NACE EL EJÉRCITO POPULAR
En setiembre habíamos logrado organizar un levantamiento muy amplio con las uniones de campesinos de Hunan y se constituyeron las primeras unidades obrero-campesinas del ejército. El origen de los reclutas era triple: las poblaciones rurales, los mineros de Hanvang y las tropas insurgentes del Kuomintang.
Esta primera fuerza militar de la revolución fue llamada “Primera División del Primer Ejército de Campesinos y Obreros”. El primer regimiento se constituyó con los mineros de Hanyang. El segundo se reclutó entre las milicias de campesinos de Ping Kiang, Lin Yang, Li Ling y otros dos hsien de Hunan; un tercero fue creado con una parte de los efectivos de la guarnición de Wuhan que se había rebelado contra Wang Ching-wei. Este ejército fue organizado con el acuerdo del Comité Provincial de Hunan, pero el programa general de este Comité y de nuestro ejército encontró la oposición del Comité Central del Partido que parecía, entre tanto, haber adoptado una política de espera más que de oposición activa.
Mientras organizaba el ejército e iba de los mineros de Hanyang donde los campesinos, fui hecho prisionero por los min-tuan que dependían del Kuomintang. El terror impuesto por el Kuomintang estaba en su apogeo y se fusilaba por centenares a los sospechosos de ser comunistas. Se dio la orden de llevarme al cuartel general min-tuan donde debía ser fusilado. Con algunas decenas de dólares que me prestó un camarada, traté de corromper a mi escolta. Los soldados rasos eran mercenarios que no tenían especial interés en que me asesinaran y estuvieron de acuerdo de ponerme en libertad, pero el suboficial que los dirigía no quiso permitirlo. Decidí escapar, pero no tuve la oportunidad sino cuando estábamos a unos 200 metros del cuartel general min-tuan. En ese momento me solté y escapé a través del campo. Alcancé un sitio elevado por encima de un puente rodeado de hierba alta y me escondí hasta que el sol se ocultó Los soldados me persiguieron y forzaron a los campesinos a buscarme. Se acercaron a mí una o dos veces hasta el punto de que yo habría podido tocarlos, pero feliz mente no me descubrieron aunque a ratos perdí la esperanza seguro de que me detendrían. Finalmente cuando oscureció abandonaron la búsqueda. Partí al instante por la montaña, viajan do de noche. No tenía zapatos y me herí los pies profundamente. En mi camino encontré un campesino que me socorrió, me abrigó y después me condujo al distrito más próximo. Yo llevaba siete dólares que gasté en comprar zapatos, un paraguas y alimento. Cuando al fin salí sano y a salvo de las milicias campesinas, no tenía más que dos centavos en el bolsillo.
Con la creación de la nueva división, llegué a ser presidente del Comité del Partido encargado del frente y Yu Sha-Tu, comandante de la división de Whan, dirigió el primer ejército. Mas Yu había sido forzado por sus hombres a tomar ese puesto y desertó poco después para unirse al Kuomintang. Cuando escribo estas pá ginas trabaja para Chiang Kai-shek en Nankín. El pequeño ejército conduciendo al movimiento campesino, se desplazó hacia el sur a través t de Hunan. Debió abrirse camino entre miles de hombres del Kuomintang, combatir a menudo y sufrir muchos reveses. La disciplina era débil, la formación política de un nivel muy bajo y ciertos elementos permanecían vacilantes entre los hombres y los oficiales. Hubo muchas deserciones. Después de la retirada de Yu Sha-Tu, el ejército fue reorganizado cuando llegó a Ning Ku. Cheng Hao fue encargado de dirigir las tropas que quedaban alrededor de un regimiento. Él mismo más tarde traicionó. Pero muchos de este primer grupo permanecieron leales hasta el final y están todavía hoy día en el ejército comunista, tales como Lo Yun-hui, comisario político del primer cuerpo de ejército, y Yan Lu-su, hoy comandante de ejército. Cuando el pequeño ejército alcanzó al fin Ching-Kashan, no contaba sino con unos mil hombres aproximadamente.
Porque el programa del “Levantamiento de otoño”, no había sido autorizado por el Comité Central, puesto que el primer ejército había sufrido grandes pérdidas y porque desde el punto de vista de las ciudades el movimiento parecía condenado al fracaso, el Comité Central me des autorizó. No formé entonces más parte del bureau político, ni del Comité del frente del partido. El Comité Provincial de Hunan nos atacó igualmente llamándonos “el movimiento del pillaje”. Mantuvimos, no obstante, nuestro ejército en Chingkangshan, convencidos como estábamos de que nuestra línea era correcta, y los acontecimientos que siguieron debieron justificarnos ampliamente. Nuevos reclutas se agregaron y las filas de la división fueron fortalecidas. Me convertí en comandante.
Del invierno de 1927 al otoño de 1928, la primera división tomó por base a Chingkanshan. En noviembre de 1927 el primer gobierno comunista se instaló en Chalin, en la frontera del Hunan. Allí, como más tarde en otras partes defendimos un programa democrático, una política moderada, que tenía por base una evolución lenta pero segura. Esto valió a Chingkanshan la recriminación de “putchista” del Partido, que estaba a favor de una política de razzias, terrorista y de ejecución de propietarios, con el propósito de extinguir la moral de éstos. El comité del frente del primer ejército rechazó la adopción de tales tácticas y fue entonces acusado por los tibios de “reformista”. Fui violentamente atacado por ellos por no seguir una política más “radical”.
Dos famosos jefes de bandidos de los alrededores de Chingkanshan llamados Wang Tso y Yuang Ween-tsai se unieron al ejército comunista en el curso del invierno de 1927. Éste contaba entonces con tres regimientos. Wang y Yuang, fueron ambos nombrados comandantes de un regimiento y yo era comandante del ejército. Estos dos hombres aunque habían sido bandidos, habían lanzado fuerzas a la revolución nacional y estaban prestos a luchar contra la reacción.
Mientras permanecí en Chingkanshan, ellos permanecieron leales a los comunistas y obedecieron las órdenes del Partido. Más tarde, cuan do permanecieron solos en Chingkanshan, volvieron a sus habituales actividades de bandidos. A continuación de lo cual fueron fusilados por los campesinos que ellos mismos habían organizado como comunistas y se habían hecho capaces de defenderse por sus propios medios.