Prólogo
Escribí Los otros en el verano de 1998, con un espíritu muy semejante al que me dominaba cuando escribí Tesis. Tan sólo me dejé llevar por las ganas de divertirme, o sea, de asustarme. Nunca pensé que aquello acabaría siendo mi siguiente película, ni que ese pequeño barco, que es un proyecto cuando nace, atravesaría nada menos que el Atlántico y nos pondría en contacto con «los otros», los norteamericanos, en un viaje completamente nuevo, yo diría que insólito para el cine español. El esfuerzo por llegar a buen puerto fue intenso y el aprendizaje, permanente. Y creo que puede resultar interesante mirar hacia atrás en las páginas de este libro y comprobar cómo todos tuvimos que aportar soluciones, planear, improvisar y, por supuesto, modificar, para lograr la mejor película posible.
Este libro es la huella de ese viaje, la memoria de un equipo que se entregó en cuerpo y alma para que Los otros fuera, en el peor de los casos, una película bien hecha.
ALEJANDRO AMENÁBAR