Contraindicaciones
MITO Y MODELO
Aunque los abrazoterapeutas estamos convencidos de que el abrazo es para todos, existen algunos escépticos a los que les cuesta aceptar la abrazoterapia. Creen, erróneamente, que el único propósito del abrazo es cimentar una relación de intimidad física.
El abrazo físicamente íntimo también puede ser bello, pero corresponde a otro nivel de necesidades. Ese tipo de abrazo jamás podrá reemplazar a un buen abrazo terapéutico. Hasta las parejas necesitan montones de abrazos comunes, por añadidura.
Para evitar que los pequeños adopten ese punto de vista estrecho, abrácelos con frecuencia: de un modo afectuoso, tierno, juguetón o como apoyo. Que vean a los padres y a otros adultos abrazarse de ese modo. De lo contrario, al crecer acabarán convencidos de que los abrazos sólo son para los amantes y que, para ser abrazado (y abrazable) uno debe sentirse físicamente atraído por el otro.
Un abrazoterapeuta ha de esforzarse en lo posible por divulgar ese concepto más amplio del contacto físico y del abrazo, predicando la fe en que un día lleno de abrazos puede otorgar una satisfacción y una serenidad indecibles.