Segunda parte
CUERPO Y MENTE
Si contemplásemos de cerca a un ser humano, notaríamos inmediatamente que es un holograma único en sí mismo; contenido, generado y cognoscible en sí mismo. Pero si arrancásemos a este ser de su contexto planetario, observaríamos enseguida que la forma humana se parece al mandala o poema simbólico, puesto que en su forma y flujo reside una vasta información sobre diversos contextos físicos, sociales, psicológicos y evolutivos dentro de los cuales se creó.
KEN DYCHTWALD,
El paradigma holográfico