinó en Esparta, pues Tindáreo le había cedido el trono46.
La manzana de la Discordia. Juicio de Paris. Rapto de Helena
[3] Más tarde Alejandro raptó a Helena; unos dicen que por designio de Zeus para que su hija fuese famosa al ocasionar la guerra entre Europa y Asia; otros que para exaltar la raza de los semidioses. [2] Por una de estas razones, Eris arrojó la manzana de la belleza entre Hera, Atenea y Afrodita, y Zeus ordenó a Hermes que las condujese ante Alejandro en el Ida para que hiciera de juez47. Ellas prometieron dones a Alejandro: Hera, si resultaba preferida a todas, le daría el reino sobre todos los hombres; Atenea, la victoria en la guerra; Afrodita, el matrimonio con Helena. Él decidió a favor de Afrodita y zarpó hacia Esparta con naves construidas por Fereclo. Fue hospedado en [3] casa de Menelao durante nueve días, y en el décimo, al marchar Menelao a Creta para tributar honras fúnebres a su abuelo materno Catreo48, Alejandro indujo a Helena a partir con él. Ella, abandonando a Hermíone, de nueve años, y llevando a bordo la mayor parte de las riquezas, se hizo a la mar con Alejandro durante la noche. Pero Hera les envió una fuerte tempestad, y [4] obligados por ella atracaron en Sidón. Alejandro, temeroso de que lo persiguieran, se demoró mucho en Fenicia y Chipre y, en cuanto le pareció que no existía posibilidad de persecución, se dirigió a Troya con Helena49. Pero algunos dicen que, por deseo de Zeus, Hermes [5] había raptado a Helena y llevado a Egipto y que la había entregado a Proteo, rey de los egipcios, para que la custodiase, mientras que Alejandro se dirigía a Troya con una imagen de Helena hecha de nubes50.
[6] Cuando Menelao se enteró del rapto, se dirigió a Micenas y pidió a Agamenón que reclutara las tropas de la Hélade y organizara una expedición contra Troya. Éste envió un heraldo a cada uno de los reyes con el fin de recordarles los juramentos que habían hecho51, y aconsejarles que se preocupasen de la seguridad de sus respectivas esposas, diciendo que la afrenta había sido igual y común para toda la Hélade. Dispuestos ya muchos a ir a la guerra, [7] se dirigieron también a Odiseo en Ítaca. Éste, que no quería participar en la expedición, se mostró como enajenado, pero Palamedes, hijo de Nauplio, hizo ver que fingía: cuando Odiseo simulaba estar loco lo siguió y cogiendo a Telémaco del regazo de Penélope sacó la espada como para matarlo. Odiseo, preocupado por su hijo, reconoció que había fingido y se unió a la expedición52.
Muerte de Palamedes
[8] Después de haber hecho prisionero a un frigio, Odiseo le obligó a escribir una carta de traición supuestamente enviada por Príamo a Palamedes, y habiendo enterrado oro en la tienda de éste dejó caer la carta en el campamento. Agamenón la leyó, encontró el oro y entregó a Palamedes a los aliados para que lo apedreasen por traidor53.
Cíniras
Menelao, Odiseo y Taltibio fueron [9] ante Cíniras, en Chipre, e intentaron convencerlo de que se uniera a ellos. Cíniras regaló unas corazas al ausente Agamenón54, y. aunque les prometió cincuenta naves, envió una sola que mandaba… el hijo de Migdalión; las restantes las modeló en barro y las botó al mar.
Las Enótropos
La hijas de Anio, hijo de Apolo, Ilamadas [10] Enótropos, fueron Elaide, Espermo y Eno: Dioniso les concedió el don de obtener de la tierra aceite, trigo y vino55.
Catálogo de las naves
El ejército se reunió en Áulide. Los [11] que marcharon contra Troya fueron los siguientes56: de los beocios diez caudillos, con cuarenta naves; de los orcomenios cuatro, con treinta naves; de los focenses, cuatro jefes, con cuarenta naves; de los locrios, Áyax, hijo de Oileo, llevó cuarenta naves. De los eubeos, Elefénor, hijo de Calcodonte y Alcíone, aportó cuarenta; de los atenienses, Menesteo, cincuenta; de los salaminios, Áyax Telamonio, llevó doce naves. De los [12] argivos, Diomedes, hijo de Tideo, y los suyos, ochenta naves; de los miceneos, Agamenón, hijo de Atreo y Aérope, cien; de los lacedemonios, Menelao, hijo de Atreo y Aérope, sesenta; de los pilios, Néstor, hijo de Neleo y Cloris, cuarenta naves; de los arcadios, Agapénor, siete; de los eleos, Anfímaco y los suyos, cuarenta; de los duliquios, Meges, hijo de Fileo, cuarenta; de los cefalenios, Odiseo, hijo de Laertes y Anticlea, doce naves; de los etolios. Toante, hijo de Andremón y Gorge, cuarenta [13] naves; de los cretenses, Idomeneo, hijo de Deucalión, cuarenta; de los rodios, Tlepólemo, hijo de Heracles y Astíoque, nueve naves; de los simeos, Nireo, hijo de Cáropo, tres naves; de los coos, Fidipo y Ántifo, hijos de [14] Tésalo, treinta; de los mirmídones, Aquiles, hijo de Peleo y Tetis, cincuenta; de Filace, Protesilao, hijo de Ificlo, cuarenta; de los fereos, Eumelo, hijo de Admeto, once; de los olizones, Filoctetes, hijo de Peante, siete; de los enianes, Guneo, hijo de Ócito, veintidós; de los triceos, Podalirio, treinta; de los ormenios, Eurípilo, cuarenta naves; de los girtonios, Polipetes, hijo de Pirítoo, treinta; de los magnesios, Prótoo, hijo de Tentredón, cuarenta. El total de las naves era de mil trece, el de los caudillos, cuarenta y tres, y treinta los reinos.
El augurio de Áulide
[15] Cuando el ejército se encontraba en Áulide, durante la celebración de un sacrificio en honor de Apolo, una serpiente se lanzó desde el altar hacia un plátano próximo donde había un nido, y tras devorar a los ocho gorriones, y a la madre en noveno lugar, quedó petrificada. Calcante dijo que esta señal les había llegado por voluntad de Zeus, y dedujo por lo sucedido que Troya sería tomada el décimo año57. Así se dispusieron a navegar rumbo a Troya. [16] El propio Agamenón era el jefe de todo el ejército y Aquiles, que contaba quince años, el navarca.
Como desconocían la ruta hacia Troya, [17] desembarcaron en Misia y la devastaron pensando que era Troya58. Era el rey de los misios Télefo, hijo de Heracles, quien al ver saqueada la región armó a los misios y persiguió a los helenos hasta sus naves; mató a muchos, entre ellos a Tersandro, hijo de Polinices, que se había detenido. Cuando Aquiles se lanzó contra Télefo, éste no le hizo frente y fue perseguido; al huir se enredó en un sarmiento y Aquiles con su espada lo hirió en el muslo. Los helenos desde Misia [18] se hicieron a la mar, pero se produjo una violenta tempestad y, separados unos de otros, arribaron a sus patrias. Así regresaron entonces los helenos. Se dice que la guerra duró veinte años59, pues los griegos, hechos los preparativos, emprendieron la expedición dos años después del rapto de Helena, y desde su regreso de Misia a la Hélade transcurrieron ocho años antes de que volvieran a Argos y llegaran a Áulide.
Segunda expedición
Cuando se reunieron de nuevo en [19] Argos después del mencionado período de ocho años, se encontraban en apurada situación respecto al viaje, pues carecían de un guía que pudiera mostrarles la ruta de Troya. Pero Télefo, al que Apolo había [20] dicho que su herida incurable sólo podría sanarla quien la había producido, como necesitaba a Aquiles, desde Misia se dirigió a Argos cubierto de harapos y le prometió indicarle el rumbo hacia Troya. Aquiles lo curó raspando la herrumbre de la lanza pelíada60. Así pues, una vez curado, les mostró el camino, y Calcante confirmó la veracidad de la información con su arte adivinatoria.
Sacrificio de Ifigenia
[21] Los griegos zarparon de Argos y llegaron a Áulide por segunda vez, pero la falta de vientos retenía la flota. Calcante declaró que no podrían navegar si no ofrecían en sacrificio a Ártemis la más hermosa de las hijas de Agamenón, pues la diosa estaba encolerizada con él porque habiendo alcanzado a un ciervo había dicho «ni Ártemis», y también porque [22] Atreo no le había sacrificado la oveja de oro61. Recibido este oráculo, Agamenón envió a Odiseo y Taltibio ante Clitemestra para pedir a Ifigenia, con el pretexto de que la había prometido en matrimonio a Aquiles en recompensa por sus servicios. Así, Clitemestra la dejó ir, y cuando Agamenón se disponía a degollarla sobre el altar, Ártemis, poniendo en su lugar una cierva, arrebató a Ifigenia y la consagró a su sacerdocio en el país de los Tauros; algunos dicen que la hizo inmortal62.
Llegada de los helenos a Ténedos. Tenes
[23] Partieron de Áulide y arribaron a Ténedos, donde reinaba Tenes, hijo de Cicno y Proclea, o de Apolo, según otros. Habitaba allí porque había sido [24] desterrado por su padre. Pues éste, de Proclea, hija de Laomedonte, había tenido un hijo, Tenes, y una hija, Hemítea, y más tarde se casó con Filónome, hija de Trágaso. Ésta se enamoró de Tenes, y como no consiguiera seducirlo, lo acusó falsamente ante Cicno de haber querido forzarla, presentando como testigo [25] a un flautista de nombre Eumolpo. Cieno lo creyó, metió en un arca a Tenes y a su hermana, y los arrojó al mar. El arca llegó a la isla de Leucofris y Tenes la habitó denominándola Ténedos por él. Pero Cicno, enterado más tarde de la verdad, lapidó al flautista y enterró viva a su esposa63.
Tenes, al ver que los helenos se acercaban a Ténedos, [26] trató de alejarlos arrojándoles piedras, pero herido en el pecho por la espada de Aquiles murió, aunque Tetis había advertido a Aquiles que no matara a Tenes, pues si lo hacía, él mismo moriría a manos de Apolo64.
La herida de Filoctetes
Cuando los helenos ofrecían un sacrificio [27] a Apolo, una hidra avanzó desde el altar y mordió a Filoctetes. Como la llaga era incurable y pestilente, y el ejército no podía soportar el hedor, Odiseo, según las órdenes de Agamenón, abandonór a Filoctetes en Lemnos; con el arco y las flechas de Heracles que poseía; allí, asaeteando aves, obtenía alimento en el desierto65.
Los griegos en Troya. Protesilao
Salieron de Ténedos y una vez cerca [28] de Troya enviaron a Odiseo y a Menelao para reclamar a Helena y los bienes66. Los trovanos, reunida su asamblea, no sólo no devolvieron a Helena sino que intentaron matarlos. Pero Anténor los salvó, [29] y los helenos, indignados por la insolencia de los bárbaros, tomaron las armas y navegaron hacia ellos. Tetis advirtió a Aquiles que no desembarcara el primero, pues el que lo hiciera sería también el primero en morir. Al darse cuenta los bárbaros de que se acercaba la escuadra, armados acudieron al mar y trataron de impedirles [30] el desembarco arrojándoles piedras. Protesilao fue el primero de los helenos que descendió de la nave, y tras matar a no pocos, murió a manos de Héctor. Su mujer Laodamía lo siguió amando después de muerto: modeló una efigie de Protesilao y se unió a ella. Los dioses se apiadaron y Hermes sacó del Hades a Protesilao; Laodamía al verlo pensó que entonces volvía de Troya y se llenó de gozo, pero cuando él hubo de regresar al Hades se suicidó67.
Cicno. Troilo. Las conquistas de Aquiles
[31] Después de la muerte de Protesilao, desembarcó Aquiles con sus mirmidones y mató a Cicno de una pedrada en la cabeza68. Los bárbaros al verlo muerto huyeron a la ciudad, y los helenos saltaron de las naves y cubrieron de cadáveres la llanura; rodeando a los troyanos los sitiaron, y vararon [32] sus naves. Como los bárbaros no les hicieran frente, Aquiles, tendiendo una emboscada a Troilo en el santuario de Apolo Timbreo, lo mató, y después de entrar por la noche en la ciudad apresó a Licaón69. También con algunos jefes devastó la región y llegó al Ida en busca de los rebaños de Eneas. Al huir éste, Aquiles mató a los boyeros y a Méstor, hijo de Príamo, y se llevó el ganado70. Conquistó Lesbos y Focea, seguidas de Colofón, [33] Esmirna, Clazómenas y Cime; más tarde Egíalo y Tenos (las llamadas cien ciudades), y sucesivamente Adramitio y Side, luego Endio, Lineo y Colone. Se apoderó además de Tebas Hipoplacia71, Lirneso72, e incluso de Antandro y otras muchas ciudades.
Los aliados de los troyanos
Transcurrido un período de nueve [34] años, llegaron los aliados de los troyanos73: de las ciudades vecinas, Eneas, hijo de Anquises, y con él, Arquéloco y Acamante, hijos de Anténor y Teano, jefes de los dárdanos; de los tracios, Acamante, hijo de Eusoro; de los cíconos, Eufemo, hijo de Treceno; de los peonios, Pirecmes; de los paflagones, Pilémenes, hijo de Bilsates; de Zelea, Pándaro, hijo de Licaón; de Adrastea, Adrasto y Anfio, hijos de Mérope; de Arisbe, Asio, hijo de Hírtaco; de Larisa, Hipótoo, hijo de Pelasgo; de Misia, Cromio y Énnomo, hijos de Arsínoo; de los alizones, Odio y Epístrofo, hijos de Mecisteo; de los frigios, Forcis y Ascanio, hijos de Aretaón; de los méones, Mestles y Ántifo, hijos de Talémenes; de los carios, Nastes y Anfímaco, hijos de Nomión; de los licios, Sarpedón, hijo de Zeus, y Glauco, hijo de Hipóloco.
La cólera de Aquiles. Combate entre Menelao y Alejandro
[4] Aquiles se negaba a combatir, irritado a causa de Briseida… hija del sacerdote Crises74; por eso los bárbaros se sintieron animosos y salieron de la ciudad. Alejandro luchó en combate singular con Menelao, y cuando ya aquél cedía, Afrodita se lo llevó75. Pándaro, por disparar el arco contra Menelao, rompió la tregua76.
Diomedes. Combate de Héctor y Áyax
[2] Diomedes, guerrero sobresaliente, hirió a Afrodita que había ido en ayuda de Eneas77; al encontrarse con Glauco, en recuerdo de la amistad de sus padres intercambió con él las armas78. Como Héctor hubiera desafiado al mejor a luchar, acudieron muchos, y Áyax, designado por sorteo, mostró su valor; pero al llegar la noche los heraldos los separaron79.
Propuesta de los griegos a Aquiles. Muerte de Dolón y de Reso
[3] Los helenos construyeron un muro y un foso en torno al fondeadero, y cuando se libró una batalla en la llanura los troyanos los persiguieron hasta el muro80. Entonces los helenos enviaron a Odiseo, Fénix y Áyax como embajadores a Aquiles para pedirle que combatiera a su lado, prometiéndole [4] a Briseida y otros regalos81. Al anochecer destacaron a Odiseo y Diomedes como espías. Éstos dieron muerte a Dolón, hijo de Eumelo, y a Reso, el tracio (que, llegado el día anterior como aliado de los troyanos y sin haber tomado parte en la lucha, había acampado lejos de las fuerzas troyanas, apartado de Héctor); mataron también a doce que dormían junto a él y se llevaron los caballos a las naves82. De día tuvo lugar una violenta [5] batalla; Agamenón, Diomedes, Odiseo, Eurípilo y Macaón fueron heridos y, al producirse la desbandada de los helenos, Héctor abrió brecha en el muro, penetró83 y, por haberse retirado Áyax, prendió fuego a las naves84.
Muerte de Patroclo y de Héctor
Cuando Aquiles vio arder la nave de [6] Protesilao, envió a Patroclo con los mirmídones, después de armarlo con sus propias armas y entregarle sus caballos. Los troyanos al verlo, creyendo que era Aquiles, se dieron a la fuga. Patroclo los persiguió hasta las murallas e hizo perecer a muchos, entre ellos a Sarpedón, hijo de Zeus; pero él, después de ser herido por Euforbo, fue muerto por Héctor85. Se trabó un [7] terrible combate por el cadáver, y Áyax, desplegando gran coraje, logró rescatar el cuerpo86. Aquiles depuso su cólera y recuperó a Briseida; con armas recibidas de Hefesto salió a pelear87 y persiguió a los troyanos hasta el Escamandro, donde mató a gran número y entre otros a Asteropeo, hijo de Pelegón, hijo del río Axio. El río [Escamandro] furioso se lanzó contra él, pero Hefesto lo acosó con grandes llamas y secó su cauce88. Aquiles mató a Héctor en combate singular, y atándolo por los tobillos a su carro lo arrastró hasta las naves89. Tras enterrar a Patroclo celebró juegos en su honor; vencieron Diomedes en las carreras de carros, Epeo en el pugilato, Áyax y Odiseo en la lucha90. Después de los juegos se presentó Príamo ante Aquiles, rescató el cadáver de Hector y lo sepultó91.
Pentesilea
[5] Pentesilea, hija de Otrere y Ares que había dado muerte involuntariamente a Hipólita, fue purificada por Príamo. Mató a muchos en combate, entre ellos a Macaón, pero más tarde murió a manos de Aquiles; éste, enamorado de la amazona después de muerta, mató a Tersites por haberse burlado de él92.
La madre de Hipólito fue Hipólita, [2] llamada también Glauce y Melanipe. Cuando se celebraban las bodas de Fedra se presentó armada con sus amazonas y amenazó con matar a los convidados de Teseo, pero fue muerta en la pelea, ya involuntariamente por su aliada Pentesilea, ya por Teseo o por quienes lo rodeaban, que al ver la actitud de las amazonas cerraron rápidamente las puertas y apresándola la mataron93.
Memnón. Muerte de Aquiles: honras fúnebres. Locura de Áyax
Memnón, hijo de Titono y Eos, que [3] había llegado a Troya con una gran fuerza de etíopes contra los helenos, mató a muchos y también a Antíloco, pero a él le dio muerte Aquiles94. Éste, cuando perseguía a los troyanos, fue herido en el talón con una flecha por Alejandro y Apolo junto a las puertas Esceas95. Entablado combate por su cadáver, [4] Áyax mató a Glauco, entregó las armas para que las llevasen a las naves y, aunque, hostigado por las flechas, cogió el cuerpo y lo transportó a través de los enemigos, mientras Odiseo rechazaba a los atacantes. [5] La muerte de Aquiles llenó de consternación al ejército. Lo enterraron con Patroclo en la isla Leuca96, mezclando los huesos de ambos. Se dice que después de muerto Aquiles, habitó con Medea en las islas de los Bienaventurados97. En los juegos celebrados en su honor Eumelo venció en la carrera de carros, Diomedes en la pedestre, [6] Áyax con el disco y Teucro con el arco. Las armas de Aquiles se ofrecieron como premio al más valiente, y por ellas rivalizaron Áyax y Odiseo. Los jueces fueron los troyanos, o según algunos los aliados. Fue elegido Odiseo, y Áyax, perturbado por el despecho, planeó un ataque al ejército durante la noche; pero Atenea lo enloqueció y lo dirigió, armado con una espada, contra los rebaños. Furioso, mató reses y pastores, creyéndolos [7] aqueos; más tarde, al recobrar la razón, se suicidó98. Agamenón prohibió incinerarlo y así es el único de cuantos murieron en Ilion que yace en un sarcófago; su tumba está en Reteo.
Filoctetes en Troya. Las profecías de Héleno
[8] En el décimo año de la guerra los helenos estaban desanimados y Calcante les advirtió que Troya no podría ser tomada sin el concurso de las armas de Heracles99. Al oír esto, Odiseo se dirigió con Diomedes a Lemnos, ante Filoctetes, y después de adueñarse del arco y las flechas mediante engaños, lo convenció para que navegase a Troya100. Filoctetes llegó y, una vez curado por Podalirio, flechó a Alejandro. Al morir éste, Héleno y Deífobo disputaron por [9] casarse con Helena. Como fuese preferido Deífobo, Héleno abandonó Troya y se marchó a vivir al Ida101. Cuando Calcante dijo que Héleno conocía los oráculos que protegían a la ciudad, Odiseo, mediante una emboscada, lo hizo prisionero y lo condujo al campamento102. Héleno fue obligado a decir cómo se podría tomar Ilion: [10] primero si traían los huesos de Pélope, segundo si Neoptólemo luchaba a su lado, y tercero si el Paladio103 caído del cielo era robado, pues mientras estuviera dentro la ciudad sería inexpugnable.
Neoptólemo. Robo del Paladio
Cuando los helenos oyeron esto, hicieron [11] traer los huesos de Pélope y enviaron a Odiseo y Fénix ante Licomedes en Esciros para persuadirlo de que dejara irse a Neoptólemo104. Éste llegó al campamento, tomó las armas de su padre, cedidas voluntariamente por Odiseo, y mató a muchos troyanos. Más tarde llegó como aliado de los troyanos Eurípilo, [12] hijo de Télefo, con gran contingente de misios; y después de realizar actos heroicos pereció a manos de Neoptólemo105. Odiseo fue de noche hasta la ciudad con [13] Diomedes, dejó a éste esperándolo y mientras él, desfigurado y vestido con ropas humildes, entró inadvertidamente en la ciudad como mendigo; allí fue reconocido por Helena, y con su ayuda, tras dar muerte a gran número de los que custodiaban el Paladio, lo robó y con Diomedes lo llevó a las naves106.
El caballo de madera
[14] Más tarde planeó la construcción de un caballo de madera y se lo encargó a Epeo, que era arquitecto. Éste cortó troncos en el Ida y construyó un caballo hueco y abierto en los flancos. Odiseo persuadió a los cincuenta mejores o, según el autor de la Pequeña Ilíada, a tres mil, para que entrasen en él107; y a los demás, para que al llegar la noche quemasen las tiendas y, retirándose a las cercanías de Ténedos, fondearan allí y regresaran a la noche siguiente. [15] Ellos obedecieron e introdujeron a los mejores en el caballo, después de confiar el mando a Odiseo y grabar la siguiente inscripción: «Los helenos en agradecimiento a Atenea por su regreso a la patria». Ellos mismos quemaron sus tiendas, y dejando a Sinón, que debía encender una antorcha como señal, se hicieron a la mar durante la noche y quedaron al pairo en las proximidades de Ténedos.
Con el día los troyanos, al ver desierto [16] el campamento de los griegos, creyeron que habían huido; llenos de júbilo, arrastraron el caballo y lo situaron ante el palacio de Príamo mientras deliberaban qué convenía hacer108. Casandra advirtió [17] que en él había hombres armados, y así lo confirmó el adivino Laocoonte; entonces unos pensaron en quemarlo, otros en arrojarlo a un precipicio; pero como la mayoría opinara que se debía dejar como ofrenda consagrada a la diosa, se dispusieron al sacrificio y al festín. Apolo, sin embargo, les envió una señal: dos serpientes, [18] después de atravesar el mar desde las islas cercanas, devoraron a los hijos de Laocoonte109, Cuando llegó la [19] noche y a todos los invadió el sueño, los helenos zarparon de Ténedos y Sinón encendió la antorcha en la tumba de Aquiles para guiarlos110. Helena mientras tanto andaba en torno al caballo y llamaba a los héroes imitando las voces de sus mujeres. Anticlo quiso responder, pero Odiseo le tapó la boca111. Y cuando les parecio [20] que los enemigos estarían dormidos, abrieron el caballo y salieron con sus armas. Primero salió Equión, hijo de Porteo, que se mató al saltar: pero los demás se descolgaron por una cuerda y alcanzando las murallas abrieron las puertas y acogieron a los que habían [21] llegado de Ténedos. Éstos avanzaron armados hasta la ciudad y, entrando en las casas, asesinaron a los que dormían. Neoptólemo mató a Príamo, que se había refugiado en el altar de Zeus Herceo112. Odiseo y Menelao reconocieron a Glauco, hijo de Anténor, que huía hacia su casa, y con su intervención armada lo salvaron113. Eneas, llevando a hombros a su padre Anquises, huyó; por su piedad, los helenos lo dejaron marchar114. [22] Menelao, después de matar a Deífobo, condujo a Helena a las naves115. También Demofonte y Acamante, hijos de Teseo, se llevaron a Etra, madre de Teseo116; pues de éstos se dice que habían ido a Troya más tarde. El locrio Áyax, viendo a Casandra abrazada a la estatua de Atenea, la violó; por eso la imagen mira hacia el cielo117.
Una vez que hubieron aniquilado a los [23] troyanos, incendiaron la ciudad y se repartieron el botín. Después de ofrecer sacrificios a todos los dioses precipitaron a Astianacte desde las torres118 y degollaron a Políxena sobre la tumba de Aquiles119. Como especial recompensa Agamenón recibió a Casandra, Neoptólemo a Andrómaca y Odiseo a Hécuba120 —aunque según dicen algunos a Hécuba la obtuvo Héleno. Éste llegó con ella al Quersoneso y cuando fue transformada en perra la enterró en el lugar que ahora se llama Túmulo de la Perra121. A Laódice, que sobresalía por su belleza entre las hijas de Príamo, la tragó la tierra a la vista de todos122.
Cuando los griegos se disponían a regresar tras haber devastado Troya, fueron retenidos por Calcante, quien les dijo que Atenea estaba irritada con ellos por la impiedad de Áyax; quisieron matarlo, pero por haberse refugiado en el altar lo dejaron.
Disputa de Agamenón y Menelao por el regreso
[6] Después de esto, reunidos en asamblea, Agamenón y Menelao disputaron: Menelao aconsejaba zarpar, pero Agamenón instaba a quedarse y hacer sacrificios a Atenea. Partieron a la vez Diomedes, Néstor y Menelao. Aquéllos tuvieron buen viaje, y en cambio Menelao, sorprendido por una tormenta, llegó a Egipto con cinco naves, y las restantes se perdieron.
Muerte de Calcante
[2] Anfíloco, Calcante, Leonteo, Podalirio y Polipetes dejaron sus naves en Ilion y se dirigieron por tierra a Colofón, donde enterraron a Calcante, el adivino123; pues se le había predicho que moriría si se encontraba con otro más sabio que él. [3] Fueron hospedados por el adivino Mopso, hijo de Apolo y Manto, que compitió con Calcante en la mántica. Había allí un cabrahigo y Calcante preguntó: «¿Cuántos higos lleva?» Mopso contestó: «Diez mil, un medimno [4] y además un higo». Así era. Como hubiera una cerda preñada, Mopso preguntó a Calcante: «¿Cuántas crías tiene en su vientre y cuándo parirá?». Le contestó: «Ocho». Pero Mopso sonriendo dijo: «La respuesta de Calcante es inexacta, pues yo, como hijo de Apolo y Manto, extraordinariamente dotado para la adivinación, veo que en su vientre no hay ocho como dice Calcante, sino nueve, y que todos son machos y nacerán mañana a la hora sexta». Al suceder así las cosas, Calcante, apesadumbrado, murió y fue enterraddo en Notio124.
Agamenón después de ofrecer los sacrificios [5] se hizo a la mar y llegó a Ténedos. Se presentó Tetis y convenció a Neoptólemo para que se quedase dos días e hiciera sacrificios. Él así lo hizo. Pero los otros partieron y se toparon con una tempestad cerca de Ténedos: pues Atenea había pedido a Zeus que mandase una tormenta a los helenos y muchas naves zozobraron.
Muerte de Áyax
Atenea lanzó un rayo contra la nave [6] de Áyax, y cuando ésta se deshizo, él alcanzó una roca y dijo que se había salvado a pesar de los propósitos de la diosa; pero Posidón, golpeando con su tridente la roca, la quebró y Áyax al caer al mar pereció. Cuando su cuerpo fue devuelto a tierra Tetis lo enterró en Míconos125.
Nauplio. Naufragio junto al Cafereo
Mientras los demás avanzaban hacia [7] Eubea por la noche, Nauplio encendió antorchas en el monte Cafereo. Ellos, creyendo que se trataba de algunos supervivientes, se acercaron, los cascos de las naves se rompieron contra las rocas Caferias, y murieron muchos126. Palamedes, hijo de Nauplio y Clímene, [8] hija de Catreo, había sido lapidado por intrigas de Odiseo127. Al saberlo Nauplio se había dirigido a los [9] helenos para pedirles cuentas de su hijo. Pero volvió insatisfecho, pues todos complacían al rey Agamenón con cuya complicidad Odiseo había dado muerte a Palamedes. Entonces, costeando los territorios griegos, tramó que las mujeres de los helenos cometiesen adulterio: Clitemestra con Egisto, Egialea con Cometes, hijo de Esténelo, y Meda, esposa de Idomeneo, con Leuco. [10] Pero Leuco mató a ésta junto con su hija Clisítira, que se había refugiado en el templo, y provocando la secesión de diez ciudades de Creta se erigió en tirano. Después de la guerra de Troya, cuando Idomeneo desembarcó [11] en Creta, lo expulsó. Tales fueron las primeras maquinaciones de Nauplio, pero más tarde, enterado del regreso de los helenos a su patria, prendió antorchas en el monte Cafereo, llamado ahora Xilófago; entonces los griegos se acercaron allí tomándolo por un puerto y naufragaron.
Regreso de Neoptólemo
[12] Neoptólemo se quedó dos días en Ténedos según el consejo de Tetis, luego se dirigió por tierra con Héleno al país de los molosos, y como Fénix pereciese en el camino, lo enterró. Después de vencer a los molosos en combate, reinó sobre ellos y [13] engendró en Andrómaca a Moloso128. Héleno, tras fundar una ciudad en Molosia, la habitó, y Neoptólemo le dio como esposa a su madre Deidamía. Cuando Peleo fue desterrado de Ftía por los hijos de Acasto129 y murió, Neoptólemo heredó el reino de su padre. Al enloquecer [14] Orestes, Neoptólemo le quitó a su mujer Hermíone, que antes había sido su prometida en Troya130; por ello, Orestes lo mató en Delfos. Pero algunos dicen que había ido a Delfos a pedir cuentas a Apolo de la muerte de su padre, robó las ofrendas e incendió el templo, por lo cual lo mató Maquereo el focense131.
Asentamiento de los héroes
Los helenos, después de andar errantes, [15] desembarcaron y se instalaron en diferentes lugares: unos en Libia, otros en Italia, otros en Sicilia y algunos en las islas próximas a Iberia; otros cerca del río Sangario. Hubo quienes se establecieron en Chipre. Los que habían naufragado junto al Cafereo tomaron distintos caminos: Guneo fue a Libia; Ántifo, hijo de Tésalo, a la región de los pelasgos, y apoderándose de ella la llamó Tesalia; Filoctetes marchó al país de los campanios, en Italia132; Fidipo y los coos se asentaron en Andros; Agapénor en Chipre133, y los demás en diversos lugares.
[15a] Apolodoro134 y los otros dicen lo siguiente: Guneo abandonando sus naves fue a Libia y se estableció junto al río Cínipe; Meges y Prótoo con otros muchos zozobraron en el Cafereo, en Eubea, … y cuando Prótoo naufragó en el Cafereo, los magnesios fueron impelidos con él hasta Creta, donde habitaron.
[15b] Después del saqueo de Ilión, Menesteo, Fidipo, Ántifo, las gentes de Elefénor y Filoctetes navegaron juntos hasta Mimas; Menesteo fue hasta Melos y reinó allí, pues el rey Polianacte había muerto. Ántifo, hijo de Tésalo, se dirigió a la región de los pelasgos, y adueñándose de ella la llamó Tesalia135. Fidipo fue arrojado con los coos a Andros y luego a Chipre, donde se estableció. Elefénor murió en Troya136, pero los suyos, empujados al golfo jonio, habitaron Apolonia, en Epiro. Los de Tlepólemo arribaron a Creta, y más tarde, impelidos por los vientos, se asentaron en las islas ibéricas… Los de Protesilao fueron a parar a Pelene, cerca de la llanura de Canastro137. Filoctetes fue llevado a Campania, en Italia, y después de luchar con los lucanios, se estableció en Crimisa, cerca de Crotona y Turios; al cesar en su marcha errante fundó el santuario de Apolo Aleo, al cual dedicó su arco y sus flechas —dice Euforión.
Naveto es un río de Italia138, así llamado, según [15c] Apolodoro y los demás, porque después de la conquista de Ilión las hijas de Laomedonte, hermanas de Príamo, Etila, Astíoque y Medesicaste, con el resto de las cautivas que se encontraban en esa parte de Italia, temiendo la esclavitud en la Hélade, incendiaron las naves; por eso el río se llama Naveto, y las mujeres, Naupréstides; los griegos que estaban con ellas, al ser destruidas las naves, se quedaron allí.
Demofonte y Filis
Demofonte139 arribó al país de los [16] tracios bisaltas con unas pocas naves, y Filis, la hija del rey, se enamoró de él y le fue entregada en matrimonio por su padre con el reino como dote; pero él quería regresar a su patria y tras mucho rogar partió con la promesa de volver. Filis lo acompañó hasta los llamados Nueve Caminos y le dio un cofre diciéndole que contenía un objeto sagrado de la madre Rea, y que no lo abriera hasta que hubiera perdido la esperanza de regresar junto a ella. Demofonte fue a Chipre y se [17] estableció allí. Y cuando pasó el tiempo fijado, Filis se suicidó después de maldecir a Demofonte. Éste abrió el cofre y, dominado por el miedo, montó a caballo y galopando desenfrenadamente murió, pues al tropezar el caballo fue derribado y cayó sobre su espada140. Los suyos se asentaron en Chipre.
[18] Podalirio llegó a Delfos y preguntó al oráculo dónde debía habitar. La respuesta que obtuvo fue que lo hiciera en la ciudad en que, si el cielo circundante cayera, no sufriría daño; así se estableció en el lugar del Quersoneso cárico que está rodeado de montañas por todo el horizonte141.
Anfíloco
[19] Anfíloco, hijo de Alcmeón, que a juicio de algunos había ido más tarde a Troya, fue llevado por una tempestad hasta Mopso, y se dice que trabaron combate singular por el reino, matándose [20] el uno al otro142. Los locrios recuperaron su país con dificultad; al cabo de tres años, cuando una plaga invadió Lócride, recibieron un oráculo según el cual debían aplacar a Atenea en Ilión y enviar dos doncellas como suplicantes durante mil años. Las primeras designadas [21] por sorteo, fueron Peribea y Cleopatra. Cuando éstas llegaron a Troya, al ser perseguidas por los nativos, se refugiaron en el santuario; no se dedicaban a la diosa sino que limpiaban y rociaban el templo. No salían, llevaban el pelo rapado, vestían solamente una [22] túnica y andaban descalzas. Cuando murieron las primeras, enviaron otras. Éstas entraron en la ciudad de noche para que no las descubriesen fuera del recinto y las matasen. Después enviaron niñas con sus nodrizas. Cuando hubo transcurrido el milenio, después de la guerra fócense, dejaron de enviar suplicantes143.
Muerte de Agamenón. Orestes y Electra
Agamenón regresó a Micenas con Casandra [23] y fue asesinado por Egisto y Clitemestra: ésta le dio una túnica sin mangas ni escote y, mientras se la ponía lo mataron, y Egisto reinó en Micenas144. También dieron muerte a Casandra145. Electra, [24] una de las hijas de Agamenón, ocultó a su hermano Orestes y se lo confió a Estrofio el focense para que lo cuidase, y él lo crió junto con su hijo Pílades146. Cuando Orestes alcanzó la edad adulta fue a Delfos a preguntar al dios si debía vengarse de los asesinos de su padre147. Con la aprobación del dios, Orestes, acompañado [25] de Pílades, se dirigió furtivamente a Micenas y mató a su madre y a Egisto. No mucho después le sobrevino la locura y acosado por las Erinias llegó a Atenas y fue juzgado en el Areópago. Según algunos, lo acusaron las Erinias, según otros, Tindáreo, y según otros Erígone, hija de Egisto y Clitemestra. Como en el juicio los votos resultasen empatados, fue absuelto148.
[26] Al preguntar Orestes cómo podría librarse de su enfermedad, el dios le contestó que lo conseguiría si traía la estatua de madera que había en el país de los tauros149. Los tauros son una parte de los escitas, que sacrifican a los extranjeros y los arrojan al fuego sagrado150. Éste se hallaba en el templo y subía desde el Hades a través de una roca. [27] Cuando Orestes llegó con Pílades al país de los tauros, fue descubierto, capturado y llevado atado ante el rey Toante, quien envió a ambos a la sacerdotisa. Reconocido Orestes por su hermana, que actuaba como sacerdotisa entre los tauros, huyó con ella después de apoderarse de la estatua151. Ésta fue llevada a Atenas y ahora se la llama la estatua de Taurópolo152. Pero algunos dicen que Orestes fue arrastrado a la isla de Rodas por un temporal… y a causa de un oráculo la imagen fue consagrada en la muralla153. Ya en Micenas, [28] casó a su hermana Electra con Pílades154 y él a su vez se casó con Hermíone, o según algunos con Erígone; engendró a Tisámeno155 y murió en Oresteo, de Arcadia, por mordedura de una serpiente156.
Regreso de Menelao
Menelao, con cinco naves en total [29] bajo su mando, arribó al cabo Sunio, en el Ática; desde allí, impelido de nuevo por los vientos hacia Creta, se desvió mucho de su camino y errando por Libia, Fenicia, Chipre y Egipto reunió muchas riquezas157. Hay quienes opinan que dio con Helena en la corte de Proteo, en Egipto, pues hasta entonces Menelao sólo había tenido una imagen hecha de nubes. Y después de vagar durante ocho años llegó a Micenas y allí encontró a Orestes, que había vengado la muerte de su padre. Marchó a Esparta y recuperó su propio reino, e inmortalizado por Hera fue a los Campos Elisios con Helena158.
Odiseo entre los cícones 2 y los lotófagos
[7] Odiseo según algunos anduvo errante por Libia; según otros, por Sicilia, y según otros, por el Océano o por el [2] mar Tirreno. Zarpó de Ilión y llegó a Ísmaro, ciudad de los cícones, y después de conquistarla por las armas la saqueó159; sólo se compadeció de Marón, sacerdote de Apolo160. Los cícones que habitaban el continente al enterarse se dirigieron armados contra Odiseo, y éste, habiendo perdido seis hombres de cada nave, se hizo a la mar y huyó. [3] Al llegar al país de los lotófagos envió a algunos hombres para averiguar quiénes lo habitaban, pero éstos comieron del loto y se quedaron allí, pues en la región crecía un fruto dulce llamado loto que producía a quien lo probaba el olvido de todo161. Cuando Odiseo lo supo, retuvo a los demás, y a los que lo habían comido los llevó a la fuerza a las naves, y haciéndose a la mar navegó hasta la tierra de los Cíclopes.
Polifemo
[4] Tras dejar el resto de las naves en una isla cercana, con una sola se acercó a la tierra de los Cíclopes, y desembarcó con doce compañeros. Odiseo, llevando el odre de vino que le había dado Marón, se dirigió a una cueva cercana al mar; era la cueva de Polifemo, hijo de Posidón y de la ninfa Toosa, un hombre descomunal, salvaje y antropófago, que tenía un único ojo en la frente. Después de hacer fuego [5] y sacrificar unos cabritos, celebraron un banquete. Pero llegó el cíclope y, habiendo hecho entrar a los rebaños, puso una enorme piedra en la puerta, y al ver a los hombres devoró algunos. Odiseo le dio a beber del [6] vino de Marón. Él bebió y pidió más, y cuando hubo bebido por segunda vez preguntó a Odiseo su nombre. Éste le contestó que se llamaba Nadie; entonces el cíclope amenazó con devorar a los otros primero y a Nadie después, tal fue la muestra de hospitalidad que a su vez le prometió; pero vencido por la embriaguez, se durmió. Odiseo encontró allí una estaca, la afiló ayudado [7] por cuatro compañeros, y con ella encendida cegó a Polifemo. Éste gritó pidiendo ayuda a los cíclopes de los alrededores, y cuando ellos llegaron y le preguntaron quién lo había maltratado, él contestó: «Nadie», y ellos, creyendo que quería decir que no había recibido daño de nadie, se alejaron. Como el ganado necesitase [8] su pasto habitual, Polifemo abrió la cueva y, situado en la entrada, con las manos extendidas palpaba a los animales. Pero Odiseo ató tres carneros juntos… y él mismo se ocultó bajo el vientre del más grande y salió con el rebaño. Después de desatar a sus compañeros de las ovejas, condujo éstas a las naves, y, al zarpar, gritó al cíclope que él era Odiseo y que había escapado de sus manos. Un adivino había vaticinado al cíclope [9] que sería cegado por Odiseo, y por eso, al conocer su nombre, arrancó rocas y las arrojó al mar; a duras penas la nave pudo librarse de ellas. Desde entonces está Posidón encolerizado con Odiseo162.
[10] Se hizo a la mar con todas las naves y llegó a Eolia, la isla donde reinaba Eolo163. Éste había recibido de Zeus el encargo de retener o liberar los vientos. Hospedó a Odiseo y le dio un odre de piel de buey donde había encerrado a los vientos, y lo ató a la nave, después de indicarle cuáles debía usar en la travesía. Odiseo, sirviéndose de vientos favorables, tuvo un próspero viaje, y cuando estaba cerca de Ítaca y ya se veía el humo que se elevaba de la ciudad, [11] se durmió. Sus compañeros creyeron que el odre contenía oro y lo desataron dejando salir a los vientos; impelidos por ellos volvieron al punto de partida. Entonces Odiseo se presentó ante Eolo y le pidió que le permitiese regresar, pero él lo expulsó de la isla diciéndole que no podía ayudarle porque los dioses estaban en contra.
Los lestrígones
[12] Navegando de nuevo, arribó al país de los lestrígones164 y… su nave quedó amarrada más lejos. Los lestrígones eran antropófagos y su rey era Antífates. Deseoso de informarse sobre sus habitantes Odiseo envió algunos hombres a indagar. Los [13] encontró la hija del rey y los llevó ante su padre. Éste cogió a uno de ellos y lo devoró, y cuando los demás escaparon los persiguió llamando a voces a los demás lestrígones. Éstos llegaron al mar y con piedras destruyeron las naves y devoraron a los hombres. Odiseo cortó las amarras de su nave y se alejó, pero las demás sucumbieron con su tripulación.
Con una sola nave llegó a la isla [14] Eea165; allí vivía Circe, hija de Helios y Perse, y hermana de Eetes, experta en toda clase de brebajes mágicos. Después de distribuir a sus compañeros, Odiseo, de acuerdo con el sorteo, se quedó en la nave, y a Euríloco, con otros veintidós, le correspondió ir ante Circe. A la llamada de ésta acudieron todos excepto [15] Euríloco; ella dio a cada uno un brebaje de queso, miel, cebada, y vino, mezclados con una droga. Una vez que lo hubieron bebido, tocándolos con su vara transformó a unos en lobos, a otros en cerdos, a otros en asnos y a otros en leones166. Euríloco lo vio y fue a [16] comunicárselo a Odiseo. Entonces éste se presentó a Circe con el moly167 que había recibido de Hermes, y echándolo en el brebaje bebió y fue el único que no sufrió el sortilegio; luego con la espada desnuda quiso matar a Circe, mas ella calmó su cólera y devolvió a los compañeros su antigua forma. Después de hacerle jurar que no le haría ningún daño yació con ella y engendró un hijo, Telégono168. Allí permaneció un año y luego [17] recorrió el océano, ofreció sacrificios a las almas169 y, aconsejado por Circe, consultó al adivino Tiresias170 y contempló las almas de los héroes y las heroínas. Vio también a su madre Anticlea y a Elpénor, que había muerto de una caída en casa de Circe171.
Las Sirenas
[18] Después de haber estado con Circe, encaminado por ella se hizo a la mar y costeó la isla de las Sirenas. Éstas eran: Pisínoe, Agláope y Telxiepía, hijas de Aqueloo y Melpómene, una de las musas. Una tocaba la lira, otra cantaba y la tercera tocaba la flauta, y así persuadían a los navegantes a quedarse172. Tenían forma de pájaros desde los muslos [19]173; Cuando Odiseo navegaba cerca de ellas quiso escuchar su canto y, por consejo de Circe, tapó con cera los oídos de sus compañeros y les ordenó que a él lo atasen al mástil. Incitado a quedarse por las Sirenas pedía que lo desatasen, pero ellos lo ataron más y así continuó viaje. Estaba predicho a las Sirenas que morirían cuando una nave pasara de largo; por eso perecieron174.
Escila y Caribdis. Las vacas del Sol
[20] Seguidamente llegó a los dos caminos. A un lado estaban las rocas Planctas y al otro dos enormes escollos175; en uno de ellos estaba Escila, hija de Crateide y Trieno o Forco, que tenía rostro y pecho de mujer; de sus costados salían seis cabezas y doce patas de perro176. En el otro escollo estaba [21] Caribdis, que tres veces al día tragaba el agua y luego la vomitaba. Aconsejado por Circe Odiseo evitó pasar junto a las rocas Planctas y navegando hacia el peñasco de Escila se situó armado en la popa. Apareció Escila y cogiendo a seis de sus compañeros los engulló. Desde allí Odiseo se dirigió a Trinacia, la isla de Helios, [22] donde pacían sus vacas, y por falta de vientos favorables se quedó allí177. Sus compañeros degollaron algunas vacas y se las comieron, pues estaban hambrientos; Helios se lo contó a Zeus y éste lanzó un rayo a Odiseo cuando se hizo a la mar178. Destruida la nave, Odiseo, [23] agarrado al mástil, llegó hasta Caribdis. Entonces ésta se tragó el mástil y Odiseo, asiéndose a un cabrahigo que sobresalía del peñasco, esperó. Cuando vio el mástil arrojado de nuevo se echó sobre él y fue transportado a la isla de Ogigia179.
Calipso. La isla de los feacios
Allí lo acogió Calipso, hija de Atlante, [24] en quien engendró un hijo, Latino. Permaneció con ella cinco años, luego construyó una balsa y zarpó180. Pero la balsa fue destruida en alta mar por la cólera de Posidón y Odiseo fue arrojado desnudo a las costas de los feacios181. Nausícaa, hija del rey Alcínoo, [25] estaba lavando ropa, y cuando Odiseo le pidió protección lo condujo ante su padre, que lo hospedó y, después de darle regalos, lo envió a su patria con una escolta182. Posidón, irritado contra los feacios, petrificó la nave y cubrió la ciudad con una montaña183.
Regreso a la patria. Los pretendientes de Penélope
[26] Al llegar a su patria Odiseo encontró su casa arruinada, pues creyéndolo muerto muchos pretendían a Penélope184. [27] De Duliquio habían llegado cincuenta y siete: Anfínomo, Toante, Demoptólemo, Anfímaco, Euríalo, Páralo, Evenórides, Clitio, Agénor, Eurípilo, Pilémenes, Acamante, Tersíloco, Hagio, Clímeno, Filodemo, Meneptólemo, Damástor, Biante, Telmio, Poliido, Astíloco, Esquedio, Antígono, Marpsio, Ifidamante, Argio, Glauco, Calidoneo, Equión, Lamas, Andremón, Ageroco, Medón, Agrio, Promo, Ctesio, Acarnán, Cicno, Pseras, Helánico, Perifrón, Megástenes, Trasimedes, Ormenio, Diópites, Mecisteo, Antímaco, Ptolemeo, Lestórides, Nicómaco, Polipetes y Cerao. [28] De Same llegaron veintitrés: Agelao, Pisandro, Élato, Ctesipo, Hipódoco, Eurístrato, Arquémolo, Ítaco, Pisénor, Hiperénor, Feretes, Antístenes, Cérbero, Perimedes, Cino, Tríaso, Eteoneo, Clitio, Prótoo, Liceto, Eumelo, Ítano [29] y Liamo. De Zacinto vinieron cuarenta y cuatro: Euríloco, Laomedes, Mólebo, Frenio, Indio, Minis, Liócrito, Prónomo, Nisante, Daemón, Arquéstrato, Hipómaco, Euríalo, Perialo, Evenórides, Clitio, Agénor, Pólibo, Polidoro, Taditio, Estratio, Frenio, Indio, Desénor, Laomedonte, Laódico, Halio, Magnes, Olétroco, Bartas, Teofrón, Niseo, Alcárope, Periclímeno, Anténor, Pelas, [30] Celto, Perifante, Órmeno, Pólibo y Andromedes. Los pretendientes de la misma Ítaca eran doce: Antínoo, Prónoo, Liodes, Eurínomo, Anfímaco, Anfíalo, Prómaco, Anfimedonte, Arístrato, Héleno, Duliquieo y Ctesipo.
La tela de Penélope. Muerte de los pretendientes
Éstos habían llegado al palacio y celebraban [31] banquetes consumiendo los rebaños de Odiseo185. Penélope se vio obligada a prometer que se casaría cuando terminase el sudario de Laertes; lo venía tejiendo desde hacía tres años, pues lo que tejía de día lo deshacía durante la noche; así pudo burlar a los pretendientes hasta que fue descubierta186. Cuando Odiseo se enteró de lo que sucedía en su casa [32] se presentó como un mendigo ante el esclavo Eumeo187, se dio a conocer a Telémaco188 y llegó a la ciudad. Melantio, el cabrero, se encontró con ellos y aunque era esclavo los despreció189. Al entrar en el palacio Odiseo pidió comida a los pretendientes190, y topando con un mendigo llamado Iro peleó con él191; se dio a conocer a Eumeo y Filetio, y con ellos y Telémaco tramó un ardid contra los pretendientes192. Penélope [33] entregó a éstos el arco de Odiseo que él en una ocasión había recibido de Ífito, y dijo que se uniría en matrimonio a quien lo tensara193. Como nadie pudiera hacerlo, Odiseo lo tomó y flechó a los pretendientes con la ayuda de Eumeo, Filetio y Telémaco194. Mató también a Melantio y a las esclavas mancebas de los pretendientes195; luego se dio a conocer a su mujer y a su padre196.
Odiseo entre los tesprotos
[34] Después de hacer sacrificios a Hades, a Perséfone y a Tiresias, caminó por el Epiro y llegó a la región de los tesprotos; y tras ofrecer sacrificios conforme al mandato de Tiresias, aplacó a Posidón197. Entonces la reina de los tesprotos, Calídice, le pidió que se quedase y le ofreció el reino; y habiéndose [35] unido a él tuvo un hijo, Polipetes. Odiseo se casó con Calídice y reinó sobre los tesprotos y venció en combate a los vecinos que se habían levantado en armas. Pero al morir Calídice, dejó el reino a su hijo y regresó a Ítaca, donde encontró a Poliportes, el hijo que había engendrado [36] en Penélope. Telégono, enterado por Circe de que era hijo de Odiseo, zarpó en su busca. Al llegar a la isla de Ítaca robó ganado y, cuando Odiseo intervino, lo hirió con la lanza que blandía en la mano, rematada [37] por la espina de una raya, y Odiseo murió198. Telégono lo reconoció, y muy afligido llevó ante Circe el cadáver junto con Penélope, y allí se desposó con ésta. Circe envió a los dos a las islas de los Bienaventurados.
Muerte de Odiseo
Pero algunos dicen que Penélope fue [38] seducida por Antínoo, y devuelta por Odiseo a su padre Icario, y que en Mantinea de Arcadia tuvo de Hermes un hijo llamado Pan199. Según otros murió [39] a manos del propio Odiseo por culpa de Anfínomo200, pues cuentan que éste la había seducido. Hay también [40] quienes afirman que Odiseo fue acusado de la matanza por los parientes y juzgado por Neoptólemo, rey de las islas próximas al Epiro, y que éste, creyendo que si alejaba a Odiseo podría apoderarse de Cefalenia, lo condenó al exilio. Entonces Odiseo llegó ante Toante, hijo de Andremón, en Etolia, se casó con su hija y, dejando un hijo habido en ella, Leontófono, murió de avanzada edad.
1 Cf. DIODORO, IV 59, 4; PLUTARCO, Teseo 9; PAUSANIAS, II 1, 3.
2 Cf. PLUTARCO, Teseo 10; HIGINO, Fáb. 38; OVIDIO, Met. 443 ss.; PAUSANIAS, I 44, 8; DIODORO, IV 59, 4. Refiere Ovidio que los huesos de Escirón no fueron acogidos ni por la tierra ni por el mar, y el tiempo los endureció convirtiéndolos en peñascos.
3 Cf. PLUTARCO, Teseo 11; HIGINO, Fáb. 38; DIODORO, IV 59, 5; PAUSANIAS, I 39, 3; OVIDIO, Met. VII 439.
4 PLUTARCO, Teseo 11, coincide con Apolodoro en el nombre de este bandido, más conocido por Procrustes. Según DIODORO, IV 59, 5, tenía un único lecho al que adaptaba a los viandantes estirándolos o acortándolos. Cf. OVIDIO, Met. VII 438; PAUSANIAS, I 38, 5; HIGINO, Fáb. 38.
5 Cf. I 9, 28.
6 Cf. PAUSANIAS, I 9-10; OVIDIO, Met. VII 433-4.
7 Cf. PLUTARCO, Teseo 12; OVIDIO, Met. VII 404-424. Este último refiere que el veneno era acónito y que Medea lo había traído de las riberas de Escitia.
8 Las víctimas eran elegidas por sorteo, pero según Helánico (en PLUTARCO, Teseo 17), el propio Minos acudía a Atenas para escogerlas, y así es como fue elegido Teseo. Pero de acuerdo con la tradición general se ofreció voluntario. Cf. HIGINO, Fáb. 41; escolios a Odisea XI 322 y a Ilíada XVIII 590.
9 Cf. PLUTARCO, Teseo 17, 4; DIODORO, IV 61, 4; PAUSANIAS, I 22, 5. En SIMÓNIDES, 550, la vela que había de sustituir a la negra era de color púrpura.
10 Cf. PLUTARCO, Teseo 19; HIGINO, Fáb. 42; DIODORO, IV 61, 4.
11 Los muchachos y muchachas que estaban destinados al Minotauro.
12 La versión más común es que Teseo abandonó en Naxos a Ariadna mientras dormía, por razones distintas según los autores: en OVIDIO, Met. VIII 174 ss., por crueldad; en HIGINO, Fáb. 43, porque le parecía deshonroso llevarla a Atenas; en HESÍODO, Fr. 298, porque amaba a Egle, la hija de Panopeo. HOMERO, Odisea XI 321-325, nos da otra versión: Teseo se llevó a Ariadna desde Creta hacia Atenas, pero Artemis la mató en la isla de Día por la acusación de Dioniso. Cf. también PAUSANIAS, I 20, 3 y X 29, 4; PLUTARCO, Teseo 20.
13 Cf. PAUSANIAS, I 22, 5; HIGINO, Fáb. 43; DIODORO, IV 61, 6-7; PLUTARCO, Teseo 22.
14 Palante, que era el tío de Teseo (cf. III 15, 5), con sus hijos se alzó en armas contra Teseo, pero éste los mató y por ello estuvo exiliado en Trezén. Cf. EURÍPIDES, Hipólito 34 ss.; PAUSANIAS, I 22, 2; 28, 10; PLUTARCO, Teseo 3 y 13.
15 Cf. OVIDIO, Met. VIII 184-235; HIGINO, Fáb. 40; DIODORO, IV 77, 5-6; éste último refiere que Dédalo e Ícaro huyeron de Creta en una nave que les proporcionó Pasífae, y PAUSANIAS, IX 11, 4-5, dice que en naves distintas.
16 La estancia de Dédalo con Cócalo y la persecución de Minos con la caracola eran el tema de la tragedia de Sófocles los Camicos (cf. SÓFOCLES, Fragmentos, trad. de J. M.a LUCAS, BCG, Madrid, 1983, págs. 179-181).
17 PAUSANIAS, VII 4, 6, refiere la muerte de Minos a manos de las hijas de Cócalo, y añade que cuando éste se negó a entregar a Dédalo, sostuvo una guerra con Minos por ello; en DIORO, IV 79, 2, es Cócalo quien lo mata manteniéndolo mucho tiempo en el baño, y luego dice que Minos al resbalar se había ahogado. La muerte de Minos está relatada también en HERÓDOTO, VII 169-170, y en HIGINO, Fáb. 44.
18 En PAUSANIAS, I 41, 7, Hipólita es hermana de Antíope. La mayoría de los autores coinciden en llamar Antíope a la amazona esposa de Teseo. Cf. DIODORO, IV 28; PLUTARCO, Teseo 26-28; PAUSANIAS, I 2, 1; 15, 2; 41, 7; II 32, 9.
19 Este Deucalión es un hijo de Minos (cf. III 1, 2).
20 Sobre la pasión de Fedra por Hipólito, EURÍPIDES compuso dos tragedias tituladas Hipólito, de las que nos ha llegado vina. También versa sobre el mismo tema la tragedia de SÉNECA, Fedra. Cf. además DIODORO, IV 62; PAUSANIAS, I 22, 1-2; II 32, 1-4; OVIDIO, Met. XV 497 ss.; id. Her. IV; HIGINO, Fáb. 47.
21 Cf. DIODORO, IV 69, 4-5; PÍNDARO, Pít. II 40 ss.; escolio a Odisea XXI 303; HIGINO, Fáb. 62; OVIDIO, Met. 42. Estos dos últimos sitúan el castigo de Ixión en el Tártaro.
22 Pirítoo es hijo de Ixión, rey de los lápitas (cf. I 8, 2), que es también el abuelo de los centauros. Pero DIODORO, IV 69, 1-3, nos da una genealogía distinta: Centauro era hermano de Lápites y ambos hijos de Apolo y de una hija del río Peneo; Ixión es descendiente de Lápites. Sobre las bodas de Pirítoo e Hipodamía y la lucha de centauros y lápitas, cf. PLUTARCO, Teseo 30; PAUSANIAS, V 10, 8; OVIDIO, Met. XII 210-535; DIODORO, IV 70, 3.
23 Cf. HESÍODO, Fr. 87; OVIDIO, Met. XII 459-532; ANTONINO LIBERAL, 17; APOLONIO DE RODAS, I 57-64.
24 Cf. III 10, 7.
25 Cf. DIODORO, IV 63, 3 y 5; PLUTARCO, Teseo 32 y 34; PAUSANIAS, I 17, 5; II 22, 6.
26 Cf. PAUSANIAS, II 25, 6.
27 Cf. II 5, 12.
28 Cf. PLUTARCO, Teseo 35; PAUSANIAS, I 17, 6; DIODORO, IV 62, 4.
29 HOMERO, Odisea XI 582-592, describe el tormento de Tántalo sin mencionar la piedra que aparece en muchos autores: PÍNDARO, Olimp. I 57-8; EURÍPIDES, Orestes 4-10; PAUSANIAS, X 31, 10; ANTONINO LIBERAL, 36; OVIDIO, Met. IV 458-9; HIGINO, Fáb. 82; LUCIANO, Diálogos de los muertos 17, sólo hace referencia al castigo de la sed. En cuanto a los pecados cometidos por Tántalo, además de los mencionados por Apolodoro se le atribuyen el perjurio. A Tántalo se le había encomendado el perro que Zeus había destinado para guardar el santuario de Creta; cuando Hermes por encargo de Zeus fue a reclamarlo, Tántalo negó haberlo visto y Zeus lo castigó sepultándolo bajo el monte Sípilo; cf. PAUSANIAS, II 22, 3 y V 13, 7.
30 Este Bróteas debe ser el que PAUSANIAS (III 22, 4) menciona como hijo de Tántalo.
31 Tántalo, el padre de Pélope, sirvió a los dioses los miembros de su hijo, pero ninguno probó su porción excepto Deméter, que comió uno de los hombros. Cuando los dioses resucitaron a Pélope sustituyeron ese hombro por otro de marfil. Cf. OVIDIO, Met VI 404-411; HIGINO, Fáb. 83; PÍNDARO, Olímp. I 26 y 37-41.
32 Cf. PÍNDARO, Olímp. I 75 ss.; PAUSANIAS, V 17, 7.
33 Cf. PÍNDARO, Olímp. I 67 ss.; DIODORO, IV 73, 2; PAUSANIAS, V 10, 6-7; 14, 6; 17, 7; VI 20, 17; 21, 6-11; VIII 14, 10-11.
34 Pélope, al ver las cabezas de los pretendientes muertos, estuvo a punto de renunciar a su pretensión; cf. HIGINO, Fáb. 84.
35 Según DIODORO, IV 73, 5, Enómao, al ver que ha perdido la carrera, se suicida.
36 Cf. EURÍPIDES, Orestes 989 ss.
37 Cf. II 1, 1; PAUSANIAS, II 5, 7.
38 PÍNDARO, Olímp. I 144, refiere que fueron seis los hijos de Pélope e Hipodamía: HIGINO, Fáb. 84, nombra a tres. Hipálcimo, Tiestes y Atreo. Además de los hijos legítimos se menciona un hijo bastardo, Crisipo (cf. III 5, 5), a quien mataron sus hermanos a instancias de Hipodamía; cf. TUCÍDIDES, I 9; PAUSANIAS, VI 20, 7.
39 Según el escolio a EURÍPIDES, Orestes 995, el propio Hermes envía la oveja de oro para vengarse por la muerte de su hijo Mirtilo. En cambio FERECIDES, 3, 133, dice que fue Ártemis la que envió la oveja, ya que la discordia entre los hermanos tiene lugar por no haberla ofrecido Atreo en sacrificio.
40 Sobre el cambio de rumbo del sol, cf. el escolio a EURÍPIDES, Orestes 998; EURÍPIDES, Electra 726-732; PLATÓN, Político 269a; ESTRABÓN, I 15, 23.
41 El impío banquete de Atreo aparece por primera vez en ESQUILO, Agamenón 1590 ss. Cf. también HIGINO, Fáb. 88; SÉNECA, Tiestes 682 ss; PAUSANIAS, II 18, 1-2.
42 Sobre el incesto de Tiestes con su hija Pelopia, cf. HIGINO, Fáb. 87 y 88, pero no dice que Tiestes fuese consciente del incesto.
43 Este párrafo es traducción de los versos 456-464 del primer libro de las Chiliades de JUAN TZETZES, que R. Wagner supuso que podrían derivar del pasaje correspondiente de Apolodoro. Cf. la nota de FRAZER, II, pág. 169.
44 Cf. EURÍPIDES, Ifigenia en Áulide 1148 ss.; PAUSANIAS, II 18, 2; 22, 2-3.
45 En Ilíada IX 142 ss., Agamenón tiene un hijo, Orestes, y tres hijas, Crisótemis, Laódice e Ifianasa; no se menciona el nombre de Ifigenia ni Electra.
46 Cf. III 11, 2.
47 Sobre el juicio de Paris, cf. Ciprias, resumen de PROCLO (Fragmentos de épica griega arcaica, trad. de A. BERNABÉ, BCG, Madrid, 1979, págs. 101-2); Ilíada XXIV 25 ss.; EURÍPIDES, Troyanas 924 ss, 971-981, Helena 23-31, Ifigenia en Áulide 1300 ss., Andrómaca 274-290; LUCIANO, Diálogos de los dioses 20, Diálogos marinos 5, 1; HIGINO, Fáb. 92. Según la tradición, a las bodas de Tetis y Peleo fueron invitados todos los dioses excepto Eris (la Discordia) que para vengarse suscitó la rivalidad entre las diosas arrojándoles una manzana de oro con esta inscripción: «para la más hermosa». Pero de los textos mencionados la manzana sólo está en Luciano e Higino.
48 Cf. III 2, 1-2.
49 Cf. Ilíada VI 289-292. En las Ciprias, según PROCLO, una vez en Sidón, Paris saqueó la ciudad, pero HERÓDOTO, II 117, ofrece otro testimonio de las Ciprias: Helena y Paris, gracias a un viento favorable y un mar tranquilo, hicieron el viaje de Esparta a Troya en tres días.
50 EURÍPIDES, Helena 31-51, 582 ss., 670, refiere que la auténtica Helena no fue nunca a Troya, sino un fantasma suyo, pues Hermes por mandato de Hera la había raptado y entregado a Proteo en Egipto; y HERÓDOTO, II 112-120, dice que Paris, obligado a desviarse de su ruta, había llegado con Helena a Egipto, y Proteo, indignado con él, lo expulsó y retuvo a Helena para entregársela después a Menelao.
51 Cf. III 10, 9.
52 Pero la versión más común sobre la fingida locura de Odiseo es que consistía en uncir al arado un buey y un caballo, o un asno y sembrar sal en los surcos; Palamedes lo desenmascaró poniendo delante a Telémaco, y Odiseo detuvo al instante el arado. Cf. HIGINO, Fáb. 95; LUCIANO, De una casa 30; LICOFRÓN, Alejandra 815-819.
53 Cf. HIGINO, Fáb. 105; escolio a EURÍPIDES, Orestes 432.
54 Cf. Ilíada XI 19 ss.
55 Elaide ‘la del aceite’, Espermo ‘la de la semilla’, Eno ‘la del vino’. Cf. escolio a LICOFRÓN, 570, 581; OVIDIO, Met. XIII 623-674. Según el escoliasta, cuando los griegos llegaron a Delos en su travesía hacia Troya, Anio trató de convencerlos para que permanecieran allí nueve años, pues el décimo destruirían Troya, y les prometió que sus hijas alimentarían al ejercito. En Ovidio, es Agamenón quien trata de obligar a las hijas de Anio a que los acompañen a Troya, pero ellas huyen y Dioniso las transforma en palomas.
56 Cf. Ilíada II 494-759; EURÍPIDES, Ifigenia en Áulide 253 ss.; HIGINO, Fáb. 97; con algunas variantes en el número de naves y caudillos.
57 Cf. Ilíada II 299-330; CICERÓN, De diuinat. II 30, 63-65; OVIDIO, Met. XII 11-23; en Homero la petrificación de la serpiente es anterior a la interpretación de Calcante, en Ovidio es posterior.
58 Para la llegada de los griegos a Misia, cf. Ciprias, resumen de PROCLO (Frag. de épica…, ed. cit., pág. 103).
59 En Ilíada XXIV 765-6, Helena dice que han transcurrido veinte años desde que abandonó su patria.
60 Cf. OVIDIO, Pont. II 2, 6; HIGINO, Fáb. 101; PROPERCIO, II 1, 63-64.
61 Cf. Epítome 2, 10.
62 Cf. EURÍPIDES, Ifigenia en Áulide; OVIDIO, Met. 24-38; HIGINO, Fáb. 98; Ciprias, resumen de PROCLO (Frag, de épica…, ed. cit., pág. 103).
63 Cf. PAUSANIAS, X 14, 2-4.
64 Cf. PLUTARCO, Quest. Graec. 28 (297f), refiere que cuando Aquiles perseguía a la hermana de Tenes, éste acudió a defenderla y Aquiles lo mató sin saber quién era. También mató a uno de sus propios criados que había sido enviado por Tetis para hacerle la advertencia.
65 De acuerdo con SÓFOCLES, Filoctetes 263-270 y 1326-1328, el accidente no sucede en Ténedos, sino en la isla de Crise junto al altar de una diosa llamada también Crise; pero según HIGINO, Fáb. 102, ocurrió en Lemnos. Cf. Ilíada II 718-724.
66 Cf. Ilíada III 205-208, XI 138-142; BAQUÍLIDES, XIV 1-64; Ciprias, res. de PROCLO (Frag, de épica…, ed. cit. pág. 104).
67 Cf. LUCIANO, Diálogos de los muertos 23; PROPERCIO, I 19, 7-10; HIGINO, Fáb. 103 y 104. Según Higino, Laodamía había obtenido de los dioses que Mercurio (Hermes) le trajese a su esposo por sólo tres horas; luego formó una imagen de Protesilao y estando abrazada a ella fue descubierta por un criado que la delató a su padre Acasto; éste mandó quemar la estatua.
68 Según OVIDIO, Met. XII 70-145, Cieno era invulnerable y Aquiles lo mató estrangulándolo. Neptuno (Posidón) lo transformó en cisne.
69 Cf. Ilíada XXI 34-44, XXIII 746-7; en las Ciprias se lleva a Licaón y lo vende como esclavo.
70 Cf. Ilíada XX 90 ss., 188 ss.; Ciprias, res. de PROCLO (Frag, de épica…, ed. cit., pág. 104).
71 Cf. Ilíada II 691, VI 397.
72 En Lirneso capturó Aquiles a Briseida, cf. Ilíada II 688 ss. XIX 291-299, XX 92, 191 ss.
73 Cf. Ilíada II 816-877.
74 Cf. Ilíada I 1 ss.
75 Cf. Ilíada III 15-382.
76 Cf. Ilíada IV 85 ss.
77 Cf. Ilíada V 1-417.
78 Cf. Ilíada VI 119-236.
79 Cf. Ilíada VII 66-312.
80 Cf. Ilíada VIII 53-565.
81 La embajada de Odiseo, Fénix y Áyax es el tema del canto IX de la Ilíada.
82 Estos sucesos están relatados en la tragedia de EURÍPIDES, Reso, y en el canto X de la Ilíada.
83 Cf. Ilíada XII 436 ss.
84 Cf. Ilíada XV 716 ss.
85 Estos sucesos están relatados en el canto XVI de la Ilíada.
86 Estos sucesos son el tema del canto XVII de la Ilíada.
87 Estos sucesos se narran en el canto XVIII de la Ilíada.
88 Para la muerte de Asteropeo por Aquiles cf. Ilíada XXI 139-204; para el combate de Aquiles con el Escamandro ibid. XXI 211-382.
89 El combate de Aquiles con Héctor y la muerte de éste son el núcleo del canto XXII de la Ilíada.
90 Estos sucesos están narrados en el canto XXIII de la Ilíada.
91 Estos sucesos se relatan en el canto XXIV de la Ilíada.
92 Estos sucesos se contaban en la Etiópida de ARCTINO, cuyo resumen se encuentra en la Crestomatía de PROCLO (Frag, de épica…, ed. cit., pág. 141), donde se añade que después de haber matado Aquiles a Tersites surge una disputa entre los griegos y Aquiles marcha a Lesbos; allí, tras celebrar un sacrificio en honor de Apolo, Artemis y Leto, es purificado del crimen por Odiseo. Cf. también HIGINO, Fáb. 112; DIODORO, II 46, 5.
93 Cf. Epítome 1, 17.
94 Cf. el resumen de la Etiópida por PROCLO (Frag, de épica…, ed. cit., pág. 141).
95 La muerte de Aquiles está narrada también en la Etiópida, de ARCTINO. Al nacer Aquiles, su madre lo sumergió en las aguas de la Éstige y así lo hizo invulnerable salvo en el talón por donde lo mantuvo cogido; cf. HIGINO, Fáb. 107; OVIDIO, Met. XII 597-609. La muerte de Aquiles se atribuye a Paris en Ilíada XXII 359-60, XIX 404-5; OVIDIO, Met. XII 605-6, XIII 501; VIRGILIO, En VI 56-58. Solamente a Apolo en Ilíada XXI 277-8, SÓFOCLES, Fil. 334-5; EURÍPIDES, Andróm. 1108. A Apolo bajo la apariencia de París en HIGINO, Fáb. 107. Pero hay otra versión de la muerte de Aquiles relacionada con su amor por la hija de Príamo, Políxena: los troyanos le habían dado cita en el templo de Apolo Timbreo con el pretexto de celebrar un pacto para su boda con Políxena, y allí lo mataron a traición. Cf. HIGINO, Fáb. 110; DICTIS DE CRETA, IV 10-11; FILÓSTRATO, Heroico XX 16.
96 En la Etiópida se narra que Tetis, acompañada de las Musas y las Nereidas, acudió junto al cadáver de su hijo y, tras llorarlo, lo arrebató de la pira y lo llevó a la isla Leuca, esto es, ‘la isla Blanca’.
97 Cf. APOLONIO DE RODAS, IV 810 ss.
98 El juicio de las armas de Aquiles estaba narrado en la Pequeña Ilíada y en la Etiópida; cf. el resumen de PROCLO (Frag, de épica…, ed. cit., págs. 142 y 157); OVIDIO, Met. XIII 1-383; HIGINO, Fáb. 107; Odisea XI 544-548. Sobre la locura de Áyax y los ataques a rebaños y pastores, cf. SÓFOCLES, Áyax 97-100 y 237-244.
99 Según el autor de la Pequeña Ilíada la profecía la hizo Héleno, que había sido capturado por Odiseo; así también en SÓFOCLES, Filoct. 605-614.
100 En la tragedia de SÓFOCLES, Filoctetes, son Odiseo y Neoptólemo los que van a Lemnos.
101 Cf. Pequeña Ilíada en resumen de PROCLO (Frag, de épica…, ed. cit., pág. 157; EURÍPIDES, Troyanas 960-1; CONÓN, Narr. 34.
102 Cf. SÓFOCLES, Filoct. 604 ss. y 1337 ss.
103 Cf. III 12, 3.
104 Cf. Pequeña Ilíada en resumen de PROCLO (Frag, de épica…, ed. cit., pág. 157); Odisea XI 506 ss.; SÓFOCLES, Filoct. 343-356; QUINTO DE ESMIRNA, VI 56-113.
105 Cf. Odisea XI 516-521; QUINTO DE ESMIRNA, VIII 128-207.
106 Cf. el resumen de PROCLO de la Pequeña Ilíada (Frag, de épica…, ed. cit., pág. 158); Odisea IV 250-256; CONÓN, Narr. 34. Según EURÍPIDES, Hécuba 239-250, cuando Odiseo entró en Troya, Helena lo reconoció y lo llevó ante Hécuba y ésta lo envió fuera del país salvándole así la vida.
107 Cf. El saco de Troya y Pequeña Ilíada en resumen de PROCLO (Frag. de épica…, ed. cit., págs. 158 y 181); Odisea IV 271-289, VIII 492-515, XI 523-532; VIRGILIO, En. II 13-267; HIGINO, Fáb. 108; QUINTO DE ESMIRNA, XII 23-83, 218-443, 539-585, XIII 21-59; este último da veintinueve nombres de guerreros que entraron en el caballo y dice que aún entraron más.
108 Sobre las deliberaciones de los troyanos, cf. El saco de Troya, resumen de PROCLO (Frag. de épica…, ed. cit., pág. 181); Odisea VIII 505 ss.
109 Cf. el resumen de El saco de Troya (Frag. de épica…, ed. cit., pág. 181); VIRGILIO, En. II 201-231; HIGINO, Fáb. 135; QUINTO DE ESMIRNA, XII 444-477; según Virgilio e Higino, las serpientes mataron a Laocoonte y a sus hijos, y según el autor de El saco de Troya a Laocoonte y a uno de sus hijos. SERVIO (Comentarios a la En. II 201), dice que a Laocoonte le ocurrió tal desgracia, porque siendo sacerdote de Apolo Timbreo había cometido el sacrilegio de yacer con su esposa en el templo.
110 Cf. Pequeña Ilíada en resumen de PROCLO (Frag, de épica…, ed. cit., pág. 181); QUINTO DE ESMIRNA, XIII 23 ss. En VIRGILIO, En. II 259, Sinón abre el caballo al ver la señal luminosa, pero en En. VI 518-9, es Helena con su propia antorcha la que guía a los griegos; en escolio a LICOFRÓN 340, la enciende Anténor, y en TRIFIODORO (510 y 512-521), son los dos, Sinón desde la tumba de Aquiles y Helena desde sus habitaciones.
111 Cf. Odisea IV 274-289; según TRIFIODORO, 476-487, Anticlo muere así asfixiado por Odiseo.
112 ‘Protector del hogar’. Sobre la muerte de Príamo, cf. EURÍPIDES, Trọyanas 16-7, 481-483; id. Hécuba 22-24; PAUSANIAS, IV 17, 4; VIRGILIO, En. II 533-538; QUINTO DE ESMIRNA, XIII 220-250; TRIFIODORO, 634-639.
113 Antérior se había mostrado siempre favorable a la devolución de Helena y los tesoros a los griegos; cf. Ilíada III 203-207.
114 Cf. VIRGILIO, En. II 699-729; QUINTO DE ESMIRNA, XIII 315-327.
115 Cf. El saco de Troya en resumen de PROCLO (Frag. de épica…, ed. cit., pág. 181); HIGINO, Fáb. 113; QUINTO DE ESMIRNA, XIII 354-357; TRIFIODORO, 613-633. En VIRGILIO, En. VI 520-27, Helena conduce a Menelao al dormitorio de Deífobo mientras éste duerme y allí lo mata Menelao.
116 Etra había sido hecha prisionera por Cástor y Pólux cuando éstos fueron a Atenas para rescatar a Helena, cf. III 7, 4; Epítome 1, 23.
117 Cf. el resumen de PROCLO de, El saco de Troya (Frag. de épica.., ed. cit., págs. 181-2); PAUSANIAS, I 15, 2; V 19, 5; X 26, 3; QUINTO DE ESMIRNA, XIII 420-429; VIRGILIO, En. II 403-406.
118 Cf. El saco de Troya en resumen de PROCLO (Frag, de épica…, ed. cit., pág. 182); EURÍPIDES, Troyanas 719-739, 1133-1135; id. Andrómaca 8-11; OVIDIO, Met. 415-417; HIGINO, Fáb. 109; QUINTO DE ESMIRNA, XIII 251-257; SÉNECA, Troyanas 524 ss. y 1063 ss. En El saco de Troya, Astianacte muere a manos de Odiseo; en la Pequeña Ilíada (Fr. 19A) es Neoptólemo quien lo precipita desde la torre. En Eurípides y Séneca, los griegos deciden en asamblea el asesinato del niño, que en Séneca se lanza al vacío él mismo antes de que lo arrojen.
119 Cf. El saco-de Troya, resumen de PROCLO (Frag, de épica…, ed. cit., pág. 182); EURÍPIDES, Hécuba 226 ss., 521-582; OVIDIO, Met. XIII 439-480; HIGINO, Fáb. 110; SÉNECA, Troyanas 168 ss., 938-944, 1118-1164.
120 Cf. EURÍPIDES, Troyanas 247-259, 271-291; QUINTO DE ESMIRNA, XIV 20-23.
121 EURÍPIDES, Hécuba 1259-1273; QUINTO DE ESMIRNA, XIV 347-351; OVIDIO, Met. XIII 565-571; HIGINO, Fáb. 111; SÉNECA, Agamenón 723-726.
122 Cf. QUINTO DE ESMIRNA, XIII 544-551; TRIFIODORO, 660-663.
123 Cf. el resumen de PROCLO, de los Regresos (Frag, de épica…, ed. cit., pág. 194).
124 FRAZER (II, págs. 244-5), da en nota la siguiente variante del ms. Vaticano del Epítome: «al no decir éste [Calcante] nada, él [Mopso] dijo que tenía diez crías, una de ellas macho, y que pariría al día siguiente». Con esta versión coincide la de TZETZES (escolios a LICOFRÓN 427-30, 980). FERECIDES en cambio, según ESTRABÓN, XIV 1, 27, dice que la respuesta correcta era «tres cerditos, uno de ellos hembra». CONÓN, Narr. 6, relata que la rivalidad de los adivinos consistió en formular vaticinios contrarios sobre el resultado de una guerra que iba a emprender el rey de los licios.
125 Cf. Odisea IV 499-511; VIRGILIO, En. I 39-45; HIGINO, Fáb. 116; QUINTO DE ESMIRNA, XIV 530-589.
126 Cf. II 1. 5; EURÍPIDES, Helena 766 ss. y 1126 ss.; QUINTO DE ESMIRNA, XIV 611-628; HIGINO, Fáb. 116.
127 Cf. Epítome 3, 8.
128 Cf. Regresos en resumen de PROCLO (Frag, de épica…, ed. cit., pág. 195). Según SERVIO, Comentarios a la En. III 297, no fue Tetis quien le aconsejó permanecer en Ténedos, sino Héleno, que lo había acompañado voluntariamente. De acuerdo con otra tradición citada por EUSTACIO (Comentarios a la Odisea III 189, pág. 1463), Neoptólemo a su regreso de Troya había desembarcado en Tesalia, había quemado sus naves por consejo de Tetis y se había establecido en Epiro porque allí encontró realizado un oráculo de Héleno: éste le había aconsejado que se estableciese donde las casas tuvieran cimientos de hierro, paredes de madera y tejados de tela; los indígenas de Epiro vivían en tiendas clavadas al suelo con hierros, con revestimientos de madera en las paredes y cubiertas de tela. PAUSANIAS, I 11, 1, refiere que Pirro (Neoptólemo) rehusó el regreso a Tesalia y se estableció en Epiro, y añade que le nacieron de Andrómaca sus hijos Moloso, Píelo y Pérgamo.
129 Según EURÍPIDES, Troyanas 1126-1130, Neoptólemo, cuando aún estaba en Troya, supo que su abuelo Peleo había sido desterrado por Acasto y partió inmediatamente con Andrómaca; en el escolio a Troyanas 1128, fueron los hijos de Acasto, Arcandro y Arquíteles, los que expulsaron a Peleo, que buscó refugio en la isla de Cos y allí murió. Un relato diferente nos ofrece DICTIS DE CRETA, VI 7-9: Acasto puso en fuga a Peleo, que se refugió en una cueva de Magnesia para esperar a Neoptólemo que regresaba de Troya: éste al llegar dio muerte a Acasto y sus hijos, y asi Peleo pudo recuperar Ftía.
130 Cf. EURÍPIDES, Andrómaca 967-981; Menelao había entregado a su hija en matrimonio a Orestes, hijo de Agamenón, pero después en Troya se la prometio a Neoptólemo, si éste tomaba la ciudad. Cf. también, escolio a Odisea IV 4; HIGINO, Fáb. 123.
131 Sobre la muerte de Neoptólemo en Delfos, cf. EURÍPIDES, Androm. 49-55, 1086-1165; id. Orestes 1656 ss.; PAUSANIAS, I 13, 9; HIGINO, Fáb. 123. Según el escolio a EURÍPIDES, Orest. 1655, el motivo de la visita de Neoptólemo a Delfos fue consultar sobre la esterilidad de su matrimonio con Hermíone.
132 Cf. ESTRABÓN, VI 1, 3.
133 Cf. PAUSANIAS, VIII 5, 2.
134 Los párrafos 15a, 15b y 15c son extractos de los escolios a Licofrón de TZETZES (cf. nota crítica de FRAZER, II, pág. 258).
135 Cf. ESTRABÓN, IX 5, 23.
136 Cf. Ilíada IV 463-472.
137 Cf. APOLONIO DE RODAS, I 599; HERÓDOTO, VII 123.
138 Cf. ESTRABÓN, VI 1, 12. Apolodoro deriva el nombre de Naveto de naūs ‘nave’ y aíthō ‘quemar’.
139 Es el hijo de Teseo que con su hermano Acamante fue a Troya para rescatar a su abuela Etra; cf. Epítome 5, 22.
140 Refiere SERVIO, Comentarios a la Egl. V 10, de Virgilio, que Filis, cuando ya desesperaba de que su amante regresara, se ahorcó y fue transformada en árbol, un almendro sin hojas; luego, al regresar Demofonte a Tracia y abrazarse al árbol, éste reverdeció. Por eso las hojas llamadas antes pétala, en los sucesivo se denominaron phýlla. Cf. también HIGINO, Fáb. 59; OVIDIO, Rem. Am. 591 ss.
141 Existía en Italia, al pie del monte Drío, un santuario consagrado a Podalirio, y otro, en la cima, dedicado a Calcante que se decía que había sido fundado por Podalirio; quien durmiese allí sobre la piel de un carnero sacrificado, tendría sueños proféticos; cf. ESTRABÓN, VI 3, 9. LICOFRÓN, 1047 ss., añade que Podalirio fue enterrado en Italia.
142 ESTRABÓN, XIV 5, 16, refiere que Anfíloco fue a Troya con el adivino Mopso y fundó la ciudad de Malo de Cilicia. Más tarde deseó volver a Argos y dejó Malo en poder de Mopso; pero al llegar a Argos no le agradó la situación en que se encontraba la ciudad y regresó a Malo. Allí reclamó el mando a Mopso y como éste se lo negara, pelearon y los dos perecieron. PAUSANIAS, I 34, 3, cuenta que en su época existía un oráculo de Anfíloco en Malo de Cilicia.
143 Cf. escolio a Ilíada XIII 66; POLIBIO, XII 5; ESTRABÓN, XIII 1, 40; SERVIO, Comentarios a la En. I 41.
144 Cf. los Regresos en el resumen de PROCLO (Frag, de épica…, ed. cit., pág. 195); Odisea III 193-4, 303-305, IV 529-537, XI 404-434; ESQUILO, Agam. 1379 ss.; id. Eum. 631-635; SÓFOCLES, Electra 95-99; EURÍPIDES, Electra 8-10; id. Orestes 25-6; PAUSANIAS, II 16, 6; HIGINO, Fáb. 117; SÉNECA, Agam. 975-909: DICTIS DE CRETA, VII 2. El autor de los Regresos, Homero y Pausanias atribuyen la muerte de Agamenón a Egisto; Esquilo, a Clitemestra. Sófocles y Eurípides, a los dos.
145 Cf. Odisea XI 421-423; PÍNDARO, Pít. XI 19 ss.; HIGINO, Fáb. 117.
146 Cf. PÍNDARO, Pít. XI 34 ss.; SÓFOCLES, Electra 11 ss.; EURÍPIDES, Electra 14 ss.; HIGINO, Fáb. 117.
147 La venganza por la muerte de Agamenón es el tema de tres tragedias griegas: Coéforos, de ESQUILO, Electra, de SÓFOCLES y Electra, de EURÍPIDES. Cf. también HIGINO, Fáb. 119; PÍNDARO, Pít. XI 36-7.
148 El juicio de Orestes en el tribunal del Areópago es el argumentó de la tragedia de ESQUJLO, Las Euménides; al resultar empatados los votos, Orestes es absuelto por el voto favorable de Atenea. En Esquilo, Orestes es acusado por las Erinias, en HIGINO, Fáb. 119, por Tindáreo, y según el autor del Etimologícum Magnum, por Erígone y Tindáreo. Cf. EURÍPIDES, Ifigenia entre los Tauros 940-967, 1469-1472; id. Orestes 931 ss.; 1648-1652; PAUSANIAS, III 22, 1, VIII 34, 1-4.
149 Cf. EURÍPIDES, Ifigenia entre los Tauros 77-92, 970-978; HIGINO, Fáb. 120.
150 Cf. HERÓDOTO, IV 103; DIODORO, IV 44, 7; PAUSANIAS, I 43, 1; EURÍPIDES, Ifigenia entre los Tauros 34-41. De acuerdo con Heródoto, los tauros ofrecían sacrificios humanos a una diosa virgen que identificaban con Ifigenia.
151 La llegada de Orestes con Pílades al país de los tauros y su huida con la imagen componen el argumento de la tragedia de EURÍPIDES, Ifigenia entre los Tauros.
152 Según EURÍPIDES, Ifigenia entre los Tauros 1446-1467, la imagen fue consagrada en un lugar del Ática llamado Halas, bajo los nombres de Ártemis Taurópolo o Ártemis Brauronia. PAUSANIAS, I 33, 1, refiere que Ifigenia arribó a Braurón, lugar cercano a Maratón, con la imagen de Ártemis cuando huyó de la tierra taúrica, y también (I, 23, 7), que en la Acrópolis de Atenas había un santuario dedicado a Ártemis Brauronia, nombre dado a la diosa por el demo de Braurón, donde estaba la estatua de madera de Ártemis.
153 Parece que hay una laguna que BÖCHELER propuso llenar así: «Dicen que la imagen permanece allí y que fue consagrada en la muralla siguiendo un oráculo». Véase nota crítica de FRAZER, II, pág. 276.
154 Cf. EURÍPIDES, Electra. 1249; id. Orestes 1658-59.
155 Según PAUSANIAS, II 18, 6, Orestes tuvo de Hermíone a Tisámeno, que le sucedió en el trono de Esparta; pero también menciona otra tradición: que Orestes tuvo un hijo bastardo, Pentilo, de Erígone, la hija de Egisto.
156 Cf. escolio a EURÍPIDES, Orestes 1645; PAUSANIAS, VIII 34, 1-4; HIGINO, Fáb. 120.
157 Cf. Odisea III 276-303; PAUSANIAS, X 25, 2.
158 Cf. EURÍPIDES, Helena 1676-1679. En Odisea IV 561-569, Proteo profetiza a Menelao que será transportado por los dioses a los Campos Elisios por ser yerno de Zeus.
159 Los cícones son un pueblo de Tracia; sobre las aventuras de Odiseo entre ellos, cf. Odisea IX 39-66.
160 Odiseo salvó a Marón junto con su mujer y sus hijos recibiendo por ello ricos presentes, entre ellos doce ánforas de vino; cf. Odisea IX 196-211.
161 Lotófagos, ‘devoradores de loto’. Se supone que habitaban una franja costera del norte de África, en la Cirenaica. Sobre las aventuras de Odiseo entre ellos, cf. Odisea IX 82-104; HIGINO, Fáb. 125.
162 Para las aventuras de Odiseo entre los Cíclopes, cf. Odisea IX 105-542; HIGINO, Fáb. 125.
163 Cf. Odisea X 1-76; OVIDIO, Met. XIV 223-232; HIGINO, Fáb. 125.
164 Cf. Odisea X 80-132; OVIDIO, Met XIV 233-244.
165 Cf. Odisea X 133-574; OVIDIO, Met. XIV 246-440; HIGINO, Fáb. 125.
166 En HOMERO los compañeros de Odiseo solamente son transformados en cerdos, aunque en Odisea X 210-219 se dice que, cuando ellos llegaron a la casa de Circe, vieron junto a ella lobos montaraces y leones que habían sido encantados por elle.
167 El moly, según HOMERO (Odisea X 302-306), era una planta de raíz negra y flor blanca.
168 El autor de los Regresos afirma que Telégono era hijo de Odiseo y Calipso, e HIGINO, Fáb. 125, que fueron dos los hijos habidos en Circe, Telégono y Nausítoo.
169 La visita de Odiseo a la región de los muertos es el tema del canto XI de la Odisea.
170 Cf. Odisea IX 90-151.
171 Odiseo y sus compañeros habían dejado insepulto el cuerpo de Elpénor al marchar apresuradamente de la isla; cf. Odisea X 552-560 y XI 51-83.
172 Cf. Odisea XII 1-200; HIGINO, Fáb. 125. Según APOLONIO DE RODAS, IV 895-6, las Sirenas eran hijas de la Musa Terpsícore y de Aqueloo.
173 Así las describe también APOLONIO DE RODAS, IV 898-9, en parte pájaros, en parte muchachas. OVIDIO, Met. V 552-562, con plumas y patas de ave, y rostros de doncellas; tal vez porque ellas acompañaban a Proserpina (Perséfone) cuando fue raptada, fueron dotadas de alas por los dioses para que pudiesen buscarla incluso por los mares.
174 Cf. HIGINO, Fáb. 125 y 141.
175 Cf. Odisea XII 52-72 y 201-221. Las Planctas son las mismas Rocas Errantes por las que habían pasado los Argonautas.
176 Cf. Odisea XII 73-126 y 222-259; HIGINO, Fáb. 125 y 199. Homero dice que Escila es hija de Crateide sin mencionar al padre; Higino, que es hija de Tifón y Equidna.
177 Cf. Odisea XII 127-141 y 260-402.
178 Cf. Odisea XII 403-425.
179 Cf. Odisea XII 426-450.
180 Cf. Odisea V 13-281, VII 243-266; HIGINO, Fáb. 125. Según Homero, Odiseo permaneció junto a Calipso siete años; uno, según Higino. HESÍODO, Teog. 1011-1013, refiere que fue Circe la madre de Latino (y también de Agrio).
181 Cf. Odisea V 282-493.
182 Cf. Odisea, cantos VI, VII, VIII y XII 1-124; HIGINO, Fáb. 125.
183 Cf. Odisea XII 125-187.
184 Cf. Odisea XVI 245-253; la relación de los pretendientes que hace Homero es de ciento ocho: cincuenta y dos de Duliquio, veinticuatro de Same, veinte de Zacinto y doce de Itaca. Según Apolodoro son ciento treinta y seis.
185 Cf. Odisea XIV 80-109.
186 Cf. Odisea XIX 136-158; HIGINO, Fáb. 126.
187 Cf. Odisea XIV 1-492; HIGINO, Fáb. 126.
188 Cf. Odisea XVI 1-234.
189 Cf. Odisea XVII 184-253.
190 Cf. Odisea XVII 360-457.
191 Cf. Odisea XVIII 1-107; HIGINO, Fáb. 126.
192 Cf. Odisea XXI 188-244.
193 Cf. Odisea XXI 1-82; HIGINO, Fáb. 126.
194 Cf. Odisea XXI 140-434, XXII 1-389.
195 Cf. Odisea XXII 417-477.
196 Cf. Odisea XXIII 153-297, XXIV 205-348.
197 Tiresias había advertido a Odiseo que tras matar a los pretendientes debía ir, con un remo al hombro, al país de los hombres que nunca habían visto el mar, donde se encontraría con otro caminante que le diría que llevaba un aventador sobre el hombro. Allí Odiseo debía clavar su remo y sacrificar a Posidón un carnero, un toro y un cerdo; cf. Odisea XI 119-131.
198 Así en el resumen de PROCLO, de la Telegonía. Cf. también HIGINO, Fáb. 127; DICTIS DE CRETA, VI 14-5.
199 CICERÓN, De nat. deor. III 22, 56, menciona la tradición de que Penélope era la madre de Pan; y SERVIO, Comentario a la En. II 44, dice que Penélope había alumbrado a Pan en ausencia de Odiseo y éste, al llegar, lo expulsó de su casa.
200 Uno de los pretendientes de Penélope a quien da muerte Telémaco; cf. Odisea XXII 89 ss.