Al lector

Racimo

Lee despacio estos consejos.

Medita pausadamente estas consideraciones.

Son cosas que te digo al oído,

en confidencia de amigo, de hermano,

de padre.

Y estas confidencias las escucha Dios.

No te contaré nada nuevo.

Voy a remover en tus recuerdos,

para que se alce algún pensamiento

que te hiera:

y así mejores tu vida

y te metas por caminos de oración

y de Amor.

Y acabes por ser alma de criterio.