[34] Éditions des Deux-Rives, París. Colección «Lumiére interdite», dirigida Por Louis Pauwels.

Después de El libro de los Condenados, Fort publicó, en 1923, Tierras nuevas. Aparecidos después de su muerte: Lo!, en 1931, y Talentos salvajes, en 1932. Estas obras gozan de cierta celebridad en América, Inglaterra y Australia.

He tomado numerosos datos del estudio de Robert Benayoun.

[35] Mr. Tiffany declaraba, especialmente:

«Las cualidades de Charles Hoy Fort sedujeron a un grupo de escritores americanos que resolvieron proseguir, en su honor, el ataque que había lanzado contra os omnipotentes sacerdotes del nuevo dios: la Ciencia, y contra todas las formas dogmáticas. Con esta finalidad se fundó la sociedad "Charles Fort", el 26 de enero de 1931.

»Entre sus fundadores se cuentan Théodore Dreiser, Booth Tarkington, Ben Hecht, Harry León Wilson, John Cowper Powys, Alexander Woollcott, Burton Rascoe, Aaron Sussman, y el secretario infrascrito, Tiffany Thayer.

«Charles Fort murió en 1932, en vísperas de la publicación de su cuarta obra, Talentos salvajes. Sus innumerables notas, que había recogido en las bibliotecas del mundo entero y por conducto de una correspondencia internacional, fueron legadas a la sociedad "Charles Fon"; constituyen hoy el núcleo de los archivos de esta sociedad y se acreditan diariamente gracias a la contribución de los miembros de cuarenta y nueve países, sin contar los Estados Unidos, Alaska y las islas Hawai.

»La sociedad publica una revista trimestral, Doubt (La duda). Esta revista es, además, una especie de cámara de compensación de todos los hechos "malditos", es decir, que la ciencia ortodoxa no puede o no quiere asimilar: por ejemplo, los platillos volantes. En efecto, los informes y estadísticas que posee la sociedad sobre este tema forman el conjunto más antiguo, más vasto y más completo de todos.

»La revista Doubt publica igualmente las notas de Fort.»

[38] Otros misterios de la historia de la técnica:

El método de análisis espectral ha sido recientemente utilizado por el Instituto de Física aplicada de la Academia de Ciencias china para estudiar un cinturón con ornamentos aplicados, de 1.600 años de antigüedad, y que se encontró enterrado entre muchos otros objetos en la tumba del famoso general de los Tsin del Oeste, Chu Chi, contemporáneo de la caída del Imperio romano (265-316 d. de J. C.)- Resultó que el metal del cinturón estaba compuesto de un 85 % de aluminio, un 10 % de cobre y un 5 % de manganeso. Ahora bien, aunque el aluminio abunde mucho en la tierra, resulta difícil de obtener. El procedimiento electrolítico, que hasta ahora es el único conocido para la extracción del aluminio de la bauxita, no se desarrolló hasta después de 1808; sin embargo, que unos artesanos chinos hayan sido capaces de extraer aluminio de la bauxita, hace 1.600 años, constituye un importante descubrimiento en la historia mundial de la metalurgia. (Horizons, número 89, octubre de 1958.)

[59] Henri Martineau: Arthur Machen et Toulet, correspondencia inédita. Le Mercure de France, n.° 4, enero de 1938.

Henri Martineau. P.-J. Toulet el Arthur Machen, Monsieur du Paur Grand Dieu Pan. Le Diván, París.

[71] Volveremos a insistir largamente sobre las extrañas relaciones sostenidas por Hitler y sus secuaces con el Tibet.

Los periódicos ingleses, en el momento de la aparición de El tercer ojo, intentaron descubrir la personalidad que se ocultaba detrás del nombre de Lobsang Rampa, sin poder llegar a ninguna conclusión, pues los servicios de información oficiales permanecieron mudos. O bien se trata de un auténtico lama iniciado, obligado a disfrazar su nombre, puesto que el autor dice ser hijo de uno de los altos dignatarios del antiguo Gobierno de Lhassa, o bien debe de ser uno de los alemanes encargados de las misionas tibetanas entre 1928 y el fin del régimen hitleriano. En este último caso puede tratarse de descubrimientos reales, de relatos escuchados, o de tesis horbigerianas y nacionalsocialistas a las que da una forma fantástica. Hay que tener en cuenta en todo caso, que los especialistas del Tibet no han podido desmentir categóricamente el conjunto de sus «revelaciones».

[82] En 1931, en su obra El simbolismo de la cruz, René Guénon anota al pie de una página:

«Recientemente, hemos extraído de un artículo del Journal des Débats, del 22 de enero de 1929, la siguiente información, de la que parece desprenderse que las altas tradiciones no se han perdido tan completamente como la gente cree: En 1925, se sublevaron gran pane de los indios cuna, mataron a los guardias de Panamá que habitaban en su territorio y fundaron la República independiente de Thule, cuya bandera es una cruz «amada sobre fondo naranja y con cenefa roja. Esta república existe todavía en la hora actual. Hay que observar, sobre lodo, la asociación de la cruz gamada con e! nombre de Thule, que es una de las denominaciones más antiguas del centro espiritual supremo, aplicada en consecuencia a algunos de los centros subordinados.»

[85] La mayoría de los astrónomos y de los teólogos piensan que la Vida de la Tierra comenzó en la Tierra. Pero no lo cree así el astrónomo Cornell Thomas Gold. En una comunicación leída en Los Ángeles, en el congreso de sabios del espacio celebrado en 1960, Gold sugirió que la vida puede haber existido en otro lugar del Universo durante innumerables miles de millones de años antes de arraigar en la Tierra. ¿Cómo llegó la vida a la Tierra para comenzar su larga ascensión hacia lo humano? Tal vez fue traída por las naves del espacio.

La vida existe en la Tierra desde hace aproximadamente mil millones de años, observó Gold. Comenzó con formas simples de tamaño microscópico.

Después de mil millones de años, según la hipótesis de Gold, el planeta sembrado puede haber desarrollado criaturas lo bastante inteligentes para viajar mas lejos en el espacio, visitando planetas fértiles pero vírgenes y sembrándolos a su vez de microbios adaptables. De hecho, esta contaminación es el probable principió normal de la vida en todo planeta, comprendida la Tierra. «Ciertos viajeros de espacio -dice Gold- pueden haber visitado la Tierra hace mil millones de años, y sus formas residuales de vida abandonadas habrían proliferado de tal suerte que los microbios tendrían pronto otro agente (los humanos viajeros del espacio), capaces de llevarlos más lejos en el campo de batalla.»

¿Y qué acontece en las otras galaxias que flotan en el espacio mucho más allá de los límites de la Vía Láctea? El astrónomo Gold es uno de los mantenedores de la teoría del universo fijo.

¿Cuándo, pues, ha comenzado la vida? La teoría del universo fijo pretende que el espacio no tiene límites y que el tiempo no tiene principio ni fin. Si la vida se propaga de las viejas a las nuevas galaxias, su historia puede remontarse a la eternidad: no tiene principio ni fin.

[89] Le Temps et le Rêve. Traducción francesa de las Éditions du Seuil.

J. W. Dunne soñó, en 1901, que la ciudad de Lowestoft, en la costa de la Mancha, era bombardeada por una flota extranjera. Este bombardeo tuvo lugar en 19l4 con todos los detalles consignados por Dunne en 1901.

El propio Dunne vio en sueños los titulares de los periódicos anunciando la erupción del Monte Pelado, unos meses antes del suceso.

[102] Cantor: La esencia de las matemáticas es la libertad.

Mittag-Leffler. a propósito de los trabajos de Abel: Se traía de verdaderos poemas líricos de belleza sublime; la perfección de la forma deja traslucir grandeza del pensamiento y colina el espíritu de imágenes de un mundo mas alejado de las vulgares apariencias de la vida, más directamente brotado del alma que la más bella creación del mejor poeta en el sentido de la palabra.

Dedekind: Somos de raza divina y poseernos el poder de crear.

[112] Ahora bien, he descubierto, por medios que sólo comprendo imperfectamente, el secreto de remontar el curso de los acontecimientos. Es como el nadar. Una vez se descubre la brazada, ya no se olvida jamás. Pero el aprendizaje exige una práctica constante, y para lograrla se necesita una cierta crispación involuntaria del espíritu o de los músculos. Estoy seguro de esto: no existe un hombre que sepa exactamente cómo venció por primera vez la dificultad de nadar, y sin duda alguna los propios videntes más expertos no pueden explicar a los demás el secreto de remontar la corriente del tiempo.

Como Fred Hoyle y como muchos otros sabios ingleses, americanos o rusos, Eric Temple escribe ensayos o novelas fantásticos (bajo el seudónimo de John Taine). Tonto sería el lector que no viese en ello más que una distracción propia de los grandes espíritus. Es la única manera de hacer circular ciertas verdades no admitidas por la filosofía oficial. Como en todo período prerrevolucionario, los pensamientos del porvenir se publican bajo un disfraz. Las cubiertas de una obra de «ciencia-ficción»: he aquí el disfraz de 1960.

[116] Si la mayoría de los arqueólogos están de acuerdo en negar totalmente la existencia en el pasado de civilizaciones avanzadas y que disponían de medios materiales poderosos, la posibilidad de la existencia, en todas las épocas de la Humanidad, de un reducido porcentaje de seres despiertos que utilizaran las fuerzas naturales con «los medios de a bordo», difícilmente puede ser discutida.

Pensamos incluso que un examen metódico de los datos arqueológicos e históricos confirmarían esta hipótesis.

¿Cómo habría comenzado este despertar?

Desde luego, se pueden invocar las intervenciones de Fuera. También se puede imaginar una interpretación puramente materialista, racionalista.

Quisiéramos proponer esta interpretación. La física de los rayos cósmicos descubrió hace ya años lo que llama acontecimientos extraordinarios. Se llama «acontecimientos» en física cósmica a la colisión entre una partícula procedente del espacio y nuestra materia.

En 1957, según apuntamos en nuestro estudio sobre la alquimia, se detectó una partícula excepcional de una energía fantástica (energía que alcanzó 1018 electrón-voltios, mientras que la fisión del uranio sólo produce 2 X 108).

Admitamos que sólo una vez, desde que nació la Humanidad, una de estas partículas haya chocado con un cerebro humano. Quién sabe si las enormes energías desprendidas no pudieron producir una activación y si no nacería así el primer «hombre despierto».

Este hombre habría podido descubrir y aplicar técnicas para transmitir el estado de alerta. Esta técnica se habría prolongado hasta nuestra época bajo formas diversas y la Gran Obra de los Alquimistas, la Iniciación, serían acaso algo más que leyendas.

Evidentemente, nuestra hipótesis no es más que una hipótesis. No parece experimentalmente comprobable, puesto que no se puede siquiera concebir un acelerador artificial que produjese tan formidables, tan fantásticas energías. Todo lo que podemos decir es que el gran sabio inglés Sir James Jeans escribió: «Tal vez ha sido la radiación cósmica la que ha hecho el hombre del mono.» (Esta cita es de su libro El misterioso Universo, Hermann, ed. 1929.)

No hacemos más que completar estas ideas con datos modernos que Sir James Jeans ignoraba y que nos permiten escribir: «Acaso son los acontecimientos cósmicos excepcionales de energías fantásticas, los que han hecho del hombre el superhombre.»

Aqueste da al poema belicosa

armadura.

de erudición; esotro le da pompas y

galas.

Ambos baten en vano las ridículas

alas…

¡Olvidaron, cuitados, el factor

HERMOSURA!

Sólo el temor de crearse un ejército de enemigos implacables y poderosos lo disuadió (me dijo) de publicar sin miedo el poema.

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02/05/2008

LRS to LRF parser v.0.9; Mikhail Sharonov, 2006; msh-tools.com/ebook/