Notas
[1] El carácter cuyo bosquejo he diseñado en este artículo es rigurosamente histórico, y lo declaro aquí para que no se me acuse de haber querido crear, a mi vez, un personaje fantástico, semejante en algo a los que menciono arriba y que son tan conocidos en el mundo civilizado. El virtuosísimo sacerdote, cuyo nombre en la religión del Carmen fue el mismo que yo he escrito, y que dejó en el seno de aquella religión, hoy extinguida, los más santos recuerdos, volvió a tomar, al secularizarse, su nombre de familia, que creo conveniente no revelar por hoy, hasta que publique yo un estudio biográfico que tengo escrito hace algunos años. El digno cura ha muerto hace tiempo; pero su memoria vive venerada cada día más en el corazón de los que supieron apreciar sus rarísimas virtudes. (N. del a.) <<
[2] En casi todos los pueblos de la República se cantan en la Nochebuena estos villancicos, que ciertamente son de origen español. Están en la preciosa colección de Cantos populares, publicada por Emilio Lafuente Alcántara en su Cancionero popular (Madrid, 1865). (N. del a.) <<
[3] Rimas sacras, y en el Romancero y cancionero sagrados de la Biblioteca de autores españoles (Tomo 35, romance 233). (N. del a.) <<