NUEVA TEORÍA SOBRE EL BIG BANG
(derivación traviesa del «Cántico
Cósmico» de Ernesto Cardenal)
El Big Bang fue el orgasmo primigenio.
Orgasmo de los Dioses amándose en la Nada.
Cada vez que te amo repito la Génesis Universal.
Protones y neutrones,
neutrinos y fotones
saltan de mí
encendidos
a crear nuevos mundos.
Centellas y meteoros
surgen con cada grito.
Te amo mientras mis pulmones
crean la Vía Láctea de nuevo
y el Sol vuelve a nacer
redondo y amarillo
de mi boca.
La luna se me suelta de los dedos.
Marte, Plutón, Neptuno,
Saturno y sus anillos.
Novas y super-novas,
los agujeros negros
se desgajan de mis contorsiones.
Soy Gaia. Soy todas las Diosas explotando.
Entre luz de centellas
tu cohete de fuego
prende mis luces todas.
Brotan mundos, cometas,
meteoros se hacen trizas.
Lluvias de estrellas danzan en el arco del éter.
Nace por fin la Tierra. Sus edades de magma y cataclismo.
La primera partícula de vida moviéndose en el agua.
Y luego es el silencio.
La materia expandiéndose en círculos.
Tus soles y mis soles se asientan en su espacio.
Es el frío. La grandeza del tiempo.
La eternidad. El color.
Los sonidos. La estética.
El amor insondable. Tu amor tierno.
Tus manos en mi frente.
Las campanas a lo lejos,
bing, bang, bing, bang, bing, bang,
Big Bang.