Preguntas del 31 al 40
31
Dicen que Jesús era un esenio y que aprendió de ellos…
CLARA GUTIÉRREZ
No lo creo.
Se ha escrito mucho, ciertamente, sobre la posibilidad de que el Maestro formara parte de la citada secta. Su filosofía, su forma de vida y sus obras, en cambio, no tienen nada que ver con las costumbres y los pensamientos de los mencionados esenios. Cuando estudias en profundidad a la comunidad de Qumrán, en el mar Muerto, comprendes de inmediato que las diferencias entre ambos eran enormes. Por ejemplo: ¿sabía usted que los esenios no aceptaban en sus comunidades a extranjeros, enfermos y lisiados? Jesús, por el contrario, compartió su vida con toda suerte de gentes. ¿Sabía usted que en Qumrán se exigían hasta dos años de prueba para poder acceder a la comunidad? El Maestro jamás actuó así…
Según mis estudios, entre Jesús de Nazaret y los esenios existieron más de treinta grandes diferencias.
Otra cuestión, naturalmente, es que se conocieran entre sí. Jesús, por supuesto, supo de ellos. Y tuvo amigos entre los esenios. A su vez, con toda probabilidad, la secta recibió información sobre las enseñanzas y los prodigios del Galileo. Y le diré más: estoy convencido de que, algún día, se descubrirá un escrito esenio en el que, para sorpresa de muchos, aparecerá parte de la vida del Maestro. Tiempo al tiempo…
32
¿En verdad fue un simple carpintero?
ANTONIO GASCÓ NAVES
Empezó como carpintero, así es, pero Jesús desempeñó muchos otros oficios. Sabía hilar. Trabajó en el campo. Fue un excelente pescador. Y también leñador. Se destacó como hábil constructor de barcos en los astilleros del mar de Tiberíades. Vivió en Séforis —capital de la baja Galilea— la dura experiencia de la fragua. Tuvo un almacén de aprovisionamiento de caravanas. Fue un experto guía. Dominó el arte de la ebanistería. Era cocinero…
En fin, como puede ver, todo un «manitas»…
Por no hablar de sus cualidades como orador y educador…
33
He oído decir que Jesús era analfabeto. ¿Qué sabe al respecto?
MARÍA DE LA CRUZ GARNICA
Falso, estimada amiga. Falso…
Jesús leía las Sagradas Escrituras en la sinagoga. En aquel tiempo, además, la enseñanza era obligatoria. Se aprendía a leer y escribir desde muy temprana edad. En este asunto, Jesús de Nazaret fue también un hombre privilegiado. Sus padres comprendieron desde el principio la importancia de los idiomas y Jesús dominó desde joven la koiné, el griego «internacional» (una especie de «inglés» hablado en todo el Mediterráneo). Además, obviamente, conocía el arameo galilaico, su lengua natal, el hebreo y, muy posiblemente, el latín y otros dialectos de las regiones próximas.
El hecho de que no dejara escritos nada tiene que ver con la hipótesis de que fuera analfabeto.
34
¿Cuándo escribió el Padrenuestro?
FERNANDO LAZZARO
Al parecer, cuando tenía quince años. Y no lo escribió: lo pintó.
Según mis «fuentes» utilizó una pequeña tablilla de cedro. Y durante un tiempo permaneció colgada en la casa de Nazaret.
Años después —de esto no estoy seguro— la destruyó, al igual que el resto de sus dibujos y escritos de juventud.
Por cierto, el texto original del Padrenuestro no era igual al que hoy conocemos…
35
¿Cuándo supo Jesús que era Dios?
EMMA PERDOMO
Como he mencionado en otras ocasiones, el gran misterio del «reencuentro» con su naturaleza divina pudo suceder en el verano del año 25 de nuestra Era. Jesús de Nazaret tenía treinta y un años. Y tal y como narro en Caballo de Troya 6. Hermón, el gran suceso tuvo lugar en la soledad de esta montaña santa: Hermón, en la actual frontera entre Israel y el Líbano.
Seguramente fue uno de los momentos más trascendentales en la vida del Maestro. Allí, al fin, se despejaron sus tormentosas dudas.
Poco después, en enero del año 26, al sumergirse en las aguas de uno de los afluentes del Jordán, Jesús se convirtió —de manera oficial— en un Hombre-Dios.
Los evangelistas no se enteraron —o no quisieron enterarse— de lo acaecido en aquellos bellos parajes. Si lee atentamente los Evangelios comprobará que ninguno de los escritores sagrados define con puntualidad dónde o cuándo se produjo ese extraordinario momento. El fenómeno del «reencuentro» con la divinidad queda difuminado, como si el Galileo hubiera tenido conciencia de dicha divinidad desde siempre.
Una lástima, sí…
36
No consigo comprender cómo Jesús podía ser hombre y Dios al mismo tiempo…
JAVIER FERNÁNDEZ BULL
Ni usted ni nadie, estimado amigo…
Estamos, sin duda, ante uno de los grandes enigmas de su encarnación. Sencillamente, no tengo palabras. No sé… Pero lo que dijo y lo que hizo sólo tienen explicación si aceptamos que, junto a la naturaleza humana, «vivía» una naturaleza divina. Una «parte» (?) divina que «llegó» (?) de pronto (?) y que terminó transformándolo… Y con esa naturaleza divina «apareció» (?) también algo vital: su prodigiosa e inmensa memoria como Creador. Fue en el Hermón, y en el río Artal, donde un Dios «bajó» a la Tierra.
37
¿Cree usted que Jesús lo pasó mal antes de saber quién era?
DAVID MARTÍNEZ
Creo que sí, que lo pasó francamente mal. Hasta el gran suceso en el Hermón, el Maestro sólo intuía, sospechaba, pero no podía estar seguro. Esos largos años de dudas e incertidumbre fueron, a mi entender, los más difíciles. El instinto lo empujaba en una dirección, chocando, irremisiblemente, con su familia, sus amigos y con las estrictas leyes mosaicas. Es una lástima que nadie nos haya informado de esos años auténticamente «negros» en la vida de Jesús. Imagino que su confusión, dolor y ansiedad tuvieron que ser terroríficos. Pero así estaba programado —seguramente por Él mismo y antes de la encarnación—, con el fin de que su experiencia en la carne fuera lo más pura y objetiva posible.
Por eso creo que, al saber definitivamente quién era en verdad, al «reencontrarse» con su naturaleza divina, Jesús de Nazaret vivió uno de los momentos más felices e intensos de su vida en el tiempo y en el espacio.
38
Al saber quién era, ¿qué hizo con Yavé?
SATCHA BENÍTEZ FORNIÉS
Jesús fue siempre respetuoso con el Dios de los judíos. Jamás atacó a Yavé. Se limitó, eso sí, a «cambiarle la cara».
Jesús predicó un Dios-Padre. Un Dios de amor, no un juez castigador y vengativo.
Jesús «lavó» la imagen de Yavé, haciéndolo más amigo, más cercano…
Jesús suavizó la mano de hierro de Yavé, anunciando la igualdad entre los seres humanos: ricos y pobres, judíos y paganos, esclavos y hombres libres…
En definitiva, Jesús pasó página en la historia de Yavé…
39
En sus libros, usted asegura que Jesús era un «gigante». ¿A qué se refiere?
LEOPOLDO BENAVIDES
A su estatura.
Comprendo que, quizá, el término es algo exagerado, pero no cabe duda de que su talla (alrededor de 1,81 metros) le hacía sobresalir entre el resto de los judíos de la época. Tenga en cuenta que, hace dos mil años, la estatura media de los judíos varones rondaba el 1,62 o el 1,63 metros. Las mujeres tenían una talla algo menor.
Jesús de Nazaret, por tanto, era una excepción que destacaba de inmediato entre las multitudes. Como ve, la Providencia fue cuidadosa hasta en eso…
40
¿Era Jesús tan guapo como dicen y como lo pintan?
GRACIELA MATAMOROS
Como usted sabe muy bien, la belleza es relativa…
Por lo que sé, el Maestro debió de ser todo un ejemplar humano. Alto. Atlético. Sin defectos físicos. Frente alta y despejada. Nariz típicamente judía (ligeramente aguileña). Labios finos. Piel bronceada. Cabellos acastañados. Ojos color miel. Barba corta y partida en dos. Piernas de corredor de maratón. Manos largas. Hombros fornidos. Anchas espaldas. Sin un gramo de grasa…
En fin, ¡qué puedo decirle! Yo soy un incondicional y un rendido admirador del Maestro. Quizá mi opinión no sea muy objetiva. ¿O sí?