Yo, la obtusa oveja,
huía tropezando con mis hermanastras
El lobo nos seguía acezando
y entonces yo, la oveja pródiga,
me quedé a la zaga
El lobo bautista me dio alcance
Se me trepó al lomo derribándome
y enterró sus colmillos en mi cuello
Vieja loba, me dijo
Vieja loba piel de oveja
Quiero morir contigo
esperaré a los perros
La sangre me manaba a borbotones
Parecíamos un sol enterrado de cabeza
en el suelo