Agradecimientos
Para un autor hay muchos placeres a obtener de la escritura: está la excitación de la creatividad, la emoción de recibir el primer ejemplar de un nuevo libro y, por supuesto, el cheque con que te lo pagan. Pero otro de esos placeres es el momento, después de que el manuscrito haya quedado terminado, en el que puedo expresar mi gratitud a todas las personas que han tomado parte en su creación.
En primer lugar, me gustaría dar las gracias a mis agentes Russ Galen y Peter Robinson, y a mis editores a ambos lados del Atlántico, Andrew Gordon en Londres y Jennifer Brehl en Nueva York. También quiero expresar mi gratitud al personal del Palacio del Dogo en Venecia y del Castel Sant’Angelo en el Vaticano, y a los bibliotecarios siempre dispuestos a ayudar de la British Library en Londres y el Museo Correr en Venecia.
Finalmente, como siempre, me gustaría dar las gracias a mi esposa Lisa, quien soportó el que me fuera a Italia sin ella y a nuestros hijos India, George y Noah, quienes tuvieron que aguantar muchas horas de bañarse sin papá.