Revelación y verdad histórica

«No creáis las historias que os hablan de la revelación; no creáis en ningún hecho, pues éstos solamente nos son dados por la historia». ¡Qué diferencia! Ponéis en la misma clase hechos que se dan por la física y por la razón y aquellos que son desmentidos por la física y por la razón. Es esta conformidad o esta oposición la que me hace identificar los verdaderos de los falsos. Creo, por la fe en los historiadores, que César ha existido; pero si me dijeran que César estaba en Roma y en las Galias al mismo tiempo, que César ha viajado a la luna, etc…, no creería nunca más en ellos. La verdad se confunde sin cesar dentro de la historia con el error, como el oro y el plomo están mezclados dentro de la mina, y la razón es el crisol que los separa. (…) Es así como también sabemos que Euclides no era americano, que es cierto que el triángulo es la mitad del paralelogramo; que sea también seguro que existía un candelabro de oro en el templo de Jerusalén, que es cierto que hay lámparas dentro de las iglesias; con una lógica parecida, no me sorprende que no estemos de acuerdo, vos y yo.