Notas
[1] A continuación de este título y dedicatoria de la Santa, escribió esta interesante anotación el P. F. RIBERA: ((En este libro está muchas veces borrado lo que escribió la Santa Madre, y añadidas otras palabras, o puestas glosas a la margen. Y ordinariamente está mal borrado, y estaba mejor primero como se escribió, y veráse en que a la sentencia viene mejor, y la Santa Madre lo viene después a declarar, y lo que se enmienda muchas veces no viene bien con lo que se dice después, y así se pudieran muy bien excusar las enmiendas y las glosas. Y porque lo he leído y mirado todo con algún cuidado, me pareció avisar a quien lo leyere que lea como escribió la Santa Madre que lo entendía y decía mejor, y deje todo lo añadido, y lo borrado de la letra de la Santa delo por no borrado si no fuere cuando estuviere enmendado o borrado de su misma mano, que es pocas veces. Y ruego por caridad, a quien leyere este libro que reverencie las palabras y letras hechas por aquella tan santa mano y procure entenderlo bien, y verá que no hay que enmendar, y aunque no lo entienda, crea que quien lo escribió lo sabía mejor, y que no se pueden corregir bien las palabras si no es llegando a alcanzar enteramente el sentido de ellas, porque, si no se alcanza, lo que está muy propiamente dicho parecerá impropio, y de esa manera se vienen a estragar y echar a perder los libros)). <<
[2] Comienza con una doble alusión: se refiere primero a la orden recibida de Gracián y del Dr. Velázquez, que le ((han mandado)) escribir este libro. Y luego, a sus achaques de salud, desde el pasado mes de febrero. Cf. Carta del 10.2.1577 a su hermano Lorenzo. <<
[3] Se refiere a los dos libros escritos anteriormente, Vida y Camino, especialmente el primero, que ha sido secuestrado y retenido por la Inquisición desde 1575, hace ya dos años. <<
[4] La fiesta de la SS. Trinidad, cuya liturgia inspira a la escritora, fue el 2 de junio de 1577. Sobre las interrupciones de la redacción, cf. Moradas 5, 4, 1. Concluirá el libro el 29 de nov. de 1577 (cf. epílogo, 5). <<
[5] Los aludidos son Jerónimo Gracián y el Dr. Alonso Velázquez, su confesor y futuro obispo de Osma y arzobispo de Santiago de Compostela. Los dos son personas de grandes letras: de grandes conocimientos. <<
[6] Las palabras: santa, católica, romana fueron añadidas entre líneas por la propia Santa, como hará de nuevo en el epílogo de la obra. <<
[7] Parecida ((protestación de ortodoxia y catolicidad)) puede verse en la primera página del Camino de Perfección. Y en el prólogo de las Fundaciones, n. 6. <<
[8] Fue Gracián quien le hizo la sugerencia que sigue. <<
[9] Alusión a Jn 14, 2. <<
[10] Nueva alusión a Prov. 8, 21, pasaje fuertemente sentido por la autora: cf. V 14, 10 y Exc 7. <<
[11] Gen 1, 26-27. <<
[12] Engaste o cerca: La Santa irá desarrollando ocasionalmente la alegoría del castillo, sin precisarla nunca del todo; aquí, el uso de engaste y cerca simultáneamente, deja entrever a la par un castillo de orfebrería y un castillo de guerra. - Como elementos complementarios, irán apareciendo enseguida el cerco y arrabal (n. 6; y M VII, c. 4, n. 1), puerta de entrada (n. 7 y M V, c. 1, n. 2; M VI, c. 4, nn. 4, 9, 13; M VII, c. 2, n. 3); moradas, aposentos y piezas, con significado aproximadamente igual (c. 2, n. 8; M II, c. 4, n. 6; M III, c. 1, n. 8…); la cámara o palacio del Rey, cielo empíreo de Dios en el centro del castillo (c. 2, nn. 8 y 14; M VI, c. 19, n. 3; y c. 4, n. 8; M VII, c. 1, n. 3); y por fin, toda una serie de guardas, alcaides, mayordomos, maestresalas, amigos y parientes (símbolos de las potencias: M I, c. 1, n. 5; y c. 2, nn. 4 y 15; M II, n. 9), gente que vive en los aposentos bajos (los sentidos del cuerpo; cf. M I, c. 2, n. 4: M V, c. 2, n. 3); vasallos y criados del alma (potencias y sentidos indistintamente) (cf. M I, c. 2. n. 12; y M III, c. 1, n. 5); legiones de demonios (M I, c. 2, nn. 11, 12, 15; M II, c. 3, n. 5); culebras y víboras (representaciones demoníacas de las cosas del mundo: M II, n. 2; y M I, c. 2, n. 14); sabandijas ponzoñosas (cuidados de honra o hacienda o negocios; malos pensamientos, etc.: M I, c. 1, n. 8; c. 2, nn. 11 y 14; M II, nn. 2, 5, 8; M III, c. 1, n. 8); bestias y fieras (apetitos, pasiones, vicios: M I, c. 2, n. 14; M II, n. 9); lagartijillas agudas que son los pensamientillos de la imaginación (M V, c. 1, n. 5), etc. <<
[13] Lo ha dicho en el n. 1 de este cap. <<
[14] Vayáis: la Santa escribe ((vays)) como en otras ocasiones: cf. 6, 7, 5. <<
[15] Alude al ((ciego de nacimiento)), Jn 9, 2-3. <<
[16] San Pablo y la Magdalena: dos ejemplares de ((conversión)) y de experiencia mística, reiteradamente aludidos en el Castillo: San Pablo en M 6, 9, 10; 7, 1, 5; 7, 2, 5; 7, 3, 9; 7, 4, 5. La Magdalena en M 6, 7, 4; 6, 11, 12; 7, 2, 7. <<
[17] Se es él mismo: el hombre es el propio castillo. Expresiones similares: ((se es todo desconcierto)) (M 4, 2, 1), ((son flacas de complexión)) (M 4, 3, 11). <<
[18] Ronda del castillo: nuevo elemento del símbolo base. Está tomado del castillo bélico: ronda es ((el espacio que hay entre la parte interior del muro, y las casas de la ciudad o villa)). ((Ronda se toma algunas veces por los soldados que van rondando y asegurándose de lo que puede haber…)) (Cobarruvias). Aquí simboliza el entorno corporal del alma: la exterioridad. <<
[19] Libros de oración: alude a los que le sirvieron de iniciación: Francisco de Osuna, Tercer Abecedario; Bernardino de Laredo, Subida del Monte Sión, y quizás los de San Pedro de Alcántara y Bernabé de Palma… <<
[20] Véase la Rel 24: experiencia mística del alma. - A continuación: perlesía, ((tullimiento o parálisis)). ((Vulgarmente le llaman perlático y a la enfermedad perlesía)), escribía Cobarruvias. <<
[21] Alusión bíblica a Fil 3, 20. <<
[22] Alude al episodio narrado en el Génesis 19, 26. <<
[23] En el autógrafo, Gracián borró ((bestialidad)) y escribió ((abominación)). Fray Luis mantuvo el vocablo original. Por ((bestialidad)), la autora entiende aquí ((vida a la manera animal, sin conciencia de la propia dignidad de hombres)) (cf. n. 2). <<
[24] Episodio del paralítico, narrado en Jn 5, 2-8: eran 38 años, como efectivamente corrigió Gracián en el autógrafo. <<
[25] Alusión al dicho de Jesús, en Mt 6, 21. <<
[26] Todo este pasaje está entretejido de alusiones bíblicas: castillo resplandeciente y hermoso, cf. Ap 21, 2 y 10 (textos sobre la Jerusalén celeste); perla oriental, cf. Mt 13, 45 (textos sobre la preciosa margarita, o bien los pasajes apocalípticos correspondientes a la alusión anterior: Ap 22, 1 y ss); tinieblas tenebrosas, cf. la parábola del banquete (Mt 22, 13; 8, 12)<<
[27] ((Por esencia, presencia)), añadió Gracián entre líneas. <<
[28] Por escrúpulo teológico, Gracián tachó fruto y escribió ((merecimiento)) (cf. M VII, nota). <<
[29] Ella misma: véase la Rel 24 que refiere al vivo esta visión. <<
[30] Prosiguen el léxico y simbolismo bíblicos: fuente clara, fuente de vida, frescura y fruto, negrísimas aguas, sol resplandeciente (n. 3). <<
[31] Textos y experiencias anteriores a este pasaje pueden verse en Vida 40, 5-6; y Relación 57 <<
[32] Clara reminiscencia del Salmo 126, 1-2. <<
[33] Aquella persona: es la autora, ya aludida en el n. 2 <<
[34] Alusión a las Constituciones de las Carmelitas, escritas por la Santa: nn. 2. 7 y 8. La Regla carmelitana les prescribía ((meditar día y noche en la Palabra de Dios)). <<
[35] Sobrenatural en el léxico teresiano equivale a ((místico)). Ella misma lo definió así: ((sobrenatural… llamo yo lo que con industria ni diligencia no se puede adquirir, aunque mucho se procure, aunque disponerse para ello sí)) (Rel 5, 3: escrita algo más de un año antes, 1576). - La Santa lamenta que haya pocos libros que expliquen a fondo la oración sobrenatural, es decir, ((mística)). De ahí su intencionada orientación hacia temas místicos en el presente libro. <<
[36] Nueva alusión a Vida y a Camino, y al influjo divino en la composición de esos escritos. Cf. V 39, 8: ((Muchas cosas de las que aquí escribo no son de mi cabeza, sino que me las decía mi Maestro celestial)). <<
[37] Lo ha dicho en este mismo número. <<
[38] En hilada: en hilera, en fila. La Santa quiere evitar que se conciban las moradas del alma como secciones estratificadas y monótonas: el símbolo del castillo debe facilitar una visión de la profundidad y riqueza del espíritu. <<
[39] Según Cobarruvias, ((Palmitos: redrojos de palma, cuya médula y hijuelos se comen. De uno que está con muchos vestidos decimos que está vestido como un palmito)). <<
[40] Recoge un dicho popular (cf. Correas, p. 493). <<
[41] Alusión al Salmo 59, 14 (o el 107, 14), que ella leía en la Vulgata: ((In Deo faciemus virtutem)). Su biógrafo Ribera anotó este pasaje: ((esta sentencia de David traía la Madre escrita en la tabla de su breviario, porque gustaba mucho de ella)). <<
[42] Pasaje que es un condensado de lo que ha sido llamado ((socratismo teresiano)): reconocerse a sí mismo, pero a la luz del amor que Dios nos tiene. <<
[43] Pasaje alusivo a la polémica de la oración, en tiempo de la autora. Compárese con Camino 20, 2, claro eco de situaciones vividas por ella misma. <<
[44] Lo ha dicho en el n. anterior. - Conocimiento ratero: Cobarruvias definía así este término: ((ratero: el hombre de bajos pensamientos, tomada la metáfora de ciertas aves de rapiña que cazan ratones)). - Poco antes, la Santa ha formulado uno de sus lemas preferidos: ((los ojos en Cristo)) (o bien, ((los ojos en vuestro Esposo)), C 2, 1). Lo repetirá en las moradas finales: ((poned los ojos en el Crucificado)) (M VII, 4, 8; cf. V, 4, 10) <<
[45] Alude a lo dicho en el n. 8. <<
[46] Reitera lo dicho en otra parte, es decir, en Camino 39, 5, y en Vida 13, 15. <<
[47] Al margen del autógrafo anotó Gracián: ((Esto se entiende cuando el alma no ha llegado a las otras de más adelante; que si habiendo caminado hasta las postreras, a veces vuelve a las primeras para fortalecerse en la humildad, muy llenas están de luz)). <<
[48] Remite a los nn. 4 y 12. <<
[49] El demonio hecho ángel de luz, según el texto paulino de 2 Cor 11, 14. Lo repetirá más adelante: V, 5, 1. <<
[50] Lo ha escrito en Camino 38 y 39. <<
[51] Probablemente remite a Camino 4-7, y a Vida 13, 8 y 10. <<
[52] Prelado: es el provincial o el obispo; priora es la superiora de la comunidad en cada Carmelo. <<
[53] Lo ha dicho en este mismo n. <<
[54] Lo ha dicho en Vida 11-13. <<
[55] En ella: en la oración, o en esta segunda morada. <<
[56] Los primeros: los de las moradas primeras. En cambio, en líneas más abajo: éstos son los de las moradas segundas. Para mejor comprender el sentido del presente símil, cf. el n. 3. <<
[57] Baraterías: tráfico y confusión de negocios (cf. Carta del 27.7.1573 a J. Ordóñez). Baratona y negociadora, dirá burlonamente de sí misma en carta a Lorenzo de Cepeda (17.1.1570) y a A. Mariano (21.10.1576). <<
[58] Batería: guerra, porfía (cf. Vida 8, 10; 19, 4). <<
[59] En la pasada: en las moradas primeras. Sigue: acullá, en las M. primeras; aquí, en las M. segundas. <<
[60] Alusión a la parábola evangélica: Lc 15, 16. <<
[61] Eco del texto evangélico de Jn 15, 5. <<
[62] Eran los soldados menos valientes del ejército de Gedeón (Jueces 7, 5-6). Gracián corrigió esa incertidumbre de la autora, tachando no me acuerdo con quién, y añadiendo: ((Con Gedeón en los Jueces, cap. 7)). - De bruces: la Santa escribe ((de buzos))<<
[63] Es uno de los lemas ascéticos de la Santa: cf. Camino 20, 2; 21, título y n. 2; 23. 36. 41. Y Vida 4, 2; 11, 2. 10. 12… 13. 15 <<
[64] Ella escribe la maná. Se refiere a Éxodo 16, 4-35; y de su sabor: Sabiduría 16, 20. <<
[65] Eco del diálogo de Jesús con los Zebedeos: Mt 20, 22. <<
[66] Lo dirá en el M. V, 3, 3… <<
[67] Lo dirá en el M. V, 3, 3… <<
[68] Triaca: vomitivo de uso popular. Según Cobarrubias, ((es un medicamento eficacísimo compuesto de muchos simples, y lo que es más de admirar los más de ellos venenosos, que remedia a los que están emponzoñados con cualquier veneno)). <<
[69] Palabras del Resucitado: Jn 20, 21… <<
[70] Tierra ((de promisión de la bienaventuranza)), anotó Gracián al margen del autógrafo. <<
[71] Lo dijo al principio de este cap., n. 1, y lo había escrito en Vida 8, 7-10, y 15, 1-7. Y en Camino 28-29 y 31. <<
[72] Este mal: dejar la oración. dirá en el M. V, 3, 3… <<
[73] Lo ha dicho en los nn. 2-3. La cita bíblica remite a Eclesiástico 3, 27. <<
[74] Textos tomados de Jn 14, 6 y 9. Gracián enmendó la cita primera (tachando ((subirá)) y sustituyéndolo con ((viene))). Luego borró el titubeo de la Santa: ((no sé si dice así, creo que sí)). Y anotó al margen: ((lo uno y lo otro dice por san Juan, cap. 14)). Cf. las mismas citaciones en M VI, 7, 6 <<
[75] Concluye con tres alusiones bíblicas: Mateo 10 24 (((no está el siervo sobre el Señor))), Marcos 10, 17 (((Maestro bueno, ¿qué haré para alcanzar la vida eterna?))), y Mateo 26, 41 (((vigilad y orad para no entrar en tentación))). El primero de estos textos había tenido especial resonancia en la vida mística de la autora: Rel. 36. <<
[76] Salmo 111, 1. Servirá de lema y modelo al hombre de las terceras moradas. Cf. n. 4. <<
[77] Camino seguro de salvación: Por escrúpulo teológico, Gracián tachó seguro y escribió derecho. Todo este capítulo fue salpicado de correcciones por Gracián, temeroso de que la Santa afirmase una certidumbre del estado de gracia, o una seguridad de la propia salvación, contraria a la doctrina del Concilio de Trento y semejante a ciertas teorías de alumbrados y quietistas. Afortunadamente, las tachas de Gracián han dejado el original perfectamente legible. Otro egregio censor del autógrafo, el P. F. Ribera, fue a su vez marginándolo para corregir la plana a Gracián, con acotaciones como éstas: ((no se ha de borrar nada de lo de la Santa Madre)) (anotación marginal a este pasaje, n. 1); al fin del n. 2, Gracián enmienda la frase; y no tenemos seguro que nos dará Dios la mano para salir de ellos, en esta forma: ((y no tenemos seguro el aver de salir de ellos)) y tacha además la simpática anotación marginal de la Santa: entiéndase del auxilio particular: pero sobreviene de nuevo Ribera con el palmetazo: no se borre esto. Es curioso notar que la aclaración del ((auxilio particular)), de sabor netamente bañeciano, reminiscencia de conversaciones del teólogo salmantino con la Santa, fue respetada íntegramente por fray Luis, en la edición príncipe, incluyéndola dentro del texto (p. 39-40). Todavía en el n. 4 Gracián corrige la plana a la Santa tachando Salomón, y escribiendo Absalón; y de nuevo Ribera interviene: ((ha de decir Salomón, como lo escribió la Madre)). Por fin se repite la escaramuza en un delicado pasaje del n. 8: ((… lo que nos ha servido [Dios]: de mala gana dije esta palabra, mas ello es así…)) Gracián enmienda ((nos ha servido)) en ((ha padecido)) y tacha el resto. Acto seguido Ribera advierte: ((No se borre nada, que está muy bien dicho lo que dice la Santa)). Recuérdese la nota de Ribera en la primera página del autógrafo, y no se olvide que Gracián tuvo especial comisión de la Santa para retocar su autógrafo. <<
[78] Jn 11, 16. ((Como dijo Santo Tomás)), fue añadido por la autora al margen del autógrafo. <<
[79] La frase entre paréntesis fue añadida por la Santa al margen del autógrafo <<
[80] Dejó: dejase o haya dejado. <<
[81] Madre, Señora, Patrona: son títulos en que se apoya la tradicional piedad mariana del Carmelo. A ellos alude aquí la autora. <<
[82] Se refiere a los últimos años de Salomón, seducido por las mujeres y la idolatría: 1 Re 11, 1-10; 2 Re 23, 13; Ecli 47, 19-21. Repetirá los mismos conceptos en Fund 4, 6-7. Y el ((tipismo)) de Salomón reaparecerá en M VII, 4, 3. <<
[83] De nuevo el Salmo 111, 1. <<
[84] Me he divertido: en la acepción clásica de ((salirse uno del propósito de que va hablando)) (Cobarruvias). <<
[85] Reanuda el tema del n. 1. <<
[86] Equivale a: ((y aun de los pecados veniales se guardan)). Fray Luis omitió este inciso (p. 42). <<
[87] El mancebo es el joven rico, que se aleja triste (Mt 19, 16-22). <<
[88] Melancolía (a veces escribe: ((melencolía)), ((melenconía)). ((humor de melancolía))) en el léxico teresiano corresponde a una amplia escala de formas de neurosis depresiva. Cf. c. 7 de las Fundaciones. ((De cómo se han de haber con las que tienen melancolía)). <<
[89] De nuevo alude al episodio del joven rico del evangelio (n. 6), y a la pretensión de paso franco hasta las séptimas moradas (n. 5 fin). <<
[90] Vasallas de Dios: en el simbolismo del ((castillo)). ((Esclavos de Dios)) escribirá en M VII, 4, 8. <<
[91] Lo ha dicho pocas líneas antes, n. 6. <<
[92] Mt 19, 22. Este inciso es acotación marginal de la Santa. <<
[93] Gracián creyó necesario atildar teológicamente esa expresión de la Santa, y corrigió: ((no solamente mira a nuestras obras sino también…)) <<
[94] Narrado por Mt 19, 27, a continuación del episodio del joven rico. <<
[95] Como dice San Pablo: escribió primero; luego añadió entre líneas: ((lo dice San Lucas en el capítulo 17)). <<
[96] Alusión evangélica a Lc 12, 48. <<
[97] Como habéis leído: quizá alude a la lectura comunitaria, sea del Camino de Perfección, (por ejemplo, el c. 17, nn. 2 y 7), sea de otros libros espirituales de la época. <<
[98] Pruébanos tú, Señor: ya antes había aludido a esa palabra del Salterio (Salmos 25, 2; 138, 23): ((pruébame, Señor, y conoce mi corazón))). Único pasaje del libro que utiliza el tuteo en el diálogo con Dios. <<
[99] A osadas: la Santa prefiere la forma popular ((a usadas)): equivale a nuestro ((osaría apostar)), ((a fe que))… <<
[100] Lo ha dicho en el n. anterior. <<
[101] Sigue la alusión al ((joven rico)) del evangelio (M III, 1, 6): Mt 19, 21. <<
[102] En el n. 3; cf. c. 1, n. 5. <<
[103] Referencia implícita a Mt 6, 10, o a Lc 22, 42. <<
[104] Humildad, como he dicho: en el n. 4, y ante en el c. 1, n. 7. <<
[105] Es decir: ((mayores que los que nos dan los regalos)). <<
[106] Contentos y gustos: con acepción propia en el léxico teresiano. Los definirá enseguida: M IV, 1 (ver el título) y c. 2, 9-12. <<
[107] En las moradas cuartas, el c. primero ((trata de la diferencia que hay de contentos y ternura en la oración, y de gustos)) (título); cf. además M IV, 1, 4. De los ((gustos)) hablará especialmente en el c. 2 y parte del 3 (nn. 9-14). <<
[108] Alusión al Salmo 118, 137, texto intensamente vivido por la Santa: cf. V 19, 9. <<
[109] Cf. Rom 11, 33. <<
[110] En el c. 1, nn. 1. 5. 8. <<
[111] Otro de su humor: de su mismo genio o talante. <<
[112] Tratar con quien le (nos) conoce, para conocernos: consigna que forma parte del llamado ((socratismo teresiano)) (cf. M I, 2, nota 17). Y véase V 7, 20-22: ((que no hay quien tan bien se conozca a sí como (nos) conocen los que nos miran, si es con amor…))<<
[113] Ese texto de la Regla del Carmelo está tomado de Is 30, 15. <<
[114] Eco de las palabras de 1 Pet 5, 7: ((que Dios tiene cuidado de vosotros)). <<
[115] Sobre el léxico teresiano empleado en este capítulo obsérvese: contentos y ternura son sinónimos y significan toda clase de experiencias gratas (paz, satisfacción, agrado) ((no infusas)) sino ((adquiridas)) (cf. n. 4 y c. 3, n. 3), es decir, psicológicamente similares a las naturales, aunque percibidas en la oración y práctica de las virtudes sobrenaturales. En cambio, gustos son todas las experiencias infusas, no adquiridas ni homogéneas a las naturales. - Pensamiento y entendimiento: en el léxico teresiano: pensamiento equivale aproximadamente a imaginación (cf. n.8). - Recuérdese que divertirse equivale a distraerse. <<
[116] Sobrenatural, en la acepción teresiana ya conocida de ((infuso o místico)). - Comienza a ser cosas sobrenaturales: con el recogimiento infuso (c. 3), la oración de quietud o gustos (c. 2), comienzan las moradas místicas. En realidad la Santa presenta las Moradas IV como moradas de transición, mezcla de ((natural y sobrenatural)) (adquirido e infuso) dirá ella misma al epilogarlas (c. 3, n. 14). <<
[117] Como en otra parte se escribió: en el libro de la Vida (alude a los numerosos capítulos dedicados a las gracias y estados místicos: cf. 14-32 y 37-40). - Hasta donde yo había entendido: de hecho la experiencia y el saber místicos de la Santa, cuando escribió la vida, eran muy incompletos; no llegaría personalmente al estado de ((matrimonio místico)) descrito en las séptimas moradas, sino en 1572; la ((cuarta agua)) y (Vida cc. 18-22); los fuertes ímpetus místicos (cc. 23-32); y las ((grandes mercedes)) de los cc. finales (37-40) corresponden a las moradas VI; las M VII no tienen correspondencia en el libro de la Vida. De ahí la insistencia de la Autora en decirnos que aquí corregirá o completará mucho de lo afirmado en aquel libro (cf. M I, c. 2, n. 7; M IV, c. 2, n. 4). - Catorce años ha, poco más o menos: Terminó la primera redacción de la Vida en 1562; y escribe estas páginas a fines de 1577. <<
[118] Es diferente: (= es otra cosa). Saberlas decir: ya en Vida 17, 5, distinguió la Santa entre la gracia de la experiencia mística y las subsiguientes de su ((comprensión)) y ((expresión)). <<
[119] Cuando quiere y a quien quiere: fórmula utilizada por la Santa (y por san Juan de la Cruz) para subrayar la absoluta gratuidad del don de Dios en sus gracias místicas. Cf. V 34, 11: ((son dones que da Dios cuando quiere y como quiere, y ni va en tiempo ni en servicios)). Aquí relaciona esa su tesis con la parábola de los jornaleros llamados a la viña: Mt 20, 13. Otros pasajes de Moradas que reiteran esa ((tesis)) teresiana: IV, 2, 9; V, 1, 12; VI, 4, 12; VI, 7, 9: VI, 8, 5… <<
[120] Embebecimientos: embelesamiento, atención intensa y prolongada (cf. V 5, 4; y Fund 6, 1-8). <<
[121] Estar en un ser y poco antes, ((cuando (el embebecimiento) lo es en un ser)): embeleso prolongado, ininterrumpido, total… Cf. M VI, 2, 4; y V 17, 6; 40, 18. <<
[122] Lo que dije que diría: lo prometió en M III, 2, 10. <<
[123] Reiterada alusión a la palabra de Jesús en Jn 15, 5. <<
[124] Nuestro natural: nuestro ser natural, el sujeto humano, en contraposición al plano de la gracia: uno y otro en cuanto fuente de dinamismos espirituales humanos. Cf. nn. 5 y 6. <<
[125] Prima: hora matinal del Oficio divino, entonces rezada coralmente al amanecer. <<
[126] Versículo del Salmo 118, 32. <<
[127] Sensualidad: con acepción especial en el léxico teresiano. Sería una parte de nuestro ((ser natural)): la parte ((sensitiva)) y desordenada. <<
[128] Las letras: estudios o cultura filosófica y teológica. <<
[129] La Pasión, por antonomasia, son los acontecimientos que preceden a la muerte de Jesús. <<
[130] Lo ha dicho en el n. 4. <<
[131] Lo ha dicho (= escrito) en otras partes: V 13, 22; C 16, 20; 26-29. <<
[132] Es un axioma teresiano: ((el aprovechamiento del alma no está en pensar mucho, sino en amar mucho)): Fund 5, 2. <<
[133] La aclaración contenida en el paréntesis fue añadida por la Santa al margen del autógrafo. Gracián tuvo el mal gusto de tacharla y escribir entre líneas: ((o imaginación, que así la llamamos ordinariamente las mujeres)). Tras Gracián vino Ribera, que tachó la nota marginal de aquél y advirtió al margen: ((¡no se borre nada!)). - A pesar de la presente declaración de la Santa, su ignorancia en este punto no era absoluta: cf. V c. 17, n. 5. <<
[134] Preguntélo a un letrado: ¿San Juan de la Cruz? Efectivamente, hacía ((poco más de cuatro días)) era él confesor y asesor de la Santa en la Encarnación de Avila. <<
[135] Tan tortolito: atolondrado y versátil, o ((alborotado)) como dice luego. <<
[136] Estos desvaríos de la imaginación preocuparon insistentemente a la Santa. En Vida c. 17, n. 7 escribía: ((El postrer remedio que he hallado, a cabo de haberme fatigado hartos años…, es que no se haga caso de ella más que de un loco, sino dejarla con su tema)). Sin embargo, en Camino c. 31, n. 8 vuelve sobre ello: ((por ventura es sólo el mío [su imaginación, la que sufre tales distracciones], y no deben ser así los otros. Conmigo hablo, que algunas veces me deseo morir, de que no puedo remediar esta variedad del entendimiento)). (Nótese la instabilidad del léxico teresiano: aquí entendimiento equivale a imaginación). En las Moradas ha llegado ya a una alta seguridad doctrinal sobre este punto; esa instabilidad y rebeldía de la imaginación es pura consecuencia del desorden producido en nosotros por el pecado de origen (cf. n. 11. Véanse además las Fundaciones c. 5, n. 2). <<
[137] Tener el movimiento equivale a ((detener)); lo mismo en la frase siguiente: tener nuestro pensamiento, detenerlo, refrenarlo. <<
[138] En el prólogo, n. 1. <<
[139] Teoría vulgarizada por la filosofía y medicina de su tiempo. Pudo leerla ella en F. DE OSUNA, Tercer Abecedario, tratado 17, c. 4. <<
[140] Suspensión, en acepción mística: cese de la actividad de sentidos y potencias: éxtasis. <<
[141] Cantar de los Cantares 8, 1. <<
[142] Lo ha dicho en M II, n. 9. <<
[143] Deseos de liberación absoluta, muchas veces expresados por ella: cf C (Escorial), c. 42. <<
[144] Lo dirá en M VII, 2. <<
[145] Esta tarabilla de molino: la imaginación, ((la loca de la casa)). <<
[146] Sobre las interrupciones en la redacción del libro, cf. M V, 4, 1. <<
[147] En el c. 1, 4-6. <<
[148] Cf. c. 1, n. 5 <<
[149] En otra parte: es decir, en Vida y Camino. En Vida la designó sucesivamente con los términos ((gustos)) (título del c. 14) y ((quietud)) (título del c. 15). En Camino 31, ((declara qué es oración de quietud)) (título): cf. M IV, 3, 1, nota. <<
[150] ((Ver campo, agua, flores: en esas cosas hallaba yo memoria del Criador)): V 9, 5. <<
[151] Lo tiene dicho en M III, 2, 9; y IV, 1, 4. <<
[152] En el capítulo anterior, nn. 5.6.10. <<
[153] Por eso dije: en el cap. pasado, n. 4. <<
[154] Salmo 118, 32, ya citado en c. 1, n. 5. <<
[155] Lo dirá a la postre: en M VII, 1; y VII, 2, 3-9. <<
[156] Lo ha dicho poco antes, n. 4. <<
[157] Alude a Vida, redactada por primer vez en 1562. - En M IV, 1, 1, escribió que hacía ((14 años poco más o menos)). Recuérdese que entre el c. primero y el segundo de estas moradas medió una notable interrupción redaccional (cf. c. 2, n. 1). <<
[158] A esa mayor comprensión de lo espiritual ha aludido ya en M I, 2, 7 y M IV, 1, 8. <<
[159] En el n. 5 de este capítulo. <<
[160] Esta prerrogativa de la humildad ya la ha propuesto gráficamente en Camino, c. 16, 1-3: ((ella da jaque mate al «Rey de la gloria»)). <<
[161] Conozco personas…: Cf. un lugar paralelo en M VI, 9, 17, en que las personas aludidas son expresamente dos, una de las cuales parece identificarse con fray Juan de la Cruz; la otra, ciertamente con la autora. <<
[162] Ha hablado de ((oración de recogimiento)) en varias obras: Vida cc. 14-15; Camino cc. 28-29; Relación 5 (escrita poco antes que las Moradas). - Conviene tener en cuenta que la Santa no es constante en la nomenclatura de los grados de oración: ora habla de un ((recogimiento)) no infuso, última forma de oración no mística; ora de un ((recogimiento infuso)), primer grado de oración mística. Así en Vida la segunda agua (segundo grado de oración: quietud infusa) será designada indistintamente con los términos de ((recogimiento y quietud)) (cf. c. 15, nn. 1 y 4). Al contrario, en los hermosos cc. 28-29 del Camino enseñará una forma de ((oración de recogimiento)) perfectamente adquirible y no infusa. En la mencionada Relación 5, nn. 3-4, la oración de ((recogimiento interior)) es como el primer vagido de oración mística, escalón de acceso a la oración de quietud (n. 4; pero cf. el número último de esta misma Relación). Esta proposición doctrinal se mantendrá en las Moradas IV, c. 3: el recogimiento es una forma de oración infusa (=((que también me parece sobrenatural)), n. 1; cf., sin embargo, el n. 8) que prepara inmediatamente el alma para la oración de quietud. - Por todo esto, sería erróneo insistir demasiado en la nomenclatura teresiana para captar el pensamiento de la Santa. <<
[163] El sentido es: en esta oración de recogimiento se prepara el alma para la oración de quietud; sin artificio quiere decir sin esfuerzo personal, pasivamente o por vía infusa. Esta expresión y la siguiente ((labrar el edificio)) aluden al símbolo de los pilones y arcaduces, c. 2, nn. 2-4. <<
[164] Alusión al Tercer Abecedario de F. de Osuna, tratado 9, c. 7, y a la Subida del Monte Sión de B. de Laredo, parte 3, c. 41. - Sobre este punto, véase Vida c. 12, título y nn. 1, 4, 5 y 7; y c. 22, nn. 13 y 18. <<
[165] Cf. M I, c. 2, nn. 4, 12, 15. <<
[166] Confesiones L. 10, c. 27, pero más probablemente alude al c. 31 de los Soliloquios atribuído a San Agustín, y editados en castellano en Valladolid 1515. Cf. V c. 40, n. 6; y C c. 28, n. 2. <<
[167] Nueva reminiscencia del Tercer Abecedario del franciscano F. de Osuna, tratado 6, c. 4 <<
[168] Pasaje oscuro. Alude la Santa a Bernardino de Laredo, Subida del alma a Dios, parte 3, c. 27: ((Qué cosa es no pensar nada en contemplación perfecta…)) <<
[169] Se refiere al Tratado de oración y meditación, aviso 8, del P. Granada, entonces atribuído a San Pedro de Alcántara. <<
[170] En los nn. 4-6; cf. c. 2, n. 9. <<
[171] El paréntesis que sigue rompe el hilo del discurso y la frase quedará inconclusa. Fray Luis, conservando intacto el paréntesis, arregló el resto así: ((Mas como dije en otra parte, la causa porque en esta manera de oración cesa el discurso del entendimiento […] así que la causa es que ésta es fuente manantial, que no viene por arcaduces: él se comide)) (p. 81). -Como dije en otra parte: probablemente remite a los pasajes paralelos del Camino c. 31, nn. 3 y 7. Paralelo de lo que venía diciendo en el número anterior en Vida c. 13, nn. 11-22, a pesar de hallarse en contexto diverso. <<
[172] El aparente embrollo de la frase y el desorden redaccional de estas Moradas IV hacen necesaria una aclaración: En el c. 1 ha hablado de la diferencia entre ((gustos y contentos)) (oración infusa y oración no infusa); en el c. 2, ha tratado de la oración de quietud (((gustos))), contrastándola con la oración de recogimiento (((contentos))), introduciendo para ello la hermosa alegoría de los pilones y arcaduces (nn. 3-5); en este c. 3 trata de la oración de recogimiento (primera manifestación de la oración infusa) y de los efectos de la oración de quietud (nn. 9-14). - El franco desorden se debe, en parte, a las interrupciones que sufrió la Santa durante la composición de estas Moradas. - El orden lógico debería ser éste:
a) diferencia entre contentos y gustos (c. 1);
b) oración de contentos: últimas formas de oración no-infusa (c. 2, nn. 1-5);
c) oración de recogimiento infuso (c. 3, nn. 1-7);
d) oración de quietud (c. 2, nn. 2 y 6-10);
e) efectos de la oración de quietud (c. 3, nn. 9-14). <<
[173] Esta oración de quietud. - Reanuda con el n. 1. <<
[174] El temor servir: en contraposición al temor filial, según el esquema de la teología clásica <<
[175] Alusión a Fl 4, 13. Cf. V c. 13, n. 3; Rel 58, n. 2. <<
[176] En el c. 5 de las Fundaciones. Insistirá en el mismo aviso en M VI, c. 7, n. 13. <<
[177] Caimiento (de nuevo en el n. 13) equivale a decaimiento. - Flaqueza: la Santa escribió flaquedad. <<
[178] Más de lo que queda dicho: más intenso que la oración infusa de quietud de que viene hablando. - Del ((sueño espiritual)) (o ((sueño de potencias))) cf. V cc. 16 y 17, donde la Santa le concede mayor importancia en el escalafón de la vida mística. <<
[179] En los nn. 11-12. - Derrocar en este caso significa el estado de impotencia corporal producido por ciertas gracias extáticas: las gracias místicas de las moradas IV no producen tal ((derrocamiento)), sino a lo sumo ((decaimiento interior y exterior)). <<
[180] Cf. todo el c. 3 de las moradas sextas. <<
[181] Natural junto con sobrenatural: que en estas moradas se entrecruzan actos y estados infusos y no infusos. Por eso ha hablado de contentos y gustos: de meditación y quietud (cf. n. 122). <<
[182] Utiliza de nuevo la imagen paulina de 2 Cor 11, 24, como en M I, 2, 15. <<
[183] Mt 20, 16. - Gracián reformó la frase siguiente, substituyendo el somos con ((seguimos regla de ser)), y añadiendo después del paréntesis ((y quizá)) pocas… <<
[184] Alusión de la parábola del tesoro escondido: Mt 13, 44. <<
[185] Es la consigna de la total entrega: ((darnos todas al Todo sin hacernos partes)), dirá en Camino 8, 1. - Pasaje mal leído por fray Luis. <<
[186] La pasada: oración de las moradas precedentes (cf. c. 3, n. 11). <<
[187] Por culpa de los numerosos incisos, la frase queda inconclusa. Fray Luis la redondeó así: ((deleitosa, porque aunque está en él, según la verdad, parece se aparta el alma de él, para mejor estar en Dios: es de manera que aun no sé yo si le queda vida para resollar. Ahora lo estaba pensando, y paréceme que no, a lo menos si lo hace no lo entiende, todo su entendimiento querría emplear en entender algo de lo que siente)) (p. 90; conservamos la puntuación original). <<
[188] En el n. 184. Sigue una alusión a las moradas precedentes <<
[189] En las M IV, c. 3, nn. 11-14. <<
[190] Aconsejó no hacer caso de esas lagartijillas agudas en M IV, c. 1, nn. 8-12 (cf. n. 3), que son pensamientillos que proceden de la imaginación y de lo que queda dicho: en ese mismo capítulo de las moradas cuartas advirtió que no proceden del entendimiento (n. 8) y los atribuyó a ((la miseria que nos quedó del pecado de Adán)) (n. 11). <<
[191] Gracián castigó intensamente este pasaje del autógrafo. Retocó la primera frase: si es unión de Dios ((con sola el alma)), para cercenar en la siguiente las palabras ((esencia del alma)): cambió pensamiento en entendimiento en la frase: no entiende nuestro pensamiento; y finalmente anotó al margen: ((entiéndase de los actos de entendimiento y voluntad, que los pensamientos de la imaginación claramente los ve el demonio, si Dios no le ciega en aquel punto)). Ribera tachó una a una todas las enmiendas de Gracián (p. 92). <<
[192] Transportará: en sentido figurado de embelesar, sacar de sí (como en V 29, 12). <<
[193] Probablemente alude a su comentario a los Cantares: ((como si echasen en los tuétanos una unción suavísima)) (Conc 4, 2). Cf. 31, 10: ((los contentos de la vida paréceme a mí que los goza lo exterior de la voluntad, como la corteza de ella, digamos)). El sentido de la frase es: que los contentos y gozos de la tierra son como percibidos en la grosería del cuerpo; la paz, el gozo de la unión, como si se percibiesen en lo hondo del ser (en los ((tuétanos))). <<
[194] Ya en Vida se lamentaba: ((Gran daño hicieron a mi alma confesores medioletrados)) (V 5, 3). <<
[195] Lo ha dicho en M IV, 1, 2; IV, 2, 9. <<
[196] La ha enunciado y razonado en el n. 7. <<
[197] Hablará de los efectos de esta forma de oración infusa en el c. 2 (cf. título y nn. 7-14). - También en este número y en el siguiente atenuó Gracián las expresiones que denotaban seguridad o certeza, con tres monótonos ((me parece)): ((pues tornando a la señal que digo que me parece que…)) (n. 9); ((en ninguna manera le parece a ella que puede dudar)) (n. 9); ((no digo que lo vio entonces sino que (tacha «lo ve») después le quedó a su parecer)) tachando: ((claro y porque es visión sino)) (n. 10); y más abajo: ((lo vino a entender)) en lugar de ((lo vino a creer)). Fray Luis prescindió de las enmiendas de Gracián. <<
[198] En el n. 8 y en V c. 25, n. 22 y c. 13, n. 19. <<
[199] Uno de ellos ((fray Vicente Barrón)), según anota Gracián en V 18, 15; cf. R. 54. <<
[200] Ser parte; y en el n. 12 ((tener parte)): participar activamente. <<
[201] Ct 2, 4; y 3, 2. <<
[202] Jn 20, 19. - Adelante veréis: cf. moradas sextas, 2, 3, en que reanuda este tema. Alegará de nuevo el texto de San Juan en moradas séptimas 2, 3. <<
[203] En las moradas V, I y II, dijo ya que hay grados de ((más y menos)) dentro de una misma morada, o dentro del estado de unión. <<
[204] Diferencia entre recibir y disponerse. Las gracias místicas son ((obra que hace el Señor)) en nosotros. Disponernos es lo que nosotros sí ((podemos hacer)). <<
[205] Todo este paréntesis fue tachado en el autógrafo por Gracián, que además cambió ((de pimienta pequeños)) por ((de mostaza)), y añadió al margen: ((así es, que yo lo he visto)). Ribera respetó la enmienda, y fray Luis omitió la frase en su edición (p. 98). <<
[206] Auxilio general, en contraste con el auxilio particular de que habló en moradas III, 1, 2: equivalen a la gracia que Dios otorga a toda persona; y a las gracias singularísimas que Él dispensa a algunas o en algunas ocasiones (cf. V 14, 6). <<
[207] Es decir, todo el proceso de moradas I-IV. Nótese la correspondencia del símbolo del castillo, con su símil del gusano de seda. <<
[208] Col 3, 3-4. - Gracián enmendó los titubeos de la Santa. Fray Luis, en su edición, omitió la frase: ((en que esto sea o no poco va a mi propósito)). Esa coletilla no se refería al contenido del texto paulino, sino al titubeo de la cita, entre Cristo y Dios. <<
[209] Gracián tacha ((vemos)) y escribe ((contemplamos)), temeroso de que la Santa se comprometa con la afirmación de la ((visión)) de Dios en esta vida; bastaba y sobraba la aclaración que la Santa hace a renglón seguido. - Como dejo dicho: en el c. 1, nn. 10-11. <<
[210] Frase no muy clara. Fray Luis creyó que el segundo ((está)) era repetición maquinal (véase un ejemplo al principio del n. 13), y lo suprimió leyendo así: ((Pues veamos lo que se hace de este gusano (que es para lo que he dicho todo lo demás) que cuando está en esta oración bien muerto al mundo, sale una mariposica blanca)) (p. 101). <<
[211] M VI, 6, 1; y c. 11. <<
[212] En el c. 1, nn. 2-3 y 13. <<
[213] Vino que Dios da a la mariposilla. Sorprendente asociación debida al cruce de las dos imágenes: la bodega de los Cantares y la mariposa liberada del capullo. <<
[214] Tornar adonde salió: elipsis, por ((tornar al lugar de donde salió)), es decir, a la oración de unión, o a la bodega de los Cantares, o al centro del alma… como ((ha dicho)) en el c. 1, n. 12; cf. los textos paulinos del n. 4; y M IV, c. 2, n. 9. <<
[215] En las M VI y VII; cf. M VI, 10, 8; y M VII, 3, 4. <<
[216] En el c. 1, n. 12. - La cita es de Ct 2, 4. <<
[217] Lc 22, 15. - También este pasaje hubo de ser glosado por fray Luis con una nota apologética al hacer la 2a edición del Libro (Salamanca 1589, pp. 77-78). <<
[218] Ella misma: cf. Vida c. 39, n. 9; y c. 38, n. 18: ((hace un espanto al alma grande de ver cómo osó ni puede nadie osar ofender una Majestad tan grandísima)) <<
[219] Palomica: mariposa o ((mariposica)) (M V, 4, 1) en que se ha metamorfoseado la crisálida del capítulo anterior. - La alegoría del gusano de seda llega quizá a prevalecer sobre la del ((castillo)) en los capítulos que siguen: casi todos comienzan con la típica alusión la palomica o mariposica (cf. c. 4, n. 1; M VI, 2, 1; VI, 4, 1; VI, 6, 1; VI, 11, 1 (((la palomilla o mariposilla))): M III, n. 1 (((ahora pues decimos que esta mariposica ya murió))). <<
[220] Ella misma; cf. V c. 7, n. 10. <<
[221] El desenlace dramatico de las dos figuras bíblicas, Judas y Saúl, será recordado otras veces en el Castillo (VI, 7, 10; VI, 9, 15) <<
[222] En el c. 2, nn. 6-7. <<
[223] Para entender rectamente este pasaje, téngase en cuenta las dos ((maneras de unión)) que la Santa distingue: ((unión regalada)) (gozosa, infusa) de que habló en los capítulos anteriores, y ((unión no regalada)) (no infusa, que podemos ((muy bien alcanzar… si nos esforzamos a a procurarla))): de esta última trata el presente capítulo. El sentido, pues, es: si lográis conformar de verdad vuestra voluntad con la de Dios (= unión no regalada), ninguna cosa se os dé de esotra unión (= regalada) que queda dicha (en cc. 1-2); lo que hay de mayor precio en ella (= en la unión regalada) es por proceder de ésta (= de la unión no regalada); y por no poder llegar a aquella, sin ésta. - Fray Luis omitió parte de este pasaje (p. 110). <<
[224] Jn 11, 35. <<
[225] En el c. 1, n. 6 (cf. M IV, c. 1, nn. 4-5; y c. 2, nn. 3-5). - Lo que aquí llama gozos equivale a los contentos de las M IV. En este mismo número los ha llamado con este segundo vocablo. En las M V, c. 1, n. 6 los llamó ((gozos)), ((deleites)), ((contentos)). <<
[226] En el c. 1, nn. 3-4 <<
[227] Acullá: en la unión regalada u oración infusa (cf. n. 3); acá: en la unión no regalada, de pura conformidad de voluntades. - Ayuda para morir: para morir a sí mismo: téngase presente el símbolo del gusano de seda (c. 2, n. 7). <<
[228] El sentido es: que sea posible esta muerte (((matarnos nosotras))) no hay que dudar, con tal que la unión (= conformidad con la voluntad de Dios) sea verdadera. <<
[229] Jonás 4, 6-7. <<
[230] Jn 17, 22; Mt 5, 48. <<
[231] Alusión al doble precepto del amor: Mc 12, 31. <<
[232] Cf. 1 Jn 4, 20. <<
[233] Saltos y engaños: asaltos y asechanzas (cf. M V, 4, 10). <<
[234] Estudio: interés, deseo (cf. M III, 2, 12). <<
[235] En el Camino c. 7; Fund. c. 5. <<
[236] Sigue tratando de la oración de unión: cf. el título del c. 2, y el n. 2 del presente capítulo. <<
[237] Penosa alusión a las dificultades que acompañaron la composición de este libro; comenzado en Toledo el 2 de junio de 1577 (cf. prólogo, n. 3), en menos de mes y medio estaba redactado hasta el c. 2 (inclusive) de las moradas quintas, a pesar de las continuas interrupciones impuestas por ((los negocios y la salud))(M V, 2, 11). A mediados de julio, el viaje de la Autora desde Toledo a Ávila impone una interrupción que casi se convierte en suspensión definitiva de la obra: escribe el c. 3 de las moradas quintas durante el largo viaje o en sus primeros días de vida avilesa; siguen meses de abandono total de la tarea, hasta que a principios de noviembre se ve precisada a reanudar la redacción con el capítulo 4, de las moradas quintas: ((han pasado casi cinco meses desde que lo comencé hasta ahora)), y aún no estaba a la mitad de la obra; pero en menos de un mes escribirá el resto: datará el epílogo en Ávila el 29 de noviembre. <<
[238] La frase entre paréntesis fue añadida por la Santa entre líneas y al margen. <<
[239] Ya tendréis oído: no es difícil asociar esa alusión a las pláticas de fray Juan de la Cruz por aquellas mismas fechas. <<
[240] Y los gustos, comparados al gusto que… <<
[241] La Santa, muy amiga de la elipsis, abusa de acás, acullás, eliminados en más de una ocasión por fray Luis (cf. el n. 5 del c. anterior; ed. príncipe p. 111). - En este pasaje, el primer acá se refiere al uso profano: el segundo, a la vida espiritual. <<
[242] Que, como dicen, vengan a vistas: en las usanzas del siglo de oro, ((venir a vistas)) o ((a vista)) (cf. n. 5) era un rito prenupcial, anterior al desposorio, en que los novios se conocían mutuamente y entrecruzaban los primeros regalos. - Al introducir en su libro esta tercera alegoría matrimonial, la Santa irá tocando muy de pasada -como en las dos anteriores: castillo y gusano de seda- los elementos reales o materiales, que luego cargará de contenido simbólico. Así acaba de aludir al ((concierto)) previo (n. 4), y en seguida al ((dar y tomar)) los dones (n. 4), al ((enamoramiento)) (n. 4), al ((dar las manos)) (n. 4), y sucesivamente al ((desposorio)) y ((matrimonio)). Estos dos últimos elementos tendrán amplio desarrollo en las moradas VI y VII respectivamente. Podemos facilitar al lector un esquema -sumarísimo y sólo aproximado- de la versión alegórica dada a los otros elementos: el ((concierto)) corresponde vagamente a las gracias preparatorias de las cuartas moradas; las ((vistas)) son ilustraciones brevísimas de entendimiento y voluntad para iniciar al alma en un conocimiento de Dios más hondo y despertar en ella un amor nuevo (nn. 4-5); el ((enamoramiento)) importa una permanente herida de amor (M VI, c. 1, n. 1); el ((darse las manos)) indica el compromiso de vigilancia y protección del esposo divino sobre el alma: ((que no ha de tocar nadie en ella)) (M VI, 4, 16); el mutuo intercambio de dones tiene su correspondencia mística en las tres ((joyas que comienza el Esposo a dar a la esposa)): ((conocimiento de la grandeza de Dios)), ((propio conocimiento)) y desprecio de lo terreno (M VI, 5, 10-11). <<
[243] Intencionadamente insiste en el léxico del lenguaje corriente: ((no fue más de una vista, como dicen)). Ese ((como dicen)) ya lo había repetido dos veces en el número 4 para introducir otros elementos de la alegoría. <<
[244] Así en las M IV, 3, 9-10. <<
[245] Vaga alusión a las lecturas de vidas de Santos, corrientes en los Carmelos ya por los años de la Santa. Véase, sin embargo, un lugar paralelo al pasaje que sigue, en Fund c. 4, n. 6-7, escrito años antes, 1573. - Santa Úrsula es la protagonista de la leyenda de los ((Once mil mártires)) <<
[246] En el n. 4; y cc. 1-3 passim. <<
[247] Véanse las alusiones a Judas y Saúl en el c. 3, n. 2. <<
[248] Que… meneen la pluma: invocación motivada por el acercamiento a un nuevo plano místico (cf. M IV, 4, 1; VI, 1, 1). <<
[249] Aquella vista: se refiere a la gracia mística simbolizada en ((las vistas)) del cap. anterior. - A continuación: ya he dicho, en M V, 1, 9-11. <<
[250] Alude al léxico nupcial del cap. anterior, y a la correspondiente gracia mística: M V, 4, 3 y V, 1, 9-11. <<
[251] Los pasajes aludidos son: M VII, 3, 4-5, y M VI, 11, 11. <<
[252] Que se hace santa…: sigue una serie de alusiones a su caso personal, ampliamente narrado en Vida: ((decían que me quería hacer santa y que inventaba novedades)) (V 19, 8). Que son cosas del demonio: cf. V 25, 19 y todo el c. 29. <<
[253] Nuevamente ella misma en anonimato. Cf. V 28, 14. <<
[254] Había escrito en Camino: ((Alma que Dios llega así en oración tan subida… no se le da más ser estimada que no… mucha más pena le da la honra que la deshonra)) (36, 8). <<
[255] Es decir: le es más penoso que las murmuraciones y dichos de los nn. 3-4. <<
[256] Compárese con Vida 30, 8. <<
[257] Nueva alusión velada a sí misma y a su penosa historia. Cuenta 62 años cuando escribe estas líneas. Descontados los 40 aludidos en el texto, habría que regresar a los 22/23 de edad, entre su noviciado y la terrible enfermedad que la lleva a Becedas y al borde de la muerte. Fue entonces, cuando ((comenzó el Señor a regalarme tanto por este camino, que me hacía merced de darme oración de quietud, y alguna vez llegaba a unión…)) (V 4, 7) <<
[258] Pues si tratamos de los (trabajos) interiores… <<
[259] Un confesor tan cuerdo: dicho humorísticamente (cf. M V, 4, 8). <<
[260] La Santa y el P. Baltasar Álvarez: cf. Vida c. 30, n. 13. - La alusión siguiente corresponde a Vida c. 30, n. 12 <<
[261] En los nn. 9-10. <<
[262] Que lo reconozcamos por rey. <<
[263] Resonancia de Salmos rezados por la Santa: 32, 18; 33, 23… <<
[264] Ésta: la razón. <<
[265] Algunos diré en el c. 11, último de las moradas sextas. -Vienen de otro linaje que los dichos en este capítulo. <<
[266] En las M IV. <<
[267] Frase corregida en el autógrafo por la Santa, que primero había escrito: ((… presto, o un relámpago, aunque ni se ve luz ni se oye ruido)) (cf R 4, 2). <<
[268] Fray Luis leyó: ((cosas del espíritu)). Preferimos el texto autógrafo. <<
[269] Tan pequela para…: tan pequeña en comparación de. <<
[270] (Parece que las lleva tras sí, según es el sentimiento de amor)): así aclaró fray Luis (p. 138). - Todo este pasaje, con la doble experiencia del fuego y de la saeta, tienen un hermoso paralelo biográfico en Vida, c. 29, n. 19: ((No ponemos nosotros la leña, sino que parece que, hecho ya el fuego, de presto nos echan dentro para que nos quememos. -… hincan una saeta en lo más vivo de las entrañas y corazón… que no sabe el alma qué hace ni qué quiere)). -Sigue la conocida descripción de la trasverberación (n. 13). <<
[271] Estante: estable, fijo. <<
[272] Alude a si misma: era víctima de estos ímpetus irresistibles por los años en que escribía el libro de la Vida, 1562-1565; en 1568 (?) San Juan de Ávila le escribe asegurándole ((que son buenos)) (cf. Rel. 5, n. 13; y la carta del Santo en B.M.C., t. II, p. 208-210); todavía en 1571 los tiene frecuentes, a pesar de escribir: ((de unos días acá me parecía no tener tan grandes ímpetus como solía)) (Rel. 15, n. 1; pero a continuación refiere el famoso ((traspasamiento)) de las coplillas de Salamanca); poco después, sin que sea posible fijar la fecha, esta gracia mística cede el paso a otras menos violentas: ((el deseo e ímpetus tan grande de morir se me han quitado)) (Rel. 21). <<
[273] Por las adefueras: en lo exterior del hombre, como ((en la ronda del castillo)). <<
[274] El no ser antojo: la gracia de que habló en los primeros números. La imaginación no podrá contrahacerla. <<
[275] Si alguna duda quedare. <<
[276] En la Relación 5, n. 13 asegura que sus mismos confesores estaban exentos de temor respecto a esta gracia mística: ((nadie lo condena)). - Todo este capítulo tiene su paralelo o reverso biográfico en el c. 29 de la Vida; cf. además el c. 20. <<
[277] Su nacimiento… es de donde lo que queda dicho: dijo en el n. 1 que los ((impulsos delicados… proceden de lo muy interior del alma)); la ((herida sabrosísima)) (n. 2) o el ((silbo penetrativo)) (n. 3) proceden del ((Esposo, que está en la séptima morada)) (n. 3) y ((le llega a las entrañas)) (n. 4); es un ((movimiento)) que procede ((de adonde está el Señor [centro del alma] que es inmutable)) (n. 5). Véase además el n. 1 del c. 3. <<
[278] En el n. 6. <<
[279] El presente capítulo es una especie de duplicado del c. 25 de la Vida. En ambos pasajes, la idea dominante es la preocupación de distinguir entre locuciones místicas (procedentes de Dios y sus santos) y sus deformaciones (trucos de la imaginación o del diablo): Cf. Vida c. 25, n. 2 y Moradas VI, c. 3, n. 4. - Téngase en cuenta que en el presente capítulo trata primero de hablas místicas en general (nn. 1-11), y luego de una especie de hablas místicas ((con visión intelectual)) (nn. 12-18). - Facilitaremos la comparación de ambos pasajes, indicando en nota los principales lugares paralelos. <<
[280] En el c. 2, nn. 1-4 y 8. <<
[281] En el n. 1. <<
[282] Es más categórica en Vida c. 25, nn. 12-13. <<
[283] Alusión a la diversidad de hablas interiores (m. 1), o a las señales para discernirlas (n. 4). <<
[284] Ya en el c. 25 de la Vida había desarrollado estas tres ((razones)): la primera y segunda en el n. 3; la tercera en el n. 7. <<
[285] En el c. 1, nn. 7-15. <<
[286] Cf. los hechos a que veladamente alude, en Vida c. 25, nn. 14-19, y c. 30, n. 14. <<
[287] Cf. el lugar paralelo en Vida c. 25, nn. 14-15. <<
[288] En el n. 7. <<
[289] Jonás, cc. 1 y 4. - Esa ((cierta persona)) quizá es la Santa. Véase, sin embargo, el libro de las Fund. c. 20, n. 12. <<
[290] Si las hablas proceden no de Dios, sino de la imaginación… <<
[291] Compárese con Vida c. 25, nn. 3 y 6. <<
[292] En los nn. 5-7. <<
[293] Nos tiene dicho el Señor en Lucas 10, 16, texto reportado en la Regla del Carmelo. <<
[294] Cf. Vida c. 25, nn. 10-14. <<
[295] Hablará de las visiones intelectuales en el c. 8; cf. c. 5, nn. 8-9- - De las hablas con visión intelectual tratará en el c. 10. <<
[296] El sentido es: puede siempre tener seguridad de que esa ((habla con visión intelectual)) no procede de la imaginación, por estas razones… - Las tres primeras razones coinciden a la letra con el lugar paralelo de Vida c. 25: la primera, con el n. 4 (((… voz tan clara que no se pierde una sílaba de lo que dice))); la segunda, con el mismo n. 4 (((halla guisadas grandes sentencias))); la tercera, con los nn. 3, 4 y 6. <<
[297] Cf. c. 10, y c. 4. <<
[298] Ella misma: véase Vida c. 25, nn. 14-19. <<
[299] En los nn. 12-16. <<
[300] En el n. 11. <<
[301] Doble alusión bíblica: 1 Cor. 10, 13 y Fl. 2, 12. <<
[302] Josué, 10, 12-13. Cf. Vida 25, 1 (((El que todo lo puede quiere que entendamos se ha de hacer lo que quiere…))). <<
[303] Acerca de esta terminología, véase Vida 20, 1; y R. 5, 9. <<
[304] Que tenga ánimo: Tema reiterado dentro de la experiencia mística de la Santa. Como en la Biblia cuando se trata la cercanía de la divinidad. ((Es menester ánimo, cierto; porque es tanto el gozo, que parece algunas veces no queda un punto para acabar el ánima de salir de este cuerpo)) (Vida 17, 1: cf. 13, 1; 20, 4; 39, 21; Rel 5, 9; Camino 18). Lo repetirá a lo largo de las moradas sextas (c. 5, nn. 1. 5. 12…). Al concluirlas, advertirá: ((Aquí veréis, hermanas, si he tenido razón en decir que es menester ánimo)) (VI, 11, 11). <<
[305] Lo dicho en M IV, 3, 11-12; y VI, 3, 11. <<
[306] Nueva alusión al libro de la Vida c. 20. Cf. R. 5. <<
[307] Una manera: la primera forma de arrobamiento es cuando… <<
[308] En M Vi, 2, 4: ((la centella del brasero que es mi Dios)). <<
[309] La frase entre paréntesis fue añadida por la Santa al margen del autógrafo, para prevenir torcidas interpretaciones. <<
[310] En el c. 8 tratará de las visiones intelectuales y en el 9 de las imaginarias. <<
[311] Génesis 28, 12. <<
[312] Intencionado camuflaje para mantener el anonimato respecto de las altas gracias místicas referidas en el libro. <<
[313] Éxodo 3, 2. <<
[314] Sucedió en los primeros meses de 1574. Adonde… me mandó la obediencia estar dos días, completó fray Luis (p. 159). - Quizá haya que situar este episodio en el relato de Fund. c. 21, nn. 1-2. <<
[315] La frase entre paréntesis fue añadida por la Santa al margen del autógrafo. <<
[316] Sobrenaturalmente, editó fray Luis (p. 160). <<
[317] M IV, 3, 11-13. - La frase que sigue: Aquellos embebecimientos no tienen qué ver con arrobamientos. <<
[318] Cant. 3, 2. (Cf. M. V, 1, 12). <<
[319] Episodio del ciego de nacimiento (Juan 4, 6-7), ya aludido en M. I, 1, 3. <<
[320] Reanuda el tema del n. 9: ((de presto manda (Dios) cerrar las puertas de estas moradas…)). <<
[321] Tema reiterado: cf. M. V, 2, 8 y el pasaje paralelo de Vida 16, 4. <<
[322] Cf. Vida c. 20, n. 5. <<
[323] Alusión a sí misma: véase Vida c. 31, n. 13. <<
[324] Lo ha dicho en los nn. 4-5; cf. c. 2, n. 1. <<
[325] Otra mano corrigió la frase en el autógrafo: ((no quiere engañar)). Fray Luis retocó ligeramente el texto (p. 165) <<
[326] Otra manera de arrobamientos: la primera especie quedó descrita en el cap. anterior, nn. 3 y siguientes. - Sobre la relación entre ((arrobamiento)) y ((vuelo de espíritu)), véase Vida 20, 1 y 18, 7, aclarados en R. 5, 10. <<
[327] Gran ánimo: lo ha dicho ya en M. VI, 4, 1 y lo reiterará al final del presente capítulo, n. 12. <<
[328] Hemos leído: nueva alusión a la lectura de vidas de santos, en comunidad. <<
[329] Cf. el relato autobiográfico en Vida 20, 3-7. <<
[330] Ella misma. Véase el relato de Vida 20, 5-6. No se excluye que la alusión alcance también a fray Juan de la Cruz, o a los episodios de ese género ocurridos a ambos pocos años antes en la Encarnación. <<
[331] ((Como un gigante tomaría una paja)), había escrito en Vida 22, 13 y 20, 4. <<
[332] Lo dijo en M. IV, 2, 2. <<
[333] Eco de la imagen bíblica de Proverbios 8, 29; o Job 38, 8.10. <<
[334] Reminiscencia del pasaje evangélico de Lucas 12, 48: la idea reiteradamente expresada por la Santa, a propósito de la profusión de gracias místicas por ella recibidas. <<
[335] Ella misma. Lo ha referido en la R. 51. <<
[336] Reminiscencias de 1 Cor 4, 7. <<
[337] Regresa al tema del n. 1. <<
[338] Había escrito: sin ver nada con los ojos del cuerpo ni del alma. Luego borró ella misma «ni del alma». Ya fray Luis omitió lo tachado. <<
[339] Evidente paralelismo con el testimonio autobiográfico de San Pablo: 2 Cor 12, 2-4. - A continuación borró la propia autora la frase: ”dirálo, como he dicho, quien pasare por ello, que si tiene letras tendrá gran ayuda”. Ya fray Luis omitió lo tachado (p. 161). <<
[340] Sol de justicia: Cristo. Imagen de inspiración bíblica (Malac. 4, 2), y reiterada en la liturgia. - Sobre la distinción de alma y espíritu, cf. M. VII, 1, 11; y R. 5, 10; y R. 29, 1. Cf. el lugar paralelo de Vida 20, 14. <<
[341] Números 13, 18-24. <<
[342] Segunda razón: fue añadido por la Santa al margen del autógrafo. Fray Luis remodeló toda la frase (p. 172). <<
[343] Joyas y poco después: vistas: continúa el lenguaje simbólico introducido por la alegoría matrimonial (M. V, 4, 3). <<
[344] De nuevo, la necesidad de tener gran ánimo, como en el n. 1 y en M. VI, 4, 2. <<
[345] Sabe… el camino que va (= conduce) al cielo. Alusión a Mt 19, 17. - Véase la correspondencia autobiográfica de todo este pasaje en Vida cc. 27 y 29. <<
[346] Gran Dios de las Caballerías: probable alusión bíblica al ((Dios de los Ejércitos)): 1 Re 15, 2; o al episodio del Éxodo 14, 18… (cf. el contexto del n. 4). <<
[347] Ex 14, 21-22 y Js 3, 13. <<
[348] Nueva alusión bíblica al episodio de Noé y la paloma (Gn 8, 8-9; cf. M. VII, 3, 13). <<
[349] Alusión a Hc 5, 41. <<
[350] El sentido es: el alma está ordinariamente como hemos dicho: ((en un ser)) (n. 5), o sea, inconmovible en su unión a Dios. Esos otros estados (((cobarde)), ((atemorizado))…) son pasajeros. <<
[351] En el c. 11, último de M VI (cf. el título); cf. además el 8, n. 4; Vida c. 29, n. 9 y Camino c. 19, nn. 9-10. <<
[352] Señor, si aún soy necesario a tu pueblo, no rehúso el trabajo)) (del Oficio litúrgico de San Martín); cf. Exclam. 15, n. 2. <<
[353] Fray Luis editó: cuando la hay [humildad]… (p. 179). El sentido es: El bien (= el menor mal) en este engaño (= exceso de lágrimas en personas tiernas) consistirá en ocasionar daño del cuerpo; y cuando no le hubiere (= daño del cuerpo), no será malo tener esta sospecha (de que acaba de hablar, fin del n. 7: que pretende el demonio a la larga enflaquecer el cuerpo, para impedir la oración) <<
[354] Lc 15, 22… <<
[355] Probable recuerdo de sus lecturas de los Flos Sanctorum, o de la Legenda mayor de San Francisco y Santa Clara (Toledo 1526). <<
[356] Cf. Vida c. 27, nn. 16-20; c. 30, nn. 2-7. <<
[357] Ella misma; cf. Vida c. 34, n. 10 y c. 26, n. 2; Rel. 1, n. 26; 5, n. 12; 53, n. 1. <<
[358] Sí vieron, en el autógrafo. Seguimos la lectura de fray Luis (p. 186). <<
[359] En Vida, 22: capítulo paralelo a éste de las Moradas sextas. <<
[360] Ib., y c. 23, 2-5. <<
[361] Ignoramos a quién alude aquí la autora. Cf. Vida 22, nota 2. <<
[362] Textos evangélicos de Juan 14, 6; 8, 12; 14, 9. - El segundo texto (((también dice el Señor que es luz))) fue añadido al margen por la propia Santa. Fray Luis retocó y adaptó esa inserción (p. 188). - Cf. en M. II, 1, 11, los titubeos de la Santa al alegar esos textos evengélicos. <<
[363] 1 Re. 18, 30-39. <<
[364] Cf. M. VII, 2, 3.9.10; VII, 3, 8.10.11; VII, 4, 1-2. <<
[365] Al final del n. 7. <<
[366] Cant. 3, 3. <<
[367] O Confesiones, fue añadido por la Santa al margen. -Cf. Confesiones, L. 10, c. 6, nn. 9-10. Pero quizá aluda de nuevo a los Soliloquios del Pseudo-Agustín, c. 31 (cf. nuestra nota a Vida c. 40, n. 6), editados corrientemente junto con las Meditaciones (aquí aludidas por la Santa) y el Manual, ambos también pseudo-agustinianos. <<
[368] Reanuda la objeción iniciada en el n. 1. - Lo que queda dicho: alude al n. 7. <<
[369] Que tendrá razón… en decir ((que no pueden detenerse en pensar…)). Cf. fin del n. 9 y principio del 10. <<
[370] Lo ha dicho en el n. 7. <<
[371] La hará dejar lo que está meditando… Lo que sería (estorbo): el discurrir que dijo en el n. 10. <<
[372] Cf. c. 4, nn. 2 y 9. Y M. IV, 3, 11-13. Y compárese con Vida 22, 10. <<
[373] Hay, escribió la Santa (como en M. VI, 8, 8). - Seguimos la lectura de fray Luis (p. 194). - Que es en un ser: que tiene contlnuo regalo en la oración. <<
[374] Palabras de Jesús en Juan 16, 7. <<
[375] Esta persona es ella misma: cf. Vida c. 27, nn. 2-5. <<
[376] Queda dicho en el c. 3. <<
[377] Cf Vida c. 27, n. 3. <<
[378] Cf. Vida c. 25, n. 18; y Relaciones 4 (n. 10), 35, 53, 55; y Moradas VI, c. 3, n. 5. <<
[379] Querría, escribió la Santa. <<
[380] Se trata de ella misma, con el típico recurso de anonimato. <<
[381] En el c. 6, nn. 1-6. <<
[382] Alude a la serie de gracias místicas referidas en los cc. anteriores. <<
[383] En los nn. 3-5. <<
[384] En el n. 3. <<
[385] Alusión al texto paulino ((fidelis est Deus)) (1 Cor 10, 13), que tan hondamente se grabó en la Santa (cf. Vida 23, 15 y Relación 28: ((yo soy fiel; nadie se perderá sin entenderlo)); y estas Mor. c. 3, n. 17 nota.). <<
[386] En el n. 1. - Bien es que ((hay)), escribió la Santa (cf. c. 12, n. 13). <<
[387] Se guarden desear, escribió la autora por haplografía. <<
[388] Más que en las intelectuales: cf. v. 8. <<
[389] En el capítulo pasado: sobreescrito por la Santa. Cf. c. 8, nn. 2-3. <<
[390] ((En tiempo de la Santa era frecuente atribuir a ciertas piedras determinadas propiedades curativas)) (S.). <<
[391] Compárese con Vida c. 28, nn. 1-4 y 37, 4. <<
[392] Ib., nn. 7-8. <<
[393] Vista interior: equivale a ((ojos del alma)) (c. 8, n. 2; y Vida c. 28, n. 4) o sentidos interiores, distintos del entendimiento y de la vista exterior o sentido corporal de la vista. <<
[394] Cf. Vida c. 28, n. 4 y Relación 4, n. 9, en que afirma que jamás tuvo ((visiones corporales)), o sea, vistas con los ojos del cuerpo. <<
[395] Mt 25, 41. <<
[396] Muy despacio (cf. nn. 4 y 10). <<
[397] Hechos 9, 3. <<
[398] Cf. c. 8, n. 3 y nota. <<
[399] Ib., nn. 4 y 8. <<
[400] El P. Báñez, como ella misma declara en Fund. c. 8, n. 3. <<
[401] Cf. Vida c. 29, n. 5-6. <<
[402] En Fund. c. 8, n. 3. <<
[403] Las buenas razones… <<
[404] Las razones 5a y 6a aluden al episodio de los hijos del Zebedeo (Mt 20, 20-22) y a la conducta de Saúl (1 Reg. 15, 10-11: ambos hechos bíblicos son alegados en M. VI, 11, 11, y M. V, 3, 2. <<
[405] Es decir: además de estas razones, hay otras. <<
[406] Probable alusión a San Juan de la Cruz. La otra persona sería la propia Santa. <<
[407] M. IV, 2, 9; y cf. el n. 16 de este capítulo. <<
[408] Cf. Vida c. 40, n. 9. <<
[409] Sobre el origen místico de esta comparación, cf. Vida c. 40, n. 10. <<
[410] Esta visión: la referida en el n. 2; o quizá se refiera al ((símbolo del palacio)), propuesto en el n. 3 como simple recurso literario (((hagamos cuenta que…))), pero que en realidad proviene de una visión mística. <<
[411] También esta experiencia es personal de la Santa: Vida c. 40, nn. 1-4. <<
[412] Salmo 115, 11. <<
[413] Juan 18, 36-38. <<
[414] Alusiones veladas a Juan 14, 6. <<
[415] Sobre el origen místico de esta noción, insinuado veladamente en el ((púsoseme delante)), véase la Rel. 28 y Vida c. 40. <<
[416] Dos cosas son las gracias místicas referidas en los nn. 2 y 5. <<
[417] Ella misma (cf. c. 10, nn. 2-5). <<
[418] Quedan dichos en el c. 2, n. 1; c. 6, n. 6; c. 8, n. 4. <<
[419] Véase la correspondencia biográfica en la Relación 15, que refiere el ((éxtasis de Salamanca)) (1571), provocado por una novicia que cantó en recreación: ((Véante mis ojos…)) <<
[420] En el n. 2. <<
[421] Ella misma: cf. Rel. 5, n. 14; y compárese esta descripción del éxtasis doloroso con Vida c. 20, nn. 12-13. <<
[422] Juan 4, 7-13. <<
[423] O sea: …afición, que no puede haberla mayor entre todas las que hay en la tierra. <<
[424] La declaración entre paréntesis fue añadida por la Santa al margen del autógrafo. <<
[425] Alude al mismo episodio de la Rel. 15, ya mencionado en los nn. 2 y 4. Cf. Conceptos c. 7, n. 2. <<
[426] En el c. 4; véase el título y el n. 1; y c. 1, n. 2. <<
[427] Mt 20, 22; cf. M. II, n. 8. <<
[428] Lc 7, 44. <<
[429] Es un eco de Éxodo 18, 2-4. <<
[430] Sol de justicia: imagen bíblica (Malac. 4, 2), ya utilizada en M. VI, 5, 9. - A continuación: Como dije… de una persona: persiste el recurso al anonimato de sí misma: remite a M. I, 1-3. Otros pasajes autobiográficos paralelos: R. 29, 1 (visión de la presencia de Dios en el alma), R. 24 (alma en pecado), 45 (presencia divina de inmensidad), etc. Cf. asimismo Vida 40. <<
[431] Para merecer: fue añadido por la Santa entre líneas cediendo probablemente a las presiones de Gracián y de Yanguas. Ya en M. I, 2, 1 hizo Gracián una corrección similar. <<
[432] Tengáis acuerdo: os acordéis. <<
[433] En el n. 3. <<
[434] Moradas V. <<
[435] Según Act 9, 8, San Pablo quedó ciego, no mudo. Cf. M. VI, c. 9, n. 10 <<
[436] El P. Gracián retocó este pasaje en el autógrafo: ((por visión o conocimiento intelectual que nace de la fe)). Ribera tachó la enmienda. Fray Luis, en cambio, se creyó en el deber de proteger el texto teresiano con una larga nota marginal, en su edición príncipe: ((Aunque el hombre en esta vida, perdiendo el uso de los sentidos y elevado por Dios, puede ver de paso su esencia, como probablemente se dice de San Pablo y de Moisés y de otros algunos, mas no habla aquí la Madre de esta manera de visión, que aunque es de paso, es clara e intuitiva, sino habla de un conocimiento deste misterio que da Dios a algunas almas por medio de una luz grandísima que les infunde, y no sin alguna especie criada. Mas porque esta especie no es corporal, ni que se figura en la imaginación, por eso la Madre dice que esta visión es intelectual y no imaginaria)) (p. 234). <<
[437] Había escrito: ni del alma. Luego lo borró. <<
[438] Jn 14, 23. - En el autógrafo, todo este delicado pasaje fue salpicado de correcciones y retoques por el P. Gracián: ((Lo que tenemos por fe, allí lo entiende más el alma; podemos decir que parece [tacha por] vista, aunque no es vista con los ojos del cuerpo [tacha ni del alma], porque Dios es espíritu ni con imaginación)). Las negritas son del P. Gracián. - La gracia aquí descrita tiene su correspondencia autobiográfica y redaccional en la Rel. 16 <<
[439] Al margen del autógrafo, anotó de nuevo Gracián: ((como comúnmente se creen y oyen)). - Tanto esta acotación como las de la nota anterior tachadas por Ribera. <<
[440] O sea, por visión intelectual: cf. n. 6. <<
[441] Cf. Moradas VI, 3, 3 y 17; c. 6, n. 6; c. 7, n. 3; c. 8, nn. 3-4. <<
[442] Se quejaba de ella, es decir, de la propia alma. Alusión a Lc 10, 40. <<
[443] En Moradas VI, 5, 1 y 9. <<
[444] Véase la correspondencia autobiográfica en la Relación 35. <<
[445] Referida en el c. 1, nn. 6-7. <<
[446] Esta frase ha sido muy retocada por la propia Santa. Había escrito: ((los que ya han consumado matrimonio)). <<
[447] Lo ha dicho en las M. V, c. 4, n. 3. <<
[448] Gracián atenuó y casi desvirtuó la afirmación, añadiendo en el autógrafo: ((más de asiento)). <<
[449] Así debía ser, por ser visión imaginaria: cf. n. 1, y Rel. 35. <<
[450] Más delicada que las dichas en caps. anteriores (cf. M. VI, c. 8), por realizarse ((en lo interior de su alma)) (n. 2), o ((en lo muy profundo de ella)) (c. 1, n. 7). Las palabras ((sino intelectual, aunque más delicada que)), fueron escritas por la Santa entre líneas, luego de tachar: ((ni intelectual ni cosa que se parezca a)). - Todo este pasaje alude a la alegoría del ((castillo)) y al texto evangélico de Jn 20, 19-21, que la Santa escribirá enseguida en su típico latín: ((Paz vobis)). Cf. M. V, c. 1, n. 12. <<
[451] Tacha y enmienda, como al fin del n. 2. Había escrito: ((los que consumaron matrimonio)). <<
[452] 1 Cor. 6, 17. <<
[453] Fil 1, 21. - La Santa escribió su latín: ((Mi [corregido de miqui] bivere Cristus es [corr. est] mori lucrun)). - Todo el primer texto de San Pablo y la aplicación que sigue, fueron escritos entre líneas por la Santa, después de tachar el texto primero, que decía: ((nos hacemos un espíritu con Dios si lo amamos; no dice que nos juntamos con él [siguen varias palabras ilegibles], sino que nos hacemos un espíritu con él)) <<
[454] Por el consabido escrúpulo teológico, uno de los censores -quizá Gracián- tachó ((que en ninguna manera se puede dudar)). <<
[455] En el n. 4. - Sigue una alusión a Jn 20, 19-21. <<
[456] Lc 7, 50. <<
[457] Jn 17, 21. - Siguen dos citas de Jn 17, 20 y 23. <<
[458] Alusión a Lc 21, 33. <<
[459] En el n. 3. <<
[460] En el c. 3, nn. 3 y 6; c. 4, n. 2. <<
[461] Alude probablemente a M. V, c. 2, nn. 7-11. <<
[462] En el n. 4 (comparaciones de la ((gota de agua y la fuente)), o del ((arroyico y el mar))). Quizá aluda a la alegoría de las M. IV, c. 2. <<
[463] Al principio del n. 9. <<
[464] Esta frase fue añadida por la Santa al margen del autógrafo. <<
[465] La Santa hará a su modo la enumeración que sigue: numera únicamente los ((efectos)) 1 y 2; luego seguirá el recuento a través de una selva de glosas y digresiones. En el autógrafo, sin embargo, cada efecto se distingue netamente de los demás. Helos aquí en orden: 1. ((olvido de sí)) (n. 2); 2. ((deseo de padecer)) (n. 4); 3. ((gran gozo interior)) (n. 5); 4. ((gran deseo de servirle)) y no de morir (n. 6); 5. ((desasimiento de todo)) (n. 8); 6. ((el no temer los disfraces del demonio)) (n. 10); por fin, recapitulación de todos en el n. 13: ((estos efectos…)). <<
[466] Queda algo oscura la frase: probablemente quiere decir que el alma está tan trasfigurada que no parece ser ella, o no se ella la que existe ((hecha ya una cosa con Dios)) (c. 2, n. 3); véase el fin del presente número: ((que, como digo, parece ya no es, ni querría ser en nada nada)). -La cita (((como queda dicho))) alude probablemente a la comparación de la gota y la fuente (c. 2, n. 4; y nn. 3 y 5). <<
[467] Alusión a la gracia ((matrimonial)) referida en el c. 2, n. 1; cf. Rel. 35. <<
[468] Alusión global a las gracias de las M. VI: cf. c. 11. <<
[469] Continuidad. Ya fray Luis corrigió ((de contino)) (p. 249). <<
[470] El fin es: de lectura dudosa. Fray Luis trascribió: ((y así los deseos)) (p. 249). <<
[471] En las M. VI, c. 2: véase el título. <<
[472] En las M. VI, c. 11, n. 2; y cf. M. VI, c. 2, n. 1, donde habló de ((unos impulsos tan delicados y sutiles, que proceden de lo muy interior del alma, que no sé comparación que poner que cuadre)). <<
[473] Al margen escribió la Santa: ((cuando dice aquí os pide, léase luego este papel)). - La hojita a que alude, se ha perdido, pero la conocieron y trascribieron el Padre Gracián (en su manuscrito), fr. Luis (en la edición príncipe) y otros amanuenses antiguos. Contenía todo el párrafo que sigue, hasta el fin del número. Lo editamos según la reconstrucción hecha por el P. Silverio, mejorando la lectura de fray Luis y de Gracián. <<
[474] Hechos 9, 6. <<
[475] Lo dicho en el n. 8. <<
[476] En el c. 2, nn. 3 y 10. <<
[477] En el c. 2, nn. 5-6 y 9. <<
[478] 3 Reg. 6, 7. <<
[479] Recuérdese que en el léxico teresiano ((perderse las potencias)) equivale a ((quedar arrobadas)); aquí, en estas moradas, quedan atónitas, pero no suspensas extáticamente. <<
[480] El inciso entre paréntesis fue añadido por la Santa al margen del autógrafo. <<
[481] Cf. 1, 1. - Sigue una serie de alusiones bíblicas: cierva que va herida a las aguas (Salmo 41, 2); tabernáculo de Dios (Ap 21, 3); paloma de Noé (Gn 8, 8-9)… <<
[482] Lc 18, 13. <<
[483] En el n. 6. <<
[484] En el c. 3, nn. 2-10. <<
[485] Fray Luis en su edición príncipe (p. 256) imprimió este pasaje sin retoque ni glosa alguna. Pero al reeditar las Moradas al año siguiente (1589) lo marginó con una advertencia importante: ((En estas palabras demuestra claramente la Santa Madre la verdad y limpieza de su doctrina acerca de la certidumbre de la gracia, pues de almas tan perfectas y favorecidas de Dios y que gozan de su presencia por manera tan especial como las deste grado y morada, dicen que no están seguras de si tienen algunos pecados mortales que no entienden, que el recelo desto las atormenta)). <<
[486] ((Se les dan las almas)), escribió la Santa por desliz de aliteración. Sigo la lectura de fray Luis (p. 256). <<
[487] Alude a M. III, c. 1, nn. 1-4, en que adujo ya el ejemplo de Salomón (3 Reg. 11) y el salmo de David (111, 1) aquí citados. Véase además M. VII, c. 3, nn. 13-14. <<
[488] Hacerle: de lectura dudosa. <<
[489] En M. VI, c. 9, nn. 16-17, y cf. c. 1, n. 7. <<
[490] Alusión a los textos paulinos propuestos como norma en la Regla del Carmen (1 Ts 2, 9, etc.). <<
[491] Alusión a la leyenda del ((Quo vadis Domine?)), que figuraba en el oficio carmelitano de San Pedro (29 de junio), cuya antífona del Magníficat decía: ((Beatus Petrus Apostolus vidit sibi Christum accurrere. Adorans eum, ait: Domine, quo vadis? - Venio Romam iterum crucifigi)). <<
[492] Lo ha inculcado en M. V, c. 3, n. 11. <<
[493] Estos rincones: los humildes conventos de carmelitas. <<
[494] Lo ha dicho a lo largo de las primeras Moradas (cf. 2, nn. 8, 9, 11, 13). <<
[495] Lo ha dicho en el c. 3; cf. los nn. 3, 5, 6, 8. <<
[496] Salmo 17, 26. <<
[497] Alusión a Ct 2, 4. <<
[498] A todo él: lectura dudosa. Fray Luis leyó: ((a todo el cuerpo)) (p. 262). <<
[499] Alusión al lema del Carmelo: ((Zelo zelatus sum)), 2 Reg. 19, 10. <<
[500] Mt 10, 38-39. <<
[501] Lc 10, 42. <<
[502] Lc 7, 37-38. <<
[503] Toda esta frase fue añadida por la Santa al margen del autógrafo. <<
[504] La otra: es decir, la otra cosa que diréis… (cf. n. 13). <<
[505] Cf. Camino cc. 1-3, y Conceptos c. 7 passim. <<
[506] Cf. M. III, c. 2, n. 13. <<
[507] Ayudaréis mucho: a ((allegar almas a Dios)) (cf. la objeción puesta al principio de este número). <<
[508] En el autógrafo sigue un largo texto con la aprobación autógrafa de estas séptimas moradas, por el Padre Rodrigo Álvarez, S.J., escrita en el locutorio del Carmelo de Sevilla en presencia de María de San José a 22 de febrero de 1582. - A continuación sigue el ((epílogo)), que en realidad es una carta de acompañamiento del libro, dirigida como éste a las Carmelitas, y que primitivamente precedió al prólogo de las Moradas y fue paginada por el P. Gracián con los nn. 2 y 3. 81 <<
[509] Prólogo, n. 1. <<
[510] Alude a los consejos dados en las M. IV, c. 2 y M. V, c. 7. <<
[511] La Santa escribió laborintios, como se decía en su siglo (Cobarruvias, p. 746). <<
[512] Gen 1, 26 (cf. M. I, c. 1, n. 1). - Por error material, la Santa escribió semejanzas. <<
[513] Quizá por la misericordia de Dios: lo añadió la Santa entre líneas y al margen. - Al fin de frase, por error material, escribió: visto letrados. Seguimos la enmienda de fray Luis (p. 268). <<
[514] Cf. idéntica declaración y protestación en el Prólogo, n. 3. Las palabras santa y Romana fueron añadidas por la Santa entre líneas. Otro tanto hizo en el pasaje paralelo del prólogo donde añadió entre líneas santa, Católica Romana. <<
[515] El 29 de noviembre de 1577. Lo había comenzado el 2 de junio del mismo año: cf. Prólogo, n. 3. <<