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«después de por supuesto dios américa yo
amo tu tierra de los peregrinos y demás oh
mirad cuando se inicia el alba mi
país por los siglos en vaivén
y no hay de qué preocuparse
en todos los idiomas incluso el sordomudo
tus hijos aclaman tu glorioso nombre en gorry
en jingo en gee en gosh en gum
por qué hablar de belleza qué hay más be-
llo que estos heroicos felices muertos
arrojados como leones en la rugiente carnicería
no podían pensar que con su muerte
habría de enmudecer la libertad?»
Dijo. Y bebió enseguida un vaso de agua